Lenguaracias de la pandemia

diciembre 27, 2021 Santoñito Anacoreta 0 Comments


CON MIRAS al Día de los Inocentes este 28 de diciembre, no se vayan a dejar sorprender, pues ese día y ya desde hace tiempo se ha vuelto la fecha predilecta para la difusión y diseminación de noticias falsas de toda índole, nuevas o viejas, en broma o con toda mala y perversa intención, y gracias a la potencia que nos dan a los ciudadanos del mundo las redes sociales, tan benditas como malditas, según se las vea o utilice.
Si ya nos venía azorando la celeridad con que se han dado en estos dos años y pico avances y descubrimientos en ciencia, profusión de noticias diversas y apabullamiento de la conciencia por intermediación de las redes sociales, en temas de lingüística y comunicación el vasallaje no ha sido menor, y de ahí el título de este ensayo a partir de un neologismo a propósito derivado del vocablo lenguaraz y so pena de ser tachado de tal lo contenido enseguida.
Probablemente a mediados de 2021 se hayan enterado de que la Real Academia de la Lengua "agregó" nuevas palabras "viralizadas" como efecto de pandémico. Esa fue una noticia no falsa, pero no cierta, para citar a la ya clásica Ana Elizabeth García Vilchis de infausta memoria gracias a su indigna dejadez lambiscona como participante de la sección "Quién es quién en las mentiras" del show de "La Mañanera" que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador como parte de su ejercicio de comunicación institucional.
La susodicha noticia anotaba y cito [apuntes míos]:
Debido a la pandemia, la Real Academia Española (RAE) ha aceptado varias palabras que tienen relación con el coronavirus. Algunas de ellas son: 
  • Covidemia
  • Covidcidio
  • Covidilios
  • Covidesco
  • Covidfobia
  • Covidianidad
  • Covidioma
Sin embargo, la palabra que más llamó la atención dentro de las aceptadas para utilizar en la lengua hispanohablante [sic., la lengua no puede ser sino hispana e hispanohablante lo es quien la emplea como propia o materna] es covidiota.
Esta "covidiota" [Covidiota, 2021] es una palabra a la que además, en México, se le han dado más connotaciones hasta políticas de las propiamente expuestas con valor denotativo en tanto "persona que se niega a cumplir las normas sanitarias dictadas para evitar el contagio del covid".
Lo que no indicaba la noticia era que el hecho se trataba de una recopilación de usos recientes, en "tiempo real" como parte del modernísimo esfuerzo de la RAE para ir conformando el Diccionario Histórico de la Lengua. Esfuerzo que derivó en una serie de asientos puntuales para dejar registro de la evolución léxica respectiva.


Al principio, consideré un exceso la sola idea y califiqué en mi fuero interno de falsa la información, después de todo, contenidos semejantes han ocasionado que Facebook y su equipo de "revisores" intervengan al punto que el grupo de este blog ahí ahora bajara de categoría por permitir yo, en tanto creador y administrador, que alguno de los miembros compartiera una noticia falsa según verificación de la agencia AP que también incluí para contraste (se dice el pecado, pero no el pecador); sin embargo, el indicio lo mantengo en el historial porque personalmente prefiero eso, en una sana pedagogía liberal de los lectores, a ejercer el papel de censor a mansalva.
Por otra parte, es común que palabras, sobre todo neologismos, surjan, vayan y vengan con singular alegría en el uso popular, sin que ello signifique una panacea lingüística, a menos que, como los virus, sufran mutaciones tales que permitan su convivencia adaptativa con el resto del léxico, así sea por un período relativamente breve, con efectos transculturales, como indicios de carácter histórico y no solo resultantes de ocurrencias vulgares, cotidianas ceñidas al caló o jergas especializadas.
Una revisión somera bastaba para considerar el dato como falso al principio. Remitirse al sitio de la Real Academia de la Lengua, hacer la consabida búsqueda para encontrar la respuesta mostrada en la imagen que sirve de portada a este artículo o esta otra, abajo, adentrándonos en las noticias que suele publicar la RAE como parte de la divulgación de sus trabajos, y entre las que a lo largo de la pandemia pudimos observar indicios fascinantes acerca de los usos actualizados y novedades de palabras variopintas como "cuarentena", "contagio" y un largo etcétera, por no mencionar la inclusión en el diccionario regular de neologismos asociados a los actos y decires resultantes de la circunstancia sanitaria, tecnológica y económica global como "webinario", entre muchas otras. Podemos decir entonces, que entre las consecuencias buenas que ha traído el bicho está la revitalización de la Lengua Española, mejorando su tasa de inmunidad, resiliencia y plasticidad frente y en combinación con otras lenguas. 



Otras noticias

En medio del marasmo, encierro y parálisis en que hemos estado imbuidos desde finales de 2019, un par de noticias pasaron algo inadvertidas, una fue el reciente fallecimiento del insigne lexicógrafo Manuel Seco, el 16 de diciembre pasado, cuya obra nos ha servido a muchos no solo para nuestro desempeño literario o docente, sino en general para la solución de dudas sobre los usos y abusos que solemos hacer de nuestro idioma.
La segunda, no menor, se refiere a la participación de Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española, en la firma del Protocolo general de colaboración para el fomento de un lenguaje jurídico moderno y accesible para la ciudadanía. El acto, celebrado en el palacio de Parcent en Madrid, consolidó el compromiso de las principales instituciones estatales del ámbito de la justicia con la clarificación del lenguaje y su accesibilidad a todos los ciudadanos como establece la Constitución, por lo pronto en España. Es deseable que esto mismo ocurra por extensión en el resto de los países hispanohablantes pues es más que cierto, grosero y hasta grotesco que la propia jerga jurídica haya servido por siglos para sentar las bases de la segregación y la injusticia, por causa de anacronismos, referencialidad intraducible (ejemplo, lo que padecen las múltiples etnias latinoamericanas) y una gramática cuya lógica parecería estar más pensada para confundir que para dar certeza jurídica.
Ya bien nos compartía sus buenos deseos a mediados del 2020 el académico y ex director de la RAE Darío Villanueva, al menos desde la perspectiva del lenguaje:
Me parece detectar ya indicios de que el covid está neutralizando un fenómeno terrible que cada vez parecía que ganaba más espacio, que se extendía rápidamente por contagio (como el virus): la pérdida de significado de las palabras. La palabrería hueca sin referencia clara a la realidad, y sobre todo ausente de ese principio básico de toda comunicación verbal que es la veracidad: la correspondencia entre la palabra y la cosa. Recuperar ese significado trae consigo lo que mi admirado compañero de la RAE Antonio Muñoz Molina calificaba en un último artículo “el regreso del conocimiento”. Porque “la realidad nos ha forzado a situarnos en el terreno hasta ahora muy descuidado de los hechos: los hechos que se pueden comprobar y confirmar para no confundirlos con delirios o mentiras”.
La posverdad, que es una forma de mentira, estaba instalada en el lenguaje de los políticos, que ya no se cortaban un pelo en decir una cosa pensando la contraria, o decir una cosa hoy y otra opuesta mañana.
[…]  Este apocalipsis de la veracidad verbal puede acabar; debe acabar; ojalá que se lo lleve el covid. Las palabras van a tener que recuperar en su uso el significado pleno; que ya no se pueda hacer malabarismos falaces con ellas.
Este apocalipsis de la veracidad verbal puede acabar; debe acabar; ojalá que se lo lleve el covid.
Y también puede que se frene la tendencia al eufemismo y la mentira piadosa o, peor, intencionada, a esa censura del lenguaje que se llama corrección política.
[…] Ojalá no quepan ya más juegos censoriales contra las palabras “fuertes”, porque una realidad dramática, implacable, inmisericorde reclamará ser denominada por su propio nombre.
Mirando las tendencias, las vaciladas con que nos salen nuestro tabasqueño presidente y tantos más, de corazón deseo que esos de Villanueva no se queden solo en eso, deseos, y en la transformación global que está en marcha, sean indicios de buena ventura para la especie humana y el mundo hispanohablante. Que palabras como puto o esputo ya no espanten, no nada más a la FIFA, por sus sonidos y menos por sus abusos, que los hay, sin duda, la primera como ofensa genérica, la segunda como arrabalera indolencia capaz de extender el contagio no solo de gérmenes sino de malos hábitos. Que palabras como la propia covid no sirvan de pretexto para la censura de contenidos en redes sociales y buscadores basados en algoritmos de inteligencia artificial en ciernes. Y que hombres y mujeres e intermedios entiendan ya, de una vez por todas, que el lenguaje tiene más capacidad para unir que para separar, para multiplicar que para dividir y no es sumando ocurrencias simplonas y vanas, o siglas a modo de constructo complejo, como desde la lengua se van a reparar las injusticias, las desavenencias, las confusiones individuales o de grupo. Pues la lengua no hace ley ni moral, aunque en su registro gramático pueda incidir en normar su fundamento.
Que a todo se lo lleve el covid, sí, como a las palabras se las lleva el viento. 

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Referencias

  • RAE (2020, 13 de abril). "La RAE impulsa el «Diccionario histórico de la lengua española» con una Red Panhispánica de colaboradores". Publicado por la Real Academia de la Lengua, España. Recuperado desde https://www.rae.es/noticia/la-rae-impulsa-el-diccionario-historico-de-la-lengua-espanola-con-una-red-panhispanica-de, 26 de diciembre de 2021.
  • RAE (2019, 7 de marzo). "El «Nuevo diccionario histórico del español» pone a disposición de los usuarios la consulta de nuevos artículos". Publicado por la Real Academia de la Lengua, España. Recuperado desde https://www.rae.es/noticia/el-nuevo-diccionario-historico-del-espanol-pone-disposicion-de-los-usuarios-la-consulta-de, 26 de diciembre de 2021.
  • RAE (2020, 13 de marzo). "Crisis del COVID-19: apuntes sobre «pandemia» en la lengua española". Publicado por la Real Academia de la Lengua, España. Recuperado desde https://www.rae.es/noticia/crisis-del-covid-19-apuntes-sobre-pandemia-en-la-lengua-espanola, 26 de diciembre de 2021.
  • RAE (2020, 31 de diciembre). "Las palabras del año en el universo hispanohablante". Publicado por la Real Academia de la Lengua, España. Recuperado desde https://www.rae.es/noticia/las-palabras-del-ano-en-el-universo-hispanohablante
  • VILLANUEVA, Darío. "Virus y palabras", en columna "Viajar con las palabras", publicado por Real Academia de la Lengua, España. Recuperado desde https://www.rae.es/noticia/dario-villanueva-virus-y-palabras
  • RAE (2020, 19 de marzo). "Crisis del COVID-19: apuntes sobre «cuarentena» en la lengua española". Publicado por la Real Academia de la Lengua, España. Recuperado desde https://www.rae.es/noticia/crisis-del-covid-19-apuntes-sobre-cuarentena-en-la-lengua-espanola, 26 de diciembre de 2021.
  • BECERRA, J.P. (2020, 15 de agosto). "Los «covidiotas», sus amenazas y 49 mil muertos por venir…". Publicado por El Universal, México. Recuperado desde https://www.eluniversal.com.mx/opinion/juan-pablo-becerra-acosta-m/los-covidiotas-sus-amenazas-y-49-mil-muertos-por-venir, 27 de diciembre de 2021.
  • Covidiota, 2021, 31 de marzo. Entrada incluida en el Diccionario Histórico de la Real Academia de la Lengua, España. Recuperado desde https://www.rae.es/dhle/covidiota. Consulta: 26/12/2021.

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