El Desempleo del Título

EL SIGUIENTE ARTÍCULO ES DE LAS PRIMERAS ENTREGAS de mi columna "Paréntesis", que escribía originalmente bajo el pseudónimo J. Antonio Castillo de la Vega en la sección "Universo Joven" del diario El Universal. Fue publicado el viernes 8 de junio de 1990.

Hoy lo retomo, con modificaciones mínimas, no nada más con la intención de recuperar y hacer compendio de aquellos artículos de mi viejo "Paréntesis" aquí, sino de manera especial porque va a tono con uno de los argumentos que fundamentan, para bien o mal, la pugna entre dos candidatos a presidencia municipal en el municipio de Naucalpan de Juárez, de donde soy oriundo, lo que explica además el cartón que lo acompaña.




Titularse o no titularse. He ahí el dilema.

¿Qué es más levantado para el espíritu: ostentar una licenciatura, una maestría o inclusive un doctorado; o, renunciando a toda clase de prebendas hacer frente a una realidad compartida por las mayorías? Morir... Dormir... Soñar...

Ser o no ser. He aquí el asunto.

Desde épocas muy antiguas, cada hombre se ha debatido en la intimidad de su persona entre ser alguien o ser un don nadie. No importa la clase de hombre que se sea, lo importante es destacar.
Cuando somos pequeños no falta la opinión de algún adulto que aconseja: “quieres ser un bolero, bien; pero sé el mejor de todos”. (Igual podía haber dicho “quieres ser verdugo, asesina mejor que nadie”; pero ya sería el colmo del cinismo.) En fin, siempre se nos ha inculcado el afán de competencia.

Yo no digo que sea malo ni bueno. Lo cierto es que, ese afán de competencia en que se funda la connatural “necesidad” humana de sobresalir y de ser alguien de valía —y, en consecuencia, poseer algo o a alguien—ha adoptado formas muy diversas, pero la más curiosa e institucionalizada ha sido precisamente el título.

En la Enciclopedia del Idioma de Martín Alonso podemos ver los distintos significados de la palabra desde el siglo XV hasta nuestros días y resalta el hecho, nada extraño, de que siempre se ha usado en calidad de distintivo e indicación de las virtudes (o vicios) de una persona o institución.

“Bueno, ¿y a mí que me importa esta obviedad?”, dirás tú, amigo lector y puede que tengas razón. No obstante quizá no te hayas dado cuenta del poder que ejercen dos títulos en especial: el obtenido tras lagos años de estudio, después de quemarte las pestañas; y el ganado, también a pulso, en la vida diara.

Títulos nobiliarios, títulos universitarios implican títulos de propiedad. Uno se apropia el conocimiento, se apropia de una posición en la estratificada sociedad. Uno se apropia de las personas, las cosas y las ideas.

El título subraya (se cree) la dignidad. Detenta el poder. Justifica la fama. Sirve, ni duda cabe; aunque no sea más que un papel, una nota en un registro, una palabra de reconocimiento. Un diploma que, dependiendo del sistema educativo en turno (porque ya no hay monarquías más que de papel) cuesta mucho o demasiado trabajo obtener, por trabas burocráticas sobre todo.

Las ganas de ser alguien en la vida las tenemos todos; y vemos la manera de lograrlo, claro, de acuerdo a la circunstancia en que nos encontramos: quien puede (y quiere) sigue una carrera universitaria o técnica; quien no, se dedica a trabajar con ahínco. Pero uno y otro, el que puede y el que no, tarde o temprano se ven en la disyuntiva de ostentar un título o perderse en la inmensidad del anonimato. Y esto, hoy —2015, cuando retomo mis palabras— aplica casi de igual modo a la presencia en las redes sociales, donde el título en tanto referencia del perfil particular de un usuario puede ser determinante de una mediana popularidad o de la muerte virtual, tanto o más dolorosa como la muerte social.

Todo joven que se ve de pronto, un buen día, en esa disyuntiva termina angustiándose y adoptando las actitudes más disímbolas que se puede imaginar. Y esta angustia alcanza a todos los niveles, lo mismo al cerebrito o al tarado de las clase media (no se tome al pie de la letra lo que digo), que el despreocupado junior de la high, que a aquel indigente de chemo en mano.

En los últimos tiempos hemos visto crecer frente a nuestras narices una alianza que se antoja melodramática: el título se colude con el desempleo. Lo mismo hay ingenieros que trabajan vendiendo enciclopedias —algo para lo que no se prepararon—, que hay contratistas autonombrados ingenieros.

Insisto, esto en sí no es malo, tampoco es bueno. Pero ¿cómo entenderlo? ¿Qué hacer para remediar esto? Cada día somos más e insistimos en hacernos más (parece que el SIDA se ha vuelto un pretexto para picar aquí y allá, con singular pero protegida alegría). Nosotros mismos nos cerramos las puertas del desarrollo. Le echamos la culpa a todo, a todos y a nada.

Las instituciones por su parte no se ponen de acuerdo. Avanzan por un lado mientras en la sociedad lo hace por otro. Millones de estudiantes quieren ser alguien, tener un título y vivir conforme al ideal que este les promete. No obstante, algunos desesperados desertan; las razones son varias.

La situación se agrava cuando entre los mismos títulos se establece una diferencia “de clase”. Para algunos no es lo mismo egresar de tal o cual universidad que de aquello o esotra. El mercado laboral impone unas normas y hay que apegarse a ellas; quien no lo hace queda segregado.

Hay quienes dicen que es más difícil ser Señor que Licenciado. ¿Tú qué crees? ¿Tú que eres? (Pregunta tan agresiva como el eslogan de una revista.) El Paréntesis se abre. Es tu turno de opinar.

Adendo 2015, entre paréntesis...
El título del cartón humorístico obedece al hecho de que, durante un mitin de campaña, el candidato a la presidencia municipal de Naucalpan de Juárez, Edgar Olvera, en su alocución mencionó críticamente al cine mexicano, al cual considera uno de los causantes de la imagen distorsionada de los mexicanos, primero como socarrones mendaces, Pepes "El Toro", entre los pobres y los ricos, o más recientemente como los extremos rudo y cursi que se hermanan sin conseguir cerrar el círculo virtuoso del desarrollo que impulse a la nación con todas sus potencialidades.

En dicha pugna ociosa, si no, incluso, ridícula se suscitaron dimes y diretes de orden discriminatorio entre los simpatizantes de uno y otro candidatos, ya porque el priyista David Parra Sánchez reconoció apenas haber terminado la secundaria, ¡oh escándalo!; ya porque Edgar Olvera obtuvo título de Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico de Monterrey, aun cuando no es licenciado por carecer de la respectiva cédula que ampara legalmente el ejercicio de la profesión.

La educación es deseable, sí. Ayuda en el desarrollo personal y profesional, pero no es la panacea ni nos hace más o menos inteligentes cognitiva y emocionalmente. ¡Como si el título fuera garantía suficiente de que no se cometerán estupideces al momento de tomar decisiones de gobierno o profesionales! Aquí, pues, la muestra de que, como decía el poeta León Felipe, donde quiera que volteemos encontramos los mismos hombres, las mismas guerras, etcétera.

Habiendo entrevistado a Edgar Olvera al respecto de este tema, le pregunté quién de entre él y su opositor Parra era el rudo y cuál el cursi tomando en cuenta el golpeteo mediático y la campaña negra entre ambos. Me respondió visiblemente desconcertado y molesto por la pregunta. Pero con tino y a despecho de sus simpatizantes y él mismo —que en mítines y toda ocasión oportuna se han dedicado a "echar sal en la herida", sin que le vaya a la zaga David Parra—, dijo:

Edgar Olvera y Margarita Zavala
Yo no pondría ni rudo ni cursi, yo solo hablo del equipo humano y el equipo competente. Aquí no hay buenos ni malos, no hagamos películas de buenos y malos. Aquí habemos seres con defectos y virtudes y talentos, algunos partidos con más, otros con menos. Pero al final del día yo vengo a hacer una convocatoria de ciudadanos de Naucalpan para hacer un proyecto de Naucalpan… ¡No me pongas palabras en mi boca!

En el mismo tenor, pregunté a la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, presente en el mítin para dar su apoyo al candidato panista:
El autor del blog y Josefina Vázquez Mota

I.M: Si Edgar Olvera no tuviera título, ¿seguiría siendo como tú dices el mejor candidato en esta contienda electoral? 

J.V.M.: Edgar Olvera es el mejor candidato y Edgar Olvera tiene acreditados sus estudios. Lo que me parece muy lamentable son las guerras sucias, la guerra de la descalificación. Conocemos muchos liderazgos que tuvieron la oportunidad de cursar estudios, conocemos otros que no tuvieron la oportunidad de hacerlo y eso no pone en cuestionamiento su talento, su capacidad, su compromiso. 
En este caso creo que lo delicado es la denostación. Yo conozco muchísimas mexicanas y mexicanos que admiro y que respeto y que no tuvieron oportunidad de acudir a las escuelas y que merecen y están luchando por esta oportunidad. Así que Edgar es el mejor candidato, ha cumplido pero sobre todo ha hablado con la verdad que es lo más importante. 

I.M.: Entonces, Edgar Olvera, con título, sin título, con cédula o sin cédula ¿es el mejor candidato? 

J.V.M.: Edgar es el mejor candidato bajo cualquier circunstancia. Y en esta circunstancia cumpliendo y honrando la palabra que dio de haber concluido cabalmente sus estudios.

Respaldan empresarios naucalpenses a David Parra

ENTRE EL 26 Y EL 27 DE MAYO, la actividad de los candidatos en Naucalpan de Juárez y concretamente en el fraccionamiento La Florida se vio notablemente incrementada con visitas domiciliarias y mítines organizados en salones de fiestas, destacando en el esfuerzo los candidatos del PAN Angélica Moya, ex presidenta municipal y aspirante a diputada federal; Edgar Olvera, aspirante a la alcaldía; y los del PRI, Irazema González Martínes Olivares, aspirante a diputación federal, Enrique Jacob que apunta a la diputación federal, y David Parra, que apuesta a la alcaldía.

Mientras por una parte, el 26 de mayo, Edgar Olvera, el candidato panista a la presidencia municipal naucalpense, afirmó en un mítin con simpatizantes que un amplio porcentaje de la economía del municipio depende de las aportaciones fiscales de la comunidad judía avecindada y que si no fuera por ello el municipio estaría en peores condiciones económicas, por otro, un día después, en un mítin en el mismo lugar, pero en desayuno a puerta cerrada, renombrados empresarios y comerciantes rotarios de Naucalpan de Juárez declararon su abierto apoyo al candidato priyista a la presidencia municipal David Parra Sánchez y a su suplente Galo Blanco, a quienes no obstante les exigieron mayor y mejor seguridad, rendición de cuentas, transparencia, reactivación de la economía, generación de empleo, rescate de las áreas industriales, incentivos fiscales y una relación más comprometida con los sectores industriales y empresariales del municipio otrora el segundo más rico del país.

Entre los ofrecimientos de apoyo mutuo se mencionó que para el mejoramiento de las áreas, equipamiento y obras públicas, la empresa INFRA podría proveer lo necesario. A ello, Parra recalcó que su intención y parte de su propuesta y programa es que sean las empresas e industrias naucalpenses las que se vean directamente y en primer lugar beneficiadas con los proyectos municipales, y para ello ofreció hacer las modificaciones normativas pertinentes para facilitar la apertura de empresas, el crecimiento y la atracción de inversiones, pero de manera muy importante erradicar las causas de la corrupción, por lo que insistió, como en otros mítines, en conminar a ciudadanía y empresarios en general a que "ya no se coludan con la corrupción y dejen de ceder a las simulaciones del poder", dijo Parra:
Es mejor que paguen sus multas y contribuciones a través del banco o las instancias de gobierno que existen para el efecto de cobranza, en vez de caer en la trampa de malos funcionarios que solo pretenden servir de intermediarios en una larga y extorsionadora cadena de corrupción. De poco valdrá lo que podamos hacer desde adentro para modificar las cosas, si ustedes no hacen el correspondiente cambio cultural y con valentía en el mismo sentido.
Raúl Chaparro, presidente de la Asociación de Empresarios y Ciudadanos del Estado de México (ASECEM) coincidió en hacer del conocimiento de los presentes el acentuado interés de invesionistas italianos, japoneses y finlandeses por invertir en el Estado de México y de manera específica en Naucalpan de Juárez en cuyas zonas industriales reconocen un enorme potencial y de ahí también el afán de adherirse no a un partido como sí al candidato que, a su juicio, significa en tanto persona la mejor opción.

Por su parte, Carlos Rodríguez Sánchez, Gobernador Rotario del Distrito 4170 que abarca al Distrito Federal, Estado de México e Hidalgo consideró:
Los rotarios, con el pretexto a veces de que no debemos inmiscuirnos en los partidos políticos, hemos olvidado nuestra responsabilidad política de vigilar que los políticos hagan bien su trabajo.
Trabajar para los demás
En otro momento, esa noche del 27 de mayo, otro grupo de rotarios escuchó atentamente las propuestas de la candidata por MORENA, Yeidckol Polevnsky, cuya intervención abarcó en más de la mitad una especie de apología de Andrés Manuel López Obrador y la relación que la une a él, la insistencia en la suposición de que los medios se han encargado de golpear a los políticos como parte de un plan de negocios.

Uno de los empresarios cuestionó a la candidata que fuera presidenta nacional de la CANACINTRA (Cámara Nacional de la Industria de la Transformación), su propuesta en la misma línea de lo practicado en otro tiempo por Andrés Manuel López Obrador de disminuir los salarios de los altos funcionarios públicos:
¿Por qué no, mejor, en vez de solo rebajar los sueldos de los altos funcionarios públicos, propones además subir los de los mandos medios e inferiores? Pues lo que te "ahorrarías" con unos ayudaría a los otros. Esa sí sería una buena, novedosa y ejemplar forma de distribución del ingreso que reciben por fuera.
A lo que la candidata, airada e indignada respondió:
¡No! Si la idea es que ya no se reciba dinero "por fuera". ¡Esas son mordidas! El tema de los salarios de los funcionarios es uno de valores, de respeto a la ciudadanía, de decencia. No se puede ganar un dineral mientras los demás no ganan nada. Sí, a todos los de abajo hay que subirles el sueldo.
Desde la perspectiva de la candidata de MORENA, "cuando uno tiene un nivel más elevado, se está en la obligación de trabajar para los demás; queremos demostrar que sí se puede trabajar para los demás y de forma honesta, que se puede gobernar distinto".

Vamos aterrizando

LAS COLUMNAS DE LA POLÍTICA de obras públicas en que Enrique Peña Nieto fundara parte de su gobierno desde que fuera gobernador del Estado de México y ahora en la Presidencia de la República están resquebrajándose peligrosamente, por lo que el techo del edificio de sus estrategias de desarrollo se tambalea. Y quizá el titiritero detrás de este endeble tinglado sea ni más ni menos que el actual y ambicioso gobernador Eruviel Ávila, antes presidente municipal de Ecatepec. Y todo ¿por qué?


A los súper cuestionados inmuebles personales de la primera dama y colaboradores del gabinete se suman ya el presumible fraude copartita con el grupo empresarial OHL involucrado en la construcción del Viaducto Bicentenario, el último tramo del Segundo Piso del Periférico en el Distrito Federal, entre otros proyectos de infraestructura hasta en la Riviera Maya, supuesto fraude que, por lo que se ha informado en España, toca de refilón incluso a la Casa Real, siendo esta una de las resonadas causas de la debacle financiera que enfrenta el grupo empresarial que ha visto desmoronarse sus valores accionarios, aun cuando las auditorias efectuadas por la “prestigiada” firma Ernest & Young han “limpiado” la mesa.

Caso aparte pero en la misma canasta de problemas por resolver es el del nuevo aeropuerto internacional que ha volado de aquí para allá, entre las localidades de Atenco y Texcoco y el Estado de Hidalgo. Y esto sin considerar los que por razones presupuestales el gobierno federal ha elegido mantener pendientes, como los que tienen por objeto retomar la infraestructura ferrocarrilera, esa que desmantelara Ernesto Zedillo tras descabellar al sindicato.

En estos días de álgidas y agotadoras campañas —así para candidatos como para ciudadanía— noticias como la de OHL cobran importancia reveladora de los hilos que se mueven tras los bastidores del teatro político.

Es sabido —al menos por trascendidos— que Eruviel Ávila llegó al gobierno del Estado de México por las negociaciones internas en el partido, al que puso contra la pared tras amenazar contender por la gubernatura desde otra filiación política llevando consigo un abultado costal de intereses encabezados por los sindicatos —aquí la pieza clave del ajedrez es el caballo negro de David Parra Sánchez, candidato priyista a la presidencia municipal de la “joya de la corona”, Naucalpan de Juárez— y las fuerzas vivas sin descontar a la Iglesia de municipios como Ecatepec.

Aceptado el trato Atlacomulco-Ecatepec y llegado Peña al más alto cargo se imponía poner entre paréntesis, acotar a Eruviel y aquellos municipios “impíos” ya por apoyar a Eruviel o por volverse un nido de vividores o focos de conflicto. Así, no fue gratuita una de las primeras decisiones presidenciales por voz del Secretario de Hacienda Eduardo Videgaray: recorte presupuestal (nacionalmente, para que no se creyera que llevaba jiribilla) a los municipios endeudados entre los que se contaban, qué casualidad, Naucalpan de Juárez, Tlalnepantla, Ecatepec, Nezahualcóyotl. El primero —más de mi personal incumbencia— gobernado por una presidenta, Azucena Olivares —de infausta memoria— cuyo esposo deja bastante que desear y en muchos aspectos se comportó como el verdadero poder tras el trono, haciendo y deshaciendo arreglos a modo hasta el punto de provocar una pésima administración pública que llevó al gobierno municipal casi a la quiebra. Pesa aún una demanda de corte penal sobre la exedil por malversación de fondos promovida por el sindicato de los empleados del municipio —comandados ni más ni menos que por David Parra Sánchez.

Ahora bien, estas —como dije— álgidas campañas han servido más que para posicionar propuestas de solución a problemas locales, estatales y nacionales, más bien para el golpeteo por arriba y por abajo, desde, entre y dentro de los partidos y los grupos que los conforman.

Ejemplo, Naucalpan de Juárez. Siendo Peña Nieto gobernador, Azucena Olivares cerró filas con él en la esperanza de resultar favorecida política y económicamente. Cobijó entonces como su sucesor a David Sánchez Guevara para despecho de David Parra Sánchez quien, aun contando con el respaldo del munícipe Eruviel Ávila y el conjunto de las fuerzas vivas y sindicatos del Edomex, quedó “desactivado”. Ahora, un gobernador Eruviel fortalecido orilló al debilitado munícipe David Sánchez Guevara a allanar el terreno en las negociaciones y relaciones con las comunidades afectadas por la construcción del Viaducto Bicentenario desde los tiempos de la gubernatura de Enrique Peña Nieto, pero eso además implicaba que solicitara licencia anticipada al puesto de presidente municipal. De tal modo, Naucalpan de Juárez quedó descabezado meses antes de las elecciones intermedias. Por su parte, se “resarció” el daño a David Parra enfilándolo como candidato a ese mismo puesto. El premio de consolación para David Sánchez Guevara fue hacerlo candidato a diputado federal.

Con semejantes decisiones se explica también que, para frenar a Eruviel Ávila, los más altos círculos en Toluca ligados con el legendario grupo Atlacomulco optaran por proponer al Partido Acción Nacional un trato bajo la mesa: recuperar el llamado corredor azul, que incluye la “joya de la corona” que es Naucalpan de Juárez. Tres regímenes municipales pasados de corte panista administraron relativamente bien la riqueza para beneplácito de casi la mayoría, esa memoria más el hartazgo por las corrupciones y desmanes de los priyistas conducen a un corolario que se antoja suicida. En todo este entramado, las voces que hacen eco en los pasillos de Toluca —ya lo expuse aquí en otros artículos: (1) y (2)— insisten en murmurar que la elección en Naucalpan está arreglada para que quede el candidato panista, Edgar Olvera. Eso explicaría que en el box de sombras de las campañas sucias actuales personajes como el mismo hermano del candidato priyista, Gustavo Parra Sánchez, esté en el ojo del descrédito señalado como orquestador de compras de apoyos de representantes vecinales o agresiones a manifestantes opositores.

De ser lo anterior cierto, el papel de David Parra vendría a ser la del fiel de la balanza, la del vigilante que, aun teniendo el enorme aparato atrás que lo sostiene, estaría dispuesto a sacrificar su candidatura para fungir más como un elemento de presión precisamente por los intereses creados que lo respaldan aún más que por rencor o revancha.

He tenido oportunidad de entrevistar a ambos candidatos, Olvera y Parra, en más de una ocasión y me parece que, para que ocurriera lo descrito tendría que ser necesario que una mayúscula parte del voto duro priyista se orientara hacia Olvera; solo así, engrosando al voto duro panista con los indecisos (que ahora se han multiplicado por la confusión y el descontento) más los priyistas desencantados, sucedería tal cosa incluso contracorriente de lo que por ahora muestran las encuestas y sondeos de opinión.

Ahora, cambiando sin cambiar del todo el tema, pongo entre corchetes el título de este Paréntesis, porque tal vez debería intitularlo "Crónica de una novela anunciada" y enseguida explico por qué.

Crónica de una novela anunciada
Vale traer a la memoria que, en 2010, los ciudadanos que conformamos la Comisión Técnica de Vecinos de La Florida y que revisamos el proyecto de Viaducto Bicentenario, deteniéndolo por 6 meses en los que sostuvimos pláticas diversas con ‪OHL‬, SAASCAEM (dirigida entonces por el Ing. Manuel Ortiz García hoy Secretario de Agua y Obras Públicas), y el gobierno estatal representado por un negociador indicado por el mismo Enrique Peña Nieto cuando era gobernador del Estado de México, tuvimos conocimiento pleno de los planos y el proyecto originales de la obra y nos consta: 1) era elevado, 2) se tenía una solución alterna que era aterrizar (no como finalmente conseguimos que se hiciera, sino peor) para pasar de forma subterránea por debajo de Las Torres de Satélite. 3) Esto último se borró de un plumazo por razón de costos, no obstante estos se mantuvieron inflados para justificar lo que ahora ya se va ventilando en el escándalo de OHL que ya costó un par de cabezas, si bien las menos relevantes. 4) Los vecinos de La Florida hicimos los señalamientos pertinentes en su momento en representación de un conglomerado de colonias, fraccionamientos y comunidades afectadas por la obra, las que nos colocaron —con gran responsabilidad y gratitud de nuestra parte— como punta de lanza en las negociaciones, lo que a ojos del hoy presidente de la República, Azucena Olivares ex presidenta del Gobierno Municipal de Naucalpan de Juárez y el mismo Gerardo Ruiz Esparza tan Secretario de Comunicaciones entonces y ahora, como una "minoría" por convenir a sus intereses.

Es más, personalmente, en la inauguración que fui a cubrir de uno de los tramos y al entrevistar a José Andrés de Oteyza sobre su parecer respecto de las solicitudes de los vecinos, se limitó a recalcar lo que ya entonces era el pretexto discursivo para ningunear a la población: “son un grupúsculo”.
Pues tan no lo hemos sido, que en buena medida lo que ahora experimenta OHL nos coloca de nuevo en el ojo del tornado.

Recuerdo, entre paréntesis, haber cruzado palabras ese día con Ruiz Esparza que ya se retiraba en su auto. Ubicado como me tenía (y tienen) me dijo: "¿Cómo ves? Esto es para escribir un libro, ¿no?" Y sí, apenas vamos por el segundo capítulo.