Piezas sueltas de un rompecabezas

Patrullas de Naucalpan apostadas en puntos "estratégicos", sin oficio ni beneficio
Foto: Archivo Indicios Metropolitanos.

EN ESTOS DÍAS ocurrió un robo de vehículo en la cercanía de la sede de Indicios Metropolitanos. Este hecho, aunado a otros semejantes que han venido ocurriendo a lo largo de 3 meses, parece ir a contrapelo de, si no es que ridiculiza, la "estrategia" del actual Comandante de la Zona 9 del Gobierno Municipal de Naucalpan de Juárez, Sergio de la Rosa Vigil, a quien casi nadie conoce pero fuera parte del Grupo de Reacción Rápida o Grupo de Operaciones Especiales (G.O.E.) en la administración pasada. Dicha estrategia ha consistido en apostar unidades policiales en puntos concretos del fraccionamiento La Florida, manteniéndolas con el motor encendido, pero desprotegiendo otras áreas. Los rondines prácticamente han pasado a la nada, siendo solo hechos esporádicamente por unidades aisladas o por el propio comandante o sus jefes de turno.

El argumento base de dicha estrategia, explicada a Indicios Metropolitanos por el mismo comandante se basa en la idea de cubrir los puntos clave de acceso al fraccionamiento y como táctica disuasoria del crimen, lo que parece no estar ocurriendo como se esperaría.

Si la estrategia es o no del comandante o del propio Comisario Lázaro Gaytán, el índice delictivo en la Zona 9 evidentemente ha aumentado sobre todo en lo tocante a rob de vehículos y autopartes (aun cuando en el fraccionamiento en cuestión se reporta una disminución). Hechos como estos ponen en evidencia su inoperancia, inefectividad, ineficacia e ineficiencia en la práctica y que el asunto acusado por ciudadanos es más que mera percepción negativa.

La delegada de Participación Ciudadana en dicho fraccionamiento, María del Carmen Garcia Sanchez, cuestionada sobre el tema comentó a Indicios Metropolitanos: "Yo tuve entrevistas con el Comisario desde que era encargado de despacho, sus primeras instrucciones: no se le da vigilancia especial a nadie; pero, se deben prevenir asaltos a determinadas horas y lugares. El Comandante llegó a poner orden y disciplina que a muchos elementos de seguridad y ciudadanos no les ha parecido. Con [Cte.] Mejía, de febrero a marzo tuvimos 14 incidentes delictivos de los que supimos; con el Cte. Sergio de la Rosa, sí hemos tenido incidencias, pero han sido mucho menos. La delincuencia no se va acabar. Hay personas que han tratado de desacreditarlo, pero si tienen pruebas, que las presenten con su denuncia".

Información recabada por Indicios Metropolitanos apunta a la existencia de delicados señalamientos sobre distintos miembros y niveles del actual cuerpo policial en Naucalpan (varios de ellos de larga carrera en administraciones pasadas) que involucran probables casos de extorsión, tráfico de influencias, nepotismo, colusión, venta de protección a comercios, industrias, oficinas o particulares que incluso suponen el cruce de "apoyo logístico" de unidades de zonas distintas. Lo que más llama la atención es que semejantes acusaciones fueron hechas también contra otros comandantes en la administración pasada, como fue el caso del Comandante Luis Mejía, si bien carecieron de sustento aparente.

Por ejemplo, en el citado fraccionamiento, Indicios Metropolitanos ha podido atestiguar la presencia de unidades de policía municipal y de Mando Único del Estado de México correspondientes a las zonas 3, 9, 10, 17, alguna de ellas pretextando alguna liga de alguna clase con "los enlaces". ¿Cuál es la lógica detrás de esto? ¿Cuál es el papel del o los comandantes regionales, alguno de los cuales, el hoy ¿licenciado? Edgar Antonio López Ferto se destacó como comandante de la octava zona y, se dice, bajó muchísimo el índice delictivo porque "descubrió" que el ex comandante Rodrigo Jiménez estaba coludido con los roba carros (delito que ha aumentado en La Florida)? Por el buen desempeño de su trabajo lo nombraron Regional de Zona Residencial, ¡qué cosas! ¿Será que estamos ante uno de esos casos de "Quítate que ahí te voy" donde el más hábil queda como el más apto y adecuado para el mando "no matter what"?

Por cierto, el apellido Ferto lo hallamos tres veces mencionado en distintas dependencias en la nómina del actual gobierno naucalpense, y otras tantas veces ya se leía en la nómina de 2013. ¿Acaso el sindicato no es consciente de esto Tomas Palomares Suteym Seccion Naucalpan o es una pieza más en el complejo rompecabezas?

¿Son insuficientes las unidades cuando cada régimen hace gala de comprar nuevas? Si es escaso el combustible, ¿para qué mantener unidades con motores encendidos apostadas de modo fijo, cuando además se sabe que un vehículo contamina y gasta más combustible en posición estática que en movimiento? ¿Cuál es el papel que juega el GOE cuando, por la misma estrategia, la policía tarda "siglos" en llegar al lugar de los hechos y para nada? Acaso, que alguno de los comandantes haya salido de las filas del GOE no tendría que significar una más puntual garantía de seguridad para la población? ¿Cómo es posible que el Cabildo no tenga acceso a los datos estadísticos sobre el índice delicuencial en el municipio que gobiernan? Ah, sí, es que aun no estaban debidamente certificados algunos funcionarios, como el ex Secretario de Gobierno Manuel de Jesús Espino Barrientos hoy aspirante a súper delegado de AMLO en su natal Durango y cuyo secretario particular murió en circunstancia por demás sospechosa en un supuesto suicidio con trazas de asesinato.

¿Y transparencia? Esta comparte los datos ¿maquillados? y cumple su función, pues la ley misma la libera de tener que "procesar" la información, la que ha de ser transmitida por el sujeto obligado al solicitante tal cual la encuentra. Así, ¿cómo y dónde hallar la verdad? ¿En quién confiar dentro y fuera del gobierno?

Preguntas como esta y más tendría que estar haciéndose la alcaldesa, promotora de la transparencia, Patricia Elisa Duran Reveles si, como Andrés Manuel López Obrador, se reuniera diariamente antes del "mañanero" con su gabinete de seguridad.

En Naucalpan, además, la Guardia Nacional ha sido dedicada a atender situaciones de seguridad en las zonas, barrios, pueblos más desprotegidos anteriormente, la mayoría de ellos en áreas del llamado "cinturón de miseria", sin que aún se tengan claros indicios de mejoramiento.

Cuando Esperanza se hizo sinónimo de Ingenuidad


ERA DE LA OPINIÓN... que el poder de una sonrisa puede mover montañas; que lo mejor siempre es poner buena cara al mal tiempo.

A mediados de los ochentas, cuando estaba tomando el curso de producción y guión de radio en la XEW bajo la tutela de don Raúl del Campo Jr. (que algunos equipararon con Valentín Pimstein en la producción de radionovelas), él nos conminó a sus pupilos a dos cosas: 1) observar las caras largas de los viandantes, de los ciudadanos ya entonces preocupados por la economía y la inseguridad en México. 2) Imaginar contenidos radiofónicos capaces de penetrar en las conciencias y hacer de la vida algo más positivo, capaces de inyectar optimismo en el mexicano. Ardua tarea ayer como hoy. Quizá hoy sea aún más dado el bombardeo de mensajes por todos los costados, entre medios tradicionales y redes sociales; mensajes, en su mayoría, o cargados de ira, encono y desconfianza o francamente naif en su propuesta de entretenimiento basado en fruslerías para las que, si unos tienen loas y aplausos ciegos, otros hacen gestos de fuchi y guácala.

Recientemente el presidente AMLO expresó que los mexicanos estamos felices, felices, felices. Y ni tardos ni perezosos, simpatizantes y detractores se dieron a la tarea de sondear esa supuesta felicidad.
Ahí tenemos las encuestas de Consulta Mitofsk y otras firmas, incluido el Barómetro Global de la Corrupción 2019 que, si bien no mide la felicidad, sus datos van de la mano en el sentido de la percepción feliz de que la corrupción está disminuyendo.

Se colige de esas encuestas y sondeos que el mexicano es feliz en un 80% de los casos. Es posible, somos un pueblo generalmente alegre, fiestero, amable y por muchos decenios despreocupado, valemadrista, a pesar de ser también ninguneado y jodido. 

En esta circunstancia y dadas las promesas del gobierno actual, el optimismo connatural de los mexicanos nos hace imaginar que las cosas están cambiando para bien. Y eso es justo lo que esperamos, lo que pensamos y creemos. Pero, una cosa es "pensar que..." —casi equivalente a "creer que..."— y otra muy distinta los hechos concretos.

Así como el "combate" a la inseguridad (en todas sus maneras, pasando por el crimen organizado hasta las necesidades de salud) es un asunto que en la opinión pública se dirime a partir de la percepción no siempre casada con los hechos reales, asimismo pasa con la corrupción y otros temas que, medidos sobre todo mediante sondeo, se nos presentan como retratos de la dicha  desdicha social.

Si en efecto, como dicen las encuestas, ha disminuído la corrupción, será más por un cambio de conciencia de parte de los ciudadanos que por las medidas políticas, administrativas o punitivas que haya podido implementar el gobierno. Porque ya se sabe que para haber un corrupto debe haber un corruptor, la dicotomía es inherente. Poco vale que se apliquen regulaciones de un lado del binomio si del otro la mentalidad y actitudes del ciudadano no son modificadas en la misma proporción.

Si el presidente Andrés Manuel López Obrador se siente satisfecho con las cifras que pintan de colores y sonrisas la mente feliz, feliz, feliz de los mexicanos, la realidad en cambio, el día a día arroja otros datos distintos de los que el mandatario tiene en la mano. Pero, al mal tiempo, buena cara.



Conforme han ido pasando los meses hemos podido atestiguar, sin dar paso aun a la decepción, que estamos ante más de lo mismo si bien a diferencia de tiempos anteriores hoy parecería estar marcada la dinámica de la transformación por una credulidad a veces de verdad preocupante que está definiendo, por ahora, la esperanza como sinónimo de ingenuidad y la ingenuidad parecería ir también ahora de la mano de la permisividad tanto como antes lo hizo la dejadez o el exceso de confianza.

¿Hacia dónde vamos?


Comediantes de pastelazo o Si Tin Tan viviera

Fotomontaje: Sin Embargo.mx

ERA DE LA OPINIÓN... de que ser presidente era un asunto serio. Pero, parece que en este sexenio, como cuando en el de Vicente Fox, tendremos que aprender a relajarnos para ser felices, felices, felices con las ocurrencias, los datos contradictorios y a pesar de la incertidumbre con que nos cargan régimen, administración, expertos, críticos, simpatizantes y detractores del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Recientemente ha circulado con singular alegría y haciendo historia la mención con que el presidente se refirió a su homólogo ex presidente Felipe Calderón Hinojosa como "Comandante Borolas", esto en referencia evidente a la talla y el origen de ambos personajes oriundos de Morelia, Michoacán. Antes AMLO no llamó a Felipe Calderón "El funerario Borolas", en razón de los muertitos fruto de su "negocio" pues, desde Calderón, guste o no, parecería que viviéramos entre Los Resbalosos.



Para que disfruten un ratito y se relajen, debajo de estas líneas les compartiré esa, una de tantas películas del cine de oro mexicano en que interviniera este singular, carismático y entrañable comediante Joaquín García "Borolas" por cierto fallecido en las circunstancias más ominosas, en la indigencia resultante de su adicción al juego.

Ya el ex presidente contestó afirmando "que no le queda el saco"; pero, falta ver si, en ese ir y venir de réplicas carperas, el ex presidente hará alusiones similares, comparando el régimen actual con cintas del cine mexicano como "Nos dicen los intocables", "Nos lleva la tristeza", "Pacto de sangre", "El corrido de 'El hijo desobediente' ", "El medio pelo", "Cacería de traficantes", o la tetralogía de "Chucho el Roto", de entre las más significativas películas protagonizadas por otro López tabasqueño, Manuel López Ochoa, también recordado por encarnar a Plutarco Elías Calles en la telenovela "Senda de Gloria" de la que comparto aquí estos estupendos extractos que mueven bien a la reflexión sobre cuánto no ha cambiado la política en nuestro país, donde un Secretario de Relaciones Exteriores como Marcelo Ebrard "salva" la situación ante las presiones del gobierno estadunidense de Donald Trump, yuxtaponiendo sus funciones a las de la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero en materia de inmigración, por ejemplo; o la consideración del probable papel del narcotraficante Ismael "Mayo" Zambada en la "pacificación" del país, amnistía o no de por medio, cual si Pancho Villa.





Es importante recordar que, entre el dicho de la Secretaria de Gobernación, en el sentido de que el gobierno federal estaría "dialogando" con grupos delincuenciales del crimen organizado dispuestos a "deponer las armas" y no pelear entre ellos; la mención distractora de asociar dicha declaración a una referencia indirecta a las autodefensas en Michoacán y Guerrero, y ahora esta pachotada de AMLO, en marzo de este año tuvimos el indicio de la aparición en municipios como Naucalpan de narcomantas presumiblemente atribuidas al "Mayo" Zambada.

A comienzos de marzo de 2019 aparecieron en distintos municipios del país narcomantas
con mensajes como el mostrado en esta imagen de una vista en Naucalpan, Estado de México.
Posteriormente a su aparición los homicidios entre delincuentes se dispararon.
Si Felipe Calderón erró al dar un palo alborotando al avispero, parece que un AMLO apicultor pretende aplacarlo con cortinas de humo. Si Julio Scherer García pudo entrevistar al "Mayo" Zambada para su revista Proceso, ¿por qué se nos hace tan difícil creer la posibilidad de que el subsecretario de Gobernación Ricardo Peralta Saucedo hubiera podido contactarlo igualmente, quizá incluso a través de los nexos en Naucalpan y en general el Estado de México, cuyo gobernador, durante su campaña para hacerse con el mando de la entidad, externó a algún miembro de su círculo cercano y según pudo saber Indicios Metropolitanos por cierta fuente que, de llegar y de ser necesario, promovería combatir el derramamiento de sangre con sangre, aludiendo a los excesos del crimen organizado.

Para los lectores y seguidores de Indicios Metropolitanos quedó claro que  el espaldarazo dado por el morenista AMLO al priyista Alfredo del Mazo Maza el 25 de junio pasado fue más allá de la sola referencia al superficial "mejoramiento urbano".

Cabe preguntarnos, también marginalmente, qué indicios podrían colocar en esta nueva circunstancia al "Mayo" Zambada como un moderno Lucio Cabañas Barrientos, toda proporción guardada.

¿Qué tan cierto es que la Guardia Nacional está rebasada por el crimen organizado? ¿Qué tan cierto que no es así, como asegura el presidente? La queja y preocupación de empresarios y sociedad en general al respecto contrasta con las declaraciones oficiales o de expertos o de oportunistas. De nuevo, parece, seguimos en medio de un espejismo donde la percepción gubernamental se opone a la percepción ciudadana. Y ese, el tema de la percepción, es uno que no han podido resolver tres gobiernos sucesivos, el de Calderón, el de Peña Nieto y este de ahora y de momento. ¿Conseguirá AMLO zafarse del fantasma de la percepción? Para ello, pienso, tendría que supeditar el populismo demagógico que lo caracteriza por uno más efectivo sustentado por hechos y no por comedias de pastelazos.