Internautas se buscan... y tal vez se encuentren

abril 30, 2007 Santoñito Anacoreta 0 Comments

Haciendo honor a la aspiración esencial de un medio como la Internet, retomo esta columna que comencé a escribir hace algunos años para el diario mexicano El Universal y, apelando al aislamiento, vuelvo a encerrarme en mi persona para lanzarme a la aventura de la navegación.

Los grandes aventureros del pasado tomaban un mapa, una brújula y otros enseres básicos y se hacían a la mar, se adentraban en selvas y ciudades, solos o con compañía selecta, y así incrementaban su percepción y conocimiento del mundo circundante. Hoy, los navegantes como yo, botamos naves en un mar virtual, cruzamos lagos de soledad, aceptamos el reto de complejos meandros informativos y, confrontando el miedo que supone ir más allá de las fronteras conocidas, bogamos entre ideas y ojos ajenos. Los internautas aparecen de pronto como monstruos amenazantes, trampas desconocidas, en las que nuestro pensamiento puede quedar atrapado o a través de las que podemos surcar sin pena ni gloria.

Cuaderno de viajes
La soledad tras la red obliga al soliloquio, pero imaginar que otros ojos como los nuestros atienden a nuestro sentir es consuelo suficiente. Monólogos y navegaciones. Ir de un sitio a otro, descubriendo mundos; parrafeando con uno mismo y a la vez con la humanidad. Eso encontrarás en este espacio y estas líneas encrestadas como olas. ¿Serán de tu agrado? Lo ignoro, a menos que tú me lo digas abiertamente. ¿Y si no lo son? No me importa demasiado. Soy yo quien se lanza a la aventura, y tú conmigo si has decidido a estas alturas subirte a mi goleta. Si voy sólo, el viento me acaricia y responde. Si vienes conmigo, el cielo me mostrará tu reflejo cual constelación de deseos. Para conocer Monólogos y Navegaciones previas, a la izquierda de este espacio verás un "Secreter de viajes". En él hallarás una bitácora de entregas cuya única pretensión es sobrevivir al naufragio del olvido.

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