"Tome nota, tinterillo"
"Tome nota, tinterillo". De esa manera decían los señores a los notarios, y doctores abogados en derecho en tiempos de la colonia cuando solicitaban que se diera fe de dichos o hechos para dejar constancia de acta registral empleable en el trámite de una demanda y litigio. Si bien las formas han cambiado, el ser humano no.
De nuevo, la gente y colegas comparten videos como este:
descontextualizando los hechos o simplemente omitiéndolos, como si la imagen por si sola de veras dijera toda la historia y no, lo más usual, solo un capítulo o un párrafo. Es claro que se trata del punto de vista de una de las partes, el de ella (ella solicita que se grabe el hecho). Lo cual ni lo exime a él de culpa en el trato, como tampoco a ella por solicitar la grabación del suceso ¿con qué fines? Testimonio fragmentado ¿de qué? ¿injusticia o justicia? ¿Quien tiene la razón? Solo un juez puede determinarlo.
Juzgar no es asunto que se dirima en la plaza
El ser humano es muy dado a tomar partido por aquel individuo o grupo que a primera vista se antoja la víctima y pocas veces puede o quiere escarbar más allá de lo evidente. Evidencias no son pruebas. Si nos metemos a especular..., aseguro que podemos hacer varias versiones de la misma novela, con distintas tramas, comienzos, derroteros y finales. En unos, ella tal vez halla dado pie para ser "despojada". En otros quizás él sea un Pantagruel arbitrario. En unos podría ser ella una chantajista moral. En otros, él un cruel abusivo. Ella, la mala y él el Gutierritos; o él el taimado vendedor de muñecas y ella la Barbie con caducidad allegada.
Recientemente, con motivo de la pandemia, pero aun antes, han sido más frecuentes los reportes de presumibles agresiones de este tipo en las que incluso ni la policía se atreve a meter las manos cuando obtienen la información de que se trata de una "discusión acalorada" entre marido y mujer. A veces es él el agredido, a veces ella, a veces ambos se agarran a catorrazos y bofetadas y vituperios. ¿Qué tanto es tantito para inculpar a uno o a otro? Los vecinos o viandantes ¿pueden o no intervenir? Si lo hacen, ¿son metiches o justicieros?
De chico me enseñaban que los problemas de pareja se resuelven en pareja y uno no debe meterse; pero, ¿cuál es el límite cuando las pasiones desbordan y hasta el metido a redentor puede salir crucificado?
Parafraseando a Miguel de Unamuno, discúlpenme si hablo de mí, pero es mi primera fuente para explicarme la existencia. Recuerdo una escena que me dejó honda marca: mis padres ya estaban con diferencias y cierta noche discutieron ácremente en la cocina. Yo, adolescente, en el piso superior, con la enseñanza dada, no intervine a pesar de los gritos hasta que escuché ruidos de objetos rotos y muebles arrojados. Bajé y miré a mi padre tirado en el suelo con mirada de espanto. Mi madre, a pocos metros, furibunda, sostenía un cuchillo en la mano levantada amenazante, cubrí a mi padre con mi cuerpo y llamé la atención a las dos partes. Mi madre bajó el cuchillo, cambiaron sus rostros, ayudé a mi padre a levantarse. Era de noche, llovía torrencialmente. Acto seguido salí al jardín, en pijama, y lloré amarga, desesperadamente bajo la lluvia, empapado. El llanto del cielo y el mío hicieron mezcla de dolor y tristeza y desasosiego, los truenos apenas acallaban mis sollozos. Mi madre salió a abrazarme, compungida, no encontraba palabras suficientes para disculpar su arranque. Esa semana mi padre dejó la casa por primera vez y su amante ganó la batalla.
En este caso, los actores y esposos, Horacio Aguilar Álvarez de Alba y Claudia Gabriela Francóz Gárate son notarios, 102 y 153 del Estado de México respectivamente (siendo ella suplencia eventual de Ana Lilia Janeth Porras Figueroa en la notaria 163 y viceversa como quedó asentado sendos convenios de 2018. Entonces uno se pregunta si la fe pública de que están dotados por el Estado ¿queda en duda?
El linchamiento en redes y mediático no se hizo esperar en contra de él como bien registró Sin Embargo y se desataron las acusaciones de acoso sexual de supuestos abusos y acosos sexuales a alumnas de la Escuela Libre de Derecho.
El beneficio de la duda
Como si se tratara de un extracto del capítulo "Hated in the Nation" de Black Mirror, el odio exacerbado de los feministas (sin importar su género, que el artículo neutro ya incluye a ellos y a ellas), encontró el caldo de cultivo preciso para germinar en Twitter (sobre todo, desde que se ha vuelto circo romano). Sólo faltó el hash tag #DeathTo. Muy probablemente el final de esta novela acabará poniéndolo a él en el desprestigio y la degradación, y a ella en algún nicho cuasi santificada; o al revés, si la historia da un giro inesperado. Como sea, la libertad de expresión y publicación de quienes esto compartimos va siendo ya, desde hace mucho, la medida que enmarca al beneficio de la duda.
Ojalá se haga justicia para las dos partes y los terceros en discordia. Que quien esté libre de culpa arroje la primera piedra.
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