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Tocadas por la luz

Foto: Alejándro Álvarez, tomada de Reforma

DURANTE LA CONFERENCIA de prensa realizada por Fomento Cultural Torres de Satélite el 16 de febrero de 2017, el Arq. Cuauhtémoc Rodríguez, presidente de dicha asociación recordó que meses atrás había denunciado la supuesta desaparición de las luminarias del monumento escultórico Torres de Satélite, las que halló y documentó guardadas en los almacenes de Servicios Públicos del ayuntamiento de Naucalpan y que, en consecuencia, solicitó la intervención del INBA en tanto institución responsable del cuidado y la preservación de la obra que ya hoy y desde finales de 2012 es considerada Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación.

Habiendo transcurrido el tiempo y sin que el ayuntamiento hubiera devuelto aún las luminarias al monumento, el arquitecto Rodríguez declaró que “esto dio pie para buscar el apoyo de las empresas de iluminación para nuevamente ponerle luz a Las Torres”.

Arqs. Jorge Barajas, Cuauhtémoc Rodríguez y Lic. Galo Blanco
de Fomento Cultural Torres de Satélite.
Foto: Archivo VETA Creativa

El Arq. Rodríguez expuso que este año Fomento Cultural ya comenzó las gestiones para hacer a Las Torres candidatas ante la UNESCO para que se las declare también Patrimonio Artístico y Cultural de la Humanidad…
[…] pero los incidentes del grafiti en la Torre azul, los daños a los elementos de la explanada como las jardineras y guardas tras la incursión de gobiernos municipales para usarla como escenario donde entregar vehículos policiacos, o por la ciudadanía en el uso de su derecho a manifestarse en protesta por la inseguridad, y ahora este tema de las luminarias nos echaron para atrás el esfuerzo dados los requerimientos y exigencias de la UNESCO.
Cabe señalar que México es el país con mayor cantidad de patrimonios de la humanidad en América, contando con 27 bienes culturales, 5 naturales y uno mixto, y ello lo coloca además en el sexto lugar mundial como país con mayor riqueza cultural.

En el afán de dar una solución al problema, aclaró el Arq. Rodríguez:
Fomento Cultural recurrió a una empresa de iluminación que ha pedido que no se la mencione hasta que ya esté concreto el proyecto. Esta empresa hace el gran honor de invitar a un arquitecto reconocido a nivel internacional como es Gustavo Avilés.


Gustavo Avilés Martínez, nacido en 1950, estudió arquitectura en la Universidad Iberoamericana de 1969 a 1974. Desde 1984 se ha enfocado en el tema de la iluminación en la arquitectura.

Reconocido diseñador de iluminación, conferencista es también fundador y director general de la empresa Lighteam Gustavo Avilés especializada en la investigación y el desarrollo de proyectos de iluminación arquitectónica.

Su trabajo abarca una variedad de aplicaciones, desde la iluminación domiciliaria, pasando por la corporativa, edificios históricos, monumentos artísticos, panorámica, etc. Entre sus trabajos destacados están el diseño del pabellón de México en la Feria Mundial de Hannover 2000, en Alemania; el Museo del Chopo, en la Ciudad de México, el diseño de iluminación de la nueva sede del Senado de la República en México, por mencionar unos pocos. Además, ha participado en proyectos en Milán, Italia; Portugal y Austria, entre otros países.

En su intervención en la conferencia de prensa, el arquitecto Avilés, también miembro del Sistema Nacional de Creadores, dijo sentirse agradecido por esta oportunidad…
[…] de manifestar en luz un elemento tan importante y hermoso de la ciudad. Es un trabajo, una tarea, una misión […] Para mí, tocar un proyecto de este tipo, es una resonancia visual de cómo puede la arquitectura, de la mano de la luz, generar un elemento que puede recuperar y restablecer la mirada del hombre hacia el cielo, no solo de día sino también de noche y considerar que nuestra ciudad viva no solo 18 horas sino las 24 de cada jornada. Que, al pasar por este monumento ubicado en una de las avenidas más transitadas del mundo, el sentido de umbral, de “ir llegando a…”, traspasar y después salir, en ambas direcciones, sea realmente un acceso a la ciudad.
Ubicando en su discurso a las Torres de Satélite como si monumento de la Ciudad de México, más que de Ciudad Satélite o de Naucalpan en tanto esa “Ciudad con Vida” propuesta por el gobierno municipal de Edgar Olvera, como hito de la hoy ya indudable Megalópolis en que se ha convertido la zona metropolitana conurbada entre la Ciudad de México y el Estado de México, el arquitecto Avilés consideró:
La Ciudad de México no tiene en este momento, a mi manera de ver, un solo elemento arquitectónico que la represente de noche. No es la Catedral Metropolitana iluminada, no es el Palacio Nacional. Lo que se ha hecho es de dudosa calidad como la iluminación del Monumento a la Revolución, la Columna de la Independencia y otros materialmente destruidos en lo visual. Y vemos que la Ciudad de México se presta a una iluminación de coloración gratuita, como un Paseo de la Reforma iluminado de rojo o verde eléctrico que llevan al ciudadano espectador a preguntarse “¿eso debo comer visualmente diario?”.

¿Qué dignifica a nuestra ciudad? ¿Qué la representa de noche? Pues yo quiero proponer que sean las Torres de Satélite, para que Ciudad Satélite pertenezca al círculo mundial de ciudades luz con una identidad y una comunidad propias.
Gustavo Avilés abundó en explicar los motivos artísticos para tener cuidado sobre la iluminación de Las Torres:
No es simplemente iluminarlas para que sea visible la materia del concreto o de la escultura misma. Sino lo que se busca iluminar es la mirada del espectador, de las personas.
Porque esa luz que vemos regresa a nuestros ojos no está solamente allá, sino regresa a cada uno provocando sensaciones, emociones.
Hay aspectos en Las Torres tan importantes como la revaloración del tiempo, la recreación del patrimonio, el urbanismo mexicano, una remembranza de cosmogonía azteca primaria por la fusión de tierra y concreto.
Las Torres son un ejemplo de modernidad y cosmogonía y. en términos sociales, la idea de una recuperación de un espíritu espacial de la ciudad basada en un deseo de vivir mejor, de tener una ciudad que nocturnamente sea visible.
Esos son los motivos reales para poder iluminar Las Torres.


En las primeras reuniones entre funcionarios del INBA y del gobierno de Naucalpan, una de las primeras e insistentes preguntas que efectuó el Director de Servicios Públicos, Francisco Álvarez, redundó en aspectos técnicos relativos a la instalación, el consumo eléctrico y los costos de la iluminación y quién tendría que pagarlos. Los funcionarios del INBA expusieron que el costo del proyecto de iluminación sería del orden de 1.8 millones de pesos y a ello repuso Álvarez que el gobierno podía hacer la iluminación a la mitad del mismo.

Sin tener conocimiento de estas aseveraciones, el creador del anteproyecto de iluminación aprobado por el INBA, y del que días atrás se habían ya efectuado algunas pruebas en el sitio, en la conferencia de prensa dijo:

Puerta de Brandemburgo, Catedral de Colonia y Puente de Hohenzollern

La tecnología no es el problema, tenemos el apoyo de las principales fábricas del mundo. Las podemos poner a concursar para ver cuál nos da el mejor servicio y rendimiento y beneficio. Es algo en lo que muchas empresas quisieran participar al punto que, más que pagarles, se les tendría que cobrar, porque ¿quién sede su patrimonio, sobre todo con un valor intangible, para que un tercero lo ilumine?

El consumo eléctrico no es el problema. El punto central es que se trata de un tema social de la presencia urbanística de un conjunto escultórico que sintetiza una idea de ciudad.
Dirigir también la mirada nocturna hacia Las Torres unifica y genera un fenómeno de trascendencia no sólo material sino de un carácter mucho más fino y más poderoso relacionado con la idea de convivencia en un espacio citadino.
El proyecto que se ha presentado es de primera línea mundial comparable con la Puerta de Brandemburgo, en Berlín, o la Catedral de Colonia, como ejemplos de lo que otras ciudades consiguen por su imagen nocturna.
[…] Así, tenemos el elemento arquitectónico, existe, es único en el mundo, recuperémoslo visualmente. El proyecto no toca a Las Torres, a no ser solo con la luz


Video: Apreciando mediante dron la iluminación nocturna de las Torres de Satélite.
Autor: Ismael González González

Torres de Satélite, para mirar al cielo

Foto: TORRES DE SATELITE by Lenny 1970, on Flickr
(tomada de http://www.forodefotografia.com/fotografias-de-arquitectura/torres-de-satelite/)
EN JULIO 28 de 2016, la asociación Fomento Cultural Torres de Satélite A. C., presidida por el Arq. Cuauhtémoc Rodríguez, estableció ligas con la asociación vecinal Colonos de La Florida A. C. con la finalidad de, dada la cercanía del fraccionamiento La Florida al monumento escultórico Torres de Satélite, comenzar sus trabajos de difusión cultural con miras a la celebración, en 2017 de los 60 años de existencia de dicho monumento creación del Arq. Luis Barragán y el artista plástico Matías Göeritz.

Así, en esa fecha, Fomento Cultural arrancó oficialmente una labor que, en buena medida, trata ahora de llenar el hueco experimentado en el 50 aniversario de Las Torres, mismo que prácticamente pasó desapercibido ya no nada más para los medios de comunicación y el ámbito cultural naucalpense o incluso nacional, sino, peor, para los mismos vecinos que conviven con esas estructuras día con día.
Tiempo después, arrancando 2017, el 16 de febrero, Fomento Cultural convocó a una conferencia de prensa con dos objetivos: 1) insistir en la difusión del valor cultural, artístico e histórico de Las Torres. 2) Hacer de conocimiento público la labor efectuada para la conservación y el mantenimiento de esta obra que a finales de 2012 fuera declarada por el presidente Felipe Calderón mediante decreto como Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación, dándole así un estatus y un carácter de mayor relevancia y, por lo tanto, comprometiendo al Estado de México (en tanto propietario), el municipio de Naucalpan (donde se hallan a su resguardo) y a sus habitantes a considerarlo entre sus máximos valores heredados y en consecuencia cuidarlo y preservarlo.

A la conferencia de prensa acudieron como invitados David Parra Sánchez, líder moral del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado de México y Municipios (SUTEyM – Naucalpan), los arquitectos Gustavo Avilés, Carlos Zetina, Ismael García. Los líderes vecinales Antonio Gómez Yunta, Dra. Ma. de Lourdes Valdés Fromow, presidenta de la asociación Colonos de La Florida, junto con parte de su mesa directiva y vecinos interesados en el tema. El Lic. Galo Blanco, Director General de Fomento Cultural y ex presidente de la Asociación de Colonos de Ciudad Satélite. El presidente actual de dicha asociación, el Sr. Armando Bravo, entre otros.
Luego de la exposición hecha por el Arq. Rodríguez para poner en contexto y antecedentes históricos la importancia de las Torres de Satélite, se dio la noticia de que el Instituto Nacional de Bellas Artes había dado entrada al anteproyecto de iluminación elaborado por el Arq. Gustavo Avilés tendiente a resaltar el valor y ambiente urbanístico del monumento.

Dra. Ma. de Lourdes Valdés Fromow, presidenta de la asociación Colonos de La Florida,
en amena plática con Armando Bravo, presidente de Asociación de Colonos de Ciudad Satélite,
en compañía de vecinos de Satélite y La Florida.
Foto: Archivo VETA Creaetiva.

Armando Bravo, Arq. Gustavo Avilés, David Parra Sánchez, Galo Blanco.
Foto: Archivo VETA Creativa

Antonio Gómez Yunta. Foto: Archivo VETA Creativa
Indicios Metropolitanos aprovechó la ocasión para preguntar al Arq. Rodríguez si, siendo 2017 un año electoral, no corrían riesgo de ser usadas como botín político las Torres de Satélite, a lo que el entrevistado respondió que sí, muy probablemente podría suceder.

Cuestionado acerca del tema de las luminarias y su denuncia sobre su desaparición, el Arq. Rodríguez aclaró que a la fecha y a pesar del acuerdo entre INBA y el gobierno municipal de Naucalpan presidido por Edgar Olvega Higuera, estas todavía no habían sido devueltas al monumento.

Sobre la idea de construir un túnel peatonal a modo de pasaje cultural en calidad de museo de sitio y que pudiera conectar los fraccionamientos La Florida y Bulevares, el Arq. explicó que se han estado efectuando pláticas con las asociaciones correspondientes para exponer los beneficios de dicha idea y así, también, conocer las razones por las que se oponen los vecinos, para consensuar lo más favorable tanto para la comunidad como para la obra misma de las Torres de Satélite. Asimismo, al cuestionarle sobre la forma de controlar el paso a ese túnel, el arquitecto describió que este podría hacerse mediante sistemas de boletaje a bajo costo que, por una parte, sirviere a manera de donativo para el mantenimiento y preservación del grupo escultórico y por otro permitiere garantizar una seguridad mínima para los peatones y/o visitantes.

Fomento Cultural también aclaró en dicha conferencia de prensa que las gestiones para conseguir la declaratoria internacional por parte de la UNESCO que pueda incluir a las Torres de Satélite entre los monumentos considerados Patrimonio Cultural de la Humanidad van por buen camino, aunque, precisó, falta todavía hacer lo necesario para cumplir con los estrictos requerimientos de la UNESCO, requerimientos que pasan justo por el compromiso coordinado y corresponsable entre las instancias de las cuales depende el monumento y que son el gobierno del Estado de México, el municipal de Naucalpan y la ciudadanía en torno al monumento, de ahí la importancia de involucrar a las asociaciones presentes.



Fomento Cultural presentó también un conjunto de diversos artículos promocionales conmemorativos para celebrar los 60 años de Las Torres. Entre ellos, algunos muestran imágenes sincréticas que muestran, por ejemplo, al Hombre Araña oteando el panorama desde lo alto del monumento. Indicios Metropolitanos cuestionó a Fomento Cultural si cuenta ya con los derechos para la utilización de esas otras obras empleadas para el efecto de los artículos promocionales, por ejemplo de la empresa Marvel, su respuesta fue negativa. “Todavía no hacemos las gestiones respectivas”, dijo el Arq. Rodríguez.

En una intervención final, el Arquitecto Avilés se refirió a Las Torres y a su anteproyecto de iluminación definiendo que con él, lo que se pretende, es subrayar la idea original de Matías Göeritz que había conceptualizado en el monumento una manera de “resonancia visual capaz de redirigir la mirada al cielo”.

El Arq. Gustavo Avilés definió las Torres de Satélite como una obra
cuya "resonancia visual logra redirigir la mirada al cielo".
Foto: Archivo VETA Creativa

Un aletargado INBA a la mitad del camino


TRAS LA DENUNCIA efectuada por el Arq. Cuauhtémoc Rodríguez, presidente de la asociación Fomento Cultural Torres de Satélite A. C., respecto de la desaparición de las luminarias del monumento obra del Arq. Luis Barragán y el artista plástico Matías Göeritz, Indicios Metropolitanos se dio a la tarea de entrevistar a la Dra. Arq. Dolores Martínez Orralde, Directora de Arquitectura y Conservación del Instituto Nacional de Bellas Artes, sobre este tema y en particular para conocer su opinión sobre lo señalado en el boletín de prensa 281 del gobierno municipal de Naucalpan acerca de que en el primer encuentro habrían acordado INBA y ayuntamiento
[…] que los trabajos [de levantamiento y remozamiento] se realizarán en forma coordinada con el gobierno local, sin la participación de intermediarios  como asociaciones […]
Se acordó que en los próximos días se efectuará una visita técnica para llevar a cabo un levantamiento arquitectónico y conocer el estado actual en el que se encuentra este espacio, al tiempo que se iniciarán los trabajos para la ejecución de un programa de iluminación.
En vista del papel que ha desempeñado por 13 años la asociación presidida por el Arq. Rodríguez, al ser cuestionada la funcionaria sobre las reacciones derivadas del boletín, la Arq. Martínez explicó a Indicios Metropolitanos vía telefónica:

Dolores Martínez Orralde: Yo no estoy molesta ni enfadada por lo expuesto en el boletín de prensa del gobierno municipal de Naucalpan. Estamos, en todo caso, aclarando la situación en torno al tema de las Torres de Satélite y en pláticas para coordinar las acciones dirigidas a su mantenimiento y conservación.

Acordamos con el gobierno municipal en la necesidad de hacer un levantamiento para conocer la situación real y actual de la obra.

Indicios Metropolitanos: ¿Esto incluye conocer la situación acerca del tema de las luminarias “desaparecidas”?

D.M.O.: También. Tenemos que aclarar los hechos y por eso hemos pedido que se haga un levantamiento, pues la obra está a resguardo del municipio.

I.M.: ¿El boletín daba a entender que, para el embellecimiento de Las Torres no se tomará en cuenta a la sociedad ni a ninguna asociación interesada en el tema?

D.M.O.: No puede ser así. El papel que han jugado los vecinos en el cuidado de Las Torres ha sido muy importante. Es cierto que hay puntos de vista contradictorios, pero la sociedad, los ciudadanos son un elemento principal para determinar las acciones más pertinentes, para el mantenimiento y conservación de la obra en armonía con su entorno urbano.

I.M.: La idea de Fomento Cultural de proyectar la construcción de un paso peatonal deprimido (túnel) con carácter de museo de sitio o pasaje cultural temático tiene inquietos a los vecinos, unos están en contra y otros lo ven como una solución favorable. ¿Usted qué opina?


D.M.O.: Bueno, ese es otro tema y ya se verá en su momento. Por ahora veo que hay diferencias entre los vecinos y el gobierno, y lo que nosotros tratamos es de mediar para conciliarlos.

Prohibido prohibir

(El siguiente texto es un capítulo de mi ensayo Infernal hermosura, en preparación.)

EL TEMA DE LOS NARCOCORRIDOS, como antes el de los corridos revolucionarios o las canciones de amor y contra ellas o ellos, o en su momento el jazz o el rock & roll, ha sido uno que, en México y Estados Unidos (y no nada más), ha generado no solo polémica, sino incluso censura gubernamental, habiendo llegado al extremo de, como hizo el exalcalde de Ciudad Juárez, Javier Garfio —a quien se le otorgó la licencia para dejar el cargo el 6 de diciembre del mismo 2015—, proponer su prohibición y, en caso de desacato, sanciones como multas hasta por 330 mil pesos o arresto hasta por 36 horas a los responsables de las emisoras que transmitan tales contenidos o incluso a los cantantes populares y grupos de trovadores que difunden tales canciones en bares, cantinas y otros centros de entretenimiento (CORIA Rivas, 2015), lo que contrasta no nada más con la opinión de cronistas musicales o estudiosos del tema, autores de diversas disciplinas artísticas, sino de la misma Kate del Castillo, pues ven en ellos lo que justamente son, a despecho de las buenas conciencias: una forma de expresión popular [corrección de estilo mía]:
Yo creo que estamos en un mundo libre. Somos adultos. A los niños hay que cuidarlos, desde luego; tener censura, en casa, porque todo empieza en casa y la educación empieza en casa. Pero los narcocorridos a mí me encantan. Se me hace una música bien padre […] Son historias, historias verdaderas [sobre las] que, además, no podemos hacer oídos sordos en nuestro país, [pues] suceden todo el tiempo. 
Teresa Mendoza vive terriblemente, la suya es una vida que nadie quiere; todo lo que toca, muere; se queda sola. ¡Es horrible! Así que yo no veo dónde está la oda al narcotráfico (CASTILLO K. , "Kate del Castillo habla sin pelos en la lengua de los narcorridos", 2015).
Caso más serio es la propuesta del senador priyista Jesús Casillas Romero hecha el 30 de marzo de 2016, para votar un punto de acuerdo con la finalidad de condenar “cualquier expresión que promueva la violencia de género” y adicionalmente exhortar al retiro de la difusión del videoclip del cantante Gerardo Ortiz, producido para ilustrar el tema de la canción “Fuiste mía” con más de 20 millones de vistas al momento de escribir estas líneas, contra la ridícula cifra de 99 del video en el canal YouTube del senado mostrando el extracto respectivo.


Describiendo de manera sucinta el video en cuestión, el senador consideró que el contenido, al que calificó de “altamente violento, misógino y que atenta contra la dignidad de las personas” (como si no hubiera en la historia de la televisión y el cine obras más terribles y sangrientas), hace apología del delito desde el momento que, al plantear la trama una infidelidad que motiva al protagonista a asesinar, justifica el crimen pasional.

En el video, como en tantas novelas y dramas teatrales o cinematográficos antes, el hombre engañado asesina de un balazo en la frente al amante y rival; luego, dolido, suponemos que veja a la mujer —nunca se muestra el hecho explícito— en la idea de someterla a una “lección” inolvidable, para más tarde encerrarla en la cajuela de un automóvil que incendia en algún paraje, por lo que inferimos que la “inocente” fallece quemada viva en una clara sinécdoque alusiva al dicho popular: quien juega con fuego, acaba quemado.

No nada más incómodo con este violento elemento dramático, el senador abundó en la indignación que le provocó a él (aduciendo que el malestar puede ocurrir a cualquiera, especialmente si es mujer) la escena de sadoerotismo en el baño, sin reparar o hacer mención siquiera a los otros aspectos morales implicados en el tema de la infidelidad o los toqueteos sensuales con que arranca la obra. O sea, sí, es comprensible que la solución dada por el protagonista resulta excesiva; no obstante, la ofensa que la detona no es menor, a menos que se vea a la infidelidad como si una mera ocurrencia, simple tentación en la que cualquiera puede caer.

El video, en realidad, lo que muestra es una versión sintética y de regular calidad de Otelo de Shakespeare, solo que de modo no más explícito sino un poco más desarrollado en su crueldad y el moro (como si la conducta quedara justificada por la barbárica negritud del personaje) también quedó impune a ojos de la justicia humana.

El drama presentado es de gran profundidad humana y tan cotidiano como respirar. Por supuesto me refiero al tema de la infidelidad y la virulenta reacción del amante ofendido, no a la violencia que ejerce pues está visto que hay muchas maneras como los cornudos toman carta en el asunto de la revancha.

La propuesta del senador no atenta a la libertad de expresión tanto como a la posibilidad de, mediante esa libertad, traducir la realidad en mensajes estéticos cuya carga comunicativa dista de ser “didáctica” porque no está en su propósito original.

El día que no podamos contar lo que vemos, oímos, sentimos, pensamos, sabemos o nos enteramos porque, no sea que estemos “justificando” conductas nocivas, ese día no solo habremos dado al traste con el fundamento de la literatura, de las artes plásticas o incluso el arte popular, sino habremos dado la puntilla a la cultura en general con el estilete de la estupidez ya más inclinada a la imbecilidad.
[…] El problema de esto es que se hace una apología del delito. Pareciese más una promoción [del mismo], porque no se nota… no denota que, a consecuencia de estas conductas, el involucrado sea sujeto a la justicia, sea detenido y, por el contrario, queda en completa libertad y […] con una inmensa impunidad.
Es decir, el crítico musical que palpita en el senador habría estado contento si, además de la violencia explícita, el creador también le hubiera sumado en la trama el arresto explícito. Aceptaría tal vez una violencia implícita, censurada, pero no un arresto implícito como está precisamente marcado en el video desde el momento que se incluye como personaje y con escena específica a la autoridad en acción.
Pero el asunto no termina ahí […] El problema es que en este video también participan elementos de la seguridad pública del municipio de Zapopan, Jalisco […] uno de los municipios donde ya se emitió la “alerta de género”. En Jalisco se han cometido más de 550 feminicidios en los últimos años […] y hoy este video parece ir totalmente en [sentido] contrario a lo que las autoridades han determinado para evitar que las mujeres […] sigan siendo violentadas, mancilladas […] (CASILLAS Romero, 2016)
En Zapopan, también, donde hay una de las avenidas más largas dedicadas a establecimientos de bares, table dance y antros variopintos donde prostitución y trata de blancas es negocio de los mismos políticos por intermedio de prestanombres. Donde el narcotráfico ha hecho su colonia. Ahí está el meollo. Atacar al video lleva jiribilla, es pretexto para dos cosas: una, abrir la puerta para asestar un golpe al cártel Nuevo Jalisco; dos, abrir la puerta a la impunidad de los actores políticos en el ámbito de la opinión pública.

Minar, controlar las manifestaciones artísticas como en tiempos de la gran prohibición tiene tentados a muchos, comenzando con el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, hartos del acoso de que son objeto en redes sociales, la Internet, y medios tradicionales y alternativos, como puede ser mi blog Indicios Metropolitanos.

Desde este punto de vista, el senador exhortó a la Secretaría de Gobernación, para que, en el ámbito de su competencia, pudiera emitir una disposición legal para prohibir la difusión del video en cuestión y videos semejantes en lo sucesivo. Exhortó también al presidente municipal de Zapopan y al Congreso estatal de Jalisco a investigar la participación de la Comisaría General de Seguridad y el presunto uso de recursos humanos y materiales en la producción del video. Así, si miramos la historia de la censura en el mundo, se comienza proscribiendo a uno y su obra, y se sigue coaccionando a todo aquel que ose hacer un gesto contrario a la voluntad del Estado.

A este punto de acuerdo, la senadora panista Silvia Garza Galván añadió una propuesta más atrevida y tajante al proponer que además se prohíba la difusión de obras que infundan terror.
[…] Si bien tenemos la libertad de subir, publicar, etcétera, hay una línea muy frágil que estamos rebasando […] Ya pasan cuestiones muy difíciles de superar […] de terror, como para estar difundiendo este tipo de videos que no van con nuestros valores y principios (GARZA Galván, 2016)

Estas virulentas, aunque comprensibles, reacciones de los senadores y de los políticos en general, haciendo “eco” al sentir de una parte de la población, no son sino la superposición de prejuicios morales frente a las propuestas y valores estrictamente estéticos y comunicativos de obras como las comentadas.

Cuando una obra artística es vista con los ojos de la moral, indefectiblemente resulta escandalosa, herética o, en el otro extremo, santificadora. Porque el ojo del artista, en el momento de la creación lo que busca es justo destacar aquello que, o el resto de la sociedad se niega a ver, o no atiende por estar inmersa en otros intereses más egotistas.

El claro desconocimiento de parte de los senadores de lo que implica la producción de una obra narrativa acentúa la equívoca lectura del texto por no atender al contexto; o, viceversa, enfatiza la equívoca lectura del contexto por no detenerse en asimilar los límites narrativo-descriptivos a que está sujeto el texto en su trama básica.

Imagina, lector, lo siguiente: Caperucita camina por el bosque, topa con el Lobo. Charlan. Él la seduce y ella accede a sus requiebres, aun con tintes violentos. Entonces él se la “come” viva, en medio de la soledad del bosque, teniendo por únicos testigos a los árboles y las ruidosas aves en la enramada. Él, satisfecho, se va campante por el camino rumbo a su guarida ignorante de que, en otro punto del sendero, un cazador como él, ávido de pieles, acecha.

Principio básico de todo texto narrativo (literal, musical o icónico) al planearse la trama es que “algo tendrá que ser hecho” y “algo es hecho”, esto supone una estructura elemental ya explicada primero por Aristóteles y más modernamente por una pléyade de autores (Umberto Eco, Roland Barthes, Joseph Campbell, Tzvetan Todorov, y un largo etcétera); sin embargo, desde el momento que toda obra es un ente abierto (a la interpretación) nunca es del todo cerrada. No siempre el autor está obligado a provocar una catarsis, a trazar un desenlace con carácter de moraleja. En muchas obras, lo valioso no es lo que está siendo evidente, en este caso del video lacerante de la sensibilidad de los senadores, sino lo que no lo es, lo que no está. No está el arresto, pero está la policía. Está el incendio y la cajuela, y vemos el cadáver del amante cayendo ensangrentado y a la mujer en lencería de pie junto al vehículo, pero no nos consta que sea quemada viva, porque no es evidente. Eso que no está queda sujeto a la interpretación del espectador, del lector. Inferir una cosa puede ser tan erróneo como inferir su contrario.

Gerardo Ortiz - Fuiste Mía (Official Video) from José Antonio de la Vega on Vimeo.


Leer el video finalmente proscrito tras el triunfo de la intolerancia tras la petición efectuada mediante Chang.org por la periodista queretana Jovana Espinosa (para ver el video incluido escribe la clave "fuistemia1"), no puede pasar ni quedarse en un solo nivel, el superficial. Las imágenes pueden resultar fuertes, provocadoras, sensuales, incitantes de mil maneras, pudo recurrir el creador a muchas fórmulas gráficas tanto más o menos agresivas para la susceptibilidad de los espectadores, ser tan sangriento como un filme de Tarantino o tan anodino como comedia romántica, pero de todos modos obedecen a la historia que la letra de la canción pretende narrar:

Vienes y me tocas el cuerpo
y te llevas mi alma
y no sabes lo que siento,
pero a solas me juras
y en algunas [veces] perjuras
que soy tu deseo.

Tienes un sabor a mentira
[con] que seduces mi vida,
eres tú tan divina;
y me entrego a tu aliento
y al olor de tu cuerpo,
no sabes lo que siento.

Llegas y me llevas al cielo
y me llenas de besos
y me dices “te quiero, corazón”.
Oh, sí, es por esas mentiras
que me endulzan la vida
[que] eres tú mi alegría.
Es mejor que me vayas contando
en qué tiempo fuiste mía.

Llegas y me llevas al cielo
y me llenas de besos
y me dices “te quiero, corazón”.
Oh, sí, es por esas mentiras
que me endulzan la vida
[que] eres tú mi alegría.
Es mejor que me vayas contando
en qué tiempo fuiste mía.

Contrástese la letra con la de otras canciones abordando el mismo tema, como los boleros “Sabrá Dios” y “Se te Olvida” de Álvaro Carrillo, podrá notarse que el dolor ante la afrenta de la infidelidad confirmada o supuesta detona la ira del afectado, la que deriva en una amenaza explícita, en una potencial violencia implícita que, de suscitarse, puede tomar formas de agresión psicológica, la resignación o llegar al extremo del asesinato o el suicidio, y esto independientemente del género de la víctima, porque la obra artística, aunque tomando ejemplo concreto en una situación específica tiene alcance universal:

Sabrá Dios, si tú me quieres o me engañas,
como no adivino, seguiré pensando,
que me quieres solamente a mí.

No tengo derecho en realidad para dudar de ti
y para no vivir feliz, pero yo presiento
que no estás conmigo, aunque estés aquí.

Sabrá Dios, uno no sabe nunca nada,
me dará vergüenza, si este amor fracasa
nada más por mi equivocación.

Y debo estar loco,
para atormentarme sin haber razón,
pero voy a luchar
hasta arrancar ésta ingrata mentira
de mi corazón.

Sabrá Dios, uno no sabe nunca nada,
moriré de pena, si este amor fracasa
nada más por mi equivocación.

Y debo estar loco,
para atormentarme sin haber razón,
pero voy a luchar
hasta arrancar esta ingrata mentira
de mi corazón.
— § —

Se te olvida que me quieres a pesar de lo que dices,
pues llevamos en el alma cicatrices
imposibles de borrar...

Se te olvida que hasta puedo hacerte mal si me decido[1],
pues tu amor lo tengo muy comprometido,
pero a fuerza no será...

Y hoy resulta que no soy de la estatura de tu vida,
y al soñar otros amores se te olvida
que hay un pacto entre los dos[2].

Por mi parte te devuelvo tu promesa de adorarme,
ni siquiera sientas pena por dejarme,
que ese pacto no es con Dios.

La tendencia moralista que intenta oponerse a las formas posibles de ideas como las expuestas en las canciones anteriores querría erradicar toda conducta hiriente, pero ello atentaría con la esencia humana y demuestra más miopía intelectual que caridad solidaria respecto de las víctimas de la violencia.
La opinión de Kate del Castillo sobre los narcocorridos, dada a conocer en noviembre de 2015 durante una entrevista para el programa de “El Bueno, la Mala y el Feo” de la radiomisora 92.1 Uforia Station perteneciente a Univisión de Los Ángeles, la retomó la televisora en el programa “Sal y Pimienta” a casi un mes del escándalo y con un propósito muy característico para mantener analíticamente la atención, que no el seguimiento puntual, sobre una noticia ya para entonces en reposo natural como establece la teoría periodística, he hizo esto argumentando como suspicaz justificación que
[…] Lo interesante es que ella habló unas semanas después —dijo enfatizando Lourdes Stephen, conductora de “Sal y Pimienta” de que se reunió en México, clandestinamente, con Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Aplicando esto de manera específica a la narcocultura, de la que no todo producto cultural como el analizado y señalado por los senadores es parte, entre las conclusiones a que llega Mondaca-Cota:
La narcocultura, habiéndose instaurado como un fenómeno social y cultural, generó ambientes y espacios propicios para construir un conjunto de manifestaciones culturales y crear imaginarios en contextos sociales favorables. Desde lo cultural, diversas formas objetivadas y subjetivadas derivaron en objetos concretos y subjetivos vinculados a la narcocultura, estos dieron forma a una amplia cantidad de componentes materializados en dinero, autos, vestimenta, joyas armas, etcétera, evidenciados en espacios específicos [que …] se convierten en espacios de expresión de la narcocultura. 
Estos componentes configuran visiones del mundo en las prácticas de la vida cotidiana, concepciones del mundo donde el dinero, los excesos y el consumo se traducen en formas de pensar y estilos de vida. La narcocultura se manifiesta a través de la arquitectura, la bebida y la música, la vestimenta, la religiosidad, las creencias, los códigos de honor, entre otros; está presente en los espacios de la ciudad: las calles, los espacios religiosos y de entretenimiento […] 
Pero no sólo en los espacios de la realidad de lo visible se expresa la narcocultura, sino que está en los actos de la ilegalidad y de paralegalidad […] Ahí se cristalizan la impunidad y el poder […] 
Mientras que la función informativa de los narcocorridos cumple con ofrecer datos de la vida real y ser contrapeso de los datos oficiales, la construcción de los mitos también tiene sus efectos en la sociedad. No son solo la ficción y la realidad los componentes que acercan al actor simbólico con la audiencia, sino las leyendas que se tejen a su alrededor […], por lo que el hecho de exponer todo un arsenal de elementos para demostrar la violencia y la muerte, el atrevimiento y los arrojos; el poder y el control, el éxito y los triunfos, etcétera, tiende a conferir significaciones que sobrepasan lo real de lo imaginario, como foco de atención. Vistos como crónicas, los narcocorridos contienen representaciones de orden mítico, “a veces inventado”, como bien dicen los actores juveniles y lo confirman algunos compositores y productores de música, “pa’que sea creíble”, “pa’que venda más”. Es esa función mítica la que reinventa el mundo de los narcotraficantes y alimenta aún más la vida cotidiana (MONDACA-COTA, 2012, págs. 323-325)
Permitir que acuerdos legislativos retrógrados como el propuesto por el senador Casillas o la “Ley Beltrones” o la “Ley Fayad” pasen a mayores, abriría la puerta no a la censura y el control estatal, sino a la coacción misma impuesta sobre los creadores al más puro estilo macartista. Eso sí es lo que no podemos permitir los mexicanos como sociedad y nación, porque sería un retroceso en lo obtenido en materia de garantías individuales. Ya bastante se movió el tapete al aprobar los diputados reformas en materia del “estado de excepción” (LA JORNADA, 2016).

Voy de acuerdo en que cierto grado de censura estimula a la creatividad, porque obliga al creador a encontrar e inventar nuevas formas de expresión, a sorprender, pero esto requiere igualmente un público educado para comprender los juegos metafóricos resultantes y, por desgracia, los niveles educativos de nuestro país han demostrado que la capacidad para la comprensión lectora de la población está por los suelos. Así, hacer mensajes elaborados e incomprensibles para la mayoría significaría más bien un golpe mortal y deterioro de la industria cultural nacional, ya bastante vapuleada por otros motivos.

No es por medio de iniciativas legislativas y legaloides como los políticos van a resarcir el déficit educativo imperante. El arte no tiene entre sus funciones preponderantes ser didáctico en materia de valores. Sí, toda obra carga en sí misma el bagaje axiológico de su creador y la cultura en que se gesta, pero no está en su objetivo primordial más que “enseñar”, en tanto mostrar un punto de vista sobre determinado tema. El resto es tarea del lector.



[1] Subrayado mío.
[2] Alguna versión, como la cantada por Luis Miguel, cambia este verso para decir: que al dejarme casi, casi se te olvida / que hay un pacto entre los dos

Las frases del Presidente

QUE ME DISCULPE Enrique Peña Nieto​ presidente de México, pero no puedo más que coincidir esta vez (como en otras, no todas) con muchos críticos (no solo los criticones). La evidencia ahora es prueba irrefutable: los elementos significativos de un protocolo, en su sentido regla ceremonial diplomática o palatina establecida por decreto o por costumbre, no tienen su razón de ser en principios decorativos; no es adecuado a un protocolo usar un símbolo con carácter decorativo, hacerlo así revela una nula idea del valor comunicativo de elementos como una bandera, estrado, sillería, y un largo etcétera.



Las infortunadas frases pronunciadas por el presidente el 4 de febrero de 2015 durante la presentación del nuevo Secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, "ya sé que no aplauden" y "mueve la bandera para que ya pasen a entrevistarme", en tanto ocurrencias fuera de lugar y momento parecerían no dar más que para una nota anecdótica y hasta chusca como revelan los memes creados a raíz de ello. En realidad lo que conllevan, para desgracia del presidente, es la revelación del marcado interés mediático de Enrique Peña Nieto y su equipo; interés capaz de pasar por encima de lo emblemático.

Bien decía (me gusta recordarlo con frecuencia) don Jesús Reyes Heroles: en política (como en comunicación, siempre agrego) la forma es fondo, y en este caso la forma hizo estallar el fondo de la personalidad, los motivos y desatinos de un hombre común como puede ser el presidente de un país.

No lo excuso por su condición humana, al contrario, comprendiéndola y sin perder de vista el peso de lo que a medios y población, opinión pública pues puede parecer significativo, un descuido ocurrente como el registrado resulta imperdonable. ¿Quién controla los protocolos en el gobierno mexicano? ¿Hay protocolos o, desde Vicente Fox, todo se ajusta a un conjunto de caprichos mercadológicos tendientes al cuidado de una imagen pública más que al valor institucional y simbólico de las cosas y las personas?

No quiero parecer o pecar de ortodoxo en mis apreciaciones. Si algo aprecio es el rompimiento inteligente de las normas. Me parece que Enrique Peña Nieto y su equipo, por este tipo de detalles comunicacionales, está abonando a la aceleración de su desgaste político y no solo de su imagen personal, como si no tuviera bastante con los diversos problemas que tiene entre manos para resolver en tanto mandatario de una nación tan compleja como la nuestra. Contrástense otras opiniones: Pedro Ferriz de Con, Denise Dresser en "Otra vez la hora de opinar" y Brozo...

Las Relaciones Públicas piden la palabra

Julia Orayén, la edecán y playmate
del debate presidencial en 2012.
Foto y diseño: Archivo VETA Creativa
Es un vicio común creer que las Relaciones Públicas son mero recurso para el maquillaje y el lucimiento de una marca o una figura pública. Todavía hoy se cae en el error de olvidar que las Relaciones Públicas encierran toda una filosofía objetiva cuyas finalidades no son el oropel ni el relumbrón, sino fincar en la opinión y el gusto públicos lo que un producto o un personaje tiene de valioso, de beneficioso para la comunidad de consumidores de la imagen, el mensaje o el producto en sí. Las edecanes como Julia Orayén y banderas como nuestro lábaro patrio no son meros elementos decorativos por más que las primeras puedan incluso prostituirse (se dan casos) y las segundas coserse a los calzones como hacen en el vecino país del norte.

Lo que planteo no es un argumento patriotero, sino un análisis a partir del significado que, puestas en contexto, contienen las frases del presidente. Poco importa si es un neófito en tal o cual tema, si ha leído muchos o pocos libros, si confunde un autor con otro o si sabe la "o" por lo redondo. Estoy hablando de algo que va más allá de una sola persona y que debe ser cuidado por un equipo profesional de "guardaespaldas", con conocimientos de Semiótica, de comunicación institucional y mucho más; y no nada más por asistentes con una leve noción escenográfica o coreográfica, por no llamarles simples acomodadores de efectos de marquesina.

Mi crítica va más allá que al solo presidente, porque mandatarios van y vienen. Va a las instituciones mismas de la presidencia y el Congreso, con todo el tinglado y la parafernalia que suponen, y cuyos tramoyistas, vestuaristas, utileros y demás obreros apenas si consiguen preocuparse por la logística entre cajas o por debajo de los pasagatos.

Las frases del presidente, lo mismo las dichas ante el micrófono como las dichas off the record caen, más pronto que tarde, en las cuencas de los oídos prestos a captar lo impropio. La obviedad tras de "ya se que no aplauden", con toda la ingenua ironía, en el afán bromista del rompimiento del hielo, por muy simpática que pueda parecer al autor, no siempre resulta graciosa para la audiencia siempre predispuesta en buena medida por el ambiente protocolario. Es claro que una conferencia de prensa tiene como fin informar, no es una puesta en escena aunque no deja de ser un espectáculo en tanto cosa que se ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y es capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro, dolor u otros afectos más o menos vivos o nobles.

La aparente trivialidad vanidosa detrás de la instrucción "mueve la bandera para que ya pasen a entrevistarme" se presta a dobles interpretaciones, desde la que justifica el dicho en el hecho mismo de la ejecución de un objetivo concreto como puede ser el apremio para el cumplimiento de un orden del día, hasta la puntada ególatra de hacer valer la propia presencia.

Pero también poco ganan los críticos acérrimos haciendo mofa de lo sucedido o los dados a desgarrarse las vestiduras por escandalitos de poca monta. La solución para unos y otros estriba en la perspicacia, tanto de quien en un momento determinado tiene la voz, como de quienes la hacen posible en su proyección e imagen.

Harían bien presidencia, gobernaturas y presidencias municipales, los congresos y ayuntamientos en contar con un área destinada a estos menesteres comunicacionales, pero de veras comandados por especialistas y no nada más por algún periodista, abogado, administrador, mercadólogo o funcionario menor metido a imagólogo.

La comunicación, este fenómeno complejo de todos los días y toda hora, es uno evasivo, evanescente, a veces inasible que requiere de una cuidada atención a los detalles que lo componen. No basta, pues, con pararse ante un micrófono con un copete aliñado y corbata anudada y leer un discurso limpio de sandeces. No bastan la presencia impecable, la sonrisa cautivadora. Si de improvisar se trata, no es suficiente tener un conocimiento promedio sobre el tema a tratar, se hace fundamental inteligencia aplicada a la improvisación y los riesgos que esta conlleva. No basta el control de los propios nervios o el dominio de la escena. Hace falta, sobre todo, sentido común.

Incidencia de la tecnología en la habilidades de pensamiento

Mira el siguiente vídeo, amigo lector. Y míralo y lee el siguiente texto solo como quien se asoma a un resquicio en la ventana de los acontecimientos. El tema da para más, pero por ahora mi comentario queda en lo escrito. Reflexionaré más a fondo y escribiré más al respecto en ulteriores ocasiones.




Sean tontas, torpes o se trate de una vacilada, esto sí está ocurriendo con más frecuencia y en más de un aspecto.

En una ocasión discutí con algunos jóvenes con quienes compartí banca en la maestría en sistemas de información (otra que no pude terminar por razones de dinero, a pesar o quizá justo por la misma beca-financiamiento de la universidad donde daba clases y donde estudiaba dicha maestría junto con la de educación, también trunca); discutía, contaba, alrededor de este tema. La mayoría de esos jóvenes eran diseñadores web, diseñadores gráficos e ingenieros en sistemas y estaban tan confiados en sus conocimientos y los avances de la tecnología que al momento de someterlos a la prueba de dibujar a mano o confrontar una tecnología análoga de plano le sacaban la vuelta. No sabían hacer nada ni imagina un mundo sin la tecnología actual. Entonces les expuse el caso hipotético: supongamos que se suscitan en efecto las anunciadas guerras apocalípticas y todo el sistema actual como lo conocemos colapsa; nos vemos obligados a comenzar de nuevo y solo encontramos entre los restos de civilización viejos aparatos, cables, carcasas deformes, no hay energía eléctrica y un largo etcétera de calamidades. ¿Cómo lo resuelven? Por ahí uno dijo que tomaba un teléfono viejo y hacía las conexiones necesarias para transmitir un mensaje vía satélite. ¿Cuál, pregunté, ya no hay, ya no existen? Otro dijo lo construimos y ponemos en órbita. ¿Cómo, con qué combustible, con qué economía? Y así seguimos.

Se les dificulta a las nuevas generaciones, en su ensoberbecida confianza y simplicidad de miras al momento de enfocar la vida por delante que puedan quedarse sin nada de lo conocido. Las escuelas y los maestros no resuelven el tema enseñando lo BÁSICO, descartan los conocimientos "viejos" por "inoperantes" en la "actualidad", y con ellos si bien "desarrollan habilidades para lo de hoy", anquilosan la imaginación y las habilidades asociadas a lo elemental y que nos hizo llegar a tener lo que hoy gozamos, no nada más en lo tecnológico. No dibujan, no planean, no efectúan operaciones...

La dependencia de la tecnología es cada vez mayor y eso, si por un lado está generando un nuevo tipo de hombre, dudo que este nuevo hombre tuviere la capacidad de sobrevivir ya no digamos a condiciones como las de la Edad Media o más atrás, sino de hace escasos cincuenta o setenta años. Algo debe hacerse al respecto. No podemos ni debemos retroceder. McLuhan lo planteó con cuidado, la espiral tecnológica es imbatible, irrefrenable y la teoría de sistemas lo deja claro, ciertos cambios sistémicos son irreversibles.

Aun estamos a tiempo de reconsiderar hacia dónde y como nos encaminamos tecnológica y educacionalmente hablando. Mejor el progreso que el retroceso, pero nada nos asegura que en un punto del progreso debamos, por alguna circunstancia anómala, recurrir al conocimiento histórico y "regresivo". Creemos que ninguno sabemos "escribir en una tableta de barro con signos cuneiformes", no obstante escribimos con una vara en la arena, con el dedo y nuestras manos dejamos huellas en el concreto y llamamos escritura digital a presionar unas teclas que hacen posible generar estos caracteres en un soporte de comunicación. El conocimiento está ahí, ya dado históricamente, es cosa nuestra soterrarlo en el olvido, quizá como una curiosidad, o darle su justo valor evolutivo, mismo que nos ha posibilitado llegar hasta aquí hoy y tal vez más lejos mañana.

¿Qué es la antropología de la imagen? Entrevista con Hans Belting

Sobre y desde la tauromaquia (otra vez)

Cada tanto se da en las redes sociales una ya odiosa discusión alrededor de temas como la tauromaquia. Esto generalmente propiciado por aquellas almas sensibleras, moralinas que lloriquean hasta porque se arrastra la mosca moribunda.

En más de una ocasión he entrado al debate y he escrito tanto en los comentarios como en mis espacios líneas alrededor del tema. Ahora, otra vez, me dan pie para abordar el tópico. Más que ser repetitivo, el conjunto habrá de leerse con el tiempo como una aproximación caleidoscópica a una práctica que equivale a la punta de la flecha anclada en el talón de Aquiles del hombre.

Esta vez un amigo y colega escritor muy querido, Joaquín Guerrero Casasola, con quien sustuve en la juventud debates álgidos sin que ello merme nuestro mutuo afecto, expone su parecer al respecto y, de la mano de otros contactos suyos, en resumen argumenta que:

... hay cosas que son demostrables objetivamente, que no son subjetivas. El sufrimiento físico es una de ellas. Ejercer dolor y sufrir. ¿Podemos situar eso en el ámbito de ser tolerantes? ¿Tolerar que se ejerza dolor? Puedo entender que la gente exprese su parecer de una forma dura o apasionada o lo que sea y que eso parezca virluento. Pero eso es la forma, no el fondo. Bien, eso es lo que creo. Ahora bien, es verdad que hay personas que defienden a los animales y para otras causas no mueven un dedo, pero eso no hace inválido lo primero, es decir la defensa de los animales. Si para defender una causa debiéramos ser congruentes y defenderlas todas no habría quien pudiera defender ninguna [...] Por otra parte, entiendo que cambiar de visión para muchas personas y aceptar lo inaceptable de la fiesta brava es imposible, pues es algo profundamente cultural. Uno de mis mejores amigos va cada ocho días a los toros. ¿Voy a dejar de quererlo por eso? No, pero no puedo decir que una verdad demostrable, palpable, deja de serlo. Asimismo, como algunos saben uno de mis escritores predilectos, Hemingway, era fanático de los toros y de la cacería. Leo gustosamente, incluso con deleite relatos que hablan de eso como las nieves del Kilimanjaro. Pero eso no significa que, como lo dije antes, ejercer sufrimiento sea cosilla de nada.
Al ir exponiendo mi parecer, mi pensamiento al respecto, solté la idea (hecho indubitable, verdad palpable, demostrable) de que el dolor es parte de la vida. Sufrir es vivir es padecer. Vivir es morir y aprender a morir es aprender a vivir, tanto en carne propia como ajena, pero ¡tenemos tanto miedo al dolor! A esto él reviró:

El dolor es parte de la vida, pero eso no me da derecho a pegarte cuatro tiros.

Así, siguiendo el diálogo construí la siguiente réplica:
Tendrías tanto derecho como el derecho mismo te asistiere. El derecho (aun el derecho natural como concepto) como la tauromaquia son invenciones humanas; la segunda muy anterior al primero, por cierto. Ese derecho natural del que ya nos hablaba en época muy reciente Rousseau no se contrapone en nada a lo que su contemporáneo Sade mostraba como la mayor hipocresía del hombre. De hecho, es muy curioso que en ambos coexistieran ideas semejantes en cuanto al "derecho" que da la brutalidad del hombre para ejercer actos que la moral sensiblera y sensacionalista considera deleznables, pecaminosos, reprobables, "contra natura". La consigna revolucionaria en que se desarrollaron sus ideas sobre dejar hacer y dejar pasar, aplicadas a la convivencia armónica con la naturaleza no olvidaba la obligación fundamental del hombre de confrontar o infligir el dolor y el placer necesarios para ser eso, humano. Garaudy deja claro, en el más sesudo tratado sobre la libertad que se ha escrito, que los animales no son libres por estar determinados por la necesidad y el hombre, antes que hombre, es animal; es cuando hace conciencia de esto que accede a la posibilidad de ser libre, pero jamás logrará liberarse de la necesidad que fundamenta su derecho natural.

Cuando Xicoténcatl (un contacto de mi amigo) argumenta: "el arte se ubica en el ámbito de la sensibilidad, por lo tanto no pueden coexistir sensibilidad y dolo para causar el dolor en otro ser" parece olvidar, o quizá pesa más en su ánimo la vergüenza ajena, incluso la adoración más extendida al dolor y que encontramos ni más ni menos que en el arte sacro de todas las culturas y muy acentuadamente en el cristianismo (en todas sus formas, de manera especial el catolicismo; y no menciono esto aquí y ahora usando cual pretexto la proximidad de la Semana Santa, que conste). Que se supla la imagen del cordero sacrificial con la del "hijo de Dios" no hace menos excecrable el derramamiento de sangre per se. Pero decir esto sin considerar el trasfondo cultural es simplificar tanto el cristianismo como el derecho y la tauromaquia que aquí nos ocupa. La sensibilidad emocional o intelectual detrás de la manifestación artística del ritual de la misa o de la tienta cumplen con un conjunto de funciones lingüísticas muy específicas cuya finalidad es justamente sensibilizar respecto del objeto o sujeto central del rito.

El hombre honra a quien entrega su vida valerosa y dignamente más que a quien deja de existir en la placidez del camastro. Cada elemento de la fiesta brava tiene su razón de ser, grata o ingrata y va mucho más allá que la sencilla y vana apetencia.

Las culturas orientales conminan a no temer al dolor, mientras las occidentales conminan a soportarlo. Ambas ven en el dolor, más que el final del camino o el último recurso, ven en él la antesala al placer de la liberación, el camino por el cual se arma de valor el guerrero, la senda hacia la trascendencia, la gloria y el nirvana. Freud mismo lo comprendió al explicarnos la importancia existencial entre Eros y Tanathos. El erotismo de la fiesta brava la inviste de un aire conciliatorio mejor que vindicatorio. En la confrontación no están nada más un hombre y una bestia, sino cada cual poniéndose a prueba a sí mismos con sus limitaciones, y no porque el hombre lleve un estoque o una pica es menos vulnerable. La crueldad y la saña que se alega en el matador quizá sea más una proyección simpática de parte del espectador respecto de lo que no querría experimentar en carne propia, siendo ya el toro o el torero mismo. Pero bien haría en preguntarse si no aplica esa misma saña y crueldad de otras maneras no menos reprobables o excusables en su cotidianidad.


Yo no trato de convencer a nadie de volverse aficionado a la fiesta taurina, villamelón de la misma como soy; me agrada la parafernalia pero me impresiona como a cualquiera la sangre sea del toro o el torero (simpatizo con ambos). Tampoco pretendo prohibir por simplista horror una tradición que es mucho más que un espectáculo y que dice más de mí como ser humano que otras prácticas. Cuando vemos las imágenes rupestres de cazadores nos imaginamos un mundo prehistórico pastoril, romántico donde todo lo excusa la necesidad de sobrevivir, pero pasamos por alto los rituales y prácticas asociadas. Cuando vemos en National Geographic la sangría de vacas por los Masai, la excusamos alegando que la vaca no sufre el pinchazo (por que no muere desangrada) y nos parece de nuevo romántico y bucólico, gracioso, semejante modo de comulgar con la naturaleza y los dioses, o lo justificamos apelando a un argumento más relacionado con la necesidad de sobrevivencia de la tribu, pero pasamos por alto que previo y posterior al sacrificio hay danzas, cantos, rezos, aplausos, vítores de contento, tantos como olés o luces alrededor del toro.

Mientras mi amigo "cree" (a creer al templo) que "hay verdades demostrables objetivamente, que no son subjetivas" y que la evidencia del pesar sangrante de la bestia es suficiente razón para horrorizarse, la experiencia demuestra que la relatividad cultural es un hecho en sí y ninguna verdad, por demostrable que sea (y menos en tratando de "verdades sociales") es absoluta. Así como ha habido naciones con pretensiones imperialistas que han impuesto ya la monarquía o la democracia en su afán de prevalecer y dominar, ha habido ideologías variopintas con semejante aspiración de ser las únicas, las mejores, las más asequibles, las más centradas o las más generalistas. Y en el andar creímos necesario ubicarnos a derecha o izquierda, a nivel de piso o en gayola para abrazar el presumible mejor punto de vista.

En el contraste que los hombres"civilizados" damos a lo crudo y lo cocido, invariablemente terminamos por retirar nuestros sentidos de lo crudo, horrorizados; preferimos lo cocido. La sangre dentro del cuerpo es vida en cocimiento continuo, en consumo hacia la muerte. La sangre fuera del cuerpo es vida en crudo que mana o coagula la idea de lo exangüe, el escatológico e irremisible final de todo, sea que haya sido extraída por ceremonia conciliatoria con lo divino o por necesidad sanitaria y médica. Pero si esa misma carne desnuda de toda "dignidad" epitelial es cocida por el arte flamígero y consumida en comunión y hermandad, ¿acaso no cobra nuevo significado? ¿Qué nos lastima más en nuestra sensibilidad, la expresión y los rastros sanguinolentos de la bestia herida o la dicha y admiración de los espectadores a nuestro lado conformando con nosotros esa masa anónima, enajenante de la que quisiéramos separarnos para validar nuestra autonomía e independencia egotistas? ¿Qué nos lastima más la crudeza de la existencia o el cocimiento cultural que nos la hace más digerible? ¡Nos avergüenza tanto todo lo que nos hace más humanos! Cuando no es una ceremonia, nos indignan la ropa o la desnudez o la palabra grotesca o lo que nos hace aparentemente distintos a unos de otros. Nos creemos el culmen de la creación, cuando solo somos un eslabón de la misma; ni siquiera EL eslabón, ni el perdido.


Antropológicamente todos los rituales, nos gusten o no, tienen una finalidad didáctica o paidética (para ser más exacto), son susceptibles de modificación como todo en esta vida, maxime tratándose de cosas hechas por voluntad humana. Claro que siempre es deseable erradicar los usos y costumbres dañinos, perniciosos, más cuando terminan desvirtuando la idea original y son contrarios a los derechos fundamentales, pero no deja también de ser una práctica intolerante de unos pocos o unos muchos que buscan imponer su manera de comprender la vida, los haceres del hombre a otros pocos o muchos; es finalmente otra forma de discriminación contra la que esos mismos dicen estar.

Comencé este apunte refiriendo a revolucionarios y termino con un antecedente ilustrado. Diderot alertaba sobre la filosofía idealista y lo nocivo de su ingenuidad cuando abrazaba la grosera sensiblería. En el complejo teatro que es el mundo, cada escena, por catártica que parezca en su modo de herir nuestra sensibilidad hace del drama de la vida la idea misma de ser.

Yo amo a los animales y amo al hombre, pero no por eso tiendo a sobrevalorarlos ni a menospreciarlos. Dejo a cada cual en su justo sitio de la existencia.

La estética del horror es quizá la más terrible de todas las formas de sensibilidad, no por ello puede o debe ser mirada de soslayo con vergüenza o asco. Una actitud legítima y auténticamente estética pasa por lo bello tanto como por lo feo, por lo horrendo y monstruoso tanto como por lo sublime y lo proporcionado. El horror de algo es un recordatorio de lo perfectible, de lo que nos es excelsamente humano.