DE TRES EN TRES

mayo 23, 2011 Santoñito Anacoreta 0 Comments

Tema Primero.
Pongamos un momento entre Paréntesis los lemas electorales que están empleando los candidatos principales al gobierno del Estado de México y tratemos de hacer un esfuerzo por comprender lo que ocultan o reflejan de cada cual.
Luis Felipe Bravo Mena (PAN): "Ya es justo. Bravo Mena"... ¿qué? ¿Que el PAN llegue al poder en el Estado de México? O el candidato no era justo y ahora ya lo es y por lo mismo sus apellidos sirven para vitorearle. Los juegos interpretativos son muy abiertos en torno a este lema, y en la mayoría, no favorecen al candidato ni al partido.
Alejandro Encinas (Coalición PRD-PT-Convergencia "Unidos podemos más"): "Encinas Puede Más"... ¿qué y que quién? ¿Robar, mandar, hacer, correr, acarrear? ¿Cuál es el verbo, la acción para la que tiene mayor potencial el candidato? Tal vez haya que ponerlos a correr un maratón o cargar bultos o aguantar la respiración bajo el agua o beber jarras de pulque para ver quién y qué en realidad puede más.
Eruviel Ávila Villegas (Coalición PRI-PVEM): "Piensa en grande"... Nada más que recuerde que la ambición rompe el calzón y que prometer no envilece, cumplir es lo que engrandece. Y para los seguidores, militantes y simpatizantes, también es oportuno recordar que expectativas demasiado elevadas terminan por tumbar los ídolos de sus pedestales.
Tema Segundo
También entre Paréntesis la prueba ENLACE y el fardo que empieza a significar para el país el gordísimo corporativismo sindicalista, en especial el del Sindicato Nacional de Trabajadores para la Educación (SNTE) lidereado por Elba Esther Gordillo.

Si bien el SNTE por una parte se ha coordinado (cuando no coludido) desde hace ya un buen rato con distintos gobiernos municipales, estatales y federales para "promover mejoras a la educación", lo cierto es que exámenes más o menos, planes de carrera allá o acá, la educación en México sigue siendo un serio problema, ya ni siquiera o nada más conflicto de intereses. Continúa actuándose, tanto en el ámbito público como en el privado, aplicando la política clientelar, pero una de tal factura que ya ni teniendo todos los recursos se asegura la calidad del conocimiento y sus aplicaciones. Los índices de reprobación tanto de profesores como de estudiantes preocupan mucho y se reflejan entre otras cosas en el divorcio escuela-realidad cada vez más grosero y esto tanto en los niveles de profesionalismo de profesores, como de los estudiantes y las expectativas de las familias mexicanas.
¿Cuándo entenderemos que la educación, si bien es importantísima, no es la panacea; y que no es midiendo hasta la saciedad decimal todo y por todo como mejoraremos lo esencial?
Criticamos a los Estados Unidos de Norteamérica por promover un American Way of Life y un "Sueño americano" que es más una falacia que una verdad indubitable, pero aquí hemos hecho lo propio al "vender" ideas tan nocivas como ingenuas: "la Revolución le hizo justicia", "estudia para que seas alguien en la vida", "leer no cuesta nada", "el conocimiento es poder", entre otras. Nadie dice que no conlleven algo de verdad, pero para que su sentido positivo sea realizable no basta con la voluntad de decisión de un presidente, un padre de familia o el ceñimiento de los particulares dedicados al negocio de la educación a normas y programas educativos alejados de las necesidades del país mareado entre los rumores de la moda y las aspiraciones chabacanas de una clase media más desdibujada que paisaje entre neblina.
La educación en México, separada de políticas laborales y de seguridad en general lo único que está produciendo es un conjunto de generaciones de egresados o medio egresados que cuando mejor les va llevan en el bolsillo la frustración de sus sueños, el trauma de verse en la obligación de sobrevivir a como dé lugar, incluso emigrando de sus lugares de origen. Ya nadie educa realmente. No hay campesinos que capaciten para generar los productos elementales del sostenimiento de la sociedad. No hay agrónomos que eduquen a los campesinos restantes para no renegar de la tierra improductiva y en cambio introducirlos en las más modernas técnicas de riego, sembradío y cosecha. No hay científicos, financieros con lo necesario para soportar el desarrollo ya no solo del campo sino de las ciudades algunas, como el Distrito Federal, siempre al vilo, con la espada de Damocles a punto del colapso.
Si todavía hasta los años 80 lo preocupante era la "fuga de cerebros", hoy ya no importa si se fugan o no los cerebros, sino que cerebros y cuerpos de toda índole de capacidades y habilidades huyen a donde sea y como sea en busca de una vida por lo menos decorosa y soportable. Y es ahí , dicho sea entre Paréntesis, donde el narcotráfico y el conjunto de formas del crimen organizado ha venido haciendo su agosto, reclutando desde infantes hasta ancianos en la cadena de producción y distribución de estupefacientes, trata de personas y otras linduras deleznables.

Lloramos miles de muertos por una guerra que se antoja absurda dentro de su necesidad. Tendemos a acusar con dedo flamígero a las autoridades encargadas del orden y la seguridad, pero olvidamos que ellas sólo son uno o dos engranes en el más complejo sistema social al que pertenecemos. La dispersión y podredumbre del tejido social no comienza en la calle sino en la casa, primero, y en segundo lugar en el aula y el patio escolares, desde ahí su influencia se extiende a la academia, la ciencia, la política, el gobierno, la empresa, en una larga y ominosa cadena de enlaces.
Tema Tercero
Y para cerrar el Paréntesis, qué les parece que abordemos las reformas pendientes y con las que hacen malabares nuestros legisladores más interesados en su circo electoral... No, creo que eso lo abriría más y más y más. Mejor lo dejo igual de pendiente.

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