MEDICINA TRADICIONAL MEXICANA


Recientemente la Universidad Autónoma de México (U.N.A.M.) presentó el resultado de un esfuerzo monumental, consistente en la construcción de una enciclopedia multimedia especializada en la medicina tradicional mexicana.
Esta enciclopedia o biblioteca (como se ha intitulado en realidad) recupera en gran medida, y superando por mucho cualquier expectativa, el enorme bagaje cultural que en cuestión de herbolaria y tratamientos curativos caracteriza a México.

Primero en su tipo, por su alcance, este ejercicio ha involucrado no sólo a académicos, médicos, informáticos, estudiantes, antropólogos, sino de manera muy particular a los curanderos o "terapeutas", los chamanes y otros personajes que a lo largo y ancho del país ejercen esta actividad considerada por muchos como marginal, cuando en realidad en muchas comunidades y regiones es la única forma institucionalizada de cuidado y procuración de la salud, especialmente entre las diversas etnias que conforman la vasta y variada población mexicana.
En esta encicplopedia puede encontrarse la información relativa a plantas, tratamientos, padecimientos, variantes, regiones de empleo, nombres originales y referencias. Por supuesto que no se trata de un manual para automedicarse ni nada parecido, ya que eso iría también en contra de los principios más elementales.
Enhorabuena por ese lanzamiento. Nos congratulamos porque de este modo la U.N.A.M, contribuye una vez más al rescate del patrimonio cultural de México y el mundo.
Probablemente a algunos de nuestros lectores les parezca extraño encontrar este artículo en este espacio. No hay razón para la extrañeza, pues este hallazgo por sí mismo es suficiente para provocar múltiples meditaciones acerca de la importancia de la salud como elemento constitutivo del ser.

No cambies (Herencias 2)

Siguiendo con la serie de "Herencias" de mi madre Maria Teresa Torres Pallares, recuerdo que de chico y todavía en la adolescencia muchos amigos y maestros me decían, admiradores de mi forma de ser (como si fuera la gran cosa), "nunca cambies". ¿Qué veían en mí que yo jamás he podido hacer suficientemente consciente? ¿Qué valoraban de mi persona que yo, ciego, no he aquilatado del mismo modo?
Pasaron los años, momentos gratos e ingratos vividos en complicidad con mi madre, haciéndose entrambos una relación simbiótica indescriptible. Un buen día sentí que había cambiado... ¿para bien?

NO CAMBIES
Durante años fui un neurótico. Era un ser angustiado, deprimido y egoísta. Y todo el mundo insistía en decirme que cambiara. Y no dejaban de recordarme lo neurótico que yo era.
Y yo me ofendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no acababa de conseguirlo por mucho que lo intentara.
Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme lo neurótico que yo estaba. Y también insistía en la necesidad de que yo cambiara. Y también con él estaba de acuerdo; y no podía sentirme ofendido con él. De manera que me sentía impotente y como atrapado.
Pero un día me dijo: "no cambies. Sigue siendo tal como eres. En realidad no importa que cambies o dejes de cambiar. Yo te quiero tal como eres y no puedo dejar de quererte".
Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música: "No cambies. No cambies... Te quiero...".
Entonces me tranquilicé. Y me sentí vivo. Y, ¡oh, maravilla!, cambié.
Ahora sé que en realidad no podía cambiar hasta encontrar a alguien que me quisiera, prescindiedo de que cambiara o dejara de cambiar.
¿Es así como tú me quieres, Dios mío?

Decretando (Herencias 1)

Con los siguientes pensamientos comienzo una pequeña serie de entregas. Hace casi siete meses murió mi madre y entre sus papeles encontré una serie de lecturas y pensamientos que le fueron dados una ocasión que tomó un breve curso de comunicación interpersonal y psicología transpersonal. Como si fueran una forma de herencia, o si se prefiere como mensajes de ultratumba, los leí acuciosamente y hoy los comparto con mis generosos lectores, entre los que se cuentan amigos y familiares.
Es probable que algunos textos les resulten conocidos y quizá incluso reconozcan o conozcan al autor. Desafortunadamente en los papeles de mi madre no están anotadas las referencias, así que me perdonarán los autores originales, para mí la autoría corresponde a la de María Teresa Torres Pallares.
MERECIMIENTO
Me lo merezco. Merezco todo lo bueno. No algo, no un poco, sino todo lo bueno. Ahora dejo atrás todos los pensamientos negativos restrictivos. Abandono y olvido las limitaciones de mis padres. Los amo y voy más allá de ellos. No soy sus opiniones neegativas, ni sus creencias limitantes. No estoy atado por ninguno de los temores o prejuicios de la sociedad actual e la que vivo. Ya no me identifico más con las limitaciones de ninguna clase.
En mi mente tengo libertad total. Ahora me muevo en un espacio nuevo de conciencia, donde estoy deseoso de verme de diferente manera. Deseo crear pensamientos nuevos sobre mí y sobre mi nueva vida. Mi pensamiento nuevo se convierte en experiencias nuevas.
Ahora sé y afirmo que soy uno con la Fuerza Próspera del Universo. Como tal, ahora prospero en muchas formas. La totalidad de las posibilidades yace en mí. Merezco la vida, una buena vida. Merezco el amor, un amor en abundancia. Merezco la buena salud. Merezco vivir confortablemente y prosperar. Merezco la alegría y la felicidad. Merezco la libertad de ser todo lo que puedo ser. Merezco más que eso. Merezco todo lo bueno.
El universo está más que deseoso de manifestar mis creencias nuevas, Acepto esta vida abundante con alegría, placer y gratitud. Soy merecedor. Lo acepto; sé que eso es verdad.