Ni ovnis ni intervenciones divinas en Ucrania

marzo 15, 2022 Santoñito Anacoreta 0 Comments


Últimamente mantener al "día" este blog y su espacio en Facebook ha sido una ardua tarea, más que nada en virtud de la celeridad y continuidad de los acontecimientos que por lo común hacen materia de mi interés personal como autor de Indicios Metropolitanos en tanto revista unipersonal sobre asuntos de actualidad, comunicación y humanidades.

Los dichos y hechos de actores del orbe han sido la medida de este sentimiento de agobio que me embarga desde hace meses, entre los escándalos a que han conducido trabajos periodísticos de regular factura que han incidido en el ánimo hostigador del presidente Andrés Manuel López Obrador contra colegas periodistas y el gremio en general (lo que me toca de refilón) y las noticias sobre la reciente guerra entre Rusia y Ucrania que podría tener alcances apocalípticos. La incesante circulación de notas, reportajes, y contenidos en distintas plataformas, de distintos idiomas, seleccionar de entre ellas lo válido, verificable y digno de ser compartido, distribuido, comentado o utilizado como fuente para los artículos que redacto y, además, el tiempo requerido para escribir blog y proyectos personales o ajenos, ha sido una danza con el Diablo, por lo que a veces publico aquí y a veces, por pragmatismo, directamente en el grupo de Facebook.

Seguramente recordarás, amigo lector, que días atrás, alrededor del siete de marzo y luego hacia el once, compartí en el grupo de este blog en Facebook, con las reservas de los casos, videos y notas sobre el probable "ataque" de un ovni a fuerzas rusas.


Este video que ahora incluyo arriba es la versión más "completa" del caso del siete de marzo publicado y difundido en el canal de YouTube del colega colaborador de Tercer Milenio Alejandro Correa. En él anoté la siguiente observación:

Para no variar... Evidencias no son pruebas, y menos evidencias truncas sobre todo cuando sabemos que en esta guerra el uso de drones armados ha sido extensivo por las fuerzas ucranianas.

En la imagen no se ve más que una luz suspendida que bien puede ser el dron (ahí están cientos de notas sobre estos drones armados que han sido un dolor de cabeza para el ejército ruso). No se observa el "ataque" ni el "rayo" aludido. Todo queda en dichos de quienes atestiguaron la explosión y narran el video o pudieron ser entrevistados luego. Para crédulos, vale. Para un trabajo periodístico serio, dista mucho.

Pues tanto como poco menos de una semana después nos fuimos enterando de un hecho que podría estar relacionado al menos con el segundo caso, mostrado en el programa de Jaime Maussan, Tercer Milenio, donde se observa una explosión en el cielo sobre el aeropuerto de Járkov (Kharkiv), Ucrania, y que también fue atribuida a un probable ataque desde el cielo a los rusos a causa de un supuesto ovni, aunque en el video parecería ser más bien viceversa un ataque desde tierra que habría hecho estallar un objeto en el cielo, no quedó claro. Me refiero a una nota acerca del estallido de un fragmento del asteroide 2022 Eb5 ocurrida el once de marzo sobre el ártico, objeto celeste que solo fue detectado dos horas antes y sobre la cual pueden leerse más detalles en estos vínculos:


Por supuesto, habiendo sucedido el estallido del meteorito en el cielo sobre el Mar de Noruega, entre Islandia y Noruega, no tardará cualquiera en descartar la posible relación por la distancia y ubicación geográfica sin tomar en cuenta que, por la altura a la que se efectuó el estallido bien pudo haber sido avistado en un amplio radio y, por la curvatura de la Tierra, ya en la distancia de Ucrania de poco más de tres mil kilómetros, haberse visto como un evento de menor altitud y confundirse con otra cosa. Solo imaginemos: un meteoro ingresando en la atmósfera dejando una línea de estela (semeja un rayo desde el cielo), un estallido en el cielo que permanece iluminado por varios segundos y esto en medio de un asedio, de una guerra donde los drones armados con misiles han sido el arma principal. Pues todo se presta para la confusión y exacerbar el imaginario colectivo.

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