Hierba mala nunca muere, dicen



Por Mario Ruiz Hernández

MIENTRAS LA HACIENDA pública de Naucalpan enfrenta su más alta e histórica crisis financiera, propiciada en la última década, por otra parte, en franco reto al inconsciente colectivo, el ex alcalde, David R. Sánchez Guevara refundó su “Organización Social, Kairos”, aquí y presumiblemente en el Estado de México.

Lo anterior lo di a conocer en el Primer Pleno Ordinario de dicha organización y que apuntó a operar en los 125 municipios en territorio mexiquense y realizar actividades filantrópicas o sociales.

En ese marco y que aún y todavía prevalecen pendientes a resarcir, un proceso judicial que al parecer aún no exonera del todo a Sánchez Guevara, el ex alcalde parece insistir en retomar la vida pública.

Preguntas que surgen tras la noticia: ¿cuál es el objeto social, la protocolización de esta esta rara "AC-Política"? ¿Es donataria? ¿Cuáles son sus cuentas bancarias, para que no se especule de "lavado de dinero"? ¿Puede extender recibos deducibles de impuestos, permisos de la secretaria de relaciones exteriores, gobernación, y hasta de derecho de autor, entre otros requerimientos formales?

El personaje de historieta, “Súper Kairos”, dejó el penal de Tepachico, ubicado en Otumba el 31 de enero de este año, luego de cubrir el pago de 5 millones 824 mil pesos, 896 pesos.

De acuerdo a los juzgadores, por concepto de reparación del daño cometido en contra del municipio de Naucalpan, además pagar una fianza de 200 mil pesos, por peculado.

Sin importar la reputación, el ex aldalde niega sistemáticamente que no se trata de su regreso a la vida pública, ¿será? Otros opinan lo contrario.

El voto del pasado primero de julio, la gente sufragó por exterminar las cadenas de corrupción que, por donde pasan, dejan escenarios catastróficos.

La imagen de Naucalpan no está saneada, y la irresponsabilidad en el servicio público en estos momentos tiene sin pago a empleados municipales, ediles, directores, subdirectores y policías, a consecuencia del ordenamiento de esos daños colaterales en este 2018.

Lo único con lo que sí cumplió David Sánchez, dicho con su acostumbrado tono soberbio para comunicarse con la prensa es que él no pretende pagar nada de lo que por su parte halla cometido Azucena Olivares y Guillermo González.

No puede echarse en saco roto “el presumible conflicto de intereses” con el magistrado Carlos Antonio Alpízar, para aparentemente retrasar las sentencias contra el ayuntamiento y presuntamente tenerlo en nómina, así como a sus camaleónicos “amigos, tanto de él como de Edgar Olvera”, hoy representantes municipaesl de “Kairos”, como Eduardo Villaseñor.

Ante los hechos tenemos no más que una serie de “cartuchos quemados” que dan miedo y pena ajena, a la vez de esas “mafias de la industria inmobiliaria” que, en menos de seis años, hicieron millonarios a muchos, así en Naucalpan como en Atizapán, principalmente.

En síntesis, qué podemos esperar de esta ¿agencia? ¿Observaremos “tirar el dinero a manos llenas”, sin saber sus cuestionados orígenes?

(Edición y correción de estilo por Indicios Metropolianos)

“Lady Liberty” y la caravana de migrantes


ERA DE LA OPINIÓN… de que mi amada Barbra Streisand era una mujer valiente y lo sigo creyendo, no solo al revisar su carrera artística —no siempre coronada con el triunfo—, sino especialmente tras su desarrollo personal y profesional e incluso político desde mediados de la década de los noventas del siglo pasado.

Esta vez, Streisand nos vuelve a maravillar y sorprender con su polémico y contestatario álbum —nunca había publicado uno tan “socialmente y políticamente responsable”— Walls (SONY Music, 2018) donde expone con su impecable estilo letras que bordan sus creencias, su filosofía, que encierran la definición de su misión personal y profesional, así como su visión de un mundo mejor compartida por cientos de soñadores desde antaño.



Siempre interesada en la política, es en los años 90 que participa activamente en ella, apoyando al candidato presidencial Bill Clinton, y más de una vez desde los años setenta incluyó en su repertorio canciones que han sido emblemáticas en momentos difíciles para la sociedad estadounidense, canciones ya tomadas del teatro musical de Broadway o escritas ex profeso durante los años de la Depresión Económica o la Segunda Guerra Mundial para servir de inspiración motivadora a fervorosos ciudadanos y soldados creyentes en la democracia y la libertad.



Hizo lo propio cuando la candidatura de Barack Obama, loando a la diversidad racial y cultural que ha caracterizado la evolución de la nación “más poderosa” de la Tierra —al menos hasta entonces—. Y lo hizo también en pro del posicionamiento de la mujer igualada al hombre al ser la primera directora nominada al Oscar por su filme Yentl.

Sin embargo, en aquellas ocasiones no había sido tan específica en sus señalamientos y preocupaciones como para dedicar un tema concreto a un presidente, como recientemente hizo con la canción “Don’t lie to me” dedicada al presidente Donald Trump con una clara actitud de crítica (EFE (Agencia española de noticias), 2018).



Y todo fuera o quedara en un tema, pero, canción tras canción, el mensaje reprobando la política de Trump asoma no sutil, sino francamente.

En los días que escribo estas líneas, un suceso sin precedentes se ha suscitado cimbrando al continente entero. Si bien estábamos acostumbrados, o mal acostumbrados, a las noticias acerca de las aventuras y desventuras de migrantes, sobre todo de origen latinoamericano, que se lanzan corriendo riesgos indecibles incluso en contra de su integridad física, su dignidad y su vida, para encaminarse hacia un país que históricamente ha prometido libertad y prosperidad para todo aquel que pise sus tierras, hoy somos testigos ya no de tristes y dolorosos casos aislados, esporádicos, sino de una bien organizada incursión en forma de caravana que, para cuando escribo, ya se ha adentrado en México ocasionando el enojo del presidente Trump —y de más de un ruín “pollero”— quien, como es su costumbre, ni tardo ni perezoso se dedicó a criminalizar a los esperanzados.

“Entre ellos vienen terroristas ocultos”, alega el presidente estadounidense, insuflando aun más la xenofobia despertada por él desde su candidatura. Así las cosas, en esta misma semana que digo esto, Barbra ha publicado el tema “Lady Liberty”, sin dedicatoria específica; pero, la coincidencia en tiempo resulta más que elocuente en tanto indicio crítico de lo que está sucediendo en y con nuestro vecino del norte.

Personalmente no quito razón a algunos de los argumentos de Donald Trump; pero, sus exageraciones solo han atizado las cenizas del reconcomio y su proteccionismo exacerbado está arrastrando a los más dependientes de su economía, como México, a una crisis económica de la cual, si el presidente electo Andrés Manuel López Obrador no cambia su postura demagógica para enfrentar lo que viene de manera más realista, no saldremos bien librados.



A partir de ahora la clave de toda política social y económica descansa en la problemática cada vez más extendida de los migrantes, porque detrás de sus pasos están la injusticia, la pobreza, la corrupción, la dejadez, la negligencia, la codicia, la insensatez mezquina.

Es, me parece, el tiempo de los pobres, el tiempo cuando pueden y deben levantarse para hacer oír su voz y el sonido de sus pasos no solo en las sendas a seguir por una caravana de ensueños, sino para volver más sensibles las conciencias de aquellos que, ocupados en atesorar ya fama, ya fortuna, los han no olvidado sino, peor, menospreciado hasta en su condición de mercado potencial.

La canción “Lady Liberty” nos pone a Trump y a todos ante la triste verdad de los sueños abandonados, de las aspiraciones truncadas y es, sin duda, un llamamiento de atención para todos los que, estadounidenses o no, palpitan orgullosos al solo escuchar la palabra libertad y asociarla de forma necia con el concepto de democracia.

Libertad y democracia parecerían ir de la mano, pero la historia del siglo XX y la que apenas empezamos a escribir en este siglo XXI nos viene demostrando que no es así, que caminan por vías distintas, aparentemente paralelas que, solo por engaño del horizonte, nos hacen creer que en algún punto se pueden juntar. ¡Nada más falaz e iluso!

La canción es un apretado, sintético conjunto de alusiones a hechos dolorosos o esperanzadores de la historia de Estados Unidos y no solamente. Aún más, desde el momento que recurre a incluir los multicitados versos del poema de Emma Lazarus “El Nuevo Coloso” (1883) escritos al pie de la Estatua de la Libertad (WIKIPEDIA, Colaboradores de, 2018)[i], adquiere el valor de un manifiesto, de una antífona que canta elevando las voces de los exiliados y que han sido, desde su origen, el fundamento mismo, coherente y congruente, de Estados Unidos como nación:
[…] dame tus cansados, tus pobres,
tus masas hacinadas anhelando respirar libres,
la miserable basura de tu inmensa costa,
los desheredados, los lanzados por la tempestad, a mí.
¡Levanta mi lámpara al lado de la puerta dorada!
Los muros que estamos levantando los seres humanos hoy son más elevados e inexpugnables que cualquier muralla financiada por banqueros e industriales para mantener distante la virtual amenaza de lo extranjero, aun yaciendo este dato extranjero en la raíz genética misma de cada uno de nosotros, como bien han comprobado los estudios sobre el genoma humano.

Streisand, entonces, pone sobre la mesa un pesado, urgente indicio que pretende movernos a la reflexión todavía más que a, como en anteriores álbumes, tocarnos el corazón, exponer nuestra alma. Hace eco así a otros poemas escritos alrededor de la esperanza llameante de la libertad como fundamento de la dicha y la paz. Poemas, por mencionar un ejemplo, como el intitulado “Lady Liberty” del puertorriqueño “Tato” Laviera [ ("TATO" LAVIERA, 1988); (LOMAS, 2014, págs. 155-163); ("TATO" LAVIERA, "From New York to the World. An Interview with 'Tato'Laviera", 1992, págs. 1022-1033); énfasis mío]:


july fourth, new york harbor, nineteen eighty-six,
midnight sky, fireworks splashing,
heaven exploding
into radiant bouquets,
wall street a backdrop of centennial adulation,
computerized capital angling cameras
celebrating the international symbol of freedom
stretched across micro-chips,
awacs surveillance,
wall-to-wall people, sailing ships,
gliding armies ferried
in pursuit of happiness, constitution adoration,
packaged television channels for liberty,
immigrant illusions
celebrated in the name of democratic principles,
god bless america, land of the star
spangled banner
that we love,

but the symbol suffered
one hundred years of decay
climbing up to the spined crown,
the fractured torch hand,
the ruptured intestines,
palms blistered and calloused,
feet embroidered in rust,
centennial decay,
the lady's eyes,
cataract filled, exposed
to sun and snow, a salty wind,
discolored verses staining her robe,

she needed re-molding, re-designing,
the decomposed body
now melted down for souvenirs,
lungs and limbs jailed
in scaffolding of ugly cubicles
incarcerating the body
as she prepared to receive
her twentieth-century transplant
paid for by pitching pennies,
hometown chicken barbecues,
marathons on america's main streets.
she heard the speeches:
the president's
the french and american partners,
the nation believed in her, rooted for the queen,
and lady liberty decided to reflect
on lincoln's emancipatory resoluteness
on washington's patriotism,
on jefferson's lucidity,
on william jennings bryan's socialism,
on woodrow wilson's league of nations,
on roosevelt's new deal,
on kennedy's ecumenical postures,
and on martin luther king's non-violence.

lady liberty decided to reflect
on lillian wald's settlements,
on helen keller's sixth sense,
on susan b. anthony's suffrage movement,
on mother cabrini's giving soul,
on harriet tubman's stubborn pursuit of freedom.

just before she was touched,
just before she was dismantled,
lady liberty spoke,
she spoke for the principles,
for the preamble,
for the bill of rights,
and thirty-nine peaceful
presidential transitions,
and, just before she was touched,
lady liberty wanted to convey
her own resolutions,
her own bi-centennial goals,
so that in twenty eighty-six,
she would be smiling and she would be proud.
and then, just before she was touched,
and then, while she was being re-constructed,
and then, while she was being celebrated,
she spoke.

if you touch me, touch ALL of my people
who need attention and societal repair,
give the tired and the poor
the same attention, AMERICA,
touch us ALL with liberty,
touch us ALL with liberty.

hunger abounds, our soil is plentiful,
our technology advanced enough
to feed the world,
to feed humanity's hunger . . .
but let's celebrate not our wealth,
not our sophisticated defense,
not our scientific advancements,
not our intellectual adventures.
let us concentrate on our weaknesses,
on our societal needs,
for we will never be free
if indeed freedom is subjugated
to trampling upon people's needs.

this is a warning,
my beloved america.

so touch me,
and in touching me
touch all our people.
do not single me out,
touch all our people,
touch all our people,
all our people
      our people
             people.

and then i shall truly enjoy
my day, filled in splendor,
july fourth, new york harbor,
nineteen eighty-six, midnight sky,
fireworks splashing,
heaven exploding
into radiant bouquets,
celebrating in the name of equality,
in the pursuit of happiness,
god bless america,
land of star
spangled banner

that we love.

Con Walls, Barbra no se conforma con transparentar los muros, no se limita a señalar como otrora Pink Floyd la ominosa y perversa razón detrás de cada nuevo ladrillo adherido en la pared. Pretende, en cambio y como Josué, derribar los muros de Jericó a fuerza de ondas sonoras capaces de penetrar y resquebrajar la más ruda dureza inhumana; haciendo algo más que una simple paráfrasis o cita de las palabras de otros: cantando con profunda fe para liberar al hombre del dolor y las lágrimas que siguen a la injusticia y la intolerancia. Es, pienso, una canción que también deberíamos abrazar en mi México querido tan lacerado por la maldad.

Lady Liberty
lift your lamp of hope a little higher
burn that flame of freedom just a little brighter
please, for all the world to see and still belive

Oh! Lady Liberty
show us how to stand and feel a little prouder
as the anthem plays let's sing
and raise our voices even louder
since the real danger lies in the sound of silence

Lady Liberty
I see you rise above the crashing waves
bearing with us to our darkest days
like that terrible September
when we stopped and cried together
Remember!

Lady Liberty
"give me your tired and your poor
your huddled masses yearning to breathe free
the wretched refuse of your treeming shore
send these, the homeless, the tempest-tossed to me", to me.
So lift your lamp and needles through the golden door
tell the whole damned universe
there's room for all of us and more
forever.

Lady Liberty
my country tears off free
Lady Liberty
for all the world to see

please, Lady Liberty.

Referencias


"TATO" LAVIERA, J. (1988). "Lady Liberty". Mainstream Ethics (Ética corriente). (P. Foundation, Recopilador) Recuperado el 26 de octubre de 2018, de https://www.poetryfoundation.org/poems/58195/lady-liberty
"TATO" LAVIERA, J. (Vol. 15, Num. 4 de 1992). "From New York to the World. An Interview with 'Tato'Laviera". Revista Callaloo. (W. LUIS, Entrevistador) Recuperado el 26 de octubre de 2018, de https://core.ac.uk/download/pdf/55911764.pdf
EFE (Agencia española de noticias). (27 de septiembre de 2018). "La canción 'anti-Trump' de Barbra Streisand: '¡No me mientas!". 20 minutos. Recuperado el 26 de octubre de 2018, de https://www.20minutos.es/noticia/3450866/0/barbra-streisand-publica-cancion-anti-trump-dont-lie-to-me/
HUNTER, W. (16 de enero de 2018). "The Story Behind the Poem on the Statue of Liberty". The Atlantic / Culture. Recuperado el 26 de octubre de 2018, de https://www.theatlantic.com/entertainment/archive/2018/01/the-story-behind-the-poem-on-the-statue-of-liberty/550553/
LOMAS, L. (2014). "Migration and Decolonial Politics in Two Afro-Latino Poets: 'Pachín' Marín and 'Tato' Laviera". Review: Literature and Arts of the Americas, Issue 89, Vol. 47(2). doi:10.1080/08905762.2014.956519
SONY Music. (18 de octubre de 2018). "Barbra Streisand anuncia el lanzamiento de su nuevo álbum 'Walls'". Sony Music. México. Recuperado el 26 de octubre de 2018, de https://www.sonymusic.com.mx/barbra-streisand-anuncia-el-lanzamiento-de-su-nuevo-album-walls/
WIKIPEDIA, Colaboradores de. (25 de octubre de 2018). "The New Colosus". Wikipedia. La Enciclopedia Libre. doi:865700026





[i] The New Colossus
Not like the brazen giant of Greek fame,
With conquering limbs astride from land to land;
Here at our sea-washed, sunset gates shall stand
A mighty woman with a torch, whose flame
Is the imprisoned lightning, and her name
MOTHER OF EXILES. From her beacon-hand
Glows world-wide welcome; her mild eyes command
The air-bridged harbor that twin cities frame.

"Keep, ancient lands, your storied pomp!" cries she
With silent lips. "Give me your tired, your poor,
Your huddled masses yearning to breathe free,
The wretched refuse of your teeming shore.
Send these, the homeless, tempest-tossed to me,
I lift my lamp beside the golden door!"

¡No me toques! O la seducción de Andrés Manuel



He leído detenida, cuidadosamente el artículo de opinión que acompaña a estas líneas alrededor de los señalamientos hechos por una reportera contra Andres Manuel Lopez Obrador y que han causado polémita en los días recientes. 
AMLO besando a la alcaldesa de San Blas, Nayarit, Candy Yescas.
Foto: NTV

Quepa aclarar: 1) yo no voté por AMLO; 2) AMLO no ha sido santo de mi devoción; 3) el tema del acoso sexual es uno con el que seguiré bregando hasta que me muera porque su sutileza en manos de soliviantados, ignorantes y petimetres solo genera más violencia de otro tipo, así como desentendimiento entre las personas (el acoso no es solo entre hombres y mujeres); y 4) siempre estaré en contra de los excesos que justifican el acoso, tanto como en contra de los excesos que justifican la paranoia de más de una que preferiría vivir tranquila en el aislamiento total, sin miradas ¿lascivas?, sin caricias ¿incómodas?, sujeta por los alfileres agudos, punzantes, de la interpretación.



Puedo acompañar en algunos de los argumentos a la que suscribe dicho texto adjunto. Puedo acompañar y hasta suscribir los alegatos en el sentido de que, principios básicos de fenomenología de la comunicación, el esapcio vital es digno de respeto; aunque, también es cierto, el buen comunicador comprende y sabe la manera de acortarlo o ampliarlo, invadirlo incluso, en determinadas circunstancias y necesidades. En el caso de la reportera que alega haber sido invadida en su espacio vital, lo cual ocurrió, ella pasa por alto que, en el juego mediático prensa-gobierno, las preguntas periodísticas son otra forma de irrumpir en el espacio vital del entrevistado quien a su alcance tenrá tantos recursos discursivos (palabra u obra) para evadir la respuesta o responder en función de los intereses específicos. Sin embargo, leo entre las temerosas líneas de quien escribió el artículo de opinión más miedo al qué dirán, más miedo a la interpretación que a los hechos mismos. Así como leo en las declaraciones de la reportera de TV Azteca Lorena García Ramírez, una enjundia justificada aunque miope.


Quiero imaginar un mundo, como el Mundo Feliz de Huxley. Ahí el acoso no existe, porque no hay relaciones sexuales. Todos son creados en probeta. La calificación más soez de admiración hacia una mujer atractiva se refiere a sus caderas y glúteos como neumáticos. En ese mundo la igualdad entre hombres y mujeres ha erradicado la posibilidad del romance, del entendimiento fuera de lo laboral, lo legal, lo cotidiano y el placer mejor se consigue con ayuda del soma. El tacto ha sido relegado a lo elemental de un saludo. Los besos han sido proscritos por insalubres. Al no existir el deseo, la lascividad de una caricia o de una mirada o de un tono de voz sencillamente han dejado de existir para hacer de las relaciones interpersonales algo tan poco sugerente como la lógica de un vulcano en control de sus emociones.

He escrito mucho y lo seguiré haciendo acerca de este tópico y los desatinos que, en el afán de defender los derechos humanos, en este caso de las mujeres, ha llevado a soportar argumentaciones sobre falacias paranoicas mezcladas con certezas justicieras que solo inciden en la incomunicación entre todos nosotros, y no me refiero solo a la incomunicación resultante del abuso de la tecnología móvil o la planteada en más de una ocasión por observadores colegas filósofos de la comunicación. Las "buenas conciencias" abanderadas con el estandarte de la moralidad a ultranza solo esperan cualquier pretexto para escribir el texto difamatorio.

Entre las viejas usanzas de los polítioos ha estado bien fincada la costumbre
de besar a mujeres y niños como un acto de cercanía con la gente,
acto que, está estudiado, provoca o provocaba confianza
sobre todo entre los votantes durante las campañas políticas.
Es una práctica que se efectúa en todo el mundo; pero, ahora...
Ante las conciencias que se escandalizan por todo, la táctica
demagógica tendrá que mutar.
La discusión va más allá de calificar de machistas o feministas ciertas conductas y expectativas.

Mi madre nos educó de una forma tal a mis hermanas y a mí que no faltará quien me tache de machista (me han tachado de tantas cosas). Mis padres me enseñaron a admirar la belleza del cuerpo humano, a no renegar de los deseos aun cuando tampoco desbocarlos sin control. Crecí en una época cuando el flirteo y el halago, el piropo (no la vulgar y poco creativa pachotada), eran la antesala del encuentro entre géneros. Pero, ahora, estos se han convertido en el indicio de la probable amenaza y antesala de alguna clase de subrepticio abuso de confianza, en especial de parte de los varones según lo miran, con razón o sin ella, las mujeres.

De verdad, comprendo a las mujeres y los niños, etc., que, víctimas de estos excesos, como la burra, se volvieron ariscas porque así las hicimos TODOS. Pero, los ánimos exacerbados poco abonan a la convivencia pacífica.

En reacción a estas posturas he sugerido, entre broma y en serio: hombres, dejemos de hablarles a las mujeres, dejemos de admirarlas, dejemos de tocarlas, de besarlas, de procurarlas, de engendrar mediante ellas, de gozar por lo que nos inspiran, dejemos de crear arte virtuoso o perverso, dejemos de culpar a la madre y al padre de nuestras frustraciones sexuales ¡Freud ha muerto! Pongamos distancia entre el deseo y la razón y sometámonos a la segunda, con frialdad instrumental. Hagamos oídos sordos, huelga de semen y calenturas. Volvamos a la época cuando en los bares estaba prohibida la entrada a las mujeres, niños, militares y sacerdotes, para evitar la tentación del conflicto. Hagamos zonas exclusivas para las mujeres, como los vagones del metro donde, siendo tantos, además de que no cabemos, es dificil respetar la separación a que obligan los centímetros frontera del roce. Y, finalmente, hagamos votos de castidad sempiterna, ganaríamos en: 1) reducción de la sobrepoblación; 2) la definición de tendencias homosexuales de ellos y ellas con todo el derecho que asiste a la comunidad de siglas impronunciables; 3) el otorgamiento de espacios igualitarios al 50-45 (las mujeres quieren igualdad, pero la nauraleza misma produce más mujeres que varones en proporción); y 4) la redefinición de esa palabra que tanto hemos pisoteado empanizada con tantas culpas ganadas o no: acoso.




Porque ahora resulta que Trump acosa, AMLO acosa, yo acoso, tú acosas... ¿Y ellas? No es esta nueva postura y actitud una más agresiva forma de acoso sobre la sociedad en su conjunto? En esta igualdad, hoy las mujeres se alcoholizan tanto o más que ellos. Hoy, ellas escupen vituperios y palabras altisonantes con la misma singular algría que los macuarros que tanto acusan de deleznables. Ellos y ellas se han rebajado a la categoría de vulgares arrieros, verduleras... Dicho sea sin demérito de los oficios respectivos.

Que conste, no estoy diciendo que ellas estén equivocadas. No lo están y así como fui a la carcel por causa de un anciano acosador (como conté en mi más reciente video), sin haberlo defendido, víctima de la arbitrariedad de la autoridad que me estaba fincando entre otros cargos ser "cómplice" del acosador, estoy dispuesto a ir al infierno con tal de hacerlas entender a ellas y a ellos que hemos inflado este tema de manera peligrosa.

Un último apunte de carácter personal. Mi padre en vida y yo siempre fuimos, y soy, muy cariñosos, gente de tacto y contacto. Mi madre no se diga. A mi madre le encantaban los papachos y a nosotros papachar, pero mis hermanas, por razones o manías individuales y personales que respeto, desde niñas han sido "piquis miquis", "fifi" (y no con ello las descalifico, digo parafraseando a Jesús Ramírez Cuevas, vocero de AMLO), refractarias a las caricias, besos y otras demostraciones de afecto fuera de las que implican distancia física. ¡Hasta parecen Noruegas de lo frías que pueden ser! Como ellas, a lo largo de los años he conocido muchas otras mujeres en ambos extremos, las que disfrutan el roce afectuoso y las que reaccionan como bestias heridas ante la sola aparente insinuación de cercanía. 

¿Adónde vamos con estas virulencias? ¿Dónde va quedando la calidez humana? ¿Cómo debemos transformarnos para no perdernos en el camino del querernos sin lastimarnos o llamarnos ofendidos por lo que nuestros temores o imaginaciones tachan de latente riesgo?

Una mujer es una mujer es una mujer y, como la rosa del poema implícito, está cargada de espinas que, en el brozal, a veces la enredan hasta confundirla con la maleza, ahogándola en su propia vanidad. No cortes la rosa, ¡ni la toques siquiera! No sea que te vayas a espinar en el intento de admirarla, cuidarla o liberarla de lo que la apresa.

REFERENCIAS.