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Te aplacas o te aplacamos AMLO


ERA DE LA OPINIÓN... de que, como reza el refrán, el valiente vive hasta cuando el cobarde quiere, pero al parecer en la política mexicana se ha pretendido aplicarlo viceversa y tergiversándolo, de modo que el cobarde vive mientras el valiente no pueda y en tanto no se anime a poner un alto a las tropelías de los necios, quienes suelen cometerlas por rencor, envidia, ira malsana, autocracia o locura. Es decir, parecería que la valentía cobarde de cerrar pozos petroleros redunda más en beneficios que la valiente cobardía de la prudencia tolerante y sosegada, más dispuesta a soportar con una aparentemente virtuosa abnegación los embates de los abusos del poder 

Digo lo anterior como reacción a la reciente demanda de amparo interpuesta desde septiembre del año pasado por la prestigiada escritora, académica y colega periodista, Denise Dresser, contra el presidente Andrés Manuel López Obrador. Un hecho sin precedentes en la Historia de México. El caso incluso sirvió de pretexto a Santiago Creel, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados para, con un discurso contestatario propio de un aspirante a ser candidato por su partido, el PAN, a la Presidencia de la República, emitir advertencias como la deslizada, en días pasados.

Si él no se quiere comportar como Presidente de la República, pues se lo vamos a estar recordando una y otra vez; y cada vez de manera más severa, más directa, más concreta, para que vea que, en esto, no estamos jugando": Santiago Creel

Choque de opiniones

Si en la Ciudad de México chocan los trenes, en la política chocan las palabras.

Harta, como muchos de nosotros, de ser sujeta, ya de manera directa o indirecta, de los denuestos que el primer mandatario de la nación disfruta desperdigar a diestra y siniestra al momento de sus abusivas "Mañaneras", la escritora y —a ojos de algunos— rijosa tuitera, decidió en septiembre del año pasado asesorarse con el Consejo Nacional de Litigio Estratégico para efectuar una acción legal contra Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, por violentar sus derechos humanos y ciudadanos.

En su más reciente colaboración en el diario Reforma, Dresser recuerda que, en una primera sentencia, la Secretaria de Acuerdos de la jueza que recibió su recurso argumentó sobre las evidentes mentiras y difamaciones del presidente sobre la escritora que son: "simples opiniones y un ejemplo de la libertad de expresión". Y agrega Dresser, para no olvidar como ciudadanos que tal aseveración es un desatino: "el Artículo 134 de la Constitución acota las expresiones de servidores públicos a temas que atañen a su trabajo, y no pueden utilizar nombres, imágenes, voces o símbolos". (Aquí peca de ilusa, como si el presidente no pudiera hacer referencias sutiles e indirectas con el mismo efecto nocivo y difamatorio).

Si hemos de ser equitativos, flaco favor pues le hace el poder judicial a la libertad de expresión; y flaco favor hace la Constitución al derecho del ciudadano encumbrado al máximo cargo.

Este diferendo en el litigio da mucho para reflexionar, empezando por el cuestionamiento de si un ciudadano erigido en funcionario público, como lo son los cargos de elección popular (legisladores y gobernantes) y sus respectivas administraciones, ¿por ese solo hecho ven mermados sus derechos como el de expresión, tal como indica el Artículo 134? ¿Qué es más perverso, permitir la entera libertad expresiva, sin acotamientos, tentando al abuso del poder? ¿O regular los límites de los que, detentando el poder por designio popular, han de aguantarse estoicamente las ganas de despotricar como cualquier ciudadano contra lo que no les acomoda o agrada?

El hecho es indicio relevante que ojalá no caiga en el basurero de la Historia y, en cambio, además de sentar precedente permita a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hacer, en su condición de poder equitativo al presidencial, la jurisprudencia respectiva para que ningún otro mandatario o funcionario público se vean tentados o se sientan en libertad de ejercer el poder desde el templete de la manera artera, aviesa y desproporcionada con que Andrés López Obrador lo ha venido haciendo desde que comenzó su régimen, no solo distorsionando un mecanismo en principio útil como podrían haber sido las "Mañaneras" en tanto recurso comunicativo y de información, sino transformándose él mismo en un remedo de mal "estandopero" cuyas gracejadas polarizantes son solo festejadas por la claque de simpatizantes, medios oficialistas de turno y demás fauna de impertinentes zopencos. ¿Y qué podemos decir de las artimañas legaloides como las interpuestas en sentido contrario por la la magistrada Yazmín Esquivel Mossa para acallar a los denunciantes del plagio de que se la acusa? ¿No son estos rasgos de otra cara del libertinaje y la anarquía? 

Los caminos torcidos de la opinioncracia

Conste que no digo, desde mi ámbito profesional de la comunicación, que las "Mañaneras" no sean un instrumento del poder con virtudes. La novedad, copiada de los americanos con tintes extraídos del acostumbrado proceder castrista cubano, instaurada por AMLO cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, a la sazón Distrito Federal, entonces compitió con la propuesta del propio presidente en turno Ernesto Zedillo quien sólo realizó una conferencia de prensa al estilo gringo o europeo, sin sentirse realmente cómodo. Esa claudicación abrió la puerta para el uso excesivo de las conferencias "Mañaneras" por parte de AMLO ayer y peor hoy, transformando el templete a veces en púlpito, a veces en escenario para sainetes.

Ahora, en el interés por abrirle puertas y ventanas al presidente, los diputados morenistas han querido además aderezar el pastel de la intolerancia colocando la cereza de una reforma a la Ley de Imprenta de mil novecientos diecisiete mas no para actualizarla, sino para enfatizar su sesgo autocrático, censor, conservadurista propio del carrancismo que la promulgó, aunque los legisladores presenten su propuesta como todo lo contrario, una reforma moderna, progresista y populista nacida del bien hacer de las buenas conciencias.

Cierto, la Ley de Imprenta debe de actualizarse como ya se hizo con la Ley de Radio y Televisión promulgada en tiempos de Luis Echeverría Álvarez. Pero dicha actualización debe de hacerse en función y a la luz de las reformas ya efectuadas en la Constitución por las legislaturas pasadas, y no como una ocurrencia del reyezuelo y su corte de lambiscones.

El derecho de réplica debe revisarse a la letra para ajustarlo de la manera adecuada y ser ejercido en tiempo y forma, considerando las complicaciones tecnológicas de ahora; porque hoy quien difama y quien es difamado tienen un terreno disparejo para el entendimiento y la exposición de sus opiniones y argumentos. Mientras el primero emplea diez palabras, el segundo está limitado a expresar su desacuerdo y demandar satisfacción con tres palabras acomodadas en el rincón más olvidado del mismo medio. Mientras uno hace un video corto que difunde de forma viral en TikTok, el otro se descose en un texto escrito e impreso en un blog o un periódico que solo unos pocos leerán con detenimiento. La réplica entonces queda sujeta y dependiente del consumo de contenidos por parte del público y sus usos, costumbres y preferencias mediáticas.

En realidad la réplica, a no ser como aderezo del chisme, no le importa a nadie más que al quejoso denunciante y al actor presunto ofensor.

Si las "Mañaneras" fueran un medio de comunicación de veras y no solo un teatro de mala factura, tendrían que atenerse a las mismas regulaciones, y el presidente como su administración tendrían que someterse, en tanto editores de contenido, a las mismas exigencias que aplican a los que, personas morales o físicas, contrarían su voluntad aun presentando datos duros e incontrovertibles, muchas veces tomados de las mismas fuentes oficiales, lo que resulta contradictorio.

El caso de Denise Dresser, lo sabemos, no es el único ni el primero desde el punto de vista de los abusos del poder durante el gobierno actual. Sin embargo, es el primero en decir de forma definitiva y contundente ¡ya basta! El problema es que al igual que el presidente, la quejosa raya en el choque de opiniones que no llevan a nada, como se lee en su carta abierta donde "explica" sus motivos como en una especie de boxeo de sombra.

Carta Abierta de Denise Dresser. Fuente: Cuenta Twitter de Denise Dresser.

Este gobierno se ha llenado la boca, desde su campaña electoral, con promesas que a la postre y sobre la marcha pocas han sido cumplidas y, tanto o más que en gobiernos previos, se han revelado con toda su dimensión de mentiras y exageraciones demagógicas. Las "Mañaneras" han sido por un lado la expresión de un estilo personal de gobernar, no precisamente el mejor ni el peor; y por otro el espejo donde la mezquindad halla su reflejo.

Al final, y leyendo la explicación añadida por Dresser en una carta abierta, queda claro que todo no es sino un retorcido juego de teléfono descompuesto donde la opinioncracia revela la capacidad de sus vicios y el "pueblo bueno" encuentra más motivos para verse distraído de lo verdaderamente importante para su destino.

Una carta de amor al planeta

David Agustín Belgodere "Bogus", Regidor panista en Naucalpan.
Foto: Extracto del fragmento de video subido por el regidor
a Facebook

ERA DE LA OPINIÓN… de que partidos como el PAN y sus miembros bateaban de derecha. Pero…

Atiendo con detenimiento un fragmento del video que contiene parte de la participación del regidor "Bogus" durante la sesión de cabildo del tres de junio y me declaro sorprendido. Vamos por partes.

El regidor David Agustín Belgodere, en el minuto 7:08 de su exposición de motivos para promover la firma de adhesión por parte del gobierno municipal a la "Carta de la Tierra", afirmó en especial que el tema relativo al fortalecimiento de las familias es un punto que "teorías globalistas" han pasado por alto. Si bien entiendo el énfasis puesto por el regidor, me pregunto si no será que estamos ante un panista zurdo, por aquello de su crítica trasnochada al globalismo más propio del discurso progresista de las izquierdas. Además de que se equivoca de cabo a rabo como bien demuestran los académicos [(Jaramillo Pérez et al., 2015), (Sánchez Lorenzo, 2011), (Schooyans, 2013), (Martin y Schumann, 1999)] pues el tema de la familia ha sido central en las teorías sobre la globalización.

Me explico. En primer lugar, la "Carta de la Tierra", con todas las bondades éticas que la definen, no nos dejemos engañar, es parte y fundamento desde su creación en 1987 de una serie de foros y esfuerzos como el Foro de Río y la Agenda 2030 de la UNESCO entre cuyos objetivos centrales está crear conciencia acerca de la necesidad de establecer nuevas normas sociales, políticas, técnológicas, económicas, pedagógicas e incluso morales para guiar la transición planetaria hacia el desarrollo sostenible.

Estos foros e iniciativas, aunque loables, han ocasionado polémica incluso en nuestro Naucalpan, sin ir más lejos, al incidir en el afán por implementar el discutido Plan de Desarrollo Urbano Municipal (PDUM) sobre el que he escrito ya más de una vez aquí advirtiendo que, guste o no, terminará imponiéndose por obedecer a una directriz internacional.

Una carta a los Reyes Magos

En este contexto, promover desde el cabildo adherirse a la "Carta de la Tierra", aunque no tenga peso vinculatorio en lo legal o lo presupuestal, como bien explicó el regidor, es un primer paso para justificar la aplicación de un PDUM como el que ha buscado instaurarse desde los tiempos de Azucena Olivares en que, entre las principales metas, está la construcción de un "municipio resiliente" (entendida como la capacidad de adaptación en situaciones adversas). Es decir, parafraseando la Iniciativa MCR (Making Cities Resilient) se trata de articular múltiples partes interesadas "para impulsar la resiliencia local a través de la incidencia política, el intercambio de conocimientos y experiencias", y establecer "redes de aprendizaje entre ciudades", fortalecer las capacidades técnicas, así como "conectar múltiples niveles de gobierno y promover alianzas estratégicas".

La naturaleza del riesgo ha cambiado y las ciudades se enfrentan a un creciente riesgo de desastres, derivado de los efectos del cambio climático u otros como la pandemia del COVID-19. El enfoque de la reducción del riesgo de desastres no puede considerar amenazas aisladas, dividirse en apartados estancos o ser responsabilidad de entidades de respuesta o prestación de servicios. La participación de los organismos de planificación local, con una representación multisectorial y que involucre diversas partes interesadas es necesaria.

Estos procesos de planificación de las ciudades no solamente deben incorporar la premisa de la reducción del riesgo, también deben dirigir las inversiones para el fortalecimiento de la resiliencia. Esto permite que los sistemas, los servicios y las personas comprendan el riesgo, respondan a las crisis, puedan hacer frente a los impactos y las tensiones, y se recuperen.

La iniciativa MCR2030 apoya a las ciudades en su senda hacia la reducción del riesgo y el desarrollo de la resiliencia a través de una hoja de ruta para la resiliencia urbana, facilitando el acceso al conocimiento, las herramientas de diagnóstico, monitoreo y reporte. También ofrece orientación y apoyo a las ciudades para mejorar su comprensión sobre la reducción de riesgos y la resiliencia, mejorar la planificación estratégica de manera acorde y ejecutar acciones que les permitan avanzar en dicha hoja de ruta.

Para abundar sobre el tema recomiendo volver a echar un vistazo a mi artículo "Saber decir no" y los demás con que hube dado seguimiento al tema de forma crítica sobre todo señalando lo absurdo de las objeciones expuestas por diversas asociaciones vecinales en Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán.

La diferencia estriba en que ahora se nos pretende deslizar la decisión bajo un aura de virtud ecologista mientras años atrás sustentaba al garlito un burdo interés oportunista que veía y aún, sobre todo en la perspectiva inmobiliaria, la canasta de los huevos de oro. Entre ambas opciones, la de ahora es más sensata aunque quién sabe cuán honesta en su trasfondo.

Para que pueda realizarse la implementación del susodicho PDUM será necesario planificar antes una reestructuración de la Comisión para el Plan de Desarrollo Urbano Municipal (COPLADEMUN) no nada más por lo que a sus miembros tocaría sino sobre todo en sus atribuciones. También sería necesario ligar esta comisión a una nueva dirección que fuera creada una vez durante el gobierno de David Sánchez Guevara y desechada por los siguientes alcaldes, es decir la Dirección de Buen Gobierno o de Gobernanza y esta, a su vez, tendría que poner ojo avisor sobre los instrumentos administrativos en manos de la Dirección de Desarrollo Urbano y que, muy al margen del PDUM, pueden ser modificados discrecionalmente para ajustar, por ejemplo, la clasificación de las zonas residenciales, industriales, barrios, etc., como ya se hizo en el gobierno de Patricia Durán permitiendo así el cambio de uso de suelo y abriendo la puerta a mil perversiones. Si bien la pandemia frenó las tentaciones, estas persisten.

Los nuevos y no tan nuevos globalismos

Este regidor "Bogus" ya había dado muestras desde que fue funcionario en el gobierno del exalcalde Edgar Olvera de ser no nada más torpe en su grata simpatía, sino ignorante o por lo menos ingenuo y manipulable, y no descarto que esté muy dispuesto, en afán de hacerse una carrera política, de prestarse a triquiñuelas como la del caso del balón gigante del Mundial en Qatar exhibido en las Torres de Satélite de forma ilegal como destaqué en estos Indicios Metropolitanos no hace mucho. Un hecho que avergonzó al PAN y salpicó a la diputada local Martha Moya, quien se ha presumido por muchos años como una de las personas que gestionaron la denominación de las Torres de Satélite como Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación, la alcaldesa Angélica Moya y al diputado local Enrique Vargas del Villar quien además aspira a contender por la gubernatura del Estado de México en 2023.

Su propuesta de firmar la "Carta de la Tierra", en la superficie se antoja noble, oportuna si la miramos como una ocurrencia para hacer fila en las preocupaciones que, por estar "de moda" y a pesar de su indiscutible necesidad, dan caché y brillo a quien se cuelga de ellas.


En el fondo puede ser un arma de dos filos pues, si bien creo que ninguno podemos negar la necesidad imperiosa de transformar no nada más Naucalpan sino al planeta frente a la realidad ominosa que hoy nos angustia con una recesión mundial, nos coloca en la antesala de una hambruna, etc., también pienso que dicha transformación se puede prestar a que a río revuelto se produzcan ganancias de pescadores; como siempre pasa. Y todo porque —al menos en ello está mi duda— el popular regidor "Bogus", como muchos otros y quienes les rodean no han caído en cuenta que, si hay una teoría globalizadora a ultranza, esa es justo la subyacente en la "Carta de la Tierra" y en la Agenda 2030, aun cuando sus planteamientos difieran de los de otras teorías que han abordado la globalización más que nada desde una perspectiva geopolítica-económica limitada. No porque se piense a nivel municipal y local, la aplicación de iniciativas como estas quedarán en el terruño como si nada, al contrario, se espera que en sus efectos tengan trascendencia transfronteriza y más, incidan en la definición de una nueva ideología humanista socialdemocrata más comprometida con la naturaleza, solidaria y responsable como también dejó claro el mismísimo Papa Francisco al plantear la urgencia de un Nuevo Orden Mundial que implique una "hermandad global"; o el propuesto por Vladimir Putin entre sus justificaciones para invadir Ucrania; o el argumentado por Xi Ying Ping y el Partido Comunista Chino para, por su parte, justificar sus afanes hegemónicos. Y ni hablar de los "nuevos órdenes mundiales" que propugnaron en sus respectivos momentos Ronald Reagan, ambos George Bush y ahora Joe Biden.

También el narcotráfico es globalista y ha demostrado a últimas fechas un marcado interés por afianzarse circunscribiendo territorios de reducida influencia, pero conectados mediante distintas vías que ponen en dificultades a las estructuras de seguridad e impartición de justicia existentes no nada más en nuestro país. El discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador derivado en la polémica política pública de "abrazos, no balazos" conlleva múltiples niveles de lectura, desde la que acusa un presunto contubernio entre el gobierno federal y el cártel de Sinaloa, hasta la que mira en la actitud condescendiente un auténtico afán por transformar incluso al crimen organizado en un motor más del desarrollo del país, por más dura y cínica que semejante idea nos pueda resultar; o ridícula, si se la ve como la delirante pretensión de un aspirante a benemérito de la patria.

Como bien apuntaban Martin y Schumann en el marco de la crítica al neoliberalismo globalista:

El ritmo del cambio y la redistribución del poder y el bienestar erosionan las viejas unidades sociales con mayor rapidez de lo que las nuevas pueden desarrollarse. Los hasta ahora países del bienestar consumen la sustancia social de su cohesión más deprisa aún que la ecológica […] En ningún sitio se  aprecia con mayor claridad la disgregación social que en el país de origen de la contrarrevolución capitalista, los Estados Unidos: la criminalidad adopta dimensiones epidémicas (Martin y Schumann, 1999: 16).

Lo que se impone entonces es una visión sistémica, no para rechazar a rajatabla la globalización, sino para comprender sus nuevos derroteros como formas adaptadas a la circunstancia siempre cambiante. Y por supuesto comprender el papel que el municipio tiene en el proceso transformador como entidad raíz de la república, la federación y sobre todo de la democracia. Estamos, ya lo he dicho otras veces, en una franca, estruendosa e hiriente transformación del capitalismo real en todos sus niveles.

Se ha querido ver en el globalismo y en la globalización (conceptos muy distintos en sus alcances políticos y económicos) la raíz de todos los males, los que fueron instrumentados por el tan vilipendiado silicio del neoliberalismo. Pero hoy, los resentidos, los ingenuos, los incautos, los ignorantes, los cortos de vista apelan a una forma diferente de globalismo: el del rechazo global a la constricción que han significado las tecnologías de la comunicación y de la información, sustento de la llamada aldea global que nos aproxima en intereses, gustos, aspiraciones, necesidades y ha prohijado el intercambio y la interacción como jamás antes en la historia. Y ese rechazo, ¡oh, contradicción!, sucede de la mano de la fascinación utilitaria por lo mismo que denosta y pretende dinamitar con la mecha encendida de la intolerancia proteccionista cobijada bajo el manto de un ferviente nacionalismo insuflado por líderes peor que populistas, demagogos.

En resumen, si en el esoterismo vale aquello de que como es arriba es abajo, en cuanto al bienestar vale parafrasear la máxima diciendo que como es en lo municipal lo es en lo global.

Si antes advertíamos, ¡cuidado, no todo lo que brilla es oro!, hoy tendríamos que avisar: ¡alerta, no todo lo que pinta de verde oxigena! Y digo esto sin que se tome como una apología del Tren Maya y las diatribas de AMLO contra los detractores de su proyecto insignia. Cuantimenos como una palmada de beneplácito al regidor por su noble promoción cabildera o las consecuencias que esta nos pudiere traer a los naucalpenses.

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Referencias

  • Jaramillo Pérez, J., Bernal Romero, T., Mendoza Ramos, L., Pérez, M. & Suárez, A. (2015). Significados de familia en el marco de la globalización. Hallazgos. Revista de Investigaciones , Año 7 | No. 14 | julio-diciembre de 2010, 59-79. Recuperado el 4 de junio de 2022 desde: https://www.redalyc.org/pdf/4138/413835202004.pdf
  • Sánchez Lorenzo, S. (2011). Globalización, pluralidad cultural y Derecho Internacional de la familia (version pre-print). Anuario Hispano-Luso-Americano de Derecho Internacional de la familia. Vol. 17, Madrid, 2005, 87-130. Recuperado el 4 de junio de 2022 desde: https://digibug.ugr.es/bitstream/handle/10481/15002/Globalizaci%C3%B3n%20y%20familia.pdf?sequence=1&isAllowed=y, 
  • Schooyans, M. (2013, May 10). Familia y Globalización. Dial. Recuperado el 4 de junio de 2022 desde https://dial.uclouvain.be/pr/boreal/object/boreal%3A128764/datastream/PDF_01/view
  • Martin y Schumann, Hans-Peter, Harold (1999). La trampa de la globalización. El ataque contra la democracia y el bienestar. Taurus, México.

Debanhí, un caso desaseado entre la leyenda y el mito


ERA DE LA OPINIÓN... de que la secrecía judicial es un asunto de suma relevancia, solo que quizás...

Días atrás causó conmoción en el país el extraño caso de Debanhí Escobar, una chica desaparecida y hallada muerta en una cisterna de un motel en Monterrey, Nuevo León.

Puedo estar de acuerdo parcialmente con lo que se apunta en un artículo escrito por Gustavo de la Rosa en Sin Embargo o muchos más respecto de la indignación que acompaña a las filtraciones periodísticas de información relativa al caso, lo que es considerado nocivo sobre el mismo. ¿Por qué digo estar de acuerdo en parte?

Casos como el de esta muchacha regiomontana, al margen de las especulaciones mediáticas y sociales, al margen de una lacerante realidad en el sustrato de los feminicidios y la violencia contra las mujeres, nos coloca a todos, a la sociedad en general y a las autoridades procuradoras de justicia y no se diga los jueces, a caminar por el filo de la navaja tramposa que es la transparencia.

Por ley y protocolo ninguno podemos discutir que la secrecía de las investigaciones en casos como este o cualquiera otro es fundamental para el correcto decurso de las mismas y sus consecuencias jurídicas. Pero, también, ya tenemos la añeja experiencia de que esa misma secrecía se ha prestado a simulaciones discrecionales y perversas de todo tipo, las que han ido desde el ocultamiento de pruebas hasta la falsificación de testimonios y documentos, cuando no la connivencia y la protección de los verdaderos culpables.

En contrario, la transparencia, la claridad, el afán social y empezando por el de los familiares y los activistas interesados en dar con los motivos de un caso, los medios, muchas veces sí, y ahí coincido con el autor del artículo referido, también se ha prestado a llenar huecos por miedo o franca cobardía ante la imagen pública, o para saldar cuotas políticas de alguna índole y las investigaciones se hacen al chingadazo, al ahí se va, para tapar el ojo al macho y dejar a Fuenteovejuna satisfecha de su sed de sangre y justicia, poniendo entre rejas y tal vez a inocentes o culpables de poca monta, mientras los máximos perpetradores materiales o intelectuales quedan impunes y a veces, incluso, la imagen de la víctima no nada más trastocada sino con manchas indelebles por causa de la "duda razonable".

¿Qué hacer entonces? ¿Hacer caso omiso a la indignación social que exige esa transparencia? ¿O no rasgarnos las vestiduras porque se filtra información que, como vapor en olla exprés, despresuriza la opinión pública y "distrae" la atención para, por debajo de la mesa, acomodar lo necesario para hacer justicia (o injusticia)?

Elena Reina escribió en El País una verdad contundente:

El caso de la joven Debanhí Escobar, de 18 años, que estuvo desaparecida 13 días hasta que las autoridades encontraron su cadáver en el fondo de una cisterna de un motel, continúa siendo un misterio a 20 días de su muerte y a una semana del hallazgo del cuerpo. La Fiscalía, acorralada por la opinión pública y la presión mediática, ha reconocido graves errores en la investigación que llevaron a la destitución de dos fiscales involucrados en el caso. La televisión ha contribuido al espectáculo macabro de sus últimas horas con vida. Y los nuevos avances de la investigación no han llegado a despejar las grandes incógnitas alrededor de su muerte el 9 de abril. El caso Debanhí se ha convertido en un símbolo del tortuoso camino de las víctimas de desaparecidos y feminicidios de lograr justicia en México.

La reflexión no es menor y muchos abogados y legisladores deberían de tomarla en serio para afinar todavía más, de forma continua e incesante el quehacer judicial y jurídico de las distintas instancias de la procuración y la administración de justicia en nuestro querido México, así como dotar a la sociedad y los medios de la certeza legal precisa que justifique las filtraciones hasta hoy consideradas ilegales o inválidas para un juicio: grabaciones de video, audio, documentos diversos, testimoniales, pero también enfatizando la hasta ahora desdibujada y tentadora línea del "litigio mediático".

Las incógnitas que están por resolverse no son muchas, pero la vaguedad o lentitud de las respuestas por parte de las autoridades responsables hace caldo de cultivo para las especulaciones más diversas y genera más inquina que certeza insuflando los ánimos de justicieros o de botarates. El hambre de saber, de entender lleva a los colegas a recabar información que termina distorsionada en la interpretación de las redes sociales pintando muy aparte de ese tortuoso camino que señala Reina, un panorama y un retrato que vuelven el hecho uno más de los miles de mitos urbanos modernos. Seguro, la imagen de Debanhí retratada por el taxista pasará de cartones y memes a convertirse en una leyenda de las tantas que hay en nuestro país, el de la joven a mitad del camino que espera, que busca, que esconde un secreto tras las crípticas frases "mis padres deben saber la verdad" y "no confío en El Jaguar".

Imaginar a la chica esbelta de pie, vaporosa, en medio de la denominada "carretera de la muerte", como espectro que anuncia su propia tragedia, se convirtió en un referente del horror, del miedo, de la indignación, de la estulticia, del abandono. Tal como ahora me tomo la libertad de retratar en la siguiente pintura de mi autoría bajo la firma de mi avatar de Second Life Alfred Steppenwolf.

"La leyenda de Debanhí" por Alfred Steppenwolf
Ilustración interior para la saga Calima.

No podemos olvidar que un periodista también es un investigador, aunque su método diste en parte del empleado por ejemplo del de un detective o un médico forense. Por supuesto que los hallazgos tendrían que ser dados a las autoridades y no simplemente expuestos a la opinión pública. Pero, todavía hoy tenemos un sutil velo de confusión entre lo que es dable denunciar a través de los medios y lo que es estrictamente de atribución de las autoridades. El velo lo han causado por un lado el afán de notoriedad sensacionalista de muchos colegas y los medios para los que laboran, ese afán por "ganar la nota", pero también el excesivo celo de autoridades poco comprometidas y torpes que ven en el trabajo periodístico no un instrumento adicional de cooperación, sino una monserga a la que frenar y acallar.

La corrupción forense existe y no podemos negarla, tanto como no podemos negar la negligencia y la estupidez metodológica de algunos investigadores o de periodistas, ni tampoco la ambición mezquina y desmedida de unos y otros.

Quizás es tiempo de que empecemos a reflexionar y a legislar sobre las formas como la opinión pública podría contribuir con virtud en la consecución de denuncias claras, de aportación de pruebas fidedignas, verificables, en sensibilizar responsablemente; y, por otro lado, que el mismo poder judicial viera en las contribuciones mediáticas un vehículo por el cual canalizar, desahogar pruebas y acelerar sentencias dadas, por supuesto, por el juez en turno y no por la sociedad iracunda e indignada.

El caso de Debanhí o Debanhi, ya fuera un accidente u otra la causa del fallecimiento de la joven, será y está siendo objeto de cuestionamiento más allá de los procederes o por su condición de oportuna montura para causas sociales abrazadas por distintos movimientos activistas. Es un caso que debería sentar precedente en la ley tanto como en las costumbres familiares.


Autogol de Naucalpan



La diputada Martha Moya y el regidor David Agustín Belgodere posando
para la selfie ante el espectacular balón inflable colocado ilegalmente en las Torres de Satélite.
(Foto: Tomada del perfil público de la diputada Moya en Facebook).

ERA DE LA OPINIÓN... de que los diputados y otros servidores públicos protestan cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen. Pues parece que a algunos llegan a los congresos federal o locales o ayuntamientos como el distraído en la casa del jabonero, donde quien no cae resbala.

Ayer, siendo prácticamente el último día que estuvo exhibido el espectacular de ADIDAS en la explanada frontal de las Torres de Satélite, sin el permiso respectivo por parte del  Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, como he venido informando, resultó inconcebible que uno de los personajes que más lucharon por conseguir el decreto para la denominación del monumento como Patrimonio Artístico de la Nación bajo el gobierno del ex presidente Felipe Calderón, la hoy Diputada Martha Moya se hubiera prestado alegremente igual que el regidor David Agustín Belgodere y otros a semejante torpe ilegalidad.

Los comunicados respectivos del INBAL que ya he compartido en el grupo de este espacio en Facebook y Twitter aclarando la situación legal sin duda no fueron tersos en el fondo, según se desprende tras notar las personas y dependencias a quienes se giró copia de los documentos enviados vía correo electrónico anoche, poco antes de que los funcionarios comenzaran sus vacaciones de Semana Santa.

Las implicaciones legales y políticas para el gobierno de la alcaldesa Angélica Moya podían ser mayúsculas y preocupantes en estos tiempos cuando debe sortear las aguas procelosas de un endeudamiento significativo y con arcas muy mermadas. Por fortuna, alguien sensato, quizás la misma alcaldesa, tomó la decisión de trasladar el espectacular al Parque Naucalli. Así debe estar ya dado el compromiso adquirido previo contrato, pues dudo que haya sido de gratis, y habrá que ver de cuánto estamos hablando.

Trascendió, hay que decir, que el regidor Belgodere "Bogus" se ufanó de haber otorgado el permiso para esa felonía sin ser siquiera la autoridad correspondiente y sin haber recibido la autorización de la institución responsable, solo bajo el entendido de que ya había enviado el secretario de gobierno el comunicado con la solicitud, aunque sin seguir las vías adecuadas. No dudo que lo haya querido hacer de buena intención. Al final, como he dicho en mis textos previos, muchos somos aficionados al futbol y sí hubiera resultado grato mirar el bonito balón en las inmediaciones de las significativas Torres de Satélite, aunque por otro lado hubiera sido riesgoso para el tránsito, pues no es una zona turística como para andar cruzando el periférico para tomarse la selfi. Pero, todo acabó en un autogol.

Haría bien el entrenador en vigilar a sus jugadores panistas o no. No sea que hasta las aspiraciones para la gubernatura estatal de Enrique Vargas del Villar acaben  en penales con posibilidad de perder por default.

Google advierte y censura a editores de contenido


ERA DE LA OPINIÓN... de que en el mundo occidental autonombrado a sí mismo "mundo libre" la censura no era un tema, pero la realidad siempre se impone y está visto que, sobre todo en tiempos de guerra, es una más de las armas con que cuenta el sistema como válvula entrópica.

Desde hace algunos días (de hecho semanas, meses, años si contamos el periodo de Donald Trump), los que somos editores y creadores de contenido en las plataformas de la red de Google y otras hemos sido advertidos (o hasta censurados) sobre las publicaciones relativas a la #GuerraRusiaUcrania bajo el pretexto de hacer respetar las "políticas de la comunidad". Su pelota, ¿sus reglas? Su algoritmo, ¿su "inteligencia artificial"?

Al paso que vamos, esta toma de partido de un lado u otro de las alianzas geopolíticas de empresas como la estadounidense Google que ha censurado los contenidos de tendencia "rusófila" en, por ejemplo, YouTube; o de firmas como la china Tik Tok que limita la difusión de contenidos contrarios a los intereses del Partido Comunista Chino; o del propio gobierno ruso que ha escamoteado la cobertura por parte de los medios occidentales, todo esto no augura nada bueno. Y Facebook, ahora Meta, no está lejos de empezar a apretar la tuerca de esta presión internacional.

La guerra mediática nos está alcanzando, ¡ya nos alcanzó!, y las primeras y más graves víctimas son la verdad y la comunicación, las que cada vez más se tiñen no solo con la sangre de inocentes, sino con la negrura de los más aviesos intereses.

Censura disfrazada de buena conciencia

La imagen que acompaña a este apunte es el aparentemente inocuo correo que recibí esta mañana. Una simple comunicación empresarial. Debo decir que yo, desde hace tiempo, opté por no recibir ya dinero de parte de Google, porque me ha complicado mucho la manera de promover mis contenidos, de administrar mis sitios, además de que las ganancias han sido píngües por distintas razones. Dependo de mis pocos o muchos lectores para que suceda la lectura y difusión de mi trabajo profesional como escritor, comunicólogo y periodista, tanto como para ser atractivo a los anunciantes, pero la presión también los afecta a estos. Ustedes, mejor que nadie, le dan sentido a lo que hago y por ustedes jamás cejaré en mi empeño de hallar los indicios informativos que permitan conformar una opinión pública enterada, balanceada, aunque en ello implique de pronto evidenciar para su contraste las noticias "falsas", muchas de las cuales no son producto de yerros periodísticos como sí de perversas intenciones de las fuentes que las originan (por lo común empresas y gobiernos en pugna y los medios que los acompañan).

Y tan es cierto lo que digo aquí, que desde hace tiempo es difícil compartir mis blogs con todo y sus imágenes en este Facebook, porque la plataforma elimina las imágenes sin razón, lo que no sucede con otras fuentes. Como si Facebook prefiriera que redactara directamente aquí y no en mi blog, lo que me revela también, como apuntara tiempo atrás mi querido Octavio Islas, que hay una franca confrontación entre las plataformas de redes sociales y las de blogs, lo que ha llevado a algunos como mi colega a pensar que la "era del blog" ya pasó.

Lo cierto es que, si cedemos terreno los blogueros a las grandes corporaciones que buscan virtuosamente (y se agradece) concentrar en un mismo punto las varias herramientas para crear (caso de Facebook, hoy Meta), más pronto que tarde cederemos también parte de la libertad que hemos tenido como "dueños" de nuestros espacios de creación, quedando a expensas de los caprichos y "políticas" de una "comunidad" en extremo convertida en "garante" de las inquietudes (cuando no iniquidades) de las buenas conciencias.



Todo cabe en una urna sabiéndolo acomodar


ERA DE LA OPINIÓN… de que todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar, pero bien se ve que en las redes sociales y plataformas como YouTube, Facebook, etc., tal verdad no es cierta y caen en el odioso y perverso recurso del RDA (nos Reservamos el Derecho de Admisión) que tanto tiempo llevó por décadas al sectarismo y la segregación.

Es sabido que Facebook (y no nada más) tiene vetada la url de Frena catalogada como generadora de spam. En Indicios Metropolitanos caben todas las voces, y por ser la de Frena igual que otras una voz importante en el tema de la #RevocacionDeMandato, aquí comparto el más reciente artículo de Gilberto Lozano ya que no puede ser de otra manera.

En dicho artículo, el empresario y líder de esa asociación, describe su experiencia durante la jornada. El hecho de que los resultados hayan sido contrarios a su promoción original para revocar el mandato a Andrés Manuel López Obrador en el cargo de primer mandatario de la nación no le resta valor. Al revés. Los datos duros, a pesar de la marcada diferencia de más de 90%, no descalifican a su movimiento ni sus intenciones, como tampoco significan que quede desestimado el sentir de aquellos que legítimamente se sienten desconfiados, defraudados, ajenos a la forma de gobernar del actual presidente. Más bien, en todo caso refrenda la necesidad de esos y los otros para exigir resultados que hagan de México lo que todos esperamos, y recuerda que han sido tres años perdidos irremisiblemente por el empeño de un hombre y un grupo empecinados en sacar adelante meras ocurrencias, decisiones torpes en el supuesto de una idílica transformación reveladora solo de que, llegue quien llegue al poder, todos cojean de la misma pata, unos más que otros, y que en el país de los ciegos, el tuerto es rey; pero, los ciegos tarde o temprano hacen el cambio con sus dotes y sensibilidad excepcionales como ya vimos con el abultado e histórico abstencionismo que permitió acotar la verdadera cuota de simpatía con que cuenta el gobierno actual.

Qué tanto es tantito

Esa clase de censura  mentada líneas arriba de cualquier voz, por muy escandalosa que pueda resultar o molesta a las comunidades, siempre la veré, sin importar la plataforma, medio, red social, como un atentado a la libre expresión y a los derechos de expresión y publicación. Y este artículo es una forma de decir ¡basta! a esas políticas burdas que las "buenas conciencias" detrás del cuidado de los negocios que son las plataformas imponen bajo el supuesto de mantener una relativa armonía comunicacional y de intercambio de mensajes y contenidos edulcorados, eufemistas, todo menos incluyentes aunque aleguen lo contrario.

Voy de acuerdo en que se procure la defensa de los menores, de los grupos vulnerables, de las sensibilidades y las susceptibilidades, de no permitir la violencia de cualquier índole que implique mucho más que la ofensa lacerando la dignidad de las personas, o hasta su integridad física o psicológica y emocional, pero la misma intolerancia puede y debe ser tolerada dentro de ciertos parámetros, aunque no nos guste, nos lastime, resulte contraria a nuestro parecer, credo o intereses. El diálogo con los que piensan distinto de uno es lo que nos vuelve más comprensivos y humanos. No por pertenecer a la mayoría dentro de una tendencia de conducta o pensamiento nos hace poseedores de la verdad, cuando hay muchas formas de experimentar lo que la realidad nos sorraja en la cara.

Es sabido que yo, en lo personal, no comulgo con las ideas de Frena y de otros, por ejemplo los cuatroteístas, por extremas. Pero, como bien se dice citando a la escritora británica Evelyn Beatrice Hall (frase atribuida erróneamente a Voltaire de quien fue biógrafa y con la que ella sintetizaba al filósofo) "puedo no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo".

Frena ha sido un importante actor en la promoción de la revocación de mandato, independientemente de sus tonos altisonantes. Frena fue en buena medida quien, siguiendo el juego al presidente Andrés Manuel López Obrador (promotor primigenio e ilegal desde la perspectiva constitucional del ejercicio), tomándole la palabra inició el recabamiento de firmas ciudadanas para justificar el ejercicio conforme a derecho. Muy aparte y además de los lopezobradoristas y morenistas, los seguidores de Gilberto Lozano y otros actores relacionados con Frena impulsaron el ejercicio de una figura democrática inscrita en nuestra constitución junto con otras formas de participación ciudadana directa y cuya finalidad es el perfeccionamiento y la diseminación del espíritu democrático entre los mexicanos.

Lejos están o deberían estar las atribuciones de corte maniqueo como las expuestas por los temerosos de que México siga los torcidos caminos de otros tiranuelos como el venezolano Hugo Chávez o el boliviano Evo Morales. Sí, aquí mismo he señalado, he alertado sobre las trampas detrás, en el sustrato de la promoción gubernamental de la revocación de mandato y de la consulta popular en primera instancia. Pero, ello no obsta para minar la nobleza de las figuras en su espíritu y finalidad ulteriores.

La votación ha sido efectuada ya. No estuvo exenta de tropiezos, ilegalidades, suspicacias, abusos, cinismo, triunfalismo, amenazas, distorsiones. Y fue tanto feliz en su consecución, como triste al exhibir la calidad de mexicanos que todavía muchos somos queriendo hallarle tres pies al gato y fraguando trapacerías. Los resultados fueron, dentro de lo que cabe, los esperados.

En democracia todas las voces cuentan, pero no todos los procederes suman. Todos los afanes valen, pero no siempre los resultados satisfacen a todos.

Vámonos preparando


ERA DE LA OPINIÓN... de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador llegará al final de su sexenio, pero…

A ver… Yo no quiero pensar mal. Yo no le deseo mal a nadie, cuantimenos a nuestro Presidente ni quiero ser ave de mal agüero, pero tal parece que AMLO nos ha estado preparando para una transición adelantada, y no me refiero al juego del tapado y las corcholatas que tanto furor generó en 2021. Tenemos varios indicios que me llevan a lo que pienso y expondré enseguida.

Entre el afán y la realidad

Si algo ha tenido López Obrador como característica, esto ha sido su astucia, además de ser un provocador y otros adjetivos bien o mal ganados.

Esta astucia, por encima de su discutible conocimiento sobre determinadas materias, de la mano de su tozudez que a veces raya en la obcecación lo ha llevado cínicamente a donde está y a andar varios pasos por delante de quienes se han colocado en calidad de detractores y opositores; entre los segundos me declaro formado en la fila, aunque mirando de soslayo por aquello de no entumirme en posturas anquilosantes.

Desde que tomó el poder, AMLO nos ha estado poniendo el tapetito para lo que vendrá. Y no podemos decir que no ha sido congruente con su palabra, aunque nos choque y resulte a veces repugnante. Todas y cada una de sus promesas de campaña las ha ido cumpliendo, nos guste o no, y aun cuando ese cumplimiento no por fuerza signifique que ha mejorado al país, sino al contrario, lo ha hundido y no nada más segmentado. Ha sido congruente, ni duda cabe, con su forma de pensar conservadora y tan es así que en él se cumple viceversa aquello de "dime de qué presumes y te diré quién eres", acusando en los otros lo que se refleja en sus ojos.

Si algunos han querido ver su plumaje enfangado con las salpicaduras que han hecho sus corruptos familiares y colaboradores, pues están equivocados, porque para empezar, aunque lo asocien con el ganso por su socorrida frase de inspiración fálica "me canso, ganso", pues de ave no tiene nada y de fósil todo, no solo en su etapa universitaria, sino por su paso por la escuela del PRI, no nada más por su mote bien puesto por taimado de peje lagarto.

Lo que podría venir

Lo que podría estarse anunciando, decía al comienzo, es una transición adelantada. Si no estoy equivocado en mi lectura y a pesar de tantas distracciones y piedritas que nos han puesto en el camino, este suceso podría tomarnos por sorpresa y por ello mismo sentar las bases para justificar, con base en otros argumentos complementarios a los que yo he expresado en este blog y sus espacios en Facebook y Twitter, el pronóstico de una continuidad de la izquierda gobernando México en 2024.

Veamos los indicios para mi actual sospecha, pero los más realistas, no los efectistas y distractores que han servido para dar tema de conversación indignada a los chimoleros.

Primero tenemos una "tozuda" insistencia en la realización del plebiscito para la revocación de mandato, para la cual la Suprema Corte hizo como que la virgen le habló y no modificó la pregunta, que por otro lado es irrelevante porque, a querer o no, politiquerías aparte, el mandato tiene como toda moneda dos caras, una implica la revocación y la otra la ratificación, poco importa cuál es el anverso y cuál el reverso o el sentido del voto o si la pregunta se queda como está, redactada con redundancia:

¿Estás de acuerdo en que el C. Lic. Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su período?; la disyuntiva es innecesaria de expresar, a menos que sigamos la máxima de comunicar a prueba de tontos.

Gramaticalmente habría podido ser redactada de dos formas mejores:

  • ¿Estás de acuerdo en que al C. Lic. Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza?; la negativa como voto implica la ratificación.
  • ¿Estás de acuerdo en que el C. Lic. Andrés Manuel López Obrador, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, siga en la Presidencia de la República hasta que termine su período?; la negativa como voto implica la revocación, sin especificar la causa motivante.

Arrieros somos y en el camino andamos

Como sea, las condiciones ya están dadas, se ha cumplido con los requisitos mínimos de ley —aun cuando AMLO la haya violado al convertirse en el primer promotor; porque la promoción tendría que haber ocurrido y tendrá que suceder desde ahora por iniciativa de la propia ciudadanía; pero, alguien tenía que arrear a los bueyes que somos para que jalara la carreta y pudiera ararse este nuevo surco donde fructificarán los granos de nuestra democracia.


Las condiciones ya están dadas, decía, se ha cumplido con los requisitos mínimos de ley y habrá la revocación con fecha 10 de abril de este año, así sea que el INE se vea forzado a buscar bajo las piedras por la falta de presupuesto y hacerla, no con pinzas, por lo delicado, sino con pinzas de ropa, por lo exiguo. La cantidad de casillas que podrán instalarse entonces apenas servirán como un muestrario de alfombras para justificar esa sospecha que ya voy anunciando.

Dado que el propio Andrés Manuel empujó tanto sería de esperarse que respetará la veda de propaganda gubernamental y, respetando las reglas, modificará los contenidos de sus mañaneras, para no entrar de nuevo en los dimes y diretes ya vividos meses atrás por su burdo intervencionismo disfrazado de "derecho" de difusión, de expresión y publicación. Pero, entonces ya no sería el AMLO contestatario y jodón que conocemos, así que seguro continuará en el tenor y el tono, no se diga en su rijosidad para con nosotros los periodistas y comunicadores.

La revocación y la media vuelta del hijo del lobo obrador

El ejercicio ese de la revocación, ya lo he dicho, desde un punto de vista estrictamente de la participación ciudadana y el reforzamiento de nuestra democracia es un asunto bueno, necesario, y en algún momento tenía que ponerse en práctica, así fuera como un ensayo para el futuro, dada la novedad de la figura. Independientemente del resultado, ya luego no nos dirán que no sabemos cómo y con qué se come. Siempre hay una primera vez para todo, y a la revocacíon le llegó su tiempo como meses atrás a la consulta popular. Faltan otras figuras contempladas en la Constitución, ya les llegará su momento al Referéndum y al Plebiscito que, aun siendo similares a las ya puestas en práctica, sus sutiles diferencias de organización y medición requieren también que se ensayen, aunque impliquen, como es ya claro, un costo específico. Así que no nos quejemos, no seamos como ese "millonario" que ha adquirido un jaguar y no quiere ni siquiera que le dé el sol porque cuesta mucho tenerlo; para eso, mejor ni hubiéramos metido en la cochera de nuestra democracia esas figuras de la consulta popular, la revocación de mandato, el referendum y el plebiscito, complementarias al ejercicio de nuestra voluntad ciudadana y la gobernanza.

Poco importará ahora, es claro, que haya mucha o poca participación. Se necesita un primer pretexto para, de ser necesario, justificar la quizás adelantada renuncia del Presidente que, además, podría alegar motivos de salud. Ya he puesto antes el doble escenario. Un voto afirmativo de la revocación hace al mandato inconsútil, es decir continuo, al menos en este primer ejercicio por ser la ley intransitiva, no retroactiva y por lo mismo inaplicable al mandatario en turno, ahora, pero aplicable en futuras revocaciones. Un voto negativo redunda en lo mismo, justificando con forma de ratificación la continuidad legítima y legal. Sin embargo, en el primer caso, puede darse la ocasión de que el Presidente opte por mostrarse congruente con su discurso populista y adoptar la respuesta ciudadana para justificar su renuncia al cargo y, como ocurre con AMLO, incluso emplear su condición de salud actual para justificar dicha salida. La misma, hay que decir, que podría darse igualmente a pesar de la supuesta ratificación en caso de un voto en ese sentido.

Y aquí está el segundo indicio que leo en el estado de salud de Andrés Manuel López Obrador, la práctica "rutinaria" del cateterismo hace unos días, su acondicionamiento físico y el "teatro" médico tras y alrededor de sus dos contagios por covid-19 y su variante ómicron en medio de una pandemia cuya administración ha sido, por decir lo menos, polémica cuando no, a ojos de unos nacionales y extranjeros, desastrosa, su salud se presenta como un pretexto de salida digno, como reza el bolero y en el que la plana mayor de la política tiene el script bien aprendido y entendido.


Entonces yo daré la media vuelta y me iré con el sol cuando muera la tarde

Nunca antes, fuera de la muerte de Benito Juárez, la renuncia de Porfirio Díaz y los magnicidios de Francisco I. Madero y Venustiano Carranza, México había experimentado de manera planificada y prevista por la ley la probable ausencia del mandatario, y nunca antes la ley misma había sido ampliada a que semejante condición constitucional pudiere ser promovida por los ciudadanos por lo pronto para los cargos de presidencia federal y gubernaturas, faltaría incluir las alcaldías, que es el siguiente paso.

De ahí la importancia de este ejercicio de revocación y la sospecha de que se nos está preparando el terreno para, como democracia más consolidada, podamos estar en condiciones de una transición forzada por la circunstancia, ahora y en el futuro y sin que ello signifique el desgajamiento del país.

Es tanto como sentar las bases para futuras revoluciones silenciosas basadas en la voluntad popular mejor que en las armas y las ciegas entrañas de la irracionalidad. Sin necesidad de reformar la constitución para ampliar o recortar mandatos, pero sí haciendo flexibles los modos de transición y transferencia del poder. Si tal se consigue, México se colocaría como una democracia no solo y otra vez adelantada, sino ejemplar para el mundo entero tal como sucedió justo con la Revolución que sirvió de modelo para la URSS y hasta para el mismo EE.UU. AMLO así pasaría como pretende, como el más querido y perceptualmente el mejor, no solo por su índice de popularidad, o sus sistemáticos denuestos a sus adversarios, sus venganzas justicieras o su manirrota tendencia a despilfarrar el erario en torcidas caridades electoreras.

Esto que digo, lo sé, va a contrapelo de lo que muchos suponen y seguro se preguntarán si el "dictador" AMLO, como lo tachan, sería capaz de sacrificarse personalmente por un bien mayor de la nación en la búsqueda de construir un mejor México. La respuesta es que sí y nos la dio con su tercer indicio que, más allá de la retórica discursiva y la manipulación mediática, significó el anuncio de su "testamento político".

El testamento político

Así como unos desorientados llaman a la revocación una mafufada, mientras algunos han leído en el anuncio del testamento político una vacilada, una ocurrencia más de AMLO, una petulancia megalomaníaca del Presidente producto de su egolatría, y otros, en cambio, han leído una especie de evangelio, entre esos extremos yo leo el afán congruente de la aspiración siempre reconocida y dicha a voz en cuello por AMLO de su afán, compartido con cualquier mandatario y político de cepa, de trascender en la Historia del país.


"Quiero ser recordado como el mejor Presidente de México", dijo no solo alguna vez, sino varias, y la mayoría de nosotros nos fuimos de bruces con una lectura superficial a partir, como es natural, de las expectativas acerca de sus obras, las que hemos ya puesto de cabeza en su análisis de pros y contras. Ni vale el cansancio detenerse en examinar las discusiones a favor o en contra de Tres Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y un no muy largo etcétera. Es verdad que por ahora se perfila para ser recordado, en lo administrativo, como el peor presidente que hemos tenido; pero, si somos justos, no solo lo administrativo tendría que pesar. La visión mesiánica detrás tal vez nos lo pone como ese ungido por el sistema para, acomodando las piedras, hacer camino en la senda que otros no han querido andar, sacrificando el propio nombre y hasta la integridad física y emocional, no en calidad de mártir, menos de santo, pero al menos como el artífice que, para construir puentes entre lo sido y lo por ser, ha debido derruir montañas, talar bosques, inundar poblados, joder manglares, ir a contracorriente, sentando las bases del porvenir.

¡Pero, no se rían! Mi anterior párrafo no ha sido un sarcasmo, aunque sí una ironía. Piensen en la ironía: si mañana AMLO nos dice "me voy", no nos dejará ni huérfanos ni indefensos, pobres tal vez, bapuleados, divididos, pero con una mayor conciencia del México que necesitamos ser. Piénsenlo: nos está adelantando no lo inevitable, sino lo previsible, como explicó Lorenzo Córdova al comunicar la convocatoria para votar en la revocación de mandato:


Con la aprobación y emisión de la convocatoria podemos decir que la revocación de mandato es, como ejercicio democrático de participación ciudadana directa, un hecho absolutamente cierto y previsible que habrá de materializarse en la jornada de votación del domingo 10 de abril […].

Tal vez mañana habremos de decir ¡el Presidente ha muerto! ¡Viva el Presidente! Vámonos preparando.


Esa casa de los espejos que son las redes sociales


ERA DE LA OPINIÓN... de que la censura era un filtro perverso... ¡Y lo es!

Censura y falsedad

Semanas atrás, todavía siendo 2021, alguno de los miembros del grupo de este blog en Facebook, llevado por el prurito y su derecho, compartió una información que le pareció relevante, mas sin cuidado de verificarla es decir "irresponsablemente".

Como autor y administrador recibí la notificación de parte de Facebook. El miembro se sintió herido en su libertad de expresión y publicación y en cierto modo lo fue, sobre todo si consideramos que entre las políticas del grupo está la de no censurar a ninguna voz, por muy discordante que pueda parecer y a despecho de las políticas generales de la plataforma que buscan una idílica armonía entre los miembros de una comunidad de amplitud amorfa e indefinida.


Facebook añadió a la publicación la verificación correspondiente y mandó al fondo del historial por noventa días la publicación como si no fuera suficiente el ritmo normal y diario, el cual más pronto que tarde termina acumulando en el cieno de la red lo publicado

Atendiendo el "derecho de réplica"  de este miembro retomé la publicación y la verificación y a mi vez hice los apuntes pertinentes resultando también amonestado como "difusor de información falsa". Ambos hechos ocasionaron que Facebook bajara la categoría del grupo de forma automática y muy  a pesar de mi reclamo y explicación.

El tema persiste y queda como una mancha para el grupo entero (poco importo yo, que se me resbalan las cosas) y afecta también en la manera como los contenidos generales del grupo son difundidos en la red social, dado su carácter público.


El efecto nos afecta a todos los miembros como explica el propio Facebook:

¿Por qué es importante?

Agregamos un aviso a la información falsa que revisaron verificadores de datos independientes y reducimos su distribución situándola más abajo en la sección de noticias de las personas. Si un grupo comparte información falsa, es posible que también reduzcamos la distribución de sus publicaciones y dejemos de sugerir a las personas que se unan a él.

Por ello y digamos que con un interés educativo comparto ahora con ustedes las sugerencias elementales que el propio Facebook ha redactado para que todos y cada uno (sobre todo los que no tienen la costumbre, método y sistema como quienes somos profesionales del análisis de información) tenga a bien cuidar lo que comparte.

Las sugerencias de Facebook

Con la idea de homologar, unificar criterios, uniformar contenidos, la red social desarrolló un documento en el que expone a los miembros de la red unas sugerencias para el cuidado de los contenidos que se publican y comparten. Pero, como apuntaré más adelante, por muy nobles que sean en principio tienen sus "a segunes".

Queremos detener la difusión de noticias falsas en Facebook. […] Mientras trabajamos para detener su difusión, aquí te mostramos algunas sugerencias que te ayudarán a identificarlas:

  1. Duda de los títulos. Las noticias falsas suelen presentar títulos llamativos escritos en letras mayúsculas y con signos de exclamación. Si un título contiene afirmaciones sorprendentes y poco creíbles, es probable que se trate de información falsa.
  2. Observa con atención la URL. Una URL impostora o que imita una original puede ser una señal de advertencia que indica que se trata de una noticia falsa. Muchos sitios de noticias falsas realizan pequeños cambios en la URL de las fuentes de noticias auténticas para imitarlas. Puedes visitar el sitio para comparar la URL con las fuentes establecidas.
  3. Investiga la fuente. Asegúrate de que la noticia esté escrita por una fuente de confianza respaldada por una reputación de exactitud en la información. Si la noticia proviene de una organización desconocida, verifica la sección "Información" para obtener más detalles.
  4. Detecta si el formato es poco común. Muchos sitios de noticias falsas contienen errores ortográficos o diseños extraños. Lee con atención si observas estas señales.
  5. Presta atención a las fotos. Las noticias falsas suelen contener imágenes o videos manipulados. En ocasiones, es posible que la foto sea auténtica, pero que la hayan sacado de contexto. Puedes buscar la foto o imagen para verificar de dónde proviene.
  6. Comprueba las fechas. El orden cronológico de las noticias falsas puede resultar ilógico, o incluso pueden estar alteradas las fechas de los eventos.
  7. Verifica las pruebas. Comprueba las fuentes del autor para confirmar que sean precisas. Si no se aportan pruebas o se confía en expertos cuya identidad no se menciona, es posible que la noticia sea falsa.
  8. Consulta otros informes periodísticos. Si ningún otro medio está reportando la noticia, es posible que sea falsa. Si aparece en varias fuentes de confianza, es más probable que sea verdadera.
  9. ¿La noticia es un engaño o una broma? En ocasiones, suele ser difícil distinguir una noticia falsa de una publicación humorística o satírica. Comprueba si la fuente de donde proviene suele realizar parodias, y si los detalles y el tono de la noticia sugieren que puede tratarse de una broma.
  10. Algunas noticias son falsas de forma intencional. Reflexiona acerca de las noticias que lees y comparte solo las que sabes que son creíbles.

Un apunte crítico a estas sugerencias

Si bien en una primera lectura las anteriores sugerencias nos parecen atingentes y sensatas, en realidad las aristas y huecos que las rodean y definen son mayúsculos y se prestan tanto para confusiones, como a yerros o manipulación censora. ¿A qué me refiero?

El llamado clickbait (que puede traducirse como "cebo para clicar") es un recurso, una forma retórica empleada por la publicidad y la mercadotecnia para provocar la atención sobre un producto (en este caso contenidos) y como consecuencia "pescar" al consumidor potencial de los mismos, para generar lo que se conoce técnicamente como índice de retorno, el que puede traducirse en beneficios como el aumento de estadísticas de vistas, tiempo de permanencia en el contenido, impulso de redistribución o referencialidad y hasta ventajas en ingresos económicos, posicionamiento y ventas. Un titular y una imagen llamativa son, en la más rancia tradición del sensacionalismo y el amarillismo, las formas más comunes de cebo para atraer a los ingenuos. No es una práctica nueva, existe desde que existe la prensa y aun más lejos, desde que existen los heraldos.


Pensemos en los creadores de contenidos como pregoneros en un mercado que buscan, junto con los merolicos, jalar la atención y concentrar al mayor número de potenciales comp(a)radores (la etimología asocia la palabra "comprar" con "comparar") de lo que ofrecen. Todos queremos vender algo, ya sea un pescado o una idea, una sartén o un libro, la propia persona. Todos por lo tanto somos en suerte vendedores que, hoy más que nunca antes, nos vemos en la necesidad de publicitar y mercadear lo que tenemos para dar, sea bazofia o delicia. Y como dice el refrán muy mexicano, quien tiene más saliva, traga más pinole. (Quizás por eso yo me la paso ahogado y tosijoso con apenas un discutible nicho de afanosos interesados en lo que hago.)

Pero, como la burra no era arisca, sino años de abuso en el empleo de tal recurso la hicieron así, hoy los consumidores de contenidos —salvo los ignorantes o los ingenuos o los distraídos— se muestran reacios a abrazar los cebos incitantes y ello ha llevado a los creadores a recurrir a mayores sutilezas o a sumarse francamente a la burda trampa con tal de competir con los más solicitados por el público que, aun quejándose de la mierda, lo fugaz, lo fútil, se muestra más y más adicto a consumirlo. Entonces, ahora contenidos edificantes son anunciados como pendejadas entretenidas y divertidas, pero cuando el consumidor da el primer bocado, al poco rato escupe lo que no se ajustaba a su expectativa lúdica. Viceversa, contenidos burdos, intrascendentes, ahora son anunciados como sesudos y relevantes para atraer a los renegados del cebo, los que llegan al contenido que acaban consumiendo entero aun descubriendo frustrados que no consiguió satisfacerlos o creyendo que son la verdad del osito Bimbo, así quieren más y topan y topan con más y más bazofia, consumiéndola toda en la búsqueda incansable por hallar la pièce de résistance anhelada para su mejor conocimiento.

Entonces, ¿cómo saber aun con todas las sugerencias previas si uno está o no ante una información auténticamente falsa cuando está visto que cada sugestión por si sola es insuficiente y en conjunto abona más a la duda que a la certitud?

El miedo a lo falso es un falso temor

Vayamos más al fondo. ¿Cuál es el afán y de parte de quién para eludir, tachar, censurar, erradicar lo supuestamente falso? ¿Quién, qué organización tiene la estatura moral y no solo legal, profesional, para aseverar que algo es ciento por ciento falso?

A esta pregunta se antojan respuestas fáciles y de bote pronto que hacen los basamentos de los equipos y consejos revisores de las redacciones de medios y redes sociales hoy, tanto como de las políticas y deontologías que guían y norman los algoritmos de búsqueda, como si se tratase del afán detrás de la mano del apedreador.

¿Por qué rehuir, borrar, cancelar, encasillar la falsedad y a partir de su difusión vituperada establecer parámetros y cánones inquisitoriales por los que santiguar a diestra y siniestra colocando sambenitos que conducen al descrédito y el vilipendio? ¿Acaso somos incapaces de efectuar una pedagogía a partir del contraste virtuoso de lo falso y lo verdadero?

La lógica nos permite conocer que dentro de cada verdad hay un rasgo de falsedad y, viceversa, dentro de cada falsedad existe la posibilidad de lo cierto y verídico sabiendo efectuar la prueba respectiva. Nada ganamos y más perdemos si pretendemos que cada publicación y detrás de cada titular se ancle una tautología, es decir una verdad absoluta acomodada, ¡vaya relatividad!, al contento sistemático y metodológico de una persona física o moral, de determinados intereses económicos, políticos o sociales.

La misma naturaleza nos da lecciones para aprender a discriminar lo falso de lo verdadero sin que ello signifique la denostación y la extinción de lo falso: la falsa coralillo utiliza el recurso para defenderse de sus depredadores alertados de que puede ser ponzoñosa, lo que coloca a la verdadera coralillo como un ente no solo de cuidado sino mortal. La verdad no peca, pero incomoda. Pues igual sucede con la falsedad, no peca, pero se acomoda, nos es de ayuda en el proceso de adaptación y cuando aprendemos a distinguir el insecto palo o la oruga en su mímesis de la varita de veras, hasta nos maravillamos del ingenio y aprendemos cosas nuevas desde él. Ahí tenemos la égloga que nos presenta a Moisés engañando al faraón con su vara "mágica" que se vuelve sierpe, y el caduceo, motivo judío para recordar al benefactor divino de la salud del pueblo. Parafraseando al mago e ilusionista David Copperfield recordemos que la magia consiste en tomar la verdad y volverla causa de asombro, puya para la curiosidad; y si para ello es factible volverla ilusión, por muy reprobable que parezca, la falsedad no es más que el reverso de la misma moneda.

La programación de los contenidos conduce a errores que no por fuerza implican falsedad. Una nota escrita hoy sobre una plantilla mal configurada puede parecer escrita hace dos semanas o mantener fija una fecha, y ello no hace al contenido ni más ni menos valioso y útil. Y hasta lo falso con toda intención, por lo mismo puede justificarse en un propósito específico constructivo cuya finalidad, tristemente, es ser falso con tal de atraer la atención sobre un dato, un hecho o dicho concretos que, de otra manera, no serían atendidos suficientemente como para generar conciencia sobre algo o alguien. Porque así somos de ingratos los consumidores de contenidos. ¡Cuántas obras consideraras falsas por causa de la torpeza técnica, metodológica, expresiva que las define han pasado sin pena ni gloria a los ojos de los censores en un momento determinado hasta que un rescatador crítico les da la oportunidad de resarcirse. Y no estoy hablando aquí de cuestiones de gusto o estilo, como ha pasado a muchos pintores o escritores revivificados por la crítica póstuma, por ejemplo, sino de auténticos Pedros que han anunciado hasta el hartazgo que ahí viene el lobo y que, ante la falta de evidencia o justa verificación de los receptores del mensaje estos optan por hacer oídos sordos y soberbios a los "falsos" llamados a la cautela. Estoy hablando de que, tras discursos como los de Donald Trump o la sección y las actitudes presidenciales de Andrés Manuel López Obrador en su cacería de "quién es quien en las mentiras" más parecemos niños asustados con la sola idea del Coco, que esas mismas madres, abuelas, tías, nanas impacientes, represoras que lo anuncian como depredador de inocencias.

Viene a mi memoria aquella ocasión cuando, impartiendo la cátedra de Antropología Social y llegado al tema de la mitología expuse a los estudiantes un documental de National Geographic sobre los dragones. Es una ficción documental, pero tan bien lograda que el ingenuo e ignorante puede tomar por ciertas las "pruebas" paleontológicas e históricas mostradas ahí. Muchos de mis estudiantes se tragaron el cuento, no fueron más allá para investigar su veracidad y ello los llevó a reprobar el examen a efecto. Solo una estudiante, curiosa, inquieta, indignada con su calificación, se dio a la tarea de ahondar y, cuando descubrió la verdad detrás de la falsedad me mentó la madre literalmente. En ese momento la califiqué con un diez redondo y la felicité por no quedarse solo con lo superficial, por su hambre de conocimiento y dedicación para verificar por encima incluso de la autoridad.

No siempre podemos tener acceso a las fuentes originales de algo, y con frecuencia buscarlas requiere un esfuerzo mayúsculo de investigación al cual no todos estamos dispuestos. A veces tenemos que conformarnos con fuentes secundarias o terciarias y hacer un acto de fe en la esperanza de que otro, con mayor capacidad, pueda verificar las cosas. Claro que tampoco hace bien que uno se empecine en tomar a pie juntillas lo hallado como potencialmente cierto, aun tratándose de la fuente original.

En todo caso, dentro de las redes sociales, los medios de comunicación, como esas peculiares casas de espejos y de espantos que son imprescindibles en la feria de la vida, la falsedad y la mentira no tendrían que ser motivo para poner en el cadalso a alguien, llevar al olvido un dato quizás útil por su misma deformación, o proscribir lo que luce distorsionado, enajenante. Todo lo contrario, tendríamos que ubicarlas en el contexto como los factores complementarios que son y que cumplen con la meta de confrontarnos con lo diverso (lo di-vertido), lo perverso (per-vertido), para propiciar en consecuencia la subversión y reversión entre lo virtuoso y lo vicioso. Los monstruos, nos lo dejan claro la mitología y más específicamente las especialidades fenomenológicas de la teratología y la criptozoología, son seres y categorías poco comprendidas por la crítica e incluso son considerados temas tabú sobre los que es recomendable ni siquiera aventurarse.

La verdad no es esa luz en el camino

La verdad no es esa luz que asoma en la oscuridad, que vislumbramos al final del camino. Como tampoco la falsedad son esos luceros acechantes entre los matorrales. Y sé que más de un cientificista ya estará aquí vociferando en mi contra tachándome de teosofista. Bien puede ser que aquella iluminación tras la arboleda nos ciegue impidiendo ver el abismo delante. Bien puede ser que esos falsos ojos ocultos en la enramada sean luciérnagas inofensivas. Tanto una razón como la otra merecen que les demos la oportunidad de trazarnos la ruta de la aventura que es el conocimiento, pues no todo el que emite mentiras y falacias es desconocedor de la verdad que pretende ocultar, obviar, omitir, eludir o conocer por vías torcidas; y tampoco el verificador contumaz es un valedor asaz admirable, confiable, porque autoridad no implica veracidad ni viceversa, lo veraz no dota de autoridad. Se puede hablar con verdad y sin embargo no ser honorable. Se puede ser probo y aun así creer en mentiras. Goya lo sintetizó magníficamente en sus grabados: el sueño de la razón produce monstruos.


Dicho lo anterior y llegados al extremo, la noticia más falsa que puede haber es aquella que nos informa de la existencia de dioses falsos y se empecina en plantear, contradictoriamente, que solo hay un dios verdadero, según la óptica de cada cual.

La falsedad, ese peculiar espantapájaros, pocas veces es catalogada entre los monstruos que nos quitan el sueño y no obstante tiene su pedestal en el panteón de las infamias; porque, como afirma Lourdes Quintanilla, "los hombres adoran las certezas. Creer en cualquier cosa antes que creer en nada" [cf. GARCÍA-ROBLES, 1990: 45]. Y al final todos tenemos derecho, también, de equivocarnos y de edificar a partir de falsas bases, de preconcepciones y prejuicios. Ya se encargará la realidad, así sea con un sismo ridículo, de derribar lo endeble que siempre termina cayendo por su propio peso. El intolerante tarde o temprano topa con su propio reflejo.

Hay que temer al hombre de un solo libro, reza el refrán. Pero, ¿por qué? ¿Acaso porque ese solo libro encierra la verdad o porque su contenido es una sarta de falsedades que deforman y, si esto, según quién o qué parámetro? Si en vez de tachar lo aparentemente falso de tal ipso facto nos detuviéramos a analizar sus entrelíneas, sus funciones y estructura, nos daríamos cuenta más pronto que tarde que la falsedad, por muy monstruosa que parezca ayuda a la divulgación de ideas. Esto se debe, nos explica Héctor Santiesteban, a que "lo sobrenatural impresiona y atrae" lo cual aplica también para lo exagerado, lo deforme, lo deficiente. Cuántas veces leemos una nota, un reportaje que es un adefesio prácticamente en cuanto a su técnica de factura y sin embargo damos los hechos y dichos que presenta como ciertos, aunque estén mal descritos, narrados y explicados, con yerros gramaticales. Lo sustancial no siempre da valor a lo esencial. Las obras de relumbrón tienen como finalidad deslumbrar y en la ceguera ocasionada promover el enigma tras lo ostentoso.

[… A] veces, el enigma es el conocimiento para vencer al monstruo; por otro lado, el vencimiento puede deberse casi al solo conocimiento de su ser esencial, que es su enigma.

El monstruo es una clave, una llave para descifrar y comprender. El símbolo y la palabra se usan para nombrar, al nombrar se explica, y la explicación requiere conocimiento, el conocimiento permite la posesión. Uno de los aspectos más relevantes del símbolo es el de su poder vinculativo entre el hombre y lo sacro. Se trata de un modo de doble circulación, de comunicación, de comunión. El monstruo es una forma de conocimiento. El portento muestra el futuro y se convierte de esta manera en presagio, en un conocimiento del porvenir; pero, el monstruo no solo muestra, sino que también enseña; el monstruo no solo enseña, también evidencia. Evidenciar es mostrar lo superlativo [SANTIESTEBAN, 2003: 304].

Publicar, difundir noticias falsas, recurrir al clickbait sensacionalista sirve, dicho lo anterior, para orientar mejor que para desorientar, aunque esto último pueda ser el objetivo de arranque. El lector, el consumidor o prosumidor de contenidos en las modernas redes sociales y la Internet y sus plataformas variadas siempre tiene las opciones de adoptar el papel del alcalde de la aldea que busca incinerar al monstruo de la falsedad, creer en la bondad inocente del monstruo torpe que ahoga a la verdad, o comprender los motivos detrás de la búsqueda del científico enajenado que pretende superar los límites de lo convencional.

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Referencias

  • GARCÍA-ROBLES (resp.) / QUINTANILLA (aut.), Jorge y Lourdes. "El declive de la utopía", publicado en Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, Año XXXVI, Nueva Época Abril-Junio de 1990, Núm. 140, UNAM - Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, México.
  • SANTIESTEBAN Oliva, Héctor (2003). Tratado de Monstruos. Ontología Teratológica. Plaza y Valdés, México