El pecador de Naucalpan



CADA VEZ QUE COMIENZA un juego de mesa es necesario acomodar las piezas, ya se trate del damero, las barajas o el dominó, cualquiera, las piezas deben estar en su sitio, las cartas bien reburujadas, la sopa bien meneada, para “evitar” en lo posible que se cometan errores o trampas al momento de repartir los elementos del azar. Incluso lo más obvio y evidente debe ser puesto de tal modo que, a los ojos de propios y extraños, no dé motivos de sospecha o duda.

El caso del ex alcalde priyista David Sánchez Guevara, preso en el penal de Otumba desde 2015, es apenas uno de los varios peones (ni siquiera torre o alfil) en el ajedrez político en ciernes y a jugarse en julio de este 2018.

Podrás ver y leer, estimado lector que, en el grupo de estos Indicios Metropolitanos  en Facebook y debajo de este apunte que ahora también incluyo ahí, publiqué varias notas relativas al caso del ex alcalde de Naucalpan, David Sánchez Guevara. Si miramos la secuencia en el muro de publicaciones, puedes notar fácilmente cómo, a los ojos de los trasnochados, una noticia vieja puede ser transformada en una noticia, valga la redundancia del pleonasmo ya aquí por mí sarcásticamente “pleonasmado”, nueva.

Burujón o indicio


Cada una de las notas publicadas y finalmente difundidas mediante las alertas de Google en internet se corresponden con la misma fecha: 16 o 17 de enero, es decir ayer u hoy aun cuando el contenido se refiere a lo ocurrido durante el fin de semana en la audiencia sobre la que escribí en mi blog el sábado 13. La audiencia para tratar el caso sobre “Banqueta Digna”, como se destacó entonces, habría sido programada para el 19 de enero. Pero, para los trasnochados, podría leerse como que la audiencia “se adelantó”, dada la distinta manera de redactar las notas o incluso artículos de opinión como el publicado por el dilecto amigo, colega y colaborador de estos Indicios Metropolitanos, Mario Ruiz Hernández y que da “por descontado”, en virtud de la declaración de culpabilidad del ex edil, que esta “despejó toda hipótesis de que su encarcelamiento era un asunto político”, como si no fuera la primera ocasión en que a políticos el sistema les ha hecho manita de puerco con tal de conservar el statu quo.

Las fuentes consultadas por Indicios Metropolitanos dejan claras dos cosas: 1) hay que esperar al 19 de enero, toda vez que las partes cuentan con 10 días a partir del 15 de enero para presentar pruebas y posturas, así que todavía no hay tal sentencia de 4 años de cárcel y 4 de inhabilitación, toda vez que es necesario para la juez evaluar los detalles del caso, por lo que se concedió suspensión condicional de la pena. Es decir, todavía no es un caso juzgado, sino en proceso. 2) La hipótesis de la “reprimenda política” por los desatinos y excesos del ex alcalde, por, tal vez, contar con información delicada que afectaría a encumbrados personajes del gobierno de Eruviel Ávila es real; pero, como ocurre en estas novelas de intrigas palaciegas, todo queda acomodado en los capítulos sabrosos de la política ficción, el lugar más a gusto a impenetrable para quienes solo consiguen mirar por entre la mirilla de la oficina donde pueden ocurrir los amenazantes diálogos del silencio. El resto de los mortales, entre los que nos contamos los humildes periodistas, comprados o no, solo podemos acudir a la misa con el misal y el rosario —cuentas de más o de menos— en la mano.


Del poder a la sombra y de la sombra a la banqueta


EN ESTE FIN DE SEMANA, nos pudimos enterar de que el ex alcalde de Naucalpan,  David Sánchez Guevara, encarcelado en el penal de Otuma, Estado de México, podría estar pronto a poner un pie fuera de presidio tras dos años de condena en relación a tres causas que lo colocaron en el ojo del torbellino de la corrupción.

Como se recordará, el ex edil naucalpense fue acusado de tres delitos de peculado relacionados con tres casos, mismos que enfrenta en proceso ante el Poder Judicial del Estado de México, "ninguno de los cuales se relaciona con el desvío y desaparición de 60 millones de pesos" de OAPAS y que metió en el estercolero a su ex tesorero Alejandro Méndez Gutiérrez y su ex director Elías Prieto López, entre otros nombres: 1) la desviación de recursos destinados originalmente para la construcción de un andador peatonal en apariencia inexistente (causa número 1580/15) por un monto de 408 mil pesos; 2)  la presumible desviación de recursos por casi 6 millones de pesos (causa número 214/16) del programa "Banqueta Digna"; y 3) el desvío de recursos por compra de uniformes que presumiblemente no habrían sido entregados al ayuntamiento (causa número 303/16).

A la fecha, el primero y el tercer casos ya fueron desahogados y, en lo tocante al primero de ellos, el ex edil ya resarció el daño pagando el monto de la acusación. En lo referente al tercer caso, de los uniformes, significó una sentencia condenatoria de 2 años de cárcel y 4 de inhabilitación como funcionario público. Los dos años de cárcel ya han sido subsanados y restarían 2 años más de inhabilitación.

El segundo caso, sobre "Banqueta Digna", podría resolverse, según lo programado, el 19 de enero de este 2018. De resolverse a favor del ex alcalde, este podría poner pie en la banqueta para defenderse de lo que falte desde su libertad, tras pagar el crédito, la fianza y el préstamo de casi 6 millones de pesos, lo que se dice fácil aun cuando no lo es tanto, y eso podría dar fin al infierno que ha venido experimentando por lo que, según algunas fuentes muy cercanas al ex alcalde, fue represalia política.

Según estas fuentes y otras consultadas por Indicios Metropolitanos, la torpeza política de un ensoberbecido Sánchez Guevara lo habría colocado en calidad de pieza de cambio frente a poderosos personajes del gobierno del ex gobernador Eruviel Ávila quienes lo habrían colocado contra la pared ante el argumento "o te aclimatas o te inhabilitamos" y esto en el entendido de la "pugna" política entre Eruviel Ávila y Enrique Peña Nieto, palabra que al final cumplieron aun cuando alguna de estas fuentes, muy cercana al lado acusador afirmó:

"No que barbaridad eso es totalmente un falacia sumamente absurda y fantasiosa, amigo, que provoca risa; si así fuera, no hubiera habido necesidad del caso OAPAS".

Ello, si damos crédito a dichas fuentes, habría derivado en una telenovela de intrigas palaciegas que hallaría su pieza de toque precisamente en el caso OAPAS iniciado por el ex Primer Síndico Rafael Ranero Barrera y del cual solo un eslabón conecta la cadena de intrigas con el ex alcalde. El resto de las causas de las que se le acusa habrían tenido su soporte real y jurídico en los hallazgos de la ex alcaldesa interina Claudia Oyoque.

Estos mismos "oscuros", pero notables, personajes parecerían tener nexos, en esta telenovela con todos los elementos de romance, suspenso y acción, con ni más ni menos que el ex gobernador veracruzano hoy preso también (qué casualidad, en Ecatepec), Javier Duarte, como han dejado entrever no solo personajes de la política como la ex candidata al gobierno del Estado de México por el PAN, Josefina Vázquez Mota, sino las mismas pesquisas de la policía y el Ejército. Cabe recordar que el ex gobernador fue arrestado tras las elecciones de julio de 2017.

La llegada al gobierno del Estado de México del hoy gobernador Alfredo del Mazo Maza, primo del presidente Enrique Peña Nieto, pudo significar un respiro para el hoy preso ex alcalde, pero también para otra ex alcaldesa, Azucena Olivares (siempre en la línea del grupo Atlacomulco), para la que las acusaciones en su contra de desvío de fondos por parte del Sindicato SUTEyM siguen sin resolverse y por lo tanto, permiten que siga reinando la impunidad asimismo entre indicios que se antojan sutilezas de la vida.

Sin duda, más allá de la fachada judicial y jurídica, lo que está por verse y conocerse es de quién es la mano que está meciendo la cuna mexiquense y que, hoy, está dubitativa entre mover el estercolero en pleno año electoral o espantar las moscas. Mientras se decide, quien puede y está pagando los platos rotos, así los ajenos como los propios e innegables es el actual alcalde de Naucalpan, Edgar Olvera, sobre quien ya también pende la espada de Damócles no solo por virtud o vicio de las deudas heredadas que lo han colocado en plan de plañidera, sino de las torpezas propias y de sus colaboradores, algunos de los cuales ya pasaron a ser historia aun cuando otros siguen aferrados de un hilito de ¿confianza? Y, aunque su contlapache, patiño y contrincante, el alcalde de Huixquilucan, reía envalentonado entre dimes, diretes y litigios con Naucalpan, hoy, tras el fallecimiento de su hija ya no lo hace tanto.

Quienes habían apostado por la renuncia del alcalde Olvera Higuera en diciembre para contender por una senaduría y luego que él declarara ya no apuntarse para la reelección al cargo, quizá se queden con las ganas pues, no solo no ocurrió dejando a los agoreros con un palmo de narices, sino, si entendemos bien las nuevas disposiciones electorales, el edil no estaría obligado a renunciar por el solo hecho de anunciarse como aspirante a una candidatura. Como sea, la tablita en la que se halla parado, para bien o mal, todavía no se quiebra.

Una cosa, parece, es cierta dentro de todo este entramado del cual solo se nos deja ver la superficie que salta a la vista en los tribunales. De acuerdo con una de esas fuentes consultadas y muy cercana a David Sánchez Guevara, este ya no quiere ni querría saber nada de la política. Así, se retiraría ¿escarmentado o temeroso? a una vida privada en la que el perdón del ser amado es lo único que cuenta. Difícil de creer cuando se revisa su historial y sus ambiciones. Empero, creíble cuando, tras verse con la corona, como el rey que mandó confeccionar su traje invisible, se descubrió víctima del escarnio de su desnudez, su soberbia y su ingenuidad.

Si Jerusalem fuera Helena…


HACE ALGUNOS DÍAS, a comienzos de diciembre, circuló la noticia del "reconocimiento" del presidente Donald Trump sobre Jerusalem como capital de Israel, y su decisión de trasladar a esa ciudad la embajada estadounidense.

Trump habló el martes 5 de diciembre con cinco líderes de la región para comunicarles su decisión: el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás; el rey Abdalá II de Jordania; el presidente de Egipto, Abdelfatah Al Sisi; y el rey de Arabia Saudita, Salman ibn Abdelaziz.

En redes sociales, no faltaron los que tacharon tal noticia como "falsa", sobre todo tras la sátira elaborada y difundida por un portal canadiense acerca del “probable comentario” —más no exento de verdad desde la perspectiva netamente histórica— del presidente palestino en el sentido del reconocimiento de Texas como territorio arrebatado por Estados Unidos a México.

La respuesta inmediata del mundo musulmán fue de afirmar el reconocimiento del lado este de la ciudad y, en contrario, como capital de Palestina.

Hoy, la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.) votó con una amplia mayoría de 128 países en contra de la propuesta de Estados Unidos para tal efecto.

Los especialistas ven este revés dado por las Naciones Unidas a Estados Unidos —quien de inmediato vetó la votación— e Israel como el probable comienzo del final de las negociaciones para la paz en Medio Oriente, otra vez. ¿Será que se están ya colocando las piezas últimas para el Armagedón?

Si por una parte Rusia ha venido jugando el papel de “fiel de la balanza” haciéndose con determinante hegemonía en la región antes más dominada por Estados Unidos. Si China, en unión con Rusia ha tendido las redes políticas y económicas necesarias para ejercer mayor control sobre las viejas rutas comerciales de Oriente y Medio Oriente. Si el mismo mundo musulmán ahora se halla dividido entre quienes apoyan a Isis y quienes se le han opuesto. Si el parentesco judío del presidente Trump es una especie de piedra en su zapato que lo tiene maniatado a los intereses creados que lo llevaron al triunfo electoral, suponer que tras estos acontecimientos podría desatarse una debacle diplomática de “apocalípticas” proporciones no suena tan descabellado, sobre todo si consideramos la supina estupidez diplomática que ha caracterizado a Donald Trump y su camarilla desde que se desenvolvió en su campaña presidencial. O, al menos, siendo benevolentes, solo de tal manera podría calificarse la omisión hecha por el presidente estadounidense al dato fundamental de la división ya existente de la ciudad israelí en Jerusalem oriental y occidental, división con claras y específicas razones instrumentales —no por ello menos injustas para israelíes y palestinos— desde la creación del estado de Israel.

Todo esto me recuerda la “broma” de humor negro de un amigo judío que, harto de la división y las causas antisemitas, en un arranque de terrorismo intelectual propuso en una plática de café: “¡Explotemos Jerusalem! ¡Estallémosla! ¡Desaparezcámosla del mapa! Así, nos quitaremos judíos, musulmanes y cristianos de la manzana de la discordia.


Tal vez estamos comenzando a comprender cuál es la verdadera ramera alegórica a que hizo alusión San Juan en su Apocalipsis, esa manzana de la discordia que, a lo largo de la historia y aun más y antes que Roma, fornicara con los reyes de la tierra.