De verdad, madre, hoy por hoy esta canción me pinta de cuerpo completo. Y desde ella hago patente, aunque parezca paradójico, mi dicha contigo y aún sin ti.
La madre del autor (q.p.d.) Foto: Archivo VETA Creativa
Cuántas veces me hablaste de ti, de tu historia, madre, de la historia del amor de tu vida, mi padre; de tus novios de la adolescencia. Cuántas veces te vi mirarte al espejo, señora solitaria, anhelando, recordando lo tenido, lo vivido. Háblame de nuevo de ti, compañerita.
Me he vuelto un chillón, madre, ya aún desde cinco años antes de tu deceso, pero ahora... La música habla por mi lamento tanto como por mi orgullo, mi memoria, mi satisfacción, mis anhelos. Antes de los siguientes días de muertos y a modo de magneto para atraer tu atención, disfruta este tema.