Enfila OHL batería legal contra difusores de grabaciones

junio 29, 2015 Santoñito Anacoreta 0 Comments

LA DIFUSIÓN FRAGMENTADA de grabaciones ilegales en las que se exhiben las relaciones de presuntamente corruptas y fraudulentas entre funcionarios del Estado de México y ejecutivos de la empresa OHL México ha socavado, opina la empresa, su prestigio como persona moral y el de las personas físicas que la conforman, comenzando por su presidente y ex funcionario público don José Andrés de Oteyza, dicho esto como apéndice de lo que la misma empresa está lidiando en el frente de su origen, España, donde tampoco tiene todas consigo.



De acuerdo con el reportaje basado en declaraciones del cuerpo jurídico de la empresa aparecido en el diario La Jornada este domingo 28 de junio y a decir de OHL, las grabaciones difundidas la semana pasada por diversos medios, incluidos estos Indicios Metropolitanos  mediante las redes sociales como Facebook corresponden a los procedimientos legales promovidos por la empresa Infraiber en contra del gobierno del estado de México, en lo que OHL México ha sido convocado como tercero perjudicado y por lo tanto la difusión de las mismas contraviene los derechos e intereses de la empresa además del proceso judicial. Razones estas, entre otras, que la llevan a interponer los recursos legales correspondientes contra quien resulte responsable.

Puesto entre paréntesis el caso OHL y al margen del derecho al prestigio de la marca y la imagen, los dichos y los hechos han rebasado desde el año 2010 lo meramente jurídico para colocarse en un ámbito político y de opinión e interés públicos más que solo privados.

Quizá peco de naif o de estúpido al anotar lo siguiente y tal vez hasta de pechito me pongo a ojos de un Goliat como OHL: el prestigio de la empresa ya estaba trastocado desde esos ayeres, primero en España y luego en México. El público ha estado enterado por diversos medios de ello. Las grabaciones, si bien ilegales y quien las haya efectuado tendrá que pagar las consecuencias de su infidencia, han venido a ser la gota que derramó el vaso de la tolerancia de los mexicanos hartos de decenios de corrupción.

La corrupción han querido encasillarla en el ámbito público, como si fuera un asunto exclusivo de la relación de los particulares con los funcionarios gubernamentales y en la que los pobrecitos particulares son las víctimas con apenas unos diminutos rabitos casi imposibles de ser pisados. ¡Pamplinas! Ese caso, como muchos más en diversas partes del mundo, ponen en evidencia que ni todos los empresarios son blancas palomas, ni todos los funcionarios son corruptos; que hay muchas ocasiones que entre los mismos particulares hacen sus tejes y manejes para negociar contratos favorables a sus intereses más mezquinos involucrando a todo tipo de personajes, niveles y alcances.

El funcionamiento del Viaducto Bicentenario está todos los días en boca de los ciudadanos, así de los que lo ven favorablemente como de quienes no. Y si bien tiene sus fallas, también tiene sus bondades.

Aquí lo que está en tela de juicio no es el nombre, la marca, la imagen de una empresa. Verlo desde esa perspectiva es también una manera fútil, miope y mezquina de comprender el mismo derecho que puede asistir a los quejosos, porque a fin de cuentas hay un derecho y un interés mayor que es el de la mayoría de la población afectada de un modo y otro por las obras proyectadas por OHL y sus socios, para bien o para mal.

Tal vez este que suscribe encuentre mañana una demanda en su buzón por andar de chimolero difundiendo lo que no debería. Pero alguien tiene que barrer la escalera y definitivamente creo que no soy el único. Está bien que soy alérgico al polvo y que por ello al barrer y sacudir la mugre debo usar un tapabocas, para aminorar los efectos, pero de ahí a que en las cosas públicas se me amordace so pretexto de atentar contra los derechos de una empresa hay mucha distancia. Me atrevo a asegurar que OHL tendrá que hacer una larga larga larga lista de ciudadanos de varios países para determinar a quién sí y a quién no demandar por ¿daño moral? ¡Con razón personalidades como el legislador Manlio Fabio Beltrones andan queriendo poner también en México controles sobre el Internet, para que no haya piedritas en el camino de quienes a sabiendas actúan marrulleramente al amparo de la misma ley.

No faltará el lector que diga "ay este pendejo, se puso el saco y ni siquiera está a su medida". Y puede ser que en efecto esté cometiendo el error de curarme en salud. Como sea, cuando un ente como OHL asegura que "ha hecho uso de los recursos legales a su alcance para hacer valer sus derechos y continúa las investigaciones en contra de quien resulte responsable de la intervención y difusión de estas grabaciones ilegales, así como por cualquier otro intento de desprestigio en contra de la compañía", pues lo único que puede uno pensar es "ya me chingué".

En fin, o ellos o uno, cualquiera, nos veremos el día menos pensado circulando por peculiar vía elevada y apostando a la rata ganadora y quizá esta se vea perseguida por cierto investigador privado conocido en el bajo mundo como "El Puma", con eso de que la policía está siempre en vigilia. El paréntesis queda abierto; veremos quién y cómo lo cierra.



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