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Los árboles mueren de pie

DESDE HACE ALGUNOS MESES —para ser preciso desde octubre de dos mil veintidós—, he venido buscando hacer conciencia entre mis vecinos y conocidos, y más allá, llamar la atención de las autoridades competentes y académicos investigadores acerca de un tema preocupante como lo es la numerosa mortandad de especies arbóreas en el centro de México, la que se ha incrementado en los recientes tres a cinco años.

Todo comenzó cuando, aficionado como soy desde niño a la biología y otras ciencias, y no nada más a la literatura, las humanidades y las ciencias sociales, empecé a notar que en algunos árboles de mi vecindario surgían unas pequeñas bolas de heno y algunas plantas colgantes en troncos y entre las ramas. Jamás las había visto ni de niño ni en mi adolescencia, ni en mi joven vida adulta hasta ahora con mis sesenta años de edad, y eso que llevo cincuenta y cinco años viviendo en esta zona de Naucalpan, en el Estado de México.

Primero me pareció gracioso, pero mi curiosidad —a veces criticada por algunos— me llevó a investigar, y pronto me preocupé de veras al descubrir lo que eran esos especímenes y su papel en el ecosistema. Pero vayamos por partes, pues no he sido el primero ni seré el último en tomar nota de hechos como el que nos ocupa y que me recuerda los efectos nocivos y la pérdida de numerosos pirúes por causa de un peculiar liquen amarillo, también conocido como heno amarillo que plagó Ciudad Satélite hace unos veinticinco años.

Los árboles del norte y centro de México.

El cambio climático es una de las principales causas de la mortandad de árboles en todo el mundo, y el centro de México no es una excepción. Los cambios en los patrones de temperatura y precipitación pueden afectar la salud de los árboles, haciéndolos más susceptibles a enfermedades, plagas y sequías. Además, los eventos climáticos extremos, como las heladas tardías y las sequías prolongadas, pueden debilitar a los árboles y llevarlos a su muerte prematura.

La propagación de plagas y enfermedades forestales también ha contribuido a la mortandad de árboles en el centro de México. Por ejemplo, el gorgojo descortezador del pino (Dendroctonus mexicanus) ha causado estragos en los bosques de la región, especialmente en especies como el pino ocote (Pinus montezumae). Estos insectos se alimentan de la corteza de los árboles, interrumpiendo el flujo de nutrientes y debilitándolos hasta provocar su muerte.

La deforestación y el cambio de uso de suelo son factores determinantes en la mortandad de árboles en el centro de México. La expansión de la agricultura, la ganadería y la urbanización ha llevado a eliminar y degradar grandes extensiones de bosques, dejando a los árboles restantes más expuestos a los efectos negativos del clima, las plagas y las enfermedades. Además, la fragmentación de los bosques puede interrumpir los procesos ecológicos y reducir la capacidad de recuperación de los ecosistemas forestales. 

La intervención humana también ha desempeñado un papel en la mortandad de árboles en el centro de México. Actividades como la tala ilegal, la extracción de recursos forestales no sostenible y la contaminación pueden causar daños directos a los árboles y degradar su entorno. Además, el manejo inadecuado de los bosques, la falta de planes de reforestación y la falta de conciencia sobre la importancia de la conservación forestal contribuyen a la disminución de la salud y la vitalidad de los árboles. Es innegable la necesidad de viviendas, pero el abuso de inmobiliarias, especuladores y funcionarios corruptos ha propiciado una presión excesiva sobre los servicios públicos, la movilidad y por supuesto que alterado los ecosistemas hasta su desertificación. No está muy lejos en mi memoria cuando las colinas alrededor de Naucalpan vibraban con vida silvestre y hoy lucen áridas, repletas de casas y edificios. No hay ya una sola colina libre del efecto humano.

Es importante abordar estas causas y tomar medidas para mitigar los efectos negativos en los árboles. En la Ciudad de México, por ejemplo, el año pasado, dos mil veintidós, se inició el "Programa de Saneamiento de Árboles y Palmeras" para abordar el deterioro causado por plagas y enfermedades. El programa busca coordinar esfuerzos entre el gobierno central, los municipios locales y los ciudadanos para controlar las plagas y enfermedades, con una inversión inicial de sesenta millones de pesos. Por su parte, gobiernos municipales como el de Naucalpan han efectuado campañas de reforestación que, hemos de hablar con verdad, han sido no nada más insuficientes en sus efectos sino más bien un burdo recurso electorero. Solo recientemente se han están llevando al cabo acciones para controlar la propagación de organismos y parásitos que afectan a los árboles en la megalópolis que es la zona metropolitana. El plan de recuperación de la Ciudad de México incluye métodos de control como la poda y el uso del Liquidador Integral de Muérdago (LIM) para los árboles afectados por muérdago, pero la labor es ardua, exahustiva de esas que al final no redundan en votos necesariamente.

En el año dos mil trece, el ingeniero forestal José Javier Robledo Morales (MORALES, 2013) ya exponía en su tesis de licenciatura que desde hacía diez años atrás el heno motita se había convertido en un serio problema de salud para los bosques del país incluyendo bosques de pinos piñoneros, mezquitales y una gran variedad de plantas latifoliadas y plantas del desierto.

Un par de años después, la doctora en ciencias Luz de Lourdes Saavedra (SAAVEDRA, 2015) señalaba varios agentes que estaban ocasionando severos daños foliares en los cuerpos arbóreos del Bosque de San Juan de Aragón, próximo al municipio de Texcoco. Los agentes descritos por la investigadora en fitosanidad y fitopatología, además de reducir la estética del árbol reducen de modo considerable el área foliar activa fotosintéticamente, lo que a largo plazo afecta el crecimiento adecuado de las especies arbóreas.

Aunque en aquel año se  identificaron con menor frecuencia el muérdago y el heno motita, el último, aunque es considerado epífito se mostró en competencia con el hospedante por espacio y luz, aunado a ello se observó que el heno motita produce una especie de compresión (cinchado) en las ramas de sus hospederos restringiendo el flujo de nutrimentos. Y ya Saavedra advertía que la presencia combinada de heno motita y muérdago podría en el corto plazo convertirse en una gran problema como ya estamos corroborando ahora en la mitad del año dos mil veintitrés.

Si bien el heno motita ha sido utilizado con relativa frecuencia como forraje para rumiantes (vacas, caballos, etc.), la atención más formal e institucional se puso sobre el heno motita hacia el año dos mil tres, cuando el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP-Campo Experimental Saltillo) y la CONAFOR (Comisión Nacional Forestal) realizaron estudios encaminados a determinar los efectos de patógenos como el heno motita en los bosques de coníferas del norte del país.

En su tesis, el ingeniero Morales (op.cit.) proponía entre otras cosas la posibilidad de compostar el heno motita para utilizarlo como un sustrato alternativo en la germinación de los cedros americanos (cedrela odorata), de la familia de las meliáceas de la zona intertropical americana, y cuya madera tiene un gran valor comercial que por su calidad se utiliza en ebanistería y carpintería, además de servir como árbol ornamental en avenidas, parques, plazas.​ Pero su estudio arrojó que el heno motita no era adecuado  para utilizarse como composta, por su bajo rendimiento en la germinación.

Hacia dos mil cinco se hizo evidente una alta población de heno motita o musgo bola en las áreas forestales de Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, y San Luis Potosí considerándoselo un problema fitosanitario que se agravó al notarse la presencia adicional de diferentes tipos de muérdago pendiendo de las ramas de los árboles hospederos.

Por qué es un problema. Comprendiendo al enemigo.

El heno motita, conocido científicamente como Tillandsia recurvata, como musgo o paixtle bola, es una planta que crece en los árboles y pertenece al grupo de las plantas epífitas de la familia Bromeliacea, es decir, aquellas que se adhieren a otras plantas para vivir sin ser propiamente parásitas. Se distribuye en zonas semiáridas desde el sur de Estados Unidos hasta Argentina.


A diferencia de las plantas parásitas, el heno motita no absorbe agua ni nutrientes de sus hospederos, sino que los obtiene del medio ambiente a través de sus hojas cubiertas de tricomas especializados.

Esta planta tiene una adaptación única, ya que realiza la fotosíntesis principalmente durante la noche y cierra sus estomas durante el día para evitar la pérdida de humedad. En la época de otoño sobre todo, aprovecha los vientos nocturnos para diseminar sus esporas del tamaño de semillas. Sin embargo, hasta donde se sabía, no afectaba directamente a los árboles ni absorbía sus nutrientes, sino que utilizaba al árbol como sustrato para desarrollarse sobre la corteza. Pero algo ha sucedido en las décadas recientes, pues se ha observado que su presencia en grandes cantidades sobre los árboles puede dificultar su desarrollo normal y afectar su salud hasta matarlos de arriba para abajo convirtiéndolos en graves riesgos a considerar por las dependencias de protección civil.

El heno motita puede afectar negativamente a los árboles hospederos al obstruir los tejidos vasculares, modificar su anatomía y disminuir la eficiencia de la fotosíntesis. Se lo considera un "parásito estructural" de los árboles de mezquite y ha sido reconocido como una "plaga" en ciertas regiones de México por CONAFOR, SEMARNAT y SAGARPA (FLORES, 2017). Para controlar las poblaciones de heno motita, se emplean métodos como la poda y quema de ramas infestadas o tratamientos químicos específicos.

Aunque la sobrepoblación de heno motita no era grave años atrás a decir de algunos especialistas, y a pesar de que el heno motita no causa daño directo a los árboles, su proceso de fotosíntesis requiere una mayor cantidad de agua y luz solar en comparación con los árboles huéspedes, por lo que esta planta consume nutrientes esenciales para el desarrollo de los árboles en los que se encuentra adherida. Esta situación y las condiciones climatológicas oportunas pueden permitir que el heno motita y otras plantas epífitas, o incluso aquellas francamente parásitas como varios tipos de muérdago, se reproduzcan más rápidamente. El clima templado y subhúmedo favorece el rápido desarrollo del heno motita, especialmente en árboles como las jacarandas.

A diferencia de las plantas trepadoras que siempre están arraigadas en el suelo, los epífitos germinan en los troncos y ramas de los árboles, y de esta manera alcanzan una posición favorable para recibir los rayos del sol. La mayoría de las plantas epífitas como el musgo, los líquenes, ciertos helechos y la mayoría de las orquídeas no son parásitas ya que se sujetan en los árboles mediante unas raíces especiales que solo hacen las veces de soporte. Estos vegetales se alimentan de los aportes aéreos y de la lluvia, sin embargo ha habido reportes de que algunas de estas plantas sí pueden ejercer algún efecto nocivo en algunos de sus árboles hospedadores o bien conocidos como forófitos. Y esto puede deberse a que, como parte del proceso de sujeción, estrangulan las ramas, o que, dada su proliferación, aumentan el sombreo sobre el follaje interrumpiendo la fotosíntesis. También está la hipótesis de que secretan hacia el interior de los hospedadores sustancias alelopáticas con la función de, mejor que inhibir la circulación de nutrientes, más bien redirigirlos a las plantas inquilinas, especialmente en situaciones de estrés climático como los que vienen experimentando bosques de coníferas, templados y selvas tropicales y negras (de montaña) desde hace décadas a consecuencia del cambio climático.

Las sustancias alelopáticas son compuestos químicos producidos por las plantas que pueden afectar el crecimiento y desarrollo de otras especies vegetales. Se ha propuesto que tanto el heno motita como el muérdago podrían liberar sustancias alelopáticas que tienen un efecto negativo en los árboles hospederos, contribuyendo así a su mortandad. Sin embargo, se requiere de investigaciones adicionales para comprender mejor la naturaleza y el alcance de estas sustancias alelopáticas, y su relación con la mortandad de árboles en el centro de México.

Por otro lado, también la población de muérdagos, pertenecientes a la familia Loranthacea, plantas parásitas que se encuentran en casi todos los ecosistemas naturales, ha aumentado y se los ha visto creciendo en simbiosis junto con el heno motita en las mismas especies de árboles afectadas, unas más que otras. Se han identificado alrededor de 150 especies de muérdagos, y algunos géneros como Arceuthobium, Psittacanthus, Phoradendron y Struthanthus son especialmente perjudiciales para los árboles como manzanos, encinos, pinos, sauces, fresnos y olmos. Y si bien el muérdago no suele causar la muerte de los árboles, su presencia puede debilitarlos al absorber agua y nutrientes de sus hospederos.

Foto: Getty Images

El muérdago ha sido utilizado en terapias complementarias y alternativas para el tratamiento del cáncer, y se han estudiado sus extractos en diversos ensayos clínicos. Estos extractos han demostrado resultados positivos en términos de mejoría en la supervivencia y reducción de reacciones adversas en pacientes con cáncer de mama y cáncer colorrectal no metastásico. Sin embargo, cabe destacar que la relación del muérdago con la mortandad de árboles en el centro de México requiere de una investigación adicional para determinar su implicación específica. Quizás de la abundancia nociva podría beneficiarse la industria químico-medica mexicana, sobre todo ahora que en nuestro país y como efecto de las torpes decisiones gubernamentales en torno a la pandemia, así como el recorte presupuestal para la compra de medicamentos contra el cáncer, propició escasez de estos insumos. Tal vez, el interés conjunto podría redundar en beneficios para el bienestar tanto de los árboles como de los seres humanos. Lo mismo puede decirse del heno motita o paxtle bola para el interés agropecuario (PANORAMA AGROPECUARIO, 2014).

Los muérdagos, en tanto parásitos, invaden los árboles e incluso arbustos de gran tamaño, y se alimentan de su savia, debilitando su estructura hasta ocasionar la muerte del árbol afectado. Se propagan mediante la dispersión de semillas a través de aves, animales e insectos que consumen sus frutos y luego depositan las semillas en otras ramas, donde germinan y comienzan a desarrollarse nuevamente. En áreas urbanas donde no eran muy frecuentes, han podido observarse estas plantas adaptadas al ambiente y pudiendo crecer en superficies tales como grietas de edificios, entre muros, y desde ahí extendiéndose hacia las copas de los árboles. Esto ha llevado a considerar el muérdago como una plaga silenciosa que ha causado la muerte de más de 100,000 árboles en la Ciudad de México en los últimos cinco años.

Algunos observadores han notado un aparente patrón de comportamiento. Primero aparece el muérdago cuyo follaje se confunde con las copas de los árboles a los ojos de los viandantes inexpertos que no notan su presencia, y al cabo de un tiempo surge a la vista el heno motita. En otros casos ha sido al revés, apareciendo primero el musgo bola en troncos, por lo general en la cercanía de algunos líquenes, tímidamente y en cuanto va extendiéndose a las ramas superiores las aves encuentran más espacio donde posarse y defecar las semillas del muérdago en la corteza, permitiendo su instalación y prosperidad.

Esto puede ocasionar efectos como estos:

  1. Competencia por recursos: Aunque el heno motita no absorbe directamente los recursos de sus hospederos, su presencia en grandes cantidades puede competir por la luz solar, el agua y los nutrientes disponibles en el entorno. Esto puede afectar negativamente el crecimiento y la salud de los árboles hospederos, debilitándolos y haciéndolos más susceptibles a enfermedades y otros factores de estrés.
  2. Sombreamiento: El heno motita forma densas matas sobre las ramas de los árboles, lo que puede generar sombreado excesivo en las hojas y ramas de los árboles hospederos. El sombreado prolongado puede reducir la capacidad de fotosíntesis de los árboles, disminuyendo su producción de energía y debilitando su crecimiento y supervivencia.
  3. Acumulación de humedad: La presencia del heno motita sobre los árboles puede retener la humedad, creando un ambiente propicio para el desarrollo de microorganismos patógenos, como hongos y bacterias, que pueden infectar y debilitar a los árboles. Además, la acumulación de humedad en las ramas y troncos puede favorecer la descomposición y la aparición de pudriciones, lo que también puede contribuir a la muerte de los árboles afectados.

En Tula de Allende, Hidalgo, hacia dos mil diecisiete [(CONAFOR, 2017); (RESÉNDIZ & SÁNCHEZ-TRUJILLO, 2021)] se había observado un serio avance del heno motita ya considerado franca plaga. Ello motivó entonces como ahora  a los agricultores a requerir, sobre todo de parte de las autoridades respectivas, acciones urgentes para salvar a los árboles, sin embargo la desatención al campo por parte de los gobiernos estatales y federales ha empeorado el problema.

Esta plaga, que no solo se adhiere a árboles vivos sino también a árboles muertos, petrificados, incrementó su presencia en las zonas boscosas urbanas y rurales del centro de México y ya no nada más en el norte, como se había reportado años atrás. Ahora se sabe también que se alimenta de la contaminación y se encuentra presente en diversos lugares no solo rurales sino urbanos, incluso en cables de transmisión de energía eléctrica, lo que aumenta su riesgo para el desarrollo local y regional, aun cuando la CFE (Comisión Federal de Electricidad) no se ha pronunciado en años al respecto.

A pesar de que las epífitas, como el heno motita, no absorben agua ni nutrientes de las plantas hospederas y se ignora lo que las lleva a adherirse a cables de energía eléctrica, y si bien se creía que solo afectaba a pocas especies de árboles, hoy se ha observado que la lista de especies afectadas se ha ampliado, por lo que es necesario tomar medidas para controlar su proliferación, ya que puede interferir con la producción de árboles frutales y dañar la infraestructura.

Un problema para tomarlo como personal.

Los primeros reportes recientes a la luz de ls opinión pública sobre árboles enfermos en el centro del país fueron notas aisladas, en medios locales de Hidalgo y Querétaro. Los campesinos de esas entidades habían notado que los árboles morían de pie —sí, como metafóricamente reza la obra teatral del dramaturgo español Alejandro Casona con dicho título—. A ellos siguieron aislados apuntes en redes sociales de vecinos del Bosque de Chapultepec, en la Ciudad de México.

Que yo notara personalmente un árbol en mi calle, un majestuoso jacarandá seco, por entero, en cuestión de medio año, falleciendo luego de más de veinte años de lento y mirífico crecimiento, fue otro indicio para tomar en cuenta, ir más a fondo en la investigación e incidir en la medida de mis posibilidades en generar conciencia sobre el asunto. Así, no solo recorrí mi terruño sino platiqué con la gente, cara a cara, niños, familias, evidenciándoles el tema, explicándoles su importancia desde mi humilde y limitado conocimiento de escritor, comunicólogo, periodista.

Hoy veo con agrado nuevas noticias esperanzadoras, un poco más de compromiso de algunos ciudadanos y de gobiernos locales como el de mi municipio Naucalpan de Juárez, con cuya actual directora del medio ambiente, Amaya Bernárdez, del gobierno encabezado por Angélica Moya, coincido en sus dichos [VENEGAS, 2023); (LEÓN, 2023)], aunque me atrevo a afirmar, sin afán de correrirle la plana, que el porcentaje que menciona del 60% del "arbolado urbano" enfermo por las plagas es solo una cifra conservadora y parcial.

De hacerse un censo adecuado y puntual que abarcara las zonas boscosas y parques como Los Remedios, Naucalli, Presa Iturbide, etc., nos espantaríamos al verificar el problema. Y más, al momento de sumar los casos indebidamente reportados desde hace dos años por las entidades aledañas de Querétaro, Hidalgo, Ciudad de México, Michoacán, Guerrero y Morelos, los más afectados tanto en zonas rurales como urbanas. ¿En qué condiciones se encuentran Villas del Carbón, Cuautitlán Izcalli, Atizapán, y otros municipios caracterizados por sus zonas boscosas y grandes parques naturales?

Un voto para la sensatez. Eligiendo el árbol de la vida.

Mientras unos hoy se pavonean por haber ganado electoralmente el Estado de México y otros hacen lo propio respecto de Coahuila, entre urnas y bosques desde el norte hasta el centro del país, el heno motita y el muérdago hacen otra clase de estragos a la larga más nocivos que los hechos por políticos o narcotraficantes, estragos acaso solo comparables con los incendios forestales y la tala ilegal e inmoderada.

Sería de esperarse que el gobierno estatal, ahora a ser encabezado por la morenista gobernadora electa Delfina Gómez, tome cartas en el asunto de manera más decisiva, coordinada incluso con el gobierno federal hasta ahora omiso en el tema, y más allá de motivos electoreros rumbo al dos mil veinticuatro.

Los pulmones del norte y centro de México están en riesgo, además, porque estas plagas que hoy los afectan justo proliferan en condiciones climáticas como las que tendremos todo este año y el siguiente por el efecto de El Niño, la sequía que propicia, de por sí ya afectando los recursos hídricos como ha notado y reportado OAPAS Naucalpan, y los cada vez más violentos huracanes provenientes del Pacífico, cuyas ráfagas contribuyen a la diseminación de esporas y semillas justo a lo largo de la Sierra Madre Occidental y el Eje Volcánico.

Estas condiciones climáticas fuerzan a los árboles a dosificar la circulación de nutrientes mediante su savia, lo que los debilita, y estas plagas de muérdagos y heno motita lo que hacen es depositar en las células enzimas que instruyen a los árboles a dirigir los nutrientes hacia ellas, por lo que en vez de alimentar las ramas alimentan a los inquilinos que prosperan a sus anchas.

Para resolver este problema preocupante podrían tomarse medidas como las siguientes:

  1. Campañas de concienciación: Realizar campañas educativas para informar a la población sobre la importancia de los árboles, su papel en el ecosistema, incluso como atrayentes y recopiladores de agua de lluvia para el mantenimiento de los mantos acuíferos, y los peligros que enfrentan. Promover la responsabilidad individual y colectiva en la protección y cuidado de los árboles.
  2. Reforzamiento de la vigilancia fitosanitaria: Fortalecer los programas de vigilancia fitosanitaria para detectar y tratar rápidamente enfermedades y plagas que afectan a los árboles. Aumentar en número y capacitar al personal encargado de la vigilancia forestal rural y urbana para mejorar sus habilidades de detección y control.
  3. Restauración y reforestación: Implementar programas de restauración y reforestación que se centren en especies resistentes a las plagas y adaptadas a las condiciones climáticas locales. De preferencia especies endémicas. Fomentar la participación de la comunidad en estas actividades. Incluso promover la creación de huertos urbanos, jardines verticales que, aunque sea en poca medida, ayuden a mitigar los efectos de la urbanización y del cambio climático.
  4. Investigación científica: Promover la investigación científica para comprender mejor las causas de la mortalidad de los árboles y desarrollar métodos efectivos de prevención y control de las plagas. Fomentar la colaboración entre instituciones académicas, científicas y gubernamentales.
  5. Políticas serias y comprometidas de protección ambiental: Establecer y fortalecer políticas de protección ambiental que incluyan medidas específicas para la conservación de los árboles. Crear áreas protegidas, regular los desarrollos inmobiliarios, el comercio de especies vegetales y promover prácticas sostenibles en el sector agrícola y forestal.

Si yo fuera candidato al congreso o a la presidencia de la república, digo siguiendo un poco la ironía crítica de un artículo mío anterior en este mismo blog, no echaría estas propuestas (que no promesas vacuas) en saco roto.


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Referencias

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  • CONAFOR, Gerencia Estatal de Hidalgo. (2017). Comisión Nacional Forestal. Retrieved June 12, 2023, from https://iefectividad.conanp.gob.mx/i-efectividad/orden_docs/ivonne/PN%20El%20Chico_REV_EIBM/PN%20El%20Chico/Componente%20de%20Manejo/Instrumento%20de%20Protecci%C3%B3n/Diagn%C3%B3stico%20Fitosanitario%20Del%20Estado%20De%20Hidalgo%202017.pdf.
  • FAO. (2023). Fao.org. https://www.fao.org/3/y5031s/y5031s0f.htm
  • LEÓN, Alejandro. (2023). “Infestados por plagas, 60 por ciento de los árboles en Naucalpan” - El Sur Acapulco suracapulco I Noticias Acapulco Guerrero. (2023, June 12). El Sur Acapulco Suracapulco I Noticias Acapulco Guerrero. https://suracapulco.mx/impreso/8/infestados-por-plagas-60-por-ciento-de-los-arboles-en-naucalpan/‌
  • RESÉNDIZ, Marisol & SÁNCHEZ-TRUJILLO, Gabriela. (2021). "Environmental function and control of heno motita (Tillandsia recurvata) in the atmospheric basin of Tula de Allende Hidalgo". Journal of Enviromental Sciences and Natural Resources. 19-30. 10.35429/JESN.2021.19.7.19.30.
  • CONAFOR. 2023. "Sanean Mil Hectáreas Forestales Plagadas En Aguascalientes". Gobierno de México https://www.gob.mx/conafor/prensa/sanean-mil-hectareas-forestales-plagadas-en-aguascalientes?idiom=es-MX.
  • FLORES, Joel Dr. (2017). "El 'heno motita' en San Luis Potosí.¿Es una planta parásita del mezquite?". Pulso San Luis. https://pulsoslp.com.mx/slp/el-heno-motita-en-san-luis-potosi-es-una-planta-parasita-del-mezquite/1539631.
  • NIH. (2023)."Extractos De Muérdago (PDQ®)". Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute). https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/mca/pro/muerdago-pdq.
  • MEDIO AMBIENTE, Secretaría del. (2022, 3 de febrero). "Avanza Programa De Saneamiento De Árboles Y Palmeras En La Ciudad". Secretaría Del Medio Ambiente. https://www.sedema.cdmx.gob.mx/comunicacion/nota/invierte-gobierno-capitalino-60-millones-de-pesos-en-saneamiento-de-arboles-y-palmeras-de-la-Ciudad-de-Mexico.
  • BENÍTEZ, P. (2022, April 22). Los enfermos árboles y palmeras de la Ciudad de México. Https://Www.cronica.com.mx/; La Crónica de Hoy. https://www.cronica.com.mx/metropoli/arboles-palmeras-ciudad-enfermos.html
  • SAAVEDRA Romero, Luz de Lourdes. (2015.). INDICADORES DE SALUD FORESTAL Y SU APLICACIÓN EN ÁREAS VERDES URBANAS CAMPUS MONTECILLO POSTGRADO DE FITOSANIDAD FITOPATOLOGÍA. Retrieved June 13, 2023, from http://colposdigital.colpos.mx:8080/jspui/bitstream/10521/2899/1/Saavedra_Romero_LL_DC_Fitopatologia_2015.pdf
  • VENEGAS, M. (2023, June 13). Gobierno de Naucalpan y vecinos, restauran Parque La Hoja, afectado por plagas e incendios. Heraldo Del Estado de México. https://hgrupoeditorial.com/gobierno-de-naucalpan-y-vecinos-restauran-parque-la-hoja-afectado-por-plagas-e-incendios/
  • PANORAMA AGRARIO. (2014, April 29). El paxtle, una nueva alternativa nutricional. Panorama Agrario. https://panoramaagrario.com/2014/04/el-paxtle-una-nueva-alternativa-nutricional/

Cenizas y Pandemia


ESTA SEMANA, para los creyentes cristianos y sobre todo católicos fue Miércoles de Ceniza.

El miércoles de ceniza es un día santo cristiano de oración y ayuno. Se trata de una celebración litúrgica móvil precedida por el Martes de Carnaval y es el primer día de Cuaresma,​ que son las seis semanas de penitencia antes de Pascua. 

Se celebra cuarenta días antes del domingo de ramos, día tras el que comienza la Semana Santa. Y se acostumbra la unción del símbolo cristiano (pez o cruz) en la frente de los creyentes, como un recordatorio de la marca sobre las puertas de los judíos esclavos en Egipto preparatorio de las plagas que derivaron en su liberación, motivo por el cual se celebra la pascua o pesaj y que en 2021 ocurrirá entre el 27 de marzo y el 4 de abril.

La ceniza, cuya imposición constituye el rito característico de esta celebración litúrgica, se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior. Sin embargo, ¿se han preguntado de dónde sale tanta ceniza para ungir a tanto creyente?

Entre la fe y la utilidad

La respuesta de sentido común es que, si es insuficiente el rescoldo de los ramos, se hace más quemando y triturando madera, virutas, papel, tela de ropa vieja, de preferencia hecha con fibras naturales como algodón, lino, seda o lanas.

El comentario que haré podrá parecer insensible, apóstata, por lo menos absurdo a los ojos de algunos. No lo hago con mala intención ni ánimo de ofender; pero, no descarto la posibilidad de que parte de las cenizas también provengan de los hornos crematorios de las funerarias y/o de las quemas e incendios tan comunes a estas alturas de cada año, si bien estas obedecen a otras razones.

Incineración de una víctima de coronavirus
en crematorio de Iztapalapa.
Foto y fuente: Chicago Tribune
¿Por qué digo esto? Porque tiempo atrás supe que las cenizas restantes, en la limpieza de los hornos (por lo menos los de crematorios veterinarios y rastros), eran vendidas, en tratándose de cenizas provenientes de productos orgánicos, para la elaboración de compostas y fertilizantes para la agricultura y la jardinería, e incluso para su procesamiento en la industria química en la elaboración de jabones, cosméticos, pegamentos (y no quiero que esto implique una odiosa remembranza de la industria nazi tras los campos de concentración) o la generación de energía eléctrica. ¿De esto último podría derivarse parte de la "necedad" del actual gobierno mexicano por apostar a la generación eléctrica a partir de la explotación del carbón, en vez de apostar a las energías renovables?

Piénsalo, amigo lector, y puede no resultar descabellada la duda, aunque parezca tétrica y horrorosa: México no es un gran productor de carbón. De hecho, la industria carbonífera mexicana con yacimientos en el norte y el sur lleva varios decenios de capa caída, por no decir que depauperada al punto de que CFE ha tenido que importar carbón, de manera especial, pero no únicamente, de EE.UU. y China, desdeñando la producción nacional como acusó en 2014 la AMDE (Academia Mexicana de Derecho Energético). Al comienzo del actual gobierno, en marzo de 2019, Manuel Bartlett titular de CFE habría afirmado que la empresa no recurriría al carbón para generar electricidad. La pandemia lo llevó a un giro de timón y a contradecirse no solo en los dichos, sino en los hechos y para sorpresa del mundo.

Las decisiones recientes en este tema para dar nuevo impulso a este rubro no nada más van a contrapelo de la tendencia mundial y las recomendaciones de especialistas en cambio climático y energía, sino muy probablemente llevan una segunda intención que es, por una parte, ocultar los tejes y manejes de la industria funeraria y, por otro lado, aprovechar los excedentes (que no han de ser tantos, si nos atenemos a las cifras oficiales de mortalidad; pero, súmense los demás residuos sólidos que generamos diario los seres humanos, y la cosa cambia) para, mezclados, incidir en un "ahorro" presupuestario ad hoc en tiempos de recesión, pandemia y "austeridad republicana". Es decir, si por un lado se apuesta a una industria sucia que incide en el efecto invernadero, por otro se le busca un lado virtuoso al propiciar la generación de energía "limpia" a partir de la incineración de "desechos solidos". Por una parte se promueve la reforestación de maderas preciosas en el sureste, por otro se "rescata" (como hiciera Vicente Fox con los ingenios azucareros) una industria como la carbonífera y, por otro se aprietan las tuercas a la minería extranjera en México, especialmente la canadiense, en un afán retrógrada por recuperar un patrón plata para sostener a un peso cuya dinámica hoy no se basa en ningún metal como antaño sino, y desde el sexenio de Ernesto Zedillo, es volátil en función de los vaivenes del mercado cambiario.

¿Será que el empuje reciente de criptomonedas como el Bitcoin está ejerciendo una presión grande sobre las criptomonedas a las que había apostado AMLO como ya había yo anotado en un artículo previo?



En estos dos primeros meses de 2021 el Bitcoin ha repuntado como nadie imaginaba, partiendo de los ocho mil dólares estadounidenses hasta alcanzar una cotización superior a los cincuenta y dos mil dólares (antes de publicar estas líneas), significando un crecimiento de alrededor del seiscientos cincuenta por ciento. Este dato, en el contexto de la política económica estadounidense no significa para México un buen augurio, pues la liga con esa moneda conlleva el debilitamiento de la nuestra y, según los analistas, no es descartable que entre 2021 y 2022 el nuevo orden mundial lleve a un cambio de moneda patrón al colocarse el yuán chino como la moneda de referencia.


¡Hagan sitio! O cuando nos volvamos carbón

Esto me lleva a un recuerdo anecdótico, escatológico, pero que encierra una cruda verdad. Alguna vez, en la universidad, uno de mis compañeros preguntó a cierto profesor acerca de qué era un determinado personaje sobre el cual teníamos que estudiar. El maestro que era ex militar, ex miembro del Estado Mayor Presidencial y que nos enseñaba entre otras materias Metodología de la Investigación, tosco y seco contestó: «¡Fiambre! ¡Es fiambre!». No entendiendo el compañero la palabra requirió mayor explicación, a lo que el maestro espetó impaciente: «¡Fiambre! ¡Cadáver! ¡Difunto! ¡Despojo! ¡Residuo sólido! ¡Restos mortales!». Y sí, por crudo que suene, eso somos al final de nuestra vida, independientemente de que muramos por causas naturales, pandemias, o acabemos occisos, es decir, muertos por causa violenta, asesinados por cualesquier aviesos motivos del criminal que nos despache. Al final somos fiambre, residuo sólido orgánico que, junto con otros, somos materia convertible en energía y lo que está por discutirse es nuestra huella de carbono y su incidencia en el cambio climático. Si sepultados, nos descomponemos en metano, igual que la basura, y tardamos años, quizás siglos en desintegrarnos, en compostarnos para ser uno con la tierra. Incinerados, en cambio, podemos ser disponibles de manera más pronta, expedita e inmediata para el bien común.

¿Acaso esto recuerda la película y la novela Cuando el destino nos alcance basada en la novela ¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio! (1966), de Harry Harrison? En cierto modo, quizás lo que vemos ahora con esas cenizas es una variante del soylent verde. Se trata de "hacer sitio" a los vivos y, ¡qué interesante! ¡Cómo ajusta todo incluso con una Agenda Habitat de la ONU! a la que se ligan planes de desarrollo urbano como el presentado recientemente en Naucalpan y otros municipios del país para el desarrollo de "ciudades resilientes" y que comenté tiempo atrás. Tema este que pasa por otro también tocado aquí en estos Indicios Metropolitanos y al cual tampoco nadie le quiere entrar a cabalidad, si no es para sacar tajada y raja para su molino; es decir, ni pepenadores ni industriales ni gobiernos municipales: la generación de energía a partir de la basura y la mierda que arrojamos a los cuerpos de agua y afluentes. Solo unos pocos municipios lo hacen en México, lo que tiene muy alejada la meta y propósito del mismo gobierno de López Obrador de generar el 35% de la energía a partir de fuentes renovables para 2024.

Sí, es cierto que entre las soluciones que se han buscado para desminuir la huella de carbono mexicano está la prohibición del uso de ciertos plásticos, aunque la pandemia dio al traste con tal iniciativa de ley en aspectos insospechados como el desarrollo de empaques de alimentos o el reciclaje de las bolsas de plástico mediante la reutilización, mientras por otra parte el consumo y desecho de cubrebocas, guantes, micas y otros insumos preventivos contra el Covid-19 se ha convertido en un problema más en ciudades y costas.

Uno de muchos estudios de especialistas, elaborado en 2019 al respecto, señala:

La creciente producción de residuos sólidos urbanos (RSU) está directamente relacionada con el aumento de la población en áreas urbanas y con el desarrollo económico. Actualmente más de la mitad de la población mundial se ubica en áreas urbanas y la tasa de crecimiento de la población en estas zonas se estima en 1,5%. Con la mayor demanda de bienes y servicios de la población, para el año 2025 se estima que la producción global de RSU será de 2.200 millones de toneladas al año. Por tanto, es urgente para los países en vía de desarrollo, que no poseen programas de gestión integral de residuos sólidos que los implementen, considerando los RSU como un recurso y no como un problema. [Diversos autores] plantean varias alternativas de valorización de los residuos, tales como el reciclaje, el compostaje, y la biodigestión. Adicionalmente, los RSU pueden ser aprovechados para generación de energía a través de procesos bioquímicos (digestión aeróbica y anaeróbica) y procesos termoquímicos (incineración, gasificación y pirólisis). Los procesos termoquímicos tienen mayor potencial energético y mayor capacidad de reducción del volumen de RSU. Se estima que, en todo el mundo, aproximadamente 130 millones de toneladas de RSU son procesadas en plantas de Residuo-a-Energía (RAE) cada año, y producen 45 GW-h.

La incineración de RSU es el método más usado entre los procesos termoquímicos, esto se debe a que tiene la capacidad de procesar residuos con composición heterogénea. Sin embargo, este proceso se da a altas temperaturas, lo que favorece la emisión de sustancias con grave impacto en el ambiente y la salud pública [...]
Sí, sé que suena fantasioso, producto de una mente distorsionada o de una ficción de horror. Pero, no ha de serlo tanto en un país donde las verdades oficiales en torno a la osamenta de la Paca y los 48 desaparecidos de Ayotzinapan o los "otros datos" resultaban increíbles, míticos y luego resultaron una espantosa realidad o la más ominosa mentira alrededor de la cual los gobiernos en turno nos han tenido girando y en vilo.

Polvo somos... y hasta polvo de instituciones

Tengo claro que es este un tema que nadie, en realidad, se ha puesto seriamente a investigar por lo sensible y delicado que es, en lo moral y en lo emocional, lo político y lo legal. No obstante, circunstancias como la pandemia orillan a repensar incluso estos tópicos desde una perspectiva seria, humanista tanto como humanitaria, que son dos cosas distintas. La muerte también obliga a transparencia y, como ya he dicho en otra parte, la transparencia es la más sutil de las trampas. Para saber vivir hay que saber morir, dice el libro tibetano de los muertos.

Para ninguno de nosotros es un secreto o una novedad que a lo largo del ya casi año y medio de pandemia por el SARS-2 Covid-19 (dos años, si contamos los meses previos de sufrimiento en China), uno de los problemas más acuciosos que hemos enfrentado en nuestros países es el de la saturación de las funerarias y por tanto de los crematorios, por causa del aumento en la mortandad. Eso sin mencionar el escandaloso y multitudinario sacrificio, en Dinamarca, en dos ocasiones, de visones contagiados de Covid-19 o de pollos contagiados, en Japón y Europa, por una nueva variante de gripe aviar.

En el grupo de estos Indicios Metropolitanos y su página en Facebook tuve cuidado de dar seguimiento a esas terribles noticias que nos describían incluso el "olor a muerte" en algunas delegaciones de la Ciudad de México y las inmediaciones del Estado de México, aroma ocasionado por las incesantes emanaciones del humo surgido de los hornos crematorios de funerarias y panteones saturados donde se incineraban, por norma, los cuerpos de los fallecidos, máxime si el acta de defunción indicaba como causa el Covid-19.

Ya, tiempo atrás, vecinos cercanos a esos panteones, funerarias y crematorios (algunos incluso clandestinos) habían denunciado en diversos estados de la república la "contaminación" generada por los mismos y dichas denuncias se multiplicaron con la pandemia junto con la desesperación de los deudos que, por la saturación debían velar en las condiciones más insalubres a sus fallecidos en sus casas.

Es triste decirlo, pero la pandemia hizo para la industria de la muerte una discutible bonanza que "favoreció" a constructores de ataúdes e incineradores, pero empobreció a sepultureros. Y aun así, tampoco fue beneficiado ese giro de servicios, porque acabaron rebasados como parte del sistema de salud del que forman parte.

Esto viene entonces a escribir un interesante capítulo en la historia de los cementerios y la historia de la muerte misma que, ya, ha implicado para los gobiernos y los ciudadanos y clérigos de todos los credos un abrupto, forzado cambio de mentalidad y formas de administración, tanto como lo hizo en al menos dos etapas del pasado: en la Edad Media, tras la peste negra que llevó a replantear el papel, ubicación y funcionamiento de las catacumbas y criptas, trasladándolas a los campos circundantes de las ciudades, creando los panteones y los cementerios parroquiales, así como en el enterramiento con cal o la incineración forzosa de los cadáveres y la creación de un sinnúmero de métodos más para la prevención de contagios y menoscabo de la higiene.

Otro caso fueron las epidemias de viruela o, más próxima en el tiempo, la pandemia de influenza española a comienzos del siglo veinte, en cuyo último decenio pareció darse una reversión a la tendencia sobre el control de camposantos, fundamentalmente por dos razones: una, los intereses inmobiliarios; dos, los intereses económicos parroquiales que, en el afán por dar un "servicio de calidad al público", optaron por remodelar templos (el caso más cercano a mí es el templo parroquia de Nuestro Señor del Campo Florido, en el fraccionamiento La Florida, en Naucalpan, Estado de México que, muy a pesar de su valor artístico universal, años atrás el párroco de turno decidió (y obtuvo el permiso) para alojar en la torre del campanario nichos para incensarios para allegarse recursos adicionales a los servicios de consagración, donativos y limosnas; y, como ese, hay numerosos ejemplos donde se quiera ver. En resumen, ya no cabíamos los vivos, y empiezan a no caber los muertos. 

En aquella época medieval, las cenizas de los ramos eran mezcladas ya con las cenizas de los cadáveres y en algunos templos eran ungidas con el dedo del sacerdote o pastor, o mediante el uso de sellos tallados con el símbolo al efecto en huesos de esos mismos cadáveres, humanos o animales, o en madera.

También, otro tema poco estudiado, por considerarse de poco interés noticioso, es el relativo a la especulación inmobiliaria asociada a esa "industria de la muerte" que supone no nada más la construcción de cementerios, el aprovechamiento de amplias zonas incluso "protegidas" para parcelarlas en lotes cuya propiedad temporal o a perpetuidad ha significado un negocio redondo paralelo, incluso del que se han visto beneficiadas notarías que, cuando algún lote no es "cuidado", visitado, conservado, por debajo de la mesa han llegado a cambiar los registros de propiedad permitiendo que en una misma tumba o cripta queden enterrados individuos pertenecientes a distintas familias o, incluso, que sean exhumados restos "no reclamados" (a pesar de la perpetuidad). O, se dan los casos en que los enterradores, coludidos con la administración del cementerio y algún notario, consiguen "clientes" y, conocedores de los lotes "abandonados", se dan a la tarea de exhumar sin permisos o con permisos apócrifos los restos originales para arrojarlos a las fosas comunes y/o los crematorios respectivos, dejando el lote dispuesto para su especulación y venta. Y esa escena escabrosa en la película Poltergeist de féretros saliendo de debajo de la tierra en un poblado residencial de moda construido sobre un antiguo cementerio encierra una sutil crítica.

Los medios modernos tomaron como una novedad el hecho de que el Papa Francisco modificara el rito litúrgico para, en vez de ungir la ceniza en la frente, esparcirla sobre la cabeza de los feligreses, y que otros prelados hicieran lo propio en sus respectivos templos. Pero, no hay tal novedad, sino acaso el retorno de una práctica más antigua como bien lo describen los historiadores.

Papa Francisco espolvoreando cenizas sobre cabeza de prelado.
Foto y Fuente: La Vanguardia.com

Citado por Wikipedia, el estudioso Joaquín Bastús y Carrera Vicenz, explica [énfasis mío]:

La ceniza fue entre muchos pueblos una señal de dolor y de arrepentimiento.

El esparcirse ceniza o polvo sobre la cabeza en lugar de los perfumes con que solían ungirse los orientales, el sentarse en el suelo entre ceniza o polvo, eran las señales con que se expresaban las calamidades públicas, el dolor, la penitencia, el luto de donde se derivó, como dice el señor Torres Amat, la frase comer el pan con ceniza, pues es natural que caería esta de la cabeza del que comía.

Los judíos hacían una lejía o agua lustral con las cenizas de una ternera sacrificada el día de la gran expiación, la que servía para purificar a aquellos que habían tocado algún cadáver o asistido a los funerales. Los griegos y romanos, que observaban la costumbre de quemar a los muertos, tenían urnas llamadas cinerarias en las que ponían las cenizas de aquellas personas que les habían sido queridas y cuyos restos deseaban conservar.

En la primitiva Iglesia el obispo ponía un poco de ceniza en la frente del pecador al principio de su penitencia y de aquí viene la práctica, mandada en el Concilio de Benevento celebrado en el año 1091, de ir a recibir la ceniza el primer día de cuaresma. Hay algunas órdenes monásticas, como los trapenses, que ponen a los religiosos en medio de la iglesia sobre una cruz de ceniza poco antes de morir, para recordarles su origen y a lo que van a parar.

No cabe duda que los tiempos de esta pandemia han sido para más de uno de dolor y arrepentimiento, de reflexión sobre los estilos de vida, las expectativas en más de un aspecto. El nuevo orden mundial que nos hemos visto forzados a experimentar ha sustentado tanto a los más diversos temores como a las más variopintas explicaciones oficiales o conspiracionistas. Pero, en el fondo de todo, lo que queda son los recuerdos de los fallecidos, el sufrimiento de los contagiados y familias, muchas de ellas truncadas por el azar, la desidia, la negligencia o la dinámica propia de la vida aunada al proceso del contagio. Lo que queda es una verdad de las pocas absolutas que debemos enfrentar: polvo somos... hasta nuestras instituciones.


Acapulco da un paso adelante en pro del medio ambiente

La alcaldesa de Acapulco, Gro., Adela Román Ocampo
presentó proyectos para crear energía y sanear la bahía.

Ciudad de México, 20 de enero de 2020.- Acapulco se pondrá a la vanguardia a nivel nacional e internacional con dos proyectos sustentables para el cuidado del medio ambiente, anunció este día la presidenta municipal, Adela Román Ocampo, al presentar ante medios de comunicación  la propuesta para crear energía  y el saneamiento de la bahía del puerto, seleccionados por el programa ONU- Hábitat.

En el salón José María Morelos y Pavón, de la coordinación Política de Relaciones Exteriores, Román Ocampo destacó que estos proyectos se presentarán a la iniciativa privada en el Foro Urbano Mundial del 8 al 13 de febrero en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, mismos que permitirán atacar parte de los problemas más grandes con los que cuenta el puerto de Acapulco.

Los proyectos consisten en la rehabilitación de 15 plantas tratadoras de aguas residuales y una granja generadora de energía sustentable que beneficiará a un millón 100 mil habitantes de manera directa. La primera autoridad porteña precisó:
Para nosotros estos proyectos son de suma trascendencia, se logrará entre otros objetivos sanear la bahía de Acapulco; vamos a mejorar las finanzas públicas de Capama, lo que nos va a permitir poder construir obras de infraestructura que van a impactar en los lugares acapulqueños, que van a impactar en las comunidades rurales.
La alcaldesa aclaró que estos proyectos no representan la privatización, sino más bien una inversión social que convoca la ONU para países en desarrollo y sin fines lucrativos. Por ende, se buscará a inversionistas preocupados por el cambio climático y que quieran contribuir al bienestar de Acapulco. Explicó que para dar certeza jurídica se comprará un terreno para la creación de la granja solar.

Sobre estos proyectos, el director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama), Leonel Galindo González, informó que para la creación de las 15 plantas tratadoras se necesita una inversión de 408 millones de pesos y para la granja solar mil 110 millones de pesos; también comentó que con estos avances, beneficiarán a más de 2 millones de personas entre turistas y locales en la temporada vacacional.

Durante la presentación, el director general de la Coordinación Política de la secretaría de Relaciones Exteriores, Alberto Uribe Camacho reconoció los esfuerzos de la administración municipal y celebró que Acapulco haya sido una de las 10 ciudades seleccionadas a nivel internacional.
Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores le reconocemos la importante labor que ha venido realizando en el municipio de Acapulco en esta materia, es el único municipio mexicano que fue seleccionado para representar la Décima Edición del Foro Urbano Mundial ONU Hábitat, un proyecto sustentable para abastecer de agua a todo el municipio.
En tanto, el titular de ONU Hábitat en México y Cuba, Eduardo López Moreno, señaló que este reconocimiento que se hace al puerto de Acapulco no es de poca importancia, expresó que es uno de los reconocimientos más importantes que se confieren a nivel mundial, por lo que encomió el trabajo de la Capama y de la presidenta Adela Román Ocampo.



El director general de Impulso Económico Global, Javier Jileta Verduzco, dijo que estos proyectos están alineados totalmente a la política exterior multilateral que tiene el país, desde los temas de medio ambiente, reducción de la pobreza y la desigualdad y la procuración de los océanos.

En el evento se presentó la condición que guardan las plantas tratadoras y el proyecto virtual que se propone. Estuvieron presentes el director de la  Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del Estado (Capaseg), Arturo Palma Carro y la regidora Alba Patricia Batani Giles.

(Fuente: Comunicado de Prensa.)

Generará energía Naucalpan, a partir de desechos orgánicos


Por Mario Ruiz Hernández / Vallemex Noticias

NAUCALPAN Méx., a 17 de junio del 2018.- El cabildo de esta municipalidad aprobó por mayoría de sus ediles, autorizar al director general de administración y al secretario Técnico de la Presidencia de Naucalpan, para que se continúe con las gestiones y actos jurídicos para suscribir un Convenio de Apoyo Financiero.

Lo anterior, y en su caso, en los acuerdos modificatorios entre el ayuntamiento y el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos en su carácter de institución Fiduciaria en el Fideicomiso 1936 Fondo Nacional de Infraestructura con la finalidad de obtener un apoyo no recuperable de hasta el 50% de la inversión total, para llevar a cabo el Proyecto de Manejo y Aprovechamiento de residuos Orgánicos Mediante Valorización Energética.

En un acuerdo económico subido al pleno por la novena regidora, Bertha Islas Olvera, se precisa que el gobierno de Naucalpan solicitará a Banobras 25 millones de dólares para realizar el proyecto en el municipio, cuyo costo global de inversión asciende a 50 millones de dólares.

El objetivo es que a partir del quinto año de iniciada la operación de un biodigestor, se produzca energía eléctrica para todo el alumbrado público de la demarcación y consecuentemente, mitigar anualmente 77 mil toneladas de bióxido de carbono.

Con los recursos provenientes del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) para obtener “un apoyo no recuperable de hasta 50% de la inversión” y el otro 50% de capital privado definido a partir de una licitación internacional, se proyecta que de las mil 348 toneladas de residuos sólidos urbanos que se producen en Naucalpan, se dé tratamiento a 539.2 toneladas de residuos orgánicos y con éstos producir biogas para poder generar anualmente 47, 335 megawatts.

Este programa que en su estudio de factibilidad tuvo la asistencia técnica internacional de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GIZ), coadyuvará a combatir el cambio climático al mitigar anualmente 77 mil toneladas de bióxido de carbono.

El proyecto que parte de la comisión edilicia del medio ambiente, presidida por la regidora presidente, Bertha Islas Olvera, se hace en el marco de la Ley de Asociaciones Público-Privadas, requisito que solicita el Fondin para poder otorgar la subvención de los recursos económicos que irán a fondo perdido.

Estiman, que en el predio municipal que sería destinado para la construcción del plantel de la UAEM, en Santiago Occipaco, se desarrolle el aprovechamiento de residuos orgánicos a través de dos plantas.

Presa Madín Contaminada

Decisiones que dan toques



NOS FUIMOS ENTERANDO ayer 12 de julio del 2017 que el ayuntamiento de Naucalpan autorizó en sesión de cabildo extraordinario otorgar en concesión el servicio de alumbrado público. Lo anterior, en un punto de acuerdo económico subido al pleno de ediles por la Primera Síndico María Elena Pérez de Tejada, en el que planteó, además de hacer eficiente la prestación del mismo, generar ahorros de un 60 por ciento del pago de energía a la hacienda.

En el fondo de esta resolución parecería estar escuchando yo al Director de Servicios Públicos cuando, en reunión con personal del INBA para tratar el tema de la iluminación del monumento emblemático Torres de Satélite, preguntara a los presentes en la junta, al saber que el proyecto de iluminación propuesto por el Arq. Gustavo Avilés y autorizado por el INBA tendría un costo de 1.5 millones de pesos: “¡Y quién va a pagar no solo la instalación y el mantenimiento, sino el consumo eléctrico?”. Pregunta a la que de inmediato, en la cabeza de todos, se dio la respuesta: el municipio. ¿Con qué ojos cuando está arañando el presupuesto heredado y medio parchado ahora? ¡Fácil! Vía la recaudación tributaria.

El cabildo dio su anuencia al gobierno municipal para realizar la solicitud formal a la Legislatura mexiquense y que dicha concesión sea por un periodo de quince años.

La Primera Síndico argumentó en la proposición que el municipio tiene más de 55 mil puntos de luz, de diversas tecnologías, soportes y distancias, sin que hasta ahora se haya emprendido un proceso de modernización que se traduzca en la disminución de un elevado costo a la gerencia, a la vez de optimizar recursos tanto materiales como económicos.

Por otra parte, reconoció que la carencia y/o deficiencia del alumbrado público puede ser señalado como uno de los múltiples factores que pueden incidir negativamente en la seguridad, el índice delictivo, contaminación del medio ambiente y otros.

Puntualizó que ante las circunstancias que se tienen, es viable el proyecto de prestación de servicios relativos al suministro, instalación, operación, mantenimiento, sustitución y reposición de luminarias y bases perimetrales de alumbrado público, en el que el proveedor, entre otros, será el responsable de la inversión y el financiamiento que sea necesario, recibiendo el municipio la garantía real de pago correspondiente.

De acuerdo con el planteamiento presentado, el gobierno obtendría importantes ahorros debido a que podría así reducirse de manera garantizada, al menos de la mitad de la facturación de alumbrado público, en tanto que no se ejercerían recursos adicionales destinados a este servicio, pues la prestación por parte del proveedor se pagaría con los ahorros en los pagos de la Comisión Federal de Electricidad.

La medida no dejó de tener reacciones, como siempre, unas a favor y otras en contra.

Destaca entre ellas la expuesta por la asociación civil Contraloría Ciudadana para la Vigilancia y Transparencia, la cual de inmediato redactó un oficio, del cual Indicios Metropolitanos tiene copia, dirigido al diputado Tassio Benjamín Ramírez Hernández, presidente de la Comisión Legislativa de Legislación y Administración Municipal, en el congreso del Estado de México, y a quien también dirigiría su petición el cabildo naucalpense.

En dicha carta, que puede leerse íntegra más abajo, la citada Contraloría descalifica los argumentos de la Primera Síndico por considerarlos carentes de sustento técnico y científico, además de no presentar la información pertinente que permita conocer a cabalidad la situación real y actual del alumbrado público en Naucalpan.

La petición, cualquiera de las dos, así la del cabildo como la de la Contraloría no dejan de ser de particular importancia, porque nos colocan frente a un tema poco tratado, aunque muy discutido, pletórico de mitos, suspicacias, y motivos para prohijar conductas propias de la corrupción. Y, aunque fundadas en parte, aquí solo quiero hacer las siguientes observaciones.




Una transición dolorosa, pero imprescindible

Tras el decreto del presidente Felipe Calderón Hinojosa relativo a la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (MARTÍNEZ, CASTILLO, & SALGADO, 2009), y más allá de los alegatos que siguieron y persisten acerca su presumible inconstitucionalidad o la afectación sobre los derechos de los trabajadores electricistas, el país en su conjunto enfrentaba una disyuntiva: seguir dependiendo del petróleo o, frente a la cruda realidad de la industria petrolera mundial amenazada con su extinción hacia el 2050 de acuerdo con las proyecciones de los especialistas (BUENFIL Friedman, 2005), establecer las bases para una nueva forma de sustento energético con capacidad suficiente para jugar en el futuro el papel que durante decenios, mal que bien, jugó PEMEX. Así llegó la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a convertirse en lo que podemos ver como la “nueva PEMEX”, con todo e inconvenientes.

Para cumplir con las expectativas y abordar los retos de tener el control nacional de la energía eléctrica como recurso básico, renovable y para el futuro del desarrollo de México, esta empresa paraestatal tenía que dar pasos con pie de plomo, especialmente al momento de hacerse cargo de lo dejado por la Cía. LyF del Centro (WIKIPEDIA, Colaboradores de, 2017).

Durante varios meses, a mediados de 2011, la CFE tomó a mi fraccionamiento La Florida, entre otros de la zona centro, así en el Estado de México como en Querétaro, y la Ciudad de México, como parte de un plan piloto para determinar el estado de la infraestructura eléctrica dejada por la Cía. de LyF del Centro. El resultado fue que la mayor parte del cableado y los equipamientos databan de los años 1959 y posteriores, coincidiendo con la nacionalización de la empresa por decreto del presidente Adolfo López Mateos y la creación de desarrollos urbanos como Ciudad Satélite.

En su momento, el autor de estos Indicios Metropolitanos pudo atestiguar las marcas en varios de los equipos. CFE comenzó entonces a usar estas "colonias piloto" para establecer un programa y proyecto de modernización a un plazo mínimo de 10 años, abarcando distintas regiones del centro.

Para facilitar el trabajo, la compañía organizó el trabajo mediante la conformación de cuadrillas especializadas a las que enviaba a recorrer las comunidades para hacer un levantamiento de las condiciones de la infraestructura. En el proceso, algunas de esas cuadrillas de "empleados" comandados por un “sargento” acordaban con pobladores el alquiler de alguna cochera o bodega para resguardo de equipos y desde ahí desplazarse para hacer el inventario y reequipamiento. Indicios Metropolitanos fue uno de tantos que alquilaron sus cocheras por 3 meses, tiempo en que dichas cuadrillas cambiaron postes, cableado, transformadores, etcétera.

Una infraestructura de contentillo

Entre las primeras cosas que sucedieron tras que la CFE tomó control de la distribución de la energía eléctrica en el centro, como recordarás, amable lector, fue una andanada de quejas de los usuarios por causa de los montos, a veces excesivos, que debían pagar.

Fuera por fallas administrativas de la anterior empresa, del sindicato, corrupción o cualquiera otro motivo, la CFE, en ese plan, contemplaba ya la participación de la iniciativa privada para el reequipamiento (no solo mantenimiento) de la infraestructura eléctrica, comenzando con los cambios de medidores y líneas de tensión. Así que, el hecho de que ahora el gobierno municipal de Naucalpan haga esa votación en cabildo no va tan descaminada respecto de lo planeado por CFE y en concordancia con la idea de redistribuir los costos y los ingresos por concepto del impuesto DAP (Derechos de Alumbrado Público) para un mayor "beneficio" de los municipios y no solo de CFE.

Desafortunadamente, mientras los gobiernos estatal y municipales no se coordinen con CFE, seguiremos estando los ciudadanos en la oscuridad de muchas cosas, no solo en nuestras calles, pues incluso este tema ha servido para jalones electoreros desde el momento de que ya el gobierno estatal, ya el municipal, ya el federal vía CFE han hecho el servicio público de reparar, medio reparar, reponer, reinstalar o instalar equipos comprados con dinero del erario, pero al “ahí se va” conforme al mejor postor o el que indique el compadre. Si aquí puso luces el PRI estatal, allá pone otras distintas el PAN municipal o quien sea. Entonces tampoco se establece una unidad eléctrica, de iluminación, y por lo tanto de prevención y transparencia.

Así, mientras algunas comunidades continúan con luminarias del caldo, con gran consumo de watts, en otras se contentan con leds de mala calidad que, a la primera de cambios, se descomponen y hay que cambiarlos por… lo que caiga. Eso, sin mencionar el insistente mal hábito —que los abusivos justifican con la “necesidad”— de los famosos diablitos, que, ampliando la maraña de cables aquí y allá, “a todas luces” significan un robo, no a la CFE, sino a todos los vecinos de la zona que terminan pagando ese “aviador eléctrico o iluminado”, algunas veces un vendedor ambulante con todos sus permisos “en orden”. Hay postes y tomas de luz que al menor testereo del viento provocan riesgos que no siempre miden los encargados de Servicios Públicos, Medio Ambiente y Protección Civil, celosos de no rebasar las fronteras de sus atribuciones; o que apenas los alcanza un charco, hacen agua.

Las podas de árboles es otro tema relacionado que muestra la falta de coordinación entre dependencias. CFE, como antes LyF, se preocupa por los cables y poda en función de su interés. Servicios Públicos hace lo propio, Medio Ambiente, no se diga. El caso es que, al final, los pobres árboles, jóvenes o viejos, acaban convertidos en adefesios, siendo un riesgo para la población por causa de podas indiscriminadas y estúpidas que, en vez de resolver un problema, generan otros.

La energía eléctrica pasa por la basura

Esta reciente decisión del cabildo naucalpense es congruente con la idea detrás, también, de una anterior y con la que, sin duda, guarda relación para efectos del Plan de Desarrollo Urbano Municipal. Me refiero a la decisión, días antes, de reabrir el relleno sanitario de Tepatlaxco (JIMÉNEZ Jacinto, 2017).

Indicios Metropolitanos ha conversado en diversas ocasiones con los recolectores de basura, así los de las unidades alquiladas a la iniciativa privada a consecuencia de la “diferencia de intereses” entre el gobierno municipal y el sindicato SUTEyM a comienzos de la administración, como también de los sindicalizados. Ambos grupos coinciden en señalar que uno de los factores que ha vuelto del tema de la basura un verdadero problema no es solo el obvio de su cúmulo, sino el aparejado con los costos de traslado, recolección y reciclamiento.



Aquí, en estos Indicios Metropolitanos, señalé tiempo atrás la importancia de mirar este asunto como uno toral para la economía del municipio. Este tópico, así como la reconversión de los ríos que cruzan Naucalpan —plan ya anunciado por Edgar Olvera durante la inauguración del Paseo Jerusalem—, para que lleven en su cauce agua tratada y no aguas negras, son fundamentales para todos, en más de un sentido, pues de esa manera el propio municipio podría contar, de la mano de la iniciativa privada, con las fuentes de generación de recursos: electricidad, recaudación, para de veras aspirar a una mejoría general.

Pero, tiene razón la Contraloría cuando señala que, mientras no haya claro y transparente orden en lo que tenemos y cómo lo usamos los ciudadanos y los gobiernos, cualquier decisión sobre esto será por lo menos sospechosa.


(Con información de Mario Ruiz / Vallemex Noticias.)


Referencias

BUENFIL Friedman, A. (30 de octubre de 2005). "Cuando se acabe el petróleo". Recuperado el 12 de julio de 2017, de La Jornada / Masiosare: http://www.jornada.unam.mx/2005/10/30/mas-andres.html
JIMÉNEZ Jacinto, R. (6 de julio de 2017). "Cabildo autoriza reapertura de relleno sanitario en Naucalpan". Recuperado el 12 de julio de 2017, de EL Universal / Metrópoli / Edomex: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/cdmx/2017/07/6/cabildo-autoriza-reapertura-de-relleno-sanitario-en-naucalpan
MARTÍNEZ, F., CASTILLO, G., & SALGADO, A. (11 de octubre de 2009). "Decreta Calderón extinción de Luz y Fuerza; es inconstitucional: SME". Recuperado el 13 de julio de 2017, de La Jornada: http://www.jornada.unam.mx/2009/10/11/politica/005n1pol
WIKIPEDIA, Colaboradores de. (24 de junio de 2017). "Luz y Fuerza del Centro". Recuperado el 13 de julio de 2017, de Wikipedia, La enciclopedia libre: https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Luz_y_Fuerza_del_Centro&oldid=100061958






OHL se dice socialmente responsable

Manglares del complejo turístico Mayakobá construido por OHL en la Riviera Maya.
Foto: Cortesía OHL.

COMO SI rara secuela de mi artículo sobre los popotes... 


El complejo turístico Mayakoba, impulsado por OHL en la Riviera Maya, ha obtenido por segundo año consecutivo el distintivo Empresa Socialmente Responsable 2017 (ESR), otorgado por el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) y la Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial en México (AliaRSE). Este sello reconoce el compromiso público y voluntario de Mayakoba a través de la implementación de una gestión social y económicamente responsable que fomenta el desarrollo sostenible de las comunidades mayas y la preservación del medio ambiente.

Este reconocimiento se suma a otros como el premio Ulysses en la categoría de Innovación en las empresas, otorgado por la Organización Mundial del Turismo (OMT), las certificaciones de Calidad Ambiental Turística por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) o el distintivo S concedido por la Secretaría de Turismo Federal en coordinación con Rainforest Alliance, que garantiza las buenas prácticas sostenibles dentro del sector turístico mexicano.

El compromiso social de Mayakoba se plasma igualmente en programas como Mayakoba Soccer League para el fomento, integración y reinserción mediante el deporte y en la inclusión de espacios lúdicos públicos como el gran parque metropolitano en Playa del Carmen (Quintana Roo), resultante del acuerdo de colaboración de OHL Desarrollos con el municipio de Solidaridad (Quintana Roo) y la oficina regional de la ONU en México. Asimismo, este año ha desarrollado junto con Fundación Kiin Beh, el primer centro educativo en la comunidad de Cristo Rey, ubicada en el municipio de Solidaridad, para promover la educación entre niños y adolescentes.

Mayakoba es un desarrollo turístico de alto nivel que incorpora en su primera fase (250 ha) cinco hoteles de gran lujo, cuatro de ellos en operación: Rosewood, Banyan Tree, Fairmont y Andaz. A estos se suman el residencial Fairmont Heritage Place, actualmente en proceso de desarrollo, y el campo de golf El Camaleón, que ha hecho historia al convertirse en anfitrión del primer evento PGA Tour celebrado fuera de EEUU y Canadá. La segunda fase del proyecto es Ciudad Mayakoba (400 ha), también en fase de desarrollo, comprende viviendas, zonas comerciales y de ocio.

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(Con información de boletín de prensa de OHL.)