Anomalías de radar y OVNIS


Si algo atrae la atención de mucha gente, eso es lo desconocido. Aunque cause miedo, lo ignoto excita nuestra imaginación dando pie a que nos hagamos miles de ideas y explicaciones acerca de por qué ocurren ciertos hechos.

Hace algunos días diversos medios de comunicación, como el noticiario Tercer Milenio del periodista Jaime Maussan hicieron su "agosto" en septiembre difundiendo probables bulos acerca de una peculiar anomalía observada por radares dopler meteorológicos sobre México, Filipinas, Arabia Saudita, Indonesia, si bien en años anteriores ya había habido reportes semejantes en Holanda y el Centro de Europa.


Para no variar, la calidad reporteril de los informes ha dejado que desear. Cero investigación de fondo y todos motivados por el solo afán de presentar la nota de manera efectista, con base en evidencias, nunca pruebas, ocasionando desinformación.

En Indicios Metropolitanos procuro ir a fondo lo más posible y comencé por examinar las posibles causas, quizás asociadas a fenómenos naturales alternativos que pudieran haber sido reportados en las fechas de los sucesos.

Se pronosticó el golpe de una tormenta geomagnética para el 2 de septiembre de 2021 y a lo largo de la mitad de octubre se han continuado sintiendo sus efectos (sobre instrumentos de telecomunicaciones, redes eléctricas) como señaló una publicación en Axess Networks:

El pasado 13 de octubre, el Centro Meteorológico Fobos, ubicado en Rusia registró la presencia de una tormenta geomagnética en la tierra durante 2 días. Expertos en el tema afirmaron que la tormenta llegaría a magnitud 4 en una escala de 10 y sus secuelas obedecerían a la temperatura y la presión atmosférica. Por su parte, las personas que se afecta con los cambios meteorológicos podrían presentar dolores de cabeza, nerviosismo o ansiedad.

Uno de los más grandes efectos, lo podemos presenciar en el campo de las telecomunicaciones, concretamente en los sistemas de radionavegación, ya que las tormentas geomagnéticas, pueden llegar a alterar la trayectoria de las señales de radio, y generar errores en la información suministrada por los GPS. Los sistemas tecnológicos pueden presentar grandes fallas y las comunicaciones satelitales podrían verse afectadas por un periodo de tiempo.

Esto explica en parte los cortes de electricidad sufridos por varios países como China, aun cuando existen factores de tipo económico que también son considerables como el desabasto de carbón, entre otros.

Los registros históricos de los portales Windy, Ventusky no mostraron más evidencia, salvo en el segundo caso, como si el hecho "anómalo" no hubiera sido tal. A diferencia de lo expuesto por personalidades que se supone son muy atingentes y cuidadosas en la investigación de estos casos extraordinarios como el joven vloguero Nacho Rojo autor del canal de YouTube Verdad Oculta.



Una de las explicaciones para este fenómeno que puede presentarse de distintas formas es que se tratan de "Anillos HAARP". Un video de 2015 explica lo desconcertantes que pueden ser estas anomalías que pueden deberse a fallos técnicos de algún tipo del software de los radares dopler, pues en las imágenes satelitales de la misma fecha del hecho no fue registrada la anomalía al mismo tiempo.


De acuerdo con (WIKIPEDIA, 2021) estos anillos son el efecto atmosférico producido en la ionósfera por excitación con ondas de alta frecuencia:

El Programa de investigación de auroras activas de alta frecuencia (HAARP) se inició como un programa de investigación ionosférica financiado conjuntamente por la Fuerza Aérea de los EE. UU., La Marina de los EE. UU., La Universidad de Alaska Fairbanks y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA). Fue diseñado y construido por BAE Advanced Technologies. Su propósito original era analizar la ionosfera e investigar el potencial para desarrollar tecnología de mejora ionosférica para comunicaciones por radio y vigilancia. Como instalación de propiedad de la universidad, HAARP es un transmisor de alta frecuencia y alta potencia que se utiliza para el estudio de la ionosfera.

El instrumento más destacado de HAARP es el Instrumento de Investigación Ionosférica (IRI), una instalación transmisora ​​de radiofrecuencia de alta potencia que opera en la banda de alta frecuencia (HF). El IRI se utiliza para excitar temporalmente un área limitada de la ionosfera. Otros instrumentos, como un radar VHF y UHF, un magnetómetro fluxgate, un digisonde (un dispositivo de sondeo ionosférico) y un magnetómetro de inducción, se utilizan para estudiar los procesos físicos que ocurren en la región excitada.

El citado programa se ha prestado para numerosas teorías conspiratorias que no son motivo de este artículo más allá del hecho de que, los medios y colegas o incluso diletantes que han difundido las imágenes de estos fenómenos, en vez de ahondar en la investigación de causas lógicas, científicas, tecnológicas, se decantan en cambio y con singular alegría e irresponsabilidad a crear bulos asociando los hechos a, por ejemplo, probables mensajes de inteligencias alienígenas.


En la misma línea, otras explicaciones van encaminadas por la idea de la forma como la conductividad eléctrica asociada a las tormentas geomagnéticas producidas por el choque de las tormentas solares sobre el planeta excitan en exceso los pulsos dopler de los radares distorsionando las lecturas o que estas distorsiones pueden también deberse a los rebotes excesivos en objetos diversos y la orografía, algo que se observa con regular frecuencia en el centro de México ([FERREL, 2007];[NOVO Y RAGA, 2013]).

En el caso de la conductividad [eléctrica de aire y suelo], el rayo del radar se dobla tanto que golpea la tierra, provocando retornos con dBZ extremos (porque el suelo es mucho más grueso que la gota de lluvia promedio cuando el rayo choca con él). Los dBZ o "decibelios de Z" es la forma en que se miden los datos del radar (con suerte, la precipitación). Los colores que ves en los radares corresponden a niveles de dBZ, más alto `(rojo) significa más intenso. Cuando el rayo del radar golpea la Tierra, este fenómeno se denomina "propagación anómala de dBZ alto" y es un problema real porque, para el ojo inexperto, parece una tormenta eléctrica. [FERREL, 2007].

En algún foro sobre el tema se expusieron otras posibles explicaciones desde un patrón de prueba de funcionamiento de transmisión de datos hasta una falla o error de configuración del equipo.


Para los ojos inexpertos de muchos de nosotros, simples periodistas y gente no especializada en Meteorología, los efectos resultantes nutren nuestra imaginación y más cuando se presentan con formas y figuras que asociamos a otros fenómenos como los círculos de los cultivos, avistamientos de ovnis y un largo etcétera. En cambio, para los ojos expertos como los del meteorólogo y reportero de Jacksonville, Florida, Robert Speta, la explicación, como plantea la teoría de "la navaja de Ockham", es más sencilla: lo registrado fue solamente un test de mantenimiento corrido sobre el software del radar y nada semejante a un "Satanás mexicano", un test que él mismo ha tenido oportunidad de aplicar más de una vez.


Y el dato lo confirmó otro meteorólogo, Issac G. que además aportó la imagen satelital que permite observar que, en el centro del "vórtice" se halla el radar meteorológico de Villalpando, Guanajuato, por lo que es de suponerse que la "anomalía" solo fue el resultado del test registrado por los instrumentos y transmitido satelitalmente.


En su segundo video de seguimiento del caso, el 19 de octubre de 2021, el joven Nacho Rojo tuvo a bien especificar sobre las imágenes comparadas con lo registrado en Arabia Saudita que los círculos más claros próximos a la "anomalía" técnicamente serían las zonas de rango de alcance de los radares dopler. Pero, su error fue no verificar si, como en México, en el centro de la "anomalía" se halla alguna estación meteorológica específica y concluir de bote pronto e hipotéticamente que la "coincidencia" de que ocurran ambas "anomalías" de manera simultánea en dos puntos tan distantes del mundo conlleva un motivo más abstruso: "no es un error, está detectando algo". No solo eso, sino además se aventura a exponer una serie de falsedades como la siembra de yoduro de plata y a explotar otras teorías conspiracionistas sin sustento.

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Referencias

  • FERREL, Jess. "Anomalies: Radar Blomm, Ducting explained" publicado en AccuWeather.com, 24 de noviembre de 2007, consultado el 21 de octubre de 2021 desde https://www.accuweather.com/en/weather-blogs/weathermatrix/anomalies-radar-bloom-ducting-explained/99303
  • NOVO, S., & RAGA, G. B.. (2013). The properties of convective storms in central Mexico: A radar and lightning approach. Atmósfera, 26(4), 461-472. Recuperado en 21 de octubre de 2021, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-62362013000400002&lng=es&tlng=en.
  • WIKIPEDIA contributors. (2021, September 14). High-frequency Active Auroral Research Program. In Wikipedia, The Free Encyclopedia. Retrieved 10:33, October 21, 2021, from https://en.wikipedia.org/w/index.php?title=High-frequency_Active_Auroral_Research_Program&oldid=1044324612

Estética del horror (apuntes alrededor de lo sublime 2).


En fechas recientes una noticia ha escandalizado a muchos, la relativa a la violencia infantil asociada a un juego muy antiguo y tradicional, con consecuencias más desastrosas que las supuestas por el presidente López Obrador y otros sobre los "efectos nocivos" de videojuegos o las producciones audiovisuales de acción violenta. Lo que confirma que el problema no radica en los contenidos, sino en el uso e interpretación que la gente, adultos o infantes sin guía, hacen de ellos, se traten de información verídica, falsa o exageraciones. La noticia me da pie para continuar un texto previo acerca de la estética del horror.

El ahora malhadado juego conocido en algunos países y por algunas generaciones como "avioncito" o "pulpo" o "calamar" o "tejas" ha sufrido una degeneración perversa cuyas causas tendríamos que investigar a fondo y determinar desde cuándo viene ocurriendo. Dudo que los efectos psicosociales de la pandemia sean el único factor explicativo ni creo que los individuos sean tan "débiles mentalmente" como para dejarse influir so pretexto del ocio de manera tan nefanda por un producto cultural como lo es una serie de TV de misterio y horror que se transmite por Netflix con ese título: El Juego del Calamar.

En los tentáculos de la maldad

La serie, como lo indica su síntesis, plantea que "cientos de jugadores cortos de dinero aceptan una extraña invitación a competir en juegos infantiles" tras los que les esperan premios irresistibles, pero "con un riesgo mortal". La serie se instala en la ya muy larga lista de producciones novelísticas, cinematográficas y televisivas que han explorado esta temática, ya sea asociada a juegos clásicos como juegos de factura moderna, incluidos los videojuegos y los juegos en línea. No se diga que es un derrotero al que pertenecen thrillers que abordan tramas de misterio, terror, horror, cine negro, fantasía y ciencia ficción que incluyen alguna forma de diversión transformada en algo siniestro. Se tratan de producciones que abrevan influencia del pulp fiction, el cine gore y variantes de género más extremas. 

Desde una perspectiva semiótica y una visión macluhaniana, el juego, aun cuando hay antecedentes arqueológicos en ruinas romanas y griegas, se cree originado en el Renacimiento y con base en las lecciones de catequesis y moral cristiana agustiniana (en todas las denominaciones católica, ortodoxa y las posteriores del protestantismo) de la Divina Comedia de Dante Alighieri. Es similar en su finalidad pedagógica a juegos de mesa como "Serpientes y Escaleras", la lotería y "El juego de la Oca" —este se asocia con el camino de peregrinación a Santiago de Compostela y las estaciones y pruebas de San Ignacio de Loyola (no se descarta la posible influencia del juego de la pelota china, probablemente introducido por Marco Polo como tantas otras cosas).

Consta de una cruz de uno o dos brazos dibujada en el piso con tiza y dividida en nueve o diez cuadros (hay versiones de doce o trece o incluso con combinaciones de figuras geométricas dispuestas para figurar una columna, un portal, un pulpo o calamar o los rayos emitidos por un sol: triángulo, círculo y ocho rectángulos, por ejemplo), numerados del cero al nueve o del uno al diez. Las variantes figurativas son muchas así como las reglas. Los participantes arrojan una teja, piedra, moneda, guijarro, astilla de palo, bola de papel o libro (el objeto ha de ser relativamente plano, para evitar el rebote) y una vez arrojado, el jugador en turno debe recoger el objeto arrojadizo de su pertenencia andando la cruz a brincos con una pierna, con algunos descansos, siguiendo la secuencia numérica de ida y vuelta, y sin perder el equilibrio, por lo que se lo considera un buen método didáctico para el desarrollo de las habilidades de coordinación psicomotora.. Generalmente se juega con algún tipo de apuesta en dinero o especie y gana quien llega más lejos (el cielo, la gloria) en el lanzamiento y en el recorrido, considerándose "santo y bendito" o acreedor al sambenito, aunque este también tuvo connotaciones peyorativas a causa de los castigos inquisitoriales.


El sambenito era en su origen el saco o talega donde los curas guardaban los óbolos obtenidos de las limosnas de los feligreses penitentes. Derivó en la especie de jubón y gorro frigio estilizado en cono con que luego se vestía a los penitentes contritos expuestos en procesión como ejemplo. Ritual que luego se tomó como parte de las procesiones de Semana Santa donde los lacerantes andan flagelándose de distintas maneras y exhibiendo su devoción penitenciaria para acceder al perdón divino (y social) y por tanto a la gloria y el reconocimiento. 

Es, en cierto modo, una variante de la rayuela como también se lo llama, aunque la rayuela básica solo consiste en "pintar una raya" que significa la norma con la cual se reta a los jugadores a hacer lanzamientos y quien quede más próximo a la raya y sin pasarse o transgredirla gana. A veces la raya se pinta cercana a una pared para permitir el rebote del guijarro como un recurso más o menos tramposo aunque convenido para frenar el trayecto del proyectil. Si se juega con monedas (importando o no la denominación), el ganador se queda con todas las monedas ajenas. Si con "cuentas", con todas ellas a modo de "vales" para intercambio inmediato o posterior, según convengan los participantes.


Hay una variante del juego en que hay tantos jugadores como cuadros en la cruz, los jugadores se numeran y deben, al arrojar su cuenta, atinar al número que les corresponde en la cruz; si el objeto cae en la cruz, pero no en el número respectivo, el procedimiento de recoger es el mismo. Si cae afuera de la cruz (en todas las variantes), el jugador queda eliminado de forma automática.

En suma, es un juego que aporta instrucción en valores, competitividad, capacitación psicomotriz, capacitación en reconocimiento de signos, números y cuentas seriales y de sucesión, y coherencia narrativa basada en objetivos y metas. Es una práctica puericultora, una forma pedagógica y un rito de iniciación.

Entre la ficción y la realidad

La versión que escandaliza hoy, resultante de una propuesta televisiva coreana que se difunde en Netflix estriba en la violencia generada contra los perdedores, los que son, peor que despojados de sus pertenencias, golpeados, vejados hasta morir; y los ganadores tampoco la llevan muy bien que digamos.

Algo similar a lo que ocurre al interior de algunas pandillas juveniles como acto de iniciación. El ejemplo más sonado es el de los Mara Salvatrucha, extendidos entre Nicaragua y Chiapas, aunque ya hay influencias suyas en estados del centro de México; y, dentro EE.UU., en California y algunas ciudades fronterizas. Estos ritos de iniciación violentos no son algo nuevo, sin que decir esto los justifique. Ya desde antiguo y todavía, en algunas culturas se estilaba iniciar a los guerreros en ciernes (púberes y adolescentes) a pasar por determinadas pruebas físicas y psicológicas que implicaban la tolerancia al castigo físico y el dolor ante el sacrificio y el autosacrificio. En cierto modo, es el principio arqueológico de la meritocracia.

Estos ritos de iniciación o paso, como se los conoce en Antropología social, aunque impresionantes, junto con todos los demás juegos son elementos culturales de mucha importancia pedagógica como parte del desarrollo individual y grupal de las sociedades t sus miembros. La modernidad con su carga moral ha incidido en tamizar de distintas maneras, usando la ley o la psicología o la institucionalidad, la brutalidad de algunas de esas prácticas, algunas veces considerando que atentan a los derechos individuales (el caso de las niñas sujetas a ablación en algunas culturas asociadas a extremismos islámicos), aunque por otro lado ha permitido y dado continuidad a otras bajo sensatas justificaciones higiénicas (caso de la circuncisión, por ejemplo).

Esta clase de ritos conllevan múltiples dimensiones interpretativas que pasan por la básica didáctica preparatoria del infante para las exigencias y expectativas de la vida adulta y la sobrevivencia, hasta la promoción vocacional que permite acotar los roles. Se inicia de manera distinta al que va a ascender a chamán que a quien va a ascender a ser madre o guerrero. En el ámbito moderno el paso de la educación secundaria a la profesional no está exenta de estos rituales, entre bromas y protocolos institucionales. Como tampoco lo está el ingreso a una organización donde se obtiene un empleo (lo llamamos capacitación) criminal o legal.


Los ritos de paso implican, por muy escalofriantes que puedan resultar algunos, una pedagogía que asegura al conjunto social que quienes, en su proceso de maduración y adhesión se suman al mismo como entes productivos, confiables han de cumplir a cabalidad con las normas convenidas, de lo contrario serán estigmatizados, discriminados y hasta segregados de la comunidad.

La cultura maltesa de la antigüedad se adelantaba al proceso arrojando al mar a los bebés que presentaban algún defecto congénito si era detectable desde el nacimiento. Ello derivó en la llamada eugenesia. Y no se crea que detrás está un vulgar y siniestro apetito por la perfección, sino más bien uno terrible y necesario para asegurar la adaptación del conjunto por sobre el individuo. Hoy, nos resulta tan valioso el tullido como el entero, ya para bien o mal, aunque al primero lo sigamos viendo con reservas "misericordiosas". El respeto a la vida, entonces, se vuelve un pretexto moralista más que un imperativo ético y establece una estética de doble moral: la estética del horror.

La ficción siniestra, desde siempre y más en la actualidad, ha cumplido en este sentido una función catártica que, teóricamente, contiene los bajos impulsos, el salvajismo inherente al ser humano en tanto bestia y sacia su sed de sangre, de venganza, canaliza la maldad subyacente sin necesidad de llevarla a efecto de manera directa al interior de la comunidad. Por supuesto, la clave está en la palabra "teóricamente". Porque los creadores de tales ficciones o de los rituales de este tipo primero que nada expresan sus emociones y en segundo lugar presentan una plataforma imaginaria en la cual los espectadores pueden proyectar las propias, sean de desaprobación y asco o de excitado solaz y esparcimiento.

La perversión como recuerdo de la finitud

La palabra "perverso" en sí no tiene nada de malo. Etimológicamente solo describe lo que atraviesa la vuelta, lo que va transversal a la curvatura de algo, lo que cruza el giro de algo y las consecuencias de ello. Imaginemos la manzana sobre la cabeza del hijo de Guillermo Tell que es atravesada por una flecha. El hecho de la decisión del flechador de usar a su hijo como base del blanco nos parece "perverso" en tanto torcido, malvado. Pero, esa es una sinécdoque nada más, para extender las consecuencias probables de un acto tan espectacular en lo horroroso como la disposición de Abraham para sacrificar a su hijo Isaac como demostración de su fe en la sublimidad divina, ambos sí perversos en el sentido etimológico como es partir una manzana con una flecha o frenar el giro trágico por instrucción divina. Lo perverso entonces no vale, para nuestra conciencia, como un acto de destreza o de fe, sino como una posibilidad divertida (etimológicamente) de la torpeza, el giro que corta la trama original en el probable desenlace trágico: la flecha atravesando no la manzana sino la cabeza del infante, la mano del padre acuchillando el corazón de su prole y, en ambos ejemplos, la evidencia de su mortalidad y de su fidelidad y confianza. Así, lo perverso se convierte en una metáfora más de tantas del memento mori. Dicho lo anterior, en el parecer de Epicuro, el filósofo griego, o dios no puede evitar la maldad que le es inherente como parte de su dicotomía esencial, por lo que no sería omnipotente; o bien no quiere evitarla, por lo que es perverso en su omisión tangencial.

En las razones por las cuales la serie que da pie a este ensayo conmociona subyace también, y no se puede negar, una intención publicitaria para provocar el consumo de los contenidos y por ende los patrocinios relacionados que la facultan para tener presencia entre nuestras opciones mediáticas. Nada es más atractivo que lo enajenado y lo prohibido, el tabú; y nada vende mejor, por lo que los algoritmos de búsqueda de contenidos como los de YouTube orillan, a querer o no, a que los creadores de contenidos tengan que recurrir a frases, palabras clave, imágenes que liguen sus títulos y producciones con las tendencias más "comerciales" con tal de mantener el rating, conservar su lugar en el ranking de búsqueda y no ser empujados al fondo del historial y por lo tanto al olvido.

Es el caso del video que incluyo enseguida que, aun siendo muy interesante en el análisis médico, no deja de ser una de esas tantas cesiones a lo modal en aras de la popularidad. El canal y sus creadores y administradores no pierden vigencia, pero se ven en riesgo de afectar su credibilidad en tanto profesionales de la medicina y divulgadores.


Por otro lado, dicho video nos presenta una forma distinta de abordar la sublimidad del horror. La medicina en general y la forense en especial, tienen como característica perversa el extrovertir lo que tiene apariencia oscura, horrorosa, penosa como son el dolor, la muerte, la sangre, el cuerpo humano descarnado, los humores fétidos para convertirlos en datos de la sublimidad de la existencia: somos más que meros órganos y fluidos y para entender la vida es necesario comprender la muerte. La pasión científica es una forma más de expresar la estética del horror. Y eso lo supieron retratar creadores como Leonardo DaVinci, Goya, Edgar Alan Poe, Arthur Conan Doyle o más modernamente series como Bones.

Las afirmaciones que rescato de una de tantas referencias que podemos encontrar en la Internet acerca de este tema me parecen particularmente interesantes. Como mencioné líneas arriba los ritos de este tipo, algunos ya aligerados, otros llevados al exceso continúan en la era moderna, si bien hoy la barrera es mucho más difusa y las generaciones jóvenes, por distintos factores permanecen en la casa familiar en edades muy adultas o trabajan por poco dinero, por lo que, aun habiendo pasado el ritual, parecería que lo hubieran ¿fallado? y ello los hace sentirse fuera de lugar y tomar decisiones que a veces derivan en situaciones que se antojan horrendas para su desarrollo individual.

Los derechos y obligaciones que adquirimos en la vida son confusos, y jóvenes que son legalmente maduros imitan rituales de tribus ajenas, tatuándose la piel o mutilándose los cartílagos para introducir piercings. Las drogas también juegan su parte, y uno se siente maduro al tomarlas, como quizá lo hicieran sus antepasados. Los tambores de la música tribal siguen presentes, aunque de forma electrónica. Todas las modas de las tribus urbanas no son novedosas, al contrario: son un retorno a épocas primitivas, aunque la mayor parte de las veces los que las practican no sean conscientes de ello.

Está claro que una sociedad sin ritos de paso necesita otras alternativas para que los jóvenes se conviertan en maduros psicológicamente hablando, porque la madurez sexual llega sola y cada vez antes. Pero si no se puede lograr a través de la independencia económica o familiar, quizá lleguemos a los 30 años y todavía hagamos actividades consideradas infantiles, las que nuestros padres nunca ven con buenos ojos porque ellos las descartaron al pasar por sus ritos. Quizá nunca dejemos de ser niños, quizá nunca seremos únicamente adultos. Y entonces, ¿Qué seremos?

En una época cuando la pandemia por dos años nos ha mantenido encerrados, esa pregunta cobra singular importancia, lo mismo para la juventud como para la vejez. Los ritos de paso han quedado sujetos a la intimidad del hogar donde el círculo social se ve constreñido a la familia inmediata, mientras el resto de la sociedad se halla aislada, distante, dependiente de las tecnologías de comunicación para simular extensivamente el contacto indirecto, cronometrado y sin más consecuencias emocionales, intelectuales que las generadas por la palabra y la imagen. Las series dramáticas, los informativos, los videos educativos, las opiniones grabadas, las gracejadas entretenidas, los memes, están conformando el conjunto informativo y formativo, incluso amorfo y deformante de la sociedad actual, y los ritos de paso no son la excepción, estando, como están, ajustados al imaginario colectivo o, peor, a las propuestas estereotípicas transmitidas por los medios abiertos, cerrados o digitales. Esto confunde en vez de orientar a las nuevas generaciones. O quizás las viejas generaciones somos las que no estamos sabiendo adaptarnos a las exigencias de la circunstancia para hacer las reformas correspondientes.


Se sostiene Bitcoin por arriba de la frontera pronosticada para el cuarto trimestre de 2021


Tal como algunos pronosticamos (me incluyo, sin ser especialista), el Bitcoin alcanzó y rebasó notablemente la frontera de los sesenta mil dólares, una meta que otros consideraban imposible. El año aún no termina y podría continuar su ascenso de manera sorprendente quizás hasta alrededor de los cien mil dólares, aunque algunas previsiones más conservadoras pronostican un crecimiento de ritmo más moderado empero sostenido.

Quizás recordarán los comentarios y publicaciones compartidas especialmente dentro del espacio del grupo público de estos Indicios Metropolitanos en Facebook, quienes estén formando parte del mismo, y aquí acerca del nuevo orden mundial y la portada de la revista The Economist en su número de diciembre de 2020, característica como cada fin de año, por su diseño polémico que sintetiza gráficamente un juego de hipótesis sobre sucesos probables a ocurrir durante el año siguiente. Las interpretaciones de toda índole, entre las sesudas y las conspiranóicas no se hacen esperar.

En esa portada y los comentarios compartidos en Facebook señalé que quienes interpretaban la gráfica de una línea en ascenso como la señal de que habría un mejoramiento de la economía se equivocaban, que más bien apuntaba a indicar el aumento de las deudas, el ascenso de las criptomonedas y el pavimentado del camino hacia la digitalización del dinero, vaya, la colocación de la piedra miliar del dinero y la banca virtuales. Y eso es lo que ha sucedido.

De acuerdo con la síntesis del portal Cryptocompare, en el último mes, el precio se ha movido $ 13.29 k (28.11%) con un volumen total de más de Ƀ 1.02 M / $ 50.02 B. El precio más alto, 62,89 mil dólares, fue el viernes 15 de octubre de 2021 a las 13:00 (hace 2 días). El precio más bajo, $ 39.77 mil, fue el martes 21 de septiembre de 2021 a las 13:00 (hace 26 días).

En el último año, el precio se ha movido $ 49.22 k (434.58%) con un volumen total de más de Ƀ 18.86 M / $ 733.01 B. El precio más alto, 64,86 mil dólares, fue el martes 13 de abril de 2021 a las 19:00 (hace 6 meses). El precio más bajo, $ 11.27 mil, fue el viernes 16 de octubre de 2020 a las 19:00 (hace 1 año).

Es en este mes de octubre cuando la revista The Economist, como otras de su tipo y forma de circulación, comienza a efectuar el esquema de planeación de su número de cierre de año. Igual que pasó con números anteriores, sus pronósticos parece que dieron en el blanco: ganó las elecciones de EE.UU. Joe Biden, lo económico ya lo comentamos y solo habría que agregar que, en efecto, el "reseteo mundial del capitalismo" está a todo lo que da ahogando al mundo en una recesión que, aunada a las consecuencias relacionadas con la pandemia y las decisiones políticas a diestra y siniestra, no auguran una llegara a puerto muy tersa, más si consideramos las crisis derivadas, como la de contenedores para el comercio o los estires y aflojes por dominar la explotación del litio, las energías alternativas, las reservas de carbón y petróleo.

Las tensiones por el control hegemónico entre China y EE.UU. están a la vista, el orden mundial se encamina hacia uno multipolar dominado por China, EE.UU, Rusia y en menor medida por Europa como conjunto donde se disputan el liderazgo Francia y Alemania, por otro lado Reino Unido parece estarse desgajando, y en América Latina la división entre demagogos y demócratas tiene a la región metida en el marasmo de un populismo ramplón donde solo el que tenga más saliva tragará más pinole. La carrera de las vacunas se desenvolvió como se esperaba, como una lucha veladamente encarnizada entre los laboratorios de la mano de los gobiernos.

Los incendios en todo el mundo resultaron preocupantes, tanto por las causas asociadas al cambio climático como por la negligencia humana, asimismo las inundaciones, fenómenos que agravaron la situación económica y sanitaria mundial, dejando al descubierto, junto con el coronavirus, todos los vicios de nuestros sistemas de salud, aquí y allá.

¿Qué vendrá para el 2022? Habrá que esperar la portada de The Economist. Sin embargo, me atrevo a adelantar, por simple observación futurista, que no profética, que la portada podría incluir algún símbolo respecto de los avances tecnológicos en torno a la Inteligencia Artificial, las telecomunicaciones (donde China ya apuesta a la 6G cuando todavía no acaba de darse el salto a la 5G), los metamundos virtuales, los hallazgos de la ciencia, en especial de la astrofísica y quizás las tendencias transhumanistas de las que en 2020 el propio Papa Francisco hizo polémicas aseveraciones con miras al futuro cercano.

No está claro cómo lidiaremos 2022 en lo educativo, dado el rezago de dos años de pandemia y las estimaciones de recuperación económica apuntan a que podría llevarnos hasta cuatro años.

Para México, y tomen nota, supongo que en caso de votar una mayoría de paisanos por la afirmativa de la revocación de mandato, aun no siendo vinculante el porcentaje y una exigua participación ciudadana, AMLO el provocador podría optar por de nuevo saltarse las trancas y, a contrapelo de la ley y la no retroactividad, decir "¡me voy, los mexicanos así lo quieren!", todo para provocar un cisma en el sistema político mexicano y asegurar para la izquierda el 2024. Esa carta divertida y pervertida sería una jugada magistral para ahondar la división entre los mexicanos. ¿Puede ser? ¿Ustedes qué opinan?