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Reforestan Cerro de Moctezuma


EN COORDINACIÓN, 25 organizaciones civiles y el gobierno municipal de Naucalpan reforestaron una parte del Cerro de Moctezuma, como parte de las acciones que se realizan en conmemoración al Día Mundial del Medio Ambiente, por  la conservación de las áreas protegidas.

La  Dirección General de Medio Ambiente informó que se plantaron 5 mil árboles de las especies encino, fresno, tejocote y capulín, en 8 hectáreas del Cerro de Moctezuma, con la participación de la ciudadanía y organizaciones civiles.

Precisó que 25 organizaciones como PROBOSQUE, CEPANAF, Cruz Roja, Boy Scouts México provincia Naucalpan, Manos a la Tierra, Voluntarios México, Brisa, Organik, Rotarac Florida Satélite,  Hoteles Misión, Sombrero Verde A.C., Calpulli Totoltepec,   Nacel Arcoíris, Presencia Animal,  Alianza Cerro Moctezuma, Cadena de Vecinos, Ciudad Satélite T.V. y Bora A.C, entre otras, junto con el gobierno municipal participaron en la reforestación del lugar, que representa un pulmón en esta localidad.

Participaron más de 250 personas, se realizó una ceremonia prehispánica en honor a la Madre Tierra, además se llevaron al cabo actividades como clases de yoga, conciertos, un recorrido arqueológico, así como diversos talleres. Para tranquilidad de los participantes se contó con la presencia de la Policía Montada, que  estuvo al pendiente de que el evento transcurriera en un ambiente de sana convivencia.


Popotitos no es un primor


ERA DE LA OPINIÓN…, como decía la rola, que “Popotitos” no es un primor; pero, ahora hay quienes quieren convencerme de que es también de lo más dañino.


Recientemente, en un grupo de WhatsApp —que no es una red social, hablando con propiedad, aunque lo parezca— así como en redes sociales, comenzaron a circular mensajes como el que muestro enseguida.



Ahí asenté el siguiente comentario:
Esta campaña es una estupidez. Comprendo la preocupación ecológica, pero está mal enfocada. Debería proponer el cambio en el uso de materiales... Ya los quiero ver postrados en cama y batidos de líquido por no tener popote para beber.
Acto seguido y como imaginaba, solo usar la palabra “estupidez” detonó una andanada de comentarios posteriores que ahora quiero rescatar, por supuesto omitiendo a sus autores por respeto a los mismos. Dichos comentarios fueron tan escuetos y sintéticos como emoticonos o emojis, pasando por consideraciones moralinas de indignados y también hubo —los que nunca faltan— aplausos ruidosos en contra de mi dicho. Mis respuestas son con las que construyo ahora este ensayo.
“Obvio tiene que haber excepciones”, dijo la primera persona en reaccionar; “pero, posicionar y desincentivar el uso de plásticos y popotes no puede ser una estupidez. Afirmarlo lo es...”

La discusión trajo a mi memoria que miembros de mi familia trabajaron con plásticos, ya que mi padre, publicista, tuvo fábrica de anuncios de plástico acrílico, y el padrino de una de mis hermanas tuvo fábrica de popotes, los un tiempo famosos popotes “Lu-Ang”, de los primeros popotes de plástico en existir en México a mediados de la década de los sesenta (hoy inexistentes, llamados así, no por la ciudad de Luang Prabang, sino por los apelativos de Luis y Angélica Jalife, mis queridos compadritos y sus hijos con una de las más queridas amigas de la infancia de mi madre).

Reflexionando sobre esa primera reacción expuse que no es cuestión de “excepciones”. “Posicionar” y “desincentivar” el uso de plásticos sí va a depender de ciertas calidades y especificaciones de los mismos, pues no todos pueden tratarse de igual modo al momento del reciclaje. Pero, proponer como hace estúpidamente esa campaña “anti-popote” la “desaparición” de los popotes por ser de plástico sí es una reverenda imbecilidad además de un exceso que pasa por alto la historia misma del popote, su razón de ser, los materiales empleados para su fabricación (vidrio, metales, cerámicas, juncos, etc.) y utilidad (CULTURIZANDO, 2017).

Quien aplaude semejante torpeza de comunicación incurre en lo mismo, porque se muestra incapaz de ver más allá de lo evidente. La campaña está mal hecha, mal enfocada y mal comunicada, es un mensaje falaz por parcial, sensacionalista y distorsionado en su fundamento. Si esta explicación les parece, a algunos, estúpida, será porque pretende poner un espejo frente a las cosas que cada vez más frecuentemente compartimos en las redes sociales, las que se han convertido en el reducto predilecto de la estupidez.

El origen de la falacia

Mas, vayamos por partes y ubicando las cosas en contexto. ¿De dónde y cómo surge esa campaña, al menos en la historia reciente?

A mediados de abril de 2017, un colectivo formado por jóvenes poblanos y tlaxcaltecas preocupados por temas ecológicos lanzó en Tlaxcala, junto con restauranteros, la citada campaña “#sinpopote (AVENDAÑO, 2017) con la finalidad de proponer al congreso local de Tlaxcala la creación de una ley para regular el uso de platos, vasos, cubiertos y popotes de unicel o plástico como ya se ha hecho en países de Europa o incluso como ya se había propuesto en Guerrero, a comienzos de 2017 por iniciativa del diputado del Partido Verde Ecologista Eduardo Cuevas Ruiz y en otros estados de la República Mexicana, haciendo eco del movimiento “anti popote” iniciado en 2016 [cf. (QUADRATÍN, 2017), (SOL DE MORELIA, EL (redacción), 2017), (JUÁREZ, 2016), (YARID, 2017)]. El colectivo obedece al nombre Kybernus.

Kybernus, como explica en su página corporativa, es
[…] una organización de la sociedad civil que forma parte de los programas de creación de valor social de Grupo Salinas. Fundada en 2011, tiene por objetivo fomentar la cultura de liderazgo ético en la juventud de México.

Es una organización apartidista, laica y no lucrativa, que trabaja desde lo local y está conformada por más de 2,000 participantes en los 32 estados de la República.

Kybernus impulsa y reconoce el talento individual y la colaboración de los liderazgos locales para incidir positivamente en su comunidad [cf. (KYBERNUS, s.f.), (GRUPO SALINAS, 2016), (KYBERNUS, s.f.)].
El anuncio publicitario —de ningún modo meme (WIKIPEDIA, Colaboradores de, 2017), aunque así se lo pretenda distribuir y difundir en las redes sociales— detonador de la discusión fue elaborado para la dichosa campaña y diferentes empresas han colocado su logotipo en calidad de patrocinadoras de la misma. En este caso, la empresa Ecoshell, fundada en 2010 y que en su página corporativa se describe [corrección de estilo mía]:
Ecoshell es […] empresa líder en México gracias a su más amplia gama de empaques, bolsas y desechables hechos con base en plantas que logran biodegradarse entre 90 a 240 días, sin dejar residuos tóxicos en el medio ambiente, gracias a que los micro-organismos se alimentan de los productos logrando reintegrarlos a la naturaleza.


Detrás de esta empresa y su operación se encuentra Carlos Camacho, un joven emprendedor naucalpense, Ingeniero Industrial egresado de la Universidad Anáhuac y estudios en Harvard, que en algún momento de su carrera se desempeñara como Gerente de Relaciones Comerciales de Grupo Salinas y quien en su perfil de LinkedIn se describe [traducción y corrección de estilo mías]:
Tengo pasión por ser emprendedor y buscar nuevas metas. Busco mejoras o empresas comerciales para mi negocio. Tengo experiencia en negocios sustentables, así como en la aplicación de nuevas tecnologías hacia el medio ambiente.

Uno de mis objetivos profesionales es cambiar la industria para que sea más sustentable y más rentable (CAMACHO, s.f.).

Del dicho al hecho…

Puesto en claro el origen estrictamente publicitario y comercial del mensaje detonador de la discusión, es momento de dilucidar, de interpretar su verdadero propósito y trasfondo.

Detrás de todo mensaje, en su hechura misma, siempre, invariablemente encontraremos varios niveles de lectura. Para empezar tres, como ya he explicado en otras entregas: el del autor, el del lector, el de la obra en sí misma. Y este último es el más complejo de interpretar y el más importante.

Comencemos con un dato, el primero que revela la estupidez y falsedad probable del anuncio. Una cifra ¡aterradora! y por lo mismo sensacionalista: “Una persona utiliza 38 mil popotes en su vida”. La cifra, de entrada, resulta excesiva. Si consideramos que hoy la esperanza promedio de vida, al menos en México y de acuerdo con datos de CONEVAL, INEGI y Banco Mundial [cf. (JACOBY, 2015), (INEGI, 2016)] es de 76 años y que el consumo de popotes comienza alrededor de los 3 años de vida, eso nos resta 73 años como consumidores “activos” del producto, es decir un aproximado de 26 mil 645 días de vida, lo que significaría un consumo de poco más de 1.4 popotes al día. Ello, para el bolsillo del consumidor implica un gasto destinado solo a ese producto de entre 280 y 290 pesos anuales, independientemente del material del que estén hechos los popotes.



El anuncio en cuestión, a simple vista, permite dilucidar el interés comercial y empresarial que lo sustenta (lectura del autor). En este caso, el de la empresa Ecoshell por impulsar, promover el uso y adquisición de sus productos presumiblemente sustentables, frente y en comparación con los de la competencia. Una caja de popotes de plástico con 225 unidades cuesta alrededor de los 125 pesos, mientras que un paquete con 500 unidades de popotes biodegradables cuesta poco más de 290 pesos, es decir, ambos productos implican un costo aproximado de 80 centavos por la cantidad diaria que supuestamente, según esas estadísticas falaces, consume una persona. Es decir, una persona habría de destinar 290 pesos anuales de su presupuesto para consumir un paquete y medio de popotes de plástico o uno solo de popotes biodegradables. A primera vista parecería más barato y un ahorro comprar un paquete de 500 que uno de 225. ¿Dónde está el negocio? Ecoshell lo aclara al especificar entre las características de su producto que este es compostable en un plazo de 45 días. Cabe añadir que una vez salido el producto al mercado comienza su degradación, aun cuando esta se acelera tras el consumo y exposición, en este caso, a los líquidos y otros elementos y condiciones de la naturaleza como la humedad. Ello significa mayor probabilidad para la empresa “ecológica” de obtener un poco más de ganancia que la empresa “no ecológica” con base en la obsolescencia del producto.

Ya antes de los popotes de plástico, se habían elaborado popotes de papel encerado. Una de las razones que llevaron a cambiar y optar por el nuevo material, el plástico, fue a ojos empresariales y sin duda el relativo a los costos. Resultaba más rentable elaborar los popotes con plástico que con papel y cera, además no quedaba excluida la posibilidad del reuso.

La faramalla ecologista

Con la llegada de los discursos ecologistas, muchos de los materiales empleados en los productos de uso cotidiano se vieron puestos en duda por sus efectos sobre la salud, para empezar. Lo mismo las cerámicas (por su contenido de plomo, por ejemplo, o los barnices) que los plásticos en tanto uno de los muchos derivados de la industria más poderosa en el mundo, la del petróleo, y que hoy por hoy se encuentra dando sus patadas de ahogado conforme a las proyecciones de producción y consumo que avizoran —esto ya desde mediados de la década de 1990— el final de la era del petróleo hacia el 2050.

Así, alimentos, juguetes, cosméticos, ropa, y un largo, extenso etcétera vienen experimentando una dolorosa transformación, a veces en retroceso al retomar materiales que ya se habían dejado atrás por razones que, entonces, se adujeron como apropiadas, adecuadas, responsables.

El empleo de materiales como el papel producido a partir de fibras vegetales, si bien en su etapa final nos lo pretenden vender como uno de los más sustentables, lo que no nos dicen es la cantidad de gasto que implica, por ejemplo, en el uso de agua como parte del proceso para tratar esas fibras hasta lograr el producto final a colocar en las manos del consumidor.

Y es que el discurso ecologista, aunque noble en su principio y fondo, al propender a actitudes moralinas o sensibleras, pierde con facilidad el esquema general de lo que se requiere para una producción de veras sostenible, mejor que solo sustentable.

Mucha de la justificación empleada en los años 40 para impulsar el uso y consumo de los derivados del petróleo se basó en dos argumentos, uno belicista y otro ecologista. El primero apelaba al patriotismo a contrapelo del nacionalismo. La Segunda Guerra Mundial promovió notablemente, por una parte, el empleo de fibras sintéticas, por ejemplo, el nylon, el poliéster (las fibras acrílicas aparecerían hacia la década de los setenta) para la producción de medias y otras prendas de vestir, mientras por otro lado desincentivaba la producción de seda, la que se utilizaba originalmente para muchas de esas prendas y la industria militar prefirió destinar a la elaboración de paracaídas. Algo semejante comienza a ocurrir ahora tras la legalización de la mariguana, no solo aduciendo razones medicinales, sino porque sus fibras tienen hoy un importante papel en la fabricación de prendas de vestir. Se requiere reglamentar su producción para, de esa manera, justificar su existencia como especie botánica. Y así sucederá, más pronto que tarde, con la planta de la coca y la amapola. O, ¿qué? ¿No son plantas que también requieren de gozar del proteccionismo ambientalista? Muchos laboratorios farmacéuticos así lo creen.

El otro argumento, ecologista, se basaba en argumentos tales como prevenir la extinción del gusano de seda o la promoción del empleo (en tanto factor de ecología humana y no solo sociológico).

De entonces a la fecha, y sobre todo desde mediados de la década de los noventa, muchas empresas y grandes organizaciones han abrazado el discurso, no por auténtico y legítimo interés en la ecología como, más bien, estrategia administrativa, organizacional y mercadológica para la gestión de una imagen que las muestre ante el público como empresas “socialmente responsables”, en una suerte de hipocresía corporativa. Lo más grave es que mucho del público consumidor es acrítico y también consume con singular alegría esa clase de mensajes, creyéndolos cual si leyes divinas, al igual que consume los productos en la creencia de su probable necesidad.

Más que un asunto de criterios para "educar"

Sin olvidar el motivo de este ensayo o reportaje, como se lo quiera ver, viene aquí a lugar lo dicho por otra de las personas en reacción a mi comentario sobre el anuncio [corrección de estilo mía]:
Se refiere al uso de popotes por gusto y no por necesidad. Hay que usar el criterio. En muchas ocasiones hay que usarlos por necesidad y no por gusto. En fin, cada quien piensa distinto de acuerdo con su conciencia ecológica.
El agudo crítico Gilles Lipovetsky ya apuntaba a finales del siglo pasado:
[…] frente a los nuevos desafíos de la innovación y de la incertidumbre, el pensamiento empresarial ha realizado una puesta al día crucial, poniendo de nuevo en cuestión los conceptos fundamentales de la empresa tayloriana en vigor desde las primeras décadas del siglo. En el marco de ese giro, la ética se ha convertido en un parámetro constitutivo de los nuevos métodos de organización del trabajo: idealmente la gestión funciona en la actualidad “en la ética” como en otra época lo hacía “en la disciplina”. Según el nuevo paradigma, el éxito económico requiere, en efecto, la primacía del hombre, la eliminación de prácticas humillantes y formas desresponsabilizadoras del trabajo. La empresa con ultra logros debe considerar a los hombres como su principal baza, experimentar nuevos modos de gestión centrados en el respeto y la valoración del individuo, extender las responsabilidades, proponer planes de participación en los resultados y de perspectivas de formación. Todos los signos que reflejan el desprecio de los hombres y la falta de confianza deben ser combatidos, el dinamismo económico será de rostro humano o no será (LIPOVETZKY, 1994, pág. 270).
Para el caso de la industria del popote empieza a ocurrir lo de siempre: una lucha encarnizada por un trozo del mercado; pero que, desde la década de los sesenta y luego en los noventas, pudimos atestiguar de manera más cruenta con otros productos y marcas.

En esas décadas, por ejemplo, la industria azucarera mexicana hubo de enfrentar los ataques de otra industria en surgimiento, relacionada con la petroquímica y farmacéutica, como fue la dedicada a la producción de la sacarina, primero, y después otros edulcorantes, pasando por la sacarosa, la fructuosa y más recientemente la promoción ecologista del uso y consumo de la estevia. Lo sé de primera mano porque mi padre, de nuevo, tuvo a su cargo la campaña publicitaria para reposicionar al azúcar frente a la sacarina (guardo todavía ese material). No fue gratuito el apoyo que recibió la industria azucarera a punto de la quiebra durante el sexenio de Vicente Fox, quien laborara en su juventud para Coca-Cola, [cf. (GUARNEROS & GONZÁLEZ, 2001), (MORALES, 2001), (CHÁVEZ Maya, 2013), (MARES, 2012)].

De uno y otro lado, las industrias en competencia han recurrido a la publicidad —y eso no tiene nada de particular— para inclinar a su favor las preferencias del público consumidor, argumentando toda clase de discursos, así los de aparente o comprobable base científica y médica con datos que favorecen las bondades y beneficios del producto en oferta, hasta los de índole sociopolítica. De la noche a la mañana un producto puede ser convertido en el villano favorito que atenta contra la salud, la seguridad o la economía del consumidor que, llevado más por sus necesidades y creencias que por la razón, termina apropiándose del discurso más ajustado a su manera de pensar y sentir, equivocada o no, siempre en algún grado incompleta; al fin, como diría Voltaire, todos llevan razón. Mientras, el producto heroico se exhibe como el paladín de los principios y valores de moda que viene al rescate de la población local, nacional o mundial. Si este dice “el azúcar es tóxica” o “la sal es adictiva”, este otro dirá “el azúcar es buena para las neuronas” o “el consumo de electrolitos previene cardiopatías”.

Lo mismo está sucediendo ahora con los popotes, en tanto consecuencia de una guerra más honda como lo es la que se basa en la producción del petróleo. Para transformar las preferencias del público, se apela a la “conciencia ecológica” sin especificar la lucha de intereses económicos existente entre los fabricantes asociados y relacionados con la industria petroquímica frente a los de la industria del papel, artículo además que, con el advenimiento de las nuevas tecnologías, se ha visto afectado en sus variantes y posibilidades de uso y consumo. Este texto, por ejemplo, no lo estoy escribiendo sobre papel, sino directamente sobre mi computadora, la cual por cierto lleva entre sus partes algunas fabricadas con algún tipo de plástico o metal.

Así, mirar anuncios como el cuestionado de forma superficial y consumir su mensaje sin reparar en el trasfondo nos lleva a una interpretación reduccionista, por no decir simplista, en tanto lectores. Decía en el WhatsApp otra reacción [énfasis mío]:
Llamar a una campaña de concientización al uso del popote de plástico o cualquier otro plástico “una estupidez” refleja la falta de conocimiento de las consecuencias que como humanos narcisistas cometemos a un ambiente abusado. Pretender vivir en una “nubecita rosa” mientras no se vean los resultados de la negligencia personal es peligroso para la supervivencia de todos, incluidos los humanos.
Todo mensaje implica no solo el paradigma que lo sustenta, sino incluye la paradoja que lo contradice. Lo importante, siempre, al interpretar un mensaje, no es lo que resulta evidente, sino lo que no lo es. Y más aún la síntesis de la tesis y la antítesis palpitantes en su interior. El arte, en este sentido, es el mejor ejemplo de lo que vengo exponiendo. Las esculturas efectuadas con popotes ¿qué mensaje pretenden enviar? Algunas de ellas, en atención y motivadas por el movimiento anti popote cifran su razón de ser justo en la existencia de los mismos popotes que hacen el material creativo que las sustenta. Y no faltan empresas como Nestlé que se han sumado a esa ola.



La dicotomía ahí está: no consumas popotes, pero sin esos popotes que consumes yo (la obra), no podría mostrarte otra utilidad del mismo producto que desdeño y señalo como nocivo.

Es evidente en el anuncio todo el mensaje paradigmático hacia la promoción del abandono del uso del popote de plástico como práctica cotidiana. Mi crítica, en todo caso, ha ido precisamente por el lado de lo que el anuncio oculta: esa lucha de intereses de carácter industrial y empresarial.

Puedo acompañar sin ningún reparo a las reacciones que, como esta última, señalan los riesgos para nosotros como especie —y todas las demás de las que dependemos y/o dependen de nosotros— de quedarnos en la negligencia ecológica. Lo que no puedo ni debo acompañar es la ceguera y necedad de un discurso que, pretendiendo una noble preocupación ecológica, encuentra el modo de envolverme en tanto consumidor para inclinarme hacia su propuesta comercial disfrazada. Por un lado y, por otro, Más de una vez me he carcajeado de tantas de esas personas sensibleras que, acusando una falta de conciencia ecológica en terceros, más pronto que tarde acaban mostrándose como faroles de la calle y oscuridad de su casa. Basta ver la basura que pueden simplemente dejar al paso en una calle sin hacer nada más que mover la cabeza reprobando el hecho y expresando la queja.
[…] En un universo de competencia mundial dominado por la inestabilidad, la velocidad de los ciclos de innovación y los trastrocamientos de la demanda, la competitividad de la empresa requiere flexibilidad y calidad, que ya no son compatibles con el modo de conducción jerárquica y autoritaria.
[…] La ética de la responsabilidad traduce no tanto la consagración ideal de la autonomía individual como la inadaptación de la regulación disciplinaria ante las nuevas presiones de innovación permanente y de calidad total […]
Así se desarrolla la “trampa de la razón” empresarial, la intensificación de la guerra económica es la que lleva a la preocupación ética en el mundo de los negocios, es la hipercompetencia materialista la que pregona el ideal de responsabilidad individual [y social]
(LIPOVETZKY, 1994, pág. 274)
Mi crítica, al calificar al anuncio y a la campaña como “estúpidas” lejos está de calificar de la misma manera al espíritu que las motiva. Son dos cosas muy distintas.

Las reacciones a mi dicho, en tanto comunicólogo, me recuerdan aquella observación que hacía Marshall McLuhann (y lo digo por aquello de la “nubecita rosa” en uno de los comentarios previos):
A los estudiosos de los medios se los acusa con persistencia de escapistas ociosamente concentrados en los instrumentos o procesos más que en la “sustancia”. A esos acusadores se les escabullen los cambios dramáticos y rápidos de “sustancia”. No se puede sobrevivir si uno enfoca su ambiente, el drama social, desde un punto de vista fijo, inmutable: la estúpida respuesta reiterativa ante lo que no se percibe (McLUHAN & FIORE, 1969, pág. 10).

Cuando la estupidez nos alcanza

Una de las mayores tentaciones de la estupidez es la de prohibir todo aquello que, desde su óptica, resulta poco o nada funcional. Y se escuda en el derecho que tiene la humanidad para erradicar lo que no sirve. (Ese es el espíritu detrás del soylent green, las "galletitas verdes" de la obra de ciencia ficción Cuando el destino nos alcance.)

De los dichos contradictorios de mi postura se colige que a las personas que reaccionaron les resulta “estúpido” consumir popotes salvo por necesidad. Y pueden argumentar lo mismo explicaciones sobre el efecto gástrico de los gases contenidos en las sodas, que el triste, trágico y patético caso de la pajilla encajada en la fosa nasal de una tortuga marina. Por lo tanto y por extensión, a esas mismas personas, leer desde una perspectiva distinta de la suya el anuncio les resulta igualmente estúpido. Por ende, yo soy un estúpido. Y sí, lo acepto, lo soy tanto como cualquiera y ¡quien esté libre de estupideces que arroje la primera diatriba! A esos lectores, el anuncio les parece “una buena idea”.

Explica André Glucksmann:
No basta con tener ideas buenas y justas para que escapen al gran riesgo de verse admitidas y después aceptadas para degradarse en estereotipos anodinos en la palabra corriente; la estupidez se lo traga todo, pero no suelta nada; su lógica mecánica la encierra en sí misma y le asegura una permanente autonomía de reptación. ¿Cómo se puede objetar ese destino? La maquinaria funciona correctamente en el interior de límites definidos […] (GLUCKSMANN, 1994, pág. 143).
Pero, además, este autor nos explica al analizar el esquema lógico que podemos hallar en cualquier acto o mensaje que tachamos de estúpido:
Puesto que la lógica booleana reduce cualquier extrañeza a la nulidad de una contradicción que se autodestruye, el antiestúpido la resucita: “La antítesis se yergue incesantemente ante mis ojos. Jamás he mirado a un niño sin pensar que se convertirá un día en un viejo, ni a una cuna sin pensar en un sepulcro…” […] Esas antítesis no son inocentes ni gratuitas. Destotalizan la vida y privan a los bienpensantes de la sucesión de enternecimientos que sujetan sobre un espacio socialmente ritmado. En el universo-del-discurso, infancia, vejez […] se encuentran alineadas una al lado de la otra como facetas sensatas de un conjunto recortable: el curso de una existencia [ibid.].
Ese conflicto ideológico interno es lo que busco destacar al hacer la crítica del anuncio. Los lectores poco avezados podrán adoptar la tesis o la antítesis. Yo prefiero abrazar el conjunto y procurar la síntesis en afán de ese no concluir a rajatabla lo que unos u otros pretenden como lo bueno, lo correcto, lo deseable, lo propio. Porque parte del método de la estupidez consiste justo en reducirlo y apresurarlo todo a su cálculo conclusivo, a la sentencia, del modo que lo exponía Lewis Carrol en Alicia en el país de las maravillas y retomó McLuhann [op.cit. 42-43 pp.]:
Ahora ocupémonos de las pruebas y después de la sentencia —dijo el rey.
¡No! —dijo la reina—. ¡Primero la sentencia y después las pruebas!
¡Qué tontería es esa de dictar antes la sentencia! —gritó Alicia tan estentóreamente que todo el mundo pegó un salto.
Así, como puede notarse y como señala Glucksmann, exhibo la estupidez en una astuta táctica:
[…] tomada en broma, la estupidez choca consigo misma. ¿Qué dice Flaubert? ¿Una mujer desnuda, un esqueleto? ¡Qué estupidez! No hay duda, pero proyecta su propia imagen a la estupidez. Metida en una lógica que le garantizaba malos encuentros, jamás se había presentado ante sí misma. La broma macabra hace aparecer la estupidez, como tal, mediante un navajazo en la ley del etiquetaje […]
El fenómeno estúpido descubre un efecto, el estúpido fabricado manifiesta su forma (duplicadora) de producción. A un tercer nivel de percepción, la estupidez se revela como unidad de la causa y del efecto, subyuga al acto y al actor, al emisor y al receptor, es el momento de espíritu […]
El espíritu no saca conclusiones, no concluye y, si ignora de dónde viene y adónde va, igualmente se abstiene de encontrar en sí mismo el fundamento que lo autoriza; a diferencia de las sentencias gnómicas y de los preceptos sabios, los malos pensamientos tan solo se mantienen por la estupidez que desvelan [op.cit. 144-152 pp.]
Me parece bien, y con esto concluyo —¡qué estupidez!—, que ese espíritu noble ecologista prenda en la conciencia de mis vecinos y amigos o incluso de los desconocidos. Pero, las razones éticas que sustentan el anuncio capaz de provocar ese despertar no nada más abreva de un lado del río.

La industria en general comenzó a apostar por la obsolescencia a mediados del siglo XX, al percatarse de que era mejor negocio producir objetos de consumo con periodos de caducidad próximos a la salida al mercado que hacer bienes literalmente imperecederos o duraderos. La publicidad los planteaba así, como bienes duraderos, reparables, pero a la primera de cambios había que estar adquiriendo una nueva aspiradora, un nuevo auto. Eso no ha cambiado mucho sino, al contrario, se ha agravado aun con los productos clasificados como “ecológicos”, “orgánicos”, etcétera.



Hoy, los costos de reproducción de refacciones hacen inviable la obsolescencia de viejo cuño. Los técnicos, magos reparadores, o están en extinción o en franca adaptación a las reglas del juego industrial. Pero, paradójicamente, el mismo discurso ecologista crítico de los efectos de dicha obsolescencia da los elementos conceptuales para que los productores, parapetados bajo el escudo del reciclaje y la “innovación”, opten por una nueva manera de obsolescencia, la que prohíja el “desecho sustentable” resultante del reciclaje y la autodegradación. Bien cuestionaba otra de las reacciones a mi comentario original:
El uso generalizado de los plásticos ha venido a dar conveniencia inmediata al humano. El beneficio obtenido en los utensilios de plástico no es una situación ganar-ganar. ¿Será ganadora una situación donde el uso del plástico por veinte minutos amerite su existencia por decenas de años en basureros, ríos, lagos, playas, mares, etc.?


Si antes el objeto consumible dejaba de funcionar porque un engrane de plástico roto lo hacía inservible y un deshecho no biodegradable, hoy ese mismo objeto se vuelve inservible y sustituible más pronto que tarde por estar conformado con partes de menor calidad, pero mayor garantía biodegradable. Como en todo, unas cosas devienen por otras.
Nos recuerda Lipovetsky [corrección de estilo mía]:
El primer momento de la era del consumo se instituyó a través de las oposiciones binarias ocio/trabajo, bienestar/disciplina, vida privada/vida profesional, divisiones distintivas culturalmente jerarquizadas en privilegio de los primeros términos: la “verdadera vida” se asimilaba a los placeres, las vacaciones, el tiempo libre. Esa época toca a su fin […]
[…] Esta es la paradoja: el rechazo de la organización tayloriana y el broche final de la empresa humanista aceleran la desestabilización y la fragilidad subjetivas. Ya sea en la esfera privada como en la esfera profesional, en todas partes la autonomía individualista se paga con desequilibrio existencial. Si la denuncia de la empresa tecnocrática y la celebración del individuo responsable y creativo merecen el elogio al reactivar la tradición ética del respeto a la persona [o al medio ambiente], no deben perderse de vista las nuevas contradicciones que resultan de ella: más independencia, pero más ansiedad; más iniciativa, pero más exigencia de movilización; más valoración de las diferencias, pero más imperativa competición; más individualismo, pero más espíritu de equipo y de “comunidad integrada”; más celebración del respeto individual, pero más conminaciones a cambiar y reciclarse (LIPOVETZKY, 1994, págs. 275-279).
El anuncio en cuestión, pues, es estúpido por la manera como está elaborado. Pero que sea estúpido no le quita razón al paradigma que plantea, como tampoco anula la paradoja que lo acompaña irremisiblemente. Los lectores estúpidos optarán por uno u otro lado de la moneda, adoptando un partido particular a favor o en contra de los popotes, sin considerar los matices que a lo largo de la historia transformaron al popote en sustancia, pero no en esencia.

El verdadero cuestionamiento no está en si adoptar una actitud “anti-popotes” o favorecer su existencia. Sino gira en torno a los materiales con los cuales son fabricados los popotes y el impacto que estos, por virtud de su utilidad, tienen sobre la naturaleza. Como bien destacó otra de las reacciones a mi dicho:
Hay que tomar conciencia del cambio climático, no solo se contamina con gases emitidos por combustibles, también con plásticos, por algo ya se firmó el Acuerdo de París, todos debemos de ser, no un poco, más conscientes.
Tan estúpida resulta la campaña que, toda proporción guardada es equivalente a esa otra mediante la cual los “protectores de los derechos animales” han estado arremetiendo contra circos y cosos, con una actitud más destructiva que constructiva. En el caso de la fiesta brava, como ya he escrito en estos Indicios Metropolitanos, es preferible mejor que acabar con ella transformarla de manera que los derechos de los animales no se vean trastocados. Modificar, regular ciertas prácticas y modos no tiene por qué implicar el extremo odioso de erradicar algo. Ya hemos visto las tristes consecuencias de la necedad y la estupidez a que llevó a numerosos animales de circo "rescatados" por los "bienpensantes".


En fin, “«Popotitos» no es un primor / pero baila que da pavor”.


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Referencias

AVENDAÑO, J. (4 de abril de 2017). "Lanza colectivo campaña de no uso de popotes". Recuperado el 9 de junio de 2017, de La Jornada de Oriente: http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2017/04/04/lanza-colectivo-campana-no-uso-popotes/
CAMACHO, C. (s.f.). "Carlos Camacho". Obtenido de Carlos Camacho (perfil LinkedIn, versión en inglés; existe versión en español): https://www.facebook.com/LideresKybernus/
CHÁVEZ Maya, H. (19 de marzo de 2013). "Gobierno va al rescate de la industria azucarera". Recuperado el 9 de junio de 2017, de El Financiero: http://www.elfinanciero.com.mx/archivo/gobierno-va-al-rescate-de-la-industria-azucarera.html
CULTURIZANDO. (7 de febrero de 2017). "La nota curiosa: el origen del pitillo, pajilla o popote". Recuperado el 9 de junio de 2017, de Culturizando: http://culturizando.com/nota-curiosa-el-origen-del-pitillo-o/
GLUCKSMANN, A. (1994). La Estupidez: ideologías del posmodernismo. Barcelona: Planeta-Agostini.
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De la pizarra a la probeta

CON EL OBJETIVO DE MOTIVAR al personal del Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OAPAS) de Naucalpan a concluir sus estudios de Nivel Medio Superior, en esta dependencia se imparte un curso que permitirá a los trabajadores obtener su certificado con validez oficial avalado por el Colegio de Bachilleres.

Este programa de Educación Continua permitirá a los trabajadores del organismo (los que por diversas causas no pudieron iniciar o concluir estos estudios) puedan, dentro de las instalaciones del OAPAS, obtener su certificado de estudios sin que les represente un fuerte gasto para sus bolsillos, señaló Jeanette G. Vargas Bernal, del Departamento de Capacitación.

Indicó que el curso tiene una duración de cuatro meses (16 semanas), lapso en el que se imparten clases de dos horas al día de lunes a viernes.

Agregó que se cuenta con profesor, aula con materiales y hasta el momento 18 alumnos inscritos, "que decidieron emprender esta preparación académica y tienen el objetivo de concluirla" dijo Vargas Bernal.

Los requisitos que deben cubrir los empleados para obtener su certificado son: cumplir con el 95 por ciento de asistencia, presentar un examen y haber realizado los trámites de inscripción con documentos originales en el Departamento de Capacitación.

Con estas acciones,  sumadas a los cursos de capacitación, talleres y pláticas encaminadas a mejorar el desempeño y ambiente laborales, se busca complementar el desarrollo profesional y humano de los servidores públicos de todas las áreas del OAPAS.

Con esta oportunidad para los trabajadores también se refrenda una de las prioridades de la administración 2016-2018,  la de mejorar la calidad de vida, no sólo de sus habitantes, sino también de sus empleados.

Esta preparación educativa es, sin duda, muy importante y, aun más que para el desarrollo personal y profesional de los trabajadores, para la población naucalpense cada día más demandante de mejoras en la calidad del servicio público en todos los órdenes, y de manera muy especial en aquellos ámbitos relacionados con la salud y la seguridad de la población.

En los primeros seis meses de la  administración, el Laboratorio de Control de Calidad del Agua del OAPAS ha levantado más de 2 mil muestras y realizado 10 mil 29 análisis de agua de pozos propios, además de los elaborados a las cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales que se encuentran en el municipio, para verificar la calidad del líquido.

El grado de preparación educativa para investigaciones como esta es vital y de ahí la relevancia que tiene el hecho de que el gobierno municipal ponga hincapié en ella, así para los trabajadores administrativos como para los operativos.

La bióloga Erika Peimbert, jefa del Laboratorio de Control de Calidad del Agua, informó que, de forma mensual, especialistas toman muestras de las fuentes de abastecimiento de cada uno de los ocho sectores  que se tienen en Naucalpan, para verificar que la calidad de la fuente sea la misma que la que llega al usuario final, acción que, además, permite identificar el estado en que se encuentran las tuberías.

Hará unos 20 años que en distintos puntos de Naucalpan se renovó la infraestructura de suministro de agua potable. Sin embargo, en el transcurso de ese tiempo los gobiernos municipales bajaron la guardia en este tema y, a tal punto, que incluso algunos pozos quedaron, cuando no inutilizados, en malas condiciones de mantenimiento, razón por la cual el gobierno de Edgar Olvera puso especial énfasis en la rehabilitación de aquellos que por años no operaron: Juventud 12, en el fraccionamiento Lomas de Tecamachalco; Ailes, en Jardines de San Mateo; y Dramaturgos, ubicado en Ciudad Satélite, en el circuito que le da nombre. Con ello se aumentó el abasto de agua potable en estas zonas, disminuyendo la dependencia del Sistema Cutzamala

Para la rehabilitación de los pozos, se realizó limpieza, pistoneo, cepillado de ademe, desazolve y aforo para determinar cantidad y calidad de agua extraída. Asimismo, se colocó un equipo de bombeo a 195 metros de profundidad, y tubería. Los trabajos también incluyeron la construcción  de un cuarto de cloración, pintura de instalaciones y fachada, acciones con las que una vez más el Gobierno de Naucalpan refrenda su compromiso de regresar en obras las contribuciones de los naucalpenses, pues el pozo de San Mateo surtirá 21 litros por segundo, mientras el de Dramaturgos dota ya 18 litros por segundo a  más de dos mil 500 habitantes; y, el Pozo Juventud, 28 litros por segundo, beneficiando a dos mil 500 vecinos.

OAPAS fue el primer organismo gubernamental en obtener el certificado ISO 9000, versión 2015. Sin embargo, todavía queda mucho por revisar, eficientar, modernizar.

Es común escuchar quejas de vecinos naucalpenses en torno a la calidad del agua potable, la que o llega muy clorada o con residuos sólidos, contaminación por metales pesados, óxido de fierro o manganeso, incluso heces como se ha demostrado en algunos resultados de laboratorio. Aunado a lo avejentado de la red de distribución, se suma el hecho de que muchas de las casas, en especial en las zonas residenciales con más de 50 años de existencia, presentan tinacos y/o cisternas de asbesto y, en muchos casos, estos no son limpiados con frecuencia y cuidado por los propietarios. Las condiciones de la pavimentación en buena parte del municipio, más allá que la sola molestia y efectos nocivos que provocan los baches, resquebrajamientos, falta de calafateo, etc., es también un factor que incide indirectamente en la calidad del sistema hidráulico, especialmente en aquellas vialidades por donde circulan vehículos pesados aun teniéndolo prohibido.

La planta de tratamiento de aguas residuales Naucalli, produce 60 litros por segundo de agua tratada y se verifica que se cumpla con la Norma Oficial Mexicana NOM-003-SEMARNAT-1997, que establece los límites máximos permisibles de contaminantes para las aguas residuales tratadas que se reúsan en servicios, como mantenimiento de áreas verdes.

A 8 años de haber iniciado sus actividades, el Laboratorio de Control de Calidad del Agua de OAPAS actualmente verifica en sus análisis 40 parámetros microbiológicos, coliformes totales, coliformes fecales, análisis fotométricos, gravimétricos, DBO (Demanda Bioquímica de Oxigeno), DQO (Demanda Química de Oxígeno) y los instrumentales PH, conductividad y temperatura, entre otros, explicó la bióloga Erika Peimbert.
Se busca la certificación de los parámetros, para poder emitir los estudios que solicita la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al OAPAS, por descargas de los cárcamos municipales, lo que representaría un ahorro significativo al gobierno local.
Acorto plazo, la certificación de los parámetros permite eficientar recursos, garantizar el servicio a mayor número de usuarios y continuar con los procesos de mejora continua.
Actualmente se realiza el análisis del agua en bloque que recibe el municipio y se distribuye a todos los usuarios, así como la que se extrae de los pozos, con el objetivo de que se cumpla con la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994.

Asimismo, el área de inspección del OAPAS verifica que las descargas de grasas, aceites o desechos con PH muy alto, de empresas y comercios no estén causando impacto ambiental y además no dañen la infraestructura hidráulica del municipio.

Cabe añadir que en 2013, investigadores del Instituto Politécnico Nacional analizaron las aguas de la Presa Madín (GRANADOS Soria, PÉREZ Cóyotl, SÁNCHEZ Alavez, & VARGAS Rojas, 2013) encontrando indicios preocupantes de contaminación por aluminio proveniente de las descargas del río Tlalnepantla.

(Fuente: Comunicados de prensa.)

Referencias

GRANADOS Soria, M., PÉREZ Cóyotl, I., SÁNCHEZ Alavez, Y., & VARGAS Rojas, C. (2013). Contaminación de la Presa Madín por metales pesados: efectos ambientales y sociales. Ciudad de México: Instituto Politécnito Nacional.



Murmullos entre las ramas

VECINOS DE LOS FRACCIONAMIENTOS La Florida y Echegaray compartieron con Indicios Metropolitanos en fechas recientes su inquietud en relación a las posibles causas por las que una serie de árboles fueron podados en varias zonas de estas colonias. Indicios Metropolitanos se dio a la tarea de investigar y aclarar los rumores al respecto.

Efectivamente, entre los meses de noviembre de 2014 y los primeros días de febrero de 2015, varios árboles fueron podados en las calles de Hacienda San Nicolás Tolentino, sobre la margen del río Chico de Los Remedios en Paseo de Echegaray, entre Hacienda de Ajuluapan y Periférico; también en el fraccionamiento Echegaray Colón sobre la margen del río Hondo entre Av. San Agustín y el parque industrial Alce Blanco.

Entre los rumores y sospechas de los vecinos se ha llegado a comentar que, especialmente en lo que se refiere a la margen del río Chico que hace colindar La Florida y Echegaray, podría obedecer la poda a una “preparación del terreno” para una posible y temida construcción de un paso elevado que conecte al Viaducto Bicentenario con el Circuito Interior Mexiquense; paso que distribuiría el tránsito desde la zona del Periférico hacia El Rosario pasando por el Vaso Regulador de Cristo.

Esos rumores y otros más relacionados al caso carecen de sustento como averiguó Indicios Metropolitanos. Vecinos entrevistados aclararon con documentos en mano que la poda fue tramitada por ellos mismos de modo directo ante la Dirección de Medio Ambiente del gobierno del Estado de México, ya que la correspondiente del ayuntamiento de Naucalpan de Juárez negara todo permiso. El trámite lo realizó un grupo de colonos de las calles mencionadas, por iniciativa propia y sin que interviniera la Asociación de Colonos de Echegaray.

La explicación dada por uno de los vecinos, y como consta en los documentos provistos a Indicios Metropolitanos, fue solicitar la poda de aquellos y solo aquellos árboles más viejos y grandes, particularmente eucaliptos aunque no de forma exclusiva (también se observan jacarandás y fresnos), que significan un peligro para la comunidad toda vez que ya se han suscitado casos de caídas de ramas y árboles por causa de lluvias y vientos fuertes, ocasionando accidentes o dañando propiedad privada. Algunos de esos árboles viejos, además y aun cuando no están enfermos, presentan plagas que es necesario impedir que se propaguen.

En contraste, a decir de algunas autoridades entrevistadas, la poda obedece a una supuesta campaña estatal del gobierno de Eruviel Ávila Villegas para la prevención y cuidado del medio ambiente y no solo en las colonias citadas se ha dado una poda similar.

Vecinos declararon haber sido testigos de la utilización de una gran grúa del gobierno y de empleados de la Dirección de Medio Ambiente estatal, marcando árboles específicos, algunos de ellos con una altura máxima de alrededor de 15 metros, y efectuando su consecuente poda que, es conveniente aclarar y como explicaron los entrevistados, “no incidirá negativamente en el rebrote, crecimiento y desarrollo de los individuos arbóreos afectados”.

¡Aguas con las aguas!
Si por un lado los gobiernos estatal y municipal ponen en práctica acciones como la descrita para el cuidado del medio ambiente, por otro esos mismos gobiernos y a causa de la negligencia de algunos de sus trabajadores entran en contradicción cuando la basura resultante de podas como la narrada va a dar toda o en parte a los ríos mentados como atestiguan imágenes captadas por Indicios Metropolitanos.

Por este tipo de descuidos achacables entre otras razones a las malas costumbres de la población en general y ciertas industrias se explican inundaciones como la acontecida el 6 de julio de 2014 en el fraccionamiento La Florida (como muchas otras más, por ejemplo en Iztacalco, Chalco), donde hacía 40 años que no sucedía un percance parecido.

Como se recordará, en la fecha señalada el río Chico de Los Remedios, afluente del río de Los Remedios y que pasa por La Florida entre otras colonias, se desbordó inundando una amplia parte de la zona baja del fraccionamiento y derrumbando un puente peatonal. Varios factores explicaron el hecho: 1) una cuantiosa avenida de agua ocasionada por las fuertes lluvias y el desfogue de la presa Totolinga, donde los asentamientos humanos han reducido notablemente sus márgenes; 2) la acumulación de basura arrojada por los pobladores y las industrias; 3) la diferencia de nivel entre el sistema de drenaje, el de piso y el del lecho en las zonas ribereñas; 4) y el nulo dragado de presas, ríos y vasos reguladores a lo largo de veinte años.

Como registraron varios medios de comunicación incluido Indicios Metropolitanos desde enero y más tarde en junio de 2014, la Comisión Nacional del Agua y el Servicio Meteorológico advirtieron de la posibilidad de inundaciones muy focalizadas en varios estados de la República mexicana y concretamente, en el caso del Estado de México, la alerta se especificó para aquellas zonas habitacionales en las riberas de los ríos Chico de Los Remedios, Hondo, y Remedios dadas sus condiciones de azolvamiento; por supuesto entre ellas se mencionaba a La Florida.

Como consta a Indicios Metropolitanos, entre los meses de marzo a junio de 2014 el gobierno municipal de Naucalpan de Juárez efectuó trabajos de desazolve en el sistema de drenaje en varias de las colonias que pudieran ser potenciales víctimas de un desastre climatológico, entre ellas La Florida, pero no dragó —ni ha dragado— ríos ni el Vaso Regulador de Cristo.

Luego de la inundación, los puente peatonales afectados fueron “repuestos”: un puente peatonal que había sido derribado años atrás cuando se construyó el puente distribuidor vial sobre la avenida Gustavo Baz en el entronque con San Agustín, frente a la gasolinera, y que fuera “dejado” sobre el río en calidad de “puente alternativo” (sin barandal) se ocupó para, “remodelándolo”, convertirlo en puente “funcional”, mientras el puente original fue removido y trasladado a la posición que ocupara frente a la calle de Lirios el puente colapsado por el río embravecido. Esa parte de la margen del río Chico, del lado de La Florida, luce ahora un tramo de costalera. ¿No sería más conveniente emparejar los niveles de las márgenes del río?, se preguntan vecinos que resultaron damnificados y que a la fecha todavía no ven resarcidas sus pérdidas con base en las promesas de los gobiernos municipal y estatal.

Se sabe que, como parte de los planes de desarrollo urbano de los municipios del Estado de México, existen proyectos para entubar los ríos que cruzan Naucalpan de Juárez y Tlalnepantla —con la consecuente creación de nuevas vialidades— , los cuales no han sido autorizados además de no contar con la aprobación de las poblaciones y ayuntamientos respectivos por considerar que esa no sería la mejor solución dado que, mejor que apostar al cuidado del medio ambiente, la idea se inclina al aumento de vías de tránsito y aumento del parque vehicular so pretexto de una distribución urbana más funcional.




¡No soy tu madre!
El 6 de febrero del año en curso, el cabildo de Naucalpan de Juárez autorizó finalmente la licencia definitiva a David Sánchez Guevara para separarse del cargo de presidente municipal y aspirar a una candidatura para la diputación federal representando al Distrito 24 en la próxima 58a Legislatura. La alcalde suplente, Sandra Basáñez García (hermana del presidente municipal de Tlalnepantla, Pablo Basáñez también con licencia por el mismo motivo que Sánchez Guevara) declinó aceptar el cargo por lo cual el municipio de Naucalpan de Juárez quedará por tiempo indefinido sin responsable en el máximo cargo de gobierno, si bien está como encargado de despacho Héctor Sosa Rodríguez por ministerio de ley. El gobernador Eruviel Ávila deberá presentar una terna para que la Legislatura estatal pueda nombrar al presidente interino.

Sánchez Guevara ascendió al cargo de presidente municipal para el trienio que comenzó en enero de 2013 y debía concluir el 31 de diciembre de 2015, esto luego de haber sido diputado federal en la 57a Legislatura. En reunión con vecinos de La Florida, en el Teatro Las Torres, el 18 de diciembre de 2015 resumió su informe destacando los que considera sus logros a pesar de haber recibido el gobierno de manos de su antecesora Azucena Olivares (sobre quien pesa una demanda penal por fraude, desvío de fondos y prestaciones sindicales) en condiciones financiéramente deplorables.

Mientras resolvía algunas dudas de los vecinos justificando sus dichos y actos con los datos proporcionados días antes en su informe anual de gobierno, el hoy ex edil se refería a las señoras senectas o ancianas con la fórmula muy socorrida entre funcionarios y burócratas del sistema mexicano, mencionándolas respetuosamente como “madre”: “mira madre esto o lo otro”. En una de sus explicaciones, una señora replicó molesta y airadamente al entonces presidente municipal: “¡No soy tu madre!” a lo que siguió un momento de aplausos de la concurrencia, subrayando la desaprobación de la gente no solo respecto de la gestión sino hacia las actitudes mostradas por el ahora, otra vez, aspirante a diputado federal.

En esa misma ocasión cuando el motivo de la convocatoria fue tratar el tema de la rampa del Viaducto Bicentenario que OHL planea construir frente al fraccionamiento La Florida para el desahogo e incorporación del tránsito elevado a las laterales del periférico, el orden del día lo rompió el mismo David Sánchez Guevara que, al llegar en compañía de algunos de los funcionarios de su gabinete, aprovechó para “atender” y “resolver” reclamos y peticiones de la población. La gente reunida, molesta por el hecho, reclamó el orden del día aunque también aprovechó la oportunidad para exponer sus quejas y preocupaciones. Cuando Sánchez Guevara sintió que la reunión salía de sus manos achacó el rompimiento del orden del día a los vecinos, por lo que uno de ellos espetó a voz en cuello: “¿quién rompió el orden, David?; ¡ahora te aguantas!”.

Desahogadas las inquietudes, empleados de OHL presentaron el proyecto de la rampa a la concurrencia que se mostró inconforme, alegando variadas probables afectaciones que podría causar la obra. Como recogió Indicios Metropolitanos en su momento, a pregunta expresa de un vecino y miembro de la Comisión Técnica que ha venido analizando el proyecto del Viaducto Bicentenario desde 2010, David Sánchez Guevara afirmó: “La obra se va a hacer. Lo que corresponde es dar soluciones para mitigar las probables afectaciones de la misma sobre fraccionamientos como La Florida. Empeñarse en negar por negar una obra puede orillar a que se imponga un acto de gobierno privilegiando el beneficio de la mayoría. Considero conveniente que se retome la Comisión Técnica de vecinos que se ve está muy bien enterada de los detalles de la obra”.

Parquímetros, en el filo de la navaja
En esa misma reunión, uno de los temas más acalorados fue el relativo a los parquímetros, los que desde noviembre de 2014 han estado en medio de un estire y afloje entre la presidencia municipal y síndicos y regidores del cabildo, el cual el 31 de octubre del año pasado revocó la firma del contrato mediante el cual el gobierno de David Sánchez Guevara concesionó a la empresa Parking Meter la operación de los parquímetros y, en dos ocasiones, entonces y el 9 de enero, ha instruido la suspensión del cobro de multas a automovilistas quienes no pueden ni deben ser infraccionados por dicho concepto. La suspensión tiene carácter temporal hasta que no se efectúe la garantía constitucional de audiencia a la empresa, lo que según Héctor Sosa Rodríguez, edil encargado de despacho por ministerio de ley, tendría que haber sucedido el 28 de enero y es fecha que no es solicitada por la empresa o al menos no se ha hecho del conocimiento público, la cual sin embargo sigue recaudando lo que la población, confundida y temerosa de los abusos de policías de tránsito continúa depositando en las alcancías de los parquímetros.

A pesar de enterar el mismo Sosa Rodríguez por medio de oficios girados a las direcciones correspondientes como la de Tránsito, acatando la instrucción del cabildo, sí se han reportado casos de multas por este motivo. Indicios Metropolitanos a podido recabar testimonios en este sentido así como corroborar con declaraciones de policías de tránsito que aseguran sí estar enterados de la suspensión de las multas.

No obstante la secuencia de los hechos, la confusión en la ciudadanía persiste porque la Secretaría del Ayuntamiento ni los Consejos y Delegaciones de Participación Ciudadana (COPACI) no han informado debidamente a la población, conformándose solo con otorgar entrevistas a unos pocos medios comunicativos con declaraciones relativamente intrascendentes. ¿Cuánto ha sido lo ilegalmente recaudado desde el 9 de enero a la fecha? ¿Se dará garantía de devolución a los usuarios?¿O el gobierno municipal de Naucalpan de Juárez seguirá andando por las ramas?

EDOMEX PRETENDE CONSTRUIR PLAZA EN PARQUE NAUCALLI

En esta ocasión me limito a transcribir el comunicado de prensa del gobierno de Naucalpan de Juárez. En otro momento, como es costumbre, abundaré en detalles y análisis del tema. Hago ahora esto, porque el comunicado da por sí solo materia para la reflexión y el debate. Cabe señalar que las Plazas Estado de México tienen como finalidad la recuperación de espacios comunitarios, como una más de las estrategias de "combate" al narcotráfico y con base en la experiencia en países como Colombia, donde la estrategia tuvo un peso importante para el relativo control especialmente de las bandas de narcomenudeo. La teoría indica que en la medida que los espacios públicos son retomados por la ciudadanía, el crimen queda acotado.

Lo que quienes aplican la teoría no ponen en práctica aún es la labor previa de preparar a la ciudadanía para hacerse cargo de esos espacios públicos, toda vez que las fuerzas del orden por lo general son limitadas.

NAUCALPAN.- (Fuente: Comunicación Social de Naucalpan de Juárez). El Distribuidor Vial de El Molinito, la Plaza Estado de México en el Parque Naucalli y la salida del Viaducto Elevado Bicentenario en Satélite, fueron los temas que el Presidente Municipal David Sánchez Guevara abordó como una prioridad para el municipio, en el marco de la Décimo Primera Sesión Ordinaria de Gabinete Regional VIII Naucalpan. El hecho de que tengamos la presencia de las dependencias (estatales) con sus representantes, nos da la oportunidad de poder darle seguimiento puntual y con resultados a estas gestiones”, resaltó el Alcalde, quien dijo, mantiene comunicación con los vecinos sobre los avances de cada obra.

Ante Indalecio Ríos, presidente suplente del Gabinete Regional, que encabeza la Secretaria de Desarrollo Social, Elizabeth Vilchis Pérez, el Alcalde pidió reforzar e personal que trabaja en el Distribuidor de El Molinito, para cumplir en tiempo y forma con la obra. “Estaremos en contacto con el Secretario (de Comunicaciones, Apolinar Mena), para que le meta presión al empresario, porque no se ve que se esté trabajando para concluirla”, refirió Sánchez Guevara, quien dijo, en supervisiones realizadas en la zona, no se aprecian avances significativos.   Al respecto, Apolonia Martínez Yáñez, representante de la Secretaría de Comunicaciones estatal, dijo que “la empresa constructora reanudó los trabajos a principios del mes de julio, y ya incrementó la fuerza de trabajo y se dará seguimiento para ampliarla, con el fin de dar cumplimiento a este compromiso en 8 meses aproximadamente”, y se concertó una visita a la zona que se realizará mañana a las 11:00 horas para supervisar las maniobras.

En entrevista, Sánchez Guevara destacó que ya se trabaja en la petición formulada por vecinos de Satélite, para la creación de la rampa de salida del Viaducto Elevado Bicentenario en la zona, para evitar que tengan que salir desde Lomas Verdes. El tema de la gaza de incorporación al Segundo Piso a la parte de Ciudad Satélite; estamos en un trabajo de acercamiento con ellos para informales de cómo podría quedar esta gaza de incorporación, y que nos han estado pidiendo muchos vecinos de Satélite, de que por qué no hay una bajada en esta zona”, afirmó. Agregó que también se planteó que la Plaza Estado de México que el Gobierno de Eruviel Ávila Villegas hará en Naucalpan, se instale en el Parque Naucalli. “La Plaza Estado de México en el Parque Naucalli es prácticamente el proyecto que se está preparando, para presentárselo a los vecinos y lo conozcan, que no es un centro comerc ial, como ven, es un proyecto que la Plaza Estado de México se establezca en el Parque Naucalli, en un área zen de meditación”, afirmó.

En esta sesión regional, el municipio de Naucalpan fue reconocido por haber sido verificado en la primera vuelta en la Agenda Desde lo Local en 2013, programa Federal que se realiza a través de la Secretaría de Gobernación, a través de la Secretaría General de Gobierno del Estado de México, informó Georgina Salazar Benítez, de la subsecretaría de Desarrollo Municipal. “Esto se traduce en recursos, porque va de la manos con el programa de Mejora Regulatoria, para accesar a recursos del Banco Mundial”, agregó, por lo que pidió exhortar a los municipios a participar en este programa, con el único fin de llevar beneficios a la ciudadanía.   Otras acciones dadas a conocer son los trabajos de conservación de las avenidas Luis Donaldo Colosio, Primero de Mayo y Gustavo Baz, en donde se llevan a cabo trabajos de limpieza, bacheo y señalamiento horizontal, además de que en breve iniciarán obras de mantenimiento, destacó Martínez Yañez.   Estuvieron presentes las diputadas federales, Rosalba Gualito Castañeda y Angelina Carreño Mijares, los diputados locales, Sergio Mancilla Zayas y Alejandro Castro, así como los alcaldes Martín Sobreyra Peña, de Nicolás Romero; Lizeth Viridiana González Mondragón, de Isidro Fabela; Reynaldo Torres González, de Jilotzingo y el representante de Huixquilucan.