Murmullos entre las ramas

VECINOS DE LOS FRACCIONAMIENTOS La Florida y Echegaray compartieron con Indicios Metropolitanos en fechas recientes su inquietud en relación a las posibles causas por las que una serie de árboles fueron podados en varias zonas de estas colonias. Indicios Metropolitanos se dio a la tarea de investigar y aclarar los rumores al respecto.

Efectivamente, entre los meses de noviembre de 2014 y los primeros días de febrero de 2015, varios árboles fueron podados en las calles de Hacienda San Nicolás Tolentino, sobre la margen del río Chico de Los Remedios en Paseo de Echegaray, entre Hacienda de Ajuluapan y Periférico; también en el fraccionamiento Echegaray Colón sobre la margen del río Hondo entre Av. San Agustín y el parque industrial Alce Blanco.

Entre los rumores y sospechas de los vecinos se ha llegado a comentar que, especialmente en lo que se refiere a la margen del río Chico que hace colindar La Florida y Echegaray, podría obedecer la poda a una “preparación del terreno” para una posible y temida construcción de un paso elevado que conecte al Viaducto Bicentenario con el Circuito Interior Mexiquense; paso que distribuiría el tránsito desde la zona del Periférico hacia El Rosario pasando por el Vaso Regulador de Cristo.

Esos rumores y otros más relacionados al caso carecen de sustento como averiguó Indicios Metropolitanos. Vecinos entrevistados aclararon con documentos en mano que la poda fue tramitada por ellos mismos de modo directo ante la Dirección de Medio Ambiente del gobierno del Estado de México, ya que la correspondiente del ayuntamiento de Naucalpan de Juárez negara todo permiso. El trámite lo realizó un grupo de colonos de las calles mencionadas, por iniciativa propia y sin que interviniera la Asociación de Colonos de Echegaray.

La explicación dada por uno de los vecinos, y como consta en los documentos provistos a Indicios Metropolitanos, fue solicitar la poda de aquellos y solo aquellos árboles más viejos y grandes, particularmente eucaliptos aunque no de forma exclusiva (también se observan jacarandás y fresnos), que significan un peligro para la comunidad toda vez que ya se han suscitado casos de caídas de ramas y árboles por causa de lluvias y vientos fuertes, ocasionando accidentes o dañando propiedad privada. Algunos de esos árboles viejos, además y aun cuando no están enfermos, presentan plagas que es necesario impedir que se propaguen.

En contraste, a decir de algunas autoridades entrevistadas, la poda obedece a una supuesta campaña estatal del gobierno de Eruviel Ávila Villegas para la prevención y cuidado del medio ambiente y no solo en las colonias citadas se ha dado una poda similar.

Vecinos declararon haber sido testigos de la utilización de una gran grúa del gobierno y de empleados de la Dirección de Medio Ambiente estatal, marcando árboles específicos, algunos de ellos con una altura máxima de alrededor de 15 metros, y efectuando su consecuente poda que, es conveniente aclarar y como explicaron los entrevistados, “no incidirá negativamente en el rebrote, crecimiento y desarrollo de los individuos arbóreos afectados”.

¡Aguas con las aguas!
Si por un lado los gobiernos estatal y municipal ponen en práctica acciones como la descrita para el cuidado del medio ambiente, por otro esos mismos gobiernos y a causa de la negligencia de algunos de sus trabajadores entran en contradicción cuando la basura resultante de podas como la narrada va a dar toda o en parte a los ríos mentados como atestiguan imágenes captadas por Indicios Metropolitanos.

Por este tipo de descuidos achacables entre otras razones a las malas costumbres de la población en general y ciertas industrias se explican inundaciones como la acontecida el 6 de julio de 2014 en el fraccionamiento La Florida (como muchas otras más, por ejemplo en Iztacalco, Chalco), donde hacía 40 años que no sucedía un percance parecido.

Como se recordará, en la fecha señalada el río Chico de Los Remedios, afluente del río de Los Remedios y que pasa por La Florida entre otras colonias, se desbordó inundando una amplia parte de la zona baja del fraccionamiento y derrumbando un puente peatonal. Varios factores explicaron el hecho: 1) una cuantiosa avenida de agua ocasionada por las fuertes lluvias y el desfogue de la presa Totolinga, donde los asentamientos humanos han reducido notablemente sus márgenes; 2) la acumulación de basura arrojada por los pobladores y las industrias; 3) la diferencia de nivel entre el sistema de drenaje, el de piso y el del lecho en las zonas ribereñas; 4) y el nulo dragado de presas, ríos y vasos reguladores a lo largo de veinte años.

Como registraron varios medios de comunicación incluido Indicios Metropolitanos desde enero y más tarde en junio de 2014, la Comisión Nacional del Agua y el Servicio Meteorológico advirtieron de la posibilidad de inundaciones muy focalizadas en varios estados de la República mexicana y concretamente, en el caso del Estado de México, la alerta se especificó para aquellas zonas habitacionales en las riberas de los ríos Chico de Los Remedios, Hondo, y Remedios dadas sus condiciones de azolvamiento; por supuesto entre ellas se mencionaba a La Florida.

Como consta a Indicios Metropolitanos, entre los meses de marzo a junio de 2014 el gobierno municipal de Naucalpan de Juárez efectuó trabajos de desazolve en el sistema de drenaje en varias de las colonias que pudieran ser potenciales víctimas de un desastre climatológico, entre ellas La Florida, pero no dragó —ni ha dragado— ríos ni el Vaso Regulador de Cristo.

Luego de la inundación, los puente peatonales afectados fueron “repuestos”: un puente peatonal que había sido derribado años atrás cuando se construyó el puente distribuidor vial sobre la avenida Gustavo Baz en el entronque con San Agustín, frente a la gasolinera, y que fuera “dejado” sobre el río en calidad de “puente alternativo” (sin barandal) se ocupó para, “remodelándolo”, convertirlo en puente “funcional”, mientras el puente original fue removido y trasladado a la posición que ocupara frente a la calle de Lirios el puente colapsado por el río embravecido. Esa parte de la margen del río Chico, del lado de La Florida, luce ahora un tramo de costalera. ¿No sería más conveniente emparejar los niveles de las márgenes del río?, se preguntan vecinos que resultaron damnificados y que a la fecha todavía no ven resarcidas sus pérdidas con base en las promesas de los gobiernos municipal y estatal.

Se sabe que, como parte de los planes de desarrollo urbano de los municipios del Estado de México, existen proyectos para entubar los ríos que cruzan Naucalpan de Juárez y Tlalnepantla —con la consecuente creación de nuevas vialidades— , los cuales no han sido autorizados además de no contar con la aprobación de las poblaciones y ayuntamientos respectivos por considerar que esa no sería la mejor solución dado que, mejor que apostar al cuidado del medio ambiente, la idea se inclina al aumento de vías de tránsito y aumento del parque vehicular so pretexto de una distribución urbana más funcional.




¡No soy tu madre!
El 6 de febrero del año en curso, el cabildo de Naucalpan de Juárez autorizó finalmente la licencia definitiva a David Sánchez Guevara para separarse del cargo de presidente municipal y aspirar a una candidatura para la diputación federal representando al Distrito 24 en la próxima 58a Legislatura. La alcalde suplente, Sandra Basáñez García (hermana del presidente municipal de Tlalnepantla, Pablo Basáñez también con licencia por el mismo motivo que Sánchez Guevara) declinó aceptar el cargo por lo cual el municipio de Naucalpan de Juárez quedará por tiempo indefinido sin responsable en el máximo cargo de gobierno, si bien está como encargado de despacho Héctor Sosa Rodríguez por ministerio de ley. El gobernador Eruviel Ávila deberá presentar una terna para que la Legislatura estatal pueda nombrar al presidente interino.

Sánchez Guevara ascendió al cargo de presidente municipal para el trienio que comenzó en enero de 2013 y debía concluir el 31 de diciembre de 2015, esto luego de haber sido diputado federal en la 57a Legislatura. En reunión con vecinos de La Florida, en el Teatro Las Torres, el 18 de diciembre de 2015 resumió su informe destacando los que considera sus logros a pesar de haber recibido el gobierno de manos de su antecesora Azucena Olivares (sobre quien pesa una demanda penal por fraude, desvío de fondos y prestaciones sindicales) en condiciones financiéramente deplorables.

Mientras resolvía algunas dudas de los vecinos justificando sus dichos y actos con los datos proporcionados días antes en su informe anual de gobierno, el hoy ex edil se refería a las señoras senectas o ancianas con la fórmula muy socorrida entre funcionarios y burócratas del sistema mexicano, mencionándolas respetuosamente como “madre”: “mira madre esto o lo otro”. En una de sus explicaciones, una señora replicó molesta y airadamente al entonces presidente municipal: “¡No soy tu madre!” a lo que siguió un momento de aplausos de la concurrencia, subrayando la desaprobación de la gente no solo respecto de la gestión sino hacia las actitudes mostradas por el ahora, otra vez, aspirante a diputado federal.

En esa misma ocasión cuando el motivo de la convocatoria fue tratar el tema de la rampa del Viaducto Bicentenario que OHL planea construir frente al fraccionamiento La Florida para el desahogo e incorporación del tránsito elevado a las laterales del periférico, el orden del día lo rompió el mismo David Sánchez Guevara que, al llegar en compañía de algunos de los funcionarios de su gabinete, aprovechó para “atender” y “resolver” reclamos y peticiones de la población. La gente reunida, molesta por el hecho, reclamó el orden del día aunque también aprovechó la oportunidad para exponer sus quejas y preocupaciones. Cuando Sánchez Guevara sintió que la reunión salía de sus manos achacó el rompimiento del orden del día a los vecinos, por lo que uno de ellos espetó a voz en cuello: “¿quién rompió el orden, David?; ¡ahora te aguantas!”.

Desahogadas las inquietudes, empleados de OHL presentaron el proyecto de la rampa a la concurrencia que se mostró inconforme, alegando variadas probables afectaciones que podría causar la obra. Como recogió Indicios Metropolitanos en su momento, a pregunta expresa de un vecino y miembro de la Comisión Técnica que ha venido analizando el proyecto del Viaducto Bicentenario desde 2010, David Sánchez Guevara afirmó: “La obra se va a hacer. Lo que corresponde es dar soluciones para mitigar las probables afectaciones de la misma sobre fraccionamientos como La Florida. Empeñarse en negar por negar una obra puede orillar a que se imponga un acto de gobierno privilegiando el beneficio de la mayoría. Considero conveniente que se retome la Comisión Técnica de vecinos que se ve está muy bien enterada de los detalles de la obra”.

Parquímetros, en el filo de la navaja
En esa misma reunión, uno de los temas más acalorados fue el relativo a los parquímetros, los que desde noviembre de 2014 han estado en medio de un estire y afloje entre la presidencia municipal y síndicos y regidores del cabildo, el cual el 31 de octubre del año pasado revocó la firma del contrato mediante el cual el gobierno de David Sánchez Guevara concesionó a la empresa Parking Meter la operación de los parquímetros y, en dos ocasiones, entonces y el 9 de enero, ha instruido la suspensión del cobro de multas a automovilistas quienes no pueden ni deben ser infraccionados por dicho concepto. La suspensión tiene carácter temporal hasta que no se efectúe la garantía constitucional de audiencia a la empresa, lo que según Héctor Sosa Rodríguez, edil encargado de despacho por ministerio de ley, tendría que haber sucedido el 28 de enero y es fecha que no es solicitada por la empresa o al menos no se ha hecho del conocimiento público, la cual sin embargo sigue recaudando lo que la población, confundida y temerosa de los abusos de policías de tránsito continúa depositando en las alcancías de los parquímetros.

A pesar de enterar el mismo Sosa Rodríguez por medio de oficios girados a las direcciones correspondientes como la de Tránsito, acatando la instrucción del cabildo, sí se han reportado casos de multas por este motivo. Indicios Metropolitanos a podido recabar testimonios en este sentido así como corroborar con declaraciones de policías de tránsito que aseguran sí estar enterados de la suspensión de las multas.

No obstante la secuencia de los hechos, la confusión en la ciudadanía persiste porque la Secretaría del Ayuntamiento ni los Consejos y Delegaciones de Participación Ciudadana (COPACI) no han informado debidamente a la población, conformándose solo con otorgar entrevistas a unos pocos medios comunicativos con declaraciones relativamente intrascendentes. ¿Cuánto ha sido lo ilegalmente recaudado desde el 9 de enero a la fecha? ¿Se dará garantía de devolución a los usuarios?¿O el gobierno municipal de Naucalpan de Juárez seguirá andando por las ramas?

Las frases del Presidente

QUE ME DISCULPE Enrique Peña Nieto​ presidente de México, pero no puedo más que coincidir esta vez (como en otras, no todas) con muchos críticos (no solo los criticones). La evidencia ahora es prueba irrefutable: los elementos significativos de un protocolo, en su sentido regla ceremonial diplomática o palatina establecida por decreto o por costumbre, no tienen su razón de ser en principios decorativos; no es adecuado a un protocolo usar un símbolo con carácter decorativo, hacerlo así revela una nula idea del valor comunicativo de elementos como una bandera, estrado, sillería, y un largo etcétera.



Las infortunadas frases pronunciadas por el presidente el 4 de febrero de 2015 durante la presentación del nuevo Secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, "ya sé que no aplauden" y "mueve la bandera para que ya pasen a entrevistarme", en tanto ocurrencias fuera de lugar y momento parecerían no dar más que para una nota anecdótica y hasta chusca como revelan los memes creados a raíz de ello. En realidad lo que conllevan, para desgracia del presidente, es la revelación del marcado interés mediático de Enrique Peña Nieto y su equipo; interés capaz de pasar por encima de lo emblemático.

Bien decía (me gusta recordarlo con frecuencia) don Jesús Reyes Heroles: en política (como en comunicación, siempre agrego) la forma es fondo, y en este caso la forma hizo estallar el fondo de la personalidad, los motivos y desatinos de un hombre común como puede ser el presidente de un país.

No lo excuso por su condición humana, al contrario, comprendiéndola y sin perder de vista el peso de lo que a medios y población, opinión pública pues puede parecer significativo, un descuido ocurrente como el registrado resulta imperdonable. ¿Quién controla los protocolos en el gobierno mexicano? ¿Hay protocolos o, desde Vicente Fox, todo se ajusta a un conjunto de caprichos mercadológicos tendientes al cuidado de una imagen pública más que al valor institucional y simbólico de las cosas y las personas?

No quiero parecer o pecar de ortodoxo en mis apreciaciones. Si algo aprecio es el rompimiento inteligente de las normas. Me parece que Enrique Peña Nieto y su equipo, por este tipo de detalles comunicacionales, está abonando a la aceleración de su desgaste político y no solo de su imagen personal, como si no tuviera bastante con los diversos problemas que tiene entre manos para resolver en tanto mandatario de una nación tan compleja como la nuestra. Contrástense otras opiniones: Pedro Ferriz de Con, Denise Dresser en "Otra vez la hora de opinar" y Brozo...

Las Relaciones Públicas piden la palabra

Julia Orayén, la edecán y playmate
del debate presidencial en 2012.
Foto y diseño: Archivo VETA Creativa
Es un vicio común creer que las Relaciones Públicas son mero recurso para el maquillaje y el lucimiento de una marca o una figura pública. Todavía hoy se cae en el error de olvidar que las Relaciones Públicas encierran toda una filosofía objetiva cuyas finalidades no son el oropel ni el relumbrón, sino fincar en la opinión y el gusto públicos lo que un producto o un personaje tiene de valioso, de beneficioso para la comunidad de consumidores de la imagen, el mensaje o el producto en sí. Las edecanes como Julia Orayén y banderas como nuestro lábaro patrio no son meros elementos decorativos por más que las primeras puedan incluso prostituirse (se dan casos) y las segundas coserse a los calzones como hacen en el vecino país del norte.

Lo que planteo no es un argumento patriotero, sino un análisis a partir del significado que, puestas en contexto, contienen las frases del presidente. Poco importa si es un neófito en tal o cual tema, si ha leído muchos o pocos libros, si confunde un autor con otro o si sabe la "o" por lo redondo. Estoy hablando de algo que va más allá de una sola persona y que debe ser cuidado por un equipo profesional de "guardaespaldas", con conocimientos de Semiótica, de comunicación institucional y mucho más; y no nada más por asistentes con una leve noción escenográfica o coreográfica, por no llamarles simples acomodadores de efectos de marquesina.

Mi crítica va más allá que al solo presidente, porque mandatarios van y vienen. Va a las instituciones mismas de la presidencia y el Congreso, con todo el tinglado y la parafernalia que suponen, y cuyos tramoyistas, vestuaristas, utileros y demás obreros apenas si consiguen preocuparse por la logística entre cajas o por debajo de los pasagatos.

Las frases del presidente, lo mismo las dichas ante el micrófono como las dichas off the record caen, más pronto que tarde, en las cuencas de los oídos prestos a captar lo impropio. La obviedad tras de "ya se que no aplauden", con toda la ingenua ironía, en el afán bromista del rompimiento del hielo, por muy simpática que pueda parecer al autor, no siempre resulta graciosa para la audiencia siempre predispuesta en buena medida por el ambiente protocolario. Es claro que una conferencia de prensa tiene como fin informar, no es una puesta en escena aunque no deja de ser un espectáculo en tanto cosa que se ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y es capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro, dolor u otros afectos más o menos vivos o nobles.

La aparente trivialidad vanidosa detrás de la instrucción "mueve la bandera para que ya pasen a entrevistarme" se presta a dobles interpretaciones, desde la que justifica el dicho en el hecho mismo de la ejecución de un objetivo concreto como puede ser el apremio para el cumplimiento de un orden del día, hasta la puntada ególatra de hacer valer la propia presencia.

Pero también poco ganan los críticos acérrimos haciendo mofa de lo sucedido o los dados a desgarrarse las vestiduras por escandalitos de poca monta. La solución para unos y otros estriba en la perspicacia, tanto de quien en un momento determinado tiene la voz, como de quienes la hacen posible en su proyección e imagen.

Harían bien presidencia, gobernaturas y presidencias municipales, los congresos y ayuntamientos en contar con un área destinada a estos menesteres comunicacionales, pero de veras comandados por especialistas y no nada más por algún periodista, abogado, administrador, mercadólogo o funcionario menor metido a imagólogo.

La comunicación, este fenómeno complejo de todos los días y toda hora, es uno evasivo, evanescente, a veces inasible que requiere de una cuidada atención a los detalles que lo componen. No basta, pues, con pararse ante un micrófono con un copete aliñado y corbata anudada y leer un discurso limpio de sandeces. No bastan la presencia impecable, la sonrisa cautivadora. Si de improvisar se trata, no es suficiente tener un conocimiento promedio sobre el tema a tratar, se hace fundamental inteligencia aplicada a la improvisación y los riesgos que esta conlleva. No basta el control de los propios nervios o el dominio de la escena. Hace falta, sobre todo, sentido común.

Un ensayo de juventud (2): Consumismo y Trabajo en la visión de El Nigromante

Libre cambio y proteccionismo fueron temas de discusión y práctica en todo el siglo XIX. Ignacio Ramírez "El Nigromante" fue indudablemente uno de los liberales más distinguidos en la segunda mitad del siglo. Un resumen de sus cartas a Guillermo Prieto y Carlos de Olaguíbel y Arista [que algunos historiadores confunden con don Francisco Modesto de Olaguíbel Martinón cuando aparentemente ni siquiera hay un parentesco conocido] escritas en 1875 [incluidas en su libro Economía política] confirma su filiación liberal al refutar las prácticas proteccionistas del estado. En ellas, Ignacio Ramírez le comenta a Prieto que en el periódico Syllabus Olaguíbel se propone tres cosas que, por su falsedad, no se puede edificar ninguna teoría sobre ellas:

  1. El gobierno debe asegurar ocupación a todos los trabajadores mexicanos.
  2. El trabajador no tiene ocupación en México por la competencia que hace a nuestra industria la industria extranjera.
  3. El gobierno debe impedir la introducción en México de efectos extranjeros o dificultar su circulación por medio de onerosos impuestos, para que así dejen libre el mercado a los productos nacionales.

La primera cuestión tiene dos soluciones desde el punto de vista de "El Nigromante": una constitucional y otra científica. La respuesta constitucional es muy sencilla: en ninguna de las obligaciones del Poder Legislativo y el Ejecutivo se descubre la de dar ocupación a los trabajadores que lo necesitan. Ni en el presupuesto hay una partida consignada a ese objeto. Ni el gobierno puede ser agricultor, industrial ni comerciante. Ni los fondos públicos alcanzarían a repartir esas "limosnas" en trabajo. Esto es tan cierto que los proteccionistas mexicanos abandonan su pretendido derecho al trabajo limitándose a pedir una protección indirecta por medio de la prohibición o del gravamen fiscal sobre ciertos efectos extranjeros.

El derecho al trabajo, considera Ramírez, no podía realizarse sino por medio del comunismo y el congreso de la época no podía decretar esa revolución social y la nación no la deseaba sino hasta que la estalló tiempo después.

Pero, si se sigue la línea de pensamiento de "El Nigromante", el derecho al trabajo ni en el comunismo tiene razón de ser, porque en el comunismo el trabajo es una obligación y no un derecho.

La segunda proposición la cuestiona Ramírez... ¿Quién causa este perjuicio? ¿El productor o el comerciante extranjero? ¿El comerciante nacional que nos trae estos efectos o bien el consumidor mexicano?

La producción extranjera, por el solo hecho de su existencia, no perjudica a ninguna a ninguna industria en el mercado mexicano y es en cambio provechosa su sola presencia en el país, a decir de Ramírez; porque ella produce millones para el erario y el movimiento de, por ejemplo, nuestra industria minera.

No hay que olvidad la lucha mercantil que no es como la mala fe la supone entre mexicanos y extranjeros, sino nada más entre mexicanos; entre mexicanos consumidores y mexicanos productores.

Cada individuo es consumidor y productor. Unos mexicanos se resuelven por sacrificarse como consumidores, otros como productores y muchos sólo se ponen de acuerdo en sacrificar a los demás. De aquí proviene, explicaba Ramírez,  la obtención de la autoridad y la libertad en las profesiones y, sobre todo, en el mercado.

La mejor situación en que podrían colocarse los proteccionistas, dice "El Nigromante", sería aquella en que la mitad de los mexicanos se compusiese de consumidores y la otra mitad de productores, la diversidad de intereses resultaría más clara. Y conmina irónicamente a figurarnos la polémica:

PRODUCTORES: Os exigimos que no consumáis efectos extranjeros.

CONSUMIDORES: Os exigimos, en cambio, que produzcáis bueno y barato.
PRODUCTORES: Producimos malo y caro; lo más que haremos será comprar instrumentos extranjeros y las materias primas, para aumentar la ganancia y para vender menos caro. Pero de todos modos nosotros monopolizaremos el mercado.
CONSUMIDORES: El mercado se compone de vendedores y compradores; como nosotros no compraremos no monopolizaremos ningún mercado. ¿Quién os da derecho para disponer de nuestro dinero?
PRODUCTORES: ¡La ley! Ya algunos especuladores y sus corredores la están formulando.
CONSUMIDORES: No cuentan con nuestra voluntad.
PRODUCTORES: Van a suponerla.
CONSUMIDORES: Pues a pesar de esa estúpida ley, no queremos vuestros detestables productos. ¿Sabéis lo que quiere decir "no queremos"? Que en el terreno de los hechos apelaremos al contrabando, a la revolución y acabaremos gastando nuestro dinero en lo que se nos antoje.
PRODUCTORES: Ocurriremos a las subvenciones y a los derechos altos.
CONSUMIDORES: Así nos robaréis algunas cantidades, nos las gozaréis vosotros; desde hoy podemos designar los capitalistas y sus agentes que se repartirán el provecho. Dad esa ley y veréis quiénes amanecen ricos. Por lo que hace a vuestros malos productos, no los queremos [...]
En efecto, el consumidor es el rey del mercado; y cuando sólo hay consumidores de orden supremo, el menor cambio en la política disipa esas industrias fantásticas que solo pueden asustar a niños.

Siendo posible la protección general, se solicita una protección especial y se obtiene. Entonces otros especuladores se llaman sacrificados por el privilegio o bien demuestran que están en el mismo caso de los protegidos; nuevo negocio para los corredores del ramo proteccionista en el Congreso; nuevas concesiones y los proteccionistas se dividirán en bandas defendiendo cada uno su negocio; y ninguno tendrá seguridad en su profesión, si no cuenta con mayoría en el Congreso.

En las cartas escritas a De Olaguíbel y Arista, Ignacio Ramírez trata el tema de la libertad de trabajo, realizando una dura crítica a la manera de ver aquél el problema e incluso menciona la estrecha relación del mismo con el anterior tópico como indica en la carta a Guillermo prieto:
[...] el legislador mexicano no tiene la obligación de dar ni de asegurar ocupación a todos los trabajadores" cuyos intereses representan; reduce ud. su pretensión a que "el Gobierno garantice la libertad de trabajo"; el problema, entonces, puede formularse en estos términos; ¿Cómo puede el gobierno garantizar lo que constitucional y económicamente se llama libertad del trabajo?

En la teoría y la práctica no se han descubierto más que dos modos para garantizar la libertad de trabajo. El primero consiste en prohibir al legislador y al Ejecutivo toda intervención en los negocios individuales, si no es en lo que constituye la jurisprudencia civil y criminal; y el segundo, en confiar exclusivamente a la autoridad judicial todas las controversias que se susciten sobre los negocios civiles y criminales.
Así, pues, lo que ud. propone es una reforma constitucional que en sustancia diga: "Para garantizar la libertad de trabajo se prohíbe la importación de efectos extranjeros".
Pero el legislador mexicano jamás se atreverá a sancionar abiertamente lo que ud. propone. ¿No percibe ud. que esa proposición envuelve dos términos contradictorios? "Para garantizar la libertad de pensar, prohíbanse los autores extranjeros. Para garantizar la libertad de cultos sólo se adorarán los ídolos aztecas. Para que los jueces no vacile sólo atenderán a una e las partes. Para impedir, en fin, la ruina de muchos, en la industria, en la agricultura y en el comercio no habrá competencia.
Ese derecho de trabajar el hombre en lo que quiera y como quiera, perjudíquese quien se perjudicare, ese derecho de arruinar a otros por medio de la concurrencia es de tal suerte fundamental para todos los negocios humanos que la historia mexicana no se compone sino de luchas en favor del libre cambio. La guerra de nuestra independencia, desnuda del oropel poético y patriotero, se propuso libertar nuestra industria, agricultura y comercio del monopolio de la España. La abolición de la esclavitud llamó a todas las castas para que en un mercado libre, según sus fuerzas generales, pudieran salir vencedoras o vencidas.

El trabajo individual tiene por objeto la utilidad
[...] Se llama capitalista un hombre que puede agregar a su propio trabajo uno acumulado. De este modo cualquier productor aislado tiene interés en dos clases de consumos diferentes: los personales y los de su oficio. De aquí proviene que, como productor, cualquier individuo está interesado en el libre cambio, por poco que su industria haya salido de rudimentaria para moverse en los complicados círculos del progreso.
La concurrencia, en un mercado, es la lid en que unos productores salen vencedores y otros vencidos. Si todos los productores sólo se presentaren en la lucha armados de su trabajo personal, siempre sería difícil la victoria, porque si los más fuertes se sobrepusieren a los más débiles, en cambio los más instruidos arroyarían a los más ignorantes y los diestros derrotarían a los torpes. ¡Cuánto más se complica la cuestión cuando se considera que los contendientes no son solo los operarios, sino principalmente los capitalistas, esto es, los gigantes de la propiedad, los hombres que se arman en el trabajo acumulado en diversas formas y cantidades!

En la guerra cada uno escoge sus armas y se aprovecha, en su propio beneficio, de las ventajas que la estrategia y la táctica le ofrecen. ¡Dichoso el que a su trabajo agrega un trabajo acumulado por la instrucción, por herencia o por cualquier otro modo! Y más feliz quien dispone de un trabajo acumulado por una industria extranjera que disfrute en el mundo de una incontestable supremacía!
[...] ninguna sociedad tiene por fundamento ni las necesidades de los mendigos ni la ambición de los arbitristas; en favor de estos se permiten las empresas aventuradas y para socorrer la indigencia se inventan mil medios, todos buenos con tal que no ataquen el principio de no intervención de la autoridad en la producción y en el consumo.
No nos hagamos ilusiones. En la conciencia de todos y de cada uno brillan estas verdades: como consumidores necesitamos lo bueno y barato aunque sea extranjero; como productores necesitamos instrumentos buenos y baratos que sólo vienen de los países extranjeros. Como productores casi siempre venceremos en la concurrencia mercantil merced a la industria extranjera y como productores no llegaremos a formar una industria nacional si no educamos a nuestros artesanos y a nuestros consumidores con el consumo, concurrencia y ejemplo de la industria extranjera.
Batiéndose en retirada los proteccionistas se refugian como baluarte en este último argumento: ¿Qué hacemos con los pobres? A los pobres les importan más el pan que la ley, la ciencia y la misma patria.