NAUCALPAN, 31 de agosto.– Un estallido a causa de una explosión de gas licuado alarmó este mediodía a vecinos del fraccionamiento La Florida, en el municipio de Naucalpan, Estado de México.
El hecho ocurrió en el domicilio 322 de la calle Retorno de Bugambilias durante la mudanza de los nuevos propietarios del inmueble. Al lugar acudieron oficiales de la policía municipal registrando saldo blanco en víctimas mortales.
A decir de los propietarios, el suceso pasó al momento de solicitar los servicios de surtido de gas. Los trabajadores de la gasera Flama atendieron el llamado; sin embargo, no se percataron que o el dueño previo o el contratista de la remodelación habían dejado abierto, por prevención, las válvulas de gas. Por ello, al llenarse tanque y tuberías, parte de la instalación estalló flameando una porción de la parte posterior del inmueble.
El estallido causó espanto y preocupación entre los vecinos aledaños, en su mayoría personas ancianas.
EN EL GRUPO de este blog en Facebook, uno de los seguidores, y en cierto modo colaboradores que emplean el espacio para su promoción personal, es el ex candidato a alcalde de Naucalpan, David Parra Sánchez, de quien ya he escrito tiempo atrás en estos Indicios Metropolitanos y quien lleva rato haciendo proselitismo velado al más puro modo lopezobradorista, hecho que seguro más de uno se lo reclamará ante el instituto electoral mexiquense pertinente del IEEEM.
A mí no me molesta qué y cómo haga, para eso hice el espacio en pleno ejercicio y defensa de la expresión de las más variopintas formas de pensar y decir. A veces expongo mi opinión acerca de algo publicado por los más de 500 miembros del grupo, a veces me limito a guardar respetuosa distancia o, cuando mucho, emitir algún emoticón asaz suficiente para mostrar mi sentir sobre lo publicado.
Esta vez, David Parra y sus personeros publicaron un mensaje en el marco de la pandemia de Covid-19 que incluyo a continuación:
No quiero que se malinterprete mi emoticón (carita abrazando un corazón) debajo de la publicación (valga la horrenda cacofonía), siempre libre, de David Parra.
Me encantó, no lo retratado (imagen que abre estas líneas de ahora) ni la tergiversación de las palabras y el sentido de las mismas, escritas por Joseph Campell, en El héroe de las mil máscaras, un estudio psicoanalítico-mitológico de la fundamentación narrativa y análisis literario, hermenéutico, de mitos, leyendas y literatura en general, desde una perspectiva socio-psicoantropológica y de antropología metafísica.
Lo que me encantó es que se le haya citado, punto.
Porque detrás de sus palabras y de toda su obra descansa buena parte de la mía, de lo que hago como escritor, siendo, como es, una de mis principales influencias intelectuales y literarias.
Su obra, aun con toda su profundidad, no es para tomar o dar lecciones moralinas o motivacionales; y mucho menos para hacer publicidad anodina, etiquetando a este o a esotro de "héroes", sin ahondar en el significado esencial.
Rebajarlo a un discurso político es menospreciar su peso intelectual, cultural. No es la mejor manera de difundir su pensamiento ni de usarlo fuera de contexto.
Tomar lo que conviene de una obra es hacerla añicos para intereses mezquinos, por mucho que se los presente como nobles, desinteresados, filantrópicos o solidarios. Es hacer y mostrar una lectura superficial, simplona y reduccionista; oportunista.
Ese libro fue fundamental y detonador, para mí, al momento de escribir y editar a lo largo de 30 años el primer libro de mi zaga de novelas Laberinto bestial (su primer y hasta ahora único tomo Semillero de Indicios —no por falta de interés, ganas o ideas, como sí de sustento y liquidez despreocupantes— se liga en parte con este esfuerzo bloguero y de red social, y lo encuentran en Amazon, dicho sea de paso).
La cita mencionada ahí apuesta al típico yerro de quienes no se detienen en las entrelíneas de las obras humanas. Dando por sentado que la nobleza radica en emular a Jesucristo, Budah o Teseo en su afán por vencer al Minotauro, cuando en realidad su heroicidad no puede ser tal ni se comprende sin el hilo y el amor de Ariadna, ni la intervención de Dédalo quien, como lo interpreta el propio Cambell:
[...] es muy curioso que el mismo científico que al servicio del rey culpable había sido el cerebro que concibió el horror del laberinto, con la misma facilidad pudo servir para alcanzar la meta de la libertad. Durante siglos Dédalo ha representado el prototipo del artista científico: ese fenómeno humano curiosamente desinteresado, casi diabólico, por encima de los lazos normales del juicio social, dedicado a la moral no de su tiempo sino de su arte. Él es el héroe de los caminos del pensamiento, de corazón entero, valeroso, lleno de fe en que la verdad, cuando él la encuentre, ha de darnos libertad [v. op.cit. 30)].
Es decir, una versión más mundana de Prometeo, más similar al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México. Pero, si hemos de hablar de protagonistas y personajes de una historia como la de Naucalpan, queda claro que ni los Parra, ni Olvera, ni los Durán, ni etc., han estado a la altura de la trama, dejando cabos sueltos —ya sea por negligencia, complicidad impericia o azares del destino— como es el caso de Azucena Olivares cuyo delito pecuniario está ya muy próximo a prescribir bajo la mirada de soslayo del "principal afectado", el sindicato SUTEYM y sus trabajadores, y unas finanzas de llorar, por no mencionar otros aspectos y escenas de la novela. ¿Dónde está entonces el líder moral del sindicato, el amante de la lírica napolitana; qué de las cuentas por resolver y aclarar y que las mismas normas de transparencia se encargaron de opacar bajo el argumento legaloide de la secrecía y la confidencialidad? ¿Cómo interpretar, calificar, el silencio u omisión de los trabajadores?
Las brujas y los hechiceros de conciencias, los transformistas de voluntades, los corruptores, los traidores, los oportunistas, aun siendo personajes circunstanciales algunos, llevan el peso del thriller en la construcción de los mitos de iniciación,, de ascenso y la escatología naucalpenses, la aventura toda de quienes habitamos aquí y en México entero. Y en medio de esa poética torcida, una verdad resurge desde la cita elemental:
[...] ni siquiera tenemos que arriesgarnos solos a la aventura, porque los héroes de todos los tiempos se nos han adelantado, el laberinto se conoce meticulosamente; solo tenemos que seguir el hilo del camino del héroe. Y donde habíamos pensado encontrar algo abominable, encontraremos un dios; y donde habíamos pensado matar a otro, nos mataremos a nosotros mismos; y donde habíamos pensado que salíamos, llegaremos al centro de nuestra propia existencia; y donde habíamos pensado que estaríamos solos, estaremos con el mundo (loc.cit.).
Así, la descontextualización se vuelve un arma de los necios, sin importar su bandera, filiación o fobia, para desviar el arroyo hacia su molino y desecar las parcelas de los vecinos. Para erigirse subrepticiamente en falsas deidades para los crédulos y los idólatras.
La política, sucursal de Mitos marca ACMÉ y filial de la corporación Arietes marca AMLO, ha dado tantos productos, ha replicado y hecho tantas versiones actualizadas del Golem que ya estamos acostumbrados a nuestro rol de consumidores sempiternos de mentiras, las que vemos y tomamos como verdades indubitables. A todos damos el beneficio de la duda y la oportunidad de demostrar que son algo distinto de lo conocido y, aunque no nos convence el dicho popular, terminamos repitiéndolo resignados: más vale malo por conocido que bueno por conocer. ¿Será?
Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell y el presidente Andrés Manuel López Obrador. Foto: Milenio
Rebasado el "escenario catastrófico", el acmé de los 60 mil muertos por causa de la pandemia de Covid-19, aun creemos que los amuletos, las trampas en la senda podemos emplearlos en nuestro favor sin necesidad de armas adecuadas y precisas como el conocimiento, la duda y la crítica, en especial la autocrítica. Creemos que podemos andar el laberinto creado por el científico artista sin seguir el cable que él mismo proporcionó a Ariadna, y ahí se cifra el extravío posterior, el desencuentro de los amantes.
Por lo general, los productos de la empresa ficticia Acmé son de mala calidad y tienden a fallar, si lo sabrá López-Gatell cuya predicción se vio rebasada por la realidad, aunque estos problemas son atribuidos también al mal uso del comprador (cf. [Corporación Acme, 2020]).
Y es que el nombre de la compañía Acmé es irónico, ya que la palabra acmé deriva del griego (ακμή), cuyo significado es "el apogeo" o "el punto más alto al que se puede llegar". Muchos de los que hoy se mencionan y perfilan como aspirantes al gobierno municipal de Naucalpan en 2021 [HERNÁNDEZ, 2020] tuvieron su aparente o probado apogeo y a saber cómo lo aprovecharon o desaprovecharon. Pero, ya fueron lo que pudieron, aun cuando sus sueños de ser coronados quedaran truncos, gachos por la frustración. Si Edgar Olvera o Paty Durán aspiran a la reelección, Parra volverá por sus fueros; si van cayendo los orquestadores del arresto de David Sánchez Guevara, quizá este se vea tentado a surcar de nuevo las corrientes procelosas del Mar Estigia; y así cada cual con su meta propia en el derrotero de la aventura por el poder.
Todo, al final, es un gran mito, no por "mentira" (mala traducción del concepto), sino por lo que implica de leyenda, de legible e inteligible y, como diría Shakespeare por voz de Hamlet: "Todo el mundo es un escenario, y todos, hombres y mujeres, son meros actores. Todos tienen sus entradas y salidas, y cada hombre en su vida representa muchos papeles, siendo los actos siete edades..." (aquí un reto, para ver quién lee, que me digan la referencia exacta de esta cita). Pero, hay aspirantes ambiciosos y tozudos, que, en pos del estrellato, son capaces de entrar a destiempo, empalmar diálogos, confundir a replicantes, tramoyistas y espectadores, en vez de hacer mutis a tiempo.
EN UN ARTÍCULO reciente escrito por Mario Maldonado para El Universal, sus remembranzas, su contenido veraz sin duda, tendencioso también, acerca de los encuentros entre empresarios pomadosos y el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando candidato y después, me hizo recordar la vez que acompañé a mi padre y un grupo de ex presidentes como él de la Asociación Nacional de la Publicidad (decana de estas asociaciones del gremio) a un desayuno en el Club de Industriales. El tema a discutir: cerrarle el paso a cierto presidente en sus aspiraciones por reelegir su fórmula (no él), en el entendido de que sus acciones en su período al frente de la asociación había resultado en su detrimento, y una suma de pretextos para enriquecerse, desapareciendo la Escuela Técnica de la Publicidad para hacerse de ella y convertirla en su universidad o centro de estudios de comunicación particular donde formar a los futuros publicistas, mercadólogos y comunicadores. Me refiero a la institución educativa Centro de Estudios de Ciencias de la Comunicación que los colegas publicistas rebautizaron irónicamente Centro de Estudios de Chucho Cuevas.
En aquella reunión de la "plana pesada" y en la que, entre otros, estaban presentes dueños de medios como mi querido Francisco Ibarra López (Grupo ACIR), ex directores de publicidad y mercadotecnia de empresas como Coca-Cola Femsa (Jesús Machado), se decidió apoyar de manera uniforme a la candidata contraria, Lucía Gallart, sobrina de un ex presidente ya fallecido y muy buen amigo de mi papá, Luis Gallart, y hacer el cabildeo respectivo entre los asociados.
A mi padre y a otro ex presidente se les encomendó difundir la información delicada entre los conocidos periodistas relacionados al gremio como, por ejemplo, Guillermo Brunet que me viene a la mente.
Entonces los acompañé días después a un par de comidas con sendos periodistas especializados, columnistas en temas económicos y empresariales y ahí se les proporcionó la información seleccionada, pertinente, se les dio la "carnita", el "cebo" para que los lectores en general, patrocinadores anunciantes y asociados, supieran por medio de lo que hoy llamaríamos un influencer, es decir, un líder de opinión, enterado de primera mano, lo justo para "orientar" su opinión, pensar y sentir, en favor de una candidata y en contra del otro.
A ciencia y paciencia, las piezas del rompecabezas fueron cayendo en su sitio y la agenda fue perfilándose, fortaleciendo a una, en vez de al otro, hasta propiciar su triunfo.
De la teoría de dos pasos a la realidad intrincada
En ningún momento se pagó ni un centavo a esos periodistas ni a sus medios; no hubo chantajes ni abiertos ni cerrados, ni "sobornos" fuera de la inocente invitación a comer, conducta muy común en lo que a negociar se refiere; pero, esos periodistas conocían el peso de sus fuentes y la manera como podían influir en favorecer a sus medios en tanto empresas publicitarias. Inclinar la balanza con información objetiva y evidencia probable es también una manera de hacer política y tanto medios como quienes laboramos en ellos lo sabemos bien. Por supuesto, del otro lado el contrincante hizo lo propio.
No los podía acusar entonces ni puedo hacerlo ahora de ser "chayoteros". Porque en estricto sentido del término no lo fueron, como dudo que lo sea este joven analista Mario Maldonado, como no lo soy yo ¡y vaya que me han puesto el sambenito más de una vez!
Muchas veces quienes nos dedicamos a este oficio y profesión tenemos que arriesgar no solo el pellejo y el prestigio, sino pasar hambre literalmente (la mayoría, pocos logran amasar una regular fortuna) con tal de dar curso a cierta información que nos pueda granjear, por lo menos, ser tomados en cuenta como vaso comunicante e influyentes agentes de cambio, influencers. Por supuesto y ante todo, cumplir con nuestra finalidad y principales funciones sociales de informar y formar opinión pública. Y esto aplica lo mismo a un Joaquín López Dóriga, una Denise Maerker o un Carlos Pozos Soto "Lord Molécula". Puede ser un oficio ingrato que, para quienes tienen poder y los lectores, no deja de tener valor de un peón más en el ajedrez de la opinión pública y nos coloca a todos a veces en el gusto popular, a veces en el disgusto oficial, a veces a nivel del pasquín, a veces al nivel del Ciudadano Kane.
Pero, también es cierto que los tejes y manejes informativos pueden ser más intrincados de lo que el vulgo lector siquiera imagina.
Quienes hemos estado involucrados en estos asuntos de una u otra manera lo sabemos bien, y sabemos distinguir la información manipulada, de la empleada para manipular.
Un poco de historia paralela
Así, recuerdo algo similar cuando la vez que, allá por 2010-2012 estuve al frente de la Comisión de Comunicación de mis vecinos de La Florida y nos enteramos que los COPACI de turno pensaban dar un albazo, informando en conferencia de prensa su "autorización" al proyecto del Viaducto Bicentenario. Uno de los líderes entonces me miró preocupado, sorprendido y preguntó qué hacer. Organicé ipso facto, de manera improvisada y rápida, una conferencia de prensa aprovechando los esfuerzos de la contraparte que ya había reunido a los colegas periodistas, solo cambiamos el lugar una cuadra más adelante. El grupo se dividió y una parte atestiguó, como vecinos, los dichos de los otros sin intervenir ni generar conflicto, mientras la otra mitad preparó toda la información dura a la mano, la que se presentó luego, desbancando la atención de la prensa sobre la primera conferencia. El resultado, la opinión se inclinó en favor nuestro y al gobierno y a las empresas OHL y Rioboo no les quedó más que continuar las negociaciones, aunque no dieron su brazo a torcer en temas como la siniestra aguja de salida de incorporación de carriles centrales a laterales que hoy ya ha causado en solo un mes seis accidentes que se suman a los ocurridos, pese a nuestras advertencias, desde 2012, sea a causa del mal trazo u otras razones atribuibles a la estupidez adicional de los conductores.
Cámaras de seguridad del C-5 del Estado de México captaron por sexta ocasión un accidente en la salida de carriles centrales a laterales de Periférico Norte, en La Florida.
Entonces, los periodistas, aun cuando el público luego execra y se queja de nuestra labor, vilipendiándonos con singular alegría, más tarde que pronto terminamos siendo llamados, no a cuentas (como llegó a pretender sobre mí el entonces gobernador Enrique Peña Nieto, razón por la que desde aquellos días el ojo avisor de los gobiernos municipales, estatales y federal están sobre lo que escribo, hago y digo), sino a contar lo que pueda satisfacer los intereses de tirios o troyanos; esto para los más diversos objetivos. Y esa es la clave de las relaciones públicas.
Relaciones públicas pandémicas. Un memorial a cambio de otro
Hoy, cuando se avecinan las elecciones intermedias en el país en 2021, más de uno, político, empresario, funcionario público, líder de opinión, estadístico o hijo de vecino busca sacar agua para su molino. A veces en el empeño de simplemente aprovechar la oportunidad, a veces en el interés de hacer un bien común.
Tiempos aciagos como los que vivimos a causa de la pandemia de Covid-19 y la recesión mundial no podían ser excepcionales. Y es lo que ocurre también con propuestas como la expuesta hace poco por la asociación Fomento Cultural Torres de Satélite, A.C., presidida por el Arq. Cuauhtémoc Rodríguez, mediante una idea bosquejada por él y el Lic. Eric Geraldo Fuentes Freixanet, vicepresidente de la saliente mesa directiva de la Asociación de Colonos La Florida, A.C., del fraccionamiento que habito y que alguna ocasión llegó a señalar a este plumífero de "falso periodista", "traidor", "poco profesional", "nada objetivo" y hasta estuvo dispuesto a llegar a los golpes frente a testigos en lugar público. En los detalles se cuela el Diablo.
Pues la propuesta consiste, a ojos de unos como el Comisario Lázaro Gaytán, en intercambiar un memorial por otro. Esto es sustituyendo el actual, maltrecho y olvidado Monumento al Policía ubicado en un rincón del que llamo el "Enclave del Mosquito" (por la figura que hacen las vialidades, al norte del Parque de los Remedios, al sur de la FES Acatlán). A ojos de otros, como el arquitecto Rodríguez, mejor que sustituir, crear un memorial y no un simple monumento, casi mojón, enfrente y con el pretexto "de moda" de dedicarlo a los "héroes de la pandemia de Covid-19".
Cómo te voy a olvidar
La idea del Arq. Rodríguez, conforme a su comunicado de prensa y entrevistado por Indicios Metropolitanos es hacer, por medio del arte "un instrumento de reflexión y reconciliación colectiva, una ofrenda de paz y resignación a la memoria de las víctimas del Covid-19". Y explicó el simbolismo del proyecto que tiene entre manos y ha propuesto tanto al gobierno municipal de Naucalpan, presidido por la alcaldesa Patricia Durán Reveles, como a otras instancias particulares y oficiales, siguiendo un poco y a la mexicana lo hecho con anterioridad en España, por ejemplo.
Está inspirado en el desarrollo magistral de la sección áurea y la geometría sagrada, dónde el círculo, con un diámetro de 30 metros, es el eje rector de toda la composición. De manera proporcional, emergen hacia el cielo 7 prismas triangulares de 15 y hasta 45 metros de altura, los cuales, por su diseño pareciera que desafían a la gravedad, ya que su estructura está diseñada en comunión con el viento. En conjunto, conforman una antorcha que representa la luz que ilumina, calienta, purifica y protege.
Cabalísticamente, el número 7 está presente como referencia a la perfección con la que fue creada la vida. El color blanco hace referencia a las almas de los seres humanos que se perdieron en esta pandemia. Al centro del memorial se localizan dos estelas que parecieran estar unidas (pero, no lo están) y conforman en su remate una estrella de 7 puntas , la cual rige los valores universales. Las dos rampas integran a su vez dos cascadas, dando como resultado final el mensaje de los 4 elementos de la naturaleza, dónde la Tierra es el círculo, el Aire es el movimiento simulado de los prismas, el Fuego es el conjunto de todo el Memorial y por último el Agua que se manifiesta en las cascadas.
El "Enclave del Mosquito". La flecha indica el lugar que ocupa el Monumento al Policía, el recuadro marca el área de cerca de hectárea y media que ocuparía el memorial. Foto: Archivo Indicios Metropolitanos.
La propuesta indica como ubicación probable del memorial un terreno cercano a la parada de transporte público de la FES Acatlán, al sur de la Mega Comercial de San Mateo, y próximo al CCH. Es un terreno conocido porque en su espacio, antiguamente se ponían —qué casualidad— los circos y hoy es terreno de composta, está cercado y controlado con una puerta, lo que evitaría el vandalismo. A pregunta expresa de Indicios Metropolitanos, el Arq. expuso:
El costo aproximado es de 5 millones de pesos y buscaremos el apoyo de las empresas que estén interesadas en apoyar. Por la importancia del proyecto, no solo estará involucrado el gobierno municipal, buscamos que se integren los gobiernos estatal y federal. Es un proyecto que, por su carácter, es de trascendencia internacional. Como dicen los "Ángeles Azules": de Naucalpan para el mundillo...
En mi humilde opinión, el concepto general de la propuesta es agradable. Solo le añadiría esto: las imágenes relacionadas con el coronavirus, que hasta en círculos del maíz ha aparecido, cambiaría la idea y el significado de la estrella.
Otra cosa, la vista lateral es "peligrosa", en el sentido de que los legos tomarán como referencia "el helado" para darse cita en las inmediaciones del memorial, de hacerse. Aunque, la sinuosidad es grata. Quizás, podrían añadir al concepto los artistas Rodríguez y Fuentes Freixanet, la posibilidad de ampliar el significado complementándolo desde los cuatro lados, desde dentro y desde lo alto, dada la significación internacional (también por eso mencioné los crop circles). El otro tema es dónde ubicarlo, que luzca, signifique y no lo fastidien las inmobiliarias ni los vándalos. Indicios Metropolitanos cuestiónó al Arq. Rodríguez:
IM: ¿Será ese sitio propuesto el más adecuado? ¿Habría algún elemento adicional alrededor? ¿Impacto ecológico? Pregunto porque cerca está el Cerro de Moctezuma, zona arqueológica saqueada durante años. El Parque y Convento de los Remedios, cuevas que son hábitat de murciélagos y una amplia fauna cuya biodiversidad ya han sido afectadas por la mancha urbana, la inseguridad rampante y, además, cerca están las oficinas de la Dirección de Ecología y Medio Ambiente de Naucalpan.
CR: Solo andadores y algunos lugares de descanso y reflexión. Nada más. La iluminación estaría a cargo de nuestro amigo el Arq. Gustavo Avilés quién iluminó el Memorial a las Víctimas de la Violencia de Estado, ubicado en Chapultepec.
IM: ¿La que Jacobo Zabludovsky denominaba irónicamente la "paleta Mimí"?
IM: Cierto, pero también fue muy polémico ese memorial. Ya imagino a la gente tomando este memorial como referencia de tránsito: "nos vemos por el helado". Y, si llevare detalles oscuros, "te bajas en la parada del hot fudge".
CR: Al final estamos expuestos a la crítica y no por eso nos vamos a detener. Sobre todo por el carácter del memorial , este estará expuesto a críticas y al vandalismo como tú bien lo mencionaste.
Artistas somos y en el camino andamos
El arte, sin duda, tiene un papel fundamental en la sociedad y la historia, por muchos motivos. Nunca es pertinente, pero siempre es oportuno. Rara vez es conveniente. ¿Es conveniente proponer la construcción de un memorial en medio de la pandemia, de la recesión nacional y mundial, cuando el municipio de Naucalpan hace malabares con el presupuesto a falta de ingresos, la austeridad republicana morenista y apenas medio hace esfuerzos para "capacitar" a distancia a la población en temas como la planeación de negocios y la mercadotecnia, incubando proyectos de dudosa o nula garantía de retorno de la inversión en la forma de creación de empleos?
La idea de reflexionar sobre los "caídos" (infectados o muertos) por el Covid-19 se antoja noble, sensible, emotiva; pero, ¿es el momento de destinar 5 millones que hacen falta para paliar la hambruna que ya se instaló como consecuencia? ¿Sería mejor esperar a las cifras finales, a saber cuándo las habrá cuando aun la vacuna y la recesión van para largo?
Entre el sueño y la memoria
Recuerdo que al Arq. Antonio Dovalí, principal proyectista del Viaducto Bicentenario le cayó en pandorga que yo le dijera en una junta a puerta cerrada entre vecinos, empresas constructoras y gobierno que su "obra de relumbrón" adolecía de muchas fallas y falsas justificaciones, a pesar de la nobleza en la idea de origen como una via para el mejoramiento de la movilidad regional. "No es una obra de relumbrón", me dijo airado. Al cabo de los años se ve qué ha sido en realidad.
Hoy, la economía está parada. ¿Qué ganarían los empresarios dispuestos a invertir en el proyecto, cuando ni siquiera los gobiernos municipal, estatal y federal han dado luz de apoyos para ellos, ni siquiera fiscales? ¿La cantidad de trabajos generados, derivados y directos por ese proyecto, justificarían la obra de un memorial cuando hay carencia de medicamentos y equipamiento médico? ¿Con quién se buscaría quedar bien, con deudos o con personal médico? El coronavirus 19 no discrimina. Que es de cuidado y no se le debe menospreciar, cierto; pero, proporcionalmente no ha sido tan letal como otras pandemias a pesar de las cifras alarmantes, dicho por los especialistas, incluido el propio Dr. Epidemiólogo Hugo López-Gatell Ramírez subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del gobierno federal.
Estadísticas de la pandemia de COVID-19 actualizadas al 21 de agosto de 2020. Fuente: Universidad Johns Hopkins. Foto: Archivo Indicios Metropolitanos.
Así, cerrando el círculo mágico de las conexiones memorísticas pensemos: si consideramos el sueño (en su primera fase) como un depurador de recuerdos (sólo quedan en nuestra mente lo importante o lo más impresionante que nos haya sucedido), al no dormir no eliminamos recuerdos; es decir, no tenemos la capacidad de olvidar muchas cosas con las que no podríamos vivir si las recordamos a diario.
La pandemia actual y la recesión franca que nos envuelven nos han quitado el sueño y, como a Funes el Memorioso, la experiencia vivida nos lleva a comprender que nuestra memoria es un vaciadero de basuras, que el símbolo genérico "perro" abarca a tantos individuos dispares de diversos tamaños y diversa forma que, si a Funes le molestaba que el perro de las tres y catorce (visto de perfil) tuviera el mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (visto de frente), cabe preguntarnos si vale la pena rememorar lo hecho como lo deshecho, en el afán de reconstruir lo perdido, como si en la pérdida y en la ausencia se diera el mismo significado que en la ganancia y la presencia. No es lo mismo estar que ser, pero se necesitan ambos para existir.
A estos empresarios de ahora, quizá decepcionados por el gobierno actual, como a aquellos publicistas, o desesperados por encontrar un asidero mediante el cual paliar la crisis, el chirrión les salió por el palito o, en otras palabras, el tiro les salió por la culata. La candidata triunfadora logró que su fórmula continuara por cerca de 4 períodos, con distintas caras al frente, pero la misma tendencia, llevando a la ANP al mayor de sus declives, descrédito y, si aun flota, es porque Dios es grande. ¿Podemos decir lo mismo de México? ¿De Naucalpan?
Por oficio, leo, veo y escucho lo mismo a Sin Censura con Vicente Serrano que a Carlos Loret de Mola y me siento como ese testigo en las mesas del poder, barajando lo que dicen unos y otros, navegando entre los indicios que me hagan capaz de comprender si en verdad hay un lado de bien y otro de mal, o quizás solo son el helado y el barquillo, los cabos de una cuerda que, cuando se tocan, cierran el círculo de lo que somos para bien y para mal.