Temporada de patos. Si camina y grazna como...

COMO LOS PATOS LE TIRARON a las escopetas de OHL, la constructora de Viaducto Bicentenario y del Circuito Exterior Mexiquense, ahora los cazadores molestos, iracundos porque su prestigio de buen tino fue puesto en duda se lanzan contra los patos a reclamo y hasta contra los señuelos marca Infraiber y revira el escándalo mediático de los perdigones en que se convirtieron las grabaciones filtradas con el más moderado y discreto escopetazo de las filtraciones financieras.


En realidad y contra lo que nos quieren hacer pensar los actores, detrás de este pleito entre empresas está el pique y contra pique político entre el grupo Ecatepec, encabezado por Eruviel Ávila y el legendario Grupo Atlacomulco del que tenemos como principal blanco al mismísimo Enrique Peña Nieto.

En el fondo todo es un toma y daca por alcanzar y mantener la Presidencia de la República en manos del PRI o por lo menos de priyistas o ex priyistas, pues no se descartan las veladas amenazas de Eruviel ―carta que jugó desde las elecciones a la gubernatura― de jalarse con el PRD y, haciendo mancuerna con el PAN jugar al moderno y nuevo juego de la alternancia en el poder.

Lo lamentable de todo esto es que en medio se encuentran los trabajadores de las empresas en cuestión empleadas como caballito de batalla. Hoy seguramente a más de un trabajador le debe dar vergüenza decir que labora para OHL México, Viaducto Bicentenario o Infraiber, porque al quedar expuestos los tejes y manejes bajo la mesa y por más que se arranquen las vestiduras unos y otros alegando candidez o hasta decencia, lo cierto es que los temas de corrupción e impunidad tienen tanto al poder público como al privado podridos.

El pueblo hoy se la pasa, como diría aquel, en el “sospechosismo” y no por razones gratuitas debidas al ocio o la vulgar maledicencia. Bien lo dice el refrán, al que obra mal… Y por cierto, es Obrador, AMLO, quien puede verse beneficiado en algunos aspectos por estas formas de actuar de quienes se encuentran distraídos en el estire y afloje de las ambiciones personales y de grupo.

Las cifras estadísticas de las recientes elecciones, aun a pesar de impugnaciones gritos y sombrerazos, demuestran claramente que Andrés Manuel ha hecho bien su trabajo, el que he descrito en textos anteriores como de un orquestador de las conciencias, ariete para fracturar al sistema y propiciar, tras la máscara de la rebeldía, la transición y el fortalecimiento de nuestra incipiente democracia mexicana.

En la medida que AMLO se mantenga al margen, MORENA seguirá creciendo. Hace más bien él como líder moral que como tozudo y empecinado en alcanzar la silla presidencial.

Con Andrés Manuel se reafirma aquello de que “nadie es profeta en su tierra” y él lo sabe. Sabe que pocos lo quieren en Tabasco por la simple razón de su biografía. Por lo mismo Andrés Manuel López Obrador, uno de tantos ex priyistas que ha buscado redimirse en las filas de la oposición, como buen “mesías” de la democracia izquierdista se ha abierto camino por el desierto de la intolerancia para derribar templos y cruzar mares de incomprensión. Ha conseguido rodearse de fieles apóstoles y Magdalenas y construir una iglesia con todas las de la ley. Ahora se trata de allanar el sendero que disperse su palabra y convierta la fe de los incrédulos, los apóstatas, los herejes, los paganos con miras a imperar sobre las conciencias no nada más de los desheredados.

Al final, entre priyistas enquistados en fórmulas partidistas de las que no son oriundos, pero en las que han encontrado cobijo y papacho; entre empresas gladiadoras, gobernantes estatales, municipales y federal, encumbrados como príncipes feudales y emperadores; entre crimen organizado de diversa laya; en medio del fuego cruzado entre patos y furtivos oportunistas y además legisladores más dispuestos a rendir cuentas al mejor postor que a representar al pueblo, este, el pueblo, en este circo romano es quien acaba en calidad de empobrecido mártir bajo las fauces de los leones de la avaricia, crucificado o en las llamas de la indiferencia.

Reinscribirán a estudiante tzeltal discriminado

El estudiante de odontología Floriberto Núñez Martínez, de origen tzeltal, será reinscrito en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) luego de las presiones y solicitudes que por intermedio del profesor Pedro García de Rementería se efectuó en días pasados en las redes sociales y el portal Change.org

Según informó el 23 de abril el profesor García:
No sabemos cómo agradecer el apoyo de todas y todos ustedes. Estamos completamente conmovidos. Ni Floriberto ni yo pensamos jamás que lograríamos generar este caudal de solidaridad de parte de decenas de miles de personas para revertir una decisión tomada en un claro contexto de discriminación. 
Hoy, con todo el gusto del mundo, les comentamos que tuvimos una reunión ayer con las autoridades universitarias que nos permitió firmar hoy los siguientes acuerdos:

  1. El rector de la UNICACH pedirá una disculpa pública, en rueda de prensa, a Floriberto por los comentarios discriminatorios de los que fue objeto.
  2. Floriberto será reinscrito para el ciclo escolar que inicia el próximo mes de agosto.
  3. La universidad se compromete a crear un curso propedéutico para estudiantes indígenas que quieran ingresar a la universidad en posteriores semestres.
  4. Se creará una beca para apoyar a estudiantes de bajos recursos en la UNICACH en el futuro.
Hace unas horas, se llevó a cabo la rueda de prensa que dio cumplimiento al punto número uno, con lo cual hemos decidido declarar esta petición como victoria. 
No nos queda la menor duda: nada de esto habría sido posible si no hubiera sido por todas y todos ustedes, que se sumaron a esta petición, nos ayudaron a difundirla, tuitearon al gobierno del estado y enviaron mensajes de solidaridad. Y queremos agradecer mucho también a CONAPRED por haber intervenido de manera tan oportuna.
Días atrás, como informé en estos Indicios Metropolitanos, Floriberto, un joven estudiante mexicano de odontología en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), perteneciente a la etnia chiapaneca tzeltal, acudió al profesor de español Pedro Gerardo García Rementería para solicitar su apoyo pues aparentemente por no dominar el idioma la institución le habría considerado no apto para continuar los estudios en dicha institución.

El profesor acudió al portal Change.org para recabar firmas que pudieran servir como elemento de presión para que el caso del estudiante fuera revisado y en su caso reinscrito.

Cabe señalar que la citada universidad fue reconocida en abril pasado por el gobierno de la República, como asienta en su boletín de prensa:

[...] como una de las instituciones participantes en la construcción de la propuesta de los Foros de Consulta sobre Justicia Cotidiana, cuyos resultados fueron entregados por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), al presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Con la decisión anunciada del Rector Ing. Roberto Domínguez Castellanos, contrastante con la primera respuesta dada a la queja de oficio emitida por CONAPRED se esperaría un precedente en el cambio de las políticas educativas en aquellas entidades de la República donde las etnias siguen siendo objeto de desprecio y marginación.

Tras la noticia, Floriberto grabó los siguientes videos con su agradecimiento en tzeltal y español a quienes, medios y ciudadanía, nos sumamos a su casusa.

Agradecimiento en tzeltal

Agradecimiento en español

Reconocimiento y disculpa pública del rector

Muerte políticamente correcta

ERA DE LA OPINIÓN… de que, sin importar el género del un occiso, un homicidio era un homicidio. ¿O qué, ya también la muerte se volvió políticamente correcta y mata menos hombres que mujeres, si a distinciones entre “homo” y “fémina” vamos?

A ver, que alguien me explique, en semanas pasadas, el gobierno de Eruviel Ávila solicitó al federal una “alerta de seguridad” por causa de los feminicidios en El Estado de México. Y por otra parte, días después, el mismo gobernador pondera la reducción de los homicidios en la entidad. O sea…

Aquí está uno más de los desatinos, por no decir estupideces, a que conduce esa contumaz tendencia de ahora por ser “políticamente correcto” al momento de elaborar discursos y políticas con base en la imbécil aplicación de la distinción de género. Cosa que ocurre aquí y en el resto de los países de habla hispana. Eso de separar los adjetivos en femeninos y masculinos para no herir susceptibilidades sobre todo de las damas ha conducido a una torpe forma de comunicación que confunde más de lo que verdaderamente pretende expresar.

Claro no falta quien alega que las reglas gramaticales del español, un idioma con más de mil años de existencia, fueron creadas por varones. ¿Y qué? Eso no hace al idioma hablado tanto por mujeres como por varones un producto machista. De hecho, un cuidadoso análisis lingüístico puede demostrar en el comunicado en el decir de cualquiera que hay una mayoría notable de palabras neutras y femeninas que masculinas. Hablar de “mexicanos” no implica por fuerza solo y exclusivamente a los varones de nacionalidad “mexicana”, y nótese en este simple ejemplo el uso del género femenino para la nacionalidad. Viceversa, puede decirse lo mismo de las “mexicanas”, que no son individuos menos mexicanos en su condición de género. Ni que hubieran nacido en la isla de Lesbos.

Ah y ya que toqué la isla, pues si entramos en tantas distinciones, queriendo eliminar la discriminación, tendríamos que enriquecer el lenguaje creando las palabras correspondientes para los “nuevos géneros” que el reconocimiento de la diversidad preferencial ―independientemente de las causas― puede abrazar cada persona y cada “persono” (ironía, claro). De esa manera a la lesbiana le dejaríamos de llamar mujer, porque no es tal, y así sucesivamente. No quiero abundar en detalles para no herir susceptibilidades aun no siendo mi intención.

Este es un tópico que he tratado con anterioridad, no una sino varias veces en la sección "Palabra y Media" de estos mis Indicios Metropolitanos bajo la etiqueta de la discriminación. Y no soy el único en hacer la crítica específica. El afamado periodista y novelista Arturo Pérez-Reverte ha insistido al respecto en España.

Para el caso que nos ocupa, podría pensarse que es el colmo. Si bien las estadísticas permiten para bien distinguir y contrastar los hechos en categorías opuestas y complementarias: niños y niñas nacidas, madres solteras contra padres solteros, divorciados contra divorciadas, mujeres asesinadas contra hombres asesinados y un largo etcétera, emplear un genérico (o sea, un vocablo de referencia general) como hombre (por humanidad) u “homicidio” frente a las ideas de mujer y “feminicidio”, si bien lingüística y técnicamente se antoja no solo inteligente sino correcto en su descripción etimológica, a efectos del discurso político, llevar esa distinción no abona tanto a la claridad como a la chocantería  e incluso los desfiguros como los manifestados por los grupos de mujeres que, haciendo eco, reclamaron de manera teatral a los legisladores extender la alerta a otras entidades, como se ve aquí, al desatino porque lleva necesariamente a pensar y preguntar, ¿por qué solicitar una alerta federal para los feminicidios y no en general para la violencia en todas sus formas? ¿Los varones entonces debemos sentirnos consolados, contentos de que seamos menos víctimas que las mujeres? ¿Y qué decir de los infanticidios, los zoocidios como los que ya empezaron a ocurrir “marginalmente” por virtud de la ley contra el empleo de animales en circos, los uxoricidios (parte de los feminicidios desde que las esposas padecen violencia intrafamiliar y soterrada), de los ecocidios muchas veces prohijados por las mismas políticas de desarrollo urbano en contubernio con las grandes constructoras y las inmobiliarias? ¿Para eso no es necesario hacer alerta porque son reducidos, porque son “controlables”, porque comparativamente “van a la baja”?

Como siempre digo, las palabras, todas, están para usarse, no para abusarse ni para desusarse. Las palabras no son culpables de la mezquindad, la torpeza, la avaricia y demás linduras de nosotros, los hombres. Sí, me refiero a los seres humanos. Porque tan hombre es una mujer como fémina un varón, y esto no solo pensando en los aspectos masculino y femenino de los rasgos de personalidades y conductuales que podemos tener tú o yo.

Ser políticamente correcto, cada día más, se vuelve una de las bromas más socorridas por la estupidez.