El nuevo canal "Naucalpan Ciudad" soportado en la plataforma YouTube y que a la fecha cuenta con 79 suscriptores y casi 2 mil 500 reproducciones tuvo su antecedente, como destaqué en estos Indicios Metropolitanos, en el abierto dentro de los servidores de UStream por la administración anterior, apenas el año pasado y pocos días después que en este blog señalara la importancia de esta forma de comunicación entre ciudadanía y gobierno, la cual ya estaban poniendo en práctica otros gobiernos municipales, de manera muy plausible el de Tlalnepantla, mismo que ha abierto el espacio no nada más para programar bloques noticiosos, sino para que ciudadanos propongan contenidos aptos para la localidad, en primer término, y para la entidad mexiquense.

Es claro que falta en este aspecto todavía mucho por hacer, desde mejorar los elementos técnicos como el audio (se escucha todavía muy hueco, casi ilegible por momentos) hasta promover nexos, por ejemplo, con Televisión Mexiquense como para conformar una inteligente red televisiva gubernamental, que sería única en su género no solo en el país sino en el mundo, donde lo local fuera la punta de lanza de la integración mediática.

Como escritor, comunicólogo y gente de medios que he sido, en la medida de lo que estos Indicios Metropolitanos puedan contribuir al tema, a la producción, a los contenidos, siempre estaré dispuesto a aportar lo que en mi experiencia, conocimientos, y visión crítica esté en mis manos.

Enhorabuena por este esfuerzo, siempre perfectible, porque no nada más reconoce sino enfatiza el fundamental derecho civil a la información, es parte del concepto de transparencia, abona a la rendición de cuentas y abre la puerta a la fiscalización por parte de la ciudadanía, de la que, dada la nueva dinámica social, no puede sino esperarse más y más participación y compromiso activos.

El gobierno naucalpense de Edgar Olvera ha informado mediante boletín de prensa que "está suspendido  el programa de parquímetros, por lo que la población no tiene que hacer depósito en las alcancías, ni puede ser multada por las agentes de tránsito".

¿Suspendido!

A decir del mismo boletín:

En estos Indicios Metropolitanos he hecho un seguimiento puntual de este tema, de ahí que resulte suspicaz el solo concepto de "suspendido" aplicado al programa. El gobierno anterior, antes de salir, no informó de forma suficiente lo obtenido durante el tiempo de "suspensión" tras las decisiones votadas en el cabildo ni tampoco tras la reactivación del programa en los últimos tres meses del año pasado. Así, me pregunto a qué obedece la "generosa" o "prudente" determinación del gobierno actual en el que la población naucalpense ha depositado su confianza y esperanzas para, como afirma el boletín:

Analizar la viabilidad y resultados podría redundar en la repetición del programa si nos concentramos en las exiguas entradas que supuso, las que no obstante su poco peso impositivo ha sido una gota constante en la tarea de recaudación, si bien no tan determinante como para resolver sino en un reducido porcentaje la carga de la deuda heredada.

Algo es algo, debió pensar el gobierno de Claudia Oyoque, y probablemente sea la conclusión a la que llegue Edgar Olvera. Aun cuando en estos Indicios Metropolitanos he hecho público mi desacuerdo con el programa, por la manera como fue concesionado, reconozco también las bondades probadas de mediana manera con estudios efectuados por cierta compañía inglesa respecto del uso de los parquímetros en Polanco. Opino que mientras la forma y detrás de la forma como se efectúe la concesión haya en verdad clara transparencia, puntual rendición de cuentas y específica fiscalización, los naucalpenses no veríamos inconveniente en la aplicación de un programa cuyo objetivo es doble, hacer conciencia sobre el uso de los espacios de estacionamiento, la administración del tiempo y poner un relativo orden en las conductas de los usuarios de automotores.

El boletín referido termina invitando a la población a denunciar al personal de seguridad que pretenda infraccionarla de modo injustificado, exigirle que deposite en las alcancías o pida dinero por permitir que se estacione en los cajones establecidos como zonas de parquímetros; por supuesto que esto último no aplica a los franeleros que, obvio, aun con sus mañas, no son empleados del gobierno, ¡cuidado empero!