Crónica de un aparente abuso

mayo 30, 2021 Santoñito Anacoreta 0 Comments

Recientemente circuló en redes sociales, otra vez, otro caso de un probable abuso sexual por parte de un famoso. Esta vez los implicados son dos "influencers" youtuberos. La crónica puntual y la presentación de evidencias testimoniales que no pruebas la realiza Maire Wink, una chica mexicana en cuyo canal ofrece contenidos sobre manualidades entre otras cosas. Lo que aquí asiento no es la crónica en sí, sino mis personalísimas consideraciones alrededor de su caso y dirigidas a ella. La extensión de las mismas me obliga a publicarlas aquí además a sabiendas de que podrá ser un referente para muchos lectores de estos Indicios Metropolitanos. Primero, la voz de la afectada.


Enseguida, una entrevista para conocer al presunto victimario.


Carta a una youtubera

Maire, veo con mucho interés y preocupación tu video. Interés sin duda solidario y muy respetuoso. Preocupación porque noto también una... ingenuidad ilusa, no exclusiva de ti, no solo respecto del caso específico y sus causas, sino en sus mismos efectos, y una repetición que, desde que yo era chavo, si no es que antes, ya se daba y parece que no cambia la humanidad. Perdona de antemano la extensión de lo que diré.

Mi afán no es polemizar; pero, haciendo un poco de abogado del Diablo... Todo esto se presta a muchas distorsiones interpretativas como el que una amiga tuya te "explicara" el tema en un contexto legal de trata y, siendo muy objetivos y a partir solamente de tu narración, dudo que haya tal. Desarrollo mi idea que puede estar muy equivocada, claro.

El artículo de la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas que citas abre también la posibilidad a evaluar las cosas en sentido contrario. Basta hacer varias preguntas y no quiero con ello que se lean estas líneas como una "defensa" de Ricardo Ponce a quien ni conocía ni conozco por ningún medio pues no suelo seguir canales o contenidos semejantes a reserva de primero investigar su veracidad profesional, cosa que no he constatado todavía en él.

¿En algún momento o por algún medio el individuo en cuestión promovió, solicitó, ofreció, facilitó, consiguió, trasladó, entregó o recibió para él mismo o alguien más a una persona, se entiende tú específicamente, por medio de violencia física o moral engaño o abuso de poder para explotarte sexualmente?

En tu misma narración diste las respuestas

Revisando la página web, Instagram, Twitter y YouTube del individuo, así como otros contenidos que lo refieren en entrevistas diversas, no se evidencia nada que apunte a ello. O sus "víctimas" son muy tontas y solícitas; o el tipo es extremadamente hábil en la labor de seducción o ha llegado a un punto en el que su camino se ha torcido en perjuicio de otros.

Por lo que narras y describes, se te insinuó, flirteó contigo, notó que no te era indiferente, te gustó, te atrajo por su físico, por su trato, sus "conocimientos", su perspicacia, su labia y elocuencia, te sedujo y te sentiste seducida. Te deseó y lo deseabas. Al final, los dos cedieron, y "gozaron", uno más que otro o los dos igual de poco o de mucho según el contexto, el ambiente y el estado emotivo, independientemente del epílogo anecdótico de los desencuentros posteriores. (Me recuerda alguna escena que viví yo mismo tiempo atrás). Tú misma lo reconoces, en el sentido de uno de los videos del mismo señalado, "tú eres la responsable de lo que te pasa". ¿Te forzó, te extorsionó?

Entonces, no lo promovió, aunque sí lo solicitó, como cualquier persona puede solicitar un momento de intimidad con la persona con quien construye una relación, así sea efímera como cuando se liga en el bar para no volverse a encontrar. ¿Ofreció? Sí, lo dices, a veces de forma sutil, alguna vez de forma directa y tú no negaste ni afirmaste; pero, tampoco cerraste la puerta a las señales "ominosas" (de serlo), no saliste corriendo ni cortaste la experiencia.

¿Facilitó? Pues, sí, se puso él mismo en bandeja de plata, según describes, y hasta el viaje, si damos crédito al joven del audio. Era decisión tuya y de muchos más presentes y quizás en la misma situación (veo en sus videos y tus extractos que hay hombres que tal vez también hicieron conexión de la misma manera con otras personas del grupo) tomarlo o dejarlo, al final lo tomaste.

¿Consiguió la intimidad contigo? Obvio, porque tú lo permitiste y no por engaño. Por lo que dices, siempre fue claro. ¿Trasladó? No, te cursó invitación, pero no fue por ti ni mandó por ti para subirte a un vehículo y llevarte hasta él o no lo aclaras a diferencia de lo que aparentemente sucedió con las chavas descritas por el joven del audio (que habrá que cuestionar si no lo mueve también "la envidia" cuando describe al grupo como harem del indicado). De nuevo fue decisión tuya (y de ellas), por curiosidad para empezar. Siendo tan caro el boleto... como decimos en México, "a la gorra ni quien le corra", y "a quién le dan pan, que llore", sino aquel que esperaba bizcocho y obtuvo pan ázimo. ¿Cuántos de los presentes tendrán una narración enteramente distinta, aun habiendo experimentado lo mismo? Cada quien cuenta según le fue en la feria. Y no hubo violencia física ni moral, porque las reacciones "terapéuticas" de los asistentes no caen en ninguna de esas categorías, aun cuando impliquen vulnerar la psique de los "pacientes" en busca de un sentido para sus vidas (eso implica la autosanación).

¿Te sujetó a trabajos o servicios forzados, te extirpó un órgano (no cabe la metáfora de arrancarte el corazón al sentirte decepcionada por el regular sexo que obtuviste o la desfachatez, cinismo y desapego del individuo)?

¿Se trata de veras de una secta? Habría que investigar más a fondo. Hasta donde investigué, el tipo no se ostenta como "gurú" o cosa parecida y su organización no consta como iglesia o semejante, acaso como "fundación". Otro tema es que sus seguidores lo califiquen de tal. En tanto conferenciante (ya para este párrafo he revisado varios de sus videos, para que no me cuenten y en general me parecen sensatos, de sentido común), quizás peca de presentar sus dichos, sentires y pensamientos "honestos" como una "verdad" filosófica adaptable a todos, sensible (hasta sensiblera), y su comportamiento pastoral conduce a más yerros interpretativos de parte del público y quienes, quizás ignorantes de muchos temas, no atan ni desatan que en su perorata revuelve la filosofía socrática con la psicología de Erich Fromm y las meditaciones de Viktor Frankl, entre otras corrientes de pensamiento, tal vez por su formación aparentemente autodidacta.

Sí, concedo y comulgo con la idea de que presumiblemente (no quiero usar a propósito el término "evidentemente") el tipo abusa de su condición y aprovecha la vulnerabilidad para envolver, manipular y seducir, incluso empleando la verdad tras de cada persona. Tú misma lo anotaste en el mensaje que le enviaste para "desindignarte". ¿Qué es la indignación? Según el diccionario: Sentimiento de intenso enfado que provoca un acto que se considera injusto, ofensivo o perjudicial. ¿Qué te ofendió? ¿Que te sedujera y descubrirte aceptando sus escarceos y sugerencias? ¿Que no fueras la única y exclusiva? ¿Que presuntamente a todas las vea como objetos sexuales para su satisfacción? ¿Que esas otras lo vean igual que tú como un objeto sexual posiblemente capaz de satisfacerlas en su deseo y curiosidad, de llenarlas en lo que no reconocen como vaciedad? ¿Que haya construido todo un aparato a modo de trampa para incautos? Desindignarse no implica perdonar ni disculpar, solo hallar la calma tras la ira. Pero, esa calma puede deberse a una reflexión (el ejercicio del espejo es básico) o al hallazgo de falsas justificaciones, pretextos para eludir y enmendar la propia falla.

En tu mismo mensaje a él dices que "lo quisiste". Querer no es lo mismo que amar. El querer está directamente asociado con el deseo. Así que, lo quisiste y te quiso, y ambos se tuvieron. Y ambos son conscientes de que el sexo no llena el vacío que ambos tienen. Ambos buscando aceptación y amor. Porque ambos, no lo negarán, como todos, es algo que buscan porque lo necesitan. Dice el refrán: dime de qué presumes y te diré de qué careces. ¿De qué presume él? ¿De qué presumes tú? ¿De qué presumo yo? ¿Integridad? ¿Estructura emocional? ¿No será que esa pregunta suya a ustedes de por qué no dan oportunidad al amor espera en ustedes la respuesta que él mismo no puede hallar en sí; y viceversa? En las respuestas de él a ti, no afirma ser un iluminado y, al contrario, te invita a mirar la experiencia y lo vivido en ella, lo bueno como lo malo, en tanto mensajes de la divinidad (independientemente de dónde lo ubique cada cual en su religiosidad y creencia). Que conste, no lo estoy excusando. Solo leo, concluyo quizás mal. Pero, nadie sabe lo que trae el costal más que quien lo carga.

Quizás de alguna forma autosanaste o tal vez no. Creo que incluso antes de haber hecho este video que también podría rayar en un acto difamatorio, tuviste que haber pensado no tanto en las consecuencias de tus decisiones y la narraciones de cada cual, o en las causas de las mismas, en si fuiste víctima de él o de tu propia debilidad, sino en lo que hay o falta en el fondo de ti como persona que en principio te llevó a atender sus videos, luego pensar en la posibilidad de acudir a sus retiros (que veo son de distinto tipo, incluidos los sexuales) y finalmente aceptar no nada más la invitación sino el encuentro sexual que, aparte y confiesas, te decepcionó. ¿Qué te decepcionó? ¿Quién te decepcionó?

En mi muy particular experiencia personal y profesional, y quizás habrá más que coincidan y muchos otros que no, desafortunadamente la enorme carga de tabús sexuales, sobre todo entre las mujeres latinas, es buena parte de los conflictos de personalidad y de relaciones. Estamos cargados de prejuicios que nos llevan a mirar el sexo y el amor de maneras no solo equivocadas sino distorsionadas y lo que cae fuera de lo que consideramos "normal" nos parece "raro" (como lo afirma quien dice aquello de que "aquí hay sexo raro"). En la medida que aprendamos a manejar, valorar y conceptualizar adecuadamente nuestra sexualidad como muchas otras cosas que atañen a cada cual, menos nos espantaremos con nuestros cuerpos, deseos, motivaciones, pensamientos o incluso con prácticas que a ojos de la moral resultan a algunos formas de perversión. Por supuesto esto no significa ni sugiere que, en la apertura de los sentidos (y los chakras) y del criterio nos veamos forzados a abrazar aquello con lo que no congeniamos o nos incomoda o lastima. Toda proporción guardada, ¿Sade fue al siglo XVIII lo que Jodorowsky al XX y tal vez Ponce podría ser al XXI?

Está bien cuestionar al "sanador". Pero, si lo que se espera es que el sanador no ocasione dolencia, entonces el doliente está cegado por sus expectativas. Toda terapia implica confrontar los propios demonios y ello duele y mucho. Exorcizar los traumas y frustraciones del yo no puede suceder sin el resquebrajamiento del alma y el espíritu. La transacción no es siempre tersa, por no decir que casi nunca. No de otra manera se consiguen la metamorfosis y la trascendencia, la evolución. Los profesionales de la psicología y la psiquiatría, o los que tenemos bases de dichos conocimientos para nuestra particular profesión (en mi caso soy Comunicólogo, comunicador, escritor) lo sabemos bien. Hasta donde sé, este hombre ni siquiera hace público su currículo profesional y su desenvolvimiento me recuerda, toda proporción guardada, el de Alejandro Jodorowsky que en su momento, en los setentas, experimentó situaciones como las que aquí narras y describes, escandalizando a la sociedad de la época y hoy es un sólido referente teórico para muchos. Yo mismo, en alguna ocasión, como maestro de algunas materias que han requerido contacto físico en los ejercicios respectivos hube de ser tachado injustamente de "acosador" y opté por dejar la práctica, porque enseñar ciertos tópicos y materias "de lejitos" no surte el mismo efecto (aun cuando, sí, se corren determinados riesgos de ida y vuelta). Hoy, la gente está tan de mírame y no me toques... Lo que impera es la incomunicación, empezando con la incomunicación con uno mismo.

¿Cuántas personas más como tú o él puede haber en el mundo distorsionando ya la terapia, ya los resultados, ya los medios,  ya los métodos, los contenidos, ya las finalidades y las consecuencias, sin cuestionarse primero sobre los fundamentos que sostienen sus principios individuales, personales, grupales, y la razón de ser de las cosas? Por lo pronto tú ya nos revelaste a varias "víctimas". Y no, discrepo totalmente contigo, incluso por experiencia propia, no hubiera sido ni un ápice de cómodo haberte quedado callada. Hubiera sido peor, porque no habrías confrontado tus miedos, dudas y certezas, tus sueños y tus falencias. No escuches a los demás, amigos, familiares, especialistas, no leas estas líneas como verdades absolutas. Las únicas respuestas están dentro de ti, en tus lágrimas y tus sonrisas, en tus decisiones, en tus omisiones. Hablaré como escritor de ficción: para que la heroína se desarrolle y recorra el camino de la aventura y el cumplimiento de su misión requiere de un villano y un mentor (a veces encarnados en el mismo), para conocerse y potenciarse, para crecer y sobre todo ser. Aprendiste cosas del modo duro. La vida no es fácil y por ventura y bendición has podido contar tu experiencia que si la comparamos con las de @MujerLunaBella alguien podría calificarlas de pálidas. Pero, son tus experiencias y eso es lo importante.

Ahora yo me pregunto cuando veo videos como los tuyos o los de él: ¿Estos son los influencers de más de cien mil seguidores? ¿Qué están transmitiendo a sus audiencias aparte de tutoriales, entretenimiento, información variopinta, conocimientos? ¿Qué los distingue de nosotros, los que alguna vez hicimos contenidos para los medios tradicionales, radio, prensa y televisión? Me gratifica entonces no tener tantos seguidores ni tantas visualizaciones, ser un despojo del algoritmo de YouTube y aun así estar, a veces, en el ojo del huracán y hasta vigilado por políticos, autoridades y seguidores de seguidores. Algo tengo para dar, parece.

Finalmente, de verdad, con toda honestidad, lamento que hayas tenido esta traumática experiencia. Respeto tu derecho a expresarla y, desde tu óptica, alertar a otras personas, sobre todo mujeres, encendiendo por lo pronto la luz de la duda, siempre bienvenida. Solo sugiero, si me lo permites, que no lo hagas más grande (en tu interior) de lo que realmente podría haber sido o es, y entresaques lo mejor de la experiencia para tu bien, tu crecimiento y desarrollo personales. Y lo mismo digo a quienes lean mi intervención que, antes de emitir ningún juicio sobre lo que he expuesto (ya veo venir la andanada), reflexionen, se cuestionen a sí mismos, como yo he venido haciendo conmigo desde el momento que he atendido tu video. Y, si tu dicho conduce al descubrimiento real de una probable y efectiva comisión de delito, pues que se actúe con justicia. Y si Ricardo Ponce no es delincuente pero está procediendo de formas lesivas, pues tendrá que corregir su actuar.

Remato recordando (aunque suene a Ponce, no es a él a quien me remito) a Miguel de Unamuno que, sin ser enteramente socrático acotaba y llamaba la atención a los otros afirmando en su personalismo: "Hablo de mí porque es el hombre que tengo más a mano". Así, expliquémonos la existencia desde cada cual de nosotros, en vez desde la experiencia vicaria y especulativa de los otros. Sí, podemos y es deseable ser empáticos e indignarnos por el abuso que sufren aquellos, pero empático no significa ni convalidar resquemores ni justificar arbitrariedades. Juzguemos por lo que somos, no por lo que creemos ser y con la humildad de saber que el buen juez por su casa (su corazón y su mente) empieza.

Actualización dos semanas luego

Dos semanas luego de escribir este artículo y de efectuar la influencer que lo detonó las denuncias respectivas iniciando un proceso legal en contra del presunto culpable de su fractura moral, este publicó en su canal de YouTube el siguiente video como "respuesta", sin expresar ninguna frase legalmente comprometedora salvo una afirmación para reflexionar en los términos de lo que ya he escrito en otros artículos

Ningún ser humano debería de crucificar a otro ser humano, mucho menos en redes sociales y mucho menos sin ninguna prueba legal. — Ricardo Ponce.

Si bien es cierto que nadie "puede crucificar a otro ser humano sin pruebas", también es cierto que muchas veces la falta de pruebas por cualquier motivo que puede ir desde el temor, la sorpresa, la indolencia, la ignorancia, la conveniencia de intereses de una o ambas partes, la extorsión, etc., también ha sucedido más de una vez que se regodean los impunes para desgracia de los vulnerables.

Entiendo bien tanto la postura de Ponce como la de las mujeres y hombres que se han manifestado, no en su contra como de sus actos y procederes que hoy puede él mismo "justificar" bajo el discurso de estar en una constante exploración de si mismo, como hacemos todos, y de autosanación (la que nunca es completa y nunca termina sino en el momento de la muerte).

¿La mentira que cambió su vida? Sin duda también la de otros. La pregunta estriba en dónde, no tanto en quién, radica la mentira. Ya veremos en un futuro cercano cómo se resuelve este caso. Lo cierto es que, tanto de un lado como de otro, el daño está hecho.



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