MESES ATRÁS, concretamente el 3 de marzo de 2016, publiqué en estos Indicios Metropolitanos lo relativo a la inquietud de vecinos del fraccionamiento La Florida, en Naucalpan, por la probable reubicación de un colegio preescolar del domicilio que actualmente ocupa, en la esquina de Claveles y Paseo de La Florida, a la esquina de la calle Azucenas y Paseo del Verano 116.

Colonos de La Florida me denuncian que en un predio se está realizando una obra para un centro educativo. Ellos están alarmados porque no cumple con las condiciones ni de seguridad y afecta la vialidad, etcétera. Además, ahí el uso de suelo es habitacional. Es un kínder que ya existe, pero quiere hacer una primaria en otro predio. Ellos dicen que han solicitado a Desarrollo Urbano información sobre cuál es el uso de suelo actual de ese predio y no se los han querido entregar. También solicitan saber cuál fue la respuesta que dio el SEIEM (Servicios Educativos Integrados del Estado de México) —porque yo hice los tramites en el SEIEM— sobre el uso de suelo. SEIEM verbalmente dice que en la solicitud que hicieron [los propietarios del colegio] no presentaron uso de suelo; sin embargo, están haciendo gestiones y Desarrollo Urbano no ha querido tomar cartas en el asunto. Esto también está respaldado con muchas firmas de la asociación de Colonos […] Y también piden que intervenga la Comisión de Planeación de Desarrollo Municipal (COPLADEMUN), para que revise bien el asunto y no se vaya a hacer alguna obra que no cumpla con los requerimientos legales necesarios y se preste para suspicacias (ROJAS, 2016).

SEIEM: Efectivamente, la escuela que menciona realizó la solicitud del trámite de incorporación, pero no presentó el permiso de uso de suelo […], por lo mismo no prosperó el trámite, por no quedar concluido. Eso no significa que no pueda volver a hacer el trámite. Nosotros como institución no podemos negar el trámite a nadie […] Todo particular tiene derecho a iniciar el trámite.

IM: […] Según la entrevista que Indicios Metropolitanos hizo a la directora del Colegio, Laura Marcos de Silva, se tendría planeado hacer el cambio de domicilio para el período escolar que comienza en agosto. ¿Podría solicitar para entonces el trámite? 

SEIEM: No. Nosotros manejamos para incorporar el período que va de noviembre a enero. Así que la escuela tendría que esperar al período de noviembre de 2016 a enero de 2017, para incorporar el ciclo escolar 17-18 […] Pero no creo que suceda, porque ya se nos presentó un documento, al parecer una denuncia de los vecinos, en la cual se asienta que están molestos y, además, no hay las condiciones. Así que no creo que vuelva a solicitar el trámite, porque el municipio ya tiene un foco rojo al respecto. No creo que sea viable otorgar algo que los mismos vecinos no quieren. 

IM: Existiendo, como es el caso, de acuerdo con un estudio de necesidades regionales elaborado tiempo atrás por Educación Estatal, ¿cabe la posibilidad de que el colegio recurra a una instancia estatal para obtener los permisos? 

SEIEM: Sí, el estado también maneja la incorporación; pero, reitero, nosotros somos normativos y no va a obtener por otro conducto lo que el municipio no le dé. El permiso de uso de suelo lo proporciona el municipio.

Que haya otro colegio en la zona, a Rosaura Zapata, en tanto escuela pública, no nos afecta. 

La necesidad regional es real e indiscutible. Comprendo que los vecinos se inquieten porque los alumnos que atendemos no sean propios del fraccionamiento La Florida cuya población hoy es más bien de la tercera edad en su mayoría. 

En realidad, en el pasado, muy pocos niños de La Florida han pasado por la Rosaura Zapata. Aquí más bien hemos atendido a los hijos, por ejemplo, de la servidumbre de los colonos. Niños de familias oriundas de otras localidades e incluso otros municipios como el Molinito, San Rafael Chamapa, Los Remedios, Loma Linda, en general la zona poniente de Naucalpan; eventualmente Tultitlán, Atizapán, Ecatepec, lo que muestra que las escuelas, si por una parte pueden significar conflictos de movilidad, entre otras cosas, para el lugar donde se ubican por la dinámica propia, por otra parte resuelve para sus inscritos y sus familias problemas de movilidad, pues para muchos padres de condición humilde es preferible tener el colegio cerca de sus centros de trabajo que estarse desplazando grandes distancias. Entiendo que no identificar de pronto a los ajenos genere suspicacias y temor frente a los problemas de inseguridad que hoy aquejan a nuestras comunidades y de los que La Florida no está exenta, pero la necesidad existe y no es cerrando las oportunidades como mejor la resolveremos. Que el colegio puede ubicarse en otra zona de la región, también eso es cierto y es para evaluarse. 

Te voy a decir además algo que a veces los vecinos no consideran en muchos lugares y que parece increíble: la zona donde se ubica un colegio determina el nivel educativo. Es notable la diferencia que puede darse entre una escuela pública rural, una ubicada en zona popular y otra en zona residencial. El ambiente es distinto e incide en el ánimo y el aprovechamiento de los estudiantes y de los padres. 

Yo respeto mucho a los vecinos de La Florida, porque han sabido por años defender lo suyo. Me gusta que los colonos defiendan su uso de suelo, pero al mejor postor se entrega el trofeo. Por eso, si me preguntan, como vecina de la localidad, poniéndome en esos zapatos, tendría que decir que no estoy de acuerdo en que la escuela “RECREA” cambie su domicilio y amplíe sus servicios, porque sí significaría una alteración de la vida en muy específicos horarios. 

Los vecinos de La Florida, en los años que llevo aquí, han sabido dar a Naucalpan una visión del valor de lo residencial, a diferencia, por ejemplo, de lo que sucede en algunas zonas de Satélite. La Florida ha defendido sus posturas y es un ejemplo.

La Universidad […], le pese a quien le pese, está inmersa en un proceso que aniquila intelectuales y los convierte en un nuevo tipo de ser académico cuyo fin último es hacer papers sin pausa, sin poso y sin reflexión.

[…] que en la mayoría de las ocasiones, al menos en ciencias sociales, que es el ámbito que mejor conozco, no sirven para mucho, no aportan gran cosa a la sociedad y no mejoran en absoluto la realidad más próxima a los investigadores […] que los realizan (GARCÍA-QUERO, 2016)

Vázquez era de esos funcionarios que aprovechan al subalterno para todo, sin manifestarse jamás complacidos, y que se visten con las ideas de los otros. Yo decía mi parecer ingenuamente, al hablar de los negocios del Juzgado, y él soltaba después mis opiniones como si fueran suyas, con el preámbulo de siempre: “a mi humilde juicio…”.

Para hacer un estudio de los necios, en general, me bastó conocer al juez y al secretario, ya ahora ya sé que lo que cambia en los hombres es la dimensión de sus empleos, pero que el tonto o el sinvergüenza, lo mismo son de alcaldes de un pueblo que de ministros en la capital de la República (ROMERO, 1986, pág. 375).

Aunque parezca mentira y difícilmente creíble, la evolución durante las últimas décadas de las políticas públicas en el ámbito universitario […] ha generado unos incentivos perversos que están acabando con la reflexión y el pensamiento crítico en todos los niveles de la sociedad. En el sistema [educativo…] no se valora ni se fomenta en absoluto un profesorado que prepare clases, envíe trabajos a sus estudiantes y los corrija, intente enseñar más allá de los cánones establecidos, imparta charlas fuera del ámbito académico sobre cuestiones que considere importantes para formar ciudadanos con ideas propias, colabore con asociaciones u organizaciones sociales, escriba en medios divulgativos para transmitir lo que hace, o se preocupe por influir en sus entornos más cercanos (GARCÍA-QUERO, 2016).

El tema sigue en comisiones y se está trabajando con el gobierno estatal para poder acelerar el proceso para la terna del municipio.

La defensora no fue destituida, nada más separada de su cargo.

Destituir: [...] Deponer, desposeer, privar de algo. Separar a uno de su cargo. Degradar, exonerar (BASULTO, 1991).

Ser un municipio líder en la defensa de los derechos humanos a través de la efectiva promoción y protección de todos los derechos fundamentales, obteniendo una ciudadanía que participa activamente en los asuntos públicos, con mayor confianza en sus autoridades municipales y una población equitativa.