CON EL OBJETIVO DE MOTIVAR al personal del Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OAPAS) de Naucalpan a concluir sus estudios de Nivel Medio Superior, en esta dependencia se imparte un curso que permitirá a los trabajadores obtener su certificado con validez oficial avalado por el Colegio de Bachilleres.
Este programa de Educación Continua permitirá a los trabajadores del organismo (los que por diversas causas no pudieron iniciar o concluir estos estudios) puedan, dentro de las instalaciones del OAPAS, obtener su certificado de estudios sin que les represente un fuerte gasto para sus bolsillos, señaló Jeanette G. Vargas Bernal, del Departamento de Capacitación.
Indicó que el curso tiene una duración de cuatro meses (16 semanas), lapso en el que se imparten clases de dos horas al día de lunes a viernes.
Agregó que se cuenta con profesor, aula con materiales y hasta el momento 18 alumnos inscritos, "que decidieron emprender esta preparación académica y tienen el objetivo de concluirla" dijo Vargas Bernal.
Los requisitos que deben cubrir los empleados para obtener su certificado son: cumplir con el 95 por ciento de asistencia, presentar un examen y haber realizado los trámites de inscripción con documentos originales en el Departamento de Capacitación.
Con estas acciones, sumadas a los cursos de capacitación, talleres y pláticas encaminadas a mejorar el desempeño y ambiente laborales, se busca complementar el desarrollo profesional y humano de los servidores públicos de todas las áreas del OAPAS.
Con esta oportunidad para los trabajadores también se refrenda una de las prioridades de la administración 2016-2018, la de mejorar la calidad de vida, no sólo de sus habitantes, sino también de sus empleados.
Esta preparación educativa es, sin duda, muy importante y, aun más que para el desarrollo personal y profesional de los trabajadores, para la población naucalpense cada día más demandante de mejoras en la calidad del servicio público en todos los órdenes, y de manera muy especial en aquellos ámbitos relacionados con la salud y la seguridad de la población.
En los primeros seis meses de la administración, el Laboratorio de Control de Calidad del Agua del OAPAS ha levantado más de 2 mil muestras y realizado 10 mil 29 análisis de agua de pozos propios, además de los elaborados a las cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales que se encuentran en el municipio, para verificar la calidad del líquido.
El grado de preparación educativa para investigaciones como esta es vital y de ahí la relevancia que tiene el hecho de que el gobierno municipal ponga hincapié en ella, así para los trabajadores administrativos como para los operativos.
La bióloga Erika Peimbert, jefa del Laboratorio de Control de Calidad del Agua, informó que, de forma mensual, especialistas toman muestras de las fuentes de abastecimiento de cada uno de los ocho sectores que se tienen en Naucalpan, para verificar que la calidad de la fuente sea la misma que la que llega al usuario final, acción que, además, permite identificar el estado en que se encuentran las tuberías.
Hará unos 20 años que en distintos puntos de Naucalpan se renovó la infraestructura de suministro de agua potable. Sin embargo, en el transcurso de ese tiempo los gobiernos municipales bajaron la guardia en este tema y, a tal punto, que incluso algunos pozos quedaron, cuando no inutilizados, en malas condiciones de mantenimiento, razón por la cual el gobierno de Edgar Olvera puso especial énfasis en la rehabilitación de aquellos que por años no operaron: Juventud 12, en el fraccionamiento Lomas de Tecamachalco; Ailes, en Jardines de San Mateo; y Dramaturgos, ubicado en Ciudad Satélite, en el circuito que le da nombre. Con ello se aumentó el abasto de agua potable en estas zonas, disminuyendo la dependencia del Sistema Cutzamala
Para la rehabilitación de los pozos, se realizó limpieza, pistoneo, cepillado de ademe, desazolve y aforo para determinar cantidad y calidad de agua extraída. Asimismo, se colocó un equipo de bombeo a 195 metros de profundidad, y tubería. Los trabajos también incluyeron la construcción de un cuarto de cloración, pintura de instalaciones y fachada, acciones con las que una vez más el Gobierno de Naucalpan refrenda su compromiso de regresar en obras las contribuciones de los naucalpenses, pues el pozo de San Mateo surtirá 21 litros por segundo, mientras el de Dramaturgos dota ya 18 litros por segundo a más de dos mil 500 habitantes; y, el Pozo Juventud, 28 litros por segundo, beneficiando a dos mil 500 vecinos.
OAPAS fue el primer organismo gubernamental en obtener el certificado ISO 9000, versión 2015. Sin embargo, todavía queda mucho por revisar, eficientar, modernizar.
Es común escuchar quejas de vecinos naucalpenses en torno a la calidad del agua potable, la que o llega muy clorada o con residuos sólidos, contaminación por metales pesados, óxido de fierro o manganeso, incluso heces como se ha demostrado en algunos resultados de laboratorio. Aunado a lo avejentado de la red de distribución, se suma el hecho de que muchas de las casas, en especial en las zonas residenciales con más de 50 años de existencia, presentan tinacos y/o cisternas de asbesto y, en muchos casos, estos no son limpiados con frecuencia y cuidado por los propietarios. Las condiciones de la pavimentación en buena parte del municipio, más allá que la sola molestia y efectos nocivos que provocan los baches, resquebrajamientos, falta de calafateo, etc., es también un factor que incide indirectamente en la calidad del sistema hidráulico, especialmente en aquellas vialidades por donde circulan vehículos pesados aun teniéndolo prohibido.
La planta de tratamiento de aguas residuales Naucalli, produce 60 litros por segundo de agua tratada y se verifica que se cumpla con la Norma Oficial Mexicana NOM-003-SEMARNAT-1997, que establece los límites máximos permisibles de contaminantes para las aguas residuales tratadas que se reúsan en servicios, como mantenimiento de áreas verdes.
A 8 años de haber iniciado sus actividades, el Laboratorio de Control de Calidad del Agua de OAPAS actualmente verifica en sus análisis 40 parámetros microbiológicos, coliformes totales, coliformes fecales, análisis fotométricos, gravimétricos, DBO (Demanda Bioquímica de Oxigeno), DQO (Demanda Química de Oxígeno) y los instrumentales PH, conductividad y temperatura, entre otros, explicó la bióloga Erika Peimbert.
Se busca la certificación de los parámetros, para poder emitir los estudios que solicita la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al OAPAS, por descargas de los cárcamos municipales, lo que representaría un ahorro significativo al gobierno local. Acorto plazo, la certificación de los parámetros permite eficientar recursos, garantizar el servicio a mayor número de usuarios y continuar con los procesos de mejora continua.
Actualmente se realiza el análisis del agua en bloque que recibe el municipio y se distribuye a todos los usuarios, así como la que se extrae de los pozos, con el objetivo de que se cumpla con la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994.
Asimismo, el área de inspección del OAPAS verifica que las descargas de grasas, aceites o desechos con PH muy alto, de empresas y comercios no estén causando impacto ambiental y además no dañen la infraestructura hidráulica del municipio.
GRANADOS Soria, M., PÉREZ Cóyotl, I., SÁNCHEZ Alavez, Y.,
& VARGAS Rojas, C. (2013). Contaminación de la Presa Madín por metales
pesados: efectos ambientales y sociales. Ciudad de México: Instituto
Politécnito Nacional.
(El siguiente texto es fragmento del ensayo que vengo redactando desde hace unos meses y que detonó el caso del encuentro entre la actriz Kate del Castillo y "El Chapo" Guzmán, y que derivó en el tratamiento de otros temas como este entre cuyos antecedentes está el artículo y también fragmento de este ensayo "Prohibido prohibir". Para ver el video incluido escribe la clave "fuistemia1".)
LO DICHO, PREVISTO Y PRONOSTICADO. La manera como se ha
venido imponiendo la intolerancia alrededor del video de la canción “Fuiste mía”
llevó a que se cebara la búsqueda de justicia sobre un caso individual como el
del artista Gerardo Ortiz, a quien, como consecuencia, la Procuraduría de
Jalisco investigó por probables nexos con el crimen organizado, sin encontrar
hasta el momento de escribir estas líneas ni un elemento en su contra (AYALA, 2016), aunque tiempo
después, tanto como cuatro meses, el 12 de julio un juez obsequió orden de
aprehensión contra el cantante y contra el productor del video, Daniel
Alejandro Ortiz, acusados del delito de apología de la violencia que alcanza
mínimo de uno a seis meses de prisión.
El fiscal de Jalisco Eduardo
Almaguer Ramírez —contra quien, por cierto, el diputado local por el partido
político Movimiento Ciudadano, Augusto Valencia, presentó una denuncia de
juicio político ante el Congreso del Estado de Jalisco acusándolo de uso
indebido de recursos públicos y obstaculizar la impartición de la justicia—
explicó:
Se logró acreditar la responsabilidad de estas dos
personas porque son ellos [quienes… se presume] fueron quienes elaboraron y
diseñaron el contenido de este video, el cual publicita acciones violentas
en contra de las mujeres; pero, además motiva el ejercicio de estas acciones y
el daño que pueden ocasionar […] [cf. (RÍOS, "MC respalda denuncia de juicio político contra fiscal
general", 2016), (RÍOS & FIERRO, "Presentan juicio político contra el Fiscal
General", 2016), (MARTÍNEZ, 2016), (RELLO, 2016);
énfasis mío].
Asimismo, fue detenido uno de cuatro policías que
intervinieron en la grabación del polémico video y a los que se relacionó con
los posibles delitos de peculado y desvío de recursos del ayuntamiento de
Zapopan, como explicó el fiscal:
Para nosotros es muy clara la vinculación y
complicidad de varias empresas y personas en este delito (delincuencia
organizada y operación con recursos de origen ilícito) que es de orden federal [ibid.]
El uso, de parte del fiscal, del concepto “publicitar” es
tramposo y por lo mismo peligroso. El verbo, que refiere a “promover una cosa
mediante publicidad”, empleado en este caso dentro de los límites legales de la
acusación revela el avieso y manifiesto interés, tanto de la fiscalía como de
otros de los personajes mencionados en este ensayo alrededor del tema, por
lesionar cualquier forma expresiva que siquiera haga referencia a lo que
fundamenta la causa.
[…] es muy evidente […] que este cantante difunde a
través de sus actuaciones y de sus acciones [la motivación al delito]; y además
se acreditó que él participa en este contenido […] (ALMAGUER Ramírez, 2016).
Es decir, si bien el videoclip de la canción tiene como
finalidad mercadológica la promoción publicitaria de un tema musical y por
tanto de una obra artística para propiciar su venta, y si bien el discurso
entero está construido de forma atractiva y persuasiva para conseguir el
cometido comercial de la compañía productora, eso no significa de ninguna
manera, lo digo de nuevo y en estricto sentido comunicacional, que el mensaje
de fondo, único o exclusivo de la obra sea el que se esgrime como “delito”.
La brillante perspicacia de los acusadores —incluyo a la
joven periodista queretana, Jovana Espinosa, que casi a la par que el senador
Jesús Casillas Romero detonaron todo el caso— al señalar como “acreditación” el
hecho de que el cantante participó en las escenas que conforman el video demuestra,
sí, más que la evidencia que pretenden, la clara ineptitud, por una parte, de
la fiscalía para la conformación de una carpeta de investigación y, por otro
lado, la ineptitud del conjunto de los acusadores para discriminar, en la
lectura, la información contenida en una obra al margen de cualquier
consideración de índole moral.
Si el cantante aparece en la mayoría de las escenas y él
mismo en entrevistas de prensa afirmó ser él, en tanto actor, quien intervino en
las mismas, es más que obvio que participó; por lo tanto, no hay nada que
acreditar en función de un hecho concreto que salta a la vista. Esta
“acreditación” huele más a justificación gazmoña, prendida con alfileres, para
meter con calzador un presumible delito que no es más que una forma velada y
rebautizada de censura; peor, un paso franco y de retroceso hacia los años
entre 1941 y 1968, cuando el gobierno mexicano, por decreto del presidente
Manuel Ávila Camacho y supuestamente con afán de poner un freno a las secuelas
de la Revolución acuñó el delito de disolución social (INSTITUTO NACIONAL DE ESTUDIOS POLÍTICOS, s/d) que derivó en el
Movimiento Estudiantil de 1968 y la tragedia de Tlatelolco. Basta contrastar lo
asentado en aquella ley con lo expuesto en el séptimo capítulo del Código Penal
Federal Vigente que data de 1931 y cuya reforma más reciente, al momento de
escribir estas líneas, se hizo el 12 de marzo de 2015, mismo sobre el que la
Suprema Corte de Justicia ha hecho observaciones sobre ciertos contenidos de
orden discriminatorio, por lo pronto en torno al tema del aborto (GARCÍA Martínez, Anayeli; CIMACNOTICIAS, 2016). [De nuevo, el
énfasis es mío.]
CAPÍTULO VII
Provocación de un Delito y Apología de éste
o de algún Vicio y de la Omisión de impedir un Delito que atente contra el
Libre Desarrollo de la Personalidad, la Dignidad Humana o la Integridad Física
o Mental.
Artículo 208.- Al que provoque
públicamente a cometer un delito, o haga la apología de éste o de algún vicio,
se le aplicarán de diez a ciento ochenta jornadas de trabajo en favor de la
comunidad, si el delito no se ejecutare; en caso contrario se aplicará al
provocador la sanción que le corresponda por su participación en el delito
cometido.
Artículo 209.- El que pudiendo hacerlo
con su intervención inmediata y sin riesgo propio o ajeno, no impidiere la
comisión de uno de los delitos contemplados en el Título VIII, Libro Segundo,
de este Código o en la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Trata de
Personas se le impondrá la pena de seis meses a tres años de prisión y de
cincuenta a doscientos días multa.
Las mismas penas se impondrán a quien,
pudiendo hacerlo, no acuda a la autoridad o a sus agentes para que impidan un
delito de los contemplados en el párrafo anterior y de cuya próxima comisión
tenga noticia.
Dichas penas se impondrán a las personas
relacionadas o adscritas a cualquier institución, asociación, organización o
agrupación de carácter religioso, cultural, deportivo, educativo, recreativo o
de cualquier índole y tengan conocimiento de la comisión de los delitos a que
se refiere el primer párrafo del presente artículo, cuando no informen a la
autoridad competente o protejan a la persona que lo cometa, ya sea
escondiéndola, cambiándola de sede o de cualquier otra forma le brinde
protección(CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN, 2015).
— § —
CAPITULO III
Delitos de Disolución Social
ARTÍCULO 145 bis. —Comete el delito de
disolución social, el extranjero o nacional mexicano, que en forma hablada ó
escrita, o por medio de símbolos o cualquiera otra forma, realice propaganda
política entre extranjeros o entre nacionales mexicanos, difundiendo ideas,
programas o normas de acción, de cualquier gobierno extranjero, que
afecten el reposo público o la soberanía del Estado Mexicano.
Se afecta el reposo público, cuando los
actos de disolución social definidos en el párrafo anterior, tiendan a producir
rebelión, tumulto, sedición ó escándalos.
La soberanía nacional se afecta cuando
los actos de disolución social, puedan poner en peligro la integridad
territorial de México, obstaculicen el funcionamiento de sus instituciones
legítimas o propaguen el desacato de parte de los nacionales mexicanos a sus
deberes cívicos.
ARTÍCULO 146 Bis. —También cometen delito de
disolución social el extranjero o el mexicano que en cualquier forma realice
actos de cualquiera naturaleza, que preparen material o moralmente la invasión
del territorio nacional o el sometimiento del país, a cualquier potencia
extranjera.
Si nos atenemos a la letra del Código Penal, ¡resultaría que
todos los mexicanos estamos en inexcusable comisión del delito de “apología del
delito”! —como ocurre con su hermanastro, el delito del “acoso sexual” que ha
venido a lesionar las formas de las relaciones humanas— y muchos, justo en el
mismo sentido que se ha señalado a Gerardo Ortiz, por el solo hecho de cantar
una canción con una letra que aborde un tema similar, por escucharla en alguna
estación radiofónica, un canal de televisión, en las redes sociales y no
denunciar dichos canales o a los locutores y presentadores. O por leer o
atender historias escritas, series filmadas, telenovelas, filmes, videos de
YouTube, etc., donde la violencia de género o cualquier otro delito forme parte
de la trama. Los niños y adolescentes ¡ni se diga! Si ya bastante se señala
—sin que haya un solo estudio concluyente en cincuenta años de intentos— que
los cómics o los videojuegos incitan a la violencia.
Que me perdonen todos los que han estado detrás de estas
acusaciones, pero su torpeza comprensiva y miopía conceptual más me parece que
les llevan por el camino de traumas, distorsiones o tergiversaciones a hacerse
chaquetas mentales que a ubicar y valorar los mensajes en su justa, estricta dimensión
comunicacional. Toda proporción guardada, me recuerdan a aquellos elucubradores
que, aun siendo ciertas sus sospechas, andaban a la caza de mensajes ocultos y
satánicos en los viejos LPs de la música pop cuando se los reproducía en
reversa (McDONALD, 2014).
Insisto, la descontextualización a modo, moda y moral de
quienes, en la pretensión de ser “políticamente correctos” han comenzado esta
cacería de brujas, cuya primera víctima de conciencia ni siquiera es el
cantante Gerardo Ortiz, pone sobre la mesa y tela de juicio el grado de
retroceso fundamentalista y conservador de parte importante y varios sectores
de nuestra sociedad. Queriendo, noblemente, reprimir cualquier forma de
“terrorismo” que socave la tranquilidad de la población nacional, nuestras
leyes han abierto la puerta a otra clase de terrorismo más sutil y desgastante,
lo peor es que con la venia de la sociedad cegada por miedos y rencores.
Con este caso y otros semejantes anteriores o por venir, y la
manera como se han ido desarrollando los hechos, me temo que entramos de lleno
y francamente en una etapa muy peligrosa para la libertad de expresión en línea
de tendencias mundiales. Un macartismo a la mexicana y en sentido inverso,
comandado por una difusa liga de la decencia ajustada a su lectura del mundo y
que lo mismo juzga mediante las redes sociales, que en el tribunal mediático o
la ventanilla de prácticas a todo aquel que ose expresar mensajes que, aun
cuando odiosos en su cotidianidad, retratan aspectos de la realidad. Un
macartismo que pudo haber sido sembrado en los empeños conservaduristas que,
tras hacerse del poder la derecha en el sexenio de Vicente Fox, poco a poco ha
ido minando a las “buenas conciencias”.
Se trata de una forma de fundamentalismo que se contrapone a
otros y adopta formas de apariencia virtuosa o hasta solidaria. Ahí están
Donald Trump y sus discursos incendiarios, xenofóbicos, separatistas, de
aislamiento. Ahí está el Brexit como reacción equivalente respecto de la idea
de ser un nosotros cuando lo que nos duelen son esos otros que miramos como
hiedra venenosa para arrancar.
No creo exagerar. El feminismo como el machismo a ultranza,
la insidiosa insistencia paranoica por ser “políticamente correctos” como una
nueva forma de populismo enfocado en agradar mejor que en de veras defender los
derechos de mujeres, animales y homosexuales, entre muchos otros temas, nos
está desviando del camino de la comprensión sensata de lo que nos es esencial.
Gerardo Ortiz es el primero —en la actualidad que nos ocupa—
en la larga lista de chivos expiatorios con los que gobiernos locales,
estatales y federal han querido ayer y hoy contrarrestar o combatir la
contracultura que representan. En este caso específico, una manera burda y
torpe de enmascarar el verdadero interés de escarbar en las podridas entretelas
de la corrupción en estados como Jalisco o municipios como Zapopan, o
revelaciones como la Casa Blanca de la consorte del Presidente Enrique Peña
Nieto.
Y no soy el único en leer así, más allá y con suspicacia,
los hechos. Aun antes de este suceso, el senador de izquierda, Alejandro
Encinas, había escrito en El Universal en relación al trato
hacia los profesores dirigentes de la sección 22 del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE) y remembrando un artículo de Carlos
Monsiváis sobre el tema (MONSIVÁIS, 2006):
Como en los peores tiempos del autoritarismo
gubernamental […] El gobierno pretende enviar un claro mensaje intimidatorio a
todos los que disienten de sus políticas y las decisiones de la autoridad
aplicando “un castigo ejemplar”.
No se trata de un hecho aislado o de un
asunto menor […] El gobierno de Peña Nieto ha tomado la decisión de hacer uso
indebido de las instituciones de seguridad y procuración de justicia, para
eliminar cualquier resistencia a su proyecto y a los negocios que este
representa […]
Con ello regresa una de las peores prácticas
del viejo autoritarismo priísta: la criminalización de la disidencia política y
de los movimientos sociales […]
En 1970, como uno de los primeros logros del
movimiento estudiantil del 68 […] se derogó este delito, que hoy parecería que
se pretende restablecer, como lo demuestra, además del actuar de la autoridad,
la tipificación de los delitos como el de terrorismo, que lo comete quien tome
una instalación pública; la pérdida de la libertad bajo la presunción de haber
cometido algún delito, bajo la figura del arraigo, o la absurda pretensión de
contener la libertad de las redes sociales, so pretexto de combatir los
ciberdelitos (ENCINAS, 2015)
Esta observación del senador podría pensar alguien que no
aplica en lo que vamos diciendo, porque manifestaciones populares de protesta o
desesperadas y excesivas tomas de instalaciones públicas por parte de
subversivos, soliviantados y alebrestados llegan a ser vistas hasta con
condescendencia, mientras que manifestaciones expresivas como las emanadas de
la narco cultura o las que simplemente narran y describen historias como las
que pueden suceder en cualquier lado, así sean muy descarnadas y violentas, son
satanizadas por contener, destacar o señalar lo negativo del ser humano.
Sí, no niego la necesidad urgente en México de instaurar el
Estado de Derecho y de hacer valer las leyes, las normas que posibilitan una
convivencia armoniosa al menos en teoría. Pero está visto que las normas se
aplican según el leal saber y entender del mejor postor.
El caso de Gerardo Ortiz cabe perfectamente en la canasta
que describe Monsiváis:
El desastre judicial se ha dado a nombre de
“las razones de Estado” o de la “aplicación de la ley”, ajustada por lo común a
criterios de compra-venta, que se apoyan en tradiciones racistas, clasistas,
sexistas.
La experiencia histórica nunca deja mentir a
los críticos [op.cit.].
Y también podemos incluir los probables intentos de censura
contra colegas periodistas como Carmen Aristegui tras su revelación de la Casa
Blanca que fuera propiedad de la Primera Dama Angélica Rivera (VILLAMIL, "MVS demanda por daño moral a Aristegui
por prólogo de 'La Casa Blanca de Peña Nieto'", 2016). Digo probable,
porque las circunstancias como se dieron los primeros capítulos de esa historia
cayeron en un ámbito laboral que yo mismo puse en tela de juicio, sin menoscabo
de las sospechas de la popular periodista. Por ello, siguiendo la remembranza
de Monsiváis cabe parafrasear la pregunta —del modo que hiciera Siqueiros en su
momento— a los procuradores como Almaguer: ¿A qué se debe tan enorme
metamorfosis? Antes nos llevaba usted del brazo hacia el homenaje de las
multitudes y hoy nos conduce de la misma manera hacia la represión, la censura,
el descrédito y la cárcel [cit.pos. ibid.].
Bien haríamos en poner atención a la película Trumbo,
porque más de uno que hoy publicamos cosas, ya en medios tradicionales, ya en
blogs como mis Indicios Metropolitanos, ya en redes sociales y que incomodan a
quienes detentan el poder de alguna manera somos los cabos sueltos, endebles,
con los que comienza a liarse la madeja de la intolerancia. Deberíamos
recordar, de un lado y del otro de la mesa, que no porque parpe o grazne y
camine como pato, el indicio puede apuntar no a un pato sino a un cisne o un
ganso.
Hoy vinieron por aquél, mañana tal vez por ti que incluso
denunciaste a tu par; o por mí.
HACIA EL 26 DE JUNIO de 2016, el Arq. Cuauhtémoc Rodríguez,
presidente de la asociación Fomento Cultural Torres de Satélite denunció el probable
robo de las luminarias del monumento escultórico que ha sido emblema de Ciudad
Satélite desde su origen.
Ar.q Cuauhtémoc Rodríguez y Lic. Galo Blanco, de Fomento Cultural Torres de Satélite. Foto: Archivo VETA Creativa
Días después, en los primeros días de julio, denunció haber
sido amedrentado por el gobierno municipal de Naucalpan y llevado al Juez
Calificador. Indicios Metropolitanos lo entrevistó por segunda ocasión, para
que narrara su experiencia y adelantara algo de los planes para la celebración
de los 60 años de las Torres de Satélite.
Indicios Metropolitanos: Resumiendo los hechos, durante la
inauguración del llamado ahora “Paseo de Las Marinas” el 28 de julio —misma
ocasión cuando te acercaste al alcalde Edgar Olvera para reclamarle el tema de
la “desaparición” de las luminarias— tuve oportunidad de entrevistar brevemente
al Director de Servicios Públicos de Naucalpan, Francisco Álvarez, acerca del
tema que nos ocupa y sobre quién debe resguardar las luminarias de las Torres
de Satélite. Su respuesta sucinta se limitó a decir: “Eso lo debemos ver con el
INBA. Lo del resguardo de las luminarias, desconozco a quién le corresponda.
Tendremos que tratar el asunto directamente con el INBA”. Posteriormente
Fomento Cultural Torres de Satélite A. C., que tú presides, interpuso un oficio
formal ante el Instituto Nacional de Bellas Artes para que este, en el uso de
sus atribuciones respecto del monumento declarado desde 2011 Patrimonio
Artístico y Cultural de la Nación, interviniera al efecto. Más recientemente,
el 24 de agosto, en su boletín 281 el gobierno de Naucalpan informó que se
habían iniciado las pláticas entre este y el INBA “para realizar programas de
iluminación y mantenimiento de la explanada de las Torres de Satélite”. En el
mismo boletín se afirmaba que “la Directora de Arquitectura y Conservación del
Patrimonio Artístico del INBA, Dolores Martínez Orralde informó que los
trabajos se realizarán en forma coordinada con el gobierno local, sin la
participación de intermediarios como asociaciones”, toda vez que la
rehabilitación y mantenimiento de la explanada de este monumento artístico, se
haría directamente entre ambas instancias por el beneficio de la ciudadanía.
En ese boletín
oficial, el Director General de Servicios Públicos, Francisco Álvarez Moreno,
explicó que “además de la iluminación, los trabajos se encaminarían hacia un
programa de conservación y mantenimiento, a través del cual se harán tareas de
limpieza, barrido y jardinería, con recursos propios del municipio y la
supervisión del INBA”. E insistió en que “el INBA descartó la participación de
asociaciones o grupos civiles en este proyecto que busca conservar en buen
estado la explanada de Las Torres de Satélite”.
Enseguida entrevisté vía telefónica a la Arq. Martínez Orralde para conocer su punto de vista sobre
el boletín y ella se mostró molesta y sorprendida de que se asentaran tales
dichos. En efecto, dijo a Indicios
Metropolitanos que dado el carácter del monumento en tanto Patrimonio
Artístico de la Nación, es obligación del INBA, en primera instancia como
garante del buen estado de la obra, del ayuntamiento —en tanto que la obra se
halla en la zona municipal— y del gobierno estatal —en tanto estar construida
en terreno propiedad de la entidad y el mismo es poseedor de los derechos sobre
la obra—, hacer todo lo pertinente y de forma coordinada para la conservación,
mantenimiento y cuidado de la obra. Ello no obsta, en opinión de la arquitecta,
para que asociaciones, organizaciones civiles, fundaciones interesadas como es
el caso de Fomento Cultural Torres de Satélite, intervengan con sus opiniones y
gestiones.
¿Pretende el gobierno
de Naucalpan hacer a un lado a Fomento Cultural Torres de Satélite?
Cuauhtémoc Rodríguez:
Básicamente la idea de esta charla es poner al tanto sobre los temas que vamos
manejando en cuanto a la difusión del 60 aniversario de la construcción de las
Torres de Satélite a cumplirse el año 2017y los festejos que venimos planeando,
entre los que está un documental en el cual queremos involucrar a TV UNAM.
Lo preocupante es que
hemos estado en Las Torres y nos hemos dado cuenta de la situación tan
deplorable en que se encuentran.
Hace diez años nosotros
las remozamos, conseguimos donativos de la empresas Osram, Comex y OHL para
pintarlas y colocarles una iluminación de leds, pero hacia mayo de 2016 pudimos
ver que Las Torres estaban grafiteadas, estimamos que por causa de los manifestantes que se han metido en la
explanada para reclamar sinnúmero
de cosas y temas como la inseguridad o revisión de elecciones.
Foto: Rebeca Jiménez, El Universal.
I.M.: En realidad,
por registros efectuados por Indicios
Metropolitanos las Torres de Satélite, concretamente la Torre azul, ya
estaban grafiteadas desde ante de efectuarse las manifestaciones contra la
inseguridad, pero se hizo evidente al hacer el señalamiento Martha Moya en entrevista con El Universal en septiembre de 2015, en el marco de la segunda de esas
manifestaciones que comentas. De hecho, Indicios
Metropolitanos y yo, como su autor, pudimos atestiguar que las pintas
comenzaron a verse en la zona hacia el año 2007 de manera que iban mostrando mensajes territoriales (¿narcomenudistas?) distribuyéndose desde
la periferia de los varios fraccionamientos y avanzando con el tiempo hacia el
interior de los mismos [cf. (MENDOZA Olvera, 2011)].
C.R.: El INBA ya había
girado un oficio de instrucción al gobierno municipal, había asistido un equipo
especial y se había cotizado la remoción de esa pinta en 40 mil pesos. De todo
esto que te comento tengo copias de los documentos que aquí te muestro.
El problema
principal es que, a pesar del decreto que las denomina a las Torres de Satélite
—y al igual que pasa con otras obras a lo largo y ancho del país— como
Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación, no se difunde adecuadamente entre
las instituciones y hacia afuera quién tiene qué responsabilidades sobre cuáles
asuntos relacionados con dichas obras. Esto ha llevado a que, quienes tienen
otro tipo de intereses se estén aprovechando de ese desconocimiento.
I.M.: Tras el tema de
las pintas, otro más inquietó a los naucalpenses, el relativo a la falta de
iluminación de las Torres de Satélite desde mediados de 2015.
C.R.: Nosotros
platicamos con la Comisión Federal de Electricidad al respecto y esta observó
que era responsabilidad del gobierno municipal. Fomento Cultural Torres de
Satélite hizo una inspección del monumento y se percató de que no había cables,
se los habían robado durante la administración del gobierno de David Sánchez
Guevara y el interino de Claudia Oyoque, según nos informó el entonces director
de Servicios Públicos cuyo nombre no recuerdo. Pero, todavía estaban las
luminarias.
Tras las
manifestaciones encontramos que la puerta de acceso a la Torre azul, además,
fue violada. Y dos torres están lastimadas. Ya en el pasado habían sido usadas
las Torres como bodegas y basureros, cuando años atrás la empresa Nervión
intervino en las primeras labores para repintar el monumento. Podríamos traer
albañiles y hacer las reparaciones pertinentes, pero a nosotros no nos
corresponde. La obligación es de otros.
I.M.: Recuerdo —y he
publicado al respecto— que cuando la construcción del Viaducto Bicentenario, el
INBA hizo como que le habló la virgen, y por ello ahora la explanada de las
Torres de Satélite luce recortada en aproximadamente tres metros de cada lado.
Según las explicaciones dadas, la responsabilidad es compartida. El gobierno
municipal de ahora, encabezado por el panista Edgar Olvera puede zafarse
alegando razones presupuestales dadas las condiciones en que recibió el erario.
El gobierno estatal no ha mostrado mayor interés, ¿no pueden pasarle la
estafeta o cargarle el muertito a las organizaciones civiles como Fomento
Cultural Torres de Satélite?
C.R.: ¡Pues nada más
que lo declaren y que se quiten! Pero, por ley, ellos: INBA, ayuntamiento,
gobierno estatal, tienen la obligación de cuidar las Torres de Satélite.
Nosotros, como asociación, estamos buscando y promoviendo los valores
artísticos y culturales de Naucalpan y del Estado de México. Cuando fue necesario,
¡nosotros lo hicimos! Nosotros, en tanto asociación, conseguimos el donativo
tanto de pintura como de iluminación para remozar y dar el mantenimiento de
tiempo atrás. Aquí te muestro los documentos mediante los cuales las empresas
Comex y Osram hicieron los donativos en especie directamente a Fomento Cultural
para beneficio de la obra Torres de Satélite. Pero, eso pudimos hacerlo en el
tiempo cuando la obra no había sido declarada Patrimonio Artístico y Cultural
de la Nación; ahora, no podemos hacerlo sin la autorización e intervención
expresa de las instancias respectivas: INBA, ayuntamiento y gobierno estatal.
Nosotros, como
asociación, empujamos la declaratoria del decreto para que no, cada cinco años,
estuviéramos partiendo de cero en el cuidado de las Torres de Satélite. Aunque
habrá otras personas, algunas de ellas hoy con cargos dentro del gobierno
municipal, como la señora Martha Moya, que buscan colgarse la medalla.
I.M.: He tenido ocasión
de charlar con Martha Moya y ella se expresa, viceversa, en el mismo tenor, diciendo
que es más bien Cuauhtémoc Rodríguez quien busca hacerse con el trofeo. Me hizo hincapie en el papel que ella y personajes como Gerardo Nierman tuvieron en las gestiones para que se decretara la declaración de las Torres de Satélite como Patrimonio Artístico y Cultural de la nación al final del gobierno del ex presidente Felipe Calderón. Ella afirmó que el propio gobernador entonces entrante, Eruviel Ávila, puso en blanco y negro la solicitud.
C.R.: Mira, cada cual
sabe qué hizo o dejó de hacer en el tema de las Torres de Satélite. Lo que
Fomento Cultural ha hecho está documentado como puedes ver en esta carpeta que
te estoy mostrando.
I.M.: En el caso más
reciente de la “desaparición” de las luminarias de las Torres de Satélite en
agosto de 2016, Fomento Cultural denunció en medios el aparente “robo” de las
mismas, luego aclaró que estas se encontraban en las bodegas municipales de
Servicios Públicos.
C.S.: Estamos nosotros
solicitando, no por la vía legal, sino por la vía cordial, en oficialía de partes
del ayuntamiento, que se entreguen a Fomento Cultural las luminarias de las
Torres de Satélite que tiene este en posesión como pudimos atestiguar y
documentar. Y no solo las luminarias, estamos solicitando que se resarza el
cableado, sea pintado el monumento y reparados los destrozos en jardineras y
guardas. Porque el gobierno municipal es responsable de este y otros actos
contra Las Torres.
I.M.: Aclárame algo,
Cuauhtémoc, porque me parece ver aquí una aparente contradicción. Por un lado,
las explicaciones apuntan a que el mantenimiento de Las Torres corresponde a
los gobiernos municipal y estatal, el primero por hallarse en su zona
territorial, el segundo por formar parte de los bienes patrimoniales de la
entidad y además así indicarlo el decreto que las denomina Patrimonio Artístico
y Cultural de la Nación. Por otro lado, el hecho de que Servicios Públicos de
Naucalpan haya entrado en la explanada del monumento para retirar las
luminarias y guardarlas o resguardarlas en sus bodegas, ¿no sería parte de esas
obligaciones del municipio? ¿Dónde está la falla?
C.R.: No hay
contradicción. Cualquier acción, proyecto, demolición que se quiera hacer en un
monumento declarado como patrimonio, antes que nada se tiene que solicitar e
informar por escrito ante el INBA que es la instancia obligada a analizar y
autorizar esa acción, proyecto, demolición o lo que sea. El ejemplo más claro
de la falta de respeto a al monumento lo tuvimos durante los gobiernos de Azucena
Olivares, David Sánchez Guevara y el interino de Claudia Oyoque, cuando Las
Torres fueron utilizadas para colocar árboles de Navidad hechos con botellas de
PET patrocinados por Coca-Cola, o se estacionaron las patrullas que se sumaron
al parque vehicular de la Dirección de Seguridad. En este último caso, el
gobierno removió y afectó jardineras y guardas, e incluso lastimó una esquina
de la Torre Azul. Eso ya no puede ni debe suceder.
I.M.: El caso de las
luminarias de las Torres de Satélite, ¿sería comparable con la torpeza de
alguno de los trabajadores de Servicios Públicos al tomar la iniciativa de
dorar las estatuas de Hidalgo y Morelos, en el centro de Naucalpan —como reportó
el diario Reforma el 16 abril de 2016—
y que le significaron una erogación supuestamente personal al Director
Francisco Álvarez de alrededor de 35 mil pesos para resarcir el yerro?
C.R.: Es exactamente
igual. Es el mismo tema. Todo gobierno debe tener el conocimiento suficiente y
bastante respecto del valor de los bienes que le han sido legados y cómo debe
cuidarlos.
Ese tema se le fue de
las manos al gobierno de Olvera y da muestra del desconocimiento que tienen, al
menos algunos de sus funcionarios, de los valores culturales y artísticos de
Naucalpan y las atribuciones legales sobre los mismos.
Foro: Reforma
I.M.: Aunque parecería
un tema distinto, me interesa conocer tu opinión sobre lo ocurrido con la estatua
de Juárez, obra del escultor Ricardo Ponzanelli, que adorna la explanada del
ayuntamiento y fuera solicitada por el gobierno de David Sánchez Guevara, el
cual no le pagó al artista y ahora, cuando este reclama el pago o la devolución
de la obra al gobierno de Edgar Olvera, este se sacude las manos alegando no
ser responsabilidad suya. Mientras, por otra parte, la
utiliza como imagen.
C.M.: El tema
cultural, el tema del arte, es uno en el cual se nota la ausencia de
conocimiento tanto de la gente directiva del gobierno municipal como de sus
asesores. Yo lamento el tema del artista que fue abusado por ambos gobiernos el
saliente y el actual. Este gobierno tiene que asumir ese problema, como los
otros que le acarrearon y le heredaron de la administración pasada. No vale
decir gobierno nuevo, borrón y cuenta nueva. Y, legalmente, el artista tiene
también todo el derecho de exigir el retiro de la obra y ser resarcido en los
gastos derivados.
I.M.: ¿Ya has recibido
respuesta de parte del gobierno municipal a los oficios donde solicitas las luminarias?
C.R.: El secretario
del Director de Servicios Públicos me dijo que las entregarían por medio del
respectivo escrito y tendrán que devolverlas no a Fomento Cultural sino al
monumento mismo y conforme la instrucción que dé el INBA.
I.M.: Entonces, ¿quién
tendría que resguardar esas luminarias, el INBA, el municipio, Fomento Cultural?
C.R.: El INBA. En
específico la Dirección de Arquitectura y Patrimonio.
Foto: Fomento Cultural Torres de Satélite
I.M.: ¿Qué tan
confiable puede ser el INBA cuando en el pasado también se ha visto involucrado
en escándalos por torpezas o negligencias distintas en el cuidado,
remozamiento, restauración de obras y monumentos como, recuerdo, “El Caballito”
de Tolsá, en el Centro Histórico de la Ciudad de México?
C.R.: No hay nada que
pueda garantizarlo. Fomento Cultural Torres de Satélite, en tanto asociación,
tiene como finalidad procurar el orden, pero si el INBA tampoco cumple lo vamos
a exhibir.
I.M.: ¿De alguna
manera estarías apelando en este tópico al lema del alcalde Edgar Olvera de ser
el suyo un gobierno enfocado a poner orden y generar conciencia?
C.R.: Fomento Cultural
va más allá. No habla a un eco. Actúa, con un trabajo serio, honesto, sin interés
incluso en establecer alianzas con partidos políticos, mas sí con los gobiernos
en tanto autoridades con las cuales es necesario tratar ciertos asuntos de la
competencia propia de Fomento Cultural.
I.M.: En el supuesto
de que la respuesta a la solicitud que viene efectuando Fomento Cultural
alrededor de las Torres de Satélite fuera negativa, ¿demandaría lo consecuente
ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo?
C.R.: Fomento Cultural
hasta aquí llegó. El gobierno municipal tiene que entregar las luminarias a la
institución federal que es el INBA. De incumplirse las condiciones, quien tiene
que iniciar el litigio ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo sería
el INBA. Y si no lo inicia, Fomento Cultural va a estar presionando para que se
dé el orden. Sobre todo, porque los gobiernos nos piden a los ciudadanos que
denunciemos. Pero, de qué sirve denunciar si los gobiernos e instituciones no
actúan de modo consecuente en el ámbito de su competencia. Por eso luego nos gana
la delincuencia organizada, por eso nos ganan los políticos y los partidos,
porque están organizados. La sociedad es la que está desorganizada. Por eso,
para hacer las cosas bien, es que se creó la asociación y se ha hecho la labor
de una investigación seria acerca de las Torres de Satélite. Otra cosa sería
hablar por hablar, sin pruebas, en la búsqueda de protagonismo.
Mira, este asunto es, toda proporción
guardada, a lo que hemos visto que ha ocurrido por años con las iglesias
coloniales, de las que la gente, con el paso del tiempo, se iba llevando pedacitos
de láminas de oro de los tableros o tallas, etc. Con Las Torres, la desaparición
de las luminarias la documentó Fomento Cultural y el propio Director de
Servicios Públicos aceptó tener en poder del ayuntamiento, guardadas en sus
bodegas, las luminarias. Lo peor del caso es que, a pesar de los oficios y la
intervención del INBA, es fecha que no las devuelve al monumento.
Las declaraciones del Director Francisco Álvarez
de que con recursos municipales van a embellecer al monumento carecen de
sentido, él no dimensionó su dicho. Estos son proyectos de millones de pesos.
Pero no solo cuestión de dinero, sino de conjuntar a los diferentes sectores
que integran a la sociedad. Qué bueno que el Director Álvarez haya cometido los
errores que hemos señalado, porque ha permitido reactivar el tema de la
importancia del monumento.
I.M.: El hecho de que
hayas sido remitido al ministro calificador días atrás por un comando de reacción
inmediata, luego de denunciar la desaparición de las luminarias, ¿fue una
manera de amedrentamiento del gobierno municipal contra tu persona?
C.R.: Cuando uno, como
ciudadano, se atreve a denunciar, se tienen este tipo de consecuencias baratas,
para amedrentar y callar. Ahora, yo siempre tomo de lo malo, lo bueno. Y me
queda claro que el gobierno se dio cuenta de que no es un individuo o una
asociación aislados los quejosos, sino en tanto representantes de los intereses
culturales de la sociedad naucalpense. No estamos, Cuauhtémoc Rodríguez ni
Fomento Cultural, en contra de nadie ni nada en particular.
I.M.: La intervención
en tu caso de la regidora Martha Patricia Calva y muy especialmente de Galo Blanco
y Javier Chávez Tello, estos dos muy vinculados con David Parra Sánchez, líder
moral del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado de México y
Municipios (SUTEyM) Naucalpan, ¿cómo la lees y cómo crees que la pueda estar
leyendo el gobierno municipal?
C.R.: Don Galo Blanco
es un representante aguerrido de la sociedad, reconocido desde hace muchos años
y que en la contienda pasada estuvo como candidato suplente a la presidencia
municipal por parte del PRI, mientras David Parra fue el candidato titular para
el mismo cargo. Pero, además, Galo Blanco funge como Director General de
Fomento Cultural Torres de Satélite. Cuando en ese trance recurrí a mis
familiares obviamente también le llamé. ¿Cómo lo lee el gobierno municipal?
Pues ojalá lo lea de esta manera: que no puede actuar de esta forma con
cualquier ciudadano porque también tenemos un respaldo y un reconocimiento
social.
I.M.: En temas como
el que nos ocupa, ¿cuál esperarías que fuera el papel a desempeñar por parte de
asociaciones civiles de un modo u otro vinculadas con las Torres de Satélite,
como son las de colonos de La Florida, Ciudad Satélite, Bulevares, Echegaray?
C.R.: Yo buscaría el
apoyo en cuanto a la difusión social de —no perdamos este objetivo— la
importancia artística y cultural de las Torres de Satélite.
I.M.: La situación
complicada y de conflicto por la que atraviesa la Asociación de Colonos de
Ciudad Satélite, el hecho de hallarse vinculado Galo Blanco con el grupo
opositor a la actual mesa directiva encabezada por Benjamín Macedo, ¿no
envuelve de alguna manera a Fomento Cultural?
C.R.: No. Nuestro tema
es las Torres de Satélite, no más.
I.M.: Luego del
taller organizado por Ingenia para revisar ideas acerca de qué puede hacerse
para reinsertar a las Torres de Satélite en el ámbito urbano actual, taller
donde tuve
la ocasión de entrevistarte por primera vez, ¿Ingenia te hizo llegar los
resultados de ese taller para comentarlos? ¿Qué va a pasar con Las Torres?
C.R.: Tiempo después tuve
un acercamiento con el Arq. Rodrigo Luis González, Director de Construcción
Valle de México de la Secretaría de Infraestructura del Estado de México. Es
fecha que desconozco los resultados de ese taller, pero con quienes he seguido
trabajando es con los jóvenes de Ingenia que se han mostrado interesados en la
labor de difundir los 60 años de las Torres de Satélite, así como para
reconocer la labor de las personas, grupos o instituciones que se han
preocupado y han mostrado interés en difundir el valor de las Torres de Satélite
como es el ejemplo de Café Tacuba que hace referencia codificada a Ciudad Satélite
en su canción 53100, que es el código postal que la caracteriza.
¿Qué va a pasar con
Las Torres? Fomento Cultural ha presentado un proyecto para que pueda hacerse
un túnel cultural que, por una parte, permita el acceso al monumento y, por
otra, resuelva el cruce de un lado al otro del periférico sin menoscabo de la
imagen del monumento porque la ley ahora, tras el decreto, es muy clara y no
puede construirse nada nuevo que afecte la estética de la obra en una periferia
de 500 metros sin la autorización expresa del INBA.
I.M.: Pero los
vecinos de Satélite, Bulevares, La Florida se han opuesto rotundamente a la
construcción de un túnel semejante vistas las malas experiencias en los túneles
existentes más arriba, a la altura de Correos y de Plaza Satélite, los que se
han convertido en nido de ratas, literal y metafóricamente, además de cundir el
ambulantaje.
C.R.: Como asociación
solo pido que se nos permita presentar y explicar el proyecto pensado como una solución
específica a un asunto concreto. Porque el mismo apela al espíritu de la idea original
de Matías Göeritz de hacer un “arte emocional” y el espectador pueda vivir la
emoción de caminar entre las sombras y las luces, el calor y el frío provocados
por el monumento, así como recobrar la oportunidad de mirar a la inmensidad del
cielo hacia donde apuntan Las Torres. Eso es lo que nosotros queremos difundir:
toda la intensidad y capacidad creativa que vislumbró Matías Göeritz en las
Torres de Satélite. Matías Göeritz no buscaba que Las Torres fueran solo una
referencia visual, sino que fueran una experiencia vital.
I.M.: ¿Cuauhtémoc
Rodríguez y Fomento Cultural se inclinan por la prohibición de manifestaciones
de cualquier índole en la explanada de las Torres de Satélite, a pesar de ser
un punto emblemático y de mayor y mejor visibilidad para la protesta social?
C.R.: Sí, por
supuesto. Yo no tengo la capacidad para prohibirlas, y más que prohibirlas
promovería que las manifestaciones pudieran hacerse de manera ordenada. La
explanada no está diseñada con los elementos de seguridad para esa clase de
actos. Quien siempre va a salir perdiendo es el manifestante. Ya lo vimos con
el trágico
accidente de semanas atrás. Digo esto no porque no quiera que vaya la
ciudadanía a Las Torres, al contrario, pero que vaya a disfrutarlas en tanto
monumento artístico, no para exponerse en protestas más o menos desordenadas. De
existir ese túnel, pasadizo cultural como acceso al documento, no obstaría para
que pudieran seguirse dando manifestaciones y protestas de manera segura y
ordenada.
I.M.: Dada la problemática
que dio pie a esta entrevista, ¿haría Fomento Cultural una manifestación en Las
Torres por Las Torres?
C.R.: Nunca. Debemos
ser congruentes. Nuestras manifestaciones son mediante documentos, mediante la
difusión de los valores culturales y artísticos, actuando mediante la denuncia
inteligente y fundamentada.
I. M.: Los 50 años de
Las Torres pasaron prácticamente sin pena ni gloria. Nadie, fuera de Fomento
Cultural, recordó el aniversario. ¿Celebrar los 60 años hará algo distinto?
C.R.: Esa es la
intención. Queremos hacer varias acciones para destacar la importancia artística
y cultural del monumento, reeditar el catálogo con la historia documental y gráfica
del documento, involucrar a los jóvenes mediante su participación activa,
difundir el significado a Las Torres ubicándolas en su contexto histórico y su
evolución. Por eso, desde el primer día de enero de 2017 llevaremos a efecto
conferencias, difusión en medios, etc. Es en esa difusión donde estamos
fallando, en buena medida por la falta de fondos, por eso estamos planeando
realizar distintos materiales promocionales también para allegarnos donativos.
Referencias
MENDOZA Olvera, V. (2011). Graffiti:
construcción identitaria juvenil en la Ciudad de México (tesis).
Naucalpan: FES UNAM Acatlán. Recuperado el 20 de agosto de 2016, de
https://issuu.com/coletivograffitiarte/docs/tesis_graffiti