QUE SE CUELA NEOLOGISMO


En algún recodo del camino me dormí. Hace relativamente poco una colega hizo sonar la campanilla y me llevó a despertar, a volver a abrir los ojos para mirar a uno de mis más grandes amores: la ciencia ficción; la ficción en general.
En el programa Qué tal Fernanda, que se transmite de lunes a viernes a las once de la mañana, tiempo de México, por la estación Imagen 90.6 MHz, del grupo radiofónico mexicano del mismo nombre, la periodista de espectáculos, conferenciante y guionista Lucero Solórzano abordó el tema de las versiones de la historia de El Mago de Oz que ha habido en la historia cinematográfica. Durante su exposición empleó un concepto que saltó obscenamente a mi oído: precuela.
Confieso que me escandalicé y la reconvine mediante Twitter toda vez que esa palabreja no existe en ningún diccionario o enciclopedia del español. Pero, picada la cresta, me di a la tarea de investigar más a fondo, trayendo por consecuencia el escozor del gusanito literario que es causa de lo que soy. Ojo a esta frase, pues la escribo con todo propósito en función de lo que desglosaré en seguida.

Este terco corazón

Desde el 30 de enero de 2009 ¿no ha pasado mucho tiempo? No ha pasado mucho tiempo desde que te vi por última vez. No ha pasado mucho tiempo desde que me dijiste, "calma, hjo , calma". No ha pasado mucho tiempo desde que dijiste aquellas tus inolviables últimas palabras reveladoras de una niña temerosa del dolor. No ha pasado mucho tiempo desde que te vi sentada, viéndome llegar por ti, con esa mirada de angustia aliviada por mi sola vista. Y sin embargo, el calendario cuenta ominosamente los días para recordarle a este terco corazón que, a querer o no, el tiempo pasa.


Triste, eso soy

De verdad, madre, hoy por hoy esta canción me pinta de cuerpo completo. Y desde ella hago patente, aunque parezca paradójico, mi dicha contigo y aún sin ti.