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Información tóxica



DESDE EL COMIENZO DE LA PANDEMIA empezó a difundirse de manera más acusada y hasta la saciedad información contradictoria acerca de la probable utilidad del dióxido de cloro, entre muchos otros compuestos y fármacos, como un remedio para contrarrestar los efectos del Covid-19. Con el paso de las semanas, a despecho de las informaciones y estudios especializados, médicos, disponibles en multitud de plataformas y medios, videos y artículos variopintos fueron publicados y compartidos tanto en pro como en contra, algunos tachados de bulos y que, no obstante su falsedad la Organización Mundial de la Salud ha investigado para advertir, confirmar o desmentir las consejas populares circulantes en redes sociales. Hasta el mismo Donald Trump, presidente de EE.UU., cuestionó y ponderó ¿sarcástica o irresponsablemente? su uso —en realidad de la hidroxicloroquina, un compuesto diferente, empleado para el tratamiento de la malaria—, poniendo en una situación incómoda a su secretaria de salud a pesar de las publicaciones de advertencia muy previas de la FDA.




Desde la semana pasada un par de notas provenientes de Ecuador han vuelto a poner el tema sobre la mesa y no deja de ser preocupante que también clérigos incurran en el error de confundir y promover patrañas no suficientemente confirmadas por la ciencia, dividida entre "adoradores del ClO2 (dióxido de cloro)" y los "detractores" (entre los que me cuento) del mismo "desinfectante" en tanto "remedio milagroso" para la salud. Por todos lados del mundo parecería estarse dando una confrontación entre la verdad y la mentira que llega incluso a una "cacería de brujas" en la persecución legal de especuladores, estafadores y promotores fraudulentos, oportunistas al amparo de la angustia y la zozobra ocasionada por estos días aciagos de pandemia, recesión mundial y lo que se sume.



No se trata ya de si la gente lee más, sino si lee mejor, si ha aprendido a elegir las fuentes de información, a discriminarlas, a verificar los datos.

La gente común no lo hace. Y quienes tendrían que hacerlo, periodistas profesionales, científicos, funcionarios públicos comprometidos con la labor de informar, educadores, no lo hacen tampoco a cabalidad (hacemos, diría el otro). Y no lo hacen porque o no saben cómo, lo ignoran, no tienen la pericia, la metodología o los recursos —incluido el conocimiento más elemental respecto del tema— de cualquier índole para investigar a fondo. Pretextan entre otras razones la dificultad técnica, el vocabuario, la extensión aceptable de los textos a producir para el consumo masivo. La mayoría prefiere quedarse con lo prejuzgado a priori, lo supuesto, lo imaginado, lo narrado a manera de "testimonio inexcusable", ligero, digerible y síntesis a favor o en contra, porque es perezosa y prefiere confiar a ciegas en quien estima como el mejor enterado, así no lo conozca más que por limitadas referencias de contubernio o conexión; o porque es crédula.

Pedanterías aparte y para no confundirnos

El conocimiento necesario para comprender algo, aunque suene pedante, no necesariamente (valga la redundancia) tiene que serlo cuando de estar bien informado se trata, para bien y para mal. Y disculpa las palabrotas "técnicas", amigo lector, pero son las que explican de manera puntual a qué me estaré refiriendo enseguida.

No es lo mismo el dióxido de cloro que la hidroxicloroquina: un principio activo antimalárico o antipalúdico utilizado para reducir la inflamación en el tratamiento de la artritis reumatoide y del lupus; como tampoco es igual que la cloroquina, un fármaco del grupo de las 4-Aminoquinolinas que se utiliza en el tratamiento o prevención de la malaria,​ así como en el de determinadas enfermedades autoinmunitarias ​como la artritis reumatoide ​o el lupus eritematoso sistémico. Lo que las distingue es la presencia de un grupo hidroxilo en el extremo de la cadena lateral. El hidroxilo es un grupo funcional formado por un átomo de oxígeno y otro de hidrógeno, característico de los alcoholes, fenoles y ácidos carboxílicos entre otros compuestos orgánicos.

La hidroxicloroquina está disponible para administración oral como sulfato de hidroxicloroquina (Plaquenil, uno de sus nombres comerciales), de los cuales 200 mg contienen 155 mg de base en forma quiral. La quiralidad es la propiedad de un objeto de no ser superponible con su imagen especular. Como ejemplo sencillo, la mano izquierda humana no es superponible con su imagen especular (la mano derecha). Como contraejemplo, un cubo o una esfera sí son superponibles con sus respectivas imágenes especulares. El dióxido de cloro no tiene una geometría quiral.



Algunas lecciones de química orgánica y aplicaciones médicas

La hidroxicloroquina tiene una farmacocinética similar a la cloroquina, con rápida absorción gastrointestinal, y se elimina por vía renal, lo que establece ya riesgos, entre otros, de insuficiencia renal de no administrarse de manera correcta.

La historia de la hidroxicloroquina se remonta a Perú, donde los indígenas extraían la corteza de los árboles Cinchona (o chinchona) y usaban el extracto (Cinchona officinalis) para combatir los escalofríos y la fiebre en el siglo XVII. En 1633 se introdujo esta medicina herbal en Europa, donde se le dio el mismo uso y también se empezó a utilizar contra la malaria. Pero, fue el médico y homeópata alemán Samuel Hahnemann, quien realizó su conocido experimento con Quina, tomando de esta cuatro dracmas (gotas, sobre este concepto escribiré un texto aparte) dos veces al día, lo que le produjo paroxismos semejantes de frío y fiebre. Concluyó que no podía seguirse diciendo que la Quina cura los paroxismos de frío y fiebre, porque es una droga astringente o amarga. La verdadera deducción resalta enérgicamente: la Quina cura los paroxismos de escalofrío y fiebre porque los produce.​ Es decir que, en una persona sana, la Quina produce los mismos síntomas que curaba en el enfermo, lo que no significa por extensión que sane al enfermo. El principio homeopático conocido es el lema que sustenta a esa disciplina en latin: "similia similibus curantur", lo semejante se cura con lo semejante, máxima que también se presta a equívocos interpretativos, leyendas y mitos, como los expuestos ¿irónicamente? por el presidente Trump al exponer la idea de que si el covid-19 puede eliminarse con facilidad aplicando desinfectantes en manos y superficies, pues lo "lógico" sería inyectarlo o beberlo para "limpiar y desinfectar" al organismo desde dentro.

Derivados de esas investigaciones surgieron remedios como las bebidas tonificantes o tónicos que "daban tono", enrojecían al paciente dándole una apariencia más "saludable" y proveyendo de una energía vital pasajera. El agua carbonatada dio paso al agua quinada y estas a bebidas refrescantes endulzadas de cola (en referencia a la semilla medicinal, tanto como a la pasta medicinal) como la Coca-Cola de la que se desconoce a ciencia cierta la fórmula, pero en la que se sospecha la presencia de algun alcaloide derivado de la cocaína o de la quina.

La cloroquina, por su parte, es citotóxica, pudiendo provocar daños en el sistema nervioso, el corazón, el riñón o el hígado. No es difícil que, de nuevo, aplicando la máxima homeopática y mirando los efectos del covid-19 sobre el organismo desatando "tormentas de citocinas", haya quien piense que los efectos de la cloroquina incidirían como símil contrarrestante, pues calmar dichas tormentas podría ser la clave para el tratamiento del también llamado SARS-CoV-2.

La citotoxicidad es la cualidad de algunas células para ser tóxicas frente a otras que están alteradas. La citotoxicidad constituye uno de los mecanismos efectores de ciertas poblaciones celulares especializadas del sistema inmunitario consistente en la capacidad para interaccionar con otras células y destruirlas.
Las tormentas de citoquinas se han asociado con varias enfermedades, no todas infecciosas, como el Ébola, la gripe, la malaria, el lupus y ciertos tipos de artritis. Se manifiestan de manera diferente en cada caso, y las particularidades de los casos severos de COVID-19 aún no se han resuelto, lo que probablemente varía de un paciente a otro. Los investigadores aún no están seguros de las características que ponen a ciertas personas en mayor riesgo ante estas respuestas exageradas, aunque la genética y la edad parecen desempeñar un papel contribuyente [WU, 2020].

Tras la administración de cloroquina en dosis adecuadas para el tratamiento de un ataque agudo de paludismo o amebiasis extraintestinal se han observado efectos ligeros y pasajeros como: dolor de cabeza, prurito, molestias gastrointestinales, anorexia, náuseas, vómitos, diarrea, cólicos, estimulación psíquica y raramente episodios psicóticos y convulsiones. Rara vez se han observado efectos cardiovasculares, como hipotensión o cambios electrocardiográficos (particularmente inversión o depresión de la onda T, ampliación del complejo QRS). Se han registrado algunos casos de sordera de tipo nervioso después de tratamientos prolongados, generalmente en dosis elevadas, y también neuromiopatías, discrasias sanguíneas, erupciones de tipo liquen plano y cambios de pigmentación en la piel y mucosas.

Sustancias que son tóxicas para las células, como lo es el elemento cloro, pueden estar involucradas en la inmunidad o pueden estar contenidas en los venenos. Estos se distinguen de los agentes citostáticos en el grado de efecto. Algunos de ellos se usan como antibióticos citotóxicos, mas no por ello ha de pensarse como consecuencia que el dioxido de cloro puede ser empleado de semejante manera aun cuando se justifique que la clave diferenciadora entre la cura y el veneno está en la dosis y la frecuencia de administración e ingestión.

Por otra parte, se han observado trastornos visuales y complicaciones oculares al usar cloroquina en tratamientos prolongados.

Lo que no mata, fortalece

La conseja popular afirma que, lo que no mata, fortalece, y los promotores del Dióxido de Cloro parecen tomarla como máxima sin detenerse en las causas y las consecuencias, y lo que va en contra es tomado como una oposición del sistema reinante, mientras ese sistema los tacha de variante conspiranoica.

La gente consume lo primero que encuentra, se conforma con lo superficial, lo atractivo, grato y lo que da soluciones rápidas, mágicas, milagrosas, sin cuestionar lo que hace posible que eso suceda, si sucede en realidad. Eso es a lo que normalmente han apostado publicistas, mercadólogos y periodistas (incluyo a influyentes blogueros y vlogueros) sin escrúpulos, más preocupados por el incremento de ventas que en beneficiar a los consumidores. Y no importa si se trata de un profesional de la medicina y la química, pensar por fuera de la caja puede ser tan atractivo, tan productivo, como destructivo. La creatividad también ha creado monstruos.



Te preguntaría, amable lector, ¿cuántos hipervínculos aclaratorios, explicativos, descriptivos incluidos en este texto has seguido para abundar en el conocimieneto de esas palabras, conceptos, fuentes, arduas de comprender y pronunciar que he soltado en la redacción de este texto? ¿De qué sirve mi trabajo de síntesis si no haces el esfuerzo de consultar más allá de mis entrelíneas? ¿Acaso de veras esperas todo tan digerido y en la boca? ¿Por qué no dudas de lo que escribo y publico? ¿Crees a rajatabla lo que aquí redacto o crees que por estar opuesto aparentemente a lo que es tu opinión estoy equivocado? Y pregunto esto suponiendo que has tolerado las líneas y los videos previos hasta llegar aquí.

Al hacer una búsqueda mediante su explorador en internet, la gente no navega más allá de unas 10 a 20 páginas, y es mucho decir pues en realidad no pasan de las primeras 10 referencias enlistadas en la primera página de resultados de la búsqueda. No lo digo yo, lo dicen los estudios respectivos acerca de la metodología y la confiabilidad en la búsqueda de información. De ahí la importancia y la trampa de las palabras clave como detonador de las búsquedas algorítmicas de Google y las demás plataformas. Ni los hashtags tan llevados y traídos como tendencias informativas sirven cabalmente para orientar el sentido de la información hacia lo correcto, preciso o verdadero.
Frente a la lista de resultados, el lector actual tiene que evaluar de forma rápida para tomar decisiones en dos sentidos: por una parte, hay que evaluar la pertinencia de la información con respecto a lo que se busca; y por otra, hay que decidir si la información es potencialmente confiable. El exceso de información requiere que el lector tome decisiones rápidas con el menor riesgo posible de perder algo importante o de revisar sitios que no son confiables. Pertinencia y confiabilidad son dos componentes que se interrelacionan en el momento de decidir qué sitios abrir. En primer lugar, es fundamental tener criterios para saber si la información que contiene un sitio es pertinente en relación con el propósito de búsqueda. Pero, la pertinencia no es tan fácil de determinar; se vincula, también, con la posibilidad de interpretar un nuevo tipo de texto que es la lista de resultados que arroja el buscador: una lista con títulos y breves fragmentos que contienen las palabras de búsqueda que utilizó el usuario y donde, con frecuencia, aparecen puntos suspensivos con una función diferente a la que tienen, en tanto signos de puntuación, en otros tipos de texto.

La evaluación de la confiabilidad es necesaria para poder seleccionar, dentro de lo pertinente, aquello que puede ser útil, pero, sobre todo, seguro. Determinar la confiabilidad de la información es un problema del que tradicionalmente se ocupaban los editores de los textos de estudio; sin embargo, en Internet esta responsabilidad recae en los lectores, y constituye uno de los quehaceres del lector actual [KRISTKAUSKY / FERREIRO, 2018].
 
Las falsas noticias, la información deficiente circula no por causa de malos o perversos informadores, o por una distorsión matemática del algoritmo solamente, sino porque tú, yo, proveemos los datos a partir de los cuales se calculan las probabilidades de hallazgo de aquello que forma mediana satisface nuestra necesidad de información y conocimiento. El algoritmo discrimina en función de las probabilidades de combinación y permutación de los datos, de los documentos con base en la experiencia individual o de grupo. Si no, trata de buscar lo mismo en dos o tres ordenadores diferentes y verás resultados distintos, organizados de manera desigual.

Por eso es importante que, en esta Era de la Información y el Conocimiento cada lector aprenda como una primordial habilidad y competencia comunicativa la de saber buscar de manera eficiente la información de su interés. Y aquí, en la palabra interés, está el quid del asunto, pues a final de cuentas ¿qué autoridad tiene la estatura suficiente para clasificar la información y las fuentes correctas, precisas, verdaderas para todos, cuando la verdad absoluta no existe y todo es según el color del cristal con que se mira?

De ahí que también es válido, al contrastar presumibles bulos de ida y vuelta, preguntarnos si lo que unos consideran válido de verdad lo es y todos los demás están equivocados; o viceversa, si uno está equivocado mientras los demás no.
Un gran porcentaje de estudiantes y profesorado del área biomédica, utilizan Google como la primera opción de fuente de información (FI) ante una pregunta académica, por otro lado sólo el 40% de las búsquedas realizadas por médicos para resolver problemas clínicos, encuentran la información correcta [MONCADA, 2014].
Platónicamente hablando, ¿quién está dentro de la caverna mirando las sombras proyectadas? Quien ha salido de la caverna y hace evidente la razón de las proyecciones, ¿topó con verdad o con una maquinación para distorsionar y canalizar la verdad tras la verdadera mentira y la mentira presentada como verdad indubitable?

El Dióxido de Cloro al descubierto

El conocido como Suplemento Mineral Milagroso (porque se le atribuyen beneficios hasta para el tratamiento del autismo) , por sus siglas en inglés MMS o CDS promovido entre otros por el biofísico suizo Andreas Kalcker, no es otra cosa que Dióxido de Cloro o Clorito de Sodio (NaClO2) con agua destilada que se activa con un ácido, por ejemplo el cítrico, el muriático (ácido clorhídrico), para producir Dióxido de Cloro en forma de gas. El Clorito de Sodio es un limpiador empleado en las industrias papelera y textil como blanqueador y, en pequeñas dosis, desde 1944, para hacer potable el agua. Una ventaja de esta aplicación, en comparación con el cloro (que ha sido el sistema más barato y comúnmente utilizado hasta ahora), es que genera menos trihalometanos (gases tales como el cloroformo) al reaccionar con los contaminantes orgánicos que pueda llevar el agua a potabilizar.

En su libro La Salud Prohibida, Kalcker expone sus respectivas conclusiones como biofísico, reconociendo que no es médico y en los capítulos 7 y 8 del mismo hace un listado y observaciones acerca de la toxicidad del producto, y afirma:
Hay que considerar que estos efectos indeseables están estudiados y dirigidos a los trabajadores que emplean o fabrican productos a base de dióxido de cloro.
Por tanto las dosis a que pueden estar expuestos para que ocurran estos efectos son mucho más altas que las recomendadas y usadas en otros campos, como en el campo terapéutico desarrollado en este libro, y por ello no se puede extrapolar.
Los efectos de una sobre-exposición crónica pueden producir daño en los pulmones y agravar los problemas de asma y otras patologías respiratorias preexistentes [...]
Es bueno ser escéptico en nuestra sociedad tan manipulable por la información engañosa, pero no es lo mismo ser escéptico que ser detractor. Es fácil desacreditar una idea simplemente por ser incrédulo. Pero el hecho de que no pueda creerse una cosa no significa que no sea así, y por lo tanto los detractores de una idea tienen la obligación de probar lo contrario.
Para probarlo necesitan evidencias y esas evidencias deben ser fehacientes, y no solamente una copia de otra opinión sin fundamento y sin investigación propia [...]
Habitualmente, se utiliza la fórmula de que los datos obtenidos en las investigaciones son falsos y por lo tanto el científico está supuestamente cometiendo un fraude[...]
Los detractores se limitan a copiar y a pegar textos oficialistas que acusan a la sustancia de una supuesta toxicidad, sin haberla estudiado de manera profunda, no dándose cuenta de que no es lo mismo inhalar que ingerir [KALCKER, 2016, pp. 407-409].
Pero, además, también advierte:
¿Es cierto que el dióxido de cloro puede curar todo?
Quiero dejar claro aquí que el dióxido de cloro no puede curar todas las enfermedades, sobre todo una de las peores enfermedades de la humanidad:... La estupidez ...
Sólo el cuerpo puede curar enfermedades, y existen herramientas que le ayudan a realizar esta labor, cuando no es capaz de hacerlo exclusivamente por sí mismo.
Jim [Humble] afirmó en su libro, que con el MMS se pueden curar todos los cánceres... evidentemente no es así, ya que se trata de una enfermedad compleja, con muchas causas, y además existen muchos tipos. Sé que él lo dijo de todo corazón, cuando al principio se podía ver que la gente se recuperaba, y lo que sí es cierto, es que muchas personas se han recuperado completamente de cánceres terminales; pero, no es lo mismo decir muchas que todas.
Otra cosa importante, es que en ocasiones se confunden los términos químicos, les ocurre incluso a profesionales médicos. La sustancia base precursor para hacer dióxido de cloro es el clorito sódico [op.cit., p. 59].
Sus defensores, entre los que se encuentra la monja (con licencia) Teresa Forcades quien se ha erigido también como crítica del sistema capitalista; sus defensores, decía —que han llegado a crear en EE.UU. por iniciativa de Jim Humbel y la iglesia católica la "iglesia" Génesis II de Sanación y Curación como una artimaña legal para aplicar el compuesto en calidad de "sacramento" acogiéndose así al derecho eclesiástico y, además, "potegerse" de la persecución estatal—, tienen razón al afirmar que los detractores se equivocan al presentarlo como cloro, a secas; pero, hay que decir que estos pasan por alto que el elemento cloro, gaseoso en su estado natural, como se asienta en la Wikipedia, "en condiciones normales y en estado puro forma dicloro: un gas tóxico amarillo-verdoso formado por moléculas diatómicas (Cl2) unas dos y media veces más pesado que el aire, de olor desagradable y tóxico. Es un elemento abundante en la naturaleza que no se encuentra en estado puro ya que reacciona con rapidez con muchos elementos y compuestos químicos, por esta razón se encuentra formando parte de cloruros (especialmente en forma de cloruro de sodio, sal de mesa), cloritos y cloratos, en las minas de sal y disuelto en el agua de mar y se trata de un elemento químico esencial para muchas formas de vida.



El clorito de sodio, NaClO2 también se usa como componente en enjuagues terapéuticos, colutorios, pastas dentales, geles, aerosoles para boca y también en la disolución para la limpieza de lentes de contacto. También se utiliza para la desinfección de conductos de aire y de HVAC/R y sistemas de las áreas de contención de animales (paredes, pisos, y otras superficies).

En síntesis orgánica, el clorito de sodio se utiliza frecuentemente para la oxidación de aldehídos a ácidos carboxílicos. Siendo como es un fuerte oxidante puede causar síntomas clínicos similares a los del clorato de sodio, tales como: metahemoglobinemia, hemólisis, insuficiencia renal.

La confusión esencial de quienes lo promueven como remedio para diferentes padecimientos parecería partir de una o estas dos causas: la similitud fonética entre la hidroxicloroquina y el dióxido de cloro o la función potabilizadora y desinfectante adjudicada. Pero, también puede deberse a lo dicho lineas arriba acerca de su relación con los ácidos carboxílicos o simplemente porque se lo confunde con el ión clorito. Y es, además, una confusión que pone de relieve el abrumador divorcio informativo y educativo que ocurre entre legos y especialistas en cuanto a la difusión de las ciencias, una asignatura pendiente sobre todo en los llamados países en desarrollo entre los que se cuenta México y que médicos como los hermanos chilenos Rodrigo Nicolás y Juan Ignacio Veller se han esforzado por reducir, convencidos de que la única manera de multiplicar el conocimiento es compartiéndolo.


Nosotros debemos ser críticos. Nosotros como estudiantes y/o profesionales de la salud entendemos el lenguaje técnico, sabemos traducir las ideas y debemos filtrar y, a partir de ese filtro, debemos procesar de manera crítica y transmitir a las personas que no lo entienden que tienen una desinformación [o mala información]. Porque, en tiempos de pandemia, con el miedo, el estrés, con el dolor y el sufrimiento de la gente, todos nosotros somos muy susceptibles [...] a creer discursos disfrazados con palabras técnicas [...] Y yo entiendo a todas las personas que se dejan convencer por estos argumentos [...] porque recuerdo cuando yo no estudiaba medicina [...] y era muy fácil también convencerme sobre todo cuando escuchba a alguien que yo lo consideraba tal vez una autoridad en el tema [...] Muchas veces saber un poco sobre algún asunto nos hace creer que sabemos mucho [VELLER, Rodrígo Nicolás, 2020].
La confusión también puede deberse a los estudios efectuados en la literatura médica para comprender los probables usos clínicos y terapéuticos del ácido hipocloroso cuya descomposición química deriva en la emanación de dióxido de cloro. Dichos estudios existentes desde la Primera Guerra Mundial buscaron dar respuesta al alarmante incremento de muertes (situación apremiante similar a la vivida hoy con la pandemia) por infecciones en los soldados, lo que hizo que se emprendiera la búsqueda de un desinfectante aplicable de manera directa en las heridas, que destruyera microorganismos y sus toxinas, sin dañar el tejido normal.
El ácido hipocloroso forma parte de un nuevo grupo de sustancias microbicidas conocidas como "moléculas antimicrobianas no antibióticas", que por su amplio espectro, rápida acción y amplio margen de seguridad puede ser utilizado para controlar y prevenir un amplio número de infecciones de piel y mucosas. Biológicamente se clasifica dentro de un grupo de pequeñas moléculas conocidas como especies reactivas del oxígeno (ROS), sintetizadas por células del sistema inmune (neutrófilos y macrófagos) durante un proceso inmunológico conocido como "estallido respiratorio", durante la fagocitosis de antígenos en reacción con la enzima mieloperoxidasa peróxido de hidrógeno (H2O2) y un ion de cloro. Funciona como una sustancia quimiotáctica que permite un excelente control microbiano y activación del sistema de defensa que facilita la rápida e inocua reparación de tejidos [WANG et. al. 2007; cit. en (Ácido hipocloroso, 2020)].

La realidad es que ambas partes, la defensora y la acusadora del uso del producto no han presentado pruebas fehacientes, investigaciones puntuales de su efectividad en la promoción de la salud, fuera de testimonios anecdóticos sin sustento. Con lo que se cuenta en cambio es con investigaciones acerca de la toxicidad probable en plantas y animales.

En la medida que el público general se eduque apropiadamente y no solo llevado por la curiosidad o la necesidad o el miedo, los temas que pueden afectar a su salud y bienestar le serán menos onerosos tanto para su integridad física como económica. Pero, como he dicho líneas arriba, esto pasa de manera especial por el desarrollo de esas habilidades y competencias para la discriminación informativa que permitan a los lectores y consumidores de información, en este caso profesionales o no de la medicina, seleccionar lo verdaderamente útil y trascendental.

Puede ser muy valiosa una síntesis como esta o la publicada por la BBC de Londres, alertando sobre el uso del Dióxido de Cloro. Pero, al final solo el lector, solo, determina, mediante el contraste de la información, qué le sirve en su creencia y limitado conocimiento, como lo demuestran los cientos de usuarios del producto, número creciente patrocinado incluso por las iglesias proveedoras de esperanza frente a los temores palpitantes en la acualidad.

En el lector queda responder si estamos ante un choque de paradigmas o ante una teoría que ha propiciado desde 1991 el registro de algunas patentes y más recientemente la reacción regulatoria de algunos gobiernos tanto a favor como en contra de su aplicación con carácter experimental o incluso terapéutico, a veces con carácter "preventivo" y como un ¿placebo paliativo? ante la deseperada situación que enfrentan los sistemas de seguridad mundiales:


  • Patente sobre una solución estabilizada de DIÓXIDO DE CLORO para su uso como biocida universal: sustancias químicas destinadas a destruir, contrarrestar, neutralizar, impedir la acción de cualquier organismo considerado nocivo para el hombre. Patente EE.UU. 20120225135 A1 Fecha: 6/9/2012 Inventor: Tadeusz Krogulec Enlace directo Google Patents: http://goo.gl/RAUFWe
  • Patente sobre la utilización de varias sustancias incluido el CLORITO DE SODIO para el tratamiento de asma alérgica, rinitis alérgica y dermatitis atópica. Patente EE.UU. 8435568 B2 Fecha: 7/5/2013 Inventores: Mathias Brosz , Friedrich-Wilhelm Kuhne ,Klaus Blaszkiewitz , Thomas Isensee Enlace directo Google Patents: http://goo.gl/AEBndF
  • Patente sobre la utilización del DIÓXIDO DE CLORO para el tratamiento parenteral (vía intravenosa) de infecciones por el HIV. El objeto de la presente invención es proporcionar un agente que inactiva los virus VIH en la sangre sin tener una influencia perjudicial en el cuerpo del paciente. Patente EE.UU. 6086922 A Fecha: 19/3/1993 Inventor: Friedrich W. Kuhne Enlace directo Google Patents: http://goo.gl/LJTbo8
  • Patente sobre la utilización del DIÓXIDO DE CLORO para la prevención y el tratamiento de infecciones bacterianas, incluyendo la mastitis, en la ubre de mamíferos. Las composiciones incluyen dióxido de cloro en una cantidad que varía desde 5 ppm a 1000 ppm. Patente EE.UU. 5252343 A Fecha: 12/10/1992 Inventor: Robert D. Kross Enlace directo Google Patents: http://goo.gl/emKbrx
  • Patente sobre la utilización del DIÓXIDO DE CLORO para la desinfección o esterilización esencialmente de componentes de la sangre (células sanguíneas, proteínas de la sangre, etc.). La composición se forma mediante la adición de un compuesto que libera dióxido de cloro con un ácido orgánico débil. Patente EE.UU. 5019402 A Fecha: 28/5/1991 Inventores: Robert D. Kross , David I. Scheer Enlace directo Google Patents: http://goo.gl/LZpqdX
  • Patente que trata sobre la utilización del DIÓXIDO DE CLORO para el control de un amplio espectro de enfermedades infecciosas en la acuicultura, incluyendo el tratamiento de animales acuáticos infectados con patógenos asociados con las enfermedades infecciosas. Los animales acuáticos infectados con un patógeno son tratados por contacto con una cantidad terapéuticamente eficaz de dióxido de cloro. Patente WO 1995018534 A1 Fecha: 05/1/1995 Inventor: Robert D Kross Enlace directo Google Patents: http://goo.gl/RyszsQ
  • Patente que trata sobre la utilización del CLORITO DE SODIO para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el alzheimer (EA) o la esclerosis múltiple (EM) Patente EE.UU. 8029826 B2 Fecha: 04/10/2011 Inventor: Michael S. McGrath (http://goo.gl/76oy3F) Patente apoyada por el gobierno de los EEUU donde el propio gobierno puede tener derechos sobre la misma. Enlace directo Google Patents: http://goo.gl/HCPxC7






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Referencias y fuentes consultadas:

COVID-19: Crónica de una pandemia


Foto tomada de Quo
A muchos se les pasaron un par de indicios:

  1. Desde diciembre se hablaba del COVID-19, pero nunca se presentó ninguna imagen del "bicho".
  2. Tan tardíamente como la primera semana de marzo y ante la curiosidad de algunos medios de comunicación, los chinos "revelaron" las primeras y únicas imágenes conocidas del villano de la película, sin que se hayan producido más "avistamientos" fuera de las simulaciones digitalizadas.

Ese "vacío" informativo explica por qué muchos consideraron que el virus o era una creación humana en tanto "arma biológica" o simplemente como un recurso narrativo con el potencial suficiente para generar miedo y unidad internacional frente a un enemigo común con miras al control social y el allanamiento del espacio y tiempo necesarios para la "instauración de un nuevo orden mundial".
Entre que son peras, manzanas o virus, los sucesos ya están corriendo y el fin de una era es indiscutible con todo lo que implica, guste o no a liberales, conservadores, chairos, fifís, creyentes o incrédulos, apocalípticos o integrados. Aquí, una crónica puntual elaborada por los colegas de Badabun y publicada en su espacio de Facebook

Crónica de un abuso


DÍAS ATRÁS, tantos como casi una semana y con ayuda de un buen amigo publiqué en un chat de WhatsApp, donde no estoy incluido, un anuncio que también repliqué aquí, en Facebook. En el anuncio publicitaba que, entre los más de cien productos de limpieza y perfumería a granel, contratipos, que vendo para ayudarme con mi economía, incluía e incluyo el gel antibacterial, el gel sanitario, el shampoo para manos, cloro, etc. Como buen analista –creo– de los indicios informativos que nos rodean, sabía que, más pronto que tarde, dada la pandemia del covid 19, sería un producto recibiendo el centro de atención y, estando en posibilidad de ofrecerlo en precios económicos podría allegarlo a la gente de mi comunidad caracterizada por estar conformada en su mayoría por ancianos, grupo vulnerable objetivo.

Para sorpresa de mi amigo y mía el anuncio generó una respuesta impresionante. En escasas dos horas la andanada de pedidos se multiplicó 4 veces contra lo que de manera normal solía sucederme incluso con los productos que me son más solicitados para el aseo de la casa, la oficina, el coche o la ropa.

Lo mismo estaba sucediendo con mi proveedor habitual quien de pronto se vio rebasado por compras de pánico en su comercializadora y hubo de apretar tuercas para acelerar la producción en su fábrica.

Durante todo el fin de semana fue un no parar respondiendo a llamadas, mensajes de WhatsApp y Facebook. Las ventas fluyeron de forma fantástica y claro, no puedo negar que me sentía contento por el repunte de mi economía, de mi proyección personal y profesional, y aun más porque estaba contribuyendo a la prevención y cuidado de la salud de las personas y sus bolsillos.

Claro que esto tuvo, al menos en México, una múltiple explicación: el miedo generado en el mundo por el aumento de casos de coronavirus dados a conocer por algunos colegas periodistas de corte sensacionalista, las torpes decisiones y actitudes del gobierno en turno de Andrés Manuel López Obrador, los funcionarios de su gabinete, los legisladores y sus simpatizantes, el cambio de fecha del puente vacacional adelantado por motivo del 21 de marzo, aniversario del natalicio de Benito Juárez. Esto, sumado a noticias como la caída de los precios del petróleo, de la Bolsa Mexicana de Valores, del peso, la confrontación Arabia-OPEP-Rusia y más, puso a la gente en un estado de psicosis colectiva, detonando compras de pánico.  Pero, también influyó, hay que decirlo, el ambicioso afán abusivo de los que, aun escudándose en la ideología anticorrupción, vieron la ola avecinarse y consideraron oportuno montarse en ella.

Surfeando en gel

Hacia medio fin de semana, entre sábado y domingo mis ventas iban muy bien, con cierto control y orden, hasta que el descomunal aumento de la demanda hizo que mi proveedor dejara de apartarme suficiente gel antibacterial como para tener stock destinado a mis clientes. Así, me fue reduciendo las cantidades y aplazando las entregas, porque no se estaba dando abasto. Me enfatizó que el gel no escaseaba, pero que comenzaron a escasear las botellas dispensadoras de ciertas medidas. A mí eso no me hubiera afectado tanto, si no hubiera sido porque la mayoría de mis pedidos solicitaban justo más botellas dispensadoras conteniendo el producto, aparte de su presentación en bolsa para rellenarlas. Este fue el primer atorón. Seguí entregando el producto en bolsas de plástico y no pude dejar de pensar en las ironías a que estas pandemia y recesión mundiales nos están llevando pues, cuando en muchas partes del orbe, y México no es la excepción, se empiezan a aplicar legislaciones que prohiben el uso de popotes y bolsas de plástico, aun sin tener asegurada y garantizada una industria y productos de sustitución, resulta que el gel tenemos que empacarlo en bolsas para desplazarlo y en los restaurantes tenemos que beber los líquidos en los vasos en la esperanza de que estén bien lavados para evitar contagios.

Hacia el lunes el tema de los envases me orilló a plantear a mis clientes la sustitución del producto para surtirles más bolsas que envases. Comencé a sugerir que podían reciclar envases de shampoo, cremas, que tuvieran tapa dispensadora hermética para evitar la evaporación del alcohol. ¡Oh, sorpresa! La cultura y educación del reciclaje no está suficientemente promovida y diseminada entre la población mexicana, a pesar de las leyes, programas, estrategias y políticas de gobierno e intituciones respectivas. La gente no recicla, todo lo tira, pero bien se queja de que ya no hay rellenos sanitarios suficientes o los existentes, legítimos o clandestinos, se han convertido en manzanas de la discordia para gobiernos municipales, empresas, comunidades y gremios, todos echándose la bola unos a otros y nadie tomando las riendas para dar la vuelta al tornillo y entrar de lleno en la generación de energía sostenible, entre otros beneficios aparejados a la basura.

El resultado fue que la paciencia de los clientes comenzó a resentirse. La promesa de dar razones acerca de los envases el martes inmediato sirvió para calmar los ánimos.

Llegó el martes y con él el aumento drástico de pedidos. Empecé a dedicar más tiempo de mi noche para mantener el control y el orden. La ventaja es que soy noctámbulo, pero todo tiene un límite, y eso de ir a dormir a las 7 de la mañana para despertar 3 horas luego no es muy sano tampoco y menos cuando por estar en la brega hasta los tiempos de alimento y descanso se ven trastocados. Pero, soy persona responsable y dedicada, acostumbrada a sacrificar cosas cuando es preciso.

Si el lunes sirvió de pausa en la entrega de gel por dedicarlo a la entrega de otros productos de limpieza que también se estaban viendo afectados en su distribución, el martes el gel acaparó la atención. Amigos me enviaron imágenes de lo que estaba sucediendo y ya había anuncios de otros ofreciendo el gel antibacterial con mucha agresividad comercial y precios elevados. Está bien, dije, el sol sale para todos. Sabía que el caos estaba comenzando y que no llevaría a nada bueno. Mi proveedor redujo su entrega a mí y quedé desprotegido, capoteando el temporal. Envases cada vez más escasos o agotados o con precios exagerados. Dado que los otros productos los vendo con envase a cambio (reciclaje), en esos no me afectaba más. Y en el gel ya había yo comenzado una estrategia de control de daños tratando de educar a la gente acerca del reciclaje. Pero, el hombre es un animal de costumbres, necio.

Mis ventas continuaban y el dinero comenzó a quemarme, a sabiendas de que el problema de a distribución no tardaría en afectarme de forma severa no siendo yo mayorista.



Haga su propio antibacterial

Martes y miércoles de nuevo fueron de aplazamiento y reducción de entregas, contra la demanda existente. Empezaron a mandarme imágenes de tiendas con estanterías vacías. Empezaron a llamarme amigos y conocidos pidiéndome grandes cantidades de litros para, con toda franqueza, comerciar montándose "en la bonanza" ficticia que supone una ola, una burbuja inflacionaria como esta. Los videos de YouTube elaborados especialmente en España desde diciembre del 2019, tras la declaración de la pandemia, enseñando cómo hacer gel antibacterial casero con la fórmula oficial de la Organización Mundial de la Salud aumentaron de forma increíble sus vistas y suscripciones a cientos de miles o millones. La gente ahora, en la era de la información, contaba con una herramienta conceptual para no "depender" de las grandes corporaciones químicas fabricantes del producto y así en España como ahora en México, los ciudadanos audaces se lanzaron a los establecimientos de venta de insumos como la farmacia París, El Fénix y otros para adquirir los ingredientes y herramientas para fabricar el propio gel, fuera para comerciar o para uso personal o familiar. Esto ocasionó que, al día siguiente, estallara la burbuja.

En la noche del martes, a mi proveedor se le murió un hermano así que cerró temprano y el miércoles la demanda rebasó a sus empleados y a él mismo en pleno duelo y velorio. Yo, aguantando como Ulises amarrado al mástil, para no sucumbir a los cantos de las sirenas y a la vorágine.

El jueves por la mañana, aun a riesgo de parecer insensible, llamé a mi proveedor para conocer el estado de mis entregas y solicitar un pedido grande, que tenía el dinero en la mano para soportarlo y desahogar mi ya larga lista de espera. Su respuesta fue el indicio de que el negocio ya estaba francamente podrido. No podía surtirme más que una cantidad reducida y manteniendo el precio original. Los precios de los insumos fluctuaban mucho, elevados y ni siquiera podía fijar un nuevo precio. Me supe entonces fuera de mercado. En las redes sociales empezó a circular publicidad de esos oportunistas, vendiendo el gel a dos o tres veces el precio regular. Sabía lo que se avecinaba, pues también desde el fin de semana habían comenzado a escasear los cubrebocas, de los que también me habían solicitado una cantidad considerable.

Mi proveedor me cambió las condiciones, solo atendería mayoristas con pedidos superiores a mil litros y con capacidad de pago de contado inmediato al 100%, sin anticipo al 50%. Entonces, una amistad como caída del cielo me llamó, tenía a su vez un cliente con dicha capacidad, solicitando 10 mil litros para que le fueran entregados con una distancia de 15 días en remesas de 5000 litros. Presenté el caso a mi proveedor y me negó la posibilidad. El mercado estaba vuelto loco y no podía garantizar ni comprometerse con tiempos ni cantidades. Solo me garantizó la entrega de mi exiguo pedido de 20 litros con los cuales yo tendría que hacer malabares para hacer mis entregas. Entonces me confirmé excluido y opté por una actitud de responsabilidad social: lo importante era poner en las manos de mi gente el producto, para la prevención, al fin yo no busqué la burbuja y mi negocio no es lucrar a costa de la necesidad de las personas si bien no soy beneficencia. Así, me concentré en reordenar mi lista de espera e informar a mis clientes la situación sin entrar en detalles enojosos o superfluos, y con afán de surtir a más personas aunque fuera con un litro de gel, mejor que a unos pocos felices de adquirir medianas o grandes cantidades. La cantidad que me surtirían me serviría para repartir gel a 11 personas y no más, de poco más de 50 pedidos. Sí, suena poco para quien acostumbra dejarse llevar por la ambición. Como ya se sabe que la ambición rompe el calzón, preferí quitarme el mío antes de zurrarlo por inconsciente y nada solidario bastante ya me estaba quemando a causa de terceros.

En la noche del jueves, mi proveedor me entregó lo convenido. Charlamos de la situación y me explicó que, aun teniendo la capacidad instalada para solventar incluso pedidos como uno que le llegó de un millón de litros, sencillamente ya no podía fabricar más gel porque no solo aumentaron los insumos sino en especial el alcohol, que es la base principal, estaba agotado a pesar de buscarlo en una veintena de industrias alcoholeras que le proveen a él. Que tal vez sería hasta el martes de la siguiente semana cuando podría tener noticias al respecto.

De esa manera terminé mi día y mi semana, reembolsando lo poco que pude haber ganado a causa de la ola especulativa antes de caer en un círculo pernicioso para mí y para los demás. Me quedó apenas para comer unos días. Me hice a un lado, pues al fin no solo de gel vive este hombre y tengo claro que no es la panacea, sino uno más de entre los muchos productos antisépticos y de aseo que vendo y que podemos usar todos para el cuidado, la prevención y la higiene. Ahora sí que, casi como Pilatos, preferí lavarme mis manos y mirar de soslayo cómo, quizás, esos acaparadores, especuladores oportunistas se quedarán con el producto o, para su fortuna, la desesperación y la ignorancia obtusa de la gente la podría llevar a perder lo más por lo menos. En fin, una raya más al tigre, por no decir al peje.

Piezas sueltas de un rompecabezas

Patrullas de Naucalpan apostadas en puntos "estratégicos", sin oficio ni beneficio
Foto: Archivo Indicios Metropolitanos.

EN ESTOS DÍAS ocurrió un robo de vehículo en la cercanía de la sede de Indicios Metropolitanos. Este hecho, aunado a otros semejantes que han venido ocurriendo a lo largo de 3 meses, parece ir a contrapelo de, si no es que ridiculiza, la "estrategia" del actual Comandante de la Zona 9 del Gobierno Municipal de Naucalpan de Juárez, Sergio de la Rosa Vigil, a quien casi nadie conoce pero fuera parte del Grupo de Reacción Rápida o Grupo de Operaciones Especiales (G.O.E.) en la administración pasada. Dicha estrategia ha consistido en apostar unidades policiales en puntos concretos del fraccionamiento La Florida, manteniéndolas con el motor encendido, pero desprotegiendo otras áreas. Los rondines prácticamente han pasado a la nada, siendo solo hechos esporádicamente por unidades aisladas o por el propio comandante o sus jefes de turno.

El argumento base de dicha estrategia, explicada a Indicios Metropolitanos por el mismo comandante se basa en la idea de cubrir los puntos clave de acceso al fraccionamiento y como táctica disuasoria del crimen, lo que parece no estar ocurriendo como se esperaría.

Si la estrategia es o no del comandante o del propio Comisario Lázaro Gaytán, el índice delictivo en la Zona 9 evidentemente ha aumentado sobre todo en lo tocante a rob de vehículos y autopartes (aun cuando en el fraccionamiento en cuestión se reporta una disminución). Hechos como estos ponen en evidencia su inoperancia, inefectividad, ineficacia e ineficiencia en la práctica y que el asunto acusado por ciudadanos es más que mera percepción negativa.

La delegada de Participación Ciudadana en dicho fraccionamiento, María del Carmen Garcia Sanchez, cuestionada sobre el tema comentó a Indicios Metropolitanos: "Yo tuve entrevistas con el Comisario desde que era encargado de despacho, sus primeras instrucciones: no se le da vigilancia especial a nadie; pero, se deben prevenir asaltos a determinadas horas y lugares. El Comandante llegó a poner orden y disciplina que a muchos elementos de seguridad y ciudadanos no les ha parecido. Con [Cte.] Mejía, de febrero a marzo tuvimos 14 incidentes delictivos de los que supimos; con el Cte. Sergio de la Rosa, sí hemos tenido incidencias, pero han sido mucho menos. La delincuencia no se va acabar. Hay personas que han tratado de desacreditarlo, pero si tienen pruebas, que las presenten con su denuncia".

Información recabada por Indicios Metropolitanos apunta a la existencia de delicados señalamientos sobre distintos miembros y niveles del actual cuerpo policial en Naucalpan (varios de ellos de larga carrera en administraciones pasadas) que involucran probables casos de extorsión, tráfico de influencias, nepotismo, colusión, venta de protección a comercios, industrias, oficinas o particulares que incluso suponen el cruce de "apoyo logístico" de unidades de zonas distintas. Lo que más llama la atención es que semejantes acusaciones fueron hechas también contra otros comandantes en la administración pasada, como fue el caso del Comandante Luis Mejía, si bien carecieron de sustento aparente.

Por ejemplo, en el citado fraccionamiento, Indicios Metropolitanos ha podido atestiguar la presencia de unidades de policía municipal y de Mando Único del Estado de México correspondientes a las zonas 3, 9, 10, 17, alguna de ellas pretextando alguna liga de alguna clase con "los enlaces". ¿Cuál es la lógica detrás de esto? ¿Cuál es el papel del o los comandantes regionales, alguno de los cuales, el hoy ¿licenciado? Edgar Antonio López Ferto se destacó como comandante de la octava zona y, se dice, bajó muchísimo el índice delictivo porque "descubrió" que el ex comandante Rodrigo Jiménez estaba coludido con los roba carros (delito que ha aumentado en La Florida)? Por el buen desempeño de su trabajo lo nombraron Regional de Zona Residencial, ¡qué cosas! ¿Será que estamos ante uno de esos casos de "Quítate que ahí te voy" donde el más hábil queda como el más apto y adecuado para el mando "no matter what"?

Por cierto, el apellido Ferto lo hallamos tres veces mencionado en distintas dependencias en la nómina del actual gobierno naucalpense, y otras tantas veces ya se leía en la nómina de 2013. ¿Acaso el sindicato no es consciente de esto Tomas Palomares Suteym Seccion Naucalpan o es una pieza más en el complejo rompecabezas?

¿Son insuficientes las unidades cuando cada régimen hace gala de comprar nuevas? Si es escaso el combustible, ¿para qué mantener unidades con motores encendidos apostadas de modo fijo, cuando además se sabe que un vehículo contamina y gasta más combustible en posición estática que en movimiento? ¿Cuál es el papel que juega el GOE cuando, por la misma estrategia, la policía tarda "siglos" en llegar al lugar de los hechos y para nada? Acaso, que alguno de los comandantes haya salido de las filas del GOE no tendría que significar una más puntual garantía de seguridad para la población? ¿Cómo es posible que el Cabildo no tenga acceso a los datos estadísticos sobre el índice delicuencial en el municipio que gobiernan? Ah, sí, es que aun no estaban debidamente certificados algunos funcionarios, como el ex Secretario de Gobierno Manuel de Jesús Espino Barrientos hoy aspirante a súper delegado de AMLO en su natal Durango y cuyo secretario particular murió en circunstancia por demás sospechosa en un supuesto suicidio con trazas de asesinato.

¿Y transparencia? Esta comparte los datos ¿maquillados? y cumple su función, pues la ley misma la libera de tener que "procesar" la información, la que ha de ser transmitida por el sujeto obligado al solicitante tal cual la encuentra. Así, ¿cómo y dónde hallar la verdad? ¿En quién confiar dentro y fuera del gobierno?

Preguntas como esta y más tendría que estar haciéndose la alcaldesa, promotora de la transparencia, Patricia Elisa Duran Reveles si, como Andrés Manuel López Obrador, se reuniera diariamente antes del "mañanero" con su gabinete de seguridad.

En Naucalpan, además, la Guardia Nacional ha sido dedicada a atender situaciones de seguridad en las zonas, barrios, pueblos más desprotegidos anteriormente, la mayoría de ellos en áreas del llamado "cinturón de miseria", sin que aún se tengan claros indicios de mejoramiento.

Militares en Naucalpan, pasos iniciales de la Guardia Nacional

Foto: Archivo Indicios Metropolitanos

ESTA TARDE, Indicios Metropolitanos pudo atestiguar y charlar con personal de la Policía Militar, base de la moderna Guardia Nacional implementada como eje de la política de seguridad pública del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los oficiales militares comentaron en entrevista a Indicios Metropolitanos que como parte de las primeras acciones instruídas y orquestadas está la de acercarse a la ciudadanía para tomar nota puntual tanto de la percepción como de las experiencias que los ciudadanos tienen sobre el serio tema de la inseguridad en sus distintas comunidades. En este caso, en relación a lo tocante a mi fraccionamiento, La Florida, en Naucalpan.

Indicios Mtropolitanos escuchó atentamente los señalamientos de algunos vecinos "ilustrando" a los oficiales que, libreta en mano y mirada aguzada, tomaban nota literal y mental de lo dicho por la gente para, desde ahí, trazar estrategias y tácticas que, aundadas a los entrenamientos militares con los que se organizarán las fuerzas policiales den respuestas más puntuales, sensibles, eficientes y efectivas en el combate a la inseguridad y el mantenimiento de la paz social.

Destacados en las instalaciones habilitadas para el efecto a un costado del Parque Naucalli, los oficiales a pie, en grupos de tres (por lo general dos varones y una mujer) y en unidades móviles recorren las colonias y fraccionamientos entrevistando brevemente a los vecinos, "casa por casa", "establecimiento por establecimiento", recabando con preguntas bien planteadas información sensible (ningún dato personal) capaz de dar luz sobre los modos de operar de los criminales y las afectaciones principales de que han sido objeto por parte de ellos los ciudadanos.

Indicios Metropolitanos cuestionó, entre broma y broma, la posibilidad de que de aquí, de estos primeros pasos, pudiera surgir una nueva, renovada, transformada versión "transparente" del viejo CISEN (Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional) del cual recientemente y por decreto presidencial se entregaron al ARGENA (Archivo General de la Nación) los archivos completos para su clasificación y desclasificación y apertura pública. Ante el comentario, la respuesta de los entrevistados se limitó a una mirada penetrante y una media sonrisa amable, muy amable.