Quien con coyotas anda, a enchilar se enseña
El senador Ricardo Monreal, desayunando chilaquiles y coyotas con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Foto: Twitter |
No es desapareciendo ni regulando fiscalmente y de manera centralizada como se conseguirá la equidad, sino revisando el esquema. Las reformas que vienen pueden estar fundadas en un espíritu benéfico, pero siguen siendo propuestas torpes como muchas decisiones chaqueteras del actual gobierno.
Unos trabajadores en los que nunca piensan legisladores y empresarios es en todos los que nos desempeñamos de manera libre, que no somos emprendedores ni empleados, algunos profesionistas, otros simplemente chambeadores o hasta chambones, los "agentes libres", freelancers que trabajamos por honorarios y que, a querer o no, encontrábamos en el outsurcing una flor efímera, aunque algo injusta, de la bonanza empresarial.
Para que aprenda a gobernar, la izquierda tiene primero que quitarse de la cabeza las telarañas de ser contestataria a la primera de cambios, enfocarse en la tarea y no distraerse con sueños guajiros, concentrarse pragmáticamente en lo que la realidad permite efectuar y no construir castillos en el aire que implican falsas esperanzas para los gobernados. ¡Eso es lo que está fallando!
Y sin embargo, yo sigo afirmando que el 2024 repetiremos con un gobierno morenista, porque el sistema político mexicano así es, pendular. Será un gobierno de izquierda-centro con capacidad para sentar las bases de una nueva transición democrática en ese incesante ir y venir. Yo no sé si votaría por algo así. Es temprano para decidir. Sé que no voté por AMLO. Aun así no me cierro analíticamente ante las probables bondades y, como dije en mis textos en el blog y aquí hace mucho, la izquierda está siendo puesta a prueba y todos estamos pagando la novatada.
Como muchos son de la misma extracción priyista, díficil es decir aquello de "más vale malo por conocido que bueno por conocer", pues está visto que tan malo el pinto como el colorado y, sin albur, más vale pájaro en mano que ciento volando, y esto lo digo por aquellos que incluso quisieran hacer de AMLO un mártir y hasta proponen su aniquilación literal.
México es más grande que un hombre empecinado y caprichoso e incluso que una ideología ramplona. Seremos tú y yo los que lo sacaremos adelante, aunque los pronósticos del FMI y el Banco Mundial ya nos hayan hecho temblar afirmando que empezaremos a asomar el pico por ahí del 2023.
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