Oración dubitativa

julio 18, 2007 Santoñito Anacoreta 0 Comments


Pues es que tú, señor, me has hecho de dudas. Con el sofocante humor de la tierra me diste forma y con tu soplo divino aclaraste mi pensamiento primigenio. Pero también, oh, Dios, con dudas me alimentas al callar, al presentarte en sueños, al angustiar mi alma con tu aparente ausencia.

En mi soledad te descubro, pero en tu compañía no te hallo. Ciego ante la enternidad, apenas distingo tu palabra en tus actos y hechos de la naturaleza. Agobiado por las obras de los otros hombres y por las propias, ya no sé hacia dónde me orientan tus designios.

Deambulo por la vida sujeto a un deseo, impulsado por un deber, ejercitando un poder. ¿Tal vez debería liberarme del deseo y sujetarme a la posibilidad? Tal vez. Y, mira, de nuevo la duda. Bendita sea. Maldita sea. Maldita cuando rompe mi entendimiento. Bendita cuando me indica los caminos de la luz.

0 comentarios:

Gracias por sus comentarios con "L" de Lector.