Saque de banda para INBAL
Al Rihal, el balón del Mundial Qatar 2022, en las Torres de Satélite, un espectacular que duró una semana exhibido. (Foto: Archivo Indicios Metropolitanos.) |
Desde hace un par de días Indicios Metropolitanos ha estado dando seguimiento a un hecho particular entre muchos que suceden en el municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México. Me refiero a la instalación subrepticia de un espectacular de la marca ADIDAS con forma de un gigantesco balón inflable de ocho metros de diámetro en el monumento escultórico de las Torres de Satélite, obra del arquitecto Luis Barragán y el artista plástico Matías Goeritz y que está catalogado como Patrimonio Artístico de la Nación.
Esta mañana nos enteramos mediante la cuenta de Twitter del Gobierno Municipal de Naucalpan de Juárez que el enorme balón de 8 metros de diámetro alusivo al mundial de Qatar sobre el que Indicios Metropolitanos había venido escribiendo será cambiado de lugar. ¿Motivo? De acuerdo con documentos cuyas copias obran en poder de Indicios Metropolitanos dirigidos tanto al Secretario del Ayuntamiento como a la alcaldesa Angelica Moya M, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura dio acuse de recibo a un oficio informativo dirigido al instituto pero no a la oficina respectiva, primero; y en segundo lugar consideró improcedente la colocación del citado espectacular en la explanada del monumento por contravenir los lineamientos legales al respecto, por lo que ordenó el inmediato retiro.
Desde hoy se lo podrá encontrar en el estacionamiento del Parque Naucalli.
Aquí los documentos y las evidencias que comprueban lo que venía señalando Indicios Metropolitanos en el sentido de que el espectacular no contaba con el permiso correspondiente.
Tarjeta amarilla para Naucalpan
Podemos ser muy aficionados al futbol y sin duda el significado emblemático de las Torres de Satélite habría realzado el significado simbólico y pacífico del balón Al Rihla del mundial a celebrarse este año en Qatar, y viceversa el balón habría evidenciado una vez más la importancia artística e internacional del monumento escultórico en vías de ser denominado no solo Patrimonio Artístico de la Nación, como ya es, sino de la Humanidad por parte de la UNESCO, lo que está en veremos y depende en gran medida de las intervenciones que constantemente vemos que ocurren sobre el monumento ya por causas sociales o mezquinos intereses económicos.
Las preguntas siguen en el aire: ¿cuánto obtendrá el gobierno municipal por permitir al margen de la ley la instalación del espectacular ahora reubicado? ¿Quiénes soltaron el "permiso" con singular alegría en el "desconocimiento" del orden requerido? Los únicos autorizados para otorgar semejantes permisos son el INBAL, que ya se deslindó, y el gobierno municipal previa autorización del primero. ¡Nadie más! Ni asociaciones vecinales ni organizaciones civiles de la más diversa índole. Solo ellos pueden y deben.
Si en efecto el hecho reportaría un ingreso a las arcas municipales, ¿cuál sería su destino, la iluminación y mantenimiento de las Torres de Satélite? ¿El pago atrasado de emolumentos a trabajadores? El sindicato encabezado por Tomas Palomares Suteym Sección Naucalpan también tendría que estar al alba y vigilar que cualquier ingreso no resulte en tentaciones haciendo una mancuerna para la administración pública de los bienes municipales.
Las Torres de Satélite, vista a nivel de piso, a las pocas horas de haber sido retirado el balón espectacular alusivo al Mundial de Qatar 2022. (Foto: Archivo Indicios Metropolitanos) |
De nuevo, la alcaldesa y el conjunto edilicio debería hacer una revisión hacia adentro, porque con decisiones así, sin duda tiene al enemigo adentro. Y bien harían los regidores en solicitar una puntual aclaración que transparente la torpeza o la vileza.
Sí, sin duda se veía bonito el balón, aunque ocasionaba el ocultamiento parcial del monumento y habría sido un detalle "turístico" relevante. Lo seguirá siendo, sin duda, en su nueva sede y por los escasos tres meses que se tiene planeado que permanezca.
Falta ver las reacciones de quienes, interesados en el tema, cuestionaron el hecho.