Sondón, al frente del PAN-EDOMEX

EN CONFERENCIA DE PRENSA, la Comisión Electoral Organizadora anunció oficialmente los resultados de la jornada histórica que vivió el panismo el domingo 28 de agosto, en el Estado de México.

Con una participación del 61.42% de la militancia, Victor Hugo Sondón Saavedra obtiene 16,278 votos representando el 61.47% contra 10,202 votos representando el 38.52% de Óscar García, con lo que Víctor Hugo Sondón se convierte en el primer Presidente electo por la militancia en la historia de Acción Nacional, en el Estado de México.

La Presidenta de la CEO Rosa González anunció los resultados y felicitó al candidato ganador. Aseguró que fue una jornada ejemplar, sin mayores incidentes.

Al hacer uso de la palabra, el Presidente Electo. Víctor Hugo Sondón Saavedra, agradeció  a la Comisión por haber organizado la elección tan eficientemente. Así mismo, agradeció a los alcaldes de Atizapán y Huixquilucan, Ana Balderas y Enrique Vargas del Villar, presentes en el evento, a los Diputados Locales y Federales,  a su esposa, a su coordinador de campaña, a su padre y madre (†), así como a su planilla y equipo de trabajo.

Reconoció el esfuerzo y liderazgo de Óscar García y afirmó que fue un buen contendiente y que el PAN necesita de su liderazgo y representatividad.

En sesión de preguntas y respuestas, Sondón Saavedra afirmó que buscará las alianzas con partidos políticos opositores que tengan el deseo de cambiar la realidad del Edomex, ya que existe una competencia desleal, dado que el PAN le gana al PRI en el uno a uno, sin embargo, cuando suma los votos de sus aliados, el resultado no favorece.

Al ser cuestionado sobre la o el posible candidato a la gubernatura, aseguró que dará piso parejo a los que han levantado la mano y buscará que se den las condiciones para que el PAN salga fortalecido y se gane la gubernatura.

El PAN en las pasadas elecciones demostró que puede ganar, con o sin alianzas, ya que ganó 4 gubernaturas en alianza y 3 sin alianza. “Estamos listos con o sin alianza en el 2017 habrá una gobernadora o gobernador emanado de Acción Nacional”, finalizó.

(Fuente: Comunicado de Prensa.)

¡Se acabó?

A VECES LAS PALABRAS MUEREN detrás de los hombres que les dieron o pudieron haberles dado vida.

La muerte del gran Juan Gabriel no me tomó tan de sorpresa. Tenía varíos días escribiendo, mejor dicho barruntando un texto sobre lo peculiar que me resultaba que casi a la vez las dos televisoras principales de México, TVAzteca y Televisa programaran sendas series alusivas a dos juglares con gran arrastre popular e internacional como Joan Sebastian y Juan Gabriel.

Alguna amistad del medio artístico, días atrás, compartía conmigo sus consideraciones sobre los yerros narrativos y de factura de ambas producciones, aun cuando la fuente directa de los guiones fueran, en el caso del Divo de Juárez, él mismo, mientras que en el de Joan Sebastian lo fueran sus hijos.

Mi texto, aun enredado en el rodillo de la máquina de escribir, como se decía antes, lo venía yo encaminando justo sobre la idea de que, meses atrás, tantos como poco más de un año, se había dado a conocer bajita la mano que JuanGa estaba muy enfermo de alguna forma de cáncer. Hoy las noticias nos revelan que la causa de la muerte fue una afección cardíaca. Seguramente con el transcurso de los días conoceremos más detalles, porque la leyenda en realidad no comienza, como sucede con otras celebridades, el día que fenece Juan Gabriel. La leyenda en realidad empezó desde aquel día cuando otro gran cantautor vernáculo, José Alfredo Jiménez, días antes de fallecer, profetizara en entrevista con Abraham Zabludovsky que solo veía a un compositor con la talla suficiente para llenar el hueco que dejaría y todavía más: Juan Gabriel.

Por supuesto que hablo un poco de memoria, esa entrevista se la realizó el periodista Abraham Zabludovsky en sus comienzos profesionales. Yo vi la entrevista junto con mi madre en la televisión y se nos quedó muy grabada en nuestro recuerdo, como en el del periodista Jaime Almeida que en ocasiones llegó a comentarla. Abraham preguntó al viejo compositor si veía algún joven que pudiera llenar el vacío que él dejaría cuando ya no estuviera entre nosotros. A ello respondió José Alfredo que sí, mencionó a un joven que empezaba y ya sorprendía, Juan Gabriel. Pero fue más allá, afirmó que veía en él tal potencial creativo que podría ser todavía más grande que muchos más antes, lo comparó con Agustín Lara por su capacidad para abarcar diversos géneros sin tener los más completos estudios. Era, dijo, un compositor nato y auguró no solo éxito sino grandeza en él. Por ahí en la red he visto un fragmento de esa entrevista, en YouTube, pero todavía no encuentro el fragmento preciso donde toca ese tema.


La leyenda, pues, comenzó a escribirse mucho antes de lo que ahora muchos dirán con sus notas necrológicas, obituarios y remembranzas. Lo que ahora se abre es un nuevo capítulo, ¿el del fin de la música vernácula mexicana? Porque ¿dónde han quedado los mariachis, la música ranchera? Hoy todo es ruidosa y monótona música de banda de la que sólo unos cuantos números son rescatables de entre un universo de repeticiones temáticas, rítmicas y metálicas desafinaciones carentes de creatividad.

Para Joan Sebastian se acuñó el pomposo sobrenombre, entre otros, del "poeta del pueblo"; y, a despecho de los grandes literatos, guste o no, el hombre escribía poesía al modo de aquellos antiguos juglares que contaban las alegrías y las penas de la gente común. Menos prolífico y menos sorprendente en su capacidad como compositor que Juan Gabriel, la sencillez de Joan Sebastian, en cambio, fue la cifra determinante de su encanto y predilección entre el público, haciendo posible que la canción vernácula se extendiera más allá del gusto exclusivamente rural. Y en esto coincidió con Juan Gabriel, si bien este último pudo hacerse más universal no nada más por le cercanía de las letras, sino por la audacia de abordar géneros, romper esquemas e innovar en formas y temáticas


La fuerza poética de Juan Gabriel, sin duda, es superior a la de Joan Sebastian, sin que esto signifique que fuera necesariamente "mejor" que aquel. Tratando ambos como tema central de toda su obra el amor, lo que podía en todo caso distinguirlos aparte de lo evidente era el enfoque de las letras.

Más de una vez me han preguntado amigos y lectores, en mi calidad de "poeta", si las canciones son poemas e invariablemente he dicho que sí; y además he añadido que no son formas menores como luego destacan los críticos literarios. Todo poema toma como fundamento el aire y con el descubre el ritmo de la pronunciación de las palabras, los sonidos de las letras, y a través de ellas la musicalidad de la naturaleza, de la emoción que subyace en un gesto, un momento, un lugar, un objeto o una situación. Son historias breves, síntesis de aspectos de la vida o de la vida toda en sí misma.

El poeta y el compositor están hechos del mismo barro, solo que el primero está cocido y decorado, mientras que el segundo parece quedarse más a gusto girando con su moldeable humedad en el torno de la cotidianidad. Ambos hacen música, pero el segundo además la canta. Las obras del poeta son música que se lee, las del compositor son literatura que se canta. Para los primeros, la dificultad estriba en hallar la voz que sepa incrustarlos en la conciencia del público que lee y escucha. Para los segundos, la dificultad está en impedir que la forma del barro caprichoso se cuele entre los dedos del gusto y se haga vulgar fango que luego el olvido borra como hace la lluvia con los pasos en la senda.



A veces las palabras mueren aun antes de ver la luz en los ojos de los lectores. Así ha pasado al texto que venía yo preparando, el que ha dado paso mejor a esta meditación antropológica arrancada por el duelo de una pérdida que afecta no a un individuo, sino a todo un pueblo, al mundo en general. Porque vaya que Juan Gabriel se hizo de talla universal.

Está de más imaginar, especular o precisar o apostar siquiera si el fallecimiento de Juan Gabriel ocasionará la parálisis de México, si será comparable con otros decesos de famosos personajes bien arraigados en el corazón popular. Seguro se desatará alguna forma de pandemonio. Su herencia en dinero será objeto de rebatingas entre propios y extraños, pero más por lo adeudado que por lo acumulado. Su herencia en especie dificilmente tendrá igual.

Nadie le preguntó a Juan Gabriel, como antaño a José Alfredo Jiménez, quién podría llegar a satisfacer aunque sea en parte el vacío que dejaría al faltar. Nos queda ahora la duda. Y no es por hacer menos a nadie, pero, la verdad, miro alrededor, en las casas disqueras tan vapuleadas por la modernidad cibernética que ha cambiado el esquema de ventas musicales; miro a las casas productoras, a los teatros, en la Asociación de Autores y Compositores y solo veo ausencias, al menos en lo tocante a la música vernácula mexicana. Baladistas abundan, el bolero se resiste a morir. Con el próximo retiro de Vicente Fernández, la estafeta queda en manos de su hijo Alejandro Fernández, quizá en Aída Cuevas y otros cantantes que poco a poco han ido cayendo en el olvido ante el arrastre de la música de banda, el hip-hop, el rap, y los pseudomúsicos y pseudocompositores en que pretenden erigir los entusiastas pero neófitos a los DJs (simples tocadiscos, cada vez tanto o más sordos que sus audiencias).

A veces las palabras mueren... también...


¡Pero qué necesidad!

Foto: Archivo VETA Creativa
SIN DUDA LA CELERIDAD con que en ocasiones pueden trabajar las dependencias de Servicios Públicos y Obras Públicas de Naucalpan, como de otros municipios en el país, puede ser pasmosa. Y así quedó demostrado la noche que transcurrió entre el momento de mi publicación intitulada “¡Para eso me gustaban!” y el día siguiente, cuando los baches reportados en ese texto al fin fueron cubiertos con asfalto luego de días de no ser atendidos (ojalá dure el gusto).

El gobierno de Naucalpan tiene una excusa para su morosidad en la programación de los servicios y las obras públicas: el presupuesto está de “cuenta chiles”, no hay dinero suficiente a consecuencia de las deudas heredadas más las adquiridas en fechas más cercanas.

Aquí, en Indicios Metropolitanos lo dije, no una vez sino varias, que el gobierno de Edgar Olvera tendría, como tiene, poco margen de maniobra; y así ha sido. No obstante, ahí va, caminando, resolviendo problemas —no siempre de la mejor manera—, tratando de satisfacer las necesidades y demandas de su población gobernada.

Tapar el par de baches motivo del reportaje anterior en cosa de una noche habla tanto muy bien como muy mal del gobierno. La conclusión no puede ser solo en el lado positivo. ¡Qué bien! que se eliminó el peligro para conductores de vehículos y transeúntes. ¡Qué mal! que haya sucedido casi de inmediato de un jalón de oreja, de donde quiera que haya provenido.


Por su parte, los ciudadanos, incluso el delegado y los policías, involucrados, tuvieron y tienen su propia y respetable excusa: si el gobierno no actúa, nosotros lo hacemos; sea de manera formal o informal. Lo que cuenta es la intención.

Se cometió sin duda un error: utilizar un vehículo oficial como lo es una patrulla para una función que no es la especificada por ley, para cargar costales con cascajo, en vez de emplear un transporte particular y eximir a los policías de la responsabilidad de incurrir en una falta administrativa. Así, lo que era una noble causa se ensució por una torpeza en el proceder que pudo haber costado incluso la libertad a los policías que, cumpliendo además con el afán tras la política gubernamental de trabar proximidad con la ciudadanía con el fin de mejorar la imagen y la relación, por hacer un bien pasaron por encima de la ley que los obliga y para la que no hay excepciones.

Nadie fue castigado. El “incidente” no pasó de una llamada de atención a los actores. Y eso estuvo bien. Hoy los policías tienen la instrucción de tener cuidado y no prestarse a situaciones anómalas, sin que por ello deje de prestarse auxilio a la ciudadanía en lo necesario en un ánimo constructivo de cooperación, que fue el espíritu que prevaleció en el hecho básico. Las intenciones cuentan, pero no tanto más que las formas.

Policía montada, luminarias, podas en La Florida
Fotos: Archivo VETA Creativa
¡Qué bien! que no trascendió a mayores consecuencias como el arresto de personal valioso. No era —hablando de intenciones— el propósito de este espacio incidir de manera negativa, provocar un mal a quienes, en su noble ingenuidad o desconocimiento o bonhomía actuaron de buena fe. En todo caso, el propósito era —y se consiguió, de la mano de las gestiones respectivas de los personajes pertinentes— llamar la atención sobre el hecho, las necesidades, los dichos.

Las virulentas aunque comprensibles reacciones de propios y extraños a lo escrito en estos Indicios Metropolitanos pusieron en evidencia dos cosas: 1) la contradictoria doble moral —que no ética— de muchos ciudadanos que están dispuestos a perdonar, omitir incluso, la violación de las formas en que queremos que se base un Estado de Derecho con tal de justificar la falta so pretexto del bien común, cuando esos mismos ciudadanos no toleran que, bajo el mismo argumento, otros y el gobierno incluido pretendan aplicar la ley. O sea, ¿queremos un Estado de Derecho a modo, donde las leyes se apliquen a discreción y contentillo de uno o varios? Seguro no faltará el cínico que exclame ¡eso ya sucede! Entonces, ¿cambiamos o no? Ora sí que, lo que no es parejo, es chipotudo.

Aplaudo sin reparo los logros que se han venido evidenciando en mi fraccionamiento La Florida, mi casa, gracias a las gestiones del delegado y COPACI y vecinos comprometidos. Podas, rehabilitación de espacios; reparación, reposición y renovación de luminarias, cámaras de vigilancia y estrategias preventivas del delito entre otros temas van por buen camino y eso nadie puede ni debe escatimarlo. Y lo reitero ahora como lo he señalado en otros artículos anteriores, aun cuando no faltan los que, con una miope o deficiente capacidad de lectura de comprensión han pasado por alto el dato.

"Jueves culturales" de la asociación Colonos de La Florida, aspectos de la restauración
de las instalaciones a cargo del Arq. Cuauhtémoc Rodríguez
presidente de Fomento Cultural Torres de Satélite.
Fotos: VETA Creativa y Colonos de La Florida
En la misma canasta de los logros he metido, aun a pesar de contraposiciones ideológicas e idiosincráticas y de carácter entre vecinos, lo que se ha hecho desde la reactivada asociación Colonos de La Florida presidida por la Dra. María de Lourdes Fromow. Los “Jueves Culturales” han abierto un espacio para la convivencia y la integración que había quedado en el olvido. De la participación en ese programa cultural del Arq. Cuauhtémoc Rodríguez para exponer a la concurrencia la importancia, el valor y el estado actual de Las Torres de Satélite, surgió una forma de colaboración que incidió en que pudieran restaurarse las instalaciones de la asociación que hacían literalmente agua, como también reporté aquí.

También no faltan quienes le restan importancia a esto y es verdad que la impericia de la mesa directiva actual puede y ha podido cometer errores que derivan en irregularidades legales —quiero pensar que sin dolo e impulsadas, como el otro caso, por las buenas intenciones— a la luz de los estatutos, como ocurrió en la más reciente “asamblea informativa” celebrada el 6 de agosto de 2016.

Las reacciones al anterior artículo, como decía, por un momento me hicieron sentir como si fuese aquel gran humanista Elio Antonio de Nebrija quien hubo de vérselas con la Inquisición por sus observaciones sobre la gramática de las traducciones bíblicas y en su Apología escribió:
Si me acomodara a la actitud de mis amigos y empleara mis vigilias en las fábulas y ficciones de los poetas, si me dedicara a escribir historias y, como dice el poeta, todo lo viera de color de rosas, me querrían bien, me alabarían, me darían mil parabienes. Pero como […] investigo en la tierra aquellas cosas cuyo conocimiento persevera en el cielo, me llaman temerario, sacrílego y falsario y no falta nada para que […] me hagan comparecer ante los jueces cargado de cadenas […]. ¿Qué hacer en un país donde se premia a los que corrompen las Sagradas Escrituras y, al contrario, los que corrigen lo defectuoso, restituyen lo falsificado y enmiendan lo falso y erróneo se ven infamados y anatemizados y aun condenados a muerte indigna si defienden su manera de pensar? ¿He de decir a la fuerza que no sé lo que es? ¿Qué esclavitud o qué poder es este tan despótico? [cit. (PÉREZ, 2014); cf. (NEBRIJA, MARTÍN Baños, & MACÍAS Romero, s/d; BONMATÍ Sánchez, 2007)].
Hechos y excusas aparte, es momento de dar vuelta la página y mirar por acciones propositivas mejor que solo reactivas. Acciones que justo permiten, sin desmedro de las disposiciones legales, una colaboración virtuosa entre ciudadanos y gobierno como ya viene sucediendo, por ejemplo, en la Ciudad de México con la invención de una aplicación para dispositivos móviles denominada “Bache” mediante la cual los ciudadanos pueden registrar y reportar los baches existentes y su ubicación para facilitar y hacer más expedito tanto el inventario como la reparación de los mismos.

Si el presupuesto no da para contar con una cuadrilla de inspectores que, como sucede en Estados Unidos y otros países, por las noches recorren las ciudades para revisar e inventariar las necesidades urbanas para actuar como gobierno en consecuencia; si, en cambio, los ciudadanos comienzan a demostrar interés, compromiso, disposición para colaborar en tareas semejantes, ¡pues qué esperan los gobiernos municipales y estatales para elaborar los instrumentos que hagan las veces de bisagra para reforzar sus buenos oficios con las buenas mercedes de la población? ¿Por qué no pensar una ley que canalice y haga responsables a los ciudadanos de un pedazo de vía pública frente a su casa o establecimiento comercial o industrial, para darle mantenimiento de manera coordinada? Algunos vecinos en La Florida ya empiezan a hacer lo propio cortando el pasto de los camellones frente a sus fachadas, por ejemplo, pero siendo tan esporádicos los casos, estos espacios públicos ya parecen cabeza de sardo tusado. ¡Pero, bueno, la intención es lo que cuenta!, dicen.
Pastos de La Florida (ribera y camellones)
Fotos: VETA Creativa

Es el momento. Por ello, no creo que sea un tema tan aparte que días antes de lo narrado, el jueves 18 de agosto, el alcalde mismo, Edgar Olvera, anduviera dándose su vuelta por el fraccionamiento La Florida, entrara en la cafetería Starbucks a eso de las tres de la tarde acompañado de una colaboradora y consumiera una botella de agua y un sándwich. ¿Dato irrelevante? Mi olfato periodístico me dice que no. Lo que me lleva al aspecto contradictorio expuesto al comienzo de este artículo.

Días atrás, servicios públicos dedicó tiempo y esfuerzo para cortar los pastizales en la ribera del río Chico de los Remedios que delimita La Florida y Bosques de Echegaray. Inexplicablemente, los trabajadores dejaron lunares selváticos al mero centro y solo del lado de La Florida, eso sin mencionar que no recogieron "su tiradero", como tampoco han recogido los restos de un árbol roto por el golpe de un microbús en Paseo de la Primavera. Algún vecino calificó el hecho de “misterio para la araña”. Indicios Metropolitanos se dio a la tarea de también investigar este asunto y topó con que el misterio radica quizás en el criterio burocrático.

Algunos vecinos entrevistados achacaron de forma especulativa que la puntada podía deberse a la animadversión que se ha suscitado entre la Dra. Valdés —quien por coincidencia vive justo enfrente de la peculiaridad— y COPACIs y gobierno municipal. ¡Pero qué necesidad, para qué tanto problema! Vaya usted a saber. Lo cierto es que la mañana del 23, trabajadores de Servicios Públicos volvieron para ¿terminar el trabajo?


Referencias

BONMATÍ Sánchez, V. (2007). "La Filología Bíblica del humanista Elio Antonio de Nebrija". Studia Philologica Valentiniana, Vol. 10(Num. 7), 47-63. Recuperado el 23 de agosto de 2016
NEBRIJA, E., MARTÍN Baños, P., & MACÍAS Romero, B. (s/d). Apología. Huelva: Biblioteca Montaniana / Universidad de Huelva.
PÉREZ, J. (2014). Cisneros, el cardenal de España (españoles eminentes). Madrid: Penguin Random House.