Mostrando las entradas con la etiqueta Entrevistas. Mostrar todas las entradas

Torres de Satélite, luces y sombras


HACIA EL 26 DE JUNIO de 2016, el Arq. Cuauhtémoc Rodríguez, presidente de la asociación Fomento Cultural Torres de Satélite denunció el probable robo de las luminarias del monumento escultórico que ha sido emblema de Ciudad Satélite desde su origen.

Ar.q Cuauhtémoc Rodríguez
y Lic. Galo Blanco, de
Fomento Cultural Torres de Satélite.
Foto: Archivo VETA Creativa
Días después, en los primeros días de julio, denunció haber sido amedrentado por el gobierno municipal de Naucalpan y llevado al Juez Calificador. Indicios Metropolitanos lo entrevistó por segunda ocasión, para que narrara su experiencia y adelantara algo de los planes para la celebración de los 60 años de las Torres de Satélite.

Indicios Metropolitanos: Resumiendo los hechos, durante la inauguración del llamado ahora “Paseo de Las Marinas” el 28 de julio —misma ocasión cuando te acercaste al alcalde Edgar Olvera para reclamarle el tema de la “desaparición” de las luminarias— tuve oportunidad de entrevistar brevemente al Director de Servicios Públicos de Naucalpan, Francisco Álvarez, acerca del tema que nos ocupa y sobre quién debe resguardar las luminarias de las Torres de Satélite. Su respuesta sucinta se limitó a decir: “Eso lo debemos ver con el INBA. Lo del resguardo de las luminarias, desconozco a quién le corresponda. Tendremos que tratar el asunto directamente con el INBA”. Posteriormente Fomento Cultural Torres de Satélite A. C., que tú presides, interpuso un oficio formal ante el Instituto Nacional de Bellas Artes para que este, en el uso de sus atribuciones respecto del monumento declarado desde 2011 Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación, interviniera al efecto. Más recientemente, el 24 de agosto, en su boletín 281 el gobierno de Naucalpan informó que se habían iniciado las pláticas entre este y el INBA “para realizar programas de iluminación y mantenimiento de la explanada de las Torres de Satélite”. En el mismo boletín se afirmaba que “la Directora de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico del INBA, Dolores Martínez Orralde informó que los trabajos se realizarán en forma coordinada con el gobierno local, sin la participación de intermediarios como asociaciones”, toda vez que la rehabilitación y mantenimiento de la explanada de este monumento artístico, se haría directamente entre ambas instancias por el beneficio de la ciudadanía.

En ese boletín oficial, el Director General de Servicios Públicos, Francisco Álvarez Moreno, explicó que “además de la iluminación, los trabajos se encaminarían hacia un programa de conservación y mantenimiento, a través del cual se harán tareas de limpieza, barrido y jardinería, con recursos propios del municipio y la supervisión del INBA”. E insistió en que “el INBA descartó la participación de asociaciones o grupos civiles en este proyecto que busca conservar en buen estado la explanada de Las Torres de Satélite”.

Enseguida entrevisté vía telefónica a la Arq. Martínez Orralde para conocer su punto de vista sobre el boletín y ella se mostró molesta y sorprendida de que se asentaran tales dichos. En efecto, dijo a Indicios Metropolitanos que dado el carácter del monumento en tanto Patrimonio Artístico de la Nación, es obligación del INBA, en primera instancia como garante del buen estado de la obra, del ayuntamiento —en tanto que la obra se halla en la zona municipal— y del gobierno estatal —en tanto estar construida en terreno propiedad de la entidad y el mismo es poseedor de los derechos sobre la obra—, hacer todo lo pertinente y de forma coordinada para la conservación, mantenimiento y cuidado de la obra. Ello no obsta, en opinión de la arquitecta, para que asociaciones, organizaciones civiles, fundaciones interesadas como es el caso de Fomento Cultural Torres de Satélite, intervengan con sus opiniones y gestiones.

¿Pretende el gobierno de Naucalpan hacer a un lado a Fomento Cultural Torres de Satélite?

Cuauhtémoc Rodríguez: Básicamente la idea de esta charla es poner al tanto sobre los temas que vamos manejando en cuanto a la difusión del 60 aniversario de la construcción de las Torres de Satélite a cumplirse el año 2017y los festejos que venimos planeando, entre los que está un documental en el cual queremos involucrar a TV UNAM.

Lo preocupante es que hemos estado en Las Torres y nos hemos dado cuenta de la situación tan deplorable en que se encuentran.

Hace diez años nosotros las remozamos, conseguimos donativos de la empresas Osram, Comex y OHL para pintarlas y colocarles una iluminación de leds, pero hacia mayo de 2016 pudimos ver que Las Torres estaban grafiteadas, estimamos que por causa de los manifestantes que se han metido en la explanada para reclamar sinnúmero de cosas y temas como la inseguridad o revisión de elecciones.

Foto: Rebeca Jiménez, El Universal.


I.M.: En realidad, por registros efectuados por Indicios Metropolitanos las Torres de Satélite, concretamente la Torre azul, ya estaban grafiteadas desde ante de efectuarse las manifestaciones contra la inseguridad, pero se hizo evidente al hacer el señalamiento  Martha Moya en entrevista con El Universal en septiembre de 2015, en el marco de la segunda de esas manifestaciones que comentas. De hecho, Indicios Metropolitanos y yo, como su autor, pudimos atestiguar que las pintas comenzaron a verse en la zona hacia el año 2007 de manera que iban mostrando mensajes territoriales (¿narcomenudistas?) distribuyéndose desde la periferia de los varios fraccionamientos y avanzando con el tiempo hacia el interior de los mismos [cf. (MENDOZA Olvera, 2011)].

C.R.: El INBA ya había girado un oficio de instrucción al gobierno municipal, había asistido un equipo especial y se había cotizado la remoción de esa pinta en 40 mil pesos. De todo esto que te comento tengo copias de los documentos que aquí te muestro.

El problema principal es que, a pesar del decreto que las denomina a las Torres de Satélite —y al igual que pasa con otras obras a lo largo y ancho del país— como Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación, no se difunde adecuadamente entre las instituciones y hacia afuera quién tiene qué responsabilidades sobre cuáles asuntos relacionados con dichas obras. Esto ha llevado a que, quienes tienen otro tipo de intereses se estén aprovechando de ese desconocimiento.

I.M.: Tras el tema de las pintas, otro más inquietó a los naucalpenses, el relativo a la falta de iluminación de las Torres de Satélite desde mediados de 2015.

C.R.: Nosotros platicamos con la Comisión Federal de Electricidad al respecto y esta observó que era responsabilidad del gobierno municipal. Fomento Cultural Torres de Satélite hizo una inspección del monumento y se percató de que no había cables, se los habían robado durante la administración del gobierno de David Sánchez Guevara y el interino de Claudia Oyoque, según nos informó el entonces director de Servicios Públicos cuyo nombre no recuerdo. Pero, todavía estaban las luminarias.

Tras las manifestaciones encontramos que la puerta de acceso a la Torre azul, además, fue violada. Y dos torres están lastimadas. Ya en el pasado habían sido usadas las Torres como bodegas y basureros, cuando años atrás la empresa Nervión intervino en las primeras labores para repintar el monumento. Podríamos traer albañiles y hacer las reparaciones pertinentes, pero a nosotros no nos corresponde. La obligación es de otros.

I.M.: Recuerdo —y he publicado al respecto— que cuando la construcción del Viaducto Bicentenario, el INBA hizo como que le habló la virgen, y por ello ahora la explanada de las Torres de Satélite luce recortada en aproximadamente tres metros de cada lado. Según las explicaciones dadas, la responsabilidad es compartida. El gobierno municipal de ahora, encabezado por el panista Edgar Olvera puede zafarse alegando razones presupuestales dadas las condiciones en que recibió el erario. El gobierno estatal no ha mostrado mayor interés, ¿no pueden pasarle la estafeta o cargarle el muertito a las organizaciones civiles como Fomento Cultural Torres de Satélite?

C.R.: ¡Pues nada más que lo declaren y que se quiten! Pero, por ley, ellos: INBA, ayuntamiento, gobierno estatal, tienen la obligación de cuidar las Torres de Satélite. Nosotros, como asociación, estamos buscando y promoviendo los valores artísticos y culturales de Naucalpan y del Estado de México. Cuando fue necesario, ¡nosotros lo hicimos! Nosotros, en tanto asociación, conseguimos el donativo tanto de pintura como de iluminación para remozar y dar el mantenimiento de tiempo atrás. Aquí te muestro los documentos mediante los cuales las empresas Comex y Osram hicieron los donativos en especie directamente a Fomento Cultural para beneficio de la obra Torres de Satélite. Pero, eso pudimos hacerlo en el tiempo cuando la obra no había sido declarada Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación; ahora, no podemos hacerlo sin la autorización e intervención expresa de las instancias respectivas: INBA, ayuntamiento y gobierno estatal.

Nosotros, como asociación, empujamos la declaratoria del decreto para que no, cada cinco años, estuviéramos partiendo de cero en el cuidado de las Torres de Satélite. Aunque habrá otras personas, algunas de ellas hoy con cargos dentro del gobierno municipal, como la señora Martha Moya, que buscan colgarse la medalla.

I.M.: He tenido ocasión de charlar con Martha Moya y ella se expresa, viceversa, en el mismo tenor, diciendo que es más bien Cuauhtémoc Rodríguez quien busca hacerse con el trofeo. Me hizo hincapie en el papel que ella y personajes como Gerardo Nierman tuvieron en las gestiones para que se decretara la declaración de las Torres de Satélite como Patrimonio Artístico y Cultural de la nación al final del gobierno del ex presidente Felipe Calderón. Ella afirmó que el propio gobernador entonces entrante, Eruviel Ávila, puso en blanco y negro la solicitud.

C.R.: Mira, cada cual sabe qué hizo o dejó de hacer en el tema de las Torres de Satélite. Lo que Fomento Cultural ha hecho está documentado como puedes ver en esta carpeta que te estoy mostrando.

I.M.: En el caso más reciente de la “desaparición” de las luminarias de las Torres de Satélite en agosto de 2016, Fomento Cultural denunció en medios el aparente “robo” de las mismas, luego aclaró que estas se encontraban en las bodegas municipales de Servicios Públicos.

C.S.: Estamos nosotros solicitando, no por la vía legal, sino por la vía cordial, en oficialía de partes del ayuntamiento, que se entreguen a Fomento Cultural las luminarias de las Torres de Satélite que tiene este en posesión como pudimos atestiguar y documentar. Y no solo las luminarias, estamos solicitando que se resarza el cableado, sea pintado el monumento y reparados los destrozos en jardineras y guardas. Porque el gobierno municipal es responsable de este y otros actos contra Las Torres.

I.M.: Aclárame algo, Cuauhtémoc, porque me parece ver aquí una aparente contradicción. Por un lado, las explicaciones apuntan a que el mantenimiento de Las Torres corresponde a los gobiernos municipal y estatal, el primero por hallarse en su zona territorial, el segundo por formar parte de los bienes patrimoniales de la entidad y además así indicarlo el decreto que las denomina Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación. Por otro lado, el hecho de que Servicios Públicos de Naucalpan haya entrado en la explanada del monumento para retirar las luminarias y guardarlas o resguardarlas en sus bodegas, ¿no sería parte de esas obligaciones del municipio? ¿Dónde está la falla?

C.R.: No hay contradicción. Cualquier acción, proyecto, demolición que se quiera hacer en un monumento declarado como patrimonio, antes que nada se tiene que solicitar e informar por escrito ante el INBA que es la instancia obligada a analizar y autorizar esa acción, proyecto, demolición o lo que sea. El ejemplo más claro de la falta de respeto a al monumento lo tuvimos durante los gobiernos de Azucena Olivares, David Sánchez Guevara y el interino de Claudia Oyoque, cuando Las Torres fueron utilizadas para colocar árboles de Navidad hechos con botellas de PET patrocinados por Coca-Cola, o se estacionaron las patrullas que se sumaron al parque vehicular de la Dirección de Seguridad. En este último caso, el gobierno removió y afectó jardineras y guardas, e incluso lastimó una esquina de la Torre Azul. Eso ya no puede ni debe suceder.

I.M.: El caso de las luminarias de las Torres de Satélite, ¿sería comparable con la torpeza de alguno de los trabajadores de Servicios Públicos al tomar la iniciativa de dorar las estatuas de Hidalgo y Morelos, en el centro de Naucalpan —como reportó el diario Reforma el 16 abril de 2016— y que le significaron una erogación supuestamente personal al Director Francisco Álvarez de alrededor de 35 mil pesos para resarcir el yerro?

C.R.: Es exactamente igual. Es el mismo tema. Todo gobierno debe tener el conocimiento suficiente y bastante respecto del valor de los bienes que le han sido legados y cómo debe cuidarlos.
Ese tema se le fue de las manos al gobierno de Olvera y da muestra del desconocimiento que tienen, al menos algunos de sus funcionarios, de los valores culturales y artísticos de Naucalpan y las atribuciones legales sobre los mismos.

Foro: Reforma

I.M.: Aunque parecería un tema distinto, me interesa conocer tu opinión sobre lo ocurrido con la estatua de Juárez, obra del escultor Ricardo Ponzanelli, que adorna la explanada del ayuntamiento y fuera solicitada por el gobierno de David Sánchez Guevara, el cual no le pagó al artista y ahora, cuando este reclama el pago o la devolución de la obra al gobierno de Edgar Olvera, este se sacude las manos alegando no ser responsabilidad suya. Mientras, por otra parte, la utiliza como imagen.

C.M.: El tema cultural, el tema del arte, es uno en el cual se nota la ausencia de conocimiento tanto de la gente directiva del gobierno municipal como de sus asesores. Yo lamento el tema del artista que fue abusado por ambos gobiernos el saliente y el actual. Este gobierno tiene que asumir ese problema, como los otros que le acarrearon y le heredaron de la administración pasada. No vale decir gobierno nuevo, borrón y cuenta nueva. Y, legalmente, el artista tiene también todo el derecho de exigir el retiro de la obra y ser resarcido en los gastos derivados.

I.M.: ¿Ya has recibido respuesta de parte del gobierno municipal a los oficios donde solicitas las luminarias?

C.R.: El secretario del Director de Servicios Públicos me dijo que las entregarían por medio del respectivo escrito y tendrán que devolverlas no a Fomento Cultural sino al monumento mismo y conforme la instrucción que dé el INBA.

I.M.: Entonces, ¿quién tendría que resguardar esas luminarias, el INBA, el municipio, Fomento Cultural?

C.R.: El INBA. En específico la Dirección de Arquitectura y Patrimonio.

Foto: Fomento Cultural Torres de Satélite


I.M.: ¿Qué tan confiable puede ser el INBA cuando en el pasado también se ha visto involucrado en escándalos por torpezas o negligencias distintas en el cuidado, remozamiento, restauración de obras y monumentos como, recuerdo, “El Caballito” de Tolsá, en el Centro Histórico de la Ciudad de México?

C.R.: No hay nada que pueda garantizarlo. Fomento Cultural Torres de Satélite, en tanto asociación, tiene como finalidad procurar el orden, pero si el INBA tampoco cumple lo vamos a exhibir.

I.M.: ¿De alguna manera estarías apelando en este tópico al lema del alcalde Edgar Olvera de ser el suyo un gobierno enfocado a poner orden y generar conciencia?

C.R.: Fomento Cultural va más allá. No habla a un eco. Actúa, con un trabajo serio, honesto, sin interés incluso en establecer alianzas con partidos políticos, mas sí con los gobiernos en tanto autoridades con las cuales es necesario tratar ciertos asuntos de la competencia propia de Fomento Cultural.

I.M.: En el supuesto de que la respuesta a la solicitud que viene efectuando Fomento Cultural alrededor de las Torres de Satélite fuera negativa, ¿demandaría lo consecuente ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo?

C.R.: Fomento Cultural hasta aquí llegó. El gobierno municipal tiene que entregar las luminarias a la institución federal que es el INBA. De incumplirse las condiciones, quien tiene que iniciar el litigio ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo sería el INBA. Y si no lo inicia, Fomento Cultural va a estar presionando para que se dé el orden. Sobre todo, porque los gobiernos nos piden a los ciudadanos que denunciemos. Pero, de qué sirve denunciar si los gobiernos e instituciones no actúan de modo consecuente en el ámbito de su competencia. Por eso luego nos gana la delincuencia organizada, por eso nos ganan los políticos y los partidos, porque están organizados. La sociedad es la que está desorganizada. Por eso, para hacer las cosas bien, es que se creó la asociación y se ha hecho la labor de una investigación seria acerca de las Torres de Satélite. Otra cosa sería hablar por hablar, sin pruebas, en la búsqueda de protagonismo.


Mira, este asunto es, toda proporción guardada, a lo que hemos visto que ha ocurrido por años con las iglesias coloniales, de las que la gente, con el paso del tiempo, se iba llevando pedacitos de láminas de oro de los tableros o tallas, etc. Con Las Torres, la desaparición de las luminarias la documentó Fomento Cultural y el propio Director de Servicios Públicos aceptó tener en poder del ayuntamiento, guardadas en sus bodegas, las luminarias. Lo peor del caso es que, a pesar de los oficios y la intervención del INBA, es fecha que no las devuelve al monumento.


Las declaraciones del Director Francisco Álvarez de que con recursos municipales van a embellecer al monumento carecen de sentido, él no dimensionó su dicho. Estos son proyectos de millones de pesos. Pero no solo cuestión de dinero, sino de conjuntar a los diferentes sectores que integran a la sociedad. Qué bueno que el Director Álvarez haya cometido los errores que hemos señalado, porque ha permitido reactivar el tema de la importancia del monumento.

I.M.: El hecho de que hayas sido remitido al ministro calificador días atrás por un comando de reacción inmediata, luego de denunciar la desaparición de las luminarias, ¿fue una manera de amedrentamiento del gobierno municipal contra tu persona?

C.R.: Cuando uno, como ciudadano, se atreve a denunciar, se tienen este tipo de consecuencias baratas, para amedrentar y callar. Ahora, yo siempre tomo de lo malo, lo bueno. Y me queda claro que el gobierno se dio cuenta de que no es un individuo o una asociación aislados los quejosos, sino en tanto representantes de los intereses culturales de la sociedad naucalpense. No estamos, Cuauhtémoc Rodríguez ni Fomento Cultural, en contra de nadie ni nada en particular.

I.M.: La intervención en tu caso de la regidora Martha Patricia Calva y muy especialmente de Galo Blanco y Javier Chávez Tello, estos dos muy vinculados con David Parra Sánchez, líder moral del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado de México y Municipios (SUTEyM) Naucalpan, ¿cómo la lees y cómo crees que la pueda estar leyendo el gobierno municipal?

C.R.: Don Galo Blanco es un representante aguerrido de la sociedad, reconocido desde hace muchos años y que en la contienda pasada estuvo como candidato suplente a la presidencia municipal por parte del PRI, mientras David Parra fue el candidato titular para el mismo cargo. Pero, además, Galo Blanco funge como Director General de Fomento Cultural Torres de Satélite. Cuando en ese trance recurrí a mis familiares obviamente también le llamé. ¿Cómo lo lee el gobierno municipal? Pues ojalá lo lea de esta manera: que no puede actuar de esta forma con cualquier ciudadano porque también tenemos un respaldo y un reconocimiento social.

I.M.: En temas como el que nos ocupa, ¿cuál esperarías que fuera el papel a desempeñar por parte de asociaciones civiles de un modo u otro vinculadas con las Torres de Satélite, como son las de colonos de La Florida, Ciudad Satélite, Bulevares, Echegaray?

C.R.: Yo buscaría el apoyo en cuanto a la difusión social de —no perdamos este objetivo— la importancia artística y cultural de las Torres de Satélite.

I.M.: La situación complicada y de conflicto por la que atraviesa la Asociación de Colonos de Ciudad Satélite, el hecho de hallarse vinculado Galo Blanco con el grupo opositor a la actual mesa directiva encabezada por Benjamín Macedo, ¿no envuelve de alguna manera a Fomento Cultural?

C.R.: No. Nuestro tema es las Torres de Satélite, no más.

I.M.: Luego del taller organizado por Ingenia para revisar ideas acerca de qué puede hacerse para reinsertar a las Torres de Satélite en el ámbito urbano actual, taller donde tuve la ocasión de entrevistarte por primera vez, ¿Ingenia te hizo llegar los resultados de ese taller para comentarlos? ¿Qué va a pasar con Las Torres?

C.R.: Tiempo después tuve un acercamiento con el Arq. Rodrigo Luis González, Director de Construcción Valle de México de la Secretaría de Infraestructura del Estado de México. Es fecha que desconozco los resultados de ese taller, pero con quienes he seguido trabajando es con los jóvenes de Ingenia que se han mostrado interesados en la labor de difundir los 60 años de las Torres de Satélite, así como para reconocer la labor de las personas, grupos o instituciones que se han preocupado y han mostrado interés en difundir el valor de las Torres de Satélite como es el ejemplo de Café Tacuba que hace referencia codificada a Ciudad Satélite en su canción 53100, que es el código postal que la caracteriza.

¿Qué va a pasar con Las Torres? Fomento Cultural ha presentado un proyecto para que pueda hacerse un túnel cultural que, por una parte, permita el acceso al monumento y, por otra, resuelva el cruce de un lado al otro del periférico sin menoscabo de la imagen del monumento porque la ley ahora, tras el decreto, es muy clara y no puede construirse nada nuevo que afecte la estética de la obra en una periferia de 500 metros sin la autorización expresa del INBA.



I.M.: Pero los vecinos de Satélite, Bulevares, La Florida se han opuesto rotundamente a la construcción de un túnel semejante vistas las malas experiencias en los túneles existentes más arriba, a la altura de Correos y de Plaza Satélite, los que se han convertido en nido de ratas, literal y metafóricamente, además de cundir el ambulantaje.

C.R.: Como asociación solo pido que se nos permita presentar y explicar el proyecto pensado como una solución específica a un asunto concreto. Porque el mismo apela al espíritu de la idea original de Matías Göeritz de hacer un “arte emocional” y el espectador pueda vivir la emoción de caminar entre las sombras y las luces, el calor y el frío provocados por el monumento, así como recobrar la oportunidad de mirar a la inmensidad del cielo hacia donde apuntan Las Torres. Eso es lo que nosotros queremos difundir: toda la intensidad y capacidad creativa que vislumbró Matías Göeritz en las Torres de Satélite. Matías Göeritz no buscaba que Las Torres fueran solo una referencia visual, sino que fueran una experiencia vital.

I.M.: ¿Cuauhtémoc Rodríguez y Fomento Cultural se inclinan por la prohibición de manifestaciones de cualquier índole en la explanada de las Torres de Satélite, a pesar de ser un punto emblemático y de mayor y mejor visibilidad para la protesta social?

C.R.: Sí, por supuesto. Yo no tengo la capacidad para prohibirlas, y más que prohibirlas promovería que las manifestaciones pudieran hacerse de manera ordenada. La explanada no está diseñada con los elementos de seguridad para esa clase de actos. Quien siempre va a salir perdiendo es el manifestante. Ya lo vimos con el trágico accidente de semanas atrás. Digo esto no porque no quiera que vaya la ciudadanía a Las Torres, al contrario, pero que vaya a disfrutarlas en tanto monumento artístico, no para exponerse en protestas más o menos desordenadas. De existir ese túnel, pasadizo cultural como acceso al documento, no obstaría para que pudieran seguirse dando manifestaciones y protestas de manera segura y ordenada.

I.M.: Dada la problemática que dio pie a esta entrevista, ¿haría Fomento Cultural una manifestación en Las Torres por Las Torres?

C.R.: Nunca. Debemos ser congruentes. Nuestras manifestaciones son mediante documentos, mediante la difusión de los valores culturales y artísticos, actuando mediante la denuncia inteligente y fundamentada.

I. M.: Los 50 años de Las Torres pasaron prácticamente sin pena ni gloria. Nadie, fuera de Fomento Cultural, recordó el aniversario. ¿Celebrar los 60 años hará algo distinto?

C.R.: Esa es la intención. Queremos hacer varias acciones para destacar la importancia artística y cultural del monumento, reeditar el catálogo con la historia documental y gráfica del documento, involucrar a los jóvenes mediante su participación activa, difundir el significado a Las Torres ubicándolas en su contexto histórico y su evolución. Por eso, desde el primer día de enero de 2017 llevaremos a efecto conferencias, difusión en medios, etc. Es en esa difusión donde estamos fallando, en buena medida por la falta de fondos, por eso estamos planeando realizar distintos materiales promocionales también para allegarnos donativos.




Referencias

MENDOZA Olvera, V. (2011). Graffiti: construcción identitaria juvenil en la Ciudad de México (tesis). Naucalpan: FES UNAM Acatlán. Recuperado el 20 de agosto de 2016, de https://issuu.com/coletivograffitiarte/docs/tesis_graffiti





Un aletargado INBA a la mitad del camino


TRAS LA DENUNCIA efectuada por el Arq. Cuauhtémoc Rodríguez, presidente de la asociación Fomento Cultural Torres de Satélite A. C., respecto de la desaparición de las luminarias del monumento obra del Arq. Luis Barragán y el artista plástico Matías Göeritz, Indicios Metropolitanos se dio a la tarea de entrevistar a la Dra. Arq. Dolores Martínez Orralde, Directora de Arquitectura y Conservación del Instituto Nacional de Bellas Artes, sobre este tema y en particular para conocer su opinión sobre lo señalado en el boletín de prensa 281 del gobierno municipal de Naucalpan acerca de que en el primer encuentro habrían acordado INBA y ayuntamiento
[…] que los trabajos [de levantamiento y remozamiento] se realizarán en forma coordinada con el gobierno local, sin la participación de intermediarios  como asociaciones […]
Se acordó que en los próximos días se efectuará una visita técnica para llevar a cabo un levantamiento arquitectónico y conocer el estado actual en el que se encuentra este espacio, al tiempo que se iniciarán los trabajos para la ejecución de un programa de iluminación.
En vista del papel que ha desempeñado por 13 años la asociación presidida por el Arq. Rodríguez, al ser cuestionada la funcionaria sobre las reacciones derivadas del boletín, la Arq. Martínez explicó a Indicios Metropolitanos vía telefónica:

Dolores Martínez Orralde: Yo no estoy molesta ni enfadada por lo expuesto en el boletín de prensa del gobierno municipal de Naucalpan. Estamos, en todo caso, aclarando la situación en torno al tema de las Torres de Satélite y en pláticas para coordinar las acciones dirigidas a su mantenimiento y conservación.

Acordamos con el gobierno municipal en la necesidad de hacer un levantamiento para conocer la situación real y actual de la obra.

Indicios Metropolitanos: ¿Esto incluye conocer la situación acerca del tema de las luminarias “desaparecidas”?

D.M.O.: También. Tenemos que aclarar los hechos y por eso hemos pedido que se haga un levantamiento, pues la obra está a resguardo del municipio.

I.M.: ¿El boletín daba a entender que, para el embellecimiento de Las Torres no se tomará en cuenta a la sociedad ni a ninguna asociación interesada en el tema?

D.M.O.: No puede ser así. El papel que han jugado los vecinos en el cuidado de Las Torres ha sido muy importante. Es cierto que hay puntos de vista contradictorios, pero la sociedad, los ciudadanos son un elemento principal para determinar las acciones más pertinentes, para el mantenimiento y conservación de la obra en armonía con su entorno urbano.

I.M.: La idea de Fomento Cultural de proyectar la construcción de un paso peatonal deprimido (túnel) con carácter de museo de sitio o pasaje cultural temático tiene inquietos a los vecinos, unos están en contra y otros lo ven como una solución favorable. ¿Usted qué opina?


D.M.O.: Bueno, ese es otro tema y ya se verá en su momento. Por ahora veo que hay diferencias entre los vecinos y el gobierno, y lo que nosotros tratamos es de mediar para conciliarlos.

Torres de Satélite, plástica oración

EL SÁBADO 18 DE JUNIO, el gobierno del estado por medio de la Secretaría de Infraestructura, efectuó un taller de “Reactivadores sociales” coordinado por el despacho consultor Ingenia MX cuya finalidad fue someter al escrutinio y parecer de un grupo de vecinos de la localidad qué se puede hacer para “rediseñar” al conjunto escultórico, en el afán de detectar necesidades y dar a las Torres de Satélite —la obra escultórica emblemática de Ciudad Satélite y Naucalpan concebida por el artista plástico Matías Goeritz, construida por el arquitecto Luis Barragán con la colaboración del pintor Jesús Reyes— nueva vida y un significado más acorde con la actualidad, quizá construyendo un pasaje subterráneo a modo de museo de sitio, entre otras ideas.
En esa ocasión, Indicios Metropolitanos entrevistó en exclusiva al Arq. Cuauhtémoc Rodríguez, presidente de la asociación Fomento Cultural Torres de Satélite.

Arq. Cuauhtémoc Rodríguez
Foto: Fomento Cultural Torres de Satélite
I.M.: ¿De qué se trata este taller en que nos encontramos que se ha llamado “Taller de Reactivadores Sociales”?

C.R.: Primero quiero aclarar que nosotros vinimos como ustedes, invitados. Esto está organizado por un colectivo apoyado por el Estado de México. Se nos invitó para dar a conocer los conceptos de historia de Las Torres, la reglamentación y en qué situación están actualmente Las Torres, la declaratoria de Patrimonio Cultural y Artístico de la Nación que se hizo en 2012, qué conlleva esta declaratoria sobre qué se puede hacer o no con las Torres de Satélite y su entorno.

Este colectivo busca precisamente la interacción de la sociedad y de algunos espacios que, ellos creen, están propensos a ser modificados con intervenciones urbanísticas. Es lo que ellos buscan, según entiendo. Así, este colectivo está proponiendo un trabajo de intervención alrededor o en los alrededores de Las Torres de Satélite.

Lógicamente pues hay que tener mucho cuidado en cuanto a tocar la explanada o Las Torres, porque ya están declaradas como Patrimonio Cultural y Artístico de la Nación y ya con esto el decreto dice que a 500 metros a la redonda no se puede hacer ni pintar ni construir nada si no es con permiso específico del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBA), en este caso, y en estricta función justificada en beneficio de la obra. Esto está basado en la Ley Federal de Monumentos. Es decir, no obstante, se puede proponer algún proyecto que valga la pena de llevar al cabo con el auspicio y la autorización previa INBA.

I.M. Ya que hablamos de cuestiones históricas, cuando se construyó el Viaducto Bicentenario, los vecinos del fraccionamiento La Florida colindante con el monumento tuvimos —me incluyo ya que formé parte de la Comisión Técnica— un papel muy activo como supervisión técnica para poder revisar el desarrollo del proyecto y, entre las cosas que se pudieron observar directamente con los funcionarios de SAASCAEM y las empresas constructoras Rioboo y OHL eran justo las afectaciones sobre las Torres de Satélite.



Estuve presente en algunas de esas reuniones y en una de ellas concretamente se hicieron esas observaciones e incluso vecinos representantes de Satélite afirmaron que, no, Las Torres no se iban a tocar; sin embargo, se tocaron. Se le quitaron más o menos tres metros de cada lado a la explanada para dar espacio a los carriles adicionales.

Llamó entonces la atención que vecinos de Satélite y Fomento Cultural no hicieran mayor señalamiento al respecto. Cuando le pregunté personalmente al Ing. Manuel Ortiz, a la sazón Director General de SAASCAEM, si esa afectación se le iba a notificar al INBA o a la Asociación Barragán, él dijo que, bueno, se le había dicho al INBA que la obra pasaría por ahí y que el INBA había dado su anuencia, pero sobre esa afectación concreta a la base, cuestionado, el Ing. Ortiz respondió que no le habían dicho al INBA y que “no lo vamos a hacer” sin matizar el por qué.

Entonces puse sobre la mesa el tema de la propuesta de declaratoria que mencionas, la cual se encontraba encajonada en el escritorio de Felipe Calderón con miras a que fuera uno de los primeros actos de gobierno del probable candidato a la presidencia Enrique Peña Nieto, en aquellos días gobernador del Estado de México. Manuel Ortiz se quedó con los ojos desorbitados por la sorpresa, expresando la duda de dónde había yo sacado esa información; pero, finalmente confirmó el hecho y explicó que, en efecto se tenía lista y para presentar la declaratoria de Patrimonio Cultural; sin embargo, estaba pendiente la petición de declaratoria de Patrimonio de la Humanidad que otorga la UNESCO que es mucho más rígida y, si la UNESCO se entera de que, contra el proyecto original ya no hay esos tres metros de cada lado de la explanada negaría la declaratoria. Te pregunto, ¿será que este ejercicio de ahora, con este taller, tiene un poco la finalidad de orden político de generar un nuevo proyecto que enmascare aquellas afectaciones a ojos de que la UNESCO no objetare declarar a Las Torres como Patrimonio de la Humanidad?

Foto: Archivo VETA Creativa
C.R.: […] Con la afectación de la explanada nosotros no tuvimos nada que ver más allá de una plática informal con el INBA; pero, como no había declaratoria —esto es muy importante— el gobierno podía hacer lo que quería. […] Fue una audacia de OHL ganar dos carriles más cortando la explanada ya que finalmente el viaducto no se haría elevado, en parte por nuestra insistencia en cuidar los aspectos visual y estético de Las Torres. Se tuvo que ceder un poco para que ya no hubiera más conflictos. Fueron millones de euros de un proyecto europeo que ya venía avanzado y que, gracias al trabajo tanto de ustedes, vecinos de La Florida, como de nosotros, Fomento Cultural, y la Asociación de Colonos de Satélite logramos detener por cuatro meses.

En noviembre de 2012, Felipe Calderón, presionado por los compromisos adquiridos y por Fomento Cultural ya no dejó la declaratoria en manos de Peña Nieto, sino él presentó el decreto como uno de sus últimos actos de gobierno.

Entonces, Las Torres ahora sí ya están protegidas por la Ley Federal de Monumentos. En el ínterin se descubrió que el propietario de las Torres de Satélite es el gobierno del Estado de México…


I.M.: ¿Cómo que “se descubrió”?

C.R.: Nadie sabía quién era el dueño. En Fomento Cultural nos dimos a la tarea de hacer y aun la exhaustiva investigación histórica, biográfica, iconográfica y encontramos que originalmente Las Torres de Satélite fueron construidas en los terrenos del fraccionamiento conocido originalmente como Ciudad Élite, pero que luego pasó a llamarse Ciudad Satélite por influencia de la carrera espacial, uno de los hechos que ocasionaron que la construcción de la obra pasara casi desapercibida para medios de comunicación y sociedad. O sea, el propietario era el fraccionador, es decir Miguel Alemán Velasco y todos sus socios. Pero cuando se construyó el Periférico, para transformar una carretera rural en la autopista Panamericana, Las Torres quedaron aisladas por una vía federal.

Fue hasta años recientes que Fomento Cultural se puso a investigar, encontrando las escrituras originales donde se asegura que el gobierno estatal es el propietario, lo que ya en el decreto de Calderón se reconoce plenamente. Ello obliga al gobierno estatal de manera conjunta con el municipal —por hallarse en terrenos de Naucalpan— a darles el mantenimiento respectivo, planear un programa de conservación, pero sobre todo de crear conceptos que garanticen la seguridad de cualquiera que quiera acceder al monumento, pues Las Torres hoy son utilizadas para fines que no tienen que ver con la cultura como las reciente manifestaciones relacionadas con temas y problemáticas de otra índole política o social, para las que el mejor y más adecuado espacio es la explanada del edificio del ayuntamiento.

Así, foros como este de ahora me parecen importantes para que gobierno y ciudadanos no solo conozcamos los problemas sino aportemos probables soluciones.

I.M.: ¿Qué se puede hacer con y alrededor de las Torres de Satélite en su nueva circunstancia?


C.R.: […] Tenemos la propuesta de hacer un túnel cultural, un museo de sitio, que atraviese de lado a lado por debajo de Las Torres y permita no nada más el paso de un extremo a otro, la conexión entre los fraccionamientos La Florida y Bulevares como antaño se hacía con puentes peatonales, sino que permita un acceso más seguro al monumento a diferencia del peligro que hoy enfrentan quienes se atreven a cruzar el periférico.

El arquitecto Rodríguez, sobre este tema recordó el trágico accidente ocurrido el 27 de mayo de 2016, cuando un grupo de 10 manifestantes resultó arrollado por un automovilista falleciendo dos de ellos.

C.R.: […] Anteriormente nos decían que no era posible hacer un túnel, cuando tenemos dos enfrente de Plaza Satélite.

I.M.: Esos túneles que mencionas han resultado problemáticos para los vecinos de Satélite, porque sí se han convertido en foco para el ambulantaje y la inseguridad. ¿Cuál sería la clave para que funcionara dicho túnel?

C.R: Tener control.

I.M.; ¿Cómo; quién llevaría el control, Fomento Cultural o el gobierno municipal o la Asociación de Colonos de Ciudad Satélite que hoy se encuentra dividida y en medio de un conflicto de intereses?

C.R.: Asociación de Colonos no tendría injerencia […] El gobierno solo no puede ser. INBA solo no puede ser. Por eso nosotros insistimos en que haya una participación ciudadana; y en 14 años de existir como asociación hemos demostrado, creo, que somos una asociación seria sin ánimo de lucro y sobre todo interesada en difundir la importancia artística, histórica y cultural del monumento de las Torres de Satélite y no nada más.

Luis Barragán y Matías Goeritz.
Foto: Fomento Cultural Torres de Satélite
I.M.: La Fundación Barragán, que entiendo está en Alemania, ha hecho caso omiso a la obra, ¿cierto?

C.R.: El problema original de que estuvieran como abandonadas Las Torres se debe a un conflicto sobre la autoría entre Luis Barragán y Matías Goeritz, artista plástico […]. La Barragán Foundation es de Federica Zanco, está en Suiza; tiene los derechos nada más de la obra gráfica de Barragán […]. ¿Por qué no se involucran aquí en Las Torres? Porque aquí no hay manera de que ganen dinero a diferencia de lo que ocurre en la Casa de Barragán, en Jalisco.

[…] El año pasado, 2015, se cumplieron los 100 años de nacimiento de Matías Goeritz y en todo el mundo hubo exposiciones de él. ¡Qué vergüenza! que, aquí en Naucalpan, donde tenemos la obra, no la más importante, sino la más emblemática, la más majestuosa de este artista plástico de talla internacional, el gobierno no hizo nada. Ni en los 50 años de Ciudad Satélite. Todo el trabajo de ese aniversario lo hicimos nosotros. Por eso actualmente nos preocupa la falta de interés.

Parroquia de Nuestro Señor del Campo Florido
del Arq. Félix Candela.
Foto: Archivo VETA Creativa
I.M.: Algo similar a lo que ha ocurrido con la obra también emblemática de otro importante arquitecto español, Félix Candela, quien erigiera a escasos metros de dichas Torres de Satélite una de sus más importantes obras, la Parroquia de Nuestro Señor del Campo Florido. Otras de las obras de este arquitecto creador del concepto de estructuras de cascarón son el Palacio de los Deportes, el  Museo de Historia Natural, en Chapultepec… Nadie ha hecho nada para celebrar sus 50 años de existencia y, en cambio, el año pasado se construyeron unos baños adosados a la torre del campanario que rompen radicalmente con el concepto y la estética original.

C.R.: Como asociación, el año pasado hablamos con la presidente interina Claudia Oyoque, para presentar una conferencia en el Teatro Bicentenario relativa a los 50 años de Las Torres, a la que se invitó a gente muy importante del ámbito artístico y cultural; pero, se canceló de última hora por causa de preferir el gobierno dar el espacio a un evento del DIF ahí y en el mismo horario. No tengo nada contra el DIF, pero ello es muestra de la falta de compromiso de los gobiernos municipales para con el tema cultural.

En enero próximo se festejan los 60 años de Las Torres y de Ciudad Satélite. Hace 10 que las pintamos gracias a la donación de Comex y estamos trabajando para celebrar esa fecha como no pudimos hacerlo.

I.M.: Entiendo que el gobierno municipal de Edgar Olvera está buscando reunirse con varias agrupaciones, incluido Fomento Cultural Torres de Satélite que presides, además de artistas y personalidades diversas precisamente para poder organizar los festejos por esos 60 años de Ciudad Satélite y los 45 de Plaza Satélite. ¿Cómo imaginas las Torres de Satélite en el futuro cercano viendo que ya fueron afectadas en su base, la explanada, que ya están prácticamente ahorcadas por la circulación y que quedan como un monumento ahí, en una isla que nada más queda para ser visto al paso y en la distancia?

C.R.: Yo me las imagino mejor. Esa es mi motivación […] Creemos que ya estamos a un paso de la declaratoria ante la UNESCO, hemos cumplido con muchos de los requerimientos que pide esta organización. Solo falta que nos repongan el cableado y luminarias que se han robado, quitar los grafitis. Estamos junto con INBA y gobierno estatal planeando un programa de normatividad que regule el acceso a Las Torres tanto como su mantenimiento integral y conservación.

I.M.: Tú, como experto dedicado al tema, explícanos. Hay personas que ven las Torres de Satélite y las consideran unos pilotes ahí horrorosos, meros mojones, no entienden su significado. ¿Qué significan las Torres de Satélite?

C.R.: ¡Esa es la pregunta más importante de todas! Cuando se desconoce de qué trata una obra, su valor artístico, quién la hizo, el mensaje que implica o la emoción que pretende provocar en el espectador se la disfruta menos.

I.M.: Aun cuando el arte primero ha de gozarse y luego entenderse desde su esencia y sustancia.

Matías Goeritz.
Foto: Fomento Cultural Torres de Satélite
C.R.: Así es… Las Torres de Satélite fueron creadas por un artista ya consumado en Europa cuando el arte contemporáneo estaba en su apogeo. Matías Goeritz no se hizo en México. Él creo un concepto de arte monumental urbano y, por las características, las Torres de Satélite son el primer ejemplo de arte minimalista en México y en el mundo.

Una de las características del arte contemporáneo es que no tiene que ser “bello” en el sentido clásico de la idea, sino que su belleza es más emocional e intelectual, provocadora.

Caminar entre las Torres de Satélite, observar de cerca o lejos su majestuosidad implica la intención de Goeritz de crear un arte emocional. Es una obra que, a querer o no, obliga a ver hacia el cielo. Eso era lo que quería Matías Goeritz, conectar al ser humano con Dios.

¿Cuál es el significado de Las Torres? Es una oración plástica, así las definió Goeritz. Una oración plástica, una obra espiritualmente dedicada a Dios.

I.M.: Yo las he descrito como una mano, la mano de la Madre Naturaleza saliendo de entre la tierra para alcanzar el cielo o la luna. Sobre todo, por la dinámica de observación conforme uno se acerca o aleja de ellas, en especial en la dirección norte-sur.

Maqueta final en el estudio del Arq. Barragán
Foto: Fomento Cultural Torres de Satélite
C.R.: No. Eso es imposible porque, tocando nuevamente el tema de la espiritualidad tanto de Matías Goeritz (judío) como de Luis Barragán (católico), Las Torres fueron creadas originalmente en concepto de siete. Eran siete torres, no cinco. Nunca fueron concebidas como una mano, sino a partir del número siete de valor cabalístico. El triángulo, como forma perfecta, y que se repite torre tras torre, conecta con las ideas de la Trinidad y de la armonía.

Cuando llegó el momento de construirlas empezaron los cambios. Eran de 200 metros de altura y esta se redujo primero a 72 y al final a 52 metros de talla, la más alta, así como su número se restó a ser cinco.

I.M.: Tocaste el tema de la armonía. Se han quedado fuera de armonía Las Torres en relación con el contexto en que se encuentran. ¿Cómo puede recuperarse la armonía que tenían dado el contexto actual agobiante, abrumador?

C.R.: Mira… Manteniéndolas en buen estado. Manteniéndolas como las Torres de Satélite, obra artística y no mero distintivo geográfico. En el concepto original de Matías Goeritz, él ni siquiera sabía que habría con el tiempo edificaciones a los lados de su obra. A él le dieron un espacio, una explanada, una base para una escultura y ahí levantó su obra. Lo que luego llegó no debía afectar a Las Torres en su presencia primordial. Si nos concentramos en las tareas del mantenimiento y la conservación estéticos seguirán siendo ellas. Y para esto es necesaria la presión social consciente del valor artístico, cultural e histórico de la obra; una presión inteligente, conocedora, sensible.

¿Qué sí podía afectarlas? El Viaducto Bicentenario, un proyecto grave que hubimos de detener con leyes en la mano. Si se hubiera hecho elevado, sí habría sido destrozada la armonía estético-urbana.

I.M.: Esperemos a ver qué ideas surgen de este taller de “Reactivadores sociales” para dar a las Torres de Satélite nueva vida.

El escalón que falta 1. Del dicho al hecho



ERA DE LA OPINIÓN… que con la intervención del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) por virtud de un convenio promovido por el gobierno municipal presidido por Edgar Olvera Higuera, las cosas podrían ser distintas en lo tocante a la participación ciudadana, pero todo apunta a que los comicios que en próximos días se efectuarán en los municipios del Estado de México para elegir Consejos y Delegaciones de Participación Ciudadana podrían resultar, como antes y siempre, amañadas, no precisamente por causas perversas achacables al actual alcalde, sino quizá más bien por torpeza general del cabildo ignorante de los huecos legales preexistentes. Pero antes de entrar en materia quiero recordar lo expuesto por Alberto Olvera —vaya coincidencia con el presidente municipal naucalpense— en 2009 al respecto:

Uno de los rasgos más interesantes de la dilatada e incompleta transición a la democracia en México es el uso que se la ha dado a la innovación legal. El carácter centralmente electoral de la transición, con sus constantes conflictos postelectorales y sus inacabables reformas en las reglas e instituciones electorales, hizo que se perdiera de vista que hay otros terrenos en los que se han tratado de abrir nuevas avenidas a la democratización de la vida pública.
Tal es el caso de las leyes de participación ciudadana. Poco visibles y ciertamente poco trascendentes aún en la vida política nacional y local, estas leyes han sido uno de los terrenos de innovación legal más relevantes. Y lo son porque todas las democracias operativas del mundo tienen instrumentos de participación política que trascienden el escenario meramente electoral. Resaltan los mecanismos de democracia directa: plebiscito, referéndum e iniciativa ciudadana, que en diversas modalidades se incluyen en las constituciones o en leyes secundarias en buena parte del mundo. Ciertamente, por su propio carácter excepcional, es decir, por ser instrumentos de decisión última sobre asuntos de trascendencia nacional o local, estas formas de participación ciudadana han sido usadas con poca frecuencia en la historia. Además, no dejan de ser ambiguas en sus alcances democráticos. (OLVERA & CILANO, 2009).

Desafortunadamente, en lo tocante a México, esas figuras como la “consulta popular” ya incluida en nuestra Carta Magna, no son vinculantes, es decir que no obligan a los gobiernos a acatar la voluntad ciudadana como sí se supone que sucede con el voto específico para elegir cargos de función pública (remunerada con base en el erario mismo).
En 2013, junto con algunos amigos y vecinos conformé una planilla para competir en mi localidad por los cargos de representación vecinal y autoridades auxiliares del ayuntamiento conocidos como Consejos de Participación Ciudadana (COPACI) y Delegaciones de Participación Ciudadana. Los detalles de la anécdota poco importan fuera de que la mayoría habíamos conformado tiempo atrás la Comisión Técnica de Vecinos de La Florida que sostuvo las gestiones y diálogos con la dependencia del gobierno del Estado de México (SAASCAEM) y las empresas encargadas de construir el Viaducto Bicentenario, toda vez que implicaba diversas afectaciones sobre el fraccionamiento que habito y en general la zona aledaña. La experiencia fue tanto fructífera como frustrante.

Fructífera por el conocimiento que conlleva de diversos aspectos por los cuales se logra comprender el estado de las cosas y los alcances que uno, como ciudadano, puede adquirir cuando se inserta en la práctica política de lleno y no solo como un elector que observa de lejos.

Frustrante como suele suceder cuando uno topa con la pared. En este caso la pared llena de huecos legales por los que toda la luz se filtra y ciega y distorsiona la realidad, aun siendo parte de la misma. Huecos que hacen permisiva la “corrupción involuntaria” tras la conformación de planillas a modo del gobierno municipal en turno. Huecos por donde se cuela el afán de ciertos grupos de poder para controlar los destinos de la población gobernada. Huecos por los que la mano del gobierno ase la del ciudadano, no para guiarla, sino para coartarla al convertirse en el “gran elector” con funciones de organizador, juez y parte. Huecos, también, consecuencia de la apatía de los conciudadanos cuya enjundia al calor de la circunstancia termina enfriándose con el paso de los días hasta convertirse en franca indiferencia.

Los COPACI y los Delegados no son, de suyo y por indefinición de la constitución estatal del Estado de México, ni miembros del ayuntamiento ni funcionarios públicos, sino apenas parte mínima y extensiva de la estructura descentralizada de la administración pública. Sin embargo, la actual Ley Orgánica Municipal del Estado de México en su Título III, Capítulo Cuarto sí define de tal modo, para el caso de los delegados, que estos son además autoridades auxiliares o, dicho con crudeza, seudofuncionarios públicos sublimitados en sus funciones, además de ser cargos honorarios, es decir sin goce de sueldo, lo que ya implica un desequilibrio para quienes aspiran a servir (o servirse) desde esa posición de empoderamiento (que no de poder), pues todo gasto relativo a sus gestiones y trámites han de subsanarlos de su peculio, a menos que hagan entre sus “vecinos representados” la común “coperacha”.

Artículo 27.- Las Autoridades Auxiliares ejercerán en sus respectivas jurisdicciones, las atribuciones que les confiera el Ayuntamiento y las disposiciones jurídicas aplicables, para coadyuvar en la conservación del orden, la tranquilidad, la paz pública, la seguridad y la protección de los habitantes de su respectiva comunidad.
Asimismo, podrán coordinarse con la Dependencia o Entidad de la Administración Pública Municipal correspondiente, para la planeación de programas que sean necesarios para el desarrollo de su comunidad. Los trámites y gestiones que realicen las Autoridades Auxiliares serán gratuitos y en el desempeño de su labor no recibirán remuneración alguna.
Artículo 28.- Los integrantes de los Consejos de Participación Ciudadana y las Autoridades Auxiliares a que se refiere el presente Capítulo, estarán sujetos a las disposiciones aplicables de la Ley Orgánica Municipal del Estado de México y la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de México y Municipios.
Tratándose de Delegados y Subdelegados se aplicarán las mismas normas generales de los Consejos de Participación Ciudadana respecto a la elección, duración del cargo, remoción y suplencia, contempladas en la normatividad de la materia; asimismo, los Delegados, Subdelegados e integrantes de los Consejos no podrán ser reelectos para el período inmediato siguiente [cf. (ESTADO DE MÉXICO / Naucalpan de Juárez, 2013): Título segundo, Capítulo Tercero; (LI LEGISLATURA DEL ESTADO DE MÉXICO, 1992): Título III, Capítulos Cuarto y Quinto].
En su exposición de motivos, La ley Orgánica Municipal del Estado de México apuntaba ya en 1992:

A pesar de sus limitaciones de recursos, los ayuntamientos y sus comunidades están en marcha, pero es evidente que debe fortalecerse aún más la capacidad de actuar, decidir y gestionar de los ayuntamientos; propiciar una mayor participación ciudadana en una gama más amplia de actividades y tareas de la vida pública municipal; e incrementar los mecanismos y vías de coordinación y apoyo que puede y debe aportar el Gobierno del Estado.
[Por lo que en esta Ley …] Se estipula con toda precisión que la elección de los Consejos de Participación Ciudadana Municipal debe efectuarse en los plazos que establece la ley; y, en su caso, de acuerdo a los calendarios complementarios que determine el ayuntamiento, señalándose como fecha inicial el último domingo de enero del primer año de la administración municipal y como fecha límite el 21 de marzo del propio año.
[Además…] Se amplían los cauces de participación para los vecinos, con la reestructuración de la integración y atribuciones de las comisiones de planeación para el desarrollo, adecuándose su terminología jurídica y facultando a los ayuntamientos para que al inicio de su período constitucional, las integren con presidentes de los consejos de participación ciudadana municipal y con personas representativas de la colectividad y/o que tengan un conocimiento técnico especializado de los asuntos de que éstas se ocuparán [op.cit.].

Uno de los motivos no escritos para la creación, en aquellos años noventa de los Consejos de Participación Ciudadana fue la crisis, podemos decir, de imagen y funcionalidad representativa de las cámaras y asociaciones empresariales y vecinales, crisis que llevó a la gente a relacionar el corporativismo sindicalista y su corrupción subyacente con los juegos de intereses propios de la partidocracia.

Los Consejos de Participación Ciudadana fueron pensados entonces como el brazo extensivo de la sociedad sobre las gestiones de gobierno; mientras, las Delegaciones vinieron a ser el brazo extensivo del gobierno para mediar y detectar las necesidades sociales.

En el Estado de México —como en otras regiones del país—, las asociaciones de colonos y vecinales empezaron a perder adeptos, y esto se reflejó no nada más en la baja recaudación de fondos, sino de manera especial en la discutible representación de los intereses y necesidades de la población agremiada, los que fueron absorbidos o puestos al servicio del status quo político en medio de jalones y riñas por el poder.

Cada vez más llenas de problemas, asociaciones como la de Ciudad Satélite se volvieron cebo y premio para individuos y grupos que las cooptaron, con más afán de poder y lucro en vez de servicio a la comunidad, lo que derivó en el deterioro de la calidad de vida municipal por medio del otorgamiento de permisos a mansalva para cambiar usos de suelo y construir desordenadamente, prodigar el ambulantaje, abandonar el mantenimiento preventivo de calles, avenidas, parques, los que poco a poco fueron tomados por la delincuencia, así la investida con uniforme como la embozada con el antifaz del oportunismo.

La Asociación de Colonos de La Florida, fraccionamiento que habito, se vio envuelta hará unos veinte años en diversos líos legales, demandas y arrebatos que llevaron a que, detalles más o menos, por sentencia de un juez, la presidencia de la misma quedara en manos el Ing. Carlos González, un exempleado de la Compañía de Luz y Fuerza, vecino que, si por una parte trató de contener los aviesos intereses que tienen la mira puesta sobre La Florida, también por torpezas de carácter acabó por dividir la ya de por sí debilitada asociación, la que incluso terminó con instalaciones embargadas por el ayuntamiento, con deudas pesadas por sueldos caídos, y un largo etcétera.

El ingeniero pretendió pasar la estafeta a mí tanto como a otros vecinos en varias ocasiones, pero ninguno le quisimos entrar a la rifa del tigre.

Cuando surgieron los COPACIs, también buscó enamorarnos a algunos, para que nos involucráramos de modo que fuéramos el contrapeso faltante en la colonia. Ahí sí, de entonces a la fecha, varios le entraron, si bien no todos con las mejores intenciones y procederes. En fecha tan próxima como diciembre de 2016 falleció el mencionado ingeniero González y ello, hoy, deja a la asociación en el limbo, acéfala.

Lo anterior ya lo veíamos venir los miembros de la Comisión mentada. A solicitud de los vecinos reunidos en asamblea y por requerimiento condicionante del gobierno estatal entonces gobernado por el hoy Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, conformamos la Asociación Defiende a La Florida A.C., con la finalidad de asentar un órgano más consolidado que la Comisión para representar a los vecinos en aquellas pláticas con gobierno y empresas como OHL.

Luego de construido el Viaducto Bicentenario con menos afectaciones de las que originalmente tenía el proyecto —aunque no faltan las voces críticas que clamaban el “todo o nada”—, calmadas las aguas, los vecinos en general se olvidaron de Defiende a La Florida, la que está ahí, como en el limbo también, pero latente. Algunos miembros de aquella comisión consideramos pertinente dar un giro y crear un grupo que unificara a otros de todo Naucalpan con el mismo interés de hacer del municipio un mejor lugar dónde vivir y trabajar.

Felipe Peralta Trillo explica a Indicios Metropolitanos y sus lectores esta parte de la historia.