Acerca de Indicios
Hacia 2006 me inicié en la práctica de bloguero, en parte a falta de un espacio dentro de alguno de los medios establecidos y luego de varios años de haber escrito para algunos. El afán: expresarme con independencia de forma, espacio o censura.
Al comienzo creé tantos blogs como columnas y artículos había escrito o editado tiempo atrás (mismos que aún sigo en la tarea de recoger y antologar aquí mismo, de esta aventurada y maravillosa manera digital). Así surgieron las secciones de una revista sui generis, de las pocas que entonces se publicaban de este modo. La tecnología fue avanzando hasta llegar a las ventajas que nos proporciona hoy, cuando es más factible y funcional crear y administrar contenidos, ya por virtud de plantillas de diseño para páginas web menos rígidas, menos complicadas en su programación; o ya por la facilidad con que se pueden difundir los contenidos.
Al comienzo creé tantos blogs como columnas y artículos había escrito o editado tiempo atrás (mismos que aún sigo en la tarea de recoger y antologar aquí mismo, de esta aventurada y maravillosa manera digital). Así surgieron las secciones de una revista sui generis, de las pocas que entonces se publicaban de este modo. La tecnología fue avanzando hasta llegar a las ventajas que nos proporciona hoy, cuando es más factible y funcional crear y administrar contenidos, ya por virtud de plantillas de diseño para páginas web menos rígidas, menos complicadas en su programación; o ya por la facilidad con que se pueden difundir los contenidos.
Lo que comenzó siendo Indicios Magazín-e dio paso a una sección intitulada Indicios Metropolitanos, cuya finalidad era como es informar y opinar alrededor de temas locales y nacionales, entendiendo por locales aquellos que son de incumbencia de la zona geográfica que me circunscribe como habitante del Estado de México. La sección, a mediano plazo y por diversas condiciones derivó a este espacio que ahora revisas.
Opté por hacer una revista unipersonal, sin frecuencia específica, por causa de la, si no carencia, disminuida capacidad de recursos para darle un carácter más empresarial e institucional. No por egoísmo o vana egolatría, como podrían pensar los suspicaces. Lo que unos ven como una desventaja, no obstante yo lo veo como su principal virtud, pues me muestra como un individuo honesto en su libertad, inquieto, curioso, interesado en todo aquello que nos hace seres humanos, medianamente enterado que, sin ser experto, tiene la audacia de exponer su parecer, su sentir, conocimientos y experiencia con cuidado fundamento y en beneficio de la construcción de una opinión pública, creo, más sensata e informada.
La evolución es constante y demanda atención continua de quien suscribe estas palabras y las escritas en algún momento bajo alguno de mis múltiples pseudónimos, los que también quedan en el pasado para dar pie solo a uno: Santoñito Anacoreta, más descriptivo de mi situación actual, más entrañable incluso, supongo y sin que ello vaya en demérito u oculte mi identidad original como el comunicólogo y escritor que soy con todo mi nombre, propósitos y despropósitos.
Ahora, desde el 10 de marzo de 2015, Indicios Metropolitanos aglutina literalmente a todos los 23 blogs que otrora redactara de forma separada, previa selección de aquellos aún del interés de los amables lectores que desde un comienzo siguen mis ocurrencias literarias, periodísticas y ensayísticas. Se muestra entonces más organizado tanto en sus partes como en sus temáticas, presentando todo en un mismo lugar (salvo las noticias de actualidad que dependen de otro sitio asociado) para comodidad de visitantes y público cautivo. Consolida de cierto modo un sueño largamente acariciado y del que cada indicio es huella constante. ¿Qué sigue? Los planes son pocos pero concretos, y paso a paso se verá el alcance y la proyección de dicho sueño: formar un equipo con otras personas que permitan hacer del medio uno autosustentable, darle forma física parcial o totalmente como medio impreso descargable en su totalidad o en partes, que se le considere más y más como el medio serio que es, aun cuando, siendo el medio hasta ahora de un hombre solo su frecuencia de publicación esté un poco sujeta al azar cuando no al capricho o la necesidad.