Comediantes de pastelazo o Si Tin Tan viviera

Fotomontaje: Sin Embargo.mx

ERA DE LA OPINIÓN... de que ser presidente era un asunto serio. Pero, parece que en este sexenio, como cuando en el de Vicente Fox, tendremos que aprender a relajarnos para ser felices, felices, felices con las ocurrencias, los datos contradictorios y a pesar de la incertidumbre con que nos cargan régimen, administración, expertos, críticos, simpatizantes y detractores del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Recientemente ha circulado con singular alegría y haciendo historia la mención con que el presidente se refirió a su homólogo ex presidente Felipe Calderón Hinojosa como "Comandante Borolas", esto en referencia evidente a la talla y el origen de ambos personajes oriundos de Morelia, Michoacán. Antes AMLO no llamó a Felipe Calderón "El funerario Borolas", en razón de los muertitos fruto de su "negocio" pues, desde Calderón, guste o no, parecería que viviéramos entre Los Resbalosos.



Para que disfruten un ratito y se relajen, debajo de estas líneas les compartiré esa, una de tantas películas del cine de oro mexicano en que interviniera este singular, carismático y entrañable comediante Joaquín García "Borolas" por cierto fallecido en las circunstancias más ominosas, en la indigencia resultante de su adicción al juego.

Ya el ex presidente contestó afirmando "que no le queda el saco"; pero, falta ver si, en ese ir y venir de réplicas carperas, el ex presidente hará alusiones similares, comparando el régimen actual con cintas del cine mexicano como "Nos dicen los intocables", "Nos lleva la tristeza", "Pacto de sangre", "El corrido de 'El hijo desobediente' ", "El medio pelo", "Cacería de traficantes", o la tetralogía de "Chucho el Roto", de entre las más significativas películas protagonizadas por otro López tabasqueño, Manuel López Ochoa, también recordado por encarnar a Plutarco Elías Calles en la telenovela "Senda de Gloria" de la que comparto aquí estos estupendos extractos que mueven bien a la reflexión sobre cuánto no ha cambiado la política en nuestro país, donde un Secretario de Relaciones Exteriores como Marcelo Ebrard "salva" la situación ante las presiones del gobierno estadunidense de Donald Trump, yuxtaponiendo sus funciones a las de la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero en materia de inmigración, por ejemplo; o la consideración del probable papel del narcotraficante Ismael "Mayo" Zambada en la "pacificación" del país, amnistía o no de por medio, cual si Pancho Villa.





Es importante recordar que, entre el dicho de la Secretaria de Gobernación, en el sentido de que el gobierno federal estaría "dialogando" con grupos delincuenciales del crimen organizado dispuestos a "deponer las armas" y no pelear entre ellos; la mención distractora de asociar dicha declaración a una referencia indirecta a las autodefensas en Michoacán y Guerrero, y ahora esta pachotada de AMLO, en marzo de este año tuvimos el indicio de la aparición en municipios como Naucalpan de narcomantas presumiblemente atribuidas al "Mayo" Zambada.

A comienzos de marzo de 2019 aparecieron en distintos municipios del país narcomantas
con mensajes como el mostrado en esta imagen de una vista en Naucalpan, Estado de México.
Posteriormente a su aparición los homicidios entre delincuentes se dispararon.
Si Felipe Calderón erró al dar un palo alborotando al avispero, parece que un AMLO apicultor pretende aplacarlo con cortinas de humo. Si Julio Scherer García pudo entrevistar al "Mayo" Zambada para su revista Proceso, ¿por qué se nos hace tan difícil creer la posibilidad de que el subsecretario de Gobernación Ricardo Peralta Saucedo hubiera podido contactarlo igualmente, quizá incluso a través de los nexos en Naucalpan y en general el Estado de México, cuyo gobernador, durante su campaña para hacerse con el mando de la entidad, externó a algún miembro de su círculo cercano y según pudo saber Indicios Metropolitanos por cierta fuente que, de llegar y de ser necesario, promovería combatir el derramamiento de sangre con sangre, aludiendo a los excesos del crimen organizado.

Para los lectores y seguidores de Indicios Metropolitanos quedó claro que  el espaldarazo dado por el morenista AMLO al priyista Alfredo del Mazo Maza el 25 de junio pasado fue más allá de la sola referencia al superficial "mejoramiento urbano".

Cabe preguntarnos, también marginalmente, qué indicios podrían colocar en esta nueva circunstancia al "Mayo" Zambada como un moderno Lucio Cabañas Barrientos, toda proporción guardada.

¿Qué tan cierto es que la Guardia Nacional está rebasada por el crimen organizado? ¿Qué tan cierto que no es así, como asegura el presidente? La queja y preocupación de empresarios y sociedad en general al respecto contrasta con las declaraciones oficiales o de expertos o de oportunistas. De nuevo, parece, seguimos en medio de un espejismo donde la percepción gubernamental se opone a la percepción ciudadana. Y ese, el tema de la percepción, es uno que no han podido resolver tres gobiernos sucesivos, el de Calderón, el de Peña Nieto y este de ahora y de momento. ¿Conseguirá AMLO zafarse del fantasma de la percepción? Para ello, pienso, tendría que supeditar el populismo demagógico que lo caracteriza por uno más efectivo sustentado por hechos y no por comedias de pastelazos.





Diz que no hay líderes



ES FALSO afirmar que en el mundo de hoy "no existen líderes". Sí los hay. Lo que ocurre es que la sociedad, y en especial la que nos atañe, la mexicana está tan ensimismada en sus dificultades, problemas, quejas, añoranzas, expectativas sobre o subvaluadas, que no se ha dado el tiempo ni el lugar para identificarlos, resaltarlos, ubicarlos.

Recordemos que, de acuerdo con los estudiosos del tema (y eso se supone que se los enseñan en el IPADE también), hay 9 tipos de liderazgo. No hay uno que sea el mejor, el más adecuado o idóneo para todo tipo de situación. Es la mezcla virtuosa de todos los tipos lo que permite que un grupo llegue a conseguir sus metas de manera asertiva.

Puede que no estemos de acuerdo con el tipo de liderazgo del presidente actual o del anterior, pero los líderes, a menos que sea por el uso de la fuerza, no se autonombran y eligen y erigen. El liderazgo reconocido por el conjunto es el que puede ser susceptible de ser elegido y encumbrado, por considerarlo la mayoría el más oportuno y pertinente para los fines del grupo. Eso no quita que el grupo, en tanto ente colectivo, pueda errar en su decisión o en los argumentos que la sostienen.

Una mayoría abrumadora eligió a AMLO y encumbró a muchos morenistas --chapulines o no, cada cual su conciencia-- en alcaldías y gobiernos estatales. ¿Se equivocó esa mayoría? ¿O es la desesperación, la ansiedad, el azoro, la perspectiva distinta de lo que se cree lo mejor lo que hace a la minoría no votante (entre los que me encuentro) acusar lo que nos pone en carácter de opositores al régimen y llevando a algunos (ahí sí me deslindo) a perder la objetividad y dividir a la sociedad en afiliados simpatizantes versus antipáticos reprobadores? Cada quién tiene su respuesta.

Ahí están los líderes. Véanlos. Están en los medios de comunicación, en las empresas, en las calles, como si esas figuras de antaño, a la espera inesperada de un cazador de talentos que los reconozca y les ofrezca el oro y el moro para llevarlos a la pantalla grande y a la chica y al móvil y a la postrera memoria desmemoriada de la fama.

Quizá estamos como los judíos y los musulmanes, esperando la llegada del mesías sin tener certeza siquiera de cómo lo reconoceremos a su arribo, tan escépticos como nos hemos vuelto.

Quizá estamos ilusionados con que surja de entre el fango, como por arte de magia, ese rostro, esa voz dulce y estentórea que nos subyugue con su encanto y nos dicte el camino, el único, hacia la salvación de nuestras omisiones y fallas individuales y como sociedad.

Tal vez estamos, como el anciano o el ciego, dispuestos a cruzar la calle rogando no ser atropellados o por un vehículo o por la muchedumbre, anhelando la mano tierna, solidaria, con intención benéfica de acompañarnos hasta el otro extremo del arroyo para, con el corazón en la mano, expresarle ese hondo "gracias" que traemos acogotado en el fondo de nuestro mar de angustias.

Ahí están los líderes. Actuando, no imponiéndose o vanagloriándose de sus capacidades y habilidades, de sus sueños o pretensiones. Ahí están, en la casas, las escuelas, las fábricas, el campo, haciendo con sus manos y sus pensamientos y sentir de este México nuestro una nación sobreviviente, orgullosa --a pesar de las discriminaciones entre nosotros-- de sus raíces autóctonas tanto como de las resultantes de la mixtura y el mestizaje, clave de lo que somos modernamente pues ya no hay nada puro en esta vida.

Ahí están. Son indicios de lo que podemos, de lo que queremos ser. ¿No los ven? Comulgan con nuestros valores, aunque establezcan el orden de estos en categorías distintas de prioridades. Porque los valores jamás se pierdan, contradiciendo a quienes piensan otra cosa. Porque esos valores son compartidos lo mismo por delincuentes que por la "gente buena". El ladrón honrado también murió en una cruz, según cuentan.

Los líderes que necesitamos, ahí están. Tal vez deberíamos dejar de tener miedo a los probables alacranes que imaginamos pueden estar debajo de una piedra de la que desconfiamos levantar.

Más que coincidencias

"Operativo Rastrillo" en Estado de México. Foto: Hoy Estado
PUEDEN SER MÁS que coincidencias lo que comenzamos a atestiguar los mexiquenses y que, seguro, comenzará a suceder en otros puntos de la República Mexicana en breve. Me refiero al "Operativo Rastrillo" que ha venido aplicándose en varios municipios del Estado de México, y no solamente, para desarticular a las bandas criminales.



El discurso oficial nos plantea que todo es parte de un plan de seguridad debidamente orquestado y con miras a hacer acciones mucho más organizadas y lidereadas por la incipiente Guardia Nacional, creada por iniciativa del gobierno presidido por Andrés Manuel López Obrador y con el espaldarazo legal del Congreso. El discurso extraoficial, en cambio, suscita sospechas, dudas y hasta temores.

No deja de ser "coincidencia" que el operativo se verifique a comienzos del mes de mayo, a escasos días de haber aparecido narcomantas presumiblemente atribuibles a "El Mayo" Zambada en distintas localidades del país como Tlaquepaque, en Jalisco; Naucalpan, Tlalnepantla, Ecatepec, Tecamac, en Estado de México, por mencionar algunos sitios. También resulta coincidente que en esas narcomantas se dejara ver con todas sus letras el supuesto "beneplácito", "apoyo" o "respaldo" del gobierno federal para hacer "limpieza" de criminales en las zonas donde se observaron los mensajes, varias de ellas consideradas ahora "territorio" ganado por el Cártel Nueva Generación de Jalisco tras la guerra desatada y declarada al narcotráfico por el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, michoacano (no podemos olvidar que uno de los primeros puntos del país donde se desató el terror fue justo Michoacán, donde surgieron por primera vez las "resistencias civiles" con personajes como el Dr. Mireles, uno de los líderes de las llamadas "autodefensas" y quien recientemente ha declarado su decepción frente al gobierno morenista de AMLO. En aquel entonces los enfrentamientos entre la "Familia Michoacana" y el Cártel Nueva Generación desataron el pandemonium.

José Manuel Mireles, ex líder de las autdefensas michacanas.
Foto: La verdad

También es coincidente que días atrás, inmediatamente que el Congreso aprobó la legislación para crear la Guardia Nacional, elementos de la Policía Militar se diseminaran por los municipios haciendo recorridos a pie, casa por casa, entrevistando a vecinos, tomando nota de la percepción y la experiencia en carne propia de los mismos, para determinar los puntos rojos en la seguridad de colonias, fraccionamientos, pueblos y municipios. Indicios Metropolitanos tuvo ocasión de entrevistarse con ellos en dos ocasiones.

Guardia Nacional recabando información de vecinos en Naucalpan.
Fto: Archivo Indicios Metropolitanos

Coincidente es la relación y red de conexiones entre el combate a los huachicoleros apenas comenzando el gobierno actual y el anuncio del arribo de la "vieja escuela" y la promesa de campaña de promover el "perdón". En fin, nada es gratuito en esta "cuarta transformación" de la que aun no vemos en qué derivará. Toda transformación, como toda metamorfosis, es traumática para la oruga y hasta peligrosa, y no siempre surge al final la más bella criatura. Debemos estar concientes de ello.

Mientras tanto, a algunos personajes le va mejor haciendo como que la Virgen MORENA les habla. Tal es el caso de la "obediente" o "prudente" alcaldesa de Naucalpan, ex panista, a la que las circunstancias, más que el reclamo popular, llevaron a cesar a la Directora de Seguridad y Comisaria, Leticia Romero Odriozola, sustituida temporalmente en el cargo por el encargado de despacho Arq. Lázaro Gaytán Aguirre, actual Secretario Técnico del Consejo de Seguridad de Naucalpan, con 27 años en el servicio público, más de 24 en los temas de seguridad, a decir de la alcaldesa Patricia Elisa Durán Reveles.

Comisarios entran y salen en Naucalpan.
Foto: Hoy Estado

Ante los hechos, la alcaldesa respondió a la prensa el 24 de abril, al final del cabildo itinerante en el fraccionamiento La Florida, y atribuyendo el hecho a razones presumiblemente políticas:

Definitivamente la deincuencia organizada no pone ese tipo de mantas [sic.] Imagino que han de ser reacciones a los cambios. Siempre hay reacciones a los cambios en los temas de seguridad. Y estoy segura de que van en ese sentido [...] Es difícil saber [quién las está colocando ...]. Yo me preocuparía que no hubiera reacciones, porque entonces las cosas seguirían igual.

A pregunta expresa sobre la posible presencia de "El Mayo" Zambada en Naucalpan, la alcaldesa declaró no tener conocimiento al respecto y descartó que las "narcomantas" pudieran relacionarse con el crimen organizado.

Cabildo itinerante de Naucalpan, presidido por la alcaldesa Patricia Durán.
Foto: Archivo Indicios Metropolitanos

Años atrás llegué a comentar de viva voz, y ahora lo hago en este espacio para que quede constancia, que la guerra desatada por Calderón Hinojosa y que seguía la estrategia del "efecto cucaracha" terminaría resolviéndose en el centro del país, más concretamente en el Estado de México, y alerté a más de uno a que se observara cómo "las cucarachas" se escabullían por los diversos caminos hacia los cuatro puntos cardinales, aprovechando no nada más los "huecos" geográficos sino los legales.  Quizá estamos comenzando a ver dicha solución y no será tan "pacífica" como prometiera AMLO, aunque sí, probablemente, a la vieja usanza, será más sutil.

Todo apunta a ello: los cortes divisorios del país en zonas económicas a modo de "cortinas de desarrollo" que más semejan represas contenedoras y limitantes de los caminos seguidos por las "cucarachas", para irlas encerrando en cotos concretos de poder. El modo de atajar esos caminos ha sido, parece, empleando, entre otras, estrategias "anti migrantes" en el presumible alineamiento con las políticas estadounidenses de Donald Trump, estrategias que pasan incluso por la promoción de vías de comunicación que, en su virtud comunicativa, tienen en sí mismas la finalidad de servir como barreras para el tráfico de personas y estupefacientes e incluso de ideas contrarias a los deseos de las hordas lopezobradristas crédulas o las hordas anti AMLO, tan reaccionarias y nocivas las unas como las otras. Los trenes maya y del istmo tendrían mucho más que solo un afán mercantil y financiero y de desarrollo detrás. Y qué decir del disfrazado desmantelamiento de PEMEX para apuntalar a CFE como la empresa paraestatal insignia del Mexico actual y futuro, en vista del innegable final de la Era del Petróleo a escasos 30 años de distancia, si nos atenemos a los datos duros de los expertos.

Y también, más que coincidencia, todo conecta con el papel que Latinoamérica, comenzando con Venezuela, está teniendo en el nuevo orden mundial que pretenden encabezar Rusia y China, por un lado, Estados Unidos y Europa por el otro. La guerra que ya ha comenzado calladamente en las bolsas financieras y estruendosamente en las redes sociales es solo uno de los primeros indicios de lo que vendrá a continuación, aquí y allá, y de lo que nosotros apenas somos meros pixeles del peón en un ajedrez descomunal.