Ni ovnis ni intervenciones divinas en Ucrania


Últimamente mantener al "día" este blog y su espacio en Facebook ha sido una ardua tarea, más que nada en virtud de la celeridad y continuidad de los acontecimientos que por lo común hacen materia de mi interés personal como autor de Indicios Metropolitanos en tanto revista unipersonal sobre asuntos de actualidad, comunicación y humanidades.

Los dichos y hechos de actores del orbe han sido la medida de este sentimiento de agobio que me embarga desde hace meses, entre los escándalos a que han conducido trabajos periodísticos de regular factura que han incidido en el ánimo hostigador del presidente Andrés Manuel López Obrador contra colegas periodistas y el gremio en general (lo que me toca de refilón) y las noticias sobre la reciente guerra entre Rusia y Ucrania que podría tener alcances apocalípticos. La incesante circulación de notas, reportajes, y contenidos en distintas plataformas, de distintos idiomas, seleccionar de entre ellas lo válido, verificable y digno de ser compartido, distribuido, comentado o utilizado como fuente para los artículos que redacto y, además, el tiempo requerido para escribir blog y proyectos personales o ajenos, ha sido una danza con el Diablo, por lo que a veces publico aquí y a veces, por pragmatismo, directamente en el grupo de Facebook.

Seguramente recordarás, amigo lector, que días atrás, alrededor del siete de marzo y luego hacia el once, compartí en el grupo de este blog en Facebook, con las reservas de los casos, videos y notas sobre el probable "ataque" de un ovni a fuerzas rusas.


Este video que ahora incluyo arriba es la versión más "completa" del caso del siete de marzo publicado y difundido en el canal de YouTube del colega colaborador de Tercer Milenio Alejandro Correa. En él anoté la siguiente observación:

Para no variar... Evidencias no son pruebas, y menos evidencias truncas sobre todo cuando sabemos que en esta guerra el uso de drones armados ha sido extensivo por las fuerzas ucranianas.

En la imagen no se ve más que una luz suspendida que bien puede ser el dron (ahí están cientos de notas sobre estos drones armados que han sido un dolor de cabeza para el ejército ruso). No se observa el "ataque" ni el "rayo" aludido. Todo queda en dichos de quienes atestiguaron la explosión y narran el video o pudieron ser entrevistados luego. Para crédulos, vale. Para un trabajo periodístico serio, dista mucho.

Pues tanto como poco menos de una semana después nos fuimos enterando de un hecho que podría estar relacionado al menos con el segundo caso, mostrado en el programa de Jaime Maussan, Tercer Milenio, donde se observa una explosión en el cielo sobre el aeropuerto de Járkov (Kharkiv), Ucrania, y que también fue atribuida a un probable ataque desde el cielo a los rusos a causa de un supuesto ovni, aunque en el video parecería ser más bien viceversa un ataque desde tierra que habría hecho estallar un objeto en el cielo, no quedó claro. Me refiero a una nota acerca del estallido de un fragmento del asteroide 2022 Eb5 ocurrida el once de marzo sobre el ártico, objeto celeste que solo fue detectado dos horas antes y sobre la cual pueden leerse más detalles en estos vínculos:


Por supuesto, habiendo sucedido el estallido del meteorito en el cielo sobre el Mar de Noruega, entre Islandia y Noruega, no tardará cualquiera en descartar la posible relación por la distancia y ubicación geográfica sin tomar en cuenta que, por la altura a la que se efectuó el estallido bien pudo haber sido avistado en un amplio radio y, por la curvatura de la Tierra, ya en la distancia de Ucrania de poco más de tres mil kilómetros, haberse visto como un evento de menor altitud y confundirse con otra cosa. Solo imaginemos: un meteoro ingresando en la atmósfera dejando una línea de estela (semeja un rayo desde el cielo), un estallido en el cielo que permanece iluminado por varios segundos y esto en medio de un asedio, de una guerra donde los drones armados con misiles han sido el arma principal. Pues todo se presta para la confusión y exacerbar el imaginario colectivo.

Ahora sí que ¡pinches diputados morenistas!


Perdonen el exabrupto en el titular de esta entrega; pero, he leído una nota mentirosa acerca de la propuesta para reducir el presupuesto de varios de los municipios mexiquenses (qué casualidad, sobre todo los que perdió MORENA en las elecciones de 2021) argumentando un descenso poblacional, y ello a todas luces implica un artero abuso oportunista y mentiroso de la bancada de MORENA. Porque quieren aplicarnos a todos aquello de que "la pandemia les cayó como anillo al dedo".

Los datos reales

Recordemos que terminaba 2019 y estaba previsto que se efectuara el Censo Poblacional durante 2020. Pero, la pandemia se declaró en México en marzo de ese 2020 y durante ese tiempo, del 2 al 27 de marzo, los censores se las vieron negras para poder efectuar su trabajo en buena parte del territorio nacional, especialmente en zonas rurales. Mientras, en las zonas urbanas no resultaba fácil efectuar los conteos porque, en parte por el encierro de cuarentena que comenzó el 23 de marzo de 2020, las medidas de seguridad se incrementaron y los mismos pobladores no atendían a extraños.

Personalmente pude entrevistar a una censora y aparte de lo anterior me reveló algunos datos que me pintaron un irregular retrato de lo que padecían los censores, los que incluso hubieron de modificar sus formas de cuestionar para que, desde el aislamiento, los pobladores pudieran responder sus preguntas y obteniendo a veces información no del todo fidedigna de parte de quienes les respondían. Ejemplo, cuando pasaron a mi casa, yo no estaba, sino mi inquilino y él respondió las preguntas sin conocimiento y, como él, así en muchos casos. Ese mismo día me topé con la censora, y tras lo relatado me mostró los datos que obtuvo los que hube de corregirle y me mostró otros cuestionarios llenados a medias por las mismas razones.

Entre el censo y el padrón electoral

A la fecha que escribo estas líneas, el dato de muertes totales en México (sin considerar los datos de sobremuerte o exceso de mortalidad) por Covid-19 conforme al seguimiento de la Universidad Johns Hopkins, y en más o menos coincidencia con los datos oficiales del gobierno mexicano, asciende a más de trescientas mil, por lo que si bien es preocupante en el marco de una pandemia tampoco es tan escandaloso como muchos han querido destacar visto en un contexto más amplio. Para el caso específico del Estado de México, el dato es de poco más de cuarenta y cuatro mil defunciones de un total acumulado probable de alrededor de ciento sesenta y un mil.


Considerando el índice de sobremuerte, las estimaciones multiplican las probables muertes totales del país en más de seiscientas mil entre asociadas o no a síntomas relacionados o derivados del Covid-19 y sus variantes que siguieron. Queda claro que una cosa ha sido el mal manejo de la pandemia y otra muy distinta los resultados medidos, entre los que se encuentran los efectos de la pandemia sobre el censo poblacional.



La población en México, de acuerdo con datos del Banco Mundial era de alrededor de poco más de ciento veintiséis millones de mexicanos en 2018 (126.2 mm.). Para 2019 se incrementó a casi ciento veintiocho millones (127.6 mm.). En 2020, primer año de la pandemia, aumentó a casi ciento veintinueve (128.9 mm.). Estos datos contrastan con los que diera a conocer el INEGI el 25 de enero de 2021.

Según el INEGI en 2020 éramos casi un millón ochocientos mil menos mexicanos que los estimados por el Banco Mundial, es decir ciento veintiséis millones de habitantes. El Estado de México es la entidad que concentra la mayor población con casi diecisiete millones de personas. En 2010, la población era de poco más de ciento doce millones trescientos mil mexicanos, es decir que la población tuvo un incremento en diez años de poco más del once por ciento. Entonces, el Estado de México ya contaba con una población superior a los quince millones de habitantes, lo que significa que en diez años esta entidad ha crecido en similar proporción del once por ciento y no ha decrecido como han señalado los diputados morenistas como pretexto para disminuir el presupuesto estatal y sobre todo las cargas municipales para Atizapán de Zaragoza, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Huixquilucan, Metepec, Naucalpan de Juárez, Nezahualcóyotl, Tecámac, Tlalnepantla de Baz, Toluca y Tultitlán, lo que significa según los diputados morenistas que han de reintegrarse poco más de cuatrocientos treinta y un mil pesos "sobrantes" del presupuesto previo. ¡Hágame usted el chingado favor!


En algún artículo pasado hice la observación de que más pronto que tarde se emplearían electoralmente los resultados del censo para contrastar con los datos del padrón electoral. Y aquí vamos viendo esas consecuencias de una "desorientación" provocada por la pandemia. ¡El bicho es el culpable! Entonces examinaba yo:

Los funcionarios de casilla utilizan la lista nominal para efectuar el registro de la participación ciudadana durante los comicios. Pero, ello no es garantía de la novedad que quiero destacar aquí y es efecto de la pandemia: tendremos una lista nominal y un padrón inflados (no fraudulentamente), conteniendo registros no actualizados de ciudadanos electores fallecidos por causa del Covid-19 que ha implicado […] un exceso de mortalidad […] aun no suficientemente medido […]

Este hecho y dato se prestará con toda seguridad para que candidatos y partidos se monten en alegatos sobre presumibles fraudes electorales, como la emisión de votos en ausencia, aun a pesar de que la ley es clara en este tema concreto al especificar que solo puede realizarse tal mediante una carta poder judicializada, es decir certificada por un juez del tribunal electoral correspondiente.

Con la Consulta Popular de octubre de 2021, más las elecciones de julio de ese mismo año, más el próximo plebiscito para la Revocación de Mandato podremos tener, es de esperarse, un panorama que permita afinar los datos entre el malhadado censo de 2020 que tiene un déficit poblacional de casi dos millones de mexicanos, contra los datos del Covid-19 y los del padrón electoral. No podemos dejar de lado el dato importante de que, para autorizar la Revocación de Mandato, se juntó más de un millón de firmas y el INE, en la revisión puntual de la misma y más allá de cualquier discusión suspicaz de orden político halló una irregularidad con firmas de más de dieciocho mil fallecidos.

Es necesario hacer un conteste entre todas las bases de datos para determinar de forma lo más precisa posible cuál es la población real y en ese sentido, la próxima Revocación de Mandato será un fiel de la balanza que podrá ayudar a esclarecer algunos de esos datos. O podría, debería decir, pues mientras la ciudadanía se debate entre asistir o no, votar o no, votar en tal o cual forma, por lo pronto tendremos una reducción de casillas instaladas a causa de la disminución presupuestal para el ejercicio democrático. Ello solo complicará la logística no solo de instalación sino de recavación de datos.

Si por un lado nos ha "dolido" efectuar un gasto de las dimensiones de más de mil y medio millones de pesos, cifra por debajo de lo calculado originalmente por el INE, por otro nos significará algo peor si la población, ya por rebeldía o por desidia opta por abstenerse. En lo personal lo he dicho de muchas maneras, en distintos momentos, que el voto es una forma de expresión, analizado desde el punto de vista comunicacional y asimismo sus variantes entre el voto nulo, el blanco y la abstención misma. Pero, ¿acaso políticos y ciudadanía han tomado en cuenta que, muy aparte del resultado político, las elecciones también nos arrojan datos demográficos de vital importancia, sobre todo en tiempos como los que ahora vivimos de confusión pandémica?

Si lo vemos desde esta perspectiva, la asistencia a las casillas podría ayudar a esa claridad permitiendo determinar mediante el padrón electoral cuántos mexicanos están presentes en territorio nacional independientemente de su filiación política o el sentido de su voto. Además, quizás valdría la pena que esos "ahorros" presupuestales amañados pudieren servir para elaborar un nuevo censo apenas se de por terminada la pandemia, es decir hacia 2023, y así renovar no nada más la base de datos demográfica sino incluso el propio padrón electoral con miras al 2024.

Cuando el Comal le dijo a la Olla

Fuente: redespoder.com

EL AÑO PASADO una noticia circuló sin mucha pena ni gloria, tristemente. Y digo tristemente por la referencia con la fecha y el personaje central de la misma. Me refiero al aniversario 114 del natalicio de Francisco Gabilondo Soler "Cri-Cri".

Desde diciembre de 2020, sus nietos y dueños de los derechos sobre la obra del cantautor habían anunciado que en enero de 2021 "regresaría el grillito cantor" con quien de seguro, como tantos mexicanos, creció nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador.

Quién nos iba a decir que reviviría de forma viral tras la adaptación hecha por "El Duende" (locutor de XEW) a la canción de "El ratón vaquero", para hacer una parodia del caso y el enojo del presidente acerca de la "Casa de Houston" asociada a su hijo José Ramón López Beltrán. Espero que Radiópolis haya contado con los permisos correspondientes, porque la descendencia de Cri-Cri tiene fama de ser muy exigente y dura con los derechos, con justa razón.

Es verdad que la familia del compositor puede tener una postura política específica, pero ¿se habrán prestado a esta vacilada? ¿La habrán promovido? ¿Fue idea de Carlos Loret de Mola, de Víctor Trujillo o de algún trasnochado al que la ocurrencia, de no tener los permisos, le podría salir muy cara su "herejía"?

La canción de "El Ratón Vaquero" como muchas de las canciones de Cri-Cri tiene desde su origen una carga de crítica sociopolítica como hemos demostrado comunicólogos, semiólogos en diversos estudios y en este caso concreto una crítica que traspasa las fronteras más allá de la crítica por el valor trasnacional del idioma como una herramienta hegemónica. Lo vemos lo mismo en "El Comal y la Olla", en "El Chorrito", "Ché Araña" y muchas más. Por supuesto, la fantasía fabuladora del compositor abarcó varios temas y puntos de vista, no todos con esa carga digamos que de velada lección que no todos comprenden en la primera lectura. Cabe preguntar si con la adaptación a sus letras se abona o se resta al valor cultural de su obra. Pienso que solo se desarrolla una ampliación interpretativa y utilitaria de la misma.

What a heck!

Que yo recuerde es la primera vez que se hace y difunde un material como el que desde ayer circula por las redes sociales insuflando los ánimos de tirios y troyanos. Creo recordar que una versión semejante anduvo ya rondando en tiempos de la presidencia de Donald Trump y sus ataques a los mexicanos.

Habrá qué ver cómo reacciona el ya de por sí enojado presidente Andrés Manuel López Obrador a esta parodia. Porque, está visto que está bueno para hacer reír, pero no para reírse y si algo debe recordar es que quien a hierro mata a hierro muere y quien se lleva, se aguanta. Y de poco vale que alegue un "derecho de réplica" cuando ni siquiera comprenden ni el mandatario ni su equipo la ley reglamentaria correspondiente al artículo sexto constitucional sobre el derecho a la manifestación de las ideas, la informacíon y la expresión y que asienta con claridad definitoria [subrayado mío]:

Artículo 6o. La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. 

La ley reglamentaria además indica con precisión [subrayado mío]:

Artículo 4. Los medios de comunicación, las agencias de noticias, los productores independientes y cualquier otro emisor de información responsable del contenido original, serán sujetos obligados en términos de esta Ley y tendrán la obligación de garantizar el derecho de réplica de las personas en lostérminos previstos en la misma.

Las agencias de noticias, los productores independientes y cualquier otro emisor de información, responsables del contenido original, cumplirán la obligación a que se refiere el párrafo anterior, através de los espacios propios o donde sean publicados o transmitidos por terceros.

Artículo 5. La crítica periodística será sujeta al derecho de réplica en los términos previstos en esta Ley, siempre y cuando esté sustentada en información falsa o inexacta cuya divulgación le cause un agravio a la persona que lo solicite, ya sea político, económico, en su honor, imagen, reputación o, vida privada.

Artículo 6. La publicación, transmisión o difusión de la rectificación o respuesta formulada en el ejercicio del derecho de réplica, deberá publicarse o transmitirse por los sujetos obligados de manera gratuita.

En caso de que la réplica o rectificación derive de información difundida por una inserción pagada, el medio de comunicación podrá repetir el costo de los gastos originados por la publicación de la réplica a quién haya ordenado la inserción.

La publicación de la réplica o rectificación deberá realizarse sin comentarios, apostillas u otras imágenes o expresiones que desnaturalicen la función de la réplica, rectificación o respuesta.

El —llamémoslo con un eufemismo— diferendo que ha significado el choque de trenes entre el Presidente y la prensa en México con ataques y descalificaciones directas y difamatorias, cada vez más subidas de tono por parte del Ejecutivo a personalidades de los medios de comunicación, opositores, disidentes, críticos, intelectuales en distintos momentos como Denisse Dresser, Roger Bartra, Ricardo Rocha, Carmen Aristegui, Julio Hernández López "Astillero", Carlos Loret de Mola, Raymundo Rivapalacio, Joaquín López Dóriga, algunos de los cuales fueron incluso feraces defensores de su propuesta política por el cambio, hoy, esos, los más visibles dentro de toda una pléyade, habrían de sumarse a los periodistas en efecto asesinados moral, económica, política o físicamente a lo largo del sexenio y cuyo número rebasa períodos previos igualmente criticables.

La espada de Damlocles

Este diferendo, decía, rebosó el vaso de la tolerancia por ambos lados. Por el lado del Presidente generando iracundia desmedida e iquisitorial, revanchista tras la detonación que significó la bomba del reportaje sobre una probable causa delictiva de tráfico de influencias tras las propiedades de Carolyn Adams, la esposa del hijo del mandatario, José Ramón López Beltrán. El reportaje, difundido por el canal Latinus que encabezan entre otros familiares de su archienemigo y ex gobernador de Tabasco Roberto Madrazo Pintado, derivó en la descomposición del ánimo presidencial y su recalcitrante reacción, a su vez, en una indignada manifestación solidaria del gremio periodístico no solo de México sino con voces del extranjero a través de dos foros que se efectuaron en las salas de chat de Twitter con las etiquetas #TodosSomosLoret y #notodossomosloret, e incluso se dieron contestaciones en blogs bajo la etiqueta #notodossomoselpresidente.

La crítica al máximo yerro de Andrés Manuel López Obrador podría inclinar notablemente la balanza de su popularidad, aunque también es cierto que aún cuenta con una importante cantidad de adeptos, simpatizantes, corifantes y enceguecidos ciudadanos que continúan creyendo en sus promesas vanas y sus provocaciones.

Y en esas provocaciones quiero ahora centrarme. Porque, podremos gritar, manotear, rasgarnos las vestiduras por causa del escándalo; pero, si somos justos y equilibrados, tenemos que reconocer que detrás de los excesos del poder político también están los excesos del poder económico y mediático que hoy ven seriamente amenazados sus intereses. Ese poder "fáctico" vive cómodo y tanto como el Presidente en un Estado dividido y desigual. Si uno divide echando sal en las heridas y rencores del pasado, de las diferencias de clase y las injusticias heredadas que han tenido como causa y consecuencia la perpetua corrupción de un sistema social y político, entonces el otro divide continuando las desigualdades a partir de una meritocracia más nutrida de inquina que de valores. Ninguno, al final de cuentas, tiene la estatura moral para darnos lecciones de bonhomía. Ni Andrés Manuel con su alegada honestidad valiente y su cartilla moral, cuyo Código de Ética para la Función Pública el propio presidente ha pisoteado; ni Carlos Loret y tantos más al final más convertidos en la careta de los intereses económicos que en la verdadera búsqueda de la verdad y el afán por informar.

Sí, tiene razón el Presidente, es grosero que una celebridad sea un futbolista o un periodista gane los millones exhibidos y que muchas veces la ganancia obedezca no tanto al trabajo realizado o la carrera y la trayectoria, como a otros factores más sospechosos. Sí, tiene razón el Presidente al comparar su salario pagado con los impuestos de los mexicanos, pero yerra y también nos da un bofetón, aunque diga que le da pena, al mostrarnos, de esa manera burda, la miseria y desigualdad que aun existe en nuestro país y sobre la que ni él ni su gabinete ni su séquito de corifantes han hecho nada para revertir sino todo lo contrario.

Sí, tiene razón Loret de Mola, puestos todos en la misma balanza, ocurre que no solo el de arriba anda desnudo, sino toda una nación de ciegos donde el tuerto es rey y el príncipe no es más que un mendigo.