Entre cuates y catafixias


MUCHOS DE NOSOTROS, tres generaciones, crecimos teniendo entre nuestros entretenedores favoritos a "Chabelo". Y mediante él no solo nos divertimos, reímos, sino también aprendimos y asimilamos vocablos que el actor, más que popularizar, diseminó con las ventajas del alcance y penetración de los medios electrónicos de su tiempo, la radio y la televisión, pero no solo.

La palabra cuate, con la que se refería amable y amistosamente a todos quienes conformaban su círculo y su público, no es nueva y en realidad es en sí misma popular, es decir del uso común entre el pueblo con un significado que conlleva el sentimiento de hermandad y filiación entre pares, como un término más desparpajado y equitativo que aquel otro de valedor y que en el barrio sirve igualmente para la definición de estatus relacionales. Ya en la época del Cine de Oro de México la palabra "cuate" designaba, fuera en el ámbito rural o el urbano, la idea de algo más que mera amistad haciendo de los individuos asumidos como tales cómplices en sus afectos.

Los cuates no son hermanos gemelos, pero son mellizos nacidos en un mismo parto, sin ser idénticos por provenir de óvulos separados. Metafóricamente puede decirse que son hijos de la misma circunstancia sociocultural o socioeconómica.

El Registro Mexicano de Gemelos describe [sic transit por lo relativo a la estúpida e ignorante forma de redacción con pretensiones inclusivas de sexo en la deformación de las palabras terminadas con "e", mientras en otras mantiene el texto el masculino neutro (TwinsMX, 2022)]:

Pero hubo otra palabra más determinante de la influencia de "Chabelo" en el uso del lenguaje y que con el tiempo y la costumbre lo colocó en este sentido a la altura de Mario Moreno "Cantinflas", Roberto Gómez Bolaños "Chespirito" como aportadores de neologismos. Me refiero a la palabra catafixia.

Tras la muerte del celebérrimo y popular actor, productor y conductor mexicano Xavier López "Chabelo", diversos colegas periodistas afirmaron que el concepto "catafixia" está incluido por la Real Academia de la Lengua o por la Academia Mexicana de la Lengua en el diccionario de mexicanismos. ¿Qué hay de verdad en ello?

Aclarando falacias

Con base en las fuentes consultadas es claro que los colegas periodistas han descuidado el rigor de investigación y no tuvieron cuidado con las referencias empleadas, pasando por alto sus contextos.

El tuit empleado por algunos para afirmar que la Academia Mexicana de la Lengua "recogió" el término "catafixia" fue tan reciente como del 25 de marzo de este 2023, misma fecha de la muerte del personaje que nos ocupa.


En efecto, como leemos en el tuit, la AML refiere la autoría del mismo a "Chabelo". Sin embargo, de hecho y a la letra no afirma, contrariando a los que dedujeron otra cosa, que el término esté incluido en el Diccionario de Mexicanismos, pero en el historial de destacados de la red social se ve enseguida un tuit que sí lo refiere. Solamente que es en una de las más de mil setecientas respuestas hechas en el año dos mil veinte dentro de una discusión entre aficionados al futbol simpatizantes del Cruz Azul, y dentro de la cuenta del periodista Alejandro Villalvazo. El tema salió como reacción propositiva a crear el neologismo "cruzazuleada" para referirse al conjunto de los aficionados a ese equipo y justificando la propuesta en la suposición o hecho no verificado de que la palabra usada como modelo "catafixia" ya estaba incluida, sin especificar a partir de cuál edición del diccionario podía ser hallado el término.

En el año dos mil veintiuno, un usuario de Twitter preguntó a la Real Academia de la Lengua sobre el significado de "catafixia" y esta respondió en un hilo de dos partes:

En la segunda parte aclaraba:

Esa supuesta definición y la aseveración de la limitada trascendencia dista notablemente de la dada vagamente por el propio Xavier López, conocido internacionalmente en Latinoamérica, entrevistado por Jorge "Burro" van Rankin y Esteban Arce en una emisión del programa El Calabozo (1995), René Franco en dos mil trece aproximadamente (Unicable, 2023), y en las que el actor sugirió que catafixia se referiría a un método para evidenciar la avaricia de las personas [(pacatelas1995, 2012), edición literaria mía]:

La catafixia es un mecanismo para manejar las cosas de los seres humanos. Normalmente, cuando tú ya tienes ganado algo, ¿qué necesidad tienes de exponerte a perder lo que ya tenías? […] De las cosas más divertidas que veo en el programa es cuando un cuate, un niño, por ejemplo, se gana una bicicleta. Yo creo que para cualquier niño el mejor regalo de la vida es una bicicleta. Y entonces, cuando le pregunto si quiere entrar en la catafixia, el niño ve a la mamá confundido y ella dice emocionada que sí.



En las distintas entrevistas donde "Chabelo" habló sobre el asunto, solo en dos se autodenominó como inventor del vocablo, fue la realizada por Adela Micha en el año dos mil diecinueve y con René Franco. En todas las demás como  la plática sostenida entre el publicista Carlos Alazraki y "Chabelo" (2013), o las hechas por Adal Ramones (1998, 2010) y otros a Manuel "Loco" Valdez (2010) solo sabemos que la palabra "catafixia" procedería derivada como parte del juego de palabras que hace al hipotético idioma marciano "mautro" con que gustaba embromar con varios amigos como los hermanos Valdez, "idioma" creado a partir de la provocación de Germán Valdez "Tin Tán" en 1955. Es en la charla con Alazraki la primera y única vez que se registra luna velada sugerencia sobre una probable inclusión de "catafixia" en el diccionario.

De ahí sale la palabra catafixia. Catafixia es parte del "mautro" que aprendimos a hablar. Te voy a explicar. Cuando se hizo famoso un chachachá que se llamaba "Los marcianos llegaron ya" [1955]. Don Germán, de sus cosas que él tenía, que era muy ingenioso dijo «tenemos que aprender a hablar mautro porque ya vienen los marcianos». Entonces empezamos a decir una serie de estupideces; que tengo la certeza de que así surgieron los idiomas entre el ser humano. Diciendo, haciendo sonidos. Entonces nosotros decíamos: Afindiflurin bistrit cuatro fecterias, y son piriminientes; y van a ser atiflú, dimblí, oprapuit et satoris. Entonces llegó un momento que nos entendíamos, Carlos, y hablábamos en "mautro". Cuando yo empecé este programa [En Familia] hace cuarenta años, yo quería un concurso que rematara el programa y en lugar de ponerle cambalache, y de ponerle el nombre que debía haberle puesto porque yo juego con el defecto de los seres humanos de eso que se llama avaricia, ya tienes y quieres más (¿qué me recuerda esto? ¿políticos?, no) […] Entonces la palabra catafixia me surgió de eso que hablábamos.

—Pero ya la popularizaste— afirma le entrevistador Alazraki.

—Ya la van a aceptar, creo.

—Ya tiene una significación. [(adn40Mx, 2023)].

Idioma o simple juego

Siguiendo las descripciones de "Chabelo" y el "Loco" Valdez, el "mautro" podemos entenderlo como un idioma hablado cuya base lingüística la hacen las figuras retóricas del calambur, la aliteración y la paranomasia. Juegos de palabras que a veces obedecen a normas gramaticales específicas y propias de trabalenguas como en la frase: cafadafa quefe tefe veofo mefe guifiñafas elfe ofojofo. Juegos de palabras que, sin una regla y resultado de la improvisación caracterizan la expresión de los imaginarios personajes extraterrestres, unos tan diminutos y microscópicos como los marcianos Colofox, su novia Panfleta y sus Chinchulines amaestrados Plipurz y Pipipirio, o tan enormes como el gigantón venusino Macufendo avecindado en Cuba, y de ahí su acento, que acompañaba y aconsejaban a Manuel "Loco" Valdéz.

Este idioma fue una jerga inventada y utilizada en la década de 1950 por un grupo de amigos del medio del espectáculo mexicano: los hermanos Valdez (Germán "Tin Tán", Ramón, Manuel, Antonio "Ratón"), Xavier López, Sergio Corona, Ramiro Gamboa "Tío Gamboín", Arturo Manrique Elizondo "El Panzón Panseco", Roberto Ramírez Garza "Beto el Boticario", Manolo Muñoz, Don Facundo, Alejandro Suárez, Héctor Lechuga, Chucho Salinas, Fanny Kaufman "Vitola", Salvador "Chava" Flores Rivera, Joaquín García Vargas "Borolas", Alfonso Zayas, José René Ruiz Martínez "Tun Tún", Benito Castro, Mauricio Garcés, Luis Manuel Pelayo, Guillermo Rivas, entre los más conocidos).

La invención se debe realmente a los hermanos Valdez que, según contó Manuel "El Loco" en alguna entrevista que recuerdo, pero de la que no hallé registro, ya en su infancia solían conversar con juegos de palabras para ocultar sus travesuras a sus padres. Pero el "mautro" como tal y según se dijo líneas arriba habría surgido en mil novecientos cincuenta y cinco, a raíz de la iniciativa de "Tin Tán" tras escuchar el chachachá famoso de "Los marcianos llegaron ya".

Hablamos entonces también de una época marcada por los productos culturales, en especial de origen estadounidense, relacionados con el terror, la ficción científica y la ciencia ficción. Cuando películas, cómics, noticias sensacionalistas sobre ovnis como los misteriosos hallazgos en Roswell (1947), y los primeros programas de televisión abrevaban del miedo y la curiosidad que despertaban en el público fantasías en torno a la posibilidad de la existencia de vida alienígena, por lo general monstruosa, ya fuera extraterrestre e invasora, o producto provocado como consecuencia de los efectos y experimentos de la Era Atómica, las atrocidades heredadas del final de la Segunda Guerra Mundial y el bombardeo sobre Hiroshima y Nagasaki.

Entre broma y en serio, igual que a finales de la década de mil novecientos ochenta, el empuje de las triunfantes economías de los llamados Tigres de Asia motivó la necesidad e interés por el estudio del mandarín como probable nueva lengua franca equivalente al inglés, quizá a Tin Tán imaginó la peregrina idea de que pudiera ser necesario e importante aprender la lengua de los invasores, como en las guerras previas ocurrió con el francés, el alemán, el inglés, o en la antigüedad con el griego o el latín.

Aunque pueda notarse alguna similitud, el "mautro" nada tiene que ver con el remedo de las lenguas joisanas con que pretende engañar incautos la seudo contactada y medium, Mafe Walker, probable actriz de supuesta nacionalidad colombiana quien afirma con seriedad hablar una rara e indefinida lengua extraterrestre.

"Chabelo" en cambio y como diversión afirmó a la periodista Cristina Pacheco saber además hablar grillo, el idioma de grillos, chapulines y saltamontes.

Por supuesto que todo esto no tiene más fundamento que la ocurrencia y la habilidad de improvisación y no puede compararse con el planteamiento y desarrollo más sesudo y consciente de idiomas como los inventados por autores de sólidas construcciones literarias como las sagas y universos de El Señor de los Anillos, Harry Potter, Star Wars o Star Treck, y ni hablar de sus seguidores los que han hecho todo un complejo sistema lingüístico dando realidad palpable y no solo imaginaria a idiomas como el klingon, vulcano, élfico, y otros.

De tin marín…

Pero, volviendo a la palabra "catafixia", consultas posteriores han hecho que quien suscribe estas líneas de ahora ponga en duda las afirmaciones expuestas, pues si bien es cierto que la explicación de dos mil veintiuno concuerda con el dato de que ni en aquel año ni en este dos mil veintitrés el diccionario general (DRAE) de la Real Academia recoge el vocablo, no se comprueba lo mismo para la segunda afirmación pues tampoco lo registran el Diccionario de Americanismos ni el de Mexicanismos, este último de Guido Gómez de Silva y como consta en la consulta en línea que cualquiera puede efectuar dentro de la página de la misma Academia Mexicana de la Lengua, o a la edición ebook-impresa del año dos mil uno.

Hago notar que, dados los dichos de quienes dan por hecho el asiento en el referido diccionario de mexicanismos y en el supuesto de que tal asiento se hubiera efectuado entre los años dos mil trece y dos mil veintiuno, siguiendo la secuencia de las declaraciones, sería de presumirse que la edición en línea estaría actualizada. Pero la realidad es que la búsqueda más elemental, sea por vocablo o por la definición expuesta no arroja la información esperada. Ni siquiera la edición 2022 del DRAE incluye, al menos entre los términos recogidos en sus síntesis por los medios, el relativo a "catafixia". Y menciono esto último porque es común que cada vez cuando hay adiciones y modificaciones a los diccionarios generales o especiales, las academias emiten un boletín que recogen las secciones culturales de los medios de comunicación para informar del cambio. Buscando noticias entre dos mil trece y dos mil veintiuno, para atenerme a las fechas de los dichos referidos, no se halla una sola noticia al respecto de haberse incluido la palabra.

Entonces, y a reserva de la respuesta que vaya a dar la AML a consulta expresa que hice a través de su portal sobre el tópico surgen varias dudas y una primera conclusión: la AML miente, quizá cediendo a la presión mediática, o no tuvo cuidado de actualizar sus asientos en línea como probablemente sí pudo hacerlo en la edición impresa, de la que yo solo he tenido acceso a la versión PDF del diccionario de Guido Gómez de Silva en su edición de dos mil uno. Una segunda conclusión sería que el Diccionario de Mexicanismos de este autor es totalmente distinto al referido sin especificar por los informadores que lo atribuyen a la AML, pero entonces ¿por qué está montado en la plataforma de esta academia?

Si, como afirman todos los que han publicado al respecto hoy, el término está incluido, pues tendría entonces que aparecer en una consulta simple dentro de la página web de la AML y sin embargo esto no es así como es fácil constatar en las siguientes imágenes.



Leyendo en orden las palabras registradas por el Diccionario de Mexicanismos montado
en la página de la Academia Mexicana de la Lengua, se observa
que no existe el asiento para la palabra "catafixia" o semejantes
(fecha de consulta: 26 de marzo de 2023).



Incluso en alguna de las entrevistas Chabelo deslizó vagamente que Jorge Alberto Aguilera, locutor y colaborador desde mil novecientos noventa y por varias décadas de En Familia, sugirió el uso de la palabra para nombrar el concurso de cierre, pero en las entrevistas hechas a Aguilera él no hace mención al dato [(Armando Rodríguez Guadarrama, 2023)].

Por lo tanto, siendo el "mautro" una invención colectiva de un grupo de amigos, la palabra específica no tendría autor concreto (MILENIO da por sentado que es una invención al alimón entre "Chabelo" y "Tin Tán"), el que en todo caso se supone a partir del uso y difusión extendidos que consiguió el propio "Chabelo" al igual que con la añeja palabra "cuate" ya usada desde la época de oro del cine mexicano.

Es un caso semejante al concepto "comunicología" atribuido a Eulalio Ferrer, por él mismo, cuando en realidad los que lo propusieron originalmente hacia el año 1962 fueron "El Bachiller" Álvaro Gálvez y Fuentes, y Arrigo Coen Anitúa a partir de las consideraciones hechas en una conferencia por un importante publirrelacionista chileno de aquella época, posiblemente Jorge Saruba, dato que supe por mi padre y me confirmó Miguel Hisi Pedroza, organizadores del II Congreso Latinoamericano de la Publicidad en aquellos ayeres. Ese es tema que tengo pendiente de escribir en otra parte, en un ensayo inconcluso "Sobre la enfermedad mental".

Aún más, y con esto termino, no deja de ser interesante que, independientemente de haber una "definición oficial denotativa" del concepto, las connotaciones en el tiempo no se hicieron esperar bajo la interpretación de los, digamos, no hablantes del "mautro" pero que asimilaron la palabra "catafixia" para, traduciéndola, aplicarla a otros ámbitos más o menos con la misma idea, como puede observarse en el ejemplo relacionado con la política mexicana, y arrastrando una etimología híbrida grecolatina (desde la palabra "cata" o el prefijo cata- adicionada a la palabra "fija", del latín fixus), significando literalmente "clavado hacia abajo", lo que supondría una imagen metafórica de las consecuencias de la codicia y la fortuna electorales, se trate de elecciones y decisiones económicas o políticas.

Es posible que yo esté muy equivocado en mis consideraciones y en efecto la palabra esté incluida en el mentado Diccionario de Mexicanismos, pero ¿dónde, porque yo no lo he visto? Y hasta ahora nadie me ha puesto la prueba en la mano. O tal vez este mismo artículo ya va abonando el terreno para el cultivo sistemático de un potente neologismo.

Ahora tú, amable lector, tienes en tus manos la información pertinente que tal vez demuestra una falacia. Es lo que has ganado. Delante tienes otras opciones por las que apostar a ciegas. ¿Catafixias lo conocido por lo supuesto?








Referencias

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  • adn40Mx. (2023). Platicando con Xavier López, el hombre detrás de “Chabelo” [YouTube Video]. In YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=zSOq2hvM1cc
  • pacatelas1995. (2012). CHABELO EN EL CALABOZO 1995 [YouTube Video]. In YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=Xj8i8xHie64&t=708s‌
  • Mito, del. (2014). La Historia detrás del Mito - Chabelo (Parte 1) [YouTube Video]. In YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=kpkjJd6Q1rw
  • Mito, del. (2014). La Historia detrás del Mito - Chabelo (Parte 2) [YouTube Video]. In YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=Q8moPejjWHM
  • Nación321. (2018, June 28). Mapaches, carrusel... El diccionario de delitos electorales. Nación321; Nación321. https://www.nacion321.com/elecciones/el-diccionario-de-la-corrupcion-para-tiempos-electorales
  • TwinsMX. (2022, May 14). ¿Somos gemeles, cuates o mellizes? - TwinsMXofficial. TwinsMXofficial. https://twinsmxofficial.unam.mx/somos-gemeles-cuates-o-mellizes/#:~:text=La%20manera%20coloquial%20de%20referirse,el%2050%25%20de%20su%20genoma.
  • Unicable. (2023). ¡Xavier López “Chabelo” reveló cómo surgió la palabra “catafixia”! | Es de Noche y ya llegué [YouTube Video]. In YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=v6MFhSDDu1c
  • Armando Rodríguez Guadarrama. (2023, March 25). Así fue el día que el Señor Aguilera conoció a Xavier López “Chabelo.” Infobae; infobae. https://www.infobae.com/america/entretenimiento/2023/03/25/asi-fue-el-dia-que-el-senor-aguilera-conocio-a-xavier-lopez-chabelo/






Pobrecito AMLO, ¡qué lástima me da!


tiempolec

ERA DE LA OPINIÓN… de que Andrés Manuel López Obrador, nuestro actual Presidente de la República podía a veces, si no muy frecuentemente, ser un insensato. Y uno de sus recientes tuits me lo ha confirmado una vez más.

Los dos López

Para tristeza de muchos de nosotros, mexicanos, ayer por la noche falleció un Primer Actor, Ignacio López Tarso. Este texto está lejos de pretender hacer una nota necrológica. Me contentaré con hacer la conexión entre la versatilidad de un López histrión, siempre encargado de personajes de carácter, y que alguna vez en su vida se apuntó de manera confundida e insensata para seminarista sin tener la vocación sacerdotal, con nuestro mandatario, otro López que, al igual que Pito Pérez, personaje creado por el michoacano José Rubén Romero tiene una vena mística y poética que puede rayar, cuando se lo propone, en el sermón misionero recurrente en su sinsentido.

Pito Pérez viene a cuento por varias razones. La primera porque el finado actor fue el tercero en representar el personaje en el cine (1970), interpretado antes por Manuel Medel (1944, 1948) y Germán Valdez "Tin Tán" (1957). Todos de manera magistral tanto por las actuaciones como por las direcciones y las adaptaciones, cada una de las cuales optó por enfatizar algún aspecto específico de la novela, ya el ánimo cómico del pícaro, ya el cinismo en la denuncia y el tratamiento crítico de la moral y la ética sociales, ya la meditación filosófica acerca de los tópicos y valores universales como la vida y la muerte. En segundo lugar porque el personaje tanto como nuestro presidente, a querer o no, encajan por sus particulares derroteros en lo que se cataloga como el pícaro [DÍAZ, 2014]. En tercer lugar porque ambos López, Tarso y Obrador, para poder hacernos creíbles y entrañables las palabras y preocupaciones anecdóticas de Pito Pérez tuvieron primero que identificarse con el propio personaje, suerte de desheredado para el que el rechazo social transformó su vida en una inutilidad aparente, un vacío que trata de llenar con la sabiduría de la experiencia, aunque esta implique ignorancia y credulidad cretinas.

Representar,  pensar,  imaginar  o  escribir  una  ficción  es  un  simulacro  mental  y  vital  del ser  humano  acerca  de  la  realidad  que  lo  circunda;  es  una forma de  apropiarse  y  de recontextualizar todo aquello que percibe con sus cinco sentidos para proveer de fondo y sustancia a su propia existencia. Es, en una palabra, transformación; mas no por ello, menos  verosímil  o  menos  real.

[…] El  cine,  así  como  los  demás  soportes  ficcionales,  realiza como diría  Umberto  Eco,  un contrato  tácito con  el  espectador  o  lector  para  que  la  ficción pueda darse, a pesar del entorno real de estos actantes externos. Y que Pito Pérez desea contar  la  suya  a  quien  quiera  oírla,  no  importando  transgredir  los  límites  de dos universos: uno real y otro ficticio, pues lo que él ha vivido y sufrido no puede quedar en el  olvido,  así  como  así.  Sino  que  este  Pito  Pérez  desea  que  su  ficción  traspase  su “realidad mexicana rural posrevolucionaria” a cualquier realidad [GARCÍA, 2016].  

El pícaro Pito Pérez necesita embriagarse con aguardiente para evadir la realidad que lo ha amargado con los años. Una realidad que le ha puesto enfrente a los otros, al prójimo, como miembros de una recua de hipócritas. El pícaro Andrés Manuel López Obrador necesita la ebriedad propiciada por el poder para justificar la realidad alternativa que desde joven decidió construirse y desde donde, erigido en héroe mesiánico, pretende combatir a una sociedad que califica de hipócrita por corrupta y conservadora. Pito Pérez fastidia a sus vecinos con sus notas chillantes. López Obrador fastidia a unos gobernados sí, y a otros no, con sus machaconas "Mañaneras" dotadas de un texto teatral, cuya insistente repetición mantenida ya a lo largo de cinco años reclamaría al final del sexenio su placa conmemorativa de las mil quinientas representaciones.

El presidente lamentó la muerte del actor rememorando su participación en el filme de Roberto Gavaldón, pero confundiendo la interpretación de López Tarso con su preferida, la de Tin Tán.

Foto: Tuit de AMLO. Archivo Indicios Metropolitanos.
Fuente: Twitter/lopezobrador_

¿Por qué optó el presidente por "quedarse" con esa frase y qué lectura podemos dar a su elección?

Entre el diablo y el pícaro te veas

El contexto lo es todo al momento de comprender los mensajes. En este caso nos enfrentamos a una lectura que aplica a varios niveles de contextualidad, a saber: el contexto de la novela, el contexto de cada unas de las versiones fílmicas, el contexto de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, y el contexto específico del momento que detona el tuit declaratorio de este como punta del iceberg.

Si vamos bajando desde la punta hasta el fondo, lo primero que debemos hacer notar es el ruido que implica la declaración proviniendo de un presidente que ha acomodado a sus adversarios en el sitio más diabólico a sus ojos, caracterizado por la corrupción y el conservadurismo, los que, según él, su estilo personal de gobierno ha conseguido transformar, no sabemos en qué, pero eso afirma. Desde ese punto de vista, una primera lectura podría llevar a afirmar que el presidente siente lástima de sus opositores quienes no han oído una palabra de compasión o cariño y, en cambio, sólo críticas acérrimas de parte de él mismo y sus simpatizantes, dividiendo, causando encono. Pero esa sería una lectura algo chabacana, quizá digan los seguidores de la llamada 4T.

Una segunda lectura permitiría acomodar las palabras bajo la sombra del combate al narcotráfico, y nos pondría entonces a un presidente conmiserándose del crimen organizado, para el que su política de seguridad basada en "abrazos y no balazos", por contraste de la de sus antecesores (por cierto uno de ellos paisano de Pito Pérez y con el mismo gusto por las bebidas espirituosas), y de la mano de sus instrucciones a la Secretaría de la Defensa y la Guardia Nacional ha llevado a los efectivos militares o militarizados a defender por sobre todo los derechos humanos de los criminales. Al fin, ¿no son ellos también ciudadanos mexicanos con todos sus derechos y prerrogativas en tanto no se confirmen sus culpas ante la sociedad? Pero esta sería una lectura irreverente, o eso podrían pensar los adoradores del culto lopezobradorista. Advierto, lejos estoy de pretender que mis lucubraciones sean sarcásticas.

La lectura que sin embargo puede ayudar a acomodar las otras dos en un ámbito más objetivo es justo la derivada del contexto mismo de la obra. Dónde, cómo y por qué dice Pito Pérez la frase mentada por el presidente. Esto es apenas al final de la primera cuarta parte de la novela y lo que detona la reflexión del pícaro es la pregunta del narrador acerca de cómo le ha ido en el amor. Y la respuesta es un primer asomo del amargo reclamo que habrá de dejar el borrachín en su testamento al final de la historia y que, para no alargar el presente artículo omito la cita que sería muy larga [ROMERO, 1986: 376-377]. Sólo destaco su trasfondo de contradicción cristiana.

Elegir esa frase sin detenerse en el contexto nos revela el resentimiento soterrado en el espíritu no solo de un hombre preciso, sino de todo un movimiento social como lo ha sido el lopezobradorismo visto —sintetizando las descripciones que López Tarso hiciera en algún momento— como guedeja de la izquierda anidada originalmente en el priyismo y en tanto desecho de este. Algo sobre lo que he escrito, y muchos más han dedicado líneas y minutos de video y audio, para refocilarse con esa característica de un hombre íntimamente agobiado por un pasado de recelos y ninguneo, que a punta de paciencia y necedad, pero también gracias a un sistema político democrático como el mexicano y al que ahora trata de desmantelar por no ajustarse a sus expectativas, dejó de ser como tantos mexicanos un Don Nadie, para entallarse la investidura de mandatario que ahora porta, esa sí no invisible como la del rey que desfila desnudo.


Lo que el presidente López Obrador y sus simpatizantes y su administración, vaya, su claque no han considerado es que en el justo comienzo del libro sobre La vida inútil de Pito Pérez, el autor, José Rubén Romero ya asoma una crítica igual de aplicable al actual gobierno como a los anteriores, y la que se resume en una pregunta que el protagonista ha hecho al alcalde: "¿No ha observado usted que la profesión de déspota es más fácil que la de médico o la de abogado?" [ROMERO, op.cit.: 350].

No cabe duda que en cuestión de citas y referencias, así como en la moda, cada cual toma lo que le acomoda.

Referencias

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  • DÍAZ Suárez, Brenda. ( 2014). El pícaro en la novela. La vida inútil de Pito Pérez por José Rubén Romero. Tesis de Licenciatura. Universidad Autónoma del Estado de México. Versión PDF. Revisada el 12 de marzo de 2023 desde http://ri.uaemex.mx/bitstream/handle/20.500.11799/30793/DISCO%20TESIS%20AGOSTO.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  • ROMERO, José Rubén (1986). Obras completas. Editorial Porrúa, México.
  • GARCÍA Castañón, Andrea Anahí. (2016). "La ruptura de la cuarta pared en La vida inútil de Pito Pérez (1969) de Gavaldón como posible reafirmación de su carácter de denuncia social". Publicado en El Ojo Que Piensa. Revista de Cine Iberoamericano // E-ISSN: 2007-4999, (13). Recuperado desde http://www.elojoquepiensa.cucsh.udg.mx/index.php/elojoquepiensa/article/view/245.

Te aplacas o te aplacamos AMLO


ERA DE LA OPINIÓN... de que, como reza el refrán, el valiente vive hasta cuando el cobarde quiere, pero al parecer en la política mexicana se ha pretendido aplicarlo viceversa y tergiversándolo, de modo que el cobarde vive mientras el valiente no pueda y en tanto no se anime a poner un alto a las tropelías de los necios, quienes suelen cometerlas por rencor, envidia, ira malsana, autocracia o locura. Es decir, parecería que la valentía cobarde de cerrar pozos petroleros redunda más en beneficios que la valiente cobardía de la prudencia tolerante y sosegada, más dispuesta a soportar con una aparentemente virtuosa abnegación los embates de los abusos del poder 

Digo lo anterior como reacción a la reciente demanda de amparo interpuesta desde septiembre del año pasado por la prestigiada escritora, académica y colega periodista, Denise Dresser, contra el presidente Andrés Manuel López Obrador. Un hecho sin precedentes en la Historia de México. El caso incluso sirvió de pretexto a Santiago Creel, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados para, con un discurso contestatario propio de un aspirante a ser candidato por su partido, el PAN, a la Presidencia de la República, emitir advertencias como la deslizada, en días pasados.

Si él no se quiere comportar como Presidente de la República, pues se lo vamos a estar recordando una y otra vez; y cada vez de manera más severa, más directa, más concreta, para que vea que, en esto, no estamos jugando": Santiago Creel

Choque de opiniones

Si en la Ciudad de México chocan los trenes, en la política chocan las palabras.

Harta, como muchos de nosotros, de ser sujeta, ya de manera directa o indirecta, de los denuestos que el primer mandatario de la nación disfruta desperdigar a diestra y siniestra al momento de sus abusivas "Mañaneras", la escritora y —a ojos de algunos— rijosa tuitera, decidió en septiembre del año pasado asesorarse con el Consejo Nacional de Litigio Estratégico para efectuar una acción legal contra Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, por violentar sus derechos humanos y ciudadanos.

En su más reciente colaboración en el diario Reforma, Dresser recuerda que, en una primera sentencia, la Secretaria de Acuerdos de la jueza que recibió su recurso argumentó sobre las evidentes mentiras y difamaciones del presidente sobre la escritora que son: "simples opiniones y un ejemplo de la libertad de expresión". Y agrega Dresser, para no olvidar como ciudadanos que tal aseveración es un desatino: "el Artículo 134 de la Constitución acota las expresiones de servidores públicos a temas que atañen a su trabajo, y no pueden utilizar nombres, imágenes, voces o símbolos". (Aquí peca de ilusa, como si el presidente no pudiera hacer referencias sutiles e indirectas con el mismo efecto nocivo y difamatorio).

Si hemos de ser equitativos, flaco favor pues le hace el poder judicial a la libertad de expresión; y flaco favor hace la Constitución al derecho del ciudadano encumbrado al máximo cargo.

Este diferendo en el litigio da mucho para reflexionar, empezando por el cuestionamiento de si un ciudadano erigido en funcionario público, como lo son los cargos de elección popular (legisladores y gobernantes) y sus respectivas administraciones, ¿por ese solo hecho ven mermados sus derechos como el de expresión, tal como indica el Artículo 134? ¿Qué es más perverso, permitir la entera libertad expresiva, sin acotamientos, tentando al abuso del poder? ¿O regular los límites de los que, detentando el poder por designio popular, han de aguantarse estoicamente las ganas de despotricar como cualquier ciudadano contra lo que no les acomoda o agrada?

El hecho es indicio relevante que ojalá no caiga en el basurero de la Historia y, en cambio, además de sentar precedente permita a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hacer, en su condición de poder equitativo al presidencial, la jurisprudencia respectiva para que ningún otro mandatario o funcionario público se vean tentados o se sientan en libertad de ejercer el poder desde el templete de la manera artera, aviesa y desproporcionada con que Andrés López Obrador lo ha venido haciendo desde que comenzó su régimen, no solo distorsionando un mecanismo en principio útil como podrían haber sido las "Mañaneras" en tanto recurso comunicativo y de información, sino transformándose él mismo en un remedo de mal "estandopero" cuyas gracejadas polarizantes son solo festejadas por la claque de simpatizantes, medios oficialistas de turno y demás fauna de impertinentes zopencos. ¿Y qué podemos decir de las artimañas legaloides como las interpuestas en sentido contrario por la la magistrada Yazmín Esquivel Mossa para acallar a los denunciantes del plagio de que se la acusa? ¿No son estos rasgos de otra cara del libertinaje y la anarquía? 

Los caminos torcidos de la opinioncracia

Conste que no digo, desde mi ámbito profesional de la comunicación, que las "Mañaneras" no sean un instrumento del poder con virtudes. La novedad, copiada de los americanos con tintes extraídos del acostumbrado proceder castrista cubano, instaurada por AMLO cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, a la sazón Distrito Federal, entonces compitió con la propuesta del propio presidente en turno Ernesto Zedillo quien sólo realizó una conferencia de prensa al estilo gringo o europeo, sin sentirse realmente cómodo. Esa claudicación abrió la puerta para el uso excesivo de las conferencias "Mañaneras" por parte de AMLO ayer y peor hoy, transformando el templete a veces en púlpito, a veces en escenario para sainetes.

Ahora, en el interés por abrirle puertas y ventanas al presidente, los diputados morenistas han querido además aderezar el pastel de la intolerancia colocando la cereza de una reforma a la Ley de Imprenta de mil novecientos diecisiete mas no para actualizarla, sino para enfatizar su sesgo autocrático, censor, conservadurista propio del carrancismo que la promulgó, aunque los legisladores presenten su propuesta como todo lo contrario, una reforma moderna, progresista y populista nacida del bien hacer de las buenas conciencias.

Cierto, la Ley de Imprenta debe de actualizarse como ya se hizo con la Ley de Radio y Televisión promulgada en tiempos de Luis Echeverría Álvarez. Pero dicha actualización debe de hacerse en función y a la luz de las reformas ya efectuadas en la Constitución por las legislaturas pasadas, y no como una ocurrencia del reyezuelo y su corte de lambiscones.

El derecho de réplica debe revisarse a la letra para ajustarlo de la manera adecuada y ser ejercido en tiempo y forma, considerando las complicaciones tecnológicas de ahora; porque hoy quien difama y quien es difamado tienen un terreno disparejo para el entendimiento y la exposición de sus opiniones y argumentos. Mientras el primero emplea diez palabras, el segundo está limitado a expresar su desacuerdo y demandar satisfacción con tres palabras acomodadas en el rincón más olvidado del mismo medio. Mientras uno hace un video corto que difunde de forma viral en TikTok, el otro se descose en un texto escrito e impreso en un blog o un periódico que solo unos pocos leerán con detenimiento. La réplica entonces queda sujeta y dependiente del consumo de contenidos por parte del público y sus usos, costumbres y preferencias mediáticas.

En realidad la réplica, a no ser como aderezo del chisme, no le importa a nadie más que al quejoso denunciante y al actor presunto ofensor.

Si las "Mañaneras" fueran un medio de comunicación de veras y no solo un teatro de mala factura, tendrían que atenerse a las mismas regulaciones, y el presidente como su administración tendrían que someterse, en tanto editores de contenido, a las mismas exigencias que aplican a los que, personas morales o físicas, contrarían su voluntad aun presentando datos duros e incontrovertibles, muchas veces tomados de las mismas fuentes oficiales, lo que resulta contradictorio.

El caso de Denise Dresser, lo sabemos, no es el único ni el primero desde el punto de vista de los abusos del poder durante el gobierno actual. Sin embargo, es el primero en decir de forma definitiva y contundente ¡ya basta! El problema es que al igual que el presidente, la quejosa raya en el choque de opiniones que no llevan a nada, como se lee en su carta abierta donde "explica" sus motivos como en una especie de boxeo de sombra.

Carta Abierta de Denise Dresser. Fuente: Cuenta Twitter de Denise Dresser.

Este gobierno se ha llenado la boca, desde su campaña electoral, con promesas que a la postre y sobre la marcha pocas han sido cumplidas y, tanto o más que en gobiernos previos, se han revelado con toda su dimensión de mentiras y exageraciones demagógicas. Las "Mañaneras" han sido por un lado la expresión de un estilo personal de gobernar, no precisamente el mejor ni el peor; y por otro el espejo donde la mezquindad halla su reflejo.

Al final, y leyendo la explicación añadida por Dresser en una carta abierta, queda claro que todo no es sino un retorcido juego de teléfono descompuesto donde la opinioncracia revela la capacidad de sus vicios y el "pueblo bueno" encuentra más motivos para verse distraído de lo verdaderamente importante para su destino.