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Acceso y fachada de la asociación
Colonos de La Florida A.C.
Foto: Archivo VETA Creativa |
PRIMERO FUERON LAS NEGRAS aguas del Río Chico de Los
Remedios las que anegaron al fraccionamiento La Florida, en Naucalpan, Estado
de México, aquel 7 de julio de 2014, en la que fuera, si no la peor inundación
en la localidad, la que más afectaciones ocasionó a los pobladores en casi
sesenta años de existencia del fraccionamiento.
Ya años atrás habían ocurrido situaciones similares, pero no
tan graves. La inundación afectó a 40 casas, no todas aledañas a la ribera, y
supuso una indemnización de apenas 25 mil pesos “por piocha” aprobada por el
Cabildo el 9 de enero de 2015 y con la mediación de los oficios de una de las
vecinas afectadas, la Dra. María de Lourdes Valdés Fromow, y de la Regidora
perredista Esther Tapia, al poco tiempo de haber salido el exalcalde David
Sánchez Guevara a causa de obtener licencia al cargo para contender por una
diputación federal, misma que no pudo protestar por ser arrestado bajo la acusación
de desviar varios millones de pesos del erario, motivo por el que hoy se halla
preso en el penal de Otumba. El pago a los damnificados se efectuó tiempo
después de las elecciones del 7 de junio de 2015, en septiembre de ese año,
haciendo entrega de los cheques la edil interina Claudia Oyoque, en un acto al
cual no se invitó a participar a la Regidora Tapia (JIMÉNEZ Jacinto, "Colonos de Naucalpan anuncian atraso en
indemnización", 2015).
De damnificada a presidente de colonos
A FINALES DE ESE MISMO AÑO, el presidente de la vieja
asociación Colonos de La Florida A.C., Ing. Carlos González (q.p.d.) —inactiva prácticamente
por largas causas legales, administrativas y las condiciones de salud de él—, poco
antes de morir convocó a un par de asambleas a los ya entonces escasos más o
menos 18 socios para elegir una nueva mesa directiva. De la votación resultó
elegida presidente de la nueva administración la Dra. Valdés Fromow.
La nueva mesa directiva tomó bajo su responsabilidad lo que
por mucho tiempo y muchos vecinos se consideró la “rifa del tigre”. A varios de
nosotros, el propio Carlos González nos invitó a participar en la doma de la
fiera. Nadie quiso.
A falta de una asociación suficientemente activa, en 2011,
un grupo de vecinos conformamos por consenso la Comisión Técnica de La Florida
que fungió como puente de diálogo, representación y contrapeso frente al
gobierno del Estado de México y las empresas OHL, Rioboo durante la
construcción del Viaducto Bicentenario. Entre las tareas impuestas, a solicitud
(casi exigencia) de los vecinos y el gobierno), constituimos la asociación
Defiende a La Florida A.C. con un respaldo de más de 300 firmas, asegurando de
ese modo la legítima representación. Dicha asociación, luego de inaugurada la
vialidad, los mismos vecinos la dejaron “en el limbo” (aunque el Vaticano ya lo
borró de un plumazo) si bien miembros de su consejo seguimos en funciones.
Tras el deceso de Carlos González en diciembre de 2015 y
tomar protesta de su cargo como nuevo presidente de Colonos de La Florida A.C.,
la Dra. Valdés Fromow, en asamblea extraordinaria efectuada el 12 de abril de
2016 informó con puntualidad y transparencia las condiciones financieras y
físicas en que encontró a la asociación: un adeudo de alrededor de 300 mil
pesos ante el Organismo de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento (OAPAS),
18 socios activos y 10 nuevos inscritos a esa fecha, entre otras cosas. Dos
meses después, en otra asamblea extraordinaria, informó a los para entonces ya
45 asociados las acciones puestas en marcha para “achicar el agua” de la nave y
reposicionarla en el ánimo vecinal. Instauró los “Jueves culturales de La
Florida” para atraer a la comunidad; pero, más importante aún, enfatizó la
inversión de, entonces, 72 mil pesos para sanear finanzas y reparar algunos
aspectos de las instalaciones que se encontraban en franco deterioro [cf. (COLONOS DE LA FLORIDA A.C., 2016).
A la fecha, cuando escribo este artículo, la cantidad de
socios ronda los 50, la deuda con OAPAS fue renegociada y reducida a 30 mil
pesos, mismos que, como el resto de la inversión, la Dra. Valdés Fromow saldó
de su peculio, dejando así a la asociación libre de polvo y paja. Sin duda un
gran logro, en muy corto tiempo, de parte de la mesa directiva, por no decir
que de la sola doctora; no obstante, no todo es miel sobre hojuelas ni todo
está compuesto.
Literal y metafóricamente, Colonos de La Florida A.C. hace
aguas, sumándose a las asociaciones de colonos mexiquenses que, con el desgaste
de los años, el envejecimiento de la población, la incidencia de intereses
creados de toda índole, la creación de los COPACI y las Delegaciones como órganos
y autoridades auxiliares “a modo”, respectivamente, han visto mermada su
influencia y poder.
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El deterioro de las instalaciones de la vieja asociación Colonos de La Florida A.C. es evidente.
Foto: Archivo VETA Creativa |
Las finanzas siguen siendo deficitarias. El deterioro de las
instalaciones es bastante y en estas temporadas de lluvia se ha hecho evidente
la necesidad de que más vecinos se sumen, ya inscribiéndose, ya participando de
manera comprometida. Los techos de asbesto y los falsos plafones están tan
viejos y echados a perder que presentan goteras y goterones aquí y allá, en la
oficina misma de la presidencia. La situación no es tan halagüeña que la misma
Dra. Valdés, entrevistada en mayo por Indicios Metropolitanos declaró que “si
en dos o tres meses esto no despunta, cerramos la asociación”. Días después
añadiría: “probablemente, luego de revisar, modificar y actualizar los
estatutos, convoquemos a elecciones antes de lo previsto”.
Fraccionamiento chico, infierno grande
GOTA A GOTA se van llenando los recipientes, así los que
contienen el agua de lluvia, como los que hacen acopio de paciencia entre los
dimes y diretes en que se han visto enfrascados, por una parte, la octogenaria
Dra. Valdés Fromow y, por otra, los miembros del actual Consejo de
Participación Ciudadana (COPACI) presidido por el Arq. Hugo López Lozano y la
Delegación correspondiente en la persona del Lic. Felipe Peralta Trillo, ambos
miembros de aquella Comisión Técnica de Vecinos y de la asociación Defiende a
La Florida A.C.
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Carmen García Sánchez (miembro de COPACI La Florida),
Felipe Peralta (Delegado), C.P. Juan Ramón Nuño Velasco
(Srio. de Finanzas de Colonos de La Florida A.C.),
Dra. Ma. de Lourdes Valdés Fromow (Pte. Colonos).
Foto: Archivo VETA Creativa |
En sus respectivas alocuciones en la toma de protesta de la
Dra. Valdés Fromow al frente de Colonos de La Florida A.C., tanto unos como la
otra afirmaron un interés mutuo, compartido, por actuar de conjunto,
integrados, siempre teniendo como objetivo el beneficio de la comunidad. Pero,
aun cuando han actuado, me consta, haciendo cada cual lo que le es propio y
posible en principio para ese beneficio común, lo mismo la asociación como los
COPACIs, diferencias de perspectiva y carácter, la tozudez tanto de los
mencionados como de vecinos con gusto por las lucubraciones, al enfrascarse en
atavismos, prejuicios, desconocimiento de ciertos temas y sus razones han
llevado más a un desencuentro que a lo contrario.
Vecinos se han acercado a Indicios Metropolitanos para
comentar su inquietud y molestia por esta situación tirante sin necesidad.
Acusaciones y señalamientos van y vienen en grupos de WhatsApp creados con intención de prevenir la seguridad e
intercambiar información entre vecinos de cuadras o calles aisladas, atizando
el fuego de la maledicencia y el resquemor, algunos poniendo en entredicho la
legalidad y legitimidad de la elección en que fue votada la actual mesa
directiva de Colonos de La Florida A.C., o la de los COPACIs elegidos con más
de 300 votos a favor. Poniendo en duda y de manera injusta, en una palabra, la
representatividad de unos y otros.
En efecto, la asamblea de Colonos de La Florida, por causa
del fallecimiento del Ing. González careció de la documentación correspondiente
y ello orilló a la asamblea extraordinaria en que se realizó la toma de
protesta de la mesa actual; asamblea a la que no acudió notario alguno, pero se
videograbó como válido recurso documental para el mismo fin. El acta notariada
de la asamblea de la toma de protesta la entregó dos meses luego, el 22 de
junio, el Notario 13 de Tlalnepantla, Lic. Nicolás Maluf Maloff y está, según
dicho de la propia Dra. Valdés, a la vista de cualquier vecino de La Florida
interesado en confirmar el dato.
Tuyo, mío, te lo presto…
UNO DE LOS TEMAS que más han polarizado a ambos “bandos” es
la creencia, de un lado, que el terreno donde se encuentran las instalaciones
de la asociación pertenecen a esta por virtud de la donación expresada en el
acta constitutiva y la escritura del fraccionamiento, mientras del otro se ha
expuesto que, legalmente, pertenecen al municipio conforme quedó establecido durante
el periodo de gobierno municipal de Angélica Moya (2003-2006), cuando se hizo
un reordenamiento e inventario de los bienes municipales (AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DE NAUCALPAN DE JUÁREZ, H., 2004), incluidos aquellos
resultantes de las donaciones a que la ley obliga a los fraccionadores para uso
de servicios públicos. Entrevistada por Indicios Metropolitanos, la hoy
diputada federal declaró no recordar detalles sobre esto.
Al respecto y a fin de aclarar dudas, valga anotar lo que la
ley establece.
Siendo gobernador interino del Estado de México Ignacio
Pichardo Pagaza, tras la renuncia de Mario Ramón Beteta, en el sexenio de
Carlos Salinas de Gortari, la LI Legislación estatal votó el Decreto 163 de Ley
de Asentamientos Humanos del Estado de México (LI LEGISLATURA DEL ESTADO DE MÉXICO, 1993). En su exposición de
motivos explicaba:
El Estado de México cuenta con una gran
tradición legislativa, lo que le ha permitido servir de modelo para muchas
otras entidades del país. Desde 1942, año en el que se expide la primera Ley de
Planificación del Estado, discurren 50 años de historia que han dado fe de la
existencia de diversos ordenamientos legales y que han servido para bordar el
tejido del marco jurídico del desarrollo urbano, como la Ley de Comunicaciones
y Obras Públicas de 1951; la Ley de Fraccionamientos de 1958 y su Reglamento de
1959; la Ley de Cooperación para Obras Públicas del año de 1960; la Ley de
Planeación, Planificación y Urbanismo de 1975; la Ley de Desarrollo Urbano de
1977 y el Reglamento de Construcción de Inmuebles en Condominio del año de
1979.
La expedición en diciembre de 1983 de la Ley
de Asentamientos Humanos del Estado de México, significó en su momento un hito
transcendental en el proceso de regulación y planeación urbana del territorio
estatal.
[…]
En el Gobierno del Estado nos dimos a la
tarea desde 1990 de elaborar un diagnóstico integral de la problemática urbana,
analizando sus causas y los efectos que genera, a la vez de plantear las
alternativas y opciones más viables para atenderla.
[…]
Los resultados que se obtuvieron tras
considerar las aportaciones y los estudios realizados al efecto, hicieron ver
la conveniencia de plantear una nueva Ley de Asentamientos Humanos que
discurriera sobre la base de la actual, habida cuenta de que tanto su análisis
como la consulta realizada, se refirieron a toda la Ley en su conjunto.
La Ley de Fraccionamientos de Terrenos del Estado de México
de 1958 ya contemplaba una clasificación de fraccionamientos destinados al uso
habitacional según su nivel medio, residencial y campestre (DUHAU & GIGLIA, 2008, pág. 270), que por supuesto ya
no corresponde a la realidad del primer cuarto del siglo XXI. La ley en
cuestión
[…] distinguía cuatro tipos […]: populares, medios,
residenciales y campestres, diferenciados entre sí por el tamaño mínimo
permitido de los terrenos destinados a viviendas unifamiliares, así como por la
calidad y características de la infraestructura urbana. La Ley de Asentamientos
Humanos del Estado de México de 1982, en la que fue subsumida la reglamentación
de los fraccionamientos a partir de ese año, definió un quinto tipo, el social
progresivo destinado a vivienda popular autoconstruida [ ibid. Nota a
pie].
El fraccionamiento La Florida, de acuerdo con la explicación
dada a los vecinos por la Dra. Valdés en la asamblea de su toma de protesta,
corresponde al segundo tipo.
El Reglamento de la Ley de Fraccionamientos en su reforma de
1976 especificaba en su clasificación una lista distinta: residencial,
habitación popular, industrial, residencial campestre, granjas. Y, para efectos
de La Florida, el artículo tercero especificaba que esta clase de
fraccionamientos residenciales debían contar con “obras mínimas de urbanización
complementarias” (tomas de agua potable, guarniciones, camellones y arbolado en
calles, etc.), sin especificar si estas debían obedecer a una donación. Además,
aun destinándose el grueso de los lotes a casas habitación, debía
[…] contar con zonas destinadas a edificios de
apartamentos y comercios, sin que éstos puedan construirse fuera de las
zonas previamente determinadas para ese objeto en el proyecto, aprobado, ni
dedicarse a dichos fines edificios ubicados fuera de las zonas de referencia [ (GOBIERNO DEL
ESTADO DE MÉXICO, 1976), el énfasis es mío].
Inciso este que abrió la puerta a que, desde mediados de los
años setenta se promovieran cambios de uso de suelo a destajo ocasionando desorden
no nada más en La Florida. Mientras, con fundamento en la Ley de Fraccionamientos
de 1958, la Ley de Asentamientos Humanos de 1993 asentaba [ (LI
LEGISLATURA DEL ESTADO DE MÉXICO, 1993), artículo 75;
énfasis mío]:
El titular de un fraccionamiento tendrá
respecto del mismo las siguientes obligaciones:
I. Ceder a título gratuito al ayuntamiento
las superficies de terrenos determinadas como vías públicas en el proyecto del
fraccionamiento.
II. Ceder al Estado y al municipio
correspondiente las áreas de donación requeridas por cada tipo de fraccionamiento,
mismas que deberán tener una superficie mínima de 500 metros cuadrados, un
ancho no menor de 15 metros y estar frente a una vía pública.
En ningún caso podrán cuantificarse como
áreas de donación:
a) Terrenos con pendientes mayores del 15
por ciento.
b) Terrenos nivelados mediante relleno,
salvo que se hayan compactado con la anuencia de la Secretaría de Desarrollo
Urbano y Obras Públicas, bajo la supervisión de la Dirección General de Obras
Públicas del Estado y de conformidad a los estudios técnicos correspondientes.
c) Terrenos afectados por restricciones
federales o estatales.
d) Camellones u otras áreas verdes en
vialidades.
e) Todos aquellos terrenos que por sus
características y condiciones no puedan ser aprovechados.
III. Dedicar definitivamente al uso para el
que fueron hechas, las instalaciones del fraccionamiento tales como clubes,
construcciones para actividades deportivas, culturales o recreativas, y otras
que se utilicen como promoción para la venta de lotes, debiendo al efecto darse
aviso al Registro Público de la Propiedad que corresponda, para que ordene la
anotación respectiva.
[…]
El inciso (d) de la fracción segunda fue uno de los
argumentos empleados por la Comisión Técnica de Vecinos de La Florida y luego
asociación Defiende a La Florida en el afán de defender el camellón que divide
al fraccionamiento del Periférico, por tener además una función muy específica
como zona limítrofe y barrera visual y acústica que daba a la zona residencial
cierto aislamiento de suburbio, y fue una de las causas de que las obras del
Viaducto Bicentenario fueran detenidas por presión vecinal durante cuatro meses
entre noviembre y marzo de 2010, pues mientras el gobierno estatal (el
municipal de Azucena Olivares se vio omiso siempre) argumentaba la posesión del
mismo, los vecinos contradecían. Finalmente, el gobierno expuso, entre otros
motivos, razones relacionadas con el derecho de vía estatal y con base en eso
se determinó el recorte del camellón en aproximadamente dos metros para la
ampliación y desplazamiento de los carriles del periférico y el Viaducto
Bicentenario a partir del punto de aterrizaje (AGENCIA MANL, 2010).
Y de modo semejante sucedió con Las Torres de Satélite, y
volverá a suceder con las obras faltantes y por venir, así como del lado del
parque Naucalli en relación a las obras del regreso del Viaducto Bicentenario
en dirección Querétaro-Ciudad de México, y podría suceder con varias
asociaciones de colonos, como la de Ciudad Satélite, pero esos son temas de
otros textos.
Esto sobre la base de la Ley de Bienes del Estado de México
y sus Municipios que asienta desde su exposición de motivos (LIII LEGISLATURA DEL ESTADO DE MÉXICO, 1999):
En la iniciativa se precisa que el patrimonio
público se íntegra con bienes de dominio público y de dominio privado,
conceptuándose a los primeros como inalienables, imprescriptibles e
inembargables y excluidos de gravamen o afectación de dominio alguno, acción
reivindicatoria o de posesión definitiva o provisional en tanto tengan ese
carácter, ya que por su naturaleza se encuentran destinados a la satisfacción
de un interés general y los segundos como aquéllos que sin pertenecer a la
primera categoría son utilizados al servicio de los poderes del Estado y de los
municipios para el desarrollo de sus actividades y que tratándose de inmuebles
son también inembargables e imprescriptibles aunque susceptibles de transmisión,
permuta, enajenación, donación o dación en pago.
[…]
Destaca en la iniciativa la previsión de que
no será necesaria la intervención de los notarios cuando se trate de donaciones
hechas entre los gobiernos federal, estatal o municipales o de sus organismos
auxiliares, cuando las aportaciones o afectaciones se hagan por el Estado a
favor de los municipios, o se hagan por los municipios a favor del Gobierno del
Estado para la prestación de servicios públicos, en cuyos casos los documentos
en los que se contengan las operaciones señaladas tendrán el carácter de
escritura y se inscribirán en el Registro Público de la Propiedad.
Y más adelante:
Artículo 31.- Conforme a las
disposiciones de la presente ley, una vez realizada la desincorporación, los
inmuebles de dominio privado del Estado o municipios podrán ser objeto de los
siguientes actos jurídicos:
I. Transmisión de dominio a título oneroso o
gratuito, de conformidad con los criterios que determine la Secretaría de
Finanzas o el ayuntamiento respectivo, en favor de entidades que tengan a su
cargo desarrollar programas de interés social para atender necesidades
colectivas.
II. Permuta, con entidades públicas o con
particulares, por otros que por su ubicación, características y aptitudes satisfagan
necesidades públicas;
III. Enajenación a título oneroso para la
adquisición de otros inmuebles que se requieran para la atención de los
servicios a cargo de los poderes del Estado y municipios, o para el pago de
pasivos;
IV. Donación en favor de la federación, de
los estados o de los municipios, para que utilicen los inmuebles en la prestación
de servicios públicos;
V. Donación o comodato en favor de
asociaciones e instituciones privadas que realicen actividades de interés
social y no persigan fines de lucro;
VI. Enajenación a título oneroso en favor de
personas físicas o morales que requieran disponer de estos inmuebles para la
creación, fomento o conservación de una empresa que beneficie a la
colectividad; y
VII. Dación en pago por concepto de
indemnización, en los términos previstos por la Ley de Expropiación para el
Estado de México.
[…]
Artículo 34.- Si el donatario no
utiliza los bienes para el fin señalado dentro de un plazo de un año contado a
partir de la entrega material del inmueble o si habiéndolo hecho da a éste un
uso distinto o suspenda sus actividades por más de un año sin contar con la
aprobación de la Secretaría de Finanzas o de los ayuntamientos, la donación
será revocada y tanto el bien como sus mejoras revertirán de plano en favor de
la autoridad donante, previa declaración administrativa.
Artículo 35.- Tratándose de asociaciones
o instituciones privadas, también procederá la revocación si se cambia la
naturaleza de su objeto, el carácter no lucrativo de sus objetivos, deja de
cumplir su objeto o si se extingue su personalidad jurídica. En estos casos los
órganos de la administración pública estatal o municipal procederán a tomar
posesión de los inmuebles en cuanto tengan conocimiento de los hechos
anteriores.
Artículo 36.- Los contratos de comodato
que tengan como materia bienes del dominio privado del Estado o de los
municipios, serán por tiempo indefinido y podrán darse por terminados cuando se
haya extinguido el interés público o la necesidad social que dio origen a su
celebración.
Esas razones legales son las que ocasionan ruido a los
colonos de La Florida que sostienen el equívoco de que la donación indicada en
la escritura del fraccionamiento fue hecha originalmente “a los colonos” —entiéndase
“al pueblo”—, cuando lo estipulado en la Ley de Asentamientos (que subsume a la
Ley de Fraccionamientos) es:
Artículo 82.- Las áreas de donación de los
fraccionamientos destinadas a equipamiento, pasarán a ser del dominio público
de los municipios donde se ubiquen desde el momento de su entrega-recepción
definitivas; su localización se fijará a juicio de la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Obras Públicas. Estas áreas sólo podrán utilizarse en el
equipamiento que para cada tipo de fraccionamiento fije la reglamentación de
esta Ley o se precise en el respectivo acuerdo de autorización y sus planos
relativos. Para el aprovechamiento de dichas áreas en usos diferentes, se
requerirá la autorización del Gobierno del Estado, siempre y cuando exista
causa justificada y se obtenga previamente la opinión favorable del
ayuntamiento correspondiente.Para la desincorporación del dominio público
de las áreas de donación, se requerirá la autorización de la Legislatura,
debiendo, el municipio solicitante, justificar las razones para ello.
No procederá en ningún caso la
desincorporación ni el cambio de uso del suelo de las áreas destinadas a
espacios verdes, parques y jardines.
Las áreas de donación de los
fraccionamientos fijados, a favor del Estado, pasarán al dominio de éste, quien
determinará su más adecuado aprovechamiento.
[…]
Artículo 88.- Las relotificaciones
por modificación del trazo de las vías públicas o de las dimensiones de los
lotes de un fraccionamiento, los cambios de uso del suelo y densidad
habitacional o de localización de las áreas de donación se sujetarán a las
normas siguientes:
I. Se podrán llevar a cabo cuando no se
hayan ejecutado las obras de urbanización y equipamiento o cuando habiéndose
realizado no se hayan entregado al respectivo municipio según lo prevé el
artículo 83 de esta Ley.
II. No podrán disminuirse las áreas de
donación, incrementarse la superficie enajenable o vendible o excederse la
densidad habitacional fijada en el respectivo plan de desarrollo urbano […] [ (LI
LEGISLATURA DEL ESTADO DE MÉXICO, 1993); el énfasis es mío].
Estos artículos legales, por otra parte, son lo que justo
inquietan a los vecinos y en particular a la Dra. Valdés, militante de MORENA,
en su calidad de presidente de la asociación Colonos de La Florida, pues en su
desconocimiento y atavismos temen que, bajo algún avieso pretexto, el gobierno
—por lo pronto el municipal del panista Edgar Olvera— pudiere “despojar” a los
colonos de los terrenos que ocupan las instalaciones de la asociación y por lo
que afirma “no lo vamos a permitir”. Semejante temor ¿infundado? nutre, a
querer o no, las sospechas que ya desde tiempos del gobierno de Azucena
Olivares varios manifestaban en el mismo sentido, sobre todo luego de presentar
la exalcaldesa un Plan de Desarrollo Urbano ambicioso, que apostaba por un
mayor crecimiento dizque ordenado sobre la base de “crecer hacia arriba”
construyendo más edificios. Plan que, según la activista Rocío Rosete, es el
mismo que lleva bajo el brazo Edgar Olvera, aun cuando el Exdirector General de
Desarrollo Urbano de éste, Óscar Zárate, ha afirmado lo contrario a Indicios
Metropolitanos incluso desde antes de tomar posesión aquel como alcalde
de Naucalpan.
La cerrazón justificada o no de esta postura de las partes
en conflicto ha llevado a que, en algún momento, el actual Secretario de
Gobierno de Naucalpan, Horacio Jiménez, externara en petit comité y en tono de broma: “si la Dra. Valdés insiste en su
postura, vamos a tener que cobrarle la renta a Colonos”, según trascendido de
fuente confiable.
A la grupa de jamelgos
ADEMÁS DEL TEMA EXPUESTO líneas atrás, otro que ha
ocasionado rispidez entre COPACIS, Colonos de La Florida y gobierno municipal
de Naucalpan, ha sido la oposición de la Dra. Valdés y algunos vecinos —no solo
de La Florida— a la presencia de la policía montada en el fraccionamiento,
argumentando su impertinente utilidad para zonas residenciales y urbanas.
Mientras, del otro lado, el Delegado Felipe Peralta y
miembro
de la organización civil Unión Naucalpan, apoyado por otros vecinos convocó
a líderes vecinales a generar conciencia entre sus poblaciones, para atender
como es su derecho animal a los caballos de la agrupación policiaca y así
promovió la “adopción” de caballos en la finalidad de mejorar las condiciones
de qequinos y jinetes aun a costa del ya de por sí vapuleado erario municipal.
No obstante el “noble” propósito y que el fin, se piensa,
justifica los medios, y dado el incremento de la inseguridad en el municipio de
Naucalpan y el Estado de México en general —puesta la percepción ciudadana en
contradicción y a despecho de los datos oficiales—, algunos pensaron que
“revivir” a la policía montada podía ser una buena opción. ¿Lo fue? Por lo
pronto fue razón más que suficiente para que el alcalde Olvera, un poco forzado
por la circunstancia, deslizara un sutil exordio a la prudencia política en una
conferencia de prensa montada para entregar forraje y aperos a la corporación.
Estamos trabajando con los dueños de las empresas que
habrán de dar la manutención permanente para que esto se pueda llevar de
manera institucional y no solo por buenas intenciones o para que el apoyo dure
tan solo una vez o quizás algunas semanas. Lo estamos haciendo de manera
formal, para que se pueda desarrollar y tener a los caballos bien alimentados
[…] y habremos también de darles uniformes especiales, que sean los adecuados
para que puedan realizar […] bien su trabajo [cf. (OLVERA Higueras, 2016), (JIMÉNEZ Jacinto, "Apoyan a caballos de policía montada", 2016), (JIMÉNEZ Jacinto, "Vecinos adoptan flaca caballada de policía",
2016),
(JIMÉNEZ Jacinto, "Naucalpan: en desnutrición 14 caballos de la
policía montada, 2016); énfasis mío].
El escandalito ocasionado días luego por una circular de la
asociación Colonos de La Florida firmada por su presidente, la Dra. Valdés
Fromow, publicado en el
periódico
Ecos
y difundida mediante redes sociales, en especial grupos de
WhatsApp, suscitó reacciones tanto positivas como negativas en
todos los niveles, incluido el estatal,
como
rescaté
en estos Indicios Metropolitanos (cf.
(COLONOS DE LA FLORIDA A.C., 2016),
(VEGA Torres, 2016),
(ÁLVAREZ Alcázar, 2016)], unas más
virulentas que otras.
Si bien el tema de la policía montada mexiquense y su
situación actual lo abordaré en otro texto, su papel en lo que vengo
describiendo aquí ha sido importante toda vez que ha servido de trampolín a
unos y a otros, ya para caer en alberca de cemento o entre paja, pero también
un motivo de tantos para que el gobierno municipal llamara a extrañamiento más
de una vez a los COPACIs (especialmente al Delegado Felipe Peralta) y a la Dra.
Valdés, sin que ella en lo particular dé señas de ceder en su apreciación de
las cosas, lo que a algunos vecinos les ha reforzado en su percepción de que
ella es una persona autoritaria. “Sí, soy autoritaria; pero con criterio de
servicio”, afirmó a Indicios Metropolitanos la Dra. Valdés.
En el más reciente comunicado de Colonos de La Florida, una
circular con pretensiones de “boletín de prensa”, difundida al igual que los
anteriores tres como “carta abierta” a través de los medios al alcance de la
asociación (en especial WhatsApp), con
tono más mesurado que en los primeros, al margen de los señalamientos y las consideraciones
de índole política y personal con que adereza el texto y la solicitud de
audiencia al alcalde Olvera, la mesa directiva de la asociación, por voz de la
Dra. Valdés, expuso su terminante oposición generalizando:
La Florida insiste categóricamente en el
rechazo a los caballejos de la “montada” y ahora, también, Hacienda de
Echegaray y Bosques de Echegaray coinciden, pues que también a ellos les amagan
con esa aberración; habría que investigar qué se esconde tras esos intentos y
quién se beneficiaría de ello, pues no creo que el señor Lic. Olvera
ignore las ventajas de la tecnología del siglo XXI como son las cámaras de
video, los rondines en moto y/o en patrulla, y la cyber-protección mediante la
comunicación de vecinos con el C4 respuesta inmediata, que quedó instalado
desde el trienio anterior y además ¡¡NO CONTAMINAN EL AMBIENTE!! [ (COLONOS DE LA
FLORIDA A.C., 2016); énfasis mío].
En efecto, días antes Colonos de La Florida se acercó a las
asociaciones de colonos vecinas: Hacienda de Echegaray, Bosques de Echegaray, Echegaray
Colón, Jardines de La Florida en busca de estrechar lazos y establecer temas en
común. La Dra. Valdés externó a pregunta expresa de Indicios Metropolitanos su
nulo interés por, mientras, acercarse a la Asociación de Colonos de Ciudad Satélite
y la de Colonos de Bulevares, dada la problemática interna que las aqueja, en
especial a la primera.
El 23 de junio, el Subdirector de Academia y
Jefe de la Agrupación Montada de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal, Mauricio Rojas, se presentó por invitación del vecino Eduardo
Murguía, asiduo colaborador de la asociación, en las instalaciones de Colonos
de La Florida para, en calidad de simple ciudadano, exponer el concepto
Cadena de Vecinos
creado por él y cuyo fin es generar conciencia sobre la importancia del
desarrollo de estrategias vecinales tendientes a la prevención del delito. No
bien terminó su conferencia, la Dra. Fromow comenzó a recabar firmas en contra
de la policía montada.
Fuentes gubernamentales acentuaron a Indicios Metropolitanos su
preocupación por la manera como la Dra. Valdés ha incidido con sus modos y
dichos en polarizar la comunidad y revelaron que, contra lo aseverado por ella,
la asociación de Hacienda de Echegaray y los COPACIs de Bosques de Echegaray se
han deslindado del discurso opositor a la policía montada.
A decir de vecinos de La Florida consultados por Indicios
Metropolitanos el desgaste de un conflicto así resulta no solo
innecesario e inútil sino ocioso, “cuando tenemos temas mucho más importantes
que atender en la colonia, como determinar el grado de calidad del agua potable
que recibimos y la implementación de filtros, el cambio de tomas de agua y
tuberías, pues hace como veinte años o más que no se atienden y ello ha
derivado en fugas frecuentes, suciedad de cisternas y tinacos, muchos de ellos
todavía de asbesto”, comentó un vecino.
Semanas atrás y por intermediación de los COPACIs, personal
de OAPAS acudió a La Florida justo para realizar tomas de muestras para tratar
este asunto, han comenzado a cambiarse las luminarias poniendo nuevas de led,
se han efectuado podas en camellones para clarear los espacios públicos y
permitir una mejor iluminación como parte de las estrategias preventivas contra
la inseguridad, el gobierno destinó al fraccionamiento varias de las nuevas
unidades de patrullaje alquiladas y, de acuerdo con los reportes de la
comandancia, los incidentes delictivos se redujeron notablemente desde el mes
de junio.
Así como la asociación Colonos de La Florida A.C., a dos
meses de su reactivación informó a sus asociados el estado de la misma, sería
importante que los COPACIs, aun cuando la ley estipula que su obligación de
informar es más bien hacia la autoridad municipal, hicieran lo propio para calma
de la comunidad ávida de conocer los logros, avances y acciones en su
beneficio.
Ambas son piezas fundamentales para bienestar de la población
del fraccionamiento y poco se gana y mucho se pierde con discordia basada en
formas de entender el mundo.
P.D.:
Al día siguiente de escribir estas líneas, el Consejo y la Delegación de Participación Ciudadana de La Florida envió a Indicios Metropolitanos el siguiente comunicado para responder y aclarar las afirmaciones comentadas aquí de la Dra. Valdés:
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