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Palabras que matan


LA INTRINCADA RELACIÓN entre el lenguaje y el terrorismo pone de relieve una verdad pocas veces considerada, en especial por quienes, so pretexto de no tener el lenguaje como principal herramienta de su quehacer, olvidan que es todo lo contrario y que, a querer o no, en el principio está el verbo y es este el factor que determina nuestros grados de libertad, aun cuando, como es el caso de estas líneas, se acuda al recurso inhumano de la inteligencia artificial*.

Una afirmación categórica se alza como faro en medio de un mar de conceptos complejos: el acto de terrorismo no se limita únicamente a señales de alarma, sean estas falsas o verídicas, ni a explosiones devastadoras ni al salvaje y despiadado derramamiento de sangre. En la esencia misma del terror, encontramos su anclaje en un lugar mucho más sutil y retorcido: el lenguaje y, más específicamente, la forma y la intención con la que se emplea.

El verdadero terror no yace en las palabras por sí mismas, como algunos algoritmos de búsqueda en redes sociales o equipos de censores pueden hacernos creer. No, el verdadero terror reside en el contexto que envuelve estas palabras, en la carga emocional que transmiten y en la motivación subyacente. Para comprender esta compleja danza entre el lenguaje y el terror, examinemos las declaraciones recientes del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como un caso paradigmático.

Aunque yo mantenga diferencias con mi presidente Andrés Manuel López Obrador en diversos aspectos, compartimos, como mexicanos, una profunda vocación pacifista. Esto no implica abrazar una "neutralidad" irresponsable y desapegada de la realidad, sino más bien asumir una postura moral e íntegra. El terrorismo, en cualquiera de sus manifestaciones, es condenable, no solo por su inmoralidad, sino también por su profunda inhumanidad.

Es imperativo que tanto musulmanes como israelíes, a pesar de la pesada carga histórica que los separa, reconozcan que tanto quien ejecuta un acto atroz como quien permite que esto ocurra comparten la responsabilidad. Las atrocidades cometidas por grupos como Hamás, Putin y otros son igualmente condenables que las reacciones violentas y desproporcionadas de aquellos que han sido sus víctimas. En el conflicto de intereses, justos y pecadores a menudo comparten el mismo fardo de la culpa.

El verdadero reto radica en comprender que el terrorismo no es un fenómeno aislado, sino un ciclo de violencia que se retroalimenta. Solo cuando seamos capaces de aprehender la relación intrincada entre el lenguaje, el contexto y el terrorismo podremos buscar soluciones reales y duraderas. En la búsqueda de la paz, la responsabilidad recae en todos nosotros, sin importar nuestra procedencia o afiliación política.

Las palabras también matan, aquellas que inflaman los corazones y avivan el fuego del conflicto. Mientras continuemos en este camino de reflexión y comprensión, estaremos un paso más cerca de construir un mundo más pacífico y humano.

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* En efecto, este artículo basado en una entrada escrita por mí en el grupo de este blog en Facebook lo retoqué con inteligencia artificial y posteriormente lo edité para publicarlo en la forma que ahora lees, querido lector.

Entre cuates y catafixias


MUCHOS DE NOSOTROS, tres generaciones, crecimos teniendo entre nuestros entretenedores favoritos a "Chabelo". Y mediante él no solo nos divertimos, reímos, sino también aprendimos y asimilamos vocablos que el actor, más que popularizar, diseminó con las ventajas del alcance y penetración de los medios electrónicos de su tiempo, la radio y la televisión, pero no solo.

La palabra cuate, con la que se refería amable y amistosamente a todos quienes conformaban su círculo y su público, no es nueva y en realidad es en sí misma popular, es decir del uso común entre el pueblo con un significado que conlleva el sentimiento de hermandad y filiación entre pares, como un término más desparpajado y equitativo que aquel otro de valedor y que en el barrio sirve igualmente para la definición de estatus relacionales. Ya en la época del Cine de Oro de México la palabra "cuate" designaba, fuera en el ámbito rural o el urbano, la idea de algo más que mera amistad haciendo de los individuos asumidos como tales cómplices en sus afectos.

Los cuates no son hermanos gemelos, pero son mellizos nacidos en un mismo parto, sin ser idénticos por provenir de óvulos separados. Metafóricamente puede decirse que son hijos de la misma circunstancia sociocultural o socioeconómica.

El Registro Mexicano de Gemelos describe [sic transit por lo relativo a la estúpida e ignorante forma de redacción con pretensiones inclusivas de sexo en la deformación de las palabras terminadas con "e", mientras en otras mantiene el texto el masculino neutro (TwinsMX, 2022)]:

Pero hubo otra palabra más determinante de la influencia de "Chabelo" en el uso del lenguaje y que con el tiempo y la costumbre lo colocó en este sentido a la altura de Mario Moreno "Cantinflas", Roberto Gómez Bolaños "Chespirito" como aportadores de neologismos. Me refiero a la palabra catafixia.

Tras la muerte del celebérrimo y popular actor, productor y conductor mexicano Xavier López "Chabelo", diversos colegas periodistas afirmaron que el concepto "catafixia" está incluido por la Real Academia de la Lengua o por la Academia Mexicana de la Lengua en el diccionario de mexicanismos. ¿Qué hay de verdad en ello?

Aclarando falacias

Con base en las fuentes consultadas es claro que los colegas periodistas han descuidado el rigor de investigación y no tuvieron cuidado con las referencias empleadas, pasando por alto sus contextos.

El tuit empleado por algunos para afirmar que la Academia Mexicana de la Lengua "recogió" el término "catafixia" fue tan reciente como del 25 de marzo de este 2023, misma fecha de la muerte del personaje que nos ocupa.


En efecto, como leemos en el tuit, la AML refiere la autoría del mismo a "Chabelo". Sin embargo, de hecho y a la letra no afirma, contrariando a los que dedujeron otra cosa, que el término esté incluido en el Diccionario de Mexicanismos, pero en el historial de destacados de la red social se ve enseguida un tuit que sí lo refiere. Solamente que es en una de las más de mil setecientas respuestas hechas en el año dos mil veinte dentro de una discusión entre aficionados al futbol simpatizantes del Cruz Azul, y dentro de la cuenta del periodista Alejandro Villalvazo. El tema salió como reacción propositiva a crear el neologismo "cruzazuleada" para referirse al conjunto de los aficionados a ese equipo y justificando la propuesta en la suposición o hecho no verificado de que la palabra usada como modelo "catafixia" ya estaba incluida, sin especificar a partir de cuál edición del diccionario podía ser hallado el término.

En el año dos mil veintiuno, un usuario de Twitter preguntó a la Real Academia de la Lengua sobre el significado de "catafixia" y esta respondió en un hilo de dos partes:

En la segunda parte aclaraba:

Esa supuesta definición y la aseveración de la limitada trascendencia dista notablemente de la dada vagamente por el propio Xavier López, conocido internacionalmente en Latinoamérica, entrevistado por Jorge "Burro" van Rankin y Esteban Arce en una emisión del programa El Calabozo (1995), René Franco en dos mil trece aproximadamente (Unicable, 2023), y en las que el actor sugirió que catafixia se referiría a un método para evidenciar la avaricia de las personas [(pacatelas1995, 2012), edición literaria mía]:

La catafixia es un mecanismo para manejar las cosas de los seres humanos. Normalmente, cuando tú ya tienes ganado algo, ¿qué necesidad tienes de exponerte a perder lo que ya tenías? […] De las cosas más divertidas que veo en el programa es cuando un cuate, un niño, por ejemplo, se gana una bicicleta. Yo creo que para cualquier niño el mejor regalo de la vida es una bicicleta. Y entonces, cuando le pregunto si quiere entrar en la catafixia, el niño ve a la mamá confundido y ella dice emocionada que sí.



En las distintas entrevistas donde "Chabelo" habló sobre el asunto, solo en dos se autodenominó como inventor del vocablo, fue la realizada por Adela Micha en el año dos mil diecinueve y con René Franco. En todas las demás como  la plática sostenida entre el publicista Carlos Alazraki y "Chabelo" (2013), o las hechas por Adal Ramones (1998, 2010) y otros a Manuel "Loco" Valdez (2010) solo sabemos que la palabra "catafixia" procedería derivada como parte del juego de palabras que hace al hipotético idioma marciano "mautro" con que gustaba embromar con varios amigos como los hermanos Valdez, "idioma" creado a partir de la provocación de Germán Valdez "Tin Tán" en 1955. Es en la charla con Alazraki la primera y única vez que se registra luna velada sugerencia sobre una probable inclusión de "catafixia" en el diccionario.

De ahí sale la palabra catafixia. Catafixia es parte del "mautro" que aprendimos a hablar. Te voy a explicar. Cuando se hizo famoso un chachachá que se llamaba "Los marcianos llegaron ya" [1955]. Don Germán, de sus cosas que él tenía, que era muy ingenioso dijo «tenemos que aprender a hablar mautro porque ya vienen los marcianos». Entonces empezamos a decir una serie de estupideces; que tengo la certeza de que así surgieron los idiomas entre el ser humano. Diciendo, haciendo sonidos. Entonces nosotros decíamos: Afindiflurin bistrit cuatro fecterias, y son piriminientes; y van a ser atiflú, dimblí, oprapuit et satoris. Entonces llegó un momento que nos entendíamos, Carlos, y hablábamos en "mautro". Cuando yo empecé este programa [En Familia] hace cuarenta años, yo quería un concurso que rematara el programa y en lugar de ponerle cambalache, y de ponerle el nombre que debía haberle puesto porque yo juego con el defecto de los seres humanos de eso que se llama avaricia, ya tienes y quieres más (¿qué me recuerda esto? ¿políticos?, no) […] Entonces la palabra catafixia me surgió de eso que hablábamos.

—Pero ya la popularizaste— afirma le entrevistador Alazraki.

—Ya la van a aceptar, creo.

—Ya tiene una significación. [(adn40Mx, 2023)].

Idioma o simple juego

Siguiendo las descripciones de "Chabelo" y el "Loco" Valdez, el "mautro" podemos entenderlo como un idioma hablado cuya base lingüística la hacen las figuras retóricas del calambur, la aliteración y la paranomasia. Juegos de palabras que a veces obedecen a normas gramaticales específicas y propias de trabalenguas como en la frase: cafadafa quefe tefe veofo mefe guifiñafas elfe ofojofo. Juegos de palabras que, sin una regla y resultado de la improvisación caracterizan la expresión de los imaginarios personajes extraterrestres, unos tan diminutos y microscópicos como los marcianos Colofox, su novia Panfleta y sus Chinchulines amaestrados Plipurz y Pipipirio, o tan enormes como el gigantón venusino Macufendo avecindado en Cuba, y de ahí su acento, que acompañaba y aconsejaban a Manuel "Loco" Valdéz.

Este idioma fue una jerga inventada y utilizada en la década de 1950 por un grupo de amigos del medio del espectáculo mexicano: los hermanos Valdez (Germán "Tin Tán", Ramón, Manuel, Antonio "Ratón"), Xavier López, Sergio Corona, Ramiro Gamboa "Tío Gamboín", Arturo Manrique Elizondo "El Panzón Panseco", Roberto Ramírez Garza "Beto el Boticario", Manolo Muñoz, Don Facundo, Alejandro Suárez, Héctor Lechuga, Chucho Salinas, Fanny Kaufman "Vitola", Salvador "Chava" Flores Rivera, Joaquín García Vargas "Borolas", Alfonso Zayas, José René Ruiz Martínez "Tun Tún", Benito Castro, Mauricio Garcés, Luis Manuel Pelayo, Guillermo Rivas, entre los más conocidos).

La invención se debe realmente a los hermanos Valdez que, según contó Manuel "El Loco" en alguna entrevista que recuerdo, pero de la que no hallé registro, ya en su infancia solían conversar con juegos de palabras para ocultar sus travesuras a sus padres. Pero el "mautro" como tal y según se dijo líneas arriba habría surgido en mil novecientos cincuenta y cinco, a raíz de la iniciativa de "Tin Tán" tras escuchar el chachachá famoso de "Los marcianos llegaron ya".

Hablamos entonces también de una época marcada por los productos culturales, en especial de origen estadounidense, relacionados con el terror, la ficción científica y la ciencia ficción. Cuando películas, cómics, noticias sensacionalistas sobre ovnis como los misteriosos hallazgos en Roswell (1947), y los primeros programas de televisión abrevaban del miedo y la curiosidad que despertaban en el público fantasías en torno a la posibilidad de la existencia de vida alienígena, por lo general monstruosa, ya fuera extraterrestre e invasora, o producto provocado como consecuencia de los efectos y experimentos de la Era Atómica, las atrocidades heredadas del final de la Segunda Guerra Mundial y el bombardeo sobre Hiroshima y Nagasaki.

Entre broma y en serio, igual que a finales de la década de mil novecientos ochenta, el empuje de las triunfantes economías de los llamados Tigres de Asia motivó la necesidad e interés por el estudio del mandarín como probable nueva lengua franca equivalente al inglés, quizá a Tin Tán imaginó la peregrina idea de que pudiera ser necesario e importante aprender la lengua de los invasores, como en las guerras previas ocurrió con el francés, el alemán, el inglés, o en la antigüedad con el griego o el latín.

Aunque pueda notarse alguna similitud, el "mautro" nada tiene que ver con el remedo de las lenguas joisanas con que pretende engañar incautos la seudo contactada y medium, Mafe Walker, probable actriz de supuesta nacionalidad colombiana quien afirma con seriedad hablar una rara e indefinida lengua extraterrestre.

"Chabelo" en cambio y como diversión afirmó a la periodista Cristina Pacheco saber además hablar grillo, el idioma de grillos, chapulines y saltamontes.

Por supuesto que todo esto no tiene más fundamento que la ocurrencia y la habilidad de improvisación y no puede compararse con el planteamiento y desarrollo más sesudo y consciente de idiomas como los inventados por autores de sólidas construcciones literarias como las sagas y universos de El Señor de los Anillos, Harry Potter, Star Wars o Star Treck, y ni hablar de sus seguidores los que han hecho todo un complejo sistema lingüístico dando realidad palpable y no solo imaginaria a idiomas como el klingon, vulcano, élfico, y otros.

De tin marín…

Pero, volviendo a la palabra "catafixia", consultas posteriores han hecho que quien suscribe estas líneas de ahora ponga en duda las afirmaciones expuestas, pues si bien es cierto que la explicación de dos mil veintiuno concuerda con el dato de que ni en aquel año ni en este dos mil veintitrés el diccionario general (DRAE) de la Real Academia recoge el vocablo, no se comprueba lo mismo para la segunda afirmación pues tampoco lo registran el Diccionario de Americanismos ni el de Mexicanismos, este último de Guido Gómez de Silva y como consta en la consulta en línea que cualquiera puede efectuar dentro de la página de la misma Academia Mexicana de la Lengua, o a la edición ebook-impresa del año dos mil uno.

Hago notar que, dados los dichos de quienes dan por hecho el asiento en el referido diccionario de mexicanismos y en el supuesto de que tal asiento se hubiera efectuado entre los años dos mil trece y dos mil veintiuno, siguiendo la secuencia de las declaraciones, sería de presumirse que la edición en línea estaría actualizada. Pero la realidad es que la búsqueda más elemental, sea por vocablo o por la definición expuesta no arroja la información esperada. Ni siquiera la edición 2022 del DRAE incluye, al menos entre los términos recogidos en sus síntesis por los medios, el relativo a "catafixia". Y menciono esto último porque es común que cada vez cuando hay adiciones y modificaciones a los diccionarios generales o especiales, las academias emiten un boletín que recogen las secciones culturales de los medios de comunicación para informar del cambio. Buscando noticias entre dos mil trece y dos mil veintiuno, para atenerme a las fechas de los dichos referidos, no se halla una sola noticia al respecto de haberse incluido la palabra.

Entonces, y a reserva de la respuesta que vaya a dar la AML a consulta expresa que hice a través de su portal sobre el tópico surgen varias dudas y una primera conclusión: la AML miente, quizá cediendo a la presión mediática, o no tuvo cuidado de actualizar sus asientos en línea como probablemente sí pudo hacerlo en la edición impresa, de la que yo solo he tenido acceso a la versión PDF del diccionario de Guido Gómez de Silva en su edición de dos mil uno. Una segunda conclusión sería que el Diccionario de Mexicanismos de este autor es totalmente distinto al referido sin especificar por los informadores que lo atribuyen a la AML, pero entonces ¿por qué está montado en la plataforma de esta academia?

Si, como afirman todos los que han publicado al respecto hoy, el término está incluido, pues tendría entonces que aparecer en una consulta simple dentro de la página web de la AML y sin embargo esto no es así como es fácil constatar en las siguientes imágenes.



Leyendo en orden las palabras registradas por el Diccionario de Mexicanismos montado
en la página de la Academia Mexicana de la Lengua, se observa
que no existe el asiento para la palabra "catafixia" o semejantes
(fecha de consulta: 26 de marzo de 2023).



Incluso en alguna de las entrevistas Chabelo deslizó vagamente que Jorge Alberto Aguilera, locutor y colaborador desde mil novecientos noventa y por varias décadas de En Familia, sugirió el uso de la palabra para nombrar el concurso de cierre, pero en las entrevistas hechas a Aguilera él no hace mención al dato [(Armando Rodríguez Guadarrama, 2023)].

Por lo tanto, siendo el "mautro" una invención colectiva de un grupo de amigos, la palabra específica no tendría autor concreto (MILENIO da por sentado que es una invención al alimón entre "Chabelo" y "Tin Tán"), el que en todo caso se supone a partir del uso y difusión extendidos que consiguió el propio "Chabelo" al igual que con la añeja palabra "cuate" ya usada desde la época de oro del cine mexicano.

Es un caso semejante al concepto "comunicología" atribuido a Eulalio Ferrer, por él mismo, cuando en realidad los que lo propusieron originalmente hacia el año 1962 fueron "El Bachiller" Álvaro Gálvez y Fuentes, y Arrigo Coen Anitúa a partir de las consideraciones hechas en una conferencia por un importante publirrelacionista chileno de aquella época, posiblemente Jorge Saruba, dato que supe por mi padre y me confirmó Miguel Hisi Pedroza, organizadores del II Congreso Latinoamericano de la Publicidad en aquellos ayeres. Ese es tema que tengo pendiente de escribir en otra parte, en un ensayo inconcluso "Sobre la enfermedad mental".

Aún más, y con esto termino, no deja de ser interesante que, independientemente de haber una "definición oficial denotativa" del concepto, las connotaciones en el tiempo no se hicieron esperar bajo la interpretación de los, digamos, no hablantes del "mautro" pero que asimilaron la palabra "catafixia" para, traduciéndola, aplicarla a otros ámbitos más o menos con la misma idea, como puede observarse en el ejemplo relacionado con la política mexicana, y arrastrando una etimología híbrida grecolatina (desde la palabra "cata" o el prefijo cata- adicionada a la palabra "fija", del latín fixus), significando literalmente "clavado hacia abajo", lo que supondría una imagen metafórica de las consecuencias de la codicia y la fortuna electorales, se trate de elecciones y decisiones económicas o políticas.

Es posible que yo esté muy equivocado en mis consideraciones y en efecto la palabra esté incluida en el mentado Diccionario de Mexicanismos, pero ¿dónde, porque yo no lo he visto? Y hasta ahora nadie me ha puesto la prueba en la mano. O tal vez este mismo artículo ya va abonando el terreno para el cultivo sistemático de un potente neologismo.

Ahora tú, amable lector, tienes en tus manos la información pertinente que tal vez demuestra una falacia. Es lo que has ganado. Delante tienes otras opciones por las que apostar a ciegas. ¿Catafixias lo conocido por lo supuesto?








Referencias

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  • adn40Mx. (2023). Platicando con Xavier López, el hombre detrás de “Chabelo” [YouTube Video]. In YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=zSOq2hvM1cc
  • pacatelas1995. (2012). CHABELO EN EL CALABOZO 1995 [YouTube Video]. In YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=Xj8i8xHie64&t=708s‌
  • Mito, del. (2014). La Historia detrás del Mito - Chabelo (Parte 1) [YouTube Video]. In YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=kpkjJd6Q1rw
  • Mito, del. (2014). La Historia detrás del Mito - Chabelo (Parte 2) [YouTube Video]. In YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=Q8moPejjWHM
  • Nación321. (2018, June 28). Mapaches, carrusel... El diccionario de delitos electorales. Nación321; Nación321. https://www.nacion321.com/elecciones/el-diccionario-de-la-corrupcion-para-tiempos-electorales
  • TwinsMX. (2022, May 14). ¿Somos gemeles, cuates o mellizes? - TwinsMXofficial. TwinsMXofficial. https://twinsmxofficial.unam.mx/somos-gemeles-cuates-o-mellizes/#:~:text=La%20manera%20coloquial%20de%20referirse,el%2050%25%20de%20su%20genoma.
  • Unicable. (2023). ¡Xavier López “Chabelo” reveló cómo surgió la palabra “catafixia”! | Es de Noche y ya llegué [YouTube Video]. In YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=v6MFhSDDu1c
  • Armando Rodríguez Guadarrama. (2023, March 25). Así fue el día que el Señor Aguilera conoció a Xavier López “Chabelo.” Infobae; infobae. https://www.infobae.com/america/entretenimiento/2023/03/25/asi-fue-el-dia-que-el-senor-aguilera-conocio-a-xavier-lopez-chabelo/






El lamento de la mandrágora - Lenguaje inclusivo y más



Como todos los 28 de junio desde 1969, este de 2022 también transcurrió con la celebración del Día Internacional del Orgullo LGBT+, y aunque este texto mío vea la luz a tiempo o destiempo quise dar un paso al frente para abordar el tema desde mi particular perspectiva, y esperando aportar argumentos positivos para el entendimiento entre las personas, así, a secas.

Procuraré no caer en los lugares comunes que alegan tirios o troyanos, aunque mi postura podrá ser y seguro lo será catalogada en alguna de las casillas que la Historia ha preparado para la justificación proscripcionista, si cabe el término.

Tampoco me detendré en consideraciones ya muy sobadas acerca de la convivencia entre sexos, o la guerra de los sexos o la discriminación o hasta la segregación y violencia por motivos asociados al sexo, el que ha sido categorizado erróneamente como género para distinguir ya no nada más lo varonil de lo femenil sino toda una gama de matices intermedios que, la verdad, a veces ni quienes los abrazan y ostentan tienen claro como para describir y explicar a carta cabal en cuanto a lo que hace a sus diferencias sutiles con el resto del arcoiris.

Escribo entonces y ahora este ejercicio ensayístico desde mi limitada perspectiva como escritor y comunicólogo, por supuesto sin afán de ofender a nadie.

Materia que se ancla en algo más que palabras

Como el novelista Arturo Pérez-Reverte y muchos más, he abordado este tema de la inclusividad genérica en varias ocasiones, y lo he hecho llamando a cordura y sensatez humanista, no nada más humanitaria, que así es como entiendo el otorgamiento de la dignidad necesaria que reclaman quienes con razón y sin ella han sido víctimas de sus propios gustos, tendencias, inclinaciones, afanes, apariencias, biología, genética, traumas o decisiones, tanto como de la insidiosa inquina de quienes por las mismas razones les han, además de señalado, puesto al margen como si mostrencos dejados para estorboso recordatorio de la mezquindad humana. Y ya se ve que, no obstante y retratados como monstruos y esperpentos, hasta han sido ejemplos de inspiración, así en la literatura como en la sociedad, que connotan la nobleza humana.

En el interés por revertir la vergüenza, legisladores y activistas, unos más sensibleros que otros, tuvieron la ocurrencia años atrás de que el mal radicaba en el lenguaje mismo, y transformar la situación de la comunidad LGTB+ así como de las mujeres sojuzgadas por una sociedad machista requería arrancar de raíz el mal. Pero, no consideraron que el lenguaje es como la mandrágora y que cada jalón que se da de manera forzada en el afán por extraer el tubérculo humanoide ocasiona el alarido doliente y ensordecedor de este que, noble como es en el desarrollo de su tallo y seductora flor, en su lamento transmite en cambio el mensaje de la muerte de lo que somos.

Para dar cuenta, por ejemplo, de la vergonzosa y torpe manera como se usa el mal llamado lenguaje inclusivo al momento de redactar discursos o las leyes en México, como en otras partes del mundo, hay que señalar no nada más los consabidos retorcimientos sintácticos. Estos, de la mano de las jergas leguleyas, se prestan a juegos interpretativos y la apertura de huecos legales por los que los abogados astutos saben colar sus argumentaciones tramposas para complicar la dictaminación de sentencias jurídicas por parte de los jueces, magistrados y ministros, y a pesar de que la Suprema Corte de Justicia ha conminado a los legisladores, jueces y abogados a emplear un lenguaje más llano y acorde a las necesidades de los ciudadanos legos.

Por poner un párrafo como ejemplo aleatorio permítaseme exponer estos fragmentos tomados de forma aleatoria del Código Electoral del Estado de México [cf. (IEEM, 2020): Artículo 18, párr. 3º].

Con un lenguaje estúpidamente redactado bajo la falacia de una aparente inclusividad retórica, el Código Electoral del Estado de México (como otros documentos legislativos surgidos desde hace una década bajo ese imbécil tenor de un supuesto “discurso de género” en las distintas legislaturas locales y la federal en México) dice:

Las y los integrantes de los Ayuntamientos que tengan interés en reelegirse, deberán separarse del cargo, por lo menos, veinticuatro horas antes del inicio de las campañas, conforme al calendario electoral vigente.

Pero, en otra parte se dice, a la letra:

Artículo 102. Los aspirantes no podrán realizar actos anticipados de campaña por ningún medio. La violación a esta disposición se sancionará con la negativa de registro como candidato independiente.

Artículo 103. Queda prohibido a los aspirantes, en todo tiempo, la contratación de propaganda o cualquier otra forma de promoción personal en radio y televisión. La violación a esta norma se sancionará con la negativa de registro como candidato independiente o, en su caso, con la cancelación de dicho registro.

¿Dónde quedó el “lenguaje inclusivo”? ¡Ahí está, en la neutralidad del "masculino neutro"!, sin necesidad de redundar innecesariamente con una reduplicación cansona del género gramatical que, en el primer caso, se habría subsanado con una redacción como esta: "Aquellos integrantes de los ayuntamientos". ¡Ah, no! ¡Que termina en /-ellos! Bueno, ¿qué tal esto?: "Quienes siendo integrantes de los ayuntamientos…". ¿Quiénes son "quienes"? Pues ellos y ellas, los y las integrantes. ¡No, estás mal, Santoñito! El pronombre relativo no consigue lo que pretendemos: ser visibles, igual que cuando en la celebración nos exhibimos ostentando y restregando en las caras de los demás ciudadanos, a favor o en contra de nuesta causa, nuestros tacones y maquillajes, besándonos libre y descaradamente nuestros bigotes, demostrando que, aunque recuerde a la telenovela, el amor no tiene cara de mujer y no todos somos simplemente María o Yara o Gutierritos. Pero, si se anotara "candidatE independiente" tampoco se conseguiría la visibilidad pretendida ni abarcar la diversidad acusada por la comunidad LGBT+ o el grupo de feministas.

El asunto se complicaría, sin duda, si además llegara un badulaque a pretender que también la diversidad étnica fuera incluida de algún modo retorcido en el lenguaje. ¿Cómo tendríamos que referirnos entonces a un homosexual o transexual mazahua?; que debe haberlos aunque en su etnia implique una vergüenza para sus usos y costumbres.

Quiero dejarlo claro, mi postura no es incluyente ni excluyente ni de hipócrita tolerancia; es humanista. Porque creo que el ser humano es un conjunto de categorías, valores y la distinción misma forma parte de ellas. Somos distintos, ni mejores ni peores, y en ello radica nuestra riqueza personal y cultural.

Quizás las mujeres o quienes teniendo rasgos varoniles se identifican y asumen femeninos pudieran sentirse más cómodas si en la conformación de los mensajes se optara por convención erradicar lo masculino para efectos de generalizaciones, y se hablara de "las personas" que eso son tanto los hombres, las mujeres y las quimeras, grifos, y demás símbolos de la variedad maravillosa con que nos sorprenden la naturaleza o la autodefinición y la autoestima. Pero, entonces, ¿no podría ocurrir al revés, que luego de decenios de practicar tal convención amazónica y matriarcal, los varones y quienes se identifican y asumen masculinos no exigirían igualmente su digna inclusión como miembros fundadores del mismo lenguaje que nos determina como sociedad?

El problema estriba, pienso, no en las palabras por sí mismas ni en el uso, abuso o desuso de ellas (ojo al femenino recurrente para designar a los vocabos, ¡vaya contradicción! que nos ha traído a la interdicción (Castro Salas, 2021)). Estriba en que le hemos dado demasiada importancia a los polos de la hombría y la feminidad y, quienes hoy reclaman, jalonean esos polos hacia un área difusa en el centro de la cuerda ocasionando más bien un nudo gordiano irresoluble a no ser con paciencia, sabiduría o con el tajo de la espada. ¿No era Alejandro Magno homosexual?

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Referencias

  • IEEM, *. (2020, Noviembre 27). Código Electoral del Estado de México. Ieem. https://www.ieem.org.mx/cefode/descargas/otras_publi/CEEM_2021.pdf
  • Castro Salas, E. (2021, September 9). Ella, él y elle: sobre tribunales, pronombres y lenguaje inclusivo – El Juego de la Suprema Corte. Eljuegodelacorte. https://eljuegodelacorte.nexos.com.mx/ella-el-y-elle-sobre-tribunales-pronombres-y-lenguaje-inclusivo/
  • Murillo, E., & https://www.facebook.com/lajornadaonline. (2020, November 10). Desestima SCJN proyecto a favor de lenguaje incluyente en las leyes. Retrieved June 28, 2022, from La Jornada website: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/11/10/desestima-scjn-proyecto-a-favor-de-lenguaje-incluyente-en-las-leyes-5297.html
  • René Ramírez Benítez. (2020, January 29). El impacto del lenguaje de las sentencias en los derechos de acceso a la justicia y transparencia judicial. Retrieved June 28, 2022, from Derecho en Acción website: https://derechoenaccion.cide.edu/el-impacto-del-lenguaje-de-las-sentencias-en-los-derechos-de-acceso-a-la-justicia-y-transparencia-judicial/
  • Pantin, L. (2021, January 14). Lenguaje claro: la próxima revolución en la justicia. Retrieved June 28, 2022, from México Evalúa website: https://www.mexicoevalua.org/lenguaje-claro-la-proxima-revolucion-en-la-justicia/
  • Comunicación editorial, E. (2022, June 24). Las Telenovelas Socializan De Manera Digna Y Respetuosa La Diversidad Sexual. Elinstituto. https://elinstituto.mx/telenovelas-socializan-la-diversidad-sexual/
  • El Financiero, *. (2021, July 10). Para la RAE usar la letra ‘e’ en el lenguaje inclusivo está de más – El Financiero. Elfinanciero. https://www.elfinanciero.com.mx/culturas/2021/07/10/para-la-rae-usar-la-letra-e-en-el-lenguaje-inclusivo-esta-de-mas/
  • CNCA-Chile, *. (2016, May 18). guia-lenguaje-inclusivo-genero.pdf. Cultura - Gobierno de Chile. https://www.cultura.gob.cl/wp-content/uploads/2017/01/guia-lenguaje-inclusivo-genero.pdf

  • López Romo et.al., H. (2022, June 28). Diversidad sexual en las telenovelas - Documentos de Google. Biblioteca Javitanus. https://docs.google.com/document/d/18MImzPyDZJ9tST7MVEjI00njFwUOEMq3Rzfh6QPQHOQ/edit

Asteroides en el cielo y periodismo gazmoño


ASÍ SE LAS GASTAN algunos colegas petimetres y estúpidos, así como los medios para los que laboran.

Como teniendo de fondo la melodía de "Jinetes en el Cielo", por estos días circuló en la Internet una noticia publicada por el diario español El País en su edición uruguaya. El indicio por el cual la recojo para comentarla es que se trató de una noticia que no era falsa, pero por su desaseada elaboración se convirtió en una noticia falsa por el afán sensacionalista de presentar al medio y al periodista como antisensacionalistas incluyendo una nota sensacionalista para desmentirla incorrectamente, valga la estridente cacofonía en este retruécano. Me explico.

La nota habló sobre un probable pero improbable choque de un asteroide con la tierra este 6 de mayo de 2022, usando como fuente del desmentido a la NASA y haciendo crítica y señalamiento a los medios y redes sociales que habían circulado semejante barbaridad.


El susodicho asteroide en cuestión es el 2009 JF1. El asteroide existe y la nota lo reconoció asegurando que no impactará en el planeta, sin especificar más datos fuera de una retahíla de paja insustancial que no ayudó a hacer comprensible el presumible hecho por suceder o no.

La realidad es que en estos últimos días de abril y primeros de mayo de 2022, cinco asteroides se aproximarán a la Tierra y ninguno de ellos es el mencionado. De acuerdo con la simulación de la página Eyes on asteroids de la nasa el asteroide 2009 JF1 tendrá su más próximo acercamiento a la Tierra hasta el 7 de mayo de 2108, es decir a ochenta y seis años en el futuro, y con una distancia de poco más de un millón de kilómetros. Aun en el supuesto de que desviara su órbita y chocara con el planeta su dimensión de casi diez metros no ocasionaría una destrucción apocalíptica ni mucho menos.



La preocupación más notable de parte de los científicos no se ha centrado en estos días en semejante cuerpo celeste como sí en uno de los cinco que rondarán al planeta entre finales de abril y comienzos de mayo a saber:

  • 2022 HF1 se acercará al planeta el 8 de mayo próximo, pasando a una distancia de más de tres millones de kilómetros. Su diámetro estimado es de cincuenta y nueve metros.
  • 2022 JJ se acercará este 5 de mayo, pasando a una distancia de poco más de un millón cien mil kilómetros del planeta y tiene un diámetro aproximado de dieciséis metros.
  • 2022 JC llegará el 7 de mayo, acercándose cuando mucho a poco más de dos y medio millones de kilómetros con su diámetro de algo más de treinta y dos metros.
  • 2022 HA4 estará por aquí el 6 de mayo, acercándose a más de cuatro millones de kilómetros y con un diámetro de treinta y uno y medio metros.
  • 2022 HL2 estará surcando los cielos estrellados del planeta la noche del día que escribo estas líneas, 4 de mayo, a una distancia de casi tres millones de kilómetros y su diámetro es de casi veintiún metros.

De los anteriores ninguno representa un peligro inminente para el planeta, ni siquiera el 2022 JJ que será el más próximo.

En el grupo de estos Indicios Metropolitanos en Facebook compartí a finales de abril una nota semejante y ya barruntaba yo lo dicho aquí ahora con más detalle. Entonces, la nota compartida mencionaba la preocupación de los astrónomos en particular por la elevada velocidad del asteroide 2008 AG33 (también catalogado como 418135) cuya proximidad a la Tierra será de poco más de un millón de kilómetros y que, dada su velocidad, se antoja impredecible en sus efectos. Lo que esa nota como la que da pretexto a estas líneas omitió decir fue que el citado asteroide de casi cuatrocientos setenta y tres metros de diámetro tendrá esa aproximación máxima en el año 2059 y que esta vez se acercó a poco más de tres millones de kilómetros.

La irresponsabilidad de los colegas periodistas en la omisión de datos precisos en el afán por hacer más "asequible" la información al público lego hace que su trabajo incurra en yerros como los señalados ocasionando no nada más mala información, sino sesgo de la opinión y alarma innecesaria, algo imperdonable en tiempos cuando abundan herramientas y fuentes fidedignas de la cuales extraer lo pertinente para informar con oportunidad y objetividad. La objetividad, aunque no al ciento por ciento, sí existe cuando el periodista y el medio se lo proponen.






¿Adiós, Televisa?


EN DÍAS RECIENTES nos enteramos de que ocurrirá finalmente la fusión de dos gigantes de la televisión latinoamericana: Televisa y Univisión.

En otro tiempo habría dicho que "El Tigre" Azcárraga se salió con la suya. Desde antes de crear el sistema informativo ECO esa fue su meta para ampliar el mercado hacia EE.UU. y competir de tú a tú con CNN en español, pero no lo consiguió. El flanco noticioso fue el camino incorrecto.

Azcárraga Jean apostó a las telenovelas siendo ellas el pilote principal de la empresa y con mayor fuerza, calidad, penetración  y alcance mundial.  Su estrategia fue la duplicación. Acordando con Univisión la doble producción de contenidos, las telenovelas entonces se hacían en español e inglés y requirió la contratación de talento bilingüe y solo ocasionalmente el doblaje. Se encargó la tarea a Carla Estrada. Esa época la viví, no me la contaron. Mis análisis literarios para Pímstein tenía que elaborarlos también pensando en las características del mercado latino en EE.UU., fue el tiempo en que, entre otras historias analicé Ramona (1994), el surgimiento del EZLN fue un factor determinante para sugerir un aplazamiento que terminó por pudrir la idea de la expansión por esa vía y se optó por la contratación de talentos cruzados que diera una imagen internacional. Entonces, una pléyade de actores, actrices, presentadores y modelos cubanoamericanos, venezolanos, argentinos, chilenos (Don Francisco entre ellos), comenzaron a desfilar desde la televisión de paga a la abierta y viceversa. Ese camino sí funcionó y mejor cuando Hugo Chávez y Lula da Silva cooptaron Venevisión y TV Globo. Con ello despuntó y se sumó al proyecto Radio Caracol de Colombia con contenidos que se atrevían y conseguían "romper el esquema" de la telenovela clásica. La llegada de Endemol y sus reality shows fue un plus.

El desgajamiento del consejo directivo de Televisa en los años siguientes terminó empoderando a Univisión que hoy, me parece, es la que gana en la lucha por la hegemonía sobre todo por la inteligencia que ha mostrado en su adaptación a los nuevos medios y plataformas alternativas de streaming. Televisa se perdió en rencillas internas que tuvieron su caldo de cultivo en las áreas de deportes y eventos especiales, por funcionarios y productores advenedizos ambiciosos, insensibles, oportunistas (cubanos, sobre todo).

Estamos ante el final de una era, un naufragio del que TVAzteca supo sacar cierta ventaja dando cabida al talento salido de Televisa, pero esa ventaja duró poco por la falta de imaginación.

Si en un tiempo Azcárraga Milmo soñó con mexicanizar Univisión, hoy Televisa queda chicanizada.

Quizás sea la estrategia mediática de los vecinos del norte para frenar el avance chino en Hollywood y tras aquellos acuerdos de comienzos del siglo firmados entre China y Televisa.

El valor divino de las fámulas


ERA DE LA OPINIÓN... de que detrás de cada palabra hay una historia que le da mucho más que sentido, sustenta su dignidad y justifica su existencia. Y sigo siendo de ese parecer.

Recientemente en el foro Quora donde a veces participo alguien preguntó acerca de la razón por que a las criadas se les denomina en México como "gatas". La lectura de las respuestas al cuestionamiento es más molesto que la duda misma. La mayor parte de ellas sesgadas a una visión miope de carácter sociológico y moral muy reduccionista que se ciñe al hecho de la costumbre (más bien moderna) de que la servidumbre tenga sus habitaciones en las azoteas de las casas y edificios, lo cual, como veremos, tiene también su finalidad desde otra perspectiva más noble porque las pone irónicamente más cerca del cielo. Otro enfoque relacionado ahí es el que enfatiza el grosero efecto del machismo y el hembrismo (feminismo a ultranza) que ve en el vocablo un concepto no nada más grosero, rudo, despectivo, sino de efecto segregacionista, como si las palabras hicieran algo más que discriminar como es su función lingüística natural, en tanto clasificación, categorización, organización, descripción, denominación y definición de las cosas que forman parte de nuestro conocimiento cotidiano.

Pensando afuera del arenero

El término "gata" o "gato" para referir a la servidumbre no es exclusivo de México ni solo heredado de España tras la conquista, como lo es.

Término muy antiguo haya su raíz en tiempos milenarios de cuando los griegos conquistaron Egipto. En aquellos albores los esclavos y la servidumbre en general era devota de la deidad Bastet, una diosa con representación felina y que era una diosa familiar dedicada al cuidado de los de la casa, la fertilidad, los secretos femeninos, la atención en el parto, la protección contra los espíritus malignos, la sanación de las enfermedades. Tan es así que en distintas ruinas egipcias se han hallado vestigios de esto e incluso alguna momia de una "hechicera" o partera o curandera. Más aún, Bastet, en una mitología comparada, se ha asociado a Artemisa y por extensión a Isis y a la Virgen María y cuyo culto fue una de las bases culturales del gnóstico catarismo y por lo que se justificó su odioso asedio anti herético y anti maniqueo. Así que, no ha sido más que la ignorancia voluntariosa posterior al cristianismo que muchos de esos antiguos valores se diluyeron en la Historia convirtiendo a personajes clave de la sociedad en clisés (paso posterior de los estereotipos) de lo temible, deleznable, por estar asociado a lo pagano, a lo servil.


Los romanos daban especial importancia a la servidumbre como elemento sustancial da la familia, de la casa y de ahí el término sinónimo de fámula, etimológicamente entendido como miembro menor de la familia y cuya raíz además se relaciona con el carácter  de protegido que con el tiempo se asoció a una circunstancia de explotación depauperante en la idea de lo famélico o intocable, tabú, en tanto los miembros más desnutridos, enfermizos y desfavorecidos de la familia, los esclavos, los obreros.

Cierto, el papel abusivo del varón o incluso de la mujer misma tanto en cualquiera de los sistemas de organización social del patriarcado o matriarcado derivó en hacer a las personas bajo esta categoría víctimas de vejaciones, malas interpretaciones (brujas) y hasta persecución. Pero, hay más que solo eso detrás de la palabra.

Estereotipo con base en la realidad

Uno de las críticas más socorridas acerca de las telenovelas y su uso de los estereotipos acusa, sin el entendimiento suficiente, que estos encajonan la concepción que los individuos tienen de sí de frente a sus expectativas. La promoción de un ideal romántico como puede ser que un personaje encumbrado se enamore de la criada y la tome por esposa es visto como irreal, fatuo, imaginario, falto de veracidad, torcido respecto de la naturaleza social y humana, contradiciendo los pulsos más básicos como la necesidad o las pasiones. Veremos en las siguientes líneas que no es así ni con ese ni con ninguno de los estereotipos cuya base es mitológica, por más que la mercadotecnia los presente como banalidades comerciales.

En inglés un equivalente despectivo de "gata" que se aplica igualmente a la generalidad de las mujeres es bitch, deformación de witch. Pasó al español como "bicho" para referir a toda criatura (gatos, insectos, roedores, personas menesterosas) despreciable, maligna o repugnante o asociada a la suciedad y la proclividad a vivir de manera promiscua, es decir abultados en espacios, guaridas pequeñas o con prácticas en actividades ocultistas, esotéricas, nigrománticas, criminales o conspiracionistas.

La asociación gato-roedor pasó igualmente a formar parte del acervo metafórico para referir, no nada más al acoso sexual (de parte de los patrones como si de una cacería inversa se tratase; o de las criadas con aspiraciones de ascenso en la escala social), sino a la traición familiar entre las "gatas" y los "ladrones", ubicándolas como espías infiltrados, acechantes, agazapados, arribistas, lo mismo en tiempos de guerra o paz.

A diferencia de lo que ocurre con otras maneras de asociar el comportamiento humano con el animal, la naturaleza curiosa felina está asociada a los felinos como también lo está la naturaleza "ardiente" de las hembras felinas (y los conejos) que asegura una amplia progenie (en tiempos medievales o de revoluciones sociales) así como la conducta de abandonar repentinamente los hogares en que paren una vez que las crianzas han alcanzado la edad "independiente".

Prejuicios aparte, esto último ha sido también motivo para asociarlas antropológicamente con la iniciación sexual de los varones adolescentes que hayan en el "gatear" una extensión ulterior de los primeros pasos del andar, erguirse y convertirse en adultos. Entonces, mientras los "gatos" son tomados como rudos guardianes, sombras matonas, vigilantes territoriales, secuaces de sagacidad transformista, las "gatas" han sido consideradas además de todo eso como sacerdotisas con la facultad de guiar a los héroes conquistadores, guerreros, cazadores, en el rito iniciático de la aventura y el desarrollo personal e íntimo.

Por ello no podemos dejar de mencionar que en inglés la connotación sexual con pussy y pussycat (en francés chatt, minou, respectivamente) es una carga significativa aún más asumida y aceptada culturalmente. Tanto que es utilizada con cariño para referir a la muchacha (cuyo apócope "chacha" es usado con todas estas connotaciones que vamos enlistando) hacia cuya virtud se dirigen los apetitos sexuales, el amor cortesano, la protección paternalista o maternalista ya de tutores como de proxenetas y tratantes esclavistas.

Así que, en realidad, en vez de sentirnos ofendidos por el uso (abuso) de una palabra mal entendida por los moralinos, tendríamos que rescatar lo que le dio vida y lugar en nuestras lenguas, pues para eso hacemos las palabras los humanos, para designar, describir las distintas cosas y razones que nos rodean. De ahí, entonces sí, comprender y ajustar las connotaciones que vuelven permisivas y legítimas acciones más bien francamente delincuenciales.

Las palabras son más que meros vocablos

Conocer la historia de las palabras, mejor que tacharlas, enmienda nuestro entendimiento de lo que nos hace humanos. Y nada hay mejor que llamarle al pan, pan, y al vino, vino, sin miedo al qué pensarán los badulaques ignorantes moralinos aferrados a supuestas "causas sociales" que no hacen más que ruido innecesario al amparo de un ñoño discurso de derechos humanos como apunté en este mismo blog en un par de artículos añejos.

En el primero, "Cuando la ausencia se hace presencia", anotaba o recordaba sucintamente el rol social de estos personajes en la crianza de nuestros infantes y cómo en la modernidad, aun despreciándolos, se terminó delegándoles funciones sin la debida remuneración, incurriendo en modos de descrédito laboral que se observa, por ejemplo, en las conductas de muchos padres y estudiantes que tachan a los maestros o a los funcionarios públicos de "sus gatos" solo por entenderlos bajo un tergiversado sistema piramidal de contratación bajo la óptica de un capitalismo depredador.

[…] la modernidad y el necesario afán por balancear las equidades está trastocando los cimientos de la civilización misma, los roles que determinaban el funcionamiento, la manera de delegar tareas en el sistema laboral. La base antropológica es clara: cuando ambos padres se ausentan para laborar, la casa y en ella la crianza quedan a merced de los depredadores, de las fuerzas de la naturaleza (social) y se espera que la fámula, miembro familiar por antonomasia, y el maestro se conviertan en suplentes parentales.

Como votamos en democracia, los electores somos los patronos de los aspirantes a puestos populares y por tanto los "dueños" del país y sus recursos; o eso nos hemos creído. Por lo que esos "esclavos" de lujo nos deben explicaciones de sus actos y decisiones cuyo enfoque debería ser el bien común de la "familia mexicana". Si no dan el ancho, como ha sucedido, los execramos hasta la deshonra. Lo que estamos viviendo ahora en México con el traído y llevado tema en discusión del plebiscito para la revocación de mandato es un botón de muestra que, si bien tiene su razón de ser constitucional, ha derivado en un consejo bizantino que acabará en sorna.

En el segundo, "Guerra de almohadas", teniendo en mente cómo las nanas han dado paso a las guarderías y a formas torcidas de sustitución, a veces corrompida, señalé el exceso político, social y fiscal en que se ha pretendido incurrir al incluir en el paquete de nóminas el trabajo en casa de la servidumbre, del ama de casa, reconociendo los derechos respectivos, sin detenerse a pensar en los costos que las obligaciones asociadas implica para las familias, en especial para quienes las encabezan. La casa es una empresa, claro, pero una que no puede ser tasada y definida como lo empezó a ser en la edad moderna. Aunque, ahora, en tiempos de pandemia y recesión mundial, con las adaptaciones a que nos han orillado la circunstancia, los avances tecnológicos, el propio concepto de familia en tanto unidad económica ya se va viendo obsoleto y tendrá que ser revisado bajo la óptica de un capitalismo socialdemócrata más equitativo, para redefinirse sobre la base de leyes que, no por suplementarias, acaben incidiendo en peores condiciones por efecto de inoperancia. Ya ni hablemos del contrato social en que subyace a partir de los conceptos matri y patrimoniales, los que desde la década de los sesenta del siglo XX sufrieron un cisma con la apertura y reconocimiento de formas de relaciones y asociaciones interpersonales y familiares que abarcan hoy hasta las biparentales demandadas por la comunidad lésbico-homosexual de impronunciables siglas.

Aquí, la lucha feminista en favor de los derechos de las sirvientas es loable, sin duda, y necesaria, pero miope por esto mismo; y ha llevado a nuevas formas de utilizar a los roles sociales como banderas de campaña que derivan más en burla que en programas sociales progresistas de veras.

Alfredo del Mazo apostó a la continuidad: “Yo cuidaré y acrecentaré los programas de desarrollo social que ya tenemos en el Estado de México” y, en el afán de atraer el voto femenino, prometió un “salario rosa” para las amas de casa. Es decir, ahora, la casa, entendida como empresa, deberá fijar una nómina con una sola empleada, el ama de casa y si acaso la fámula, reafirmando así la idea machista del hombre en tanto proveedor.  ¿O será que el estado subsidiará al hogar?

No digo que las gatas no tengan derechos, los tienen y tantos como cualquiera, empezando por el de la dignidad; y servir en una casa jamás ha sido indigno, como sí resultar objeto de explotación y escarnio, el que no subyace para nada en la palabra como en la intención con que es empleada así por defensores como por detractores.

Entre la madre y la gata, la buena crianza

Este tema derivó en el ensayo que ahora lees, por muchas razones, incluida aquella que explica por qué forma parte central de mi mega saga Calima que estoy escribiendo desde hace algunos meses en forma de novela por entregas. Ahí, los gatos y las gatas juegan papeles fundamentales.

Una minucia léxica adicional que también abordé en este blog en el texto "Y vuelve Chencha con calentura". Una palabra asociada a todo esto es la de "puta" o "puto", que aun siendo altisonante, es usada con singular alegría a diestra y siniestra como sufijo para la construcción de una palabra tan común como a veces indigna por corrupta: "diputado".

Lo puto es lo señalado y las gatas por muchos siglos fueron señaladas como las prostitutas de los señores o señoras feudales y todo lo demás ya dicho arriba. Algunos de esos señores adoptaban a las o los micifuces como hijos "putativos" en tanto miembros menores de la familia, para enseñarles, en el mejor de los casos, los honores y virtudes de la casa y honrar el nombre que les acogía, incluso para emplearlas para la nutrición de la progenie legítima (nodrizas), como madres sustitutas (nanas, niñeras), institutrices (tutoras, maestras, profesoras) y hasta para el aseguramiento de la extensión genética.

No son escasas las historias en las genealogías de casos de siervas tomadas por los amos, reyes, hacendados con el derecho de pernada, fuera por ejercicio de domeña y abusiva demostración de poder, o como recurso convencional para asegurar la herencia dada o la infertilidad de la mujer esposada de forma legal o frente a la evidencia contundente y abundante en tiempos antiguos de un alto índice de mortalidad infantil post parto, dato que en la modernidad se redujo notablemente con los avances de las medicinas obstétrica y pediátrica. De ahí también el concepto de padrinazgo y madrinazgo.

Sin ánimo de ofender o escandalizar, el párrafo inmediato anterior busca también situarnos en las razones, reprobables o no, detrás de raptos (pienso en las clásicas sabinas) y violaciones oprobiosas que han seguido a las guerras y las migraciones que provocan, hechos por los que las mujeres son tomadas como botín, sin importar su rango, para volverlas siervas de toda índole, incluida la sexual, por medio de las cuales extender la conquista (al más puro estilo animal) y la conformación de una nueva estirpe.

Llega el momento en toda cultura que la endogamia resulta más problemática que santificadora en contraste con la exogamia. Y tanto es así que hoy más de un país enfrenta el envejecimiento de sus poblaciones y el planeta entero, como ha evolucionado socialmente, se avecina a un problema grave de este tipo al punto que —y sonará a broma de ciencia ficción—, de no entrar en contacto con una civilización alienígena con quién cruzar nuestros genes, correríamos el riesgo relativamente pronto de nuestra extinción como especie.

Basta ver hoy la imbricación genética que ha implicado la migración masiva a que han orillado las guerras fratricidas, colonizadoras, patrocinadas por el socialismo y el capitalismo reales en zonas como África, sur de Asia, Medio Oriente, hacia Europa; o en el Sur de América y el Caribe, hacia EE.UU. El consecuente aumento de los grupos sociales mixtos, mestizos y el aumento de su influencia económica, social, política y cultural dentro de los países que los acogen como es el caso de la hispanización de EE.UU sobre la que Wikipedia anota:

La emigración es un fenómeno que se da en diferentes países del mundo, pero la ley de la oferta y la demanda se impone y los ríos de migrantes hispanos en busca de empleo no dejan de fluir a los Estados Unidos que prometen cumplir con los sueños de superación económica y realización personal. La Oficina del Censo de los Estados Unidos indica actualmente 31.7 millones de hispanos en su territorio —11.7% de la población total—, de los cuales casi veinte millones son de origen mexicano. Por su parte, las autoridades mexicanas señalan que actualmente los mexicanos representan el 65% de los 18 millones de hispanos de Estados Unidos.

Adopta una "gata", dicho sea sin sarcasmo

Un ejemplo digamos que misericordioso: el virrey y luego obispo Juan de Palafox (por cierto bastardo y hoy beato por promoción de Juan Pablo II y Benedicto XIV), fundó durante la colonia uno de los más grandes hospicios y todos los menores huérfanos apadrinados por él llevaron su apellido, lo que explica que sea uno de los apellidos más extendidos y sin un linaje genético rastreable. Así que, vaya aquí un llamado a todos esos moralinos a que dejen de portarse como gatas rabiosas acorraladas por el qué dirán y como inquisidores que ven en cada palabra una razón lacerante. Y no digo esto por la reciente crítica del pontífice Francisco a quienes optan por adoptar —a su juicio de forma egoísta— a perros y gatos y mascotas en general, como si zoolatras, en vez de privilegiar la adopción y apadrinamiento de infantes víctimas de sucesos tras guerras y migración como promueven UNICEF y otras organizaciones caritativas.

Octavio Paz, en su Laberinto de la soledad hizo una magistral y ya clásica revisión de estos conceptos, en especial su asociación con la palabra "chingada" (nada o todo que ver con el rancho del presidente André Manuel López Obrador). Y juntando lo aquí dicho con lo expuesto por el poeta y premio Nobel mexicano, no cabe duda que la expresión "puta madre" hace indicio íntimo a la relación putativa que todos, de un modo u otro, tenemos con la mujer bajo cuya vigilancia nos criamos, se trate de la madre biológica (la que luego ponemos en un nicho), la adoptiva, o la putativa como pueden serlo la nana o la fámula a cargo (que luego ponemos —y vaya el verso sin esfuerzo para acabar bien la cacofonía que ya subyace en este párrafo— en entredicho). "¡Me lleva la chingada!" entonces cobra un valor adicional que lo mismo puede ser temible en la idea del secuestro y abuso (la robachicos) como salvificante en tanto una valía progenitora, así sea de manera metafórica, por lo dicho al comienzo de este ensayo.

La novela, radionovela, película y telenovela El derecho de nacer (cuya versión original escrita por el cubano Félix B. Caignet es de 1948 y en México se produjo para el cine en 1952) retrató magistralmente, como muchas otras obras, esta situación además de otras relacionadas con el tema. Por lo que no se entiende que la crítica popular desdeñe el peso y significado culturales que estas obras tienen y que lo haga solo por el hecho de su capacidad masificadora o hasta enajenante. Gusten o no, estos productos mediáticos han tenido como finalidad todavía más que el entretenimiento y el solaz, servir como tamices y escaparates de los valores universales.



Periodistas balconeados y tacos de lengua


YA EN EL PASADO he escrito al respecto de este tema, pero ahora quiero retomarlo para plantearlo desde una perspectiva despertada por un extracto (intitulado al efecto "capítulo 2", por provenir de ese episodio) incluido en el resumen del programa "Joaquín, Marín, de do pingüé" protagonizado por los periodistas mexicanos Joaquín López Dóriga y Carlos Marín y en el cual hacen una puntual crítica acerca del uso del lenguaje en el periodismo por parte de los modernos reporteros cada vez más plagados de vicios (entre ellos uno que me purga y que ellos mismos han incurrido en tal cuando se comen el verbo para añadir a sus apuntes reporteriles "Joaquín, comentar que sucedió tal cosa". Ahí yo apunté en los comentarios al calce que me pareció un agradable resumen, sin duda. Y me dio pie para ampliar algún comentario que puse en referencia al capítulo dos en su momento.

Más que un simple apunte

Si bien en lo general estoy no solo de acuerdo sino además en academia he insistido igual que los colegas objeto de este artículo en el hecho de que la comunicación periodística debe ser sencilla en su decir, también es cierto que el ejercicio periodístico como el publicitario han sido de los más nocivos en el tratamiento del lenguaje, ya por excesos en las florituras, como bien apuntan los personajes y ocasionando confusión o hasta repulsión de parte del común denominador del público; ya sea por sus omisiones y renuncias en la simplificación a ultranza que acaba rebajando al idioma y reduciendo las posibilidades de enriquecimiento lingüístico de parte del público. Es decir, ni tanto que queme a la nota, ni tanto que no ilumine al lector.

Me ha o nos ha tocado leer incluso en encabezamientos periodísticos errores garrafales aun en su sencillez, porque muchas veces los colegas periodistas o los redactores y más ahora que el corrector de estilo es una especie en franca extinción, dependen de la tecnología más que de sus habilidades natas y aprendidas, de sus conocimientos e intuición y no saben ya ligar el sujeto con el predicado ni distinguir la voz pasiva de la activa, por ejemplo. ¡Ay, si viviera Nikita Nipongo!

Hablando de ejemplos, el empleado por Carlos Marín es luminoso, pues si bien es adecuado referir a la "fiebre de los conejos" o tularemia, hablar sobre el tema en un reportaje implica no nada más informar sino formar a la gente en la medida de las posibilidades del periodista y el medio para el que labora, y eso incluye el soltar con precisión, mas no petulante o alegremente o hasta el cansancio esos terminajos técnicos propios de las jergas profesionales y de ese modo imbuir al lector en ámbitos que de común le son ajenos. Las palabras, así las sencillas y coloquiales como las pomadosas, rimbombantes o estridentes, todas están para usarse, no para desusarse y menos para abusarse cuatrapeando (ojo al mexicanismo no incluido en el Diccionario de la Real Academia) la expresión.

Es cierto que la ignorancia o reticencia  de los lectores (y la de periodistas y publicistas) en el uso de ciertas palabras tanto como la impericia en la lectura de comprensión pueden hacer del ejercicio uno chocante e incluso frenar el interés o hasta deformar la idea que se capta y pretende transmitir; pero, bien empleado el lenguaje es de agradecerse que se haga el esfuerzo por ampliar no nada más el vocabulario de quien escribe, sino el de aquellos a quienes se debe quien escribe y siempre, esto es lo importante, sin perder de vista el contexto en que han de emplearse las palabras, entendiendo por contexto incluso el género periodístico en el cual se inscribirán, pues no es lo mismo una nota, lo sabemos, que un artículo de opinión donde cabe una mayor libertad en el estilo literario sin que ello haga de la opinión un extracto de novela.

Cierto, a la mesa entre amigos comensales no pediremos un frasco conteniendo cloruro de sodio granulado al garzón que nos atiende sirviendo la comanda, nos limitaremos a sintetizar la imagen en la palabra salero con que solicitamos la especia al mozo; pero, tampoco, por mucho salero que pidamos a diestra y siniestra adquiriremos duende, gracia, donaire y ¡olé!

Sí, al pan, pan; y al vino, vino. Aunque no es lo mismo un pan de caja que una hogaza de centeno, un moscatel que uno mistela. Que en la variedad está el gusto y en los detalles anda el diablo; y en cuestiones gramaticales, el orden de los factores sí puede alterar el resultado. Si por un lado la multiplicación de los panes puede ser mirífica, la reduplicación de las comas o su ausencia  puede ser tortura infernal.

Por cierto, y para terminar, sin salir del tema, que hayan elegido como titulo del programa la famosa y añeja jitanjáfora "Tin-marín, de-do-pingüé" (y sigue: "yo no fui, fue Teté / pégale, pégale / que ella fue") es una delicia mayor porque, más allá del solo juego de palabras se presta para rememorar al insigne Alfonso Reyes quien abundara en sus lucubraciones ensayísticas (REYES, 1962: T. XIV: 190-230) acerca de esta forma literaria juguetona, provocadora y pedagógica, en este caso como una tendiente, según algunos lucubradores posteriores, a encriptar el misterioso crimen de Martín "Tin" Marín y Ronaldo "Do" Pingüé (Harry_Styles, 2015), o como otros, entre los que me cuento, a mostrar cómo las distorsiones al propósito, figuras retóricas tales como la diástole (adelantar el acento de una silaba a otra para facilitar o propiciar la rima) son capaces de gestar nuevos vocablos o traslapar significados, aquí entre pingüe (1. adj. Craso, gordo, mantecoso. 2. adj. Abundante, copioso, fértil, de acuerdo con el DRAE) con la conjugación en pasado de la segunda persona del verbo pingar. Si originalmente era un juego para la selección de cosas al ritmo de las sílabas, bien podría darse una lectura como "Tin Larín" (en alusión a los famosos chocolates con más de ochenta años de existencia) "dedo pingué" refiriendo probablemente a las acepciones primera o tercera del verbo pingar:

  1. tr. Apartar algo de su posición vertical o perpendicular, inclinar
  2. intr. Pender, colgar.
  3. intr. Dicho de lo que está empapado en algún líquido: gotear (‖ dejar caer gotas).
  4. intr. Brincar, saltar.
  5. intr. rur. Ar. Alzar la bota para beber.

y, por causa de la diástole, transformar ese verbo en algo craso como lo es la confitura mentada. Con lo cual la jitanjáfora nos pintaría la imagen de un dedo goteando chocolate derretido o seleccionando al toque la golosina de la marca citada.

En fin, lo único que nos faltaría por conocer a través de sus intervenciones es si Cúcara es Claudia Sheinbaum o la señalada María Esther "Teté" (espero que no Gordillo) algo tiene que ver en la aparente inocencia tras las felonías periodísticas o publicitarias más arriba acusadas.


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Referencias

  • REYES, Alfonso. Obras completas. Tomo XIV. FCE, México, 1962
  • Harry_Styles. "¿Sabías la historia detrás de "De Tin Marín, de Do Pingüe"?" en Offtopic (blog), publicado el 29 de octubre de 2015, recuperado desde <https://www.taringa.net/+offtopic/sabias-la-historia-detras-de-de-tin-marin-de-do-pingue_hn1om> 17 de septiembre de 2021
  • REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.4 en línea]. <https://dle.rae.es> [17 de septiembre de 2021].

Las tentaciones del cuarto poder


Del extracto de la mañanera que incluye el video debajo de estas líneas rescato a mi vez el momento donde arranca el vínculo. Un cuestionamiento interesante, "sensato" en apariencia de parte del colega Luis Guillermo Hernández, pero que implica una tramposa tentación de la izquierda desde siempre. Contrarrestar la desinformación no se consigue con "políticas públicas" tendientes al "control de la información" como censura velada y oportunista o a modo de los intereses de un conjunto de liga de la moral periodística. Aunque se antoja virtuoso crear una "regulación" que meta al gremio periodista en cintura, siempre cabrá la duda de quién sostendría la vara con que sería medido el ejercicio de nuestras libertades de expresión y de publicación e incluso de equivocación. Mírese lo ocurrido en la ex URSS o lo que pasa ahora en China con el exacerbado e incisivo pretendido control de los medios por parte del PCCH.

El ejercicio de la mañanera, lo he dicho, en su espíritu es buena cosa, pero está podrido por causa de los intereses gubernamentales y la distorsión del usufruto que se consigue de la dizque conferencia de prensa convertida en un show distractor más que orientador, determinante de la agenda informativa de forma más escandalosa en contraste con el modo sutil como se hacía antaño y aún mediante el "boletín de prensa".

La nueva sección de "Quién es quien en las mentiras" ya con un mes de antigüedad, aun siendo una buena oportunidad para el análisis equlibrador, en realidad ha resultado un torpe y perverso juego de espejos donde, como en la casa del jabonero, quien no cae, resbala, incluido el propio Presidente, ese "viejo culero de Palacio Nacional" como dijera un tuit apócrifo atribuido presuntamente al magistrado Reyes Rodríguez Mondragón.

La respuesta dada por el Presidente al colega Hernández es sin duda de las mejores que insistentemente da y con la que siempre concordaré y no por remembrar a Sebastián Lerdo de Tejada: "a la prensa se la controla con la prensa". Sino porque detrás de esa frase lapidaria subyace una estrategia asaz inteligente: al fuego se le combate con fuego, aunque también se trata de una estrategia de riesgos contraproducentes si no se toman las precauciones respectivas.

Una válvula de presión para controlar a la válvula misma

Una de las preguntas que personalmente como profesional de la comunicación me hago constantemente aun desde antes de la pandemia es qué tanto es tantito en materia de información y qué hace que el bombardeo informativo pueda ser considerado infodemia, como se ha calificado hoy a la abundancia de informaciones de toda índole, incluso falsas, que se distribuyen a diestra y siniestra por las redes sociales. ¿A quién culpar de dicha infodemia? ¿A los creadores de las noticias falsas, mentirosas y que sí los hay? ¿O al público crédulo, ignorante que en su pereza, abulia o incapacidad e impericia no verifica los datos, no cuestiona lo presentado como evidencia, lo que se reporta como hechos consumados? Los primeros siembran, pero los segundos cosechan y distribuyen, replican, multiplican, distorsionan. ¿Aquí cabe aquello de que tanto peca el que mata a la vaca como quien le agarra la pata? ¿Quién agarra la pata a la información y quién asesta el golpe que descabella a la razón con despropósitos?

Los afanes más denodados por conseguir una prensa más ética se dieron a finales de la década de los ochenta y comienzos de los noventas del siglo pasado, cuando importantes cadenas noticiosas de medios impresos y televisoras se adelantaron a las preocupaciones gubernamentales con el interés de conservar a las audiencias, conscientes de que estas estaban ya evolucionadas y resultaban menos manipulables que en la primera mitad del siglo XX; audiencias que además reclamaban sus derechos específicos los que creían podrían garantizarse mediante la creación del ombudsman de las audiencias (que no todas las empresas mediáticas han implementado e integrado a no ser como un recurso retórico y legaloide). Entonces plantearon códigos de conducta, deontologías que, de la mano del esfuerzo de desarrollo organizacional buscaba consolidar una visión administrativa asentada en una filosofía capaz de presentar a la empresa de medios como una con responsabilidad social en una línea semejante a la expuesta por otras empresas de distintos giros como las automotrices, las farmacéuticas, etc. ¿Maquillaje? Quizás, si seguimos la crítica al respecto elaborada por filósofos como Jean-François Lyotard o Gilles Lipovetsky. Y tal vez el planteamiento de la nueva sección de la mañanera es un reciclaje de lo mismo, pero desde la óptica gubernamental y como una consecuencia extensiva y heredada de las inquietudes surgidas entre los parlamentarios ingleses ante el descontrol por los cáusticos arranques críticos y sasrcásticos de la prensa allá a finales del siglo pasado, o de las consecuencias excesivas de la crítica de medios como la revista francesa Charlie Hebdó derivados en peores excesos terroristas como el atentado a la misma.

Pretender regular a la prensa es casi tanto como pretender regular el pensamiento, algo que también ya antaño algunos propusieron a través de pedagogías perversas como la fascista, la puritana, la jacobina.

Se antoja admirable que entre los mismos periodistas halla quienes se muestren indignados, preocupados por el tema y las prácticas torcidas, pero ni ellos tienen la fórmula para un periodismo ciento por ciento neutral, objetivo, edulcorado. Todo periodismo es comprometido, más o menos, para empezar con el registro de la verdad y ya se se que esta es no nada más parcial sino depende del color y la pureza del cristal con que se mira.