Asteroides en el cielo y periodismo gazmoño

mayo 04, 2022 Santoñito Anacoreta 0 Comments


ASÍ SE LAS GASTAN algunos colegas petimetres y estúpidos, así como los medios para los que laboran.

Como teniendo de fondo la melodía de "Jinetes en el Cielo", por estos días circuló en la Internet una noticia publicada por el diario español El País en su edición uruguaya. El indicio por el cual la recojo para comentarla es que se trató de una noticia que no era falsa, pero por su desaseada elaboración se convirtió en una noticia falsa por el afán sensacionalista de presentar al medio y al periodista como antisensacionalistas incluyendo una nota sensacionalista para desmentirla incorrectamente, valga la estridente cacofonía en este retruécano. Me explico.

La nota habló sobre un probable pero improbable choque de un asteroide con la tierra este 6 de mayo de 2022, usando como fuente del desmentido a la NASA y haciendo crítica y señalamiento a los medios y redes sociales que habían circulado semejante barbaridad.


El susodicho asteroide en cuestión es el 2009 JF1. El asteroide existe y la nota lo reconoció asegurando que no impactará en el planeta, sin especificar más datos fuera de una retahíla de paja insustancial que no ayudó a hacer comprensible el presumible hecho por suceder o no.

La realidad es que en estos últimos días de abril y primeros de mayo de 2022, cinco asteroides se aproximarán a la Tierra y ninguno de ellos es el mencionado. De acuerdo con la simulación de la página Eyes on asteroids de la nasa el asteroide 2009 JF1 tendrá su más próximo acercamiento a la Tierra hasta el 7 de mayo de 2108, es decir a ochenta y seis años en el futuro, y con una distancia de poco más de un millón de kilómetros. Aun en el supuesto de que desviara su órbita y chocara con el planeta su dimensión de casi diez metros no ocasionaría una destrucción apocalíptica ni mucho menos.



La preocupación más notable de parte de los científicos no se ha centrado en estos días en semejante cuerpo celeste como sí en uno de los cinco que rondarán al planeta entre finales de abril y comienzos de mayo a saber:

  • 2022 HF1 se acercará al planeta el 8 de mayo próximo, pasando a una distancia de más de tres millones de kilómetros. Su diámetro estimado es de cincuenta y nueve metros.
  • 2022 JJ se acercará este 5 de mayo, pasando a una distancia de poco más de un millón cien mil kilómetros del planeta y tiene un diámetro aproximado de dieciséis metros.
  • 2022 JC llegará el 7 de mayo, acercándose cuando mucho a poco más de dos y medio millones de kilómetros con su diámetro de algo más de treinta y dos metros.
  • 2022 HA4 estará por aquí el 6 de mayo, acercándose a más de cuatro millones de kilómetros y con un diámetro de treinta y uno y medio metros.
  • 2022 HL2 estará surcando los cielos estrellados del planeta la noche del día que escribo estas líneas, 4 de mayo, a una distancia de casi tres millones de kilómetros y su diámetro es de casi veintiún metros.

De los anteriores ninguno representa un peligro inminente para el planeta, ni siquiera el 2022 JJ que será el más próximo.

En el grupo de estos Indicios Metropolitanos en Facebook compartí a finales de abril una nota semejante y ya barruntaba yo lo dicho aquí ahora con más detalle. Entonces, la nota compartida mencionaba la preocupación de los astrónomos en particular por la elevada velocidad del asteroide 2008 AG33 (también catalogado como 418135) cuya proximidad a la Tierra será de poco más de un millón de kilómetros y que, dada su velocidad, se antoja impredecible en sus efectos. Lo que esa nota como la que da pretexto a estas líneas omitió decir fue que el citado asteroide de casi cuatrocientos setenta y tres metros de diámetro tendrá esa aproximación máxima en el año 2059 y que esta vez se acercó a poco más de tres millones de kilómetros.

La irresponsabilidad de los colegas periodistas en la omisión de datos precisos en el afán por hacer más "asequible" la información al público lego hace que su trabajo incurra en yerros como los señalados ocasionando no nada más mala información, sino sesgo de la opinión y alarma innecesaria, algo imperdonable en tiempos cuando abundan herramientas y fuentes fidedignas de la cuales extraer lo pertinente para informar con oportunidad y objetividad. La objetividad, aunque no al ciento por ciento, sí existe cuando el periodista y el medio se lo proponen.






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