Voto Ciego. Un ejercicio interesante.

Fuente: Voto Ciego

RECIENTEMENTE recibí una invitación a participar en un ejercicio interesante creado por la colega periodista Pamela Cerdeira del colectivo periodístico femenino Opinión 51. El ejercicio llamado Voto Ciego tiene como finalidad la promoción del voto informado a partir de las propuestas de campaña de las candidatas al gobierno mexiquense, Alejandra Del Moral (alianza Va por México formada por PRI-PAn-PRD) y DelfIna Gómez Álvarez (Morena-PT-PVEM).

La idea es que se emita la preferencia por las propuestas, sin asociarlas con los candidatos o el partido o alianza y de esa manera, tras el resultado, el votante puede darse cuenta de cuál es su inclinación aparente. Incluso puede verse sorprendido porque aun pensando en una candidata o partido de su elección basada solo en las propuestas podría verse inclinada hacia el contrario.

Más de una vez, en más de una elección, muchos hemos insistido a los votantes en la importancia de no dejarse llevar solo por la apariencia del candidato o la marca partidista que lo soporta, que lo preferible son las ideas, aunque es sabido que ya sobre la marcha solo quedan como promesas huecas. E igualmente hemos insistido que las opciones legales para la emisión del sufragio efectivo no nada más abarcan la posibilidad de inclinarse por un candidato, partido o alianza, sino dejan abiertas las posibilidades (aunque todavía como meros datos estadísticos sin efecto directo sobre la decisión, cosa que falta reglamentar en la ley) de anular el voto, votar en blanco anotando un partido o candidato no registrado en la boleta, e incluso la abstención misma, todas las anteriores formas de expresar la voluntad democrática ciudadana.

El conocimiento previo de las propuestas puede ser un factor determinante al momento de inclinar la balanza electoral, pero no es el único. Este ejercicio o experimento nos permite centrarnos en lo teóricamente importante sacando del panorama otros elementos que pueden abonar a la disonancia cognoscitiva en el elector, es decir generar ruido al momento de optar. Cerrando las opciones a solo las propuestas de los candidatos, este experimento fuerza al elector a estar, como dice la canción infantil, o con melón o con sandía, y no dudar en la posibilidad marginal de "la vieja del otro día" inclinándose por una anulación si no se siente convencido por ninguna propuesta, o simplemente por sacarle la vuelta a la responsabilidad y el riesgo de votar por la propuesta menos viable, o más torpe o absurda.

Como explica Cerdeira en el sitio de Voto Ciego [corrección de estilo mía, para evitar la innecesaria corrección política que deriva en incorrecciones gramaticales]:

[…] en [… dos mil dieciocho] inició Voto Ciego para poder conocer y comparar las propuestas de los [candidatos] a la presidencia.

En aquel entonces[,] la parte tecnológica corrió a cargo de Gerardo Saucedo y dos de sus alumnos. Pocos años después[,] intentamos replicar el ejercicio para elecciones estatales pero encontramos con tristeza que no había muchas propuestas. Este año, y en preparación para la elección [de dos mil veinticuatro,] presentamos Voto Ciego con las candidatas al gobierno del Estado de México. Votar solo por las propuestas nos permite conocer qué ofrecen las candidatas sin los sesgos que generan sus partidos.

Diferenciar […] una propuesta […] de un buen deseo […] es uno de los ejercicios más importantes en la elaboración de este sitio, por ejemplo, si un candidato propone "acabar con la impunidad", pero no dice cómo, es solo un buen deseo.

Nuevo dilema paradigmático: votar o votar

El experimento de voto ciego, también conocido como "evaluación ciega" o "revisión ciega", se utiliza en diversos campos para evitar el sesgo y la influencia de factores irrelevantes en la evaluación de un trabajo o propuesta, tales como la apariencia del candidato o la duda que inciden en la indecisión. El experimento busca forzar al elector a optar de forma cerrada por una y solo una de las opciones básicas presentadas aleatoriamente. Al eliminar los factores distrayentes ayuda a comprender de manera ajustada las tendencias preferenciales. Algunos ejemplos de resultados del experimento de voto ciego en diferentes contextos son estos:

  1. Publicaciones científicas: En un estudio de la Universidad de California en Berkeley, se utilizó el voto ciego para evaluar artículos científicos enviados a una revista académica. Los revisores no conocían la identidad de los autores de los trabajos y evaluaron los artículos solo por su calidad científica. Como resultado, se encontró que los artículos escritos por mujeres y minorías étnicas recibieron calificaciones más altas que cuando los revisores conocían su identidad.
  2. Audiciones de música: En una audición a ciegas realizada por la Orquesta Filarmónica de Berlín en la década de mil novecientos cincuenta, se pidió a los músicos que audicionaran detrás de una cortina para que los jueces no pudieran ver su apariencia física ni su género. Como resultado, se seleccionaron más mujeres músicas y se amplió la diversidad de género en la orquesta (el mismo método es el que hoy es empleado por el reality show "La Voz").
  3. Selección de candidatos políticos: En algunas elecciones, los votantes pueden emitir su voto sin conocer la identidad del candidato. Por ejemplo, en las elecciones de la Junta Escolar de Minneapolis, los votantes reciben una boleta con solo los nombres de los candidatos, sin información adicional como su género o afiliación política.
  4. Selección de jurados: En algunos sistemas judiciales, el voto ciego se utiliza para seleccionar a los miembros del jurado. Los miembros del jurado no conocen la identidad de las partes involucradas en el caso y se les evalúa únicamente por su capacidad para ser imparciales y justos en su decisión.
  5. Evaluación de proyectos de arte: En algunos concursos de arte, se utiliza la revisión ciega para evaluar las propuestas de los artistas. Los jueces no conocen la identidad del artista y evalúan las obras solo por su calidad artística y su ajuste a los criterios del concurso. Como resultado, se ha descubierto que los artistas mujeres y minorías étnicas son seleccionados con mayor frecuencia que cuando los revisores conocen su identidad.

El experimento de voto ciego se ha realizado en diferentes ocasiones y en diferentes contextos. El concepto de voto ciego se refiere a un método en el cual los votantes no conocen la identidad de los candidatos, con el objetivo de minimizar la influencia de factores no relevantes para la elección. En otras palabras, confronta al votante con un dilema cerrado y no abierto, es decir, a votar o votar, en vez de votar o no votar. Por una parte puede pensarse como una forma de manipulación del voto al concentrar la atención del elector en las opciones concretas y coartando su libertad para elegir entre opciones dadas sin alternativas quizá vagas como la posibilidad de anulación del voto por motivos de inconformidad, ignorancia o evasión. Pero también puede ser visto como un método para promover el involucramiento a partir de conocer los fundamentos detrás de las opciones a elegir, o simplemente la simpatía por las opciones mostradas por sí mismas. Por supuesto puede ocurrir que ninguna de las opciones presentadas convenza al votante, pero este, forzado a elegir de entre ellas una, o toma como punto de partida de su decisión el conocimiento previo, el sentido común, la lógica de las premisas propuestas, la forma, las consecuencias deducidas o determinados presupuestos. Y claro, ello no obsta tampoco ni garantiza que al final los resultados pudieren ser satisfactorios para el elector.

Una variante de este experimento se llevó a cabo en dos mil nueve en el Reino Unido, en una competencia de oratoria organizada por la Sociedad de Debates de Oxford. En esa competencia, los jueces evaluaron las presentaciones de los oradores detrás de una cortina, de manera que no pudieran verlos y se enfocaran únicamente en la calidad de los discursos.

Otro ejemplo es el experimento realizado por la organización Democracy Fund Voice en las elecciones primarias de Virginia, Estados Unidos, en dos mil diecisiete. En ese caso, los votantes participantes fueron asignados aleatoriamente a uno de tres grupos: uno que votó normalmente, otro que votó con información adicional sobre los candidatos, y un tercer grupo que votó sin conocer la identidad de los candidatos.

Voto ciego en Estado de México

El ejercicio hecho ahora por Opinión 51 para las elecciones de gobernador del Estado de México de dos mil veintitrés es interesante por varias razones. Si por un lado y personalmente, al hacerlo, me sentí forzado a votar por propuestas bajo un criterio de "la menos mala" y me faltaron las opciones electorales contempladas en la ley del voto nulo y el voto blanco, que a veces se antoja más anular que votar por una propuesta infundada de un candidato u otro, por otro lado me puso delante una metodología que varios han estado tratando de implementar en México, la de la segunda vuelta.

La segunda vuelta sería muy sana en nuestro sistema político, pues mientras en el arranque de las elecciones podría darse la posibilidad de la anulación cerrando el camino a los menos votados, en la segunda vuelta ya todos los electores tendríamos que estar forzados a decidir de manera franca por los punteros y determinar el grado de libertad del voto informado frente al voto solo reaccionario.

A quienes estamos más o menos enterados nos queda relativamente claro que las candidatas mexiquenses Alejandra del Moral y Delfina Gómez en realidad no tienen mucho para donde hacerse. Sus promesas de campaña entonces solo varían en redacción, intención, alcance, proyección y posibilidad de desarrollo. Todas apelan en su forma y en su fondo a algún modo de populismo más o menos evidente, y todas, para no variar, no son soportadas por una explicación acerca de las maneras de conseguir las metas propuestas, las que no por fuerza se han trazado de veras atendiendo a necesidades reales. Entonces, cabe la pregunta, ¿qué es mejor, votar por una plataforma de promesas, propuestas, sugerencias, ideas, aunque luego pudieren ser irrealizables independientemente del candidato; o votar por la persona que promete realizarlas, aunque tenga mucha o poca cola que le pisen?

En mi caso, forzado a pensar en esas únicas candidatas, mi predilección me llevó a responder con una idea en mente: no quiero a Delfina gobernando Edomex, pero Del Moral no acaba de convencerme. Entre dos sopas me incliné por la segunda. Pero, ¡oh, sorpresa!, votando por las propuestas descubrí en los resultados que mi inclinación se hallaba más cargada hacia Morena, aun pensando en la alianza Va por México.

Resultados de los votos emitidos ciegamente por el autor del blog.

Ahora yo los invito a ustedes a hacer el ejercicio y sorprenderse de la tendencia de su voto, del conocimiento que tienen o carecen acerca de las propuestas de aquella candidata o partido por quien sienten simpatía. E invito también, y sobre todo a los candidatos y los partidos que representan, a reflexionar con miras a debates y campañas, pues afinar plataformas, presentar propuestas realistas y alcanzables, evitar promesas vanas permitirá a ellos hacer propaganda más efectiva, eficiente y eficaz, motivando a la acción, sin caer campañas sucias o negras que deberían quedar en un segundo plano, y nos permitiría a los electores juzgar de manera más sensata el proyecto de municipio, estado o país que se nos propone construir y desarrollar en conjunto.

Por supuesto, hacer el ejercicio también podrá ser tomado por muchos como una suerte de entrenamiento torcido para, llegado el momento de los comicios, el criterio del votante se vea formado o deformado, y no precisamente informado. Es decir, por ejemplo, si en el experimento descubro que pensando en B voté por A mayormente, eso puede incidir en que me empape de las propuestas de B o simplemente, sin abundar, refuerce mi actitud hacia mi candidata predilecta y mi repulsión hacia la competidora contraria. Pero también puede suceder que, al hallar y descubrir que mis respuestas me inclinaron hacia la candidata que naturalmente repelo, pueda reconsiderar en función de la aparente sensatez de las mismas y por tanto sentirme inclinado a modificar mi intención de voto.

En fin. en dos mil dieciocho, para la elección presidencial quedó de manifiesto aquello de que, en la tierra de los ciegos, el tuerto es rey. Así llegó Andrés Manuel López Obrador, presidente de todos nosotros los mexicanos, lo hayamos votado o no en conciencia. Pues es la oportunidad de darnos cuenta cuán ciegos podemos estar para las elecciones venideras.

Para practicar el voto ciego has clic AQUÍ.

De cueros y correas

El presidente Andrés Manuel López Obrador flanqueado a su derecha por el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, y a su izquierda por Fernando Vilchis Contreras, alcalde de Ecatepec. (Fuente: NoticiarioG).

ERA DE LA OPINIÓN… de que la costumbre en las elecciones lleva a creer que de los cueros salen mejores correas, pero a veces resulta y ahora lo vemos que lo correoso deja verdugones en el cuero y más cuando la caballada está flaca.

La reflexión anterior toma como punto de partida lo escrito hace poco por el colega Carlos García quien fuera vocero de David Parra cuando contendió contra Edgar Olvera por la alcaldía de Naucalpan. Y me explico mejor experimentando a la vez el resultado de utilizar para la redacción de las líneas siguientes la inteligencia artificial de ChatGPT.

Una "traición" pactada

Sí, la "traición" de Alfredo del Mazo a la coalición formada por PRI, PAN, PRD que acusa Carlos García (quizá deslizando el parecer del grupo priyísta del que forma parte el diputado charro, dicho sin ánimo peyorativo, David Parra) estaba cantada desde el comienzo del gobierno de AMLO y quedó ratificada en los tres espaldarazos francos que el presidente dio al gobernador en dos mil diecinueve, veinte y veintidós, y sobre el que Andrés Manuel López Obrador se expresó calificando como "distinto de otros majaderos". Pero no se trata de una traición como tal, sino del refrendo de un pacto que los morenistas y lopezobradoristas insisten en no ver: el pacto tan llevado y traído en dimes y diretes entre AMLO y Peña Nieto (de quien Del Mazo es primo), el mismo por el que ahora se pone en entredicho que Lozoya pudiere pagar los veinte millones de dólares del caso Nitrogenados, porque supondría abrir la puerta al infortunio y rascar en el estercolero de Palacio Nacional.

La candidata morenista al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez, y el presidente Andrés Manuel López Obrador. (Foto: Twitter @jenarovillamil)

Los dichos de García ponen sobre la mesa una realidad que va más allá de los datos y que, en vez de abonar a favor de la coalición, la unidad y su candidata Alejandra Del Moral Vela, y al dueño del micrófono de esa campaña que es el panista Enrique Vargas del Villar, desvía la atención favoreciendo a la candidata morenista, la nefanda Delfina Gómez Álvarez, cuyo presumible desvío de recursos por alrededor de ochocientos treinta millones de pesos cuando fue alcalde de Texcoco sigue sin aclararse

Alejandra del Moral no tiene todas consigo pues, así como su contrincante, también fue acusada de fraude inmobiliario durante su gestión como alcaldesa de Cuautitlán Izcalli (2009-2012). No obstante, en febrero de 2015 fue nombrada por el ex presidente Enrique Peña Nieto, directora general del entonces BANSEFI, hoy Banco del Bienestar. ¿Se van leyendo los indicios y conexiones?

Dos potrancas encarreradas

Al margen de chismorreos y politiquerías, como aquellas de que Andrés Manuel López Obrador sostuvo en su adolescencia una relación dizque zoofílica con una yegua ojona, de piernas zorencas y redonda grupa conocida como "La Canica", hija de madre fina y ranchero acaudalado —tal vez una alegoría para encubrir la identidad de alguna moza de la que fuera enamorado el tepetiteco hoy presidente y le fuera infiel con un amigo—, las cosas parecen como sacadas de un corrido revolucionario, en el que se narra cuando un popular charro, digamos el PRI, le ofrece al hacendado, digamos AMLO, cambiarle una joya, su yegua colorada requemada fierro Del Moral, por su potranca prieta lobo gateado fierro Saltillo. El hacendado acepta, pagando por la potranca y regalando displicente el cuaco bruto e indomable, como centauro del norte o varón de Cuatrociénegas. Hecho el trato y el trueque, el charro revira su plan y reta al hacendado a una coleada corriendo su nueva propiedad contra la yegua colorada en el camino real de Agua Prieta. Envalentonado, el hacendado vuelve a aceptar, pero condiciona que se ponga el dinero de la apuesta por delante y en la mesa. El resultado ya se sospecha, el charro triunfa, doma al cuaco que aprende a guiarse solito y el hacendado pierde, pero feliz de tener entre sus manos la potranca que lo corona.



"Caballo que alcanza, caballo que gana" afirmó durante su campaña Alejandra del Moral admitiendo su desventaja. Y si bien la rechula potranca priyista tiene los bríos de la juventud apretando sus caderas, no parece suficiente su enjundia para dar alcance todavía a la correosa yegua morenista que le lleva dos cuerpos de delantera, según destacan las encuestadoras, colocando a Delfina Gómez con más de cincuenta por ciento a favor en las preferencias electorales contra los poco más de treinta puntos de Del Moral, porcentaje que se vio aumentado al salirse de la carrera el candidato de Movimiento Ciudadano Juan Zepeda [MONTALVO, 2023].

Pero aquí la alegoría tiene dos caras. Por un lado podemos ver a Alejandra del Moral como la yegua colorada y a Delfina Gómez como la potranca lobo gateado, pero entonces el charro sería AMLO y el hacendado el PRI a correr la coleada en el Estado de México. La lectura en ese caso sería que, al aceptar el hacendado (Alfredo del Mazo) comprar a la yegua colorada (Del Moral) y regalar al charro el ejemplar lobo gateado (Delfina), de acuerdo con la narración la apuesta terminaría ganándola el charro al correr al lobo gateado, con toda su violencia espectacular.

Esa sería una visión reduccionista, porque las elecciones clave de este año no solo ocurrirán en esa entidad sino también en Coahuila, donde el candidato Manolo Jiménez de la alianza "Va por Coahuila" aventaja a sus competidores. El tema entonces no es de coleadas sueltas, dos yeguas compitiendo en el centro y cuatro potros en el norte. La lectura es más abstracta, la yegua colorada es el Estado de México y el potro lobo gateado es el estado de Coahuila, ambos con más de cien años de gobiernos emanados de la Revolución Mexicana, o sea el PRI y sus antecesores. Coahuila suma ciento seis años y el Estado de México, ochenta y seis. Puede decirse entonces que la indomable Coahuila no es grata a un hacendado que reconoce que la brutalidad del ejemplar ha combado a charros y caporales, y prefiere hacerse a la idea abusiva de que le puede comprar al menospreciado charro su dócil y chulo cuaco que tanto prestigio y alarde le implicaría por tres reales.

Cambio o continuidad

Todo es cuestión de cálculo político y económico. Que Morena gane el Estado de México políticamente puede significar una victoria pírrica para Morena, pero mediática y demagógicamente favorable como abono para las elecciones presidenciales de dos mil veinticuatro. Si por un lado implicaría la pérdida de la que fuera por mucho tiempo la "joya de la corona" para el PRI, por otro lado supondría, para ese mismo partido y la alianza de la que forma parte junto con PAN y PRD, la posibilidad de reforzar su influencia en el norte y el bajío. Como están las cosas con los cárteles del narco peleando la plaza central, la Megalópolis, las inversiones en el Estado de México se han visto afectadas y esta "corona" se encuentra más mellada que la del rey feo del carnaval. Por lo tanto la apuesta es a ganar Coahuila y con ella la fuente de las nuevas riquezas.

De acuerdo con las estadísticas publicadas en febrero por Parametría, más del setenta por ciento de los mexiquenses apuestan por que otro partido gobierne el Estado de México y se rompa el ciclo de más de ochenta años de gobiernos priyistas en la entidad. Es decir, siguen apostando al caballo de la hacienda.

Fuente: Parametría.

Lo que pasan por alto muchos mexiquenses es que hoy las inversiones extranjeras tienen más interés en el norte y bajío mexicanos para poner en práctica el denominado nearshoring que consiste en la estrategia empresarial para mover su producción a sitios más próximos al destino final de la misma, por ejemplo hacer las partes para la fabricación de automóviles más cerca de las plantas automotrices, y mover estas más cerca del mercado objetivo más inmediato, en este caso el estadounidense, ello con la finalidad de reducir costos. El nearshoring entonces se entiende como una relocalización de los factores productivos [(ÁVILA, 2023), (GONZÁLEZ, 2023)].

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía, del 2019 al 2022 la Inversión Extranjera Directa fue acaparada por once estados, incluido Coahuila, que se ubicó en novena posición, con cuatro mil ciento setenta y seis millones de dólares.

Los primeros cinco receptores de IED fueron Ciudad de México, con treinta y dos mil ciento treinta y un millones de dólares; Nuevo León, con catorce mil ciento tres millones; Jalisco, con ocho mil trescientos tres millones; Edomex, con ocho mil seiscientos cincuenta y nueve, y Baja California con cuatro mil seiscientos setenta y nueve millones de dólares. [(MARTÍNEZ, 2023), corrección de estilo mía]

En cuanto a las inversiones en el Estado de México, es importante mencionar que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el segundo trimestre del 2022, la inversión extranjera directa en el Estado de México fue de doscientos noventa y nueve millones de dólares, lo que representó el 1.4% del total a nivel nacional. En contraste, la inversión extranjera directa en Coahuila durante el mismo periodo fue de setecientos noventa y un millones de dólares, lo que representó el 3.7% del total a nivel nacional.

A ojos del PRI o por lo menos de priyistas pragmáticos de la línea de Alejandro Moreno "amlito", salvo de los de algunos priyistas de viejo cuño, es preferible ceder la destartalada joya y apostar por el noreste del país, es decir la gubernatura de Coahuila, donde está el futuro de la inversión, no solo por hallarse el yacimiento más importante de litio del país y uno de los más importantes del mundo, sino por ser hoy el principal imán atrayente de los capitales.

Las elecciones del Estado de México en la actualidad se antojan en una situación interesante y por demás histórica. El actual gobernador, Alfredo del Mazo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha estado en el poder desde 2017 y, teóricamente, buscaría mantener la presencia priyista en su entidad; pero, mientras en el pasado su principal rival fue el Partido Acción Nacional (PAN) hoy su principal competidor es la candidata de Morena, el partido del presidente López Obrador, quien ha obtenido importantes victorias electorales en el país en los últimos años.

Ascenso chino y elecciones en México

Si bien el Estado de México ha sido históricamente una fortaleza del PRI, la situación actual podría favorecer a Morena, y un triunfo político morenista ahí redundaría en la glorificación del caudillismo lopezobradorista y la reafirmación ideológica. Sin embargo, de manera contradictoria, una victoria de Morena en el Estado de México podría tener consecuencias negativas para el partido a nivel nacional por lo que al tema económico se refiere, más considerando los problemas de seguridad y el control de los cárteles de la droga como un factor importante en las elecciones, dato este que fue evidente en las elecciones intermedias de dos mil veintidós.

Aun cuando el Estado de México es uno de los estados más ricos y poblados del país, la inseguridad y la competencia con otros estados ha afectado la inversión en la región. Por otro lado, Coahuila ha atraído importantes inversiones en los últimos años gracias a sus recursos naturales, su ubicación estratégica en la frontera con Estados Unidos, y sí, también por ser uno de los estados de paso para el trasiego de drogas. El yacimiento de litio en Sonora es uno de los más importantes del mundo y ha atraído el interés de empresas como Tesla que en fechas recientes anunció que instalaría en Nuevo León la que sería su planta más grande e importante. Y ni qué decir de las empresas chinas las que, debemos recordar, desde que Enrique Peña Nieto tomó posesión como gobernador del Estado de México, luego como presidente de la República, les dio franca entrada, al igual que el propio Andrés Manuel López Obrador mediante deslizar a las calladas sus inversiones en los proyectos emblemáticos de sus gobiernos, como los recientes de Dos Bocas, el Tren Maya, el Corredor Transístmico. Proyectos en los que China ha tenido cifradas sus metas para extender su moderna ruta de la seda y cerrar el círculo retomando la antigua idea de la famosa Nao de la China. Esa ruta asiática se ligará con el continente americano desde sus enclaves africanos en Nigeria con dos vías, una hacia Brasil, otra hacia México, y esas rutas anexas servirían de pinzas para abarcar las rutas en el Pacífico, cortando la hegemonía estadounidense ([VIDAL, 2018], [FURLONG et.al., 2023]).

Si en el Estado de México ya está cantado que Alejandra del Moral, en parte por su plataforma de campaña y falta de colmillo, no tiene mucha oportunidad frente a Delfina Gómez, las elecciones en Coahuila en cambio auguran una consolidación priyista y panista. La pregunta es si los resultados serán efecto de la democracia o de un acuerdo por debajo de la mesa, a pesar de afirmar el presidente que no es como los otros ni hace arreglos en lo oscurito, cosa que ya nadie cree conforme los hechos han evidenciado en estos cuatro años y medio de su gobierno, tal vez por eso le estorban el INE y el INAI entre otras instituciones contra las que ha arremetido con singular virulencia.


En resumen, las elecciones del Estado de México y de Coahuila son clave para el panorama político y económico del país como pocas veces antes y de ellas dependerá, sin duda, el resultado de las elecciones presidenciales que ya se preparan para dos mil veinticuatro y que, insisto en mi augurio, volverá a ganar el partido Morena como parte de la inercia dinámica de nuestro pendular sistema político que revelará que el de ahora, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, apenas fue un asomo de izquierda centro. La izquierda extrema está por venir y tras ella el retorno del centralismo bajo el influjo chino. Son los signos, los indicios de los tiempos que nos toca vivir.

Referencias

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  • Martínez, G. (2023, February 22). Acaparan el Norte y el Bajío los beneficios del nearshoring. Vanguardia MX; Grupo Editorial Coahuila, S.A. de C.V. https://vanguardia.com.mx/dinero/acaparan-el-norte-y-el-bajio-los-beneficios-del-nearshoring-DF6520410
  • González, L. (2023, April 17). México tiene la oportunidad de convertirse en un hub de la industria: Concamin. El Economista; El Economista. https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Mexico-tiene-la-oportunidad-de-convertirse-en-un-hub-de-la-industria-Concamin-20230417-0038.html
  • Avila Muñoz, José. (2023, February 24). ¿Qué es el nearshoring y cómo impacta a México? Expansión. https://expansion.mx/economia/2023/02/24/que-es-nearshoring-mexico
  • Montalvo, Omar. (2023, April 16). Alfredo Del Mazo hunde a Del Moral para el Edomex. Diariobasta.com. https://diariobasta.com/2023/04/16/del-mazo-hunde-a-del-moral/‌
  • Vidal Liy, Macarena. (2018, December 3). EL PAÍS: el periódico global. El País. https://elpais.com/economia/2018/11/30/actualidad/1543600537_893651.html
  • Furlong, A., Raúl Netzahualcoyotzi Luna, & Edwin Hernández Herrera. (2023). China en Latinoamérica: La expansión de la ruta de la seda. Indiciales, 1(5). https://doi.org/10.52906/ind.v1i5.44‌

Coherencia entre objetivos y políticas de gobierno.


ERA DE LA OPINIÓN… de que, como reza el refrán, una golondrina no hace verano, y las declaraciones de Ignacio Galán presidente global de la empresa Iberdrola parecerían confirmar la idea.

Entrevistado en Inglaterra dos días antes de la transacción hecha con el gobierno de México, y respondiendo entre otras preguntas al cuestionamiento expreso de qué necesita la empresa española de los políticos para invertir en un país, Galán afirmó: "Se necesita coherencia entre objetivos y políticas de gobierno".

Palabras más o menos expuso el presidente global de la empresa española ante el presidente Andrés Manuel López Obrador al afirmar con su estilo directo y escueto [énfasis mío]:

Hace dos años estuvimos acá y nos pidió que negociáramos, que dialogáramos, que llegáramos a acuerdos. Pues dos años más tarde hemos dialogado, hemos hablado y hemos llegado a acuerdos. Acuerdos siempre con el mismo espíritu. El espíritu del respeto a las políticas de cada uno de los países donde estamos. Hemos entendido cuál es la política energética de su gobierno, y esa política energética de su gobierno nos ha llevado a buscar una situación que sea buena para el pueblo de México y que al mismo tiempo cumpla con los intereses de nuestros accionistas. […] Por eso nuestro deseo es seguir colaborando con México, lo llevamos haciendo veintidós años, de la forma y manera que el gobierno mexicano desee […]

Es decir, en palabras llanas, si hacemos una libre traducción de lo dicho entre líneas y entre los hechos antecedentes, la declaración es equivalente a decir para qué quedarnos donde no somos bien vistos, donde incluso ni siquiera se respetan las resoluciones judiciales en nuestro favor. Ahí les traspasamos el changarro, a ver si pueden con el paquete. Tomen chocolate y paguen lo que deben. Seguimos interesados en México, pero no ahora, no con este gobierno. Y como no es sensato patear el pesebre, mejor nos hacemos a un lado. Ya habrá ocasión de volver en el futuro, esperamos.

La adquisición de las trece plantas de generación de electricidad de Iberdrola se realiza a través de un vehículo de inversión nacional con participación mayoritaria del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), administrado por Mexico Infrastructure Partners, y financiamiento de la banca, informó Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Y esto porque, hay que decirlo, el gobierno no tiene el dinero para efectuar la transacción y ni se diga CFE, paraestatal que, de haber sido heredada con una relativa salud, en lo que va del sexenio degeneró en un elefante blanco. De lo que se deduce que no se trata ni de lejos de ninguna nacionalización, sino de una compra-venta por interpósitos inversionistas, o dicho de otra manera una reprivatización pero de activos sujetos de ser administrados por una paraestatal, en una variante moderna del afán echeverriyista de hacer del estado una entidad no solo rectora, sino administradora, centralizante y omnímoda, pero en un esquema racional por el que, dado el porcentaje de mercado, CFE queda en los linderos de ser considerada un monopolio, a diferencia de lo que en los setentas del siglo veinte ocurrió con su equivalente de la época, PEMEX. 

De acuerdo con la descripción en su sitio web, "Mexico Infrastructure Partners está formado por un equipo con experiencia regional e internacional que cuenta con una larga trayectoria en estructurar y levantar fondos de inversión, fuertes relaciones con jugadores clave del sector y extensa experiencia en administración de activos". Preside a este fondo Mario Gabriel Budebo, para incongruencia de los dichos de AMLO, y si empleáramos sus mismos adjetivos acostumbrados, un aspiracionista tecnócrata del ITAM. Entre líneas la decisión se antoja el reconocimiento tácito de la ineptitud de Manuel Bartlett y su gente en la administración de los activos actuales de CFE, la necesidad urgente de sumar "expertos en la administración de activos", para reacomodar las piezas del rompecabezas y, no sólo rescatar a la para estatal sino sobre todo al político.

Ahora, la cacareada nacionalización es falaz también porque la adquisición de unos activos bien localizados no significa la totalidad del mercado energético mexicano, para ello el gobierno mexicano tendría que efectuar operaciones semejantes con el resto de los actores que, desde la apertura del sector energético han invertido en el país. Bien dice el refrán que una golondrina no hace verano; a menos que estemos ante el indicio del surgimiento de un dragón que terminaría devorando uno a uno a los inversionistas en el sector energético.