Propuestas a las Academias Mexicana y Española de la Lengua

Si bien en más de una ocasión Roberto Gómez Bolaños "Chespirito" fue foco de diatribas y reconcomios (sobre todo por parte de los academicistas petulantes) por la aparentemente insulsa manera de efectuar sus productos culturales televisivos y teatrales, y hasta fue "acusado" de no contribuir al "mejoramiento" educativo de los televidentes y consumidores de contenidos, sino al contrario incidir en su "depauperación pedagógica" y enfatizar su analfabetismo, en realidad "Chespirito" ha sido uno de los más cuidadosos y talentosos escritores que ha tenido México y Latinoamérica. Sus capacidades y habilidades lingüísticas, su forma de trabajar parlamentos, descripciones, narraciones utilizando de manera equilibrada los varios lenguajes a su alcance, visual, oral, mediáticos, lo hicieron destacar desde sus primeros guiones publicitarios. Alguna vez él declaró su preocupación por construir sus textos con apego a lo más rancio de las normas gramaticales, y su conocimiento y dominio de las mismas le permitía precisamente salirse de las mismas para generar formas novedosas (en su momento) de expresión.

Por ejemplo, Botija, Chavo, Ñoño, Quico, Chilindrina y Chanfle son palabras de uso común muy utilizadas por Roberto Gómez Bolaños y sus personajes de alcance universal. Las primeras incluso sirvieron inteligentemente para dar nombre a ellos. Nombres tan cabales como amplios en su capacidad descriptiva que, aunados a la imagen concreta del personaje consiguieron desde la perspectiva del creador una síntesis con valor arquetípico, cosa rara y difícil de lograr (solo el mito y el cómic, en tanto géneros, son generadores de ectipos y arquetipos). Están incluidas de tiempo atrás en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, sin haber sido creación o inclusión por parte del escritor. La Enciclopedia del Idioma de Martín Alonso (1947) ya recogía Chanfle como sustantivo masculino utilizado en Argentina y Uruguay con los significados de polizonte, gendarme; 2) en México, chaflán* (v.); 3) en Cuba y S. Dgo. El golpe, obra o señal que se hace en línea oblicua o diagonal al horizonte, así se dice: "le dio chanfle" (acepción esta última que persiste incluso con valor de interjección, misma que faltaría incluir en el DRAE, sin mencionar la acepción que hace de "Chanfle" un apodo) de manera más difundida a raíz de los personajes de "Chespirito").

Faltaría incluir, sugiero, estas sí aportadas por "Chespirito" (defino por mi cuenta):

LICOR DEL 43 O VÁMONOS HACIENDO... CHAVOS

La siguiente nota acerca de la "detención" del chavo joven estudiante de Filosofía y Letras de la UNAM Sandino Bucio Dovalí (me pregunto que es de la actriz Olivia Bucio y del arquitecto Antonio Dovalí, proyectista del Viaducto Bicentenario y el último tramo del Segundo Piso del DF) escribe al final:

[...L]a comunidad de artistas y escritores de México dio a conocer un pronunciamiento para reprobar la detención del joven y expresar que "no es nuevo que un Estado persiga a los poetas, a los que hacen uso del habla, a los que se atreven a decir no sólo lo que es obvio sino lo que es posible: la potencia de los sueños y de su generación. Un país no puede existir sin una literatura que lo represente, que le dé identidad, que lo revitalice". [http://www.sinembargo.mx/29-11-2014/1180471]

Aunado a la noticia sobre el fallecimiento de Roberto Gómez Bolaños "Chespirito", esto y algo de Julio Cortazar que leí apenas esta mañana me hace pensar algunas ideas que he venido barruntando y las que quizá más de uno podría leer como justificaciones burdas, ingenuas, cuando no vacuas de lo que personalmente vengo haciendo desde mi trinchera, así de aislada, así de solitaria, así de humilde, como escritor. Dice Cortazar:

"¿De qué podemos jactarnos los escritores en este panorama en el que sólo brillan unos pocos, aislados y admirables fuegos de vivac? Nuestros libros son botellas al mar, mensajes lanzados en la inmensidad de la ignorancia y la miseria; pero ocurre que ciertas botellas terminan por llegar a destino, y es entonces que esos mensajes deben mostrar su sentido y su razón de ser, deben llevar lucidez y esperanza a quienes los están leyendo o los leerán un día. Nada podemos hacer directamente contra lo que nos separa de millones de lectores potenciales; no somos alfabetizadores ni asistentes sociales, no tenemos tierras para distribuir a los desposeídos ni medicinas para curar a los enfermos; pero en cambio [sic.] nos está dado atacar de otra manera esa coalición de los intereses foráneos y sus homólogos internos que genera y perpetúa el statu quo, o mejor aún el stand by latinoamericano. Lo digo una vez más para terminar: no estoy hablando tan sólo del combate que todo intelectual puede librar en el terreno político, sino que hablo también y sobre todo de literatura, hablo de la conciencia del que escribe y del que lee, hablo de ese enlace a veces indefinible pero siempre inequívoco que se da entre una literatura que no escamotea la realidad de su contorno y aquellos que se reconocen en ella como lectores a la vez que son llevados por ella más allá de sí mismos en el plano de la conciencia, de la visión histórica, de la política y de la estética. Sólo cuando un escritor es capaz de operar ese enlace, que es su verdadero compromiso y yo diría su razón de ser en nuestros días, sólo entonces su trabajo puramente intelectual tendrá también sentido, en la medida en que sus experiencias más vertiginosas serán recibidas con una voluntad de asimilación, de incorporación a la sensibilidad y a la cultura de quienes le han dado previamente la confianza" [CORTÁZAR, Julio. Clases de Literatura, Alfaguara, México, 2013: 303-305].

Se prepara reforma al Reglamento de Participación Ciudadana

El ayuntamiento de Naucalpan de Juárez, Estado de México, convoca a la ciudadanía a participar el sábado 22 de noviembre (mañana) en un foro de consulta ciudadana para la reforma del reglamento de Participación Ciudadana (mediante el cual se eligen la autoridad auxiliar del Delegado de Participación Ciudadana, y los Consejos de Participación Ciudadana (limitados a una función más de coordinación social).

Pienso que dicha reforma al reglamento de Participación Ciudadana debería pasar antes por la reforma de las leyes respectivas, toda vez que estas no establecen ninguna autoridad imparcial para efectos de controversia, administración y gestión electorales.

La elección de delegados y consejos de Participación Ciudadana también debería ser de atribución del Instituto Estatal Electoral y no como hasta ahora de las presidencias municipales que, por lo general, organizan y forman planillas a modo, nombran funcionarios de gobierno para fungir como funcionarios de casillas y en caso de controversia la decisión final corresponde al presidente municipal, pues el Tribunal de lo Contencioso Administrativo se declara (hay antecedentes documentados) incompetente para juzgar en la materia.

El reglamento, tal como hoy se encuentra, por más reformas que se le hagan no serán más que mero maquillaje. En los tiempos que vivimos cuando la suspicacia y desconfianza de la población en sus autoridades de gobierno y seguridad, en funcionarios públicos en general ha crispado los ánimos en más de un sentido, ES MOMENTO de dar el salto cualitativo con miras a regular lo correspondiente de manera que el escalón faltante en la construcción democrática del país llegue a la cota más elemental: el pueblo mismo, dándole las herramientas legislativas adecuadas para ejercer la democracia a plenitud y no como un juego pernicioso de simulaciones. La Participación Ciudadana es el escalón faltante y el de mayor relevancia, porque permitiría (quizá eso temen los políticos) que la ciudadanía por sí misma, en una relación de toma y daca, de cara a cara, intervenga en el control, límite y transparencia del poder municipal en todas sus instancias. Aunque hay muchos huecos, este es EL hueco más sensible y por lo mismo el que daría los elementos de "tranquilidad" a la población porque no solo tendría la sensación de ser tomada en cuenta sino de que en realidad forma parte de una democracia en ejercicio, no solo como elector contemplativo.

De la misma manera, antes de pensar en una reforma maniática de un reglamento, ha de pensarse en la reforma de las leyes relacionadas para pulir las figuras del Delegado y los Consejos, pues la diferencia de funciones, alcances, proyección, propósitos e intereses que ejercen y representan a la fecha se prestan para cochupos, transas, fraudes, suspicacias y mayor crispación ciudadana en algunas zonas, pues en vez de servir como puestos en cierto modo integradores, vinculadores, inciden en la división y esta muchas veces orquestada desde las entretelas del poder municipal.

Ha llegado la hora de pensar muy seriamente este punto y entrarle al toro. No sea que por actuar, como de costumbre y siguiendo la metáfora, a toro pasado terminemos cogidos, llamados a sorpresa a sabiendas de que ni a muleta ni capote llegamos.