Windows Colapsa: ¿Estamos Ante el Comienzo del Reseteo Global?
ERA DE LA OPINIÓN…, y sigo siéndolo, de que no hay casualidades, coincidencias, sino causalidades.
Para mí, esta "caída" de #Microsoft #CrowdStrike #windows, anunciada y finalmente ocurrida hoy, es un indicio más de lo que desde 2015 hemos venido observando como preludio de lo que viene hacia el 2030: el #reseteo #ReseteoMundial. No puedo evitar recordar aquel año en el que Bill Gates, junto con otros personajes "oscuros", participó en un experimento sobre una pandemia y sus consecuencias. La pandemia ocurrió, frenó la economía, algo necesario para acomodar las piezas y detonar lo siguiente en el ámbito geopolítico, incluyendo la guerra de Ucrania.
La recesión mundial está en proceso, aunque no se la quiera reconocer abiertamente. Este efecto dominó, entonces, podría ser parte de un ejercicio controlado para determinar y medir los efectos de nuestra dependencia y control por la tecnología. Así lo leo y puedo estar equivocado, pero ya habíamos tenido noticias en meses anteriores de que algo así podía suceder, si no por causa de una tormenta solar, por causas humanas aparentando un "error".
¿Qué me lleva a pensar esto? Más allá del evento en sí, lo que se despliega ante nuestros ojos es un panorama de vulnerabilidad y manipulación. La reciente caída del sistema operativo Windows no solo paralizó actividades cotidianas y empresariales en todo el mundo, sino que expuso una fragilidad crítica en nuestra infraestructura digital. Este evento, aparentemente técnico, podría ser un ensayo de cómo afectaría un ataque cibernético masivo en el futuro. No es solo un fallo; es una advertencia.
En el horizonte de 2025 a 2030, los pronósticos son tan prometedores como inquietantes. Se espera que la inteligencia artificial y la biotecnología transformen sectores como la salud, la agricultura y la industria. Imaginemos una IA que supere a la humana en muchas tareas y terapias genéticas que curen enfermedades hoy incurables. Sin embargo, el avance científico no vendrá sin sus propios desafíos éticos y de control.
Simultáneamente, la hegemonía global se verá en un tenso equilibrio entre China y Estados Unidos. China, con su ascenso imparable, rivalizará con EE.UU. en términos económicos, tecnológicos y militares, definiendo la política internacional de la próxima década. Estas tensiones geopolíticas, alimentadas por teorías conspirativas y eventos controvertidos como el "auto atentado" de Trump, seguirán polarizando a la sociedad y manipulando la opinión pública.
La estructura del poder global está en un punto de inflexión. Las instituciones tradicionales como la ONU y la OTAN podrían enfrentar desafíos sin precedentes mientras nuevas alianzas y bloques emergen, especialmente en Asia y África. La economía global, marcada por una transición hacia energías renovables, automatización y posiblemente una nueva crisis financiera, redefinirá los mercados y la distribución de la riqueza.
Si consideramos la caída de Windows como una pieza en un rompecabezas más grande, debemos preguntarnos: ¿Quién mueve las piezas y con qué propósito? Los eventos que hoy parecen aislados podrían ser parte de una estrategia más amplia para controlar recursos, tecnología y, en última instancia, a la humanidad. ¿Estamos preparados para enfrentar un futuro donde la tecnología es tanto nuestra salvación como nuestra perdición? La ventana al efecto dominó de Windows nos invita a cuestionar nuestra dependencia y a estar vigilantes ante los cambios que se avecinan.
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