RELACIÓN CONTENCIOSA

Anota el diccionario sobre "contencioso": dícese de las materias que son motivo de litigio o desavenencia; o sea, añado, de las que no se avienen, de las que no se entienden por no hallarse en armonía. A veces ocurre en una pareja, entre hermanos o vecinos que los une una relación de este tipo a modo de perversión afectiva, generando dependencia y, mientras no es encausada y encauzada, provocando dolor y pena a los involucrados.
Sobre las consecuencias de la bebida y el vacío existencial, de eso trata el artículo que da título a esta entrega. Publicado originalmente en inglés dentro de la revista electrónica Speak Without Interruption (SWI) de la que somos colaboradores, la fuerza de sus palabras acerca de estar ebrio me embriagó.
La escritora identificada bajo el seudónimo Chica Sobria muestra un sorprendente talento en su pluma. Verdadera y profunda, cada línea contiene el corazón y la experiencia, el sufrimiento y el alivio.
Más que un simple desahogo, esta clase de narración es un acto de contrición. Me recordó cierto ensayo filosófico que leí hace tiempo acerca de la embriaguez, empero no me refiero al escrito por el filósofo Gilles Deleuze.
Dicho ensayo me hizo ver este estado de la conciencia de un modo distinto, lo que no significa una justificación para emborracharse.
Cada uno de nosotros es, en un sentido edificante (aunque no se crea que pueda haber tal sentido), un ebrio. Pero no se me malinterprete. La embriaguez asociada con la vida, el amor, el odio, la felicidad, la depresión, la belleza, la muerte y ocasiones equivalentes puede ser tan poderosa o más que la provocada como efecto conocido del alcohol o las drogas or drugs las que sólo potencian la real embriaguez.
Cuando el vacío llega a la mente en la forma de una ausencia causada por algún tipo de pérdida, cualquiera se marea y se extravía; entonces el sentimiento y el pensamiento se vuelven una confusa niebla de incertidumbre. Semejante enajenación de la identidad personal lleva a la conducta del individuo a fabricar su propia epopeya, una en la que el héroe y el villano son la misma cara ante el espejo. Cuando esos rostros se funden en uno el sentido común, la iluminación sucede.
La debilidad ante la existencia y no ante los elementos estimulantes creados para embrutecer la mente humana es la razón por la que caemos en las trampas de la perdición Independientemente de publicar en una entrega posterior el artículo descrito ya traducido al español para comodidad de nuestros lectores, su lectura en su idioma original ayuda a palpar las vibraciones detrás de la lengua, nos acerca notablemente al hablante. Para leer el original, basta con que hagan click sobre el título de este post. Por lo pronto y sin perder de vista la finalidad de esta sección ni desviarnos del tema dela embriaguez los invito a solazarse también con el poema "Embriaguez del Desierto" de Óscar Portela.

¿VOTAR O ANULAR? FALSO DILEMA

En casi vísperas de las elecciones intermedias a celebrarse el próximo domingo 5 de julio en México, y en las que se elegirán diputados locales y federales, presidentes municipales, y en algunos estados gobernadores, algunos medios, opinadores, políticos, académicos, comunicadores han venido presentando el fenómeno del aparente movimiento pro voto nulo y voto blanco con variopintas descripciones. Ya como esfuerzo ridículo por inútil, ya como un intento de desestabilizar el sistema democrático mexicano, ya como una amenaza al sistema de partidos, ya como una aberración democrática; ora cual salida estúpida y marginal variedad del abstencionismo...
En fin, palabras más o menos, exactas o inexactas, la reacción no se ha hecho esperar. Incluso el dilema original entre votar o no votar se ha traducido falsamente entre votar o anular, como si el voto nulo no fuera en sí mismo una opción de sufragio válida y legítima, debidamente comprendida en el código electoral mexicano, aunque cucha en sus definiciones respecto a su uso e interpretación por parte de electores, autoridades, legisladores, juzgadores, pueblo y elegidos.



Falso dilema
El dilema en cuestión hoy como siempre es y ha sido votar o no votar. Por supuesto, siempre en este dilema y apuntando al mejoramiento del sistema político de corte democrático, es preferible votar a no hacerlo, o sea asistir y ejercer el derecho en vez de abstenerse (que también es un derecho, admitámoslo, por muy aborrecible que se antoje a algunos).

El "movimiento", si se le puede llamar tal a la ola "reaccionaria" totalmente espontánea y natural surgida de las filas de la gente por sí sola, y que tiene en jaque a los "políticos profesionales" hoy, a lo que apuesta es a promover el voto y no lo contrario. Pero a votar con auténtica libertad y haciendo empleo de todas y cualquiera de las opciones legalmente estatuidas para el efecto de la emisión del sufragio. O sea, en palabras llanas: VOTA, POR QUIEN QUIERAS Y COMO QUIERAS, PERO VOTA CON CLARIDAD, CONTUNDENCIA Y DECISIÓN.

Por otra parte, entre los críticos de dicha reacción no faltan los que han calificado al fenómeno también de "microrrevolución" o hasta lo han bautizado como "movimiento anulacionista". En el afán de ubicar los fundamentos ideológicos, hay los que han pretendido construir una telaraña de "teoría política", para tratar de entender y contener conceptualmente una onda que, extrañamente para sus ojos, carece de foco, de cabeza, de liderazgo específico y evidente. Ha habido muchos que también han reclamado a la supuesta élite detrás del fenómeno (élite que en todo caso se conformó a posteriori) el trazo de propuestas concretas a demandar y realizar tras las elecciones.

Están los que han denominado al voto nulo como el futuro termidor (cuya etimología alude al hecho de dar calor) de la democracia mexicana, en franca y preocupada alusión al undécimo mes del calendario republicano francés, que empezaba el 19 de julio y terminaba el 17 de agosto, y durante el cual ("9 de termidor") se suscitó el episodio del golpe de Estado con que la Revolución Francesa dio fin al Terror e instauró en su lugar la reacción de la Convención (27 de julio de 1794).

La cabeza de la Hydra

Pues bien, poniéndonos el saco luego de lo que hemos expuesto en artículos previos de forma escrita y auditiva, daremos el gusto y mostraremos primero que en efecto la gente puede sorprender organizada alrededor de un tema, idea, concepto, hecho o sentimiento que la resulta de sentido común, y para ello no hace falta una voz primigenia y estentórea, una batuta intencional y voluntaria; basta la difusión y el consentimiento de lo que se cree justo y adecuado.
Es principio básico del liderazgo que la gente elige a su líder y hay de aquél que se ostente como tal sin el justo reconocimiento del grupo. De aquí los temores y muy comprensibles, pues siempre se estima y así ha sido más de una vez que la gente sin rienda puede causar más estropicio que orden. ¿Esto es una razón política justificante del control o la modernidad comunicativa revelará caras inimaginadas tras el potencial de la gente vista ya no más como una masa informe, deforme, amorfa y conforme, sino como un cuerpo con muchas cabezas y múltiples corazones tan individuales como interdependientes?

Más allá de cualquier populismo trasnochado, de cualquier forma de mesianismo, lo que hoy se experimenta en México es la cohesión de ciertos grupos entre la gente a partir de un sentimiento y unas ideas compartidas. Si estas fueron sustentadas por lo dicho en una página web perdida, o por un académico o un político profesional, poco importa. Lo relevante es la fuerza que pudo tener para suscitar una reacción espontanea que diera pie a breves intentos de acción organizada en la forma de manifestaciones de diversos tipos aquí y allá.
¿Durará? Lo que tenga que durar, ni más ni menos, hasta lograr la satisfacción de los individuos adheridos. ¿Gestará otro nivel de relación y conciencia social? Ya lo ha hecho, ha mostrado que existe en verdad la tan discutida y dudosa por inasible e invisible conciencia social. ¿Sembrará propuestas?
Las propuestas están ahí desde hace mucho, son simples; ni muy alejadas ni muy cercanas a las promesas de campaña de unos y otros, están incluidas a la letra en el espíritu de la nación y del Estado (distingámoslo, por favor, del gobierno; Estado = Gobierno + Territorio + Población) consagrado en la Constitución tan vapuleada, tan olvidada, tan manoseada. Pero sobre eso nos extenderemos en la siguiente entrega.

El Coco de los políticos mexicanos


Sin ánimo de generar más ruido en torno a las elecciones intermedias que se celebrarán en México el próximo 5 de julio, sobre todo ahora que está en boca de todos la polémica en torno al VOTO NULO y el VOTO BLANCO; y más bien con la finalidad de orientar a la opinión pública, vaya al ciberespacio la siguiente información.
Diferencia entre Abstención, Voto nulo y Voto blanco
Votar es estrictamente un derecho y no, como algunos quieren que se crea, una obligación; puede verse como tal si y sólo sí desde el punto de vista social y moral. En cuanto derecho puede ejercerse o no a voluntad del ciudadano en mayoría de edad como individuo. Además de la obvia participación directa con el sufragio directo, en todo comicio organizado para efecto de elección de representantes, gobernantes, sondeo de opinión o cotejo de preferencias, tres son formas legítimas de participación democrática y todas arrojan información sobre el grado de composición o descomposición de un sistema político.
Abstención, cualquiera que sea la causa: desidia, flojera, fastidio o rebeldía es una de tres:
  1. Avalar por omisión.
  2. Decir a los políticos elegidos aún a pesar de la ausencia de uno ante la urna que se está conforme con quien resulte ganador, que no importa quién gane, aun cuando el argumento sea "todos son la misma vasca".
  3. Implica dejadez a modo de reacción, falta de interés en el proceso democrático. No cabe, salvo en situaciones de causa mayor, el pretexto de "no tuve tiempo de asistir a ejercer mi derecho".
Anular puede ser:
  1. Resultado de un error, una torpeza involuntaria al momento de registrar el propio voto (invadir o pasarse del espacio destinado a un partido o candidato, marcar más de de un espacio por indecisión o confusión). Pero cuenta.
  2. Una acción intencional, pensada, meditada, incluso dolosa en el afán de presionar, de provocar un cambio del estado de las cosas, del sistema político, de las formas de la democracia imperante. Para esto la acción debe ser evidente: cruzar o tachonar toda la boleta electoral sin afectarla en su integridad física, pues romperla, rasgarla, arrugarla cae e la categoría de delito electoral con una sanción de varios salarios mínimos.
Voto blanco es una forma de voto válido adicional al que comúnmente se practica para señalar a un candidato o partido seleccionado. Se refiere a la opción dada de un espacio sin logotipo de partido ni nombre de candidato y que se incluye en las boletas a efecto de que los votantes puedan anotar el nombre de un partido o candidato no registrado. Pensado originalmente para validar las candidaturas independientes, en las legislaturas como la mexicana donde no están permitidas las candidaturas de este tipo aun yendo en contra de la garantía individual consagrada en la Constitución del derecho a votar y ser votado, esta forma de voto válido sólo es tomado como dato estadístico vago y que se presta para suspicacias.
El Coco de los políticos
Estas tres formas de votación hoy, en México, han tomado carácter de coco, poniendo en alerta a los políticos. ¿Por qué? Porque pueden incidir de manera determinante en la composición del sistema de partidos y por lo tanto en las ventajas que este trae a las organizaciones políticas tal como ahora se definen y su consecuente registro institucional. Considérese lo siguiente:
20 % DE LOS VOTOS NULOS HACEN NULA LA CASILLA. 20 % DE LAS CASILLAS NULAS HACEN NULO EL DISTRITO. 20 % DE LOS DISTRITOS NULOS HACEN NULA LA ELECCIÓN.
La siguiente es la fórmula que emplean los partidos políticos para obtener el porcentaje de votación conseguido y poder conservar el registro ante el Instituto Federal Electoral (IFE) y por lo tanto gozar de la partida presupuestal correspondiente para funcionar (mucho dinero):
VOTOS RECIBIDOS POR DETERMINADO PARTIDO
DIVIDIDO ENTRE
VOTOS EMITIDOS EN LAS URNAS (LOS VOTOS EN LAS URNAS SON TODOS LOS VOTOS VÁLIDOS + VOTOS NULOS).
Para obtener y/o conservar un partido su registro ante el IFE, el mínimo necesario es 2.0%. Por lo tanto, si aumenta el universo de votos contenidos en la urna, el porcentaje a favor de ese partido disminuirá. Por lo que si un ciudadano no comulga con ninguna de las propuestas o candidatos, una opción para contrarrestar el natural voto "duro" que implican los simpatizantes, militantes y adherentes de un partido o candidato es que, en lugar de propiciar mayor abstención, haya mayor anulación de votos o mayor cantidad de votos blancos. Si se toma en cuenta que comúnmente en las elecciones intermedias el abstencionismo se mide en alrededor del 60%, ¿qué ocurriría si la participación fuera mayor al 80% y dentro de este porcentaje alrededor del 20% fuera de votos nulos? Con este esquema hipotético e incompleto, suponiendo que todos los partidos en México (9) tuvieran proporcionalmente la misma cantidad de votos resultaría: 9/80 = 0.1125 = 11.25%; entonces, ¡ninguno conseguiría registro! ¿Quién representaría a la ciudadanía (en caso de los diputados locales)? ¿Quién gobernaría (en los casos de ediles y gobernadores)?
La idea es promover el voto, la participación ciudadana y activa en la defensa de los derechos individuales. Vota, como quieras, pero vota. La decisión se demuestra sufragando.