Túnel de la Serpiente Emplumada


LUIZ - Un Niño de Brasil explica a su Mamá porqué no quiere comer Animales

En la red de Facebook —que en mi experiencia viene siendo ya algo así como la cantina más frecuentada por mi ánimo— alguien publica un vídeo  donde se mira a un pequeñín brasileño conversando con su mamá, preguntando sobre lo que le ha servido en el plato para comer: pulpo con papas y arroz. El infante cuestiona a la madre sobre el pulpo, sobre la cabeza de la bestia. La madre le explica sin abundar en detalles que la cabeza es cortada en la pescadería, como a las gallinas en la pollería, para matarlos —cuida de no usar esa palabra— y el pequeño, en su inocencia cree, induce (más que deducir) con evidente indignación que “nadie come gallinas”, que nadie pues en general come animales. No concibe la muerte como un medio para el sustento de la vida.

Sí, el vídeo resulta conmovedor sin duda, como todo tipo de res-puesta semejante de una criatura. Lo interesante es que ya a tan pequeña edad maneje ciertas categorías de raciocinio (aun cuando falaces). Por ejemplo, la discriminación que hace entre seres vivos (animados) como los animales y los inanimados como los vegetales. Le preocupa la pérdida de la vida de los animales, pero no concibe siquiera que una patata, en tanto raíz, o el arroz, en tanto gramínea, también son en algún momento antes de la cocción seres vivos y ¡peor! seres de los que surge la vida.

Con todo respeto para los vegetarianos y los más extremosos, los veganos, ese tipo de inconsistencias, así, infantiles, son las que des-cansan en sus argumentaciones. ¿Válidas? Sí, en su conmovedora inocencia.

Si de veras fuéramos equitativamente compasivos ni siquiera comeríamos a las plantas. Es cuando me rebelo. La estupidez humana, no cabe duda, tiene muchas aristas y facetas.

Por ahí no han faltado quienes en su entera libertad han comentado cosas como: “el niño tiene razón” o “ojalá todos fuéramos tan lógicos como un niño”. Y no puedo más que pensar en Voltaire porque al fin y al cabo todos tenemos razón, aunque ello no signifique por fuerza que nuestro raciocinio será veraz. Aunque encantadora, la lógica en el planteamiento del infante es equivocada por naturalmente miope e inexperta. Si todos pensáramos como niños, más pronto que tarde veríamos que la vida no es tan simple en su infinita simpleza.

Panadero, a tus zapatos

En Facebook, una amistad de ánimo recalcitrante y crítica puntillosa, apunta:
Estos señores publicistas y mercadólogos a veces se pasan de veras. No contentos con echar a perder la capacidad de raciocinio de mucha gente, encima se atreven a corromper el idioma español de maneras a veces repugnantes.

Me explico:

Si digo: "Yo paseo a mi perro", "paseo" es un verbo transitivo.
¿Y cómo sabemos eso?
Porque tiene la frase "a mi perro" que funciona como un complemento directo. Sí, sé que es un razonamiento circular, pero la gramática funciona de esa manera muchas veces.
Los verbos transitivos hacen que "transite la acción" del sujeto (Yo), en este caso, al perro. El complemento directo (perro) y el verbo transitivo (paseo) dependen uno del otro para su funcionamiento en la oración. No se da el uno sin el otro.
En cambio, si digo: "Yo paseo" o "yo paseo por el parque" NO hay complemento directo; "por el parque" es un complemento circunstancial, no es complemento directo, indica el lugar (o podría indicar el tiempo, como en "yo paseo hoy") o sea, la circunstancia. Aquí hablamos entonces de un verbo intransitivo ("paseo"), pues carece de complemento directo aunque sí pueda tener un complemento circunstancial.
Como podemos ver, "paseo" es un verbo transitivo (cuando tiene el complemento directo) o intransitivo (cuando no lo tiene); ahora sí que todo depende...
Es frecuente hoy en día encontrarse con que los anunciantes dicen: "crece tu cuenta" o "crece tu dinero" o "crece tu refresco", en lugar de lo correcto que es decir: "haz crecer" ("tu dinero", "tu refresco", "tu cuenta"). En estos casos están forzando un verbo intransitivo para que se convierta en un verbo transitivo, por una mala traducción del inglés: la palabra grow puede significar "cultivar" o "crecer". "Crecer" es un verbo intransitivo, "cultivar" es un verbo transitivo. Así que es muy probable que los originales dijeran: grow your account, money, soda, esto es: "haz crecer o cultiva tu cuenta, tu dinero, tu refresco" (brincándonos el hecho de que es absurdo decir "cultiva tu refresco"); y podemos ver que "cultivar" es verbo transitivo y "cuenta", "dinero", "refresco" son en este caso complementos directos.
Pero los anunciantes se sienten respaldados por una arrogancia y soberbia incontrolables.
Ha sido mi pelea de toooooda la vida... Pero no todos caen en cuenta. ¡Albricias! Que alquien más ya hizo conciencia del mal. Esta vez seré abogado del Diablo, dado que, como el Coloso de Rodas, tengo los pies en ambas orillas.