Si atestiguamos semejantes hechos más la retahila de declaraciones polémicas de diversos actores, como las "baladas" del recientemente "destapado" aspirante a la precandidatura panista para contender rumbo a las elecciones presidenciales del 2012, el Secretario de Hacienda y Crédito Publico Ernesto Cordero, lo que tenemos, pues, para terminar el transito de esta semana es un rosario de guantazos verbales.

Al secretario de Hacienda le lanzó el guante el gobernador Enrique Peña Nieto, retándolo a debatir los temas económicos y muy especialmente los relacionados con el poder adquisitivo de los mexicanos. Enterado del duelo, solícito y pronto, el jefe de gobierno del Distrito Federal y también aspirante a la silla mayor, Marcelo Ebrard Casaubon recogió la prenda con afán de apadrinar la pendencia. Cordero ya declaró con buen talante que le entra a los moquetazos de lengua (para no decir lengüetazos).

Si viviéramos en tiempos de Zorrilla, los diálogos de los personajes de la escena política mexicana de hoy serían algo como las escenas de espadazos (1a. Parte, Acto 4o.) entre Don Juan, Don Luis y el Comendador Don Gonzalo. Don Luis (Bravo Mena) alegando que "el reto de la democracia es limpiar la vida pública del Estado de México", mientras Don Juan (Eruviel Ávila), creyéndose que "soy la mejor opción", va declamando con sus ademanes afectados aquello de que "¿no es verdad querido elector / que en esta mexiquense orilla / más clara Elba Esther brilla / y se conspira mejor?". Y Don Gonzalo (Alejandro Encinas), en cambio, con papelitos desenvainados va arremetiendo estocadas a la voz de que "no puede hablarse de democracia con tanta pobreza y marginación, pues una sociedad marginada es profundamente antidemocrática y sólo por eso, para empezar, es necesrio erradicar el clientelismo". Desfalleciente estadísticamente, Don Luis va exclamando "Ecatepec clama por agua". Herido en el orgullo, Don Gonzalo va aclarando que del amigo (AMLO) no reniega y señala "lo que tienes es pavor de mi justicia".

Y si avisoramos el último acto del drama... Pero no, aún no erigimos las estatuas de los vencidos en el cementerio del sufragio efectivo, y no hay razones para espantar con el petate del muerto.


Y vuelve Chencha con calentura

Senador por el PRI, Manlio Fabio Beltrones. Foto: NOTIMEX

Las estadísticas muestran un cierto declive en las preferencias por algunos copetudos y, no por Manlio Fabio Beltrones ni por cosa que se parezca, por algo vengo sosteniendo desde hace tiempo que Enrique Peña Nieto sólo es un señuelo... Como diríamos en el mundo o el circo de Capulina: puede ser, a lo mejor, quien sabe, no lo sé, tal vez... el as bajo la manga provenga de extracción ciudadana, a falta de una reforma que facilite las candidaturas independientes (algunos seguimos alzando la mano).

Por otra parte, sigo insistiendo que si la izquierda de verdad evoluciona y sabe lo que le conviene no debe continuar el juego y las aspiraciones de AMLO, pues sería de una incongruencia total.

En la discutida legitimidad de la presidencia actual por parte de los lopezobradoristas está la razón de su consistencia. Que AMLO tozudamente pretenda anotarse de nuevo como aspirante a candidato a la presidencia de la república para las elecciones del 2012 le revelaría, peor, le afirmaría como el mesiánico líder que es. Sería, por decir lo menos, una supina estupidez basada en la más grave contradicción. Si damos por supuesto y concedemos que AMLO "es el presidente legítimo", permitir sus avances y coqueteos y, más, sus lances electoreros con ese fin le colocan en la indefensión por representar, en ese caso, justo lo mismo contra lo que se opone. La "No reelección", fundamental en el discurso democrático mexicano, tendría que aplicársele a AMLO la misma enjundia con la que habla su dedito.

Los granos al alza. Especialistas prevén hambrunas.

Es decir, Andrés Manuel, ya te entiendes presidente, ya lo eres (para tu círculo). Te ostentas como tal (a ojos de muchos), confórmate con la imagen que has alimentado y no pretendas otra cosa. O, Andrés Manuel, reconoce públicamente, aunque te duela, esto tan sencillo y obvio: no eres el presidente (ni legítimo ni legal) y entonces sí, desde una plataforma más humilde ejerce legítimamente la oposición y así aspira a participar en la contienda hacia el 2012. De otro modo, el candidato más perfilado por el PRD será Marcelo Ebrard, con lo cual tampoco estoy de acuerdo pues, siendo uno más de tantos ex priyistas acomodaticios y brincones entre partidos, no representa la izquierda más original, pero en la mesa como en la palestra, el hambre es canija y, si de poder se trata, al que pida pan, tortillas (¡y con lo caras que están las comodities!)

En esta primera etapa, los candidatos abordaron temas relacionados con la transparencia y el buen gobierno, coincidiendo en algunos puntos como la necesidad de aplicar los controles de desempeño a las policías estatal y municipal, la aclaración, fiscalización y transparencia de cuentas públicas.

Otros temas abordados de pasada, superficialmente aun cuando se señalaron datos duros, estadísticas y hechos del pasado de cada cual de los candidatos, fueron la violencia contra la mujer, los índices de inseguridad y los tres candidatos esbozaron algunas ideas y propuestas específicas.

Eruviel Ávila mencionó su promesa de eliminar el impuesto sobre la tenencia vehicular, la promoción del referendo como instrumento democrático para escuchar a la ciudadanía, y refirió que ha firmado y firmará alrededor de 6 mil compromisos ante notario, resumiendo apretadamente varios de los puntos y propuestas de su campaña.

Por su parte, Alejandro Encinas dedicó buena parte del debate para hacer señalamientos puntuales nocivos a la imagen de sus contrapartes, mostrando imágenes, gráficas, documentos y citando a personalidades de los mismos partidos contrincantes, enfatizando la contradicción entre los dichos y los hechos de gobierno.

Felipe Bravo Mena, candidato por el PAN, propuso que además de hacer pública la declaración patrimonial que los candidatos "nos hagamos el antidoping", a lo que Encinas añadió que también sería conveniente hacerse el examen psicológico y exhibir públicamente las cuenta bancarias personales.

Bajo la conducción del periodista Carlos Puig, los candidatos difícilmente respondieron de forma concreta a preguntas concretas como la de cual sería el modo de limpiar las policías.

Entre las conclusiones de los candidatos tras este primer debate, Felipe Bravo Mena estimó que "El reto de la democracia es limpiar la vida pública del Estado de México". Alejandro Encinas consideró que "Hay que construir la posibilidad de un futuro nuevo" y Eruviel Ávila estableció "Soy la mejor opción".

El debate pudo ser visto por Canal 11 del Politécnico, Canal 34 de Televisión Mexiquense, en línea mediante el canal en Livestream del IEEM (que presentó problemas de capacidad de espectadores y algunos nunca pudieron seguir el debate). Si bien el formato elegido dio fluidez mediática limitó la discusión, volviéndola superficial y, según se pudo leer en Twitter y Facebook, aburrida por falta de novedad en los contenidos.

Las tendencias que pueden leerse en la línea de tiempo de Twitter y Facebook marcan una fuerte preferencia por Alejandro Encinas como el más de más congruencia, enterado, contundente de los tres candidatos, colocando en segundo lugar a Eruviel Ávila como un candidato sólido pero demasiado apegado al guión de campaña. Bravo Mena queda en tercer lugar aparentemente si bien son reconocidas algunas de sus propuestas concretas.