Al centro de la opinión, Jacobo póstumo

"La libertad es poder decir no, punto".
Jacobo Zabludovsky
(tomado de una entrevista que le hicieran
Katia DÁrtigues y Sabina Berman)
TRAS LA MUERTE DE JACOBO ZABLUDOVSKY ocurrida el 2 de julio de 2015, una tarea titánica se cierne sobre sus herederos. Pero no me refiero tanto o únicamente a sus descendientes, además y en general a quienes hubimos recibido directa o indirectamente el legado de su obra, sus conocimientos y sabiduría.

De manera primordial, sobre los hombros de Abraham, su hijo y también periodista, seguro recaerá la enorme responsabilidad de dar curso, salida y orientación al magnífico acervo bibliográfico y hemerográfico con que contaba el periodista mexicano-judío o judío-mexicano, como se prefiera.

Una colección de conocimientos

Imagino, supongo la riqueza informativa y formativa contenida en los alrededor de 20 mil volúmenes de que constaba su biblioteca. De igual manera, el trabajo de revisión llevará seguramente a descubrir o redescubrir en sus archivos información relevante con la que hizo acopio y síntesis de los acontecimientos decisivos en la historia del mundo y no se diga México.

Estando yo en la labor de organizar mi personal acervo y archivo de apenas y quizá un 98 por ciento más modesta que el de Jacobo, solo puedo pensar comparativamente el compromiso y la dificultad que requerirá compendiar las colaboraciones principales escritas, en audio y video del eximio periodista a lo largo de 70 años de ejercicio de la profesión. Sus artículos en los semanarios Redondel, Siempre, Noche (si por ahí, en algún acervo ajeno se hallare algunos ejemplares); en los diarios El Nacional, Ovaciones y sus más recientes colaboraciones publicadas en su columna “Bucareli” dentro de las páginas del diario El Universal, y un largo etcétera conformado por entrevistas, reportajes, crónicas mediante los cuales retrató y registró los hecho y a las personalidades del mundo y de la Historia contemporánea desde la mitad del siglo XX.

Sospecho que su colección o por lo menos parte de ella terminará donada a su alma máter, la Universidad Autónoma de México. Tal vez una porción de su archivo derive al Archivo General de la Nación, que los materiales videograbados y radiofónicos del archivo de Televisa los donará esta a alguno de los anteriores o a otro fondo. Sería lo más lógico, natural y conveniente, tanto para empezar ya la labor de recopilación de sus materiales más significativos, tarea por cierto nada sencilla al momento de definir los criterios de selección y difusión.

Junto con lo anterior bien valdría la pena conformar dentro de las colecciones del Fondo de Cultura Económica, la UNAM y quizá con intervención de los diarios y revistas donde escribió una edición especial que aglomere su obra escrita, republicar sus pocos libros y sobre todo dar salida a sus memorias, las que, como él mismo destacó en una entrevista para Televisión Azteca, con cierta modestia rayando en el auto desdén, no le preocupaban: “El borrador está terminado, pero necesito ponerme a revisar algunos capítulos que están desaliñados”, dijo palabras más o menos —escribo de memoria.

Para quien, junto con Abraham abrace la oportunidad de la empresa será ciertamente una determinante experiencia y responsabilidad. Y es que Jacobo, conocido de modo más amplio por su labor periodística en los medios electrónicos, sobre todo Televisión, era un magnífico escritor, un cuidadoso y puntual narrador dedicado a la observación profunda de lo que esconden los hechos y los personajes de la noticia. Su estilo preciso y metódico, en contraste con su modo gestual acartonado no obstante transparente, siempre reveló al hombre simpático, ocurrente, preparado, amante de la buena vida, dispuesto al asombro, mesurado, con una disciplina a carta cabal. Semejante poder de observación fue lo que llevó al periodista a ser casi siempre el primero, a veces obteniendo la exclusividad de una nota o entrevista; a veces sin tener la exclusiva pero abriendo derroteros distintos y variados para el enfoque de un acontecimiento, para arrancar la declaración sui generis del entrevistado y “sacarle la sopa” sin mediar sospecha. Pero también, a veces, sacrificando la nota para no traicionar la confianza de un amigo, aun a sabiendas que el sacrificio redundaría en un descrédito frente a la opinión pública.

Estar cerca es la diferencia

Decía Jacobo, recordando una declaración que hiciera para cierto entrevistador su admirado Robert Capa, el fotógrafo que capturara la imagen del miliciano español en el instante de ser alcanzado por una bala en la cabeza durante la guerra civil española: “El buen periodista es el que está cerca”. Jacobo procuró y tuvo “suerte” —esa que empieza a repartirse a las cinco de la mañana— de estar cerca de los contactos justos que a la vez le permitían estar pertinentemente próximo a personalidades, lugares y momentos que él, con su afinado olfato comprendía serían decisivos respecto de algún giro de la historia.

Los ojos gachos de Jacobo lucían una mirada franca, inquisitiva, penetrante, alegremente melancólica que combinaba con el negro de su corbata, color que eligió —contó a la actriz Verónica Castro— por práctico, cómodo, versátil y por implicar un constante recordatorio de lo efímeros que somos los seres humanos. Como un homenaje perenne a los amigos idos antes que él y a los hombres en general víctimas de sus propias, personales y colectivas pasiones. Elegido por todo eso y no nada más como un vulgar y conveniente recurso crítico como supuso en su momento el presidente Gustavo Díaz Ordaz tras la matanza del 2 de octubre de 1968. Elegido con anterioridad incluso a la vergüenza social y por razones tan elementales como íntimas.

Luto constante que suponía empero la elegancia de afrontar la vida con el dolor y la alegría y el desenfado que la componen. Síntesis simbólica de las injusticias cometidas por los hombres y sus regímenes, la corbata negra en Jacobo era más que un distintivo o un sello personal; era una postura existencial, callada pero presente siempre y, para algunos, ominosa; y tanto que concentraba, absorbía la polémica de los reclamos, tergiversaciones y supuestos acerca de la ideología de un hombre hecho, para bien o mal, en consonancia y a la medida de las circunstancias de su tiempo.

“Hoy todos son licenciados”

Jacobo era un informador más que un comunicador. Editorializaba poco, muy poco, pero cuando se atrevía a hacerlo, cuando tenía la necesidad de hacerlo tenía el lápiz suficientemente afilado como para hacer valer aquello de que la pluma es más poderosa que la espada. Su sutil habilidad para la selección de las palabras podía corroer imperceptiblemente las tendencias y pretensiones más aviesas, y ello lo llevó a ser, por décadas, el periodista más influyente mejor que destacado, el centro de la opinión: “lo dijo Jacobo”, “se lo dijo a Jacobo”, y esto tanto entre los círculos del poder establecido, ya económicos o políticos o sociales, como en la mar de la opinión pública la misma que ayudó a construir tanto en su favor como en su contra.

Se han hecho pocos trabajos académicos alrededor de esto último —pienso por ejemplo en la tesis doctoral La cobertura del caso Colosio a través de “24 horas”: su impacto en la opinión pública. Estudio de caso por María Paola Flores Roa de la Universidad Iberoamericana— y, de los existentes la mayoría presentan una velada inclinación más que crítica recalcitrante, prejuiciada, que muestra cómo ha permeado en las noveles generaciones una especie de odio gratuito y heredado hacia una persona y un medio de comunicación —cuya hegemonía y preminencia no discuto— a quienes se identificó como la voz y la cara de un régimen, el priyista, y una oligarquía como la encabezada por Emilio Azcárraga Milmo y Carlos Slim.

Como en una novela de Salgari, a los críticos de Jacobo les ha resultado más redituable y prolífico golpear al mensajero en la creencia de que así se asesta el repudio a un sistema político, un gobierno y unas instituciones mediáticas tras las que se sospecha la intervención continua y perversa de una camarilla de abusivos.

Pero no se lea el anterior parágrafo como una apología del periodista —en lo particular y en lo general—, porque a fin de cuentas es la obra misma, el ejercicio de la profesión en el límite de las posibilidades —es decir la potencialidad— a que obliga la circunstancia lo que debe o debería guiar la comprensión de lo que define a un hombre cualquiera con todas sus debilidades y fortalezas.

Lucidez en el coso

La afición —hoy moral y políticamente “incorrecta”, para algunos— de Jacobo a la tauromaquia encerraba asimismo su filosofía de vida como una breve descripción hecha a su hijo Abraham en una entrevista televisada. Para Jacobo, ese momento cuando el hombre confronta a la bestia y en la lucha es el momento de la verdad y, pese al miedo y el horror, transforma el hecho de la posibilidad de la muerte en un instante plástico de belleza que lleva al actor y a quien contempla a admirar con espontánea y profunda conciencia de lo efímero que es el existir y, por ende, aquilatar el grado de gozo que implica saberse vivo.

Por supuesto que mi interpretación quizá la enmendarían Jacobo y su Peña Taurina de amigos ―los que queden― porque al cabo no son tanto sus opiniones exactas como además el aderezo de mi persona parecer en tanto villamelón y a toro pasado.

En fin, es mucho lo que resta por escribirse desde y alrededor de Jacobo. Este es apenas un primer esbozo de m parte y con el cual declaro mi afán por poner en su justo sitio a quien debo admiración y respeto, así como íntimamente he venido haciendo empero mi reprobable lentitud con mis padres, la historia de mi familia y otros proyectos literarios encajonados.

A través de unos ojos gachos

Crecí mirando el mundo y México a través de los ojos y las palabras de Jacobo, si bien no de manera exclusiva. Dudo no obstante que mi apreciación de los hechos, las cosas y personajes esté tan distorsionado como muchos podrían suponer luego de esta confesión. ¿Dónde dejaría a mi personal criterio y mi formación?

Jacobo no fue perfecto. ¿Quién lo es? Pero desde el momento que fue, es y seguirá siendo un referente del periodismo mexicano y mundial, en especial el televisivo bien me atrevo a afirmar lo necesario de la revisión de su obra, por lo demás bastante congruente como se entresaca de sus variadas entrevistas dadas a jóvenes y viejos colegas. Estoy cierto que no solo consta esa obra de frases y consejos aislados para la formación intelectual y profesional de los jóvenes periodistas, como lo fueron para muchos ―yo incluido― en vida suya y hasta de manera vicaria mediante su quehacer cotidiano y profesional.

Tras la figura hay el ejemplo de cómo la práctica construye paso a paso la teoría que a su vez, mediante el análisis metódico sienta las bases y el rumbo de los novedosos y variados derroteros de la práctica posterior. Y esto lo notamos en las consideraciones de Jacobo vertida en tres entrevistas con Sabina Berman y Katia de Artigues acerca de la evolución del periodismo de la mano de las tecnologías de la comunicación, así como sus puntos de vista sobre la relación existente y cambiante entre medios, periodistas, poder político y democracia en declaraciones como las comentadas además de con las anteriores con Carmen Aristegui. Menciono, sí, los ejemplos que me parecen más notables de las veces que fue cuestionado al respecto, sin desmedro de otras.

El periodismo evoluciona junto con la sociedad y sus productos culturales. Comprender el periodismo y el ejercicio del mismo por sus actores lleva a comprender el trasfondo cultural que lo sustenta. Junto con personajes como José Pagés Llergo, Guillermo Vela, Pedro Ferriz Santa Cruz, Manuel Buendía, Julio Scherer García, Miguel Ángel Granados Chapa, Francisco Huerta (inventor del periodismo ciudadano o civil y a quien tuve ocasión de conocer en XEW), Carlos de Negri, Alonso Sordo Noriega, José Gutiérrez Vivó, Carlos Monsiváis, Nino Canún o, modestia y cariño aparte mi padre (creador de una de las primeras ―aunque efímera― agencias de noticias de espectáculos mexicanas: ANTFER, en asociación con Fernando Bastón y Mario Antonio Somohano, primo de la actriz Irma Dorantes, entre muchos más, Jacobo Zabludovsky completa la pléyade de periodistas de la segunda mitad del siglo XX que hicieron escuela en función estricta de los requerimientos de su época, como en su momento lo hicieron José Joaquín Fernández de Lizardi, Ignacio Ramírez “Nigromante”, Belisario Domínguez, José Guadalupe Posadas, Aquiles Serdán, por mencionar unos pocos de antes y ahora.

Llevado al examen y la autocrítica del propio ejercicio periodístico, a entrevistas y cuestionamientos punzantes de colegas, Jacobo siempre respondió con su característico estilo escueto y lacónico pero ocurrente, lo que no significaba ―como algunos detractores hicieron y aún hacen creer― que en sus contestaciones hubiera un desentendimiento respecto de lo puesto en tela de juicio como, por ejemplo, su postura frente a los hechos de 1968 o 1971, entre muchos otros que han lastimado al pueblo mexicano en sus cimientos democráticos.

Postura, hay que decir en descargo, que deja veladamente clara ―siguiendo su norma de no “editorializar” en el producto informativo― en el programa especial sobre los acontecimientos de octubre de 1968 de la serie “Testigos” (incluida en mi colección sobre Zaludovsky en YouTube)que hiciera para Televisa ya bajo la presidencia de Emilio Azcárraga Jean, tercero en la dinastía Azcárraga. Ahí, como en otros productos, la elección de la palabra y la frase o gesto oportunos capaces de deslizarse como si nada en el conjunto de la información demanda del televidente agudeza intelectual.

El estilo y la sensibilidad de Jacobo, hay que entenderlo, obedecían a una estructura de personalidad específica, pero también a una formación concreta sobre el modo de ejercer el periodismo. Pero también a un modo de aproximarse a los hechos por parte de una audiencia “cautiva” ya mediante la radio, ya mediante la televisión, ya mediante el diario o las revistas. Frases cortas, ritmo constante, palabras contundentes en su capacidad descriptiva, atención al hecho específico sin florituras o consideraciones que lo extraigan de su contexto. Construcciones cercanas ―pongámonos académicos― al valor semiótico de la imagen cuyo poder de síntesis la hace, contrario a lo que se piensa, más compleja que simple en su interpretación. Un estilo, sin embargo próximo y contrastante con las “imposiciones” de la tecnología actual que orilla a apretujar las ideas en 140 caracteres.

El periodismo de Jacobo, como el de sus coetáneos y quienes les hemos seguido de un modo y otro, fue uno sujeto no nada más por las ataduras de los tiempos, las corrientes ideológicas, sino también por los avances y retos tecnológicos, por las limitaciones formales de formatos, alcances y coberturas, sino también de los públicos y teleaudiencias.

Como en una casa de espejos, los acontecimientos relatados, sobre todo en el advenimiento de la televisión quedaban ―y todavía― circunscritos a un multinivel contextual en donde el contexto básico y elemental era y es el terreno, el campo mismo donde ocurren los sucesos, pero que se traslapa y yuxtapone con los contextos observados por los testigos directos e indirectos mediante la fotografía y la narración en las hojas de un periodismo o revista o encarnados en la reducida y parcial visión de la cámara y la pantalla en que se reproducen. Los hombres pues, como apuntó Giovanni Sartori en su Hommo Videns, juzgamos ya no nada más por virtud del dato específico, sino más bien llevados por la interpretación correcta o no, verdadera o falsa que nos hacemos de lo que vemos, y en este accionar, como consumidores de imagen e información, nos es más fácil y llevadero señalar como culpables manipuladores de nuestros personales conceptos a quienes nos los presentan con o sin ánimo crítico.

Jacobo Zabludovsky ―así lo entiendo y entendí― nunca fue un crítico de los sucesos, al menos en un "nunca" que se circunscribe a sus primeros cincuenta años de ejercicio, pues tras la salida de Televisa y en el ánimo de los nuevos tiempos tras la transición democrática y la alternancia en el poder con el gobierno de Vicente Fox Quezada, los restantes veinte años aplicó más abiertamente la crítica. No pretendió en esa primera época, a no ser de forma esporádica y necesaria cuando la ocasión lo imponía, hacer crítica. Él era primordialmente un cronista a través de cuyos relatos uno, en tanto espectador activo o pasivo, podía o no y si quería sacar las propias conclusiones críticas sobre determinado acontecimiento o declaración.

Crítica para la libertad; libertad para criticar

Toda proporción guardada, así como en los tiempos de la prohibición en Estados Unidos la censura obligaba a los creadores a encontrar formas novedosas dentro de lo permitido para mover al gusto, la conciencia y el juicio de los espectadores, en los tiempos de Jacobo los periodistas ―salvo alguna rara excepción― y empezando con él, dada su influencia mediática, estaban sujetos al escrutinio del sistema, acotados para decir, señalar. “El periodismo debe ser y es siempre una forma de denuncia”, explicaba Jacobo. Pero ¿cómo denunciar cuando la vigilancia y la censura provienen de todos los actores con alguna clase de interés? Publicistas, comerciantes, industriales, políticos, líderes obreros tenían ―y todavía― la tentación de presionar al informador para no decir aquello que de una manera u otra pudiera afectarles. Eso llevaba a los informadores, a los comunicadores, a los productores, a los dueños de los medios a ceñirse a reglas no escritas y desarrollar una recalcitrante y aguda autocensura. Los filtros de las salas de redacción no siempre obedecían a criterios editoriales y periodísticos como más bien económicos, políticos o morales, enfatizando de pasadita el ya de por sí odioso reconcomio que ha colocado al periodista, desde tiempos de la Ilustración, como ese “mal necesario” del que hablaba Denis Diderot ―si no me falla la memoria.

José Gutiérrez Vivó
Esto lo empezamos ―perdón por el rabanazo y la falta de modestia― a romper algunos “atravesados” a comienzos de la década de l990, en la idea de la necesidad de dar un vuelco a los tiempos de la comunicación en México. Y esto sucedió en las ondas de la radio. El primero y más notable sin duda, José Gutiérrez Vivó que, con su estilo contestatario, abrió la puerta a la crítica del público y permitió el desahogo del descontento popular que, por otra parte, podía derivar en la confluencia de opiniones encontradas en el debate de lo fundamental para la sociedad como ocurría en las mesas redondas del mismo que comento o de Nino Canún, quien en su Y usted qué opina fundió en cierto modo el periodismo de opinión con el periodismo civil inventado por Francisco Huerta, para el que el ciudadano es el reportero de la vanguardia informativa, el scout que adelanta los pasos de los reporteros apostados en la trinchera del método, y por lo tanto el basamento del análisis más que de la síntesis comunicativa.

Una digresión oportuna: corría el año 1992, producía yo entonces como productor emergente un programa para radio en la emisora ACIR Sat de mis queridos amigos de la infancia, la familia Ibarra. Era el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. La firma del Tratado de Libre Comercio y otros acontecimientos insuflaron los ánimos y empezamos a ver manifestaciones diversas, unas más virulentas que otras como hacía ya tiempo no veíamos los mexicanos.

Cierto día, atrapado en el tránsito de la Ciudad de México en una zona cercana a la residencia presidencial de Los Pinos que normalmente no era conflictiva, pregunté a un policía de tránsito qué motivaba semejante embotellamiento y él me respondió palabras más o menos: “Manifestantes arrojaron una bomba Molotov a una motocicleta de tránsito en la cercanía de Los Pinos ocasionando un incendio”. De ser cierto el hecho era grave en sus implicaciones.

Llegué a la estación. Transmitíamos por frecuencia modulada (FM). Por la misma causa del tránsito, la conductora de mi programa Sin Máscaras, la periodista Elizabeth Vargas ―que a la sazón tenía un desempeño y popularidad regulares laborando para la naciente TVAzteca― no llegó. Me vi en la necesidad de entrar al quite ―como diría Jacobo―. Tenía dos opciones: hacer lo que el “sentido común” demandaba al estilo de los tiempos de Jacobo, es decir que a falta de conductora cancelar la emisión sustituyéndola por un bloque de música ―la ley de entonces en eso era clara, no podían dejarse espacios en blanco que excedieran los treinta segundos―. La segunda opción era atrevida, dado que los invitados tampoco habían llegado y teniendo entre las manos una información como la provista por el policía, ¡una figura oficial de autoridad!, podía sentarme al micrófono ―al fin que contaba con mi licencia de locutor― y dar curso al contenido postergando el tema del día en espera de la conductora. Opté por esto. Instruí al operador de cabina y a la redacción de noticias que me comunicaran con el corresponsal en turno en Los Pinos. Al aire expuse el hecho tal cual me fue descrito por el policía solicitando al reportero la aclaración detallada del mismo. En mi mente estaba una cuestión: si a mí el policía me dijo que alguien arrojó una bomba Molotov y esa misma información se la decía a cualquier otro ciudadano sin ser confirmada, el ánimo de la opinión pública se vería distorsionado por la chismografía y la rumorología. Comprendía mi papel: aclarar el dato para orientar y formar la opinón del radioescucha y frenar cualquier rumor. Decir las palabras “bomba Molotov” al aire, en vivo, podía resultar una afrenta al gobierno en turno y a los intereses creados de la estación y los anunciantes. ¿Quién era yo para atreverme a romper la censura no escrita en tiempos cuando apenas empezaba a barruntarse la idea de la necesidad de crear claras y abiertas deontologías en los medios de comunicación? ¡Y me atreví!

Pablo Latapí
Más tardé en mencionar esas “palabras prohibidas” por la costumbre o la falta de costumbre, que en llegar el Director de la Estación, Pablo Latapí, y pararse frente a la cabina manoteando, indicándome cortar y mandar a música. Sostuve media hora la entrevista con el reportero dando un parte pormenorizado de los hechos, aclarando que lo dicho por el policía no había sido tal sino que, al calor de la manifestación ocurrió un accidente, una motocicleta volcó y el combustible derramado se incendió ―sin quedar claro cómo―. Corté la transmisión y dejé un bloque de media hora de música. Detrás llegó el colega José Cárdenas y retomó el tema de forma específica a todo lo largo de su programa. Sentamos así un precedente que, como muchos, se lo llevaron las ondas y el viento, pero que pudo antes incidir en la apertura crítica y libre del ejercicio de la profesión. Semanas después, mis buenos amigos de la infancia que son los dueños de Grupo ACIR dieron por terminada la relación laboral en circunstancias, por decir lo menos, discutibles.

Digresión aparte, hay periodistas enfocados en el análisis, otros más inclinados a la síntesis. Los primeros hacen un periodismo de opinión, tan objetivo como puede serse al momento de juzgar los hechos y los dichos desde la personal subjetividad. Los segundos se abocan a los datos sin más. Los hay críticos y también los que optan por ser acríticos sin que ello suponga una actitud anómala de lo que implica el ejercicio periodístico. Pero si Jacobo Zabludovsky no fue crítico supo rodearse de críticos, muchos de ellos molestos para el régimen imperante y que encontraron mediante Jacobo el canal por el que señalar abierta o veladamente lo putrefacto, lo crudo y lo cocido en variados campos de nuestra sociedad, cultura y conocimiento. Pienso en plumas tan detacadas e importantes como Arturo Blanco Moheno, AgustínYañez, Carlos Loret de Mola (padre), Octavio Paz, Carlos Monsiváis, Salvador Novo, Tomás Mojarro (más asociado al Canal Once del Instituto Politécnico Nacional), Carlos Fuentes, Juan José Arreola, Elena Poniatowska, Luis Spota, Ricardo Garibay, Héctor Aguilar Camín, cartonistas y humoristas como VIC o Ignacio López “Tacho”, cuyas aportaciones parecen olvidarlas o menospreciarlas los críticos  y detractores tanto de Jacobo como de la empresa para la que laboró tanto. Esta mezcla daba como resultado que el público, aún a regañadientes, terminara afirmando: “Lo dijo Jacobo”, “Lo vi con Jacobo”.

Aunque concuerdo en lo básico, me parece un desatino si no un exceso que haya quien afirme, como hizo la colega Carmen Aristegui en el episodio del 2 de julio cuando rememoró las dos ocasiones que lo entrevistó para CNN México:
Es importante, ahora que falleció Jacobo Zabludovsky, no perder el ángulo crítico de lo que significó su presencia en México a través de la televisión mexicana. […] Es imposible entender al régimen político mexicano sin la figura de Zabludovsky y el control editorial que a lo largo de décadas México ha padecido y padeció particularmente en esos 70 años de régimen priyista.
Aristegui lee al revés los datos ―cosa que le pasa muy seguido― y en un ejercicio sinecdótico acaba por supeditar el régimen político a la figura de Jacobo siendo que en realidad ocurría viceversa y para todos los periodistas y los medios concesionarios sujetos al control mediático y la censura gubernamental, como bien reconocieron él ―en entrevista con Sabina Berman― y otros.

Parafraseando a Molotov ―el grupo de rock mexicano― y para rematar este ensayo, el primero ―como ya dije― de una necesaria revisión y revaloración póstumas del personaje y su obra sin “perder el ángulo crítico” baste apuntar que del dicho al hecho hay mucho Jacobo, tanto para el listo como para el bobo.

Quizá el Zabludovsky que ha quedado atrapado en el olvido y el vilipendio es aquel joven que entre 1950 y 1960 escribió un libro sobre lo mismo que ahora se le acusa, que entonces bajo el título La libertad en radio y televisión (1967) ya acusaba los excesos de los poderes fácticos y de gobierno frente a las debilidades del “cuarto poder” de entonces; ya acusaba, preveía los alcances que, en la democracia, podría encontrar ―como ha hecho― el periodismo comprometido más que con la sociedad con la verdad.  Pero ya se sabe que la verdad no peca, pero incomoda y es a veces fruto amargo.

Jacobo, citando a su mentor Pagés, gustaba recordar: “si no tuviera tantos amigos, tendría más libertad para escribir”. Y es que en cierta manera la amistad, desde la perspectiva y filosofía de vida de Zabludovsky, es una forma de atadura, una grata, deseable, necesaria para el equilibrio mental y emocional de todo hombre. A diferencia de otros periodistas, Jacobo prefería perder una exclusiva que perder una amistad. Y esto lo decía porque en su quehacer de pronto topaba con verdades lastimosas relacionadas con amistades y se veía en la disyuntiva de publicar la nota o no so pena de restarse afectos. ¿Cuánto calló por egoísmo, arriesgando el descrédito pero no la felicidad? ¿De qué sirve a la sociedad un periodista solitario? Y sin embargo los hay que prefieren o no tienen más remedio que el aislamiento antes que ceder la verdad al engaño, la omisión, la negligencia, la desidia o la indiferencia.¿Ser amigo del que delinque, del que engaña, del que abusa y veja? ¿Eso engrandece? Voltaire pensaba que “la más feliz de todas las vidas es una soledad atareada”. ¿Qué mejor tarea que la de desvelar la verdad para contarla? Responder a estas preguntas puede ser tan difícil como explicar por qué la sociedad prefiere los corridos protagonizados por maleantes y rebeldes, sobre los elogios a santos, mártires y héroes anónimos.

En una entrevista con Sabina Berman y Katia de Artigues para TVAzteca, la primera le preguntó a Jacobo, pocos años antes de su deceso si tenía muchos amigos. Una pregunta algo irónica considerando la avanzada edad del periodista que ya para entonces había enterrado a numerosas amistades muy queridas y también, como él, significativas en la historia de México y el mundo. Jacobo respondió tener aún tres amigos. Sabina, dramaturga punzante, cuestionando al hombre sobre la redacción de sus memorias le preguntó si una de las razones por las que venía postergando estas obedecía al temor de que su publicación pudiera ofender a esas amistades y dejarlo desde este punto de vista solo, y Jacobo asintió: “Tal vez”. El poder de la verdad es terrible y no cualquiera lo digiere. “Con la edad y la experiencia”, afirmó un Jacobo sobreviviente a tres tipos de cáncer, “uno aprende a tener miedo a cosas a las que no les temía”.

La libertad del periodista entonces pasa por un conjunto variado de tamices, unos ajenos, sociales e institucionales; otros más íntimos y personales. En el corazón de la cebolla que es el periodismo hay mucho más que las razones del tufo de la sociedad y las personas que la conforman, hay también la esencia, el jugo de las lágrimas contenidas y que sazonan el existir.



Escrito entre el 2 y el 14 de agosto de 2015, Naucalpan de Juárez, Méx.

Como diría aquel

Foto: Teotihuacán en Línea
ERA DE LA OPINIÓN… de que acceder a niveles superiores educativos era la panacea para el desarrollo. Pero la vida, como diría mi padre, se encarga de poner todo en su justo lugar, más pronto o más tarde.

Leo en el diario Hoy Estado de México una nota de hace unos días escrita por la colega periodista Veneranda Mendoza y en la que hace una relación de los diputados locales con licenciatura que ocuparán curules en el congreso estatal, esta vez tras las elecciones realizadas el 7 de junio. Como diría Jacobo Zabludovsky y si ahora sacáramos de su dicho una “almohadilla de tendencia” o hashtag: ahora resulta que #TodosSomosLicenciados.

Ya podremos respirar entonces en paz los mexiquenses. Y como las elecciones también fueron para votar diputados federales, ¡ya podemos estar tranquilos los mexicanos todos! Ahora que las filas de legisladores sumarán una mayoría de diputados con grado académico de licenciatura (o por lo menos contarán con licencia de conductor, supongo), ¡el país tendrá asegurado que no cometan más estupideces, latrocinios, corrupción al momento de legislar, de tomar decisiones, hacer acuerdos!; en una palabra, ¡estaremos bien representados! Allá los campesinos, indígenas, esos desheredados que apenas llegan a la mitad de la primaria o quizá terminan la secundaria. Con qué cara sus representantes podrán mirarse de tú a tú con los flamantes licenciados con charola de legislador al momento de redactar el corpus de la lex con la que se fundamenten la justicia y el contrato social que nos une como miembros del Estado.

La pompa y la circunstancia del favorecido por la Revolución al fin comienzan a dar frutos camarales. Ya no más leyes al vapor. Ya no más leyes arregladas por debajo de la mesa en las antesalas. Ya no más bolsillos cargados de ligas que hubieran estado amarradas a fajos de billetes repartidos para el sostén de la dieta… familiar. Ya no más protestantes máscaras de cerdo. Ya no más agarrones de verduleras ni invasiones de estrados. Ya no más discursos anodinos ni ofensivos; desde ya solo puros decires de doctos Tribunos. Ya no más parches a la constitución. Sí, estos legisladores con licenciatura garantizarán, por el solo hecho de ostentar un título, que la estulticia será deportada a su nación de origen. ¡Bravo! ¡Viva el gobierno del conocimiento! Como diría Pedro Ferriz Santacruz, ya no sé si reír o llorar. Un nuevo mundo nos vigila.

Y como diría yo en un artículo de tiempo atrás intitulado “El desempleo del título”:
Las ganas de ser alguien en la vida las tenemos todos; y vemos la manera de lograrlo, claro, de acuerdo a la circunstancia en que nos encontramos: quien puede (y quiere) sigue una carrera universitaria o técnica; quien no, se dedica a trabajar con ahínco. Pero uno y otro, el que puede y el que no, tarde o temprano se ven en la disyuntiva de ostentar un título o perderse en la inmensidad del anonimato. 
[…] La educación es deseable, sí. Ayuda en el desarrollo personal y profesional, pero no es la panacea ni nos hace más o menos inteligentes cognitiva y emocionalmente. ¡Como si el título fuera garantía suficiente de que no se cometerán estupideces al momento de tomar decisiones de gobierno o profesionales! Aquí, pues, la muestra de que, como decía el poeta León Felipe, donde quiera que volteemos encontramos los mismos hombres, las mismas guerras, etcétera.

La explosión de Tianjin

Foto: The Independent
Aun cuando esta noticia parecería salir de los límites autoimpuestos para los contenidos de este blog, viene al caso por dos motivos: 1) Es un tema de actualidad. 2) Cabe en la sección "Palabra y Media". Esto último desde el momento que emplea mal una palabra para cabecear la nota. "Deflagración" define el hecho de arder una sustancia súbitamente con llama y sin explosión, y aquí hubo llama y explosión. Lo que el cabeceador quiso decir fue "conflagración" en tanto sinónimo de incendio.

Aun tratándose de un medio tan viejo y prestigiado como el diario Excelsior, al calor de la noticia luego las mosas no faltan.

La puerta se cerró detrás de ti

RESOLVIÓ EL CONSEJO GENERAL del Instituto Nacional Electoral (INE), en sesión extraordinaria, 121 procedimientos iniciados a partir de diversas quejas en materia del origen y destino de los recursos del financiamiento de los partidos políticos, de los cuales a 68 se les consideró infundados, se desecharon 43, a dos se les sobreseyó, cuatro resultaron fundados y cuatro fundados en parte.

De los procesos fundados total o parcialmente se desprenden sanciones por 613 mil pesos a los siguientes partidos políticos: Acción Nacional, 475 mil 418 pesos; al de la Revolución Democrática, 49 mil 841 pesos; al Revolucionario Institucional, 34 mil 839 pesos; al Verde Ecologista de México, 34 mil 208 pesos; y al Partido del Trabajo, 18 mil 927 pesos.

El INE por voz del Consejero Ciro Murayama justificó el retraso en la resolución de algunas de las quejas señaladas por el Tribunal con base en lo establecido por el artículo 40 del reglamento del COFIPE, y a partir del cual el Consejo Técnico de Fiscalización determinó la agenda de desahogo de las mismas que se preveía completar a mediados de septiembre, dando preferencia a los casos prioritarios conforme a la agenda electoral.

Al desahogar el orden del día, el pleno determinó como improcedentes las solicitudes de remoción con motivo de las denuncias presentadas por diversos partidos políticos en contra de los Consejeros Electorales del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana del estado de Sonora.

Las quejas sostenían que los Consejeros Electorales de aquella entidad atentaron contra la independencia e imparcialidad de la función electoral y que fueron negligentes por actuar con ineptitud y descuido, entre otros agravios.

El Secretario Ejecutivo del Instituto, Edmundo Jacobo, afirmó que, de un análisis exhaustivo de cada uno de los escritos de queja presentados y los actos presuntamente constitutivos de los ilícitos, así como de las circunstancias particulares del caso, se considera que no se acreditó conducta ilegal alguna por parte de los consejeros denunciados que ameriten ser sancionados con la remoción.

En el desarrollo de la sesión, el Consejo General aprobó, por unanimidad, el dictamen consolidado y proyecto de resolución respecto de las irregularidades encontradas en la revisión de los Informes de los Ingresos y Egresos para la obtención de apoyo ciudadano de los aspirantes a los cargos de diputados locales de mayoría relativa y ayuntamientos del estado de Chiapas.

En sesión extraordinaria exprés este 12 de agosto, los consejeros votaron los proyectos de dictamen reiterando en su mayoría los resultados ya conocidos y cuando mucho haciendo precisiones mínimas aunque polémicas, como la decisión de mantener el registro al Partido Verde Ecologista de México (PVM) o de pérdida del mismo para el Partido del Trabajo (PT), aunque se abundó en la discusión sobre la necesidad de legislar al respecto y definir los límites y alcances de dos figuras distintas como son la “pérdida” del registro y la “cancelación” de este. De esta manera se cerró el paréntesis abierto cinco días antes por el Tribunal Electoral.

El representante del PRD en el Consejo del INE, Fernando Belaunzarán, calificó la decisión sobre el Partido Verde así como la reducción de sanciones de un engaño para los mexicanos porque demuestra que “el crimen sí paga”.

Elecciones extraordinarias no son factibles

La puerta que abrieran la instrucción del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación así como el dicho de los magistrados para la posibilidad de anular y dar paso a elecciones extraordinarias, finalmente quedó solo “entreabierta” para futuras ocasiones.

El descarte de la queja INE/Q-COF-UTF/339/20015/EDOMEX, entre otras, entablada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Naucalpan de Juárez por el supuesto rebase de tope de gastos de campaña del alcalde electo, Edgar Olvera Higuera, conjuró la posibilidad de anular la contienda, al menos por esa vía, y reponer la elección. Algo semejante sucedió con los recursos de impugnación para las elecciones en Morelos.

El INE ya había desechado esas impugnaciones, pero el mandato del Tribunal llevó a que el instituto revisara las 121 quejas parte de 36 dictámenes de fiscalización, para dar claridad y certeza jurídicas sobre el particular de cada una.

Un día antes, en conferencia de prensa, el hoy ex candidato priyista a la alcaldía de Naucalpan de Juárez, David Parra Sánchez había  afirmado:
Se documentó el rebase de gastos por parte del PAN al hacer la cuenta de la contratación de grupos musicales como La Sonora Santanera y Los Ángeles Azules, boxeadores de la Triple “A”; de una ambulancia, decenas de espectaculares, miles de mantas, camiones con anuncios del candidato del PAN, drones que volaron con carteles de Edgar Olvera y publicidad en medios de comunicación además de lonas, sillas, sonido para eventos masivos y transporte. 
El Instituto Electoral del Estado de México estableció un tope de gastos de campaña de poco más 15 millones de pesos para los candidatos que contendieran por la alcaldía de Naucalpan, sin embargo Edgar Olvera gastó cerca de 45 millones de pesos.
A su vez, voceros del candidato del PAN afirmaron lo contrario: que Edgar Olvera Higuera ganó la elección con poco más de 106 mil votos contra los casi 96 mil que logró el PRI en una coalición con otros partidos como el Verde Ecologista.

Asimismo, el equipo de campaña de Edgar Olvera explicó que la contratación de los Ángeles Azules costó 600 mil pesos y este concierto se realizó en Naucalpan para celebrar el triunfo del PAN, días después del 7 de junio y con el patrocinio de legisladores en funciones, diputados electos y regidores.

O sea… ¿De dónde aportaron, si no del peculio que les significa su dieta por virtud de los impuestos que les pagamos los mexicanos en tanto funcionarios públicos? Pero como esas “aportaciones particulares” no provinieron de una institución de gobierno sino de personas físicas, pues no se consideran fuera de lo normal.

Alfredo Oropeza, dirigente del PAN en ese municipio, confió en que con esta resolución se elimina toda posibilidad de una nueva elección en Naucalpan.
Queda totalmente cancelado todo “rumor” de una “supuesta nueva jornada electoral extraordinaria”, que estuvieron promoviendo personas allegadas a David Parra Sánchez.
Para ser lo más objetivo y preciso posible, dicho rumor comenzó a correr entre los simpatizantes parristas desde el día siguiente de las elecciones del 7 de junio, especialmente por voz de la hermana incómoda, Juana Parra, una vez conocidos los datos preliminares que daban el triunfo virtual al candidato panista. El rumor cobró carácter de posibilidad real tras las declaraciones de magistrados del TEPJF el viernes 7 de agosto, como destaqué en estos Indicios Metropolitanos citando el dicho del magistrado Flavio Galván Rivera.

¡Los bueyes van adelante, compadre!

Noticia aparte y desde ella, el melómano excandidato David Parra Sánchez se frotaba las manos con el mandato del Tribunal Electoral. Los magistrados habían sentenciado como sea aparentemente a su favor para que se diera nueva vista a lo impugnado en Naucalpan de Juárez.

Parra Sánchez y su asesor jurídico y operador político, Javier Chávez Tello señalaron que el 7 de junio se configuraron otras causales de inconformidad ante el IEEM, además del rebase de gastos de campaña, para declarar nula la elección del presidente municipal de Naucalpan; como el registro de 14 mil boletas nulas, la ausencia de más del 20% de los funcionarios de casilla, la apertura tardía de poco más del 50% de las casillas lo que, según ellos, quizá negó la posibilidad de votar de muchos ciudadanos; incluso 14 casillas sin votos para el PRI. El Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM) aún tiene más de 3 mil impugnaciones pendientes de desahogo en contra de los resultados de la contienda municipal de Naucalpan de Juárez.

Pero lleva rato que las cosas no parecen ir del todo bien para el abogado Javier Chávez Tello, asesor legal de David Parra quien se autodenomina “líder moral” del SUTEyM (Sindicato Único de Trabajadores del Estado de México y Municipios); por lo menos en lo que a política toca.

El litigio de Javier Chávez Tello parecía sólido, al menos en algunos, muy pocos aspectos, tanto como para meter el pie antes del portazo en la esperanza de que se colara el fantasma de la anulación. El beneficio de la duda por parte del Tribunal, no obstante, sólo sirvió para que, como se dice coloquialmente, se le devolviera el chirrión por el palito haciendo que todo terminara para David Parra, al menos en este tema.

La reafirmación actual del INE no se suma sino enfatiza este hecho, dando a detractores y disidentes de los hermanos Parra y el SUTEyM materia de discusión.

Por si fuera poco, es fecha que no se sabe el resultado de la demanda penal en contra de Azucena Olivares que interpusieran a comienzos de 2013 el sindicato y ex síndicos y regidores por la “distracción de más 2.6 millones de pesos del fondo de ahorro de los trabajadores sindicalizados”; y es este un tema que corrió sin pena ni gloria durante el gobierno de David Sánchez Guevara, quien se limitó a declarar haber recibido un gobierno quebrado; que la actual alcalde interina Claudia Oyoque ni considera y habrá de verse cómo abordará el recién electo Edgar Olvera, sobre quien aparte pesan ―como también he publicado aquí― las sospechas desde las filas de ciertos sectores dentro de PRI y PAN de que detrás tiene oscuras ligas con la ex alcaldesa y su consorte Guillermo González a quienes ya se les tacha de “traidores” al PRI.

Un nuevo paréntesis se abre ahora. A Edgar Olvera, por lo visto, se le comienzan a acumular los pendientes atrasados de sus antecesores, entre parquímetros y planes de desarrollo urbano, corrupción, omisiones y un largo etcétera. Deberá no nada más pintar con claridad su raya a efecto de no nutrir las suspicacias, sino sobre todo elegir con justicia entre lo prioritario y establecer las bases para un desarrollo a corto y mediano plazo del municipio a favor, primero, de la población, y enseguida de los gobiernos que le sucedan para facilitarles en algo sus respectivas gestiones.

Es claro que con dificultad podrá cumplir de lo prometido apenas un poco, si bien nos va a los naucalpenses. Así Parra como Olvera, elevaron desafortunadamente las expectativas al nivel del hartazgo de la población ilusionada. Olvera llega para limpiar la casa a puro pulso, porque no encontrará suficientes avíos para acometer la tarea. Por mucho rato los bueyes los colocaron otros por detrás del arado.

La puerta por supuesto no se cierra por completo al menos a ojos de la ley, porque las causales de nulidad hoy están debidamente expresadas y el hecho de que el Tribunal rechazara los dictámenes no consolidados en una primera instancia sentó precedente para el futuro; y sobre todo para que los partidos políticos, los candidatos y los gobernantes se anden con pies de plomo, no nada más en los informes sobre gastos de campaña y financiamiento, sino para que el INE tenga modo de ajustar los procedimientos sancionadores con que ahora cuenta. En este punto, la legislatura entrante tendrá que hacer lo propio para dotar de mayor certidumbre a los institutos políticos en estos menesteres, con miras a la modernización y solidez del sistema político y la democracia mexicanos.


Escribo, luego existo

NO DEJA DE SER... NO SÉ si decir interesante, grosero, triste, para preocuparse... Mientras que en otros países, incluso latinoamericanos, los blogs en cualquiera de sus formas ya sea escritos, en video o audio, han cobrado una categoría y poder de influencia notables, en México, uno de los países donde más blogs se publican son objeto de ninguneo sobre todo de parte de las instituciones gubernamentales, aun a pesar de su papel en la formación de una opinión pública.

Es cierto que hay de blogs a blogs, pero he notado que incluso los despachos de monitoreo se concentran solo en los que cuentan con el soporte de una firma "clásica", "consolidada", como puede ser la marca de un refresco o de un medio de comunicación institucionalizado o una empresa de pipa y guante. Y ocurre que luego en esos blogs se escribe tanto o mayor bodrio que en los que hacemos los independientes. Y que conste que no me refiero a los blogs vacuos y vanos.

Yo mismo he notado que, a pesar de las estadísticas por ejemplo de mis Indicios Metropolitanos, la baja o casi nula participación en comentarios contrasta con la baja pero no nula que se da en los medios establecidos, esos mismos de los que luego la misma población se queja o por vendidos o por sensacionalistas y demás.

Amistades me han dicho que buscan "incesantemente" información alternativa, puntos de vista distintos de los "oficiales", pero acaban compartiendo en las redes lo mismo que todos, envueltos en la marea de las notas de todos y de siempre, de los artículos de opinión de las mismas plumas "reconocidas", connotadas, de siempre. O por el contrario, se fundan en fuentes en el otro extremo, discutibles, mentirosas, exageradas, falsas o distorsionadas.

Se supone que uno, en tanto autor, ha de cuidar que lo producido vaya "a tono" con las expectativas del público, pero tan atomizado como está este, de veras ya no sé qué puede moverle. Por eso he optado por publicar lo que a mí me mueve, interesa, afecta, así en mi persona como desde mi visión local e individual, aunque parezca a veces egoísta o "poco imparcial". A quien le guste, bien. A quien no, pues que con su pan se lo coma.

Estadísticas aparte, no sé a ciencia cierta cuántos, dónde, quiénes me leen en este blog o en los otros de mi autoría, pero yo nací para escribir, vivo para escribir y moriré escribiendo lo que pienso, lo que siento, lo que conozco, observo, analizo en los diversos tópicos que me apasionan.

Se abre puerta a elección extraordinaria en Naucalpan

En una decisión histórica, en sesión pública del 7 de agosto de 2015, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF antes TRIFE) ordenó a la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), resolver dentro de los cinco días posteriores a la notificación de la sentencia, las quejas relacionadas con el supuesto rebase de tope de gastos de campañas electorales de los entonces candidatos a cargos de elección federal o local, presentadas antes de la aprobación del dictamen consolidado.

El Pleno revocó los 36 dictámenes consolidados de la revisión de los 12,215 informes de campaña de los ingresos y gastos de los candidatos a los cargos de gobernadores, diputados federales y locales e integrantes de los ayuntamientos, correspondientes al proceso electoral federal 2014-2015, presentados por los partidos políticos, coaliciones y candidatos independientes. Al resolver 107 recursos de apelación promovidos para controvertir los respectivos dictámenes consolidados, la Sala Superior también revocó las resoluciones atinentes a los egresos de las campañas de los procesos electorales, federal y locales, concurrentes que se desarrollan en 2014-2015, por diversas causales, y afirmó que debe privilegiarse la resolución pronta y expedita de los procedimientos sancionadores que estén relacionados con los comicios.

Con esta decisión, el TEPJF abre la puerta a la posibilidad de sucederse una elección extraordinaria por lo pronto en el municipio de Naucalpan de Juárez donde el PRI ―y no exclusivamente― acusó al PAN de incurrir en gastos excesivos de campaña, entre otros presumibles delitos electorales. Mientras el PAN, por su parte, hizo lo propio en franco enfrentamiento.

El autor de Indicios Metropolitanos y David Parra Sánchez.
Foto: Archivo VETA Creativa
La revisión del caso implica, en beneficio del candidato priyista David Parra Sánchez ―y no nada más―, la posible empero remota nulidad de las elecciones en aquellas casillas y distritos donde el triunfo del candidato Edgar Olvera fue cuestionado a pesar de los resultados abrumadores en su favor. Muchos de los argumentos de unos y otros para desacreditarse rayaron durante las campañas y luego en la fase de impugnaciones en rencillas más propias de escolapios o burdos berrinches de necios, si bien en varios incidentes les ha asistido la razón a unos y a otros.

De acuerdo con el resumen del INE (INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL, 2015) los principales motivos de queja presentados como medidas cautelares (un total de 331 al 3 de junio) ya fuera por procedimiento oficioso, personas morales, instituciones electorales locales, ciudadanos y partidos políticos fueron, en orden de importancia: 1) violación al artículo 134, párrafos séptimo y octavo relacionados con la verificación y actualización del padrón electoral, 2) adquisición y/o contratación de tiempos en radio y televisión, 3) calumnias, 4) propaganda contraria a la normatividad, 5) actos anticipados de campaña (entre los que se cuentan los señalados para el gobernador Eruviel Ávila), 6) uso indebido de la pauta y otros.

Hacia una revisión ardua y compleja
Esta noticia, dado este revés al Partido Acción Nacional de Naucalpan de Juárez y del Estado de México, me impone dar un seguimiento todavía más puntual sobre el tema.

Ojalá pueda llegarse a una clara resolución antes de que termine el año. Simplemente revisar el monitoreo de medios ―lo sé por experiencia personal y profesional― no será ni sencillo ni pronto ni barato. Ni siquiera el contraste de los datos existentes lo facilitaría, porque se encontrarán muchas diferencias entre la información generada por televisoras, radiodifusoras, UNAM, INE y despachos especializados en medir la distribución de tiempos y espacios para la difusión de imagen y programa de partidos y candidatos. Eso sin contar que muchos espacios en diversos medios no son comprobables en el supuesto de no existir factura o recibo de por medio, ejemplo: notas, crónicas, entrevistas o reportajes hechos a efecto de informar que no de promover ideas y sucesos asociados a los candidatos, pero que a ojos de la mercadotecnia política cuentan sin duda como impactos en la construcción y el posicionamiento de un significado, una imagen y marca en el imaginario colectivo y la opinión pública.

Vaya, la cobertura misma, por ejemplo y aun siendo tan modesta y limitada como la que realicé en estos Indicios Metropolitanos, de los dimes y diretes entre Parra y Olvera, mercadológicamente tiene valor de benchmarking gratuito y por lo tanto salen de la sospecha de malversación de fondos. Y es que los investigadores no hacen distinción precisa entre los spots propagandísticos y los contenidos insertados en los espacios noticiosos. La única diferencia que hacen es de orden categórico, pero no auditan si una inserción “noticiosa” obedece a un contrato publicitario. La misma pauta del INE, aun implicando un control centralizado no consigue tan clara distinción.

A eso súmese la dificultad para establecer sobre la marcha la diferenciación de contenidos entre los de tendencia favorable, de los desfavorables o los neutros y se hace un poco más comprensible y justificable la complejidad del proceso.

Esto me hace recordar cuando, laborando para la empresa Especialistas en Medios desarrollé un método de clasificación de tendencia que luego, años después, la empresa copió sin el nivel de precisión que había yo establecido, pero da la pala para efectos de satisfacción de sus clientes. El sistema y el modelo de mi invención aún los tengo archivados aun cuando no los he vuelto a poner en ejercicio. Que sean otros los que hagan caravana con sombrero ajeno, por mi parte les tengo un destino más, digamos, académico.

Digresión aparte, se trata de una estrategia comunicativa para evitar esos gastos y radica justamente en el empleo de “campañas negras” como las que abundaron en estas elecciones y “daban la nota”, retroalimentando las funciones básicas informativas de medios, así los tradicionales como los nuevos basados en la Internet. Ni modo de dejar de lado la “carnita” que da sustancia periodística. Cada segundo cuenta cuando de influenciar la conciencia y el inconsciente colectivo se trata.

Esa fue la forma más elemental, pero no la única, de “saltarse las trancas” establecidas por la ley propugnada por los mismos partidos que ya en la contienda se daban topes contra la pared tras reconocer su culpa en el alumbramiento del adefesio legal.

Entre el beneficio de la duda y los efectos del voto nulo
Por otra parte, la resolución del Tribunal personalmente me parece, más que una apegada a estricto derecho y justicia, una que obedece a las dudas e inconsistencias a que conducen los huecos legislativos y de procedimiento en materia electoral. Huecos que multiplicaron las atribuciones del INE sin darle los elementos para actuar en consecuencia o que le dieron pretexto para desentenderse de los detalles de apariencia menor pero que, ahora, parecen revelar una incidencia mayor en el resultado de estos comicios, los más importantes y discutidos de los últimos tiempos.

El magistrado Manuel González Oropeza aseguró que:
La autoridad administrativa está a tiempo de emitir una resolución relacionada con el tope de gastos de campaña, ya que aún no se han integrado los órganos de gobierno. 

La revocación de los dictámenes obedeció a que no estaban consolidados, por lo cual se emitió esta resolución de manera oportuna para garantizar el acceso a la justicia establecido en el artículo 17 de la Constitución. (TEPJF (Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación), 2015, agosto 7).
La sola idea de la nulidad espanta a más de uno porque hace pensar en un vacío de poder, en un incremento de los recursos destinados a un objetivo concreto como sería la repetición de un proceso y el desgaste que lo acompaña, tanto para las instituciones como para los ciudadanos ya de por sí abrumados en su momento y hartos de tantas torpezas, abusos e injusticias en distintos rubros de interés común. El voto nulo así, cobra factura de manera indirecta y por virtud de las mismas deficiencias del sistema político mexicano.

Siendo todavía nada más que un dato estadístico menospreciado aun cuando expresión legítima de la voluntad ciudadana, la nulidad del voto parecería estar llegando a la realización de sus propuestas y efectos esenciales por una vía subterránea y tangencial a las urnas: la descalificación entre los actores mismos. Ni ellos, pues, han sabido para quién han trabajado con sus litigios. En la creencia de estar pretendiendo más agua para su molino y por ende justicia, el peso de la cuba podría reventar el lazo y dejarlos sedientos.

Conociendo los resultados electorales y la diferencia que separa a los candidatos David Parra Sánchez y Edgar Olvera Villegas, la dificultad para remontarlos o incluso revertirlos hace como casi única salida justo la nulidad.

El magistrado Pedro Esteban Penagos López dijo que:
No se puede emitir un dictamen de gastos de campaña si no se han resuelto todas las quejas relacionadas con dichos gastos, ya que por primera vez se estableció como causal de nulidad de las elecciones el rebase en el tope de gastos de campaña en un 5%, de ahí que es muy importante que se determine si se rebasó o no el tope establecido con el objetivo de dotar de operatividad al nuevo sistema de fiscalización e impartir una justicia garantista. [ibid.]
Y es a eso a lo que apunta la defensa legal del candidato priyista a la presidencia municipal de Naucalpan de Juárez, David Parra Sánchez, con la asesoría del abogado y operador político Javier Chávez Tello, quien fuera Abogado General del Instituto Politécnico Nacional a mediados de la década de 1980 (CALVILLO Velasco, RAMÍREZ Palacios, 2006), representante legal del Ing. Manuel Ortiz durante su gestión como Director de SAASCAEM en el tiempo que se construyó el Viaducto Bicentenario (2010), entre otras cosas.

Lic. Javier Chávez Tello y David Parra Sánchez
ex candidato a la presidencia municipal
de Naucalpan de Juárez
Foto: Archivo VETA Creativa
El licenciado Chávez Tello, hábil litigante, es de esos personajes que ―por decir lo menos― saben abrirse paso dejando huella discreta, especializado en la detección de “líderes problemáticos” para el sistema, para cooptarlos o desactivarlos y en el mejor de los casos asimilarlos. Una muestra es la acusación que hizo el diputado plurinominal Efraín Calvo Zarco ―dirigente entonces del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT, hoy desaparecido) y hoy encargado del departamento de Coordinación de Enlace y Gestión Técnica dentro de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del Politécnico― tachándolo de funcionario corrupto cuando, en relación a la huelga estudiantil del IPN de 1987 señalara ante el pleno de la Cámara de Diputados la probable participación de Chávez Tello conformando grupos porriles para desequilibrar y desacreditar al movimiento  (CÁMARA DE DIPUTADOS del H. Congreso Nacional de la República Mexicana, 1987).

De suceder la nulidad, David Parra se anotaría un triunfo adicional al ya conseguido de “pintar de rojo” la mayor parte del Estado de México a costa de su “sacrificio”. Eso no significa que en una “segunda vuelta” ―eso sería una elección extraordinaria―, no pudieran repetirse más o menos los mismos resultados llevándolo por segunda vez a la derrota. Porque nuestra ley electoral no contempla una segunda vuelta, es decir, una contienda en segunda oportunidad donde los candidatos punteros del primero al tercer lugar o solo los puestos en duda compitan nuevamente para deshacer dudas y entuertos. No, nuestra ley obligaría al borrón y cuenta nueva y al quítate que voy otra vez con toda la parafernalia como reimpresión de materiales, campaña de reposicionamiento y un largo etcétera.

Faltaría ver qué ciudadanos aceptarían de buena gana integrar las nuevas mesas directivas de casilla, luego que la apatía, la desconfianza en el sistema y los partidos, el temor a la alteración del orden fueron algunas de las causas que ocasionaron que varias casillas se instalaran tarde y operaran en consecuencia de manera deficiente por falta de capacitación de funcionarios improvisados y que terminaban poniendo en tela de juicio, tanto por la actitud como por la impericia, su labor y la de sus pares insaculados y esos sí capacitados. (cf. mi video "Confesiones de un Presidente de Casilla").

Los suspicaces piensan que en los comicios recientes el aparato priyista hizo lo posible por “encajar” como funcionarios de casilla a simpatizantes, en la esperanza de tener un relativo mayor control al interior de cada una y, en su perversa imaginación, han supuesto que la abultada votación en contra del PRI se debió a la andanada de panistas organizados para acudir a sufragar, ¡como si el aparato panista fuera más grande que el del PRI! O como si las añejas prácticas fraudulentas de unos y otros pudieran seguir teniendo carta de naturalización so pena de las reformas legales al respecto.

Los llamados a extrañamiento, por su lado, piensan de modo semejante. Unos y otros, a fin de cuentas, siguen despreciando la inteligencia del electorado al que consideran una borregada fácil de pastorear y engañar.

Entre que pase esto o no, la victoria legal da además un espacio para que, ya instalado en la duda sobre las probables “relaciones peligrosas” del presidente municipal electo Edgar Olvera con la camarilla encabezada por la ex munícipe Azucena Olivares de nefanda memoria, el electorado reflexione el sentido de un posible nuevo sufragio. La apuesta de David Parra va en ese sentido de desencantar a los ya de por sí desencantados del PRI en la esperanza de no perder la desvencijada joya de la corona.
Esta resolución es ―expuso el magistrado Flavio Galván Rivera― una nueva oportunidad en el Derecho Procesal Electoral para dar certeza, no sólo a los justiciables, sino también a la sociedad y a la población. Los partidos políticos deben ajustarse a la normativa aplicable en beneficio del sistema democrático nacional, de ahí que están obligados a rendir cuentas ante la ciudadanía de los recursos que lícitamente han recibido del Estado, así como de los particulares, entre los cuales se encuentran sus militantes y simpatizantes. [ibid.]
Ya veremos a dónde lleva esta decisión del Tribunal. Para cualquiera sería pronto echar campanas a repique.


Referencias

  1. CALVILLO Velasco, RAMÍREZ Palacios, M. (2006). Setenta Años de Historia del Instituto Politécnico Nacional (Vol. III). México, D.F.: IPN. Recuperado el 8 de agosto de 2015, de http://www.decanato.ipn.mx/pdf/tomo3.pdf
  2. CÁMARA DE DIPUTADOS del H. Congreso Nacional de la República Mexicana. (1987). Intervención ante el pleno del Dip. Efraín Calvo Zarco (PRT). Crónica Legislativa. Diario de Debates. México D.F. Recuperado el 8 de agosto de 2015, de http://cronica.diputados.gob.mx/DDebates/53/3er/Ord/19871202.html
  3. INSTITUTO NACIONAL ELECTORAL. (2015). Numeralia del Proceso Electoral 2014/2015. Resumen ejecutivo. Recuperado el 8 de agosto de 2015, de http://www.ine.mx/2015/Docs/Numeralia_ProcesoElectoral_2014-2015.pdf
  4. TEPJF. (2015, agosto 7). Boletín de prensa SALA SUPERIOR 266/2015. Recuperado el 8 de agosto de 2015, de http://www.trife.gob.mx/noticias-opinion-y-eventos/boletin/0/266/2015



Agujeros arbitrarios

LOS PARQUÍMETROS TIENEN DIVIVIDO AL CABILDO de Naucalpan de Juárez. Y esto es así desde que se efectuó la firma del contrato entre el Ayuntamiento bajo la presidencia de David Sánchez Guevara y la empresa Parking Meter por vía de la adjudicación directa.

Desde entonces, finales de 2013, la oposición edilicia votó y alegó en contra en más de una vez, haciendo oídos a la inconformidad de la población, incluidos los comerciantes. No obstante la medida se aplicó.

Foto: Diario Fuerza del Estado de Mexico
En diciembre del 2014, el hoy diputado federal electo David Sánchez Guevara solicitó licencia para separarse de la presidencia municipal y competir en las elecciones efectuadas el 7 de junio de 2015. La "rispidez" entre algunos miembros del cabildo y el expresidente municipal llevó a que, luego de estires y aflojes, una vez otorgada la licencia, casi de inmediato y automáticamente el Cabildo, por votación mayoritaria, suspendiera la operación hasta ser desahogada la garantía de audiencia de la empresa, instrucción que fue efectiva desde el 6 de enero y hasta el 7 de agosto, fecha cuando se reactivó por causa de la sentencia del Tribunal de lo Contencioso Administrativo a favor de la empresa toda vez que, a su juicio, los argumentos del cuerpo edilicio carecían de base.

Por lo visto, así en el presupuesto como en las calles, al municipio le salen agujeros por doquier. Las estimaciones hechas por Indicios Metropolitanos con base en información publicada por el mismo ayuntamiento acerca de los ingresos relacionados al concepto de lo recaudado por los parquímetros contrastan con las expuestas en otros medios. Por ejemplo, el periódico Hoy Estado de México afirmó en una nota de la colega Julieta Quezadas que el monto recaudado de enero a agosto por la empresa ronda los 4 y medio millones de pesos, cuando el solo contraste con el mismo período del 2014 y a pesar de la suspensión bien podría lindar 3 veces esa cantidad, como anoté en estos Indicios Metropolitanos, para empezar porque no son pocos los ciudadanos que han seguido depositando en las alcancías en el desconocimiento de la medida o por temor a ser infraccionados. Mientras no haya transparencia al respecto tanto de parte del gobierno municipal como de la empresa, no sabremos de cierto el monto recaudado.

Cifras estimadas aparte, lo que ahora está en el aire es lo relativo a la sentencia del tribunal. La décimo sexta regidora del PRD, Esther Tapia, declaró a Indicios Metropolitanos:
El TRICA resolvió la nulidad del acuerdo por el que nosotros revocamos el acuerdo anterior. Con eso se nos imposibilitó ―al Cabildo― para detener el funcionamiento de los parquímetros. Por lo tanto en cuanto se firme la sentencia van a empezar a operar nuevamente, pero solo hasta el 31 de diciembre del 2015 que es la fecha cuando termina esta administración pública y por lo tanto el contrato. Siempre se podrá volver a firmar un acuerdo, pero a partir de que se apruebe el funcionamiento, los ciudadanos tendríamos 30 días hábiles para poder demandar la nulidad.
En una entrega anterior aquí, comenté que el Cabildo había interpuesto un recurso de revisión tras saber el sentido de la sentencia del TRICA, pero a decir de algunos regidores quizá se desistiera de ello por haber la posibilidad de que se fincaran responsabilidades y se obligara al Cabildo ―específicamente a los votantes en contra del contrato― a resarcir el daño financiero sufrido por la empresa con motivo de la suspensión.

Foto: Archivo VETA Creativa
Acerca de esto, el primer síndico Rafael Ranero Barrera (PRI) dijo a Indicios Metropolitanos:
No ha habido desistimiento aún. Se ingresó un recurso de revisión a la sentencia y, previendo la ratificación de la misma, se acatará dicha sentencia. En dado caso, el desistimiento sería por parte de la empresa; pero ella ya ganó la demanda. 
La sentencia de este caso es que el tribunal decreta la invalidez del acuerdo por el que fueron suspendidos los parquímetros y ordena ―en atención al derecho que asiste a la empresa― que continúe su operación. 
El otro supuesto solo sería en caso de no acatar el gobierno la sentencia y que la empresa iniciara una demanda en ese sentido, pero ese es un tema totalmente distinto y que no procedería si estos, los parquímetros, estuvieran en operación.
De lo dicho por los entrevistados puede entenderse que el Cabildo dejará correr la sentencia y esperará el resultado de la revisión ―la que se llevará otro rato― en parte para curarse en salud, en parte por estrategia legal.

Foto: Rebeca Jiménez / El Unversal
A fin de cuentas, en el entredicho y el impase, la reactivación de los parquímetros significará más falta de claridad en las cuentas, más recaudación; o quizá sea el pretexto perfecto para exigir una mayor y mejor transparencia a las instancias de gobierno municipal en este como en otros temas, porque ahí están también, entre muchos otros asuntos sin resolver el del ya famoso y como ahora lo llaman algunos ciudadanos “agujero de La Florida” o “Cráter de Las Torres”, hoyo practicado por cierta meteórica empresa “fantasma” en el camellón que hace lindar al fraccionamiento La Florida con el Periférico, en el interés de erigir un anuncio espectacular y acerca del cual el síndico Ranero afirmó: “habremos de insistir a la Junta de Caminos y a Protección Civil del Estado de México”. ¡Y eso que la alcaldesa interina, Claudia Oyoque, afirmó el 29 de julio en sesión de Cabildo abierta al público y tras la intervención del líder vecinal Antonio Arzate Flores “Míster Bache” que “el tema de los baches ya es un problema de salud pública”. O sea, después del niño ahogado…

Cuando lo seguro es la incertidumbre

LAS TORRENCIALES LLUVIAS de los últimos tiempos han sido una constante preocupación en varias partes de la República Mexicana y el centro de la misma no ha sido la excepción. Las condiciones de mal mantenimiento de los cuerpos de agua y ríos al interior del territorio, la acumulación de basura, el abuso y la corrupción que han prohijado asentamientos irregulares en riberas, cañadas y playas son otros de los muchos factores que, aunados al cambio climático, ponen en riesgo la seguridad y la salud de la población.

Por otra parte, otra forma de abandono que también afecta a la ciudadanía en la seguridad es el que sufren miles de equipamientos de las policías municipales y estatales. La desidia, la mala administración y también la corrupción han ocasionado que mucho del equipo que debería estar destinado al cuidado de la integridad física y de los bienes de la población y el estado en general terminen en calidad de despojos en cementerios "clandestinos".

De estos temas trata el video que se suma a los contenidos visuales de estos Indicios Metropolitanos.