Con la mesa puesta

julio 01, 2023 Santoñito Anacoreta 0 Comments



HACIA LAS DOS DE LA MAÑANA del cinco de junio, con casi el 90% de las actas computadas, la candidata Alejandra del Moral de la alianza PRI-PAN-PRD repuntó quedando separada por escaso 8% frente a la virtual triunfadora de las elecciones en el Estado de México, la morenista Delfina Gómez.

El dato no permitía entonces hablar de un "empate técnico", y menos por ocurrir en un panorama que, además, ponía en duda la legitimidad de la ganadora tanto como de la perdedora al registrarse menos del 50% de participación ciudadana.

Probablemente, de haber habido además elecciones al congreso local, quizás la oposición conformada por la alianza habría obtenido una mayoría significativa como para contrarrestar y balancear los poderes. Pero Delfina Gómez llegó con un congreso local dominado por MORENA. Habrá que verse cómo sortearán las decisiones estatales los alcaldes de la oposición, como Angelica Moya M.

Los verdaderos perdedores y ganadores.

Hablando en plata y a la luz de las pruebas y evidencias, quien de veras ganó las elecciones en el Estado de México y Coahuila fue el abstencionismo. En tanto expresión ciudadana del sufragio y como ya he escrito con anterioridad, el abstencionismo debe ser leído como un mensaje claro del hartazgo que, en general la clase política y el sistema de partidos, entre otros factores, han ocasionado en el ánimo de los ciudadanos y electores. Ya no ha bastado anular el voto o votar en blanco para enviar el mensaje. Ahora, la ciudadanía fue más tajante con un ausentismo escandaloso, quizás de los mayores en la historia de las elecciones intermedias o nacionales en México.

El presidente Andrés Manuel López Obrador es el gran perdedor, aunque es posible que no lo reconozca nunca. En su momento afirmó con determinación que MORENA arrebató al PRI el control del Estado de México, pero esa victoria no fue significativa considerando su origen y trayectoria política, ya que proviene del PRI. Podríamos decir que nos encontramos ante una situación ambigua. Además, la derrota de MORENA en Coahuila implica la perpetuación del control de los intereses fácticos en una región industrial emergente y en crecimiento como Coahuila, donde se ha descubierto uno de los yacimientos de litio más grandes del mundo y se ha atraído a Tesla para establecerse en Nuevo León. En contraste, el Estado de México está experimentando un declive en este sentido, exacerbado por los conflictos entre los cárteles de narcotráfico que han perturbado el orden legal y la paz en la región.

Es decir, MORENA y AMLO perdieron lo más por lo menos, y sus seguidores y afiliados felices y miopes, cuando no francamente ciegos, dicen y dirán que la zanahoria al final de la pértiga se veía más sabrosa que el norteño campo tapizado de alfalfa. Qué más, en eso consisten las victorias pírricas.

Por supuesto no se hicieron esperar los ataques a los consejeros y la estructura del INE previa a las recientes reformas como una justificación que, de nuevo, pondrá en tela de juicio la integridad y amable disposición de los ciudadanos insaculados para ser funcionarios de casilla. En este gobierno, la culpa siempre es ajena y una reminiscencia del pasado (tan acendrada en la memoria como los repetitivos y rancios anecdotarios historicistas del mandatario). Y si a ello sumamos la aparente sumisión de los nuevos consejeros electorales, pues podríamos decir que la mesa está casi puesta para el dos mil veinticuatro.

Pero, hay otro gran perdedor y ese es el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en franca decadencia y perdiendo terreno, cuando no hasta el registro en varias entidades, hecho que lo muestra ahora ya ni siquiera como el apéndice extraído del PRI, sino como la bazofia restante de la cantera al punto que podemos afirmar que ha cumplido su ciclo político y enfrenta una crisis profunda que pone en duda su supervivencia como una fuerza relevante en México.

El final del PRD o los estertores la socialdemocracia mexicana.

Como mencioné en este blog tiempo atrás y varias veces, el PRD fue creado como apéndice del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y como un intento de aglutinar a las diversas corrientes de izquierda en el país. Sin embargo, a lo largo de los años, el PRD ha experimentado escisiones y divisiones internas, lo que ha debilitado su cohesión y su capacidad para representar efectivamente a las izquierdas en México. Acotaba René Torres-Ruiz, investigador en temas electorales:

[…] el PRD es resultado de un gran caleidoscopio de partidos y organizaciones sociales de izquierda, y de la propia Corriente Democrática del PRI, que le dan un sello particular. Es un partido que recupera y se nutre, desde su fundación misma, de la larga y dificultosa lucha de las izquierdas por transformar y democratizar el país. Así, las organizaciones y los movimientos sociales fueron un actor central en la creación del partido, no sólo apoyando e impulsando su constitución, sino aportando ideas, estrategias de lucha, un debate nutrido y crítico frente a una realidad política que estaba en plena transformación. […] Maurice Duverger, señaló en algún momento que “[…] los partidos sufren profundamente la influencia de sus orígenes” (Duverger, 1996: 15). En el caso del PRD esta idea ha quedado claramente de manifesto ([TORRES-RUIZ, 2021], p.29).

Y lo dicho por Duverger es aplicable también a MORENA e incluso las alianzas y coaliciones que de un tiempo a esta fecha han llevado a los distintos partidos a construir relaciones de franca y burda conveniencia. A decir de Esperanza Palma (cit. [TORRES-RUIZ, 2021], p.33), en la década de mil novecientos noventa, para los fundadores y simpatizantes: "La tesis dominante dentro del PRD […] era que la extinción del PRI era una condición necesaria para la democratización del país". Pero la realidad poco a poco lo hizo derivar a un campo sembrado de intereses más bien mezquinos.

La extinción del PRI no sucedió, como sí en cambio su adecuación a los tiempos, casi de la manera como pasó en sus inicios al cambiar mucho más que solo de siglas entre ser el Partido Nacional Revolucionario (PNR, de 1928 a 1938), luego Partido Revolucionario Mexicano (PRM, de 1938 a 1946), y afianzarse como Partido Revolucionario Institucional (PRI, desde 1946), hecho este que, en todo caso, ha llevado a pensar a algunos estudiosos si no estamos atestiguando una nueva metamorfosis y actualización de todo el aparato en reacción a los procesos sociopolíticos nacionales e internacionales de hoy, tal como evidentemente ocurrió al crearse bajo la simulación de una ruptura el PRD y ramificarse en MORENA y Movimiento Ciudadano, pues todos los políticos o la mayoría de los fundadores de dichos partidos han tenido sus raíces justo en el PRI y, al no ser favorecidos por el sistema, optaron por actuar desde una supuesta marginalidad progresista y seudo opositora.

Acomodos y enterramientos.

El proceso no ha sido terso y ha estado constantemente minado por diversos intereses fácticos que pasan por los empresariales y topan con los del narcotráfico y la delincuencia organizada, ocasionando una preocupante y creciente cantidad de muertes en México, incluida la de específicas instituciones como podría ser el PRD (POLEMÓN, 2023).

Respecto de las altas cifras de personas asesinadas y desaparecidas en México, una cantidad importante corresponde a personas ligadas también a la política, ya sea en puestos de elección popular, como activistas o relacionados, en mayor o menor medida, con actividades delictivas como el narcotráfico. Solo entre dos mil veinte y dos mil veintiuno, de acuerdo con fuentes consultadas por BBC de Londres, se contabilizaron más de ciento cincuenta asesinatos de carácter político (BROOKS, 2021).

El debilitamiento del PRD ha dejado un vacío en el panorama político mexicano, y algunos se preguntan si esto podría abrir la puerta a una mayor consolidación de una opción socialdemócrata en el país. La socialdemocracia, como una corriente política que busca combinar los principios de la democracia y la justicia social, ha tenido una presencia limitada en México. Aunque el PRD permitió la identificación de corrientes socialdemócratas en el país, la percepción de la moderación aún es vista por muchos como "tibieza".

La vocación política de los mexicanos todavía se encuentra anclada en maneras autocráticas, tanto de derecha como de izquierda. Esto ha dificultado la consolidación de una socialdemocracia fuerte en México. Sin embargo, es importante destacar que el panorama político es dinámico y está sujeto a cambios. A medida que la sociedad evoluciona y se transforma, las preferencias políticas también pueden cambiar. Es posible que en el futuro, México se perfile hacia una mayor aceptación y adopción de principios socialdemócratas, pero esto dependerá de múltiples factores, incluyendo la evolución de la sociedad y la capacidad de los partidos políticos para articular y promover propuestas socialdemócratas convincentes.

El tránsito del partido único al tripartidismo.

Existe la posibilidad de que México, en un futuro cercano, pueda evolucionar hacia un sistema tripartidista que permita organizar a las izquierdas, las derechas y los partidos moderados socialdemócratas en tres organizaciones solamente. Actualmente, el sistema político mexicano se caracteriza por la presencia de múltiples partidos políticos con diferentes ideologías y enfoques. Sin embargo, la fragmentación política ha sido un desafío para la gobernabilidad y la estabilidad política del país.

La consolidación de un sistema tripartidista podría ayudar a simplificar el panorama político y promover una mayor cohesión y articulación de propuestas políticas. Esto permitiría una mejor organización de las fuerzas de izquierda, derecha y moderadas, facilitando el debate y la toma de decisiones. Sin embargo, la transición hacia un sistema tripartidista requeriría cambios significativos en el marco legal y en la cultura política del país. No se descarta la elaboración de una nueva Carta Magna, idea promovida ya desde el surgimiento del PRD y hoy vuelta a poner sobre la mesa por Andrés Manuel López Obrador. Además, sería necesario que los partidos políticos logren establecer alianzas y coaliciones sólidas, capaces de atraer a un amplio espectro de votantes. De alguna manera la alianza conformada recientemente por PRI, PAN y PRD para oponerse a MORENA podría pensarse en esta línea, aun cuando para el PRD en concreto supone más bien una tabla de salvación. No solo eso, sería necesario proponer un cambio radical en la forma de gobierno para transitar a uno semi parlamentario que, ya se ve, podría ser más ajustado a la vocación mexicana.

Según mis proyecciones y análisis, preví y preveo todavía que la izquierda morenista podrá ganar las elecciones presidenciales nuevamente en 2024. Sin embargo, estimo que la izquierda morenista no obtendrá una mayoría en el congreso, el cual quedará dividido como en sexenios anteriores. Esto por el desencanto causado por la llamada Cuarta Transformación de un partido que se erigió en la "esperanza de México" y no ha sido tal por sus torpes decisiones, el nulo combate a la corrupción y la demagogia que le caracteriza.

Este escenario plantea desafíos para la gobernabilidad y la implementación de políticas, ya que la falta de una mayoría legislativa dificulta la aprobación de reformas y la toma de decisiones. El Congreso dividido puede llevar a un mayor debate y confrontación política, lo que podría obstaculizar el avance de la agenda legislativa propuesta por el presidente y su partido. En este contexto, se requerirá una mayor capacidad de negociación y diálogo político para lograr consensos y avanzar en la implementación de políticas públicas. Y para que ello ocurra el candidato de izquierda con la mayor capacidad negociadora y visión de estadista podría hallarse entre personajes como Marcelo Ebrard Casaubon o Ricardo Monreal. Mientras, por el lado opositor, parecería que los únicos con semejante perfil podrían ser Xóchitl Gálvez, José Ángel Gurría o Santiago Creel, si no sale por ahí un ciudadano sin tanta fama pero mayor sensibilidad política.

El ir y venir de las tendencias

Considerando el comportamiento pendular del sistema político mexicano, es difícil realizar un pronóstico preciso sobre qué fuerza política podría acceder al poder presidencial en 2030. El sistema político mexicano ha sido caracterizado por cambios de gobierno y alternancia entre diferentes fuerzas políticas a lo largo de su historia. Estos cambios han sido impulsados por diversos factores, como la insatisfacción ciudadana, los resultados de las elecciones y los cambios en el contexto político y social.

Sin embargo, basándonos en la historia política de México y el comportamiento pendular del sistema, es posible aventurar que podría haber un cambio de fuerza política en el poder presidencial en 2030. Dada la polarización y la volatilidad política en el país, podríamos anticipar que podría haber un regreso de la derecha al poder, o incluso el surgimiento de nuevas fuerzas políticas que actualmente no están en el centro del debate.

Es importante tener en cuenta que los pronósticos políticos siempre son inciertos y están sujetos a múltiples variables. El comportamiento pendular del sistema político mexicano es solo una de las muchas variables que pueden influir en el resultado de las elecciones y en el acceso al poder presidencial en 2030. Otros factores, como la economía, el desempeño de los gobiernos y las preferencias electorales de la ciudadanía, también desempeñarán un papel importante en la configuración del panorama político futuro.

El sistema político mexicano ha experimentado cambios de gobierno y alternancia política a lo largo de su historia, lo que refuerza la idea de un comportamiento pendular. Un ejemplo destacado es el periodo conocido como la "docena trágica" en 1913, cuando Victoriano Huerta dio un golpe de Estado y derrocó al presidente Francisco I. Madero, quien representaba la vía democrática y reformista [5].

Otro ejemplo importante es el periodo de 2000 a 2012, cuando el Partido Acción Nacional (PAN) rompió con la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y gobernó el país. Durante este periodo, Vicente Fox y Felipe Calderón, ambos del PAN, ocuparon la presidencia de México. Este cambio de gobierno representó un giro significativo en la historia política del país y demostró la posibilidad de alternancia política.

Además, en los últimos años, la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador y su movimiento Morena ha sido otro ejemplo de cambio político y alternancia en el sistema mexicano. López Obrador, quien fundó Morena después de abandonar el PRD, ha sido un actor central en la escena política mexicana y ha propuesto una agenda de transformación que ha sido respaldada por amplios sectores de la población.

Estos ejemplos ilustran cómo el sistema político mexicano ha experimentado cambios y alternancias a lo largo del tiempo, reflejando el comportamiento pendular y la capacidad de adaptación del sistema político a las demandas y preferencias de la sociedad.

Movimiento Ciudadano, ¿esquirol o la nueva versión del PRD?

El partido Movimiento Ciudadano ha emergido como una fuerza política relevante en México en los últimos años. En las elecciones de 2024, se espera que Movimiento Ciudadano desempeñe un papel importante como una de las opciones para los votantes que buscan una alternativa a los partidos tradicionales.

El partido ha ganado presencia y apoyo en distintas entidades del país, destacando en estados como Jalisco y Nuevo León. Su mensaje de lucha contra la corrupción y de impulsar una agenda progresista ha resonado en algunos sectores de la población, lo que le ha permitido obtener escaños en el Congreso y en gobiernos locales.

Sin embargo, es importante señalar que el escenario político puede cambiar en los próximos años, y el papel de Movimiento Ciudadano en las elecciones de 2024 dependerá de diversos factores, como la coyuntura política, la estrategia del partido y la respuesta de los electores ante sus propuestas.

Hasta hoy, salvo en raras ocasiones, Movimiento Ciudadano (MC) ha apostado por ir solo en las elecciones y mostrar una cara socialdemócrata moderada más próxima a los principios que dieron origen al PRD. Por lo cual no sería difícil que, en caso de desaparecer este, muchos de sus simpatizantes y militantes derivaran a engrosar las filas de MC. De tal forma, una nueva metamorfosis del PRI podría llevarlo a escindirse de nuevo en dos vías. Una conduciría a la derecha priyista a sumarse al PAN, mientras la restante más centralista encontraría acomodo en MC. La desintegración del PRI, entonces, sí se ve cercana, pero no por los motivos que guiaban a la izquierda que encausó a PRD y MORENA, sino por razones más pragmáticas e instrumentales. Entonces, podemos empezar a decir que PRI y PRD ya son historia.

En conclusión, el PRD ha cumplido su misión histórica de aglutinar a las diversas izquierdas en México, permitiendo la identificación de corrientes socialdemócratas en el país. Sin embargo, la posibilidad de que México se encamine hacia una socialdemocracia como modelo político definitivo aún enfrenta desafíos y obstáculos, como la resistencia a la moderación y la percepción de esta como "tibieza" por parte de algunos sectores de la sociedad.

En cuanto a la configuración del sistema político mexicano, la posibilidad de un sistema tripartidista que organice a las izquierdas, las derechas y los partidos moderados socialdemócratas en tres organizaciones solamente es una idea interesante, pero su viabilidad dependerá de diversos factores y dinámicas políticas, incluso decisiones legislativas.

Con respecto a los pronósticos sobre las elecciones futuras y el acceso al poder presidencial en 2030, es importante reconocer que los resultados electorales y las preferencias políticas son difíciles de predecir con certeza. No obstante, los datos registrados y el comportamiento pendular del sistema político mexicano permiten vislumbrar el panorama político del país.


Referencias

  • TORRES-RUIZ, René. (2021). "Historia del PRD, surgimiento, desarrollo y decadencia de un partido de izquierda". Revista Mexicana de Estudios Electorales, volumen 5, número 26, segundo semestre de 2021 (julio-diciembre). Recuperado desde https://www.researchgate.net/publication/353299359_Historia_del_PRD_surgimiento_desarrollo_y_decadencia_de_un_partido_de_izquierda el 1 de julio de 2023.
  • BROOKS, Darío (2021). "Las decenas de políticos que han sido asesinados en México durante la campaña de la elección intermedia" - BBC News Mundo (20 de mayo 2021). Recuperado: 1 July 2023, desde https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-57166582.
  • POLEMÓN. 2023. “PRD En El Hoyo Y a Punto de Perder Su Registro.” Polemón. Polemón. July 2023. https://polemon.mx/prd-en-el-hoyo-y-a-punto-de-perder-su-registro/.‌

0 comentarios:

Gracias por sus comentarios con "L" de Lector.