RITO CHEROKEE DE PASAJE
El siguiente texto me fue enviado al correo en forma de cadena, dos días antes del fallecimiento de mi madre ocurrido el 30 de este mes. Al final invita a compartir el texto como una muestra de no haber cedido al temor y de que uno conservó la venda hasta el amanecer. De no compartirlo, dice, se ententerá que no ocurrió tal y la venda la retiró uno de los propios ojos prematuramente.
Personalmente, la venda la tengo puesta, la noche no ha terminado y no sé si resistiré.
Dios nunca le pondrá un examen de sexto grado a un niño de primero, igual con nosotros las pruebas más dificiles son puestas solo a los que sabe que son de temple. 'INDIOS CHEROKEE'
¿Conoces la leyenda del rito de pasaje, de la juventud de los indios cherokee?Su padre le lleva al bosque, con los ojos vendados y le deja solo.
Él tiene la obligación de sentarse en un tronco toda la noche y no quitar la venda hasta que los rayos del sol brillan a través de la mañana.
Él no puede pedir auxilio a nadie. Una vez que sobrevive la noche, él ya es un hombre.
Él no puede platicar a los otros muchachos acerca de esta experiencia, debido a que cada chico debe entrar en la masculinidad por su cuenta.
El niño esta naturalmente aterrorizado. Él puede oír toda clase de ruidos.
Bestias salvajes que rondan a su alrededor. Quizás algún humano le puede hacer daño.
Escucha el viento soplar y la hierba crujir, él sentado estoicamente en el tronco, sin quitarse la venda. Ya que es la única manera en que podría llegar a ser un hombre.
Por último, después de una horrible noche, el sol apareció y al quitarse la venda, fue entonces cuando descubrió a su padre sentado junto a él. Su padre veló toda la noche, para proteger a su hijo del peligro.
Así, nosotros tampoco estamos nunca solos. Aun cuando no lo sabemos, nuestro Padre Celestial esta velando por nosotros, sentado en un tronco a nuestro lado.
Cuando vienen los problemas, lo que tenemos que hacer es sólo confiar en Él.
¿Conoces la leyenda del rito de pasaje, de la juventud de los indios cherokee?Su padre le lleva al bosque, con los ojos vendados y le deja solo.
Él tiene la obligación de sentarse en un tronco toda la noche y no quitar la venda hasta que los rayos del sol brillan a través de la mañana.
Él no puede pedir auxilio a nadie. Una vez que sobrevive la noche, él ya es un hombre.
Él no puede platicar a los otros muchachos acerca de esta experiencia, debido a que cada chico debe entrar en la masculinidad por su cuenta.
El niño esta naturalmente aterrorizado. Él puede oír toda clase de ruidos.
Bestias salvajes que rondan a su alrededor. Quizás algún humano le puede hacer daño.
Escucha el viento soplar y la hierba crujir, él sentado estoicamente en el tronco, sin quitarse la venda. Ya que es la única manera en que podría llegar a ser un hombre.
Por último, después de una horrible noche, el sol apareció y al quitarse la venda, fue entonces cuando descubrió a su padre sentado junto a él. Su padre veló toda la noche, para proteger a su hijo del peligro.
Así, nosotros tampoco estamos nunca solos. Aun cuando no lo sabemos, nuestro Padre Celestial esta velando por nosotros, sentado en un tronco a nuestro lado.
Cuando vienen los problemas, lo que tenemos que hacer es sólo confiar en Él.
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