Mostrando las entradas para la consulta acoso ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

Una socrática transparencia

ERA DE LA OPINIÓN… que la transparencia debía suponer claridad y, a todas luces, el siguiente caso no sólo es prístino, sino además franco, honesto y por lo mismo raya en una encantadora, aunque preocupante ingenuidad. Ni Sócrates lo habría dicho mejor: yo sólo sé, que no sé nada.

De un tiempo a esta parte algunos ciudadanos por todo el país y especialmente en el lugar que, por lo pronto, por la cercanía me importa, el Estado de México y mi municipio de Naucalpan de Juárez, hemos estado haciendo solicitudes diversas a los gobiernos y sus dependencias mediante los organismos de transparencia y nos hemos llevado todo tipo de sorpresas.

Yo ya había comentado cuando el Tribunal de lo Contencioso Administrativo se declaró incompetente e inepto con una redacción como velo para el buen entendedor:
En la respuesta a mi reciente solicitud con número de acuerdo TCA/CI/0001/TRICA/AD/2016 al Tribunal de lo Contencioso Administrativo, este a la letra se declaró “no estar en aptitud de practicar investigaciones, procesar, resumir y efectuar cálculos” al respecto. En síntesis, si ya antes se había declarado incompetente, ahora además se declaró inepto, poniendo al descubierto la inoperancia real, al menos en parte, del “gobierno digital” o “gobierno electrónico” que ha querido instaurarse en el Estado de México como en otras entidades a efecto de agilizar trámites internos y externos, registro, orden, organización y búsqueda de documentos e información pública útil a los efectos de seguimiento, acopio, archivo, clasificación (qué raro que casi todo lo público por algún motivo cae en la categoría de “Reservado” y “Confidencial”), litigio, y un largo etcétera (VEGA Torres, 2016).
La más reciente sorpresa se la llevó el presidente de la Contraloría Ciudadana para la Vigilancia y la Transparencia A.C., Héctor Miranda Martínez. En una de las tantas solicitudes que ha venido haciendo para conocer de los gobiernos distintos temas y aspectos y así establecer factores que permitan conformar una fórmula para medir cuantitativa y cualitativamente el desempeño y de los gobiernos municipales en materia de transparencia, se topó con lo ¿inesperado?: la honesta contestación de un funcionario responsable de la transparencia en el municipio de Nopaltepec, Estado de México.

El funcionario, que responde al nombre de Augusto Contreras Dávila, tiene poco tiempo de haber sido nombrado en el cargo como él mismo lo apunta en su breve y sincera respuesta a la solicitud con folio 00013/NOPALTE/IP/2016 [sic.]:
la verdad no pude contestarles sus preguntas ya que hay muchas cosas que se encuentran en la página del ipomex la verdad soy nuevo en esto y no e tenido ninguna capacitación ya que fui nombrado como el titular el pasado 27 de junio en una secion de cabildo ojala si le sirva la poca información
Si, por una parte, la sola redacción, la gramática ya denota la calidad del funcionario desde un punto de vista educativo, que nos encontremos con la realidad de que no haya recibido la justa capacitación mínima para el desempeño del cargo explica muchos de los males que aquejan a los mexicanos en toda la extensión de la República.

Crúcese la respuesta con la que han dado muchos de los profesores normalistas que hoy por hoy protestan contra la mal llamada Reforma Educativa del Presidente Enrique Peña Nieto, y también de quienes simpatizan con su causa y no puede uno sino dar razón a los motivos que la hicieron posible, aun cuando por otro lado también no tenga uno más que, tristemente, reconocer que una reforma de índole laboral no es sino apenas un mínimo acicate —y no el más apropiado— para sacudir no nada más las conciencias de los agentes que posibilitan la educación del pueblo, sino al sistema pedagógico por entero.

La capacitación, así en el ámbito público como en el privado, no es sino un paliativo, cuando más, o un requisito burocrático para tapar el ojo al macho y cumplir con normas y lineamientos que nada aportan de veras al mejoramiento de las condiciones laborales de toda clase de trabajadores en el país.
Pero, en el afán de empatarnos a como dé lugar y con prisas con el vecino país del norte, correteados por un Tratado de Libre Comercio que ya obliga, desde finales de los ochentas, en todos sus puntos, a una competencia feroz; queriendo además seguir las tendencias de las modas de todo tipo, en México hemos creado un Sistema de Evaluación Docente que no es sino un remedo de fórmulas de cartabón que apenas si retratan la pobreza del desarrollo académico, profesional e intelectual de los mexicanos en todas las edades y ocupaciones. Pasamos de panzazo hasta la manera de hacer válidos nuestros derechos. No solo no crecemos económicamente, sino que no acabamos de madurar como pueblo con conocimiento.

Por supuesto que, siendo condescendientes, podemos aceptar y preferir la honesta ¿o incauta? contestación del funcionario y hasta disculpar sus yerros expresivos, haciendo como que no los vemos —¡total!, que mal de muchos es consuelo de tontos— para hincar toda culpa, en vez de en el individuo, en el sistema que lo envuelve y lo sostiene. El culpable, para no variar, es papá gobierno. Ya nos lo han señalado los psicólogos: los pecados de los padres los pagamos los hijos. ¡Pamplinas!

En 1997, un magnífico escritor, Nobel de Literatura, perseguido por el fantasma de su mala ortografía, Gabriel García Márquez propuso en el Primer Congreso de la Lengua Española efectuado en Zacatecas que jubiláramos a la ortografía. Y en esta singular pieza ejemplar que ahora comparto está no nada más jubilada en buena parte, sino además demostrando que, aun así, la ausencia de corrección tiene mucho qué decir no nada más de una persona, sino de su contexto y hasta de sus antecedentes y consecuentes.

De modo similar quedó reflejado en aquel memorando —en el conocimiento de Indicios Metropolitanos— con el que, a finales del año pasado, funcionarios de seguridad de Naucalpan respondieron a Antonio Arzate, sumado entonces a la estructura del gobierno interino de Claudia Oyoque con el cargo de Coordinador de Vinculación Ciudadana, que no contaba el ayuntamiento con reportes, información o estudios sobre accidentes relacionados con el alcoholismo como causa. Peor aún, no tenían un registro fidedigno de accidentes automovilísticos en general para Naucalpan. Arzate había solicitado tal información para justificar con base en ella que se promoviera el instaurar el uso del alcoholímetro en establecimientos comerciales como un recurso preventivo, razón por la cual “Mr. Bache” con su gente se dio a la tarea de efectuar un sondeo para el efecto (JIMÉNEZ Jacinto, 2015).

Ya aquí se va dando una medida de algo mucho más que la sola transparencia como objetivo de índole de la administración pública. Y más allá, queda transparentada la vergonzosa estupidez de todo un país.

La ley de transparencia del Estado de México recientemente votada y publicada anota en su artículo 57 (LIX LEGISLATURA DEL ESTADO DE MÉXICO, 2016):
Artículo 57. El responsable de la Unidad de Transparencia deberá tener el perfil adecuado para el cumplimiento de las obligaciones que se derivan de la presente Ley. Para ser nombrado titular de la Unidad de Transparencia, deberá cumplir, por lo menos, con los siguientes requisitos:

I. Contar con conocimiento o, tratándose de las entidades gubernamentales estatales y los municipios certificación en materia de acceso a la información, transparencia y protección de datos personales, que para tal efecto emita el Instituto;
II. Experiencia en materia de acceso a la información y protección de datos personales; y
III. Habilidades de organización y comunicación, así como visión y liderazgo.
Por contraste, la Ley General de Acceso a la Información y Transparencia (federal) promulgada un año antes no especifica tales habilidades y competencias, sino se detiene en listar las funciones en su artículo 45:
Artículo 45. Los sujetos obligados designarán al responsable de la Unidad de Transparencia que tendrá las siguientes funciones:

I. Recabar y difundir la información a que se refieren los Capítulos II, III, IV y V del Título Quinto de esta Ley, así como la correspondiente de la Ley Federal y de las Entidades Federativas y propiciar que las Áreas la actualicen periódicamente, conforme la normatividad aplicable;
II. Recibir y dar trámite a las solicitudes de acceso a la información;
III. Auxiliar a los particulares en la elaboración de solicitudes de acceso a la información y, en su caso, orientarlos sobre los sujetos obligados competentes conforme a la normatividad aplicable;
IV. Realizar los trámites internos necesarios para la atención de las solicitudes de acceso a la información;
V. Efectuar las notificaciones a los solicitantes;
VI. Proponer al Comité de Transparencia los procedimientos internos que aseguren la mayor eficiencia en la gestión de las solicitudes de acceso a la información, conforme a la normatividad aplicable;
VII. Proponer personal habilitado que sea necesario para recibir y dar trámite a las solicitudes de acceso a la información;
VIII. Llevar un registro de las solicitudes de acceso a la información, respuestas, resultados, costos de reproducción y envío;
IX. Promover e implementar políticas de transparencia proactiva procurando su accesibilidad;
X. Fomentar la transparencia y accesibilidad al interior del sujeto obligado;
XI. Hacer del conocimiento de la instancia competente la probable responsabilidad por el incumplimiento de las obligaciones previstas en la presente Ley y en las demás disposiciones aplicables, y
XII. Las demás que se desprendan de la normatividad aplicable.
Los sujetos obligados promoverán acuerdos con instituciones públicas especializadas que pudieran auxiliarles a entregar las repuestas a solicitudes de información, en la lengua indígena, braille o cualquier formato accesible correspondiente, en forma más eficiente (CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, 2015).
Transparencia, para el funcionario citado, es sinónimo de franqueza. Debe serlo, pero ¿hasta qué punto? En el trasfondo de la Ley de Transparencia está la idea de ese refrán: ni tanto que queme al santo, ni tanto que no le alumbre.

Aquí, la luz de la sinceridad quema al funcionario, quema al sistema total y en el incendio alcanzamos a vislumbrar las siluetas de nuestras impertérritas vergüenzas compartidas. Qué bueno; pero, también qué malo.

No hace mucho, en Naucalpan se removió del cargo de Defensor de Derechos Humanos a una persona —muy aparte del escándalo de presumible acoso por parte de un regidor— por suponerse que no contaba con los requisitos de ley, los que había falseado. Los gobiernos municipal y estatal tardaron un mes, contraviniendo la ley, para publicar una nueva convocatoria para el cargo. La página web del ayuntamiento es de las mejorcitas que conozco, por lo menos en diseño, pero obedece más a una preocupación de imagen institucional de que servicio público. Es un buen escaparate, pero dista de ser transparente, apenas se queda en translúcido por la cantidad de nexos, datos y recursos que le faltan por exhibir.

¿En el orden de las cosas, la lógica debería de mover a una reacción semejante orillando a Augusto a ser removido del cargo y al desempleo en vista de las evidencias? ¿Debe ser pagano de lo mismo que adolecen tantos y tantos? Dejarnos llevar por el sentido común podría incidir en una probable injusticia, tal vez, como le ocurrió a aquel abogado de una anécdota real que, a mediados de los noventa, también en Naucalpan, perdió un caso y, cuando fue a reclamar al juez, que había sido profesor suyo en la facultad, este le dijo, demanda en mano:

—Todo fue culpa de una coma. De esta coma.

—Pero, ¿cómo va a ser?

—Lee bien. Todo tu caso lo tenías muy bien fundamentado, prácticamente ganado; pero, esa sola coma obliga a interpretar la redacción de ese párrafo crucial de modo contrario a tus intenciones como defensor de la causa. No fue mi lectura, sino tu redacción la que me llevó a sentenciar a la letra. No hacerlo así habría sido quizá justo, pero improcedente. Claro que puedes apelar. Quizá otro juez menos avezado en temas de redacción sea más condescendiente contigo.

Y la historia me recuerda también aquella anécdota del maestro periodista Fernando Benítez a quien su esposa le reclamó alguna vez que fuera tan exigente con sus estudiantes y reprobara a tantos —ejemplo que, hasta cierto punto, apliqué a mi vez en mi paso por la academia—. “Mujer, mejor que los repruebe yo ahora y no luego la vida”.

El caso del juez confronta al ejercicio legal con la realidad de las formas caducas persistentes en la jerga y modo como los tinterillos y los legisladores insisten en redactar las leyes, como fórmulas ininteligibles sujetas a la interpretación del más ingenioso. Urge, sin duda, una reforma en la base comunicativa de las leyes.

Eso está pasando con nuestros políticos, nuestros legisladores, con nuestros profesores normalistas, que se defienden como gato boca arriba: la vida los está reprobando y ante el hecho solo saben responder con berrinches de niño malcriado; y el comportamiento se disemina, se contagia entre el resto de la población bajo el pretexto del hartazgo, del miedo o de la rebeldía frente a la “paternal” represión como se califica al derecho de todo gobierno a ejercer la fuerza para imponer el orden.

Por supuesto que esto último no debía derivar en atropellos y decesos desafortunados. Pero el abuso de poder en realidad no siempre es unilateral. También el poder del ciudadano en determinadas circunstancias puede ser excesivo, reprobable, inicuo.

Toda proporción guardada, no hace mucho personalmente recibí, palabras más o menos, una respuesta extraoficial similar a la de Augusto de parte de cierto funcionario de Naucalpan a quien hice determinada solicitud de información que aún estoy esperando para dar curso a uno de mis artículos pendientes: “ahora sí nos hiciste desenterrar el Baúl de los recuerdos”.

¿Me entiendes, Méndez; o te explico, Federico?


Referencias

CONGRESO GENERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. (4 de mayo de 2015). "Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública". Diario Oficial de la Federación (DOF), pág. 65. Recuperado el 8 de julio de 2016, de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGTAIP.pdf
JIMÉNEZ Jacinto, R. (15 de diciembre de 2015). "Urgen instalar alcoholímetro en Edomex". Recuperado el 8 de julio de 2016, de El Universal: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/metropoli/edomex/2015/12/15/urgen-instalar-alcoholimetro-en-edomex
LIX LEGISLATURA DEL ESTADO DE MÉXICO. (4 de mayo de 2016). "Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de México y Municipios". Gaceta de Gobierno, pág. 96. Recuperado el 8 de julio de 2016, de http://inicio.ifai.org.mx/LeyesEstados/mexico.pdf
VEGA Torres, J. (10 de marzo de 2016). "Participación ciudadana. El escalón que falta". Obtenido de Indicios Metropolitanos: https://issuu.com/antoniodelavega/docs/participaci__n_ciudadana_el_escal__/1



Caminando con el Diablo

DESDE LA PERSPECTIVA latino-estadounidense, el editor político de Univisión, Carlos Chirinos, escribió un artículo (CHIRINOS, 2016) reflexionando acerca de uno de los tópicos más arduos de resolver por quienes nos dedicamos a la comunicación y el periodismo, el referente a la selección y tratamiento de las fuentes informativas. Tema, este, plagado de prejuicios, de reglas contradictorias y, sobre todo, cuando rebasa el ámbito del ejercicio profesional para ser practicado por diletantes, como sucede más frecuentemente hoy por virtud y gracia del acceso que cualquiera tiene al uso de las modernas tecnologías de la información y la comunicación, se presta como nunca a la duda moral aún más que al cuestionamiento ético. Así lo hemos visto con la reciente entrevista del actor Sean Penn al narcotráficante “El Chapo” Guzmán, bajo la producción de la actriz mexicana Kate del Castillo. Apunta Chirinos:
La clave del reportero está en no convertirse en asistente de alguien que está evadiendo la captura y en no ocultar información a las autoridades.
Pero, citando a Diego Fonseca, Chirinos recuerda que el trabajo del periodista es “es entrevistar y conseguir una historia”; no ser funcionario de la DEA como, por contraste, la función de la DEA, el FBI, CIA o Procuraduría General de la República no es reportear, el mío no es dar información a las autoridades sobre un sujeto determinado. El problema aquí es que ni fueron agentes ni fueron periodistas los que tuvieron acceso al capo del narcotráfico, lo que en cierto modo los deja en una regular indefensión y propiciará el acoso de autoridades en México y Estados Unidos para obligarlos a proveer información sensible y persecutoria. Incluso no es difícil que Kate del Castillo deba enfrentar las luces y sombras de la infamia, cuestionada sobre la manera como ha llegado a la cumbre de su carrera.

Quizá en nuestra memoria de teflón no guardemos muchos casos semejantes al que actualmente mueve las conciencias de los colegas comunicólogos, comunicadores, periodistas (y me atrevo a incluir a publicistas y mercadólogos, que ven en circunstancias como la que ahora nos atañe el idóneo caldo de cultivo para generar ventas apoyadas en el escándalo y el morbo de los consumidores de mensajes). Lejos vemos aquellos históricos casos, por mencionar unos muy pocos, como la entrevista del joven reportero Regino Hernández Llergo al “renegado”, “bandolero”, “general” Francisco Villa en 1922 para el diario El Universal (MARTÍNEZ, 2010). O la que años más tarde efectuaría Jacobo Zabludovsky al mítico y legendario Che Guevara; o, todavía más cerca de nosotros, la que llevaría al polémico Julio Scherer García a “caminar con el Diablo” de la mano del narcotraficante Ismael “Mayo” Zambada (SCHERER García, 2010); o la más actual y chocante conversación sostenida por Adela Micha con Jhon Jairo Velásquez “Popeye”, el sicario del infame jefe del cartel de Medellín, Juan Pablo Escobar Gaviria (VELÁSQUEZ Vásquez, 2015).

Sin ánimo de poner en tela de juicio las virtudes o defectos de los personajes mentados, cosa que ya muchos antes que yo han hecho en variopintas biografías, crónicas, y un larguísimo etcétera, no es gratuito que en el anterior párrafo mencionara yo como revueltos en la misma bandeja a guerrilleros, criminales, terroristas. Muchos de ellos han gozado o sufrido de una doble calificación, pues mientras para unos, en un extremo, son héroes o mártires de causas nobles para la sociedad, en los ojos de otros más ajustados a las normas y el status quo no son sino marginales, personajes fuera de la ley a los que se debe contener, cuando menos, o incluso eliminar, cueste lo que cueste. Incluso algunas de esas entrevistas han derivado en consecuencias no deseadas, aunque presumibles, para una o ambas partes.

Entrevistar a un asesino, a un violador, a un lenón, a un pederasta muchas ocasiones es visto por los mismos medios y los entrevistadores como una manera de justificar la aversión general sobre ciertas conductas consideradas antisociales, pervertidas más que solo como asuntos de controversia. Si el entrevistador es un psicólogo, dará un enfoque a la charla que permita hacer alguna suerte de teoría que confirme o sostenga prejuicios académicos, morales o incluso médicos; claro que puede hallar elementos que contravengan y contradigan tales prejuicios y entonces el mismo entrevistador se arriesga a ser, aun hallando evidencias sobre la corrupción bajo el sustrato de un sistema y como el entrevistado, un proscrito en su círculo profesional y en la sociedad misma, a ser visto como un apologista de las disfunciones sociales, de la perversidad, de “los renglones torcidos de Dios”.

La entrevista de Sean Penn y Kate del Castillo a Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” (PENN, 2015) puede entrar en la primera categoría, sobre todo a ojos de las autoridades establecidas. Las normas legales para la protección de las fuentes no son, en ninguna parte del mundo, suficientemente claras y, fuera de los principios éticos relacionados con el ejercicio de las profesiones, los huecos se prestan para manipulaciones de toda índole. Así, casos como estos pudieran ser perfectamente orquestados, desde una perspectiva de la teoría de las conspiraciones, para distraer la atención del público respecto de temas mucho más graves, pero menos notables desde la óptica moralista de la sociedad.

Quienes hemos trabajado en y para los medios sabemos muy bien que parte de nuestra labor es justo, triste y lamentablemente esta: manipular las conciencias de sectores masivos del público. Sectores por lo general mal informados, ignorantes, crédulos, expectantes de lo sensacional, de la nota que sorprenda e introduzca una sensación de variedad en la vida de cada cual. Los villanos no nada más los creamos para las telenovelas, también los hacemos para la vida cotidiana. Y van variando, a veces son los policías, a veces los políticos de tal o cual línea doctrinal, a veces un ciudadano común.
Lo anterior no significa necesariamente que todo lo que se publica son mentiras, falsedades. Aun con la dosis de verdad que puedan contener, las noticias, reportajes, artículos de fondo que podemos generar los que nos dedicamos a esto vamos, junto con los lectores, con los consumidores de información, construyendo lo que nos es significativo como comunidad.

Opina Andrés Lajous que “no es fácil leer periodismo —y desde luego tampoco hacerlo—” (LAJOUS, 2013):
[…] el lector puede creer lo que quiera, aunque precisamente un periodista narra una historia no para que el lector crea lo que quiera sino para que le resulte creíble y verosímil la historia que se le presenta y pueda ser tomada dentro del contrato, entre lector y periodista, sobre la existencia de los hechos descritos. La credibilidad está en parte determinada por las fuentes que se usan, pero también por cómo se construye el contexto en el que se les da sentido; y cómo se argumenta que las relaciones que se pueden encontrar entre eventos, personas, o datos no son sólo coincidencias, sino que marcan causas y consecuencias.
Que la entrevista a “El Chapo” haya sido hecha por actores, por gente del espectáculo más pronto que tarde movió a la suspicacia. No faltan los que consideran todo el caso como un burdo montaje para colocar un velo sobre otros temas como el alza del dólar, la crisis de Medio Oriente, el coletazo financiero de China, los llamados a una Tercera Guerra Mundial so pretexto del terrorismo, lo que lleva indefectiblemente a la interpretación paranoica de los hechos y los dichos, interpretación que también, en la clausura de los grupos de poder para dirimir estrategias de control social, se vuelve el pretexto perfecto para la invención o reinvención de monstruos, enemigos del sistema y del estado, lo sean o no.

En esto el papel de las oficinas de inteligencia desde el nivel municipal hasta el internacional juega un papel muy específico identificando los probables “focos de infección delicuencial”. Así, una manifestación multitudinaria debe —piensan— tener por fuerza cabezas rectoras. La Hydra no cabe en el imaginario gubernamental del modo que tampoco, el asesino solitario, no lo hace en el imaginario colectivo. Si la gente no cree que un solitario Mario Aburto haya podido orquestar el magnicidio de Luis Donaldo Colosio, ¿por qué una manifestación popular no podría suscitarse de forma espontánea? La respuesta es aparentemente simple: de alguien es la mano que mece la cuna.
Por lo pronto, las autoridades en México y en Estados Unidos se han puesto más alertas y sufren el ridículo de que un actor haya podido acceder a un fugitivo, mientras todo un conjunto de aparatos de seguridad y procuración de justicia se mostró incapaz de recapturar al más buscado.

El ridículo, opinan algunos, se extiende a la cabeza principal, se entiende el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, máxime cuando la entrevista se difunde en las redes sociales con más virulencia que su optimista declaración: “¡Misión cumplida! ¡Lo tenemos!”. ¿Quién podría querer que el mandatario fuera foco del descrédito? ¿Qué ganaría el gobierno haciéndose el harakiri con una noticia de tal peso y gravedad?

El tema da mucha tela de dónde cortar, tanta que no puede ser exclusiva de un solo artículo aquí o allá, ni para examinarse de bote pronto. Los comunicólogos y comunicadores tenemos mucho que reflexionar sobre el ejercicio de nuestra profesión, sobre todo a la luz de los vertiginosos cambios a que obligan las nuevas tecnologías de la información, en una época donde no somos ya los únicos generadores de contenidos.

Por lo pronto se me ocurren y propongo tres líneas de lectura e investigación para ir explorando el tópico: 1) la relación periodistas-medios-gobierno, la que ya en buena medida se puso a discusión sobre la mesa tras el despido de la periodista Carmen Aristegui, quien insiste en adosar a las razones laborales otra de índole conspiracional y política.

2) De la mano de la anterior línea indiscutiblemente está la continua disquisición alrededor de las libertades. El hecho de que un individuo sea delincuente, preso o fugitivo, le resta derechos fundamentales, pero ¿en qué grado? Porque también —aunque pese a las buenas conciencias— tiene derecho a exponer su versión de las cosas, cualquiera que sea el objetivo de su expresión. Asimismo, el medio o periodista tiene derecho y obligación a, en el ejercicio y práctica de un periodismo lo más objetivo y neutral posible, presentar las versiones contradictorias de los dichos, pues no hacerlo así conlleva la malversación informativa y por lo tanto la falsificación de los hechos por solo presentar la versión oficial y legalmente aceptada.

3) Es preciso normar y regular aspectos éticos del ejercicio periodístico que establezcan el énfasis en las libertades propias del mismo, así como las obligaciones respectivas sin demérito de las primeras. ¿Entrevistar a un delincuente debe comportar la secrecía? ¿En qué circunstancias la secrecía puede ser violada sin que se incida en una variante del juicio mediático?

Las consecuencias de las respuestas a estas preguntas no son simples y más bien son de una gravedad vital, pues en ello en efecto puede ir la vida del reportero, la fuente o la autoridad. Este punto además se presta a la tentación de la odiosa censura. Al margen el interés informativo o mercadológico, ¿tiene o no derecho el público a enterarse de lo que piensa y cómo piensa un delincuente? ¿Cuántos personajes del pasado, considerados delincuentes, perseguidos, asesinados incluso de formas crueles, tuvieron tal visión de las cosas del mundo que con el paso del tiempo terminaron siendo revalorados como aportaciones a lo que hoy nos rige? Estados Unidos mismo fue levantado por proscritos, reos y criminales de toda laya expulsados del Imperio Británico, no solo vulgares migrantes. Las leyes de ese país las defendieron sus descendientes, como “El Popeye”, arrepentidos, convertidos en gente de bien. A Hidalgo y Guerrero los combatió Iturbide con la ferocidad de quien persigue al que contraría el establishment, luego él mismo sería acusado de traidor.

A mediados de los noventas, y si mal no recuerdo en Proceso, se narraba en un artículo una supuesta reunión clandestina entre narcotraficantes (muy distinta a las suscitadas en 2007 y 2014) reunión presidida presuntamente por Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”. Dicha reunión había tenido como finalidad establecer una especie de plan “insurgente” para transformar a México, hacer una revolución lenta y silenciosa, financiada con los fondos del crimen organizado. Tiempo después, los hermanos Ramón y Benjamín Arellano Félix tendrían una encerrona con el nuncio apostólico Girolamo Priogione y el Dr. Jorge Carpizo tras el asesinato del Cardenal Posadas en la que supuestamente habrían dado a conocer información sensible que aclaraba el papel de “El Chapo” para la paz y el equilibrio nacionales. Hoy no conocemos los pormenores de aquel encuentro, Carpizo ya murió y Prigione, con sus 95 años, guarda un celoso secreto del que quizá solo el papa Francisco tenga conocimiento.

Los acontecimientos recientes en torno a “El Chapo” mueven a pensar, lucubrar, imaginar, investigar.

Referencias

CHIRINOS, C. (10 de enero de 2016). “¿Es legal entrevistar a un fugitivo como “El Chapo”?”. Recuperado el 10 de enero de 2016, de Univisión: http://www.univision.com/noticias/narcotrafico/es-legal-entrevistar-a-un-fugitivo-como-el-chapo
MARTÍNEZ, V. (20 de noviembre de 2010). “La entrevista que sentenció a Villa”. El Universal, pág. s/d. Recuperado el 10 de enero de 2016, de http://archivo.eluniversal.com.mx/cultura/64266.html
PENN, S. (28 de septiembre de 2015). Rolling Stone. Recuperado el 10 de enero de 206, de “El Chapo speaks”: http://www.rollingstone.com/culture/features/el-chapo-speaks-20160109
SCHERER García, J. (3 de julio de 2010). “Proceso en la guarida de “El Mayo” Zambada”. Proceso(1744), s/d. Recuperado el 10 de enero de 2016, de http://www.proceso.com.mx/?p=106967
VELÁSQUEZ Vásquez, J. J. (30 de noviembre de 2015). “Entrevista a Popeye”. Por Adela. (A. MICHA, Entrevistador) 2. Televisa, México, D.F. Recuperado el 10 de enero de 2016, de https://youtu.be/e5tUG1UhH9k



Naucalpan sin Defensor de Derechos Humanos

HACE TRES SEMANAS, el 3 de mayo de 2016, la recientemente nombrada en el cargo de Defensora de Derechos Humanos en el municipio de Naucalpan, Jéssica Guadalupe Mota Valdés, fue destituida bajo el supuesto de haber presentado documentación falsa para ostentar el cargo, además de presumirse una supuesta vinculación con exfuncionarios de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CODHEM) que han sido investigados por sustraer documentos y usar identificaciones oficiales para cometer actos irregulares, sin especificarse que fueran ilícitos.

El ayuntamiento presidido por Edgar Olvera Higuera interpuso la demanda correspondiente de hechos ante la procuraduría del Estado de México (PGJEM) como informó la Primera Síndica Mariela Pérez de Tejada.

Fotos: Zona Cero y El Universal.
Por las mismas fechas, en contraposición, ante la Agencia del Ministerio Público Especializada en Violencia Intrafamiliar y Sexual, Jéssica Guadalupe Mota, de 23 años de edad, acusó al regidor Guillermo Jiménez Zamudio de acoso haciendo incluso públicos supuestos mensajes de WhatsApp entre ambos en los que el regidor la habría no solo hostigado sino amenazado.

Es la fecha que el gobierno municipal no ha seguido los lineamientos establecidos en la Ley Orgánica Municipal en su Capítulo Décimo relativo a la Defensoría de Derechos Humanos, artículo 147-J fracción VIII:
En los supuestos a que se refieren las fracciones I, V, VI, VII y VIII el ayuntamiento citará en sesión de cabildo al Defensor Municipal de Derechos Humanos, en el que se le informará de la o las causas de su separación; se garantizará el que sea escuchado y se recibirán las pruebas que en su favor aporte. El ayuntamiento decidirá lo conducente en presencia del Defensor Municipal de Derechos Humanos y lo notificará a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México. 
En caso de que un Defensor Municipal de Derechos Humanos sea separado de su encargo por causas distintas a las establecidas en el presente artículo y/o por otro procedimiento, será motivo de responsabilidad administrativa para quien aplique uno u otro. 
De presentarse renuncia o separación del cargo del Defensor Municipal de Derechos Humanos, el ayuntamiento expedirá una nueva convocatoria dentro de los diez días hábiles siguientes, conforme lo establecen las fracciones II, III, IV, V, VI y VII del artículo 147 A de esta Ley; en tanto, nombrará un encargado del despacho durante el periodo que dure el proceso para la designación del nuevo Defensor Municipal de Derechos Humanos, dando el aviso de rigor a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
Por lo tanto, el gobierno municipal no nada más está incurriendo en una ilegalidad, sino en una indefinición básica de uno de los principios que el propio presidente municipal señaló desde su toma de posesión como lema de gobierno: "Conciencia y Orden".

Al margen del "escándalo" y las falacias, ¿qué espera el gobierno de Naucalpan para nombrar un encargado de despacho y para efectuar la convocatoria respectiva?

Funcionarios entrevistados off the record por Indicios Metropolitanos han estado diciendo que "ya merito" desde hace una semana.

"Tome nota, tinterillo"

Natural congruencia

Hemos idealizado tanto a la infancia que se nos olvida que como con cualquier especie animal está sujeta a los instintos y queremos darles características y raciocinio adultos cuando para ellos muchas cosas, a veces incluso el delito, son consecuencia de la "natural" irresponsabilidad del juego. No pequemos de naif y recordémonos cómo éramos de niños.

Nos espanta y duele la crueldad o estupidez de muchos adultos, pero hay que ver (como consta en muchas fuentes) la crueldad tan terrible que, jugando, pueden cometer los niños. Pero a los adultos nos es más fácil mirarlos como puros e inocentes y culpar a la sociedad adulta, a los profesores, a los padres, a las instituciones; demandar, exigir atención a lo que, primeramente, no atendemos ni observamos para "refrenar" y "canalizar" en nuestros hijos y cosijos.

Nos espantan los juegos violentos, los que incluyen armas y olvidamos que la explicación antropológica del juego es simple: es una preparación para las expectativas de la vida adulta: jugar al doctor, al maestro, al guerrillero o soldado, a ladrones y policías, al constructor, incluso el fútbol soccer y el americano y el ruggby tienen su razón de ser (no me crean a mí si soy nadie, lean mejor a McLuhan y otros más reconocidos) en la idea de la guerra vuelta metáfora civilizatoria; el box y sus variantes y las artes marciales y la esgrima son modos de volver "civilizada" la agresividad contra uno y el otro, unas maneras revestidas de normas, de políticas, otras de credos, filosofías, metafísica.

Queremos culpar a esos instrumentos de distorsionar, torcer la mente de nuestros infantes para pervertirlos, cuando esa perversión ya es parte de nosotros, con o sin juegos de vídeo o filmes. El acoso escolar no necesitaba de Internet para dimensionarse como ahora lo sobre dimensionamos los adultos. Ocurría con la misma terrible gravedad en siglos pasados, pero no se sabía en el orbe, nomás en el pequeño pero suficiente mundo de los allegados a la víctima.

Y digo suficiente porque bastaba que la niña de mis ojos me supiera, digamos, cobarde para defenderme de los cábulas gañanes, para que me sintiera un pusilánime con ganas de quitarme la vida, por ejemplo, o incidir en mi desarrollo ulterior hasta hacerme quien soy.

Quisiéramos que los juegos de vídeo y los programas de TV y el cine y los cómics fueran más "edificantes". ¿En qué modo? ¿Del modo que al final de cuentas no ocurren las cosas en la vida? La vida no es color de rosa y no es la más excitante aventura. Los juegos, el mito y los ritos de diversa índole tienen su función clara: proveer de una proyección de las expectativas de la vida y la existencia, preparar al futuro "guerrero", "sacerdote", al "oficial" (especialista en algún oficio), al "profesionista", a la "madre", la "esposa", etcétera para desempeñarse con relativo éxito en una lucha cotidiana donde, a querer o no, Darwin tenía razón y sobrevive el más fuerte o por lo menos el que no es tan torpe o deficiente.

La aventura de ir al Mundial es equivalente a un mito de transición, en el que un pueblo entero adolescente, espera mediante enfrentar enemigos y dificultades, pasar las pruebas que le permitan trascender a un estado mayor en el reconocimiento propio, generacional y general. Pero ya quiero ver con las primeras fallas mínimas cómo esos mismos que se escandalizan del "bullying" lo pondrán en práctica en contra de la selección o de algunos seleccionados así en Twitter como en los periódicos o las pláticas de café.

Ante esta cruda realidad sólo me resta solicitar: congruencia señoras y señores; que sin congruencia no hay sentido común que valga.

A la sombra de una duda

OHL MÉXICO CHILLA Y ACUSA ser objeto de una indigna campaña de hostigamiento mediático que ha pretendido poner en entredicho el prestigio de la filial mexicana de la empresa española mediante la filtración de grabaciones de llamadas telefónicas obtenidas “ilegalmente” y ―a decir de la empresa y los peritos consultados por la misma al efecto― “manipuladas” para desvirtuar su contenido.

―¡Que se chinguen los cabrones!― se escucha decir a José Andrés de Oteyza en la más reciente grabación que insufla el escándalo alrededor de OHL México. Reza el dicho que si el río suena, piedras lleva. ¿Qué hay de cierto detrás de las argumentaciones de OHL y sus directivos? ¿Cuán involucrados han estado funcionarios públicos de diversos niveles del Estado de México y del gobierno federal e incluso de empresas paraestatales como Pemex y CFE en la adjudicación aparentemente corrupta de concesiones para la construcción y/o administración del Viaducto Bicentenario, el Circuito Exterior Mexiquense, el último tramo del Segundo Piso del Distrito Federal y otras obras más en diversas entidades del país?

¿Quién y cómo puede beneficiarse del escándalo? Hay dudas que ensombrecen y pueden corroer conciencias.

Historial añejo
En realidad la historia no es nueva y parece en todo caso repetir la pauta tanto de acción como de reacción experimentadas ya en España donde, por ejemplo, Juan Miguel Villa Mir, presidente de la empresa allá ha negado sistemáticamente las acusaciones con actitud de ingenua sorpresa e indignación.

Primero, en 2014, negó haber “comprado” por 365 millones de euros la adjudicación, en 2006, para construir el hospital Son Espases en Palma de Mayorca, en las Islas Baleares, mediante arreglos presumiblemente corruptos con el gobierno del entonces presidente balear Jaume Matas del Partido Popular.

El fiscal anticorrupción Pedro Horrach, que ha seguido el caso desde hace años ha elaborado un completo y amplio dossier sustentado en más de una docena de testimonios aparentemente incriminatorios; especialmente basa las querellas y diligencias en los dichos y testimonios de la exconsejera balear de Sanidad Aina Castillo, quien controlaba el proceso de adjudicación y al igual que otros funcionarios y empresarios relacionados con este y otros casos ha sido imputada penalmente en más de una ocasión.

En España, como en México, la reacción de OHL ha sido de dos formas: por una parte alegar inocencia y llamarse a sorpresa frente a un inexplicable hostigamiento; por otra parte, amenazar o arremeter legalmente contra las empresas y/o los gobiernos contrapunteados ya por ganar o perder las adjudicaciones; y contra los individuos identificables como presuntos orquestadores de su desprestigio. En España, por ejemplo, entabló demanda contra las empresas ACS Dragados y FCC, mientras que en México está enfrentada, por un lado, con Infraiber, a la que ha señalado como probable autora del espionaje telefónico causante de las filtraciones que han hecho escándalo desde mayo de 2015; y, por otro lado, contra el gobierno poblano de Rafael Moreno Valle (entre otros litigios) que señala a la empresa de ni siquiera haber iniciado en cuatro años la construcción de la carretera libramiento elevado norte de la ciudad de Puebla, porque no logró liberar los derechos de vía y en cambio trató de trasladar tal obligación al gobierno estatal, razón por la que este “rescató” la concesión. Dicho libramiento elevado, en el que también participa Pinfra, tendría la función de desahogar el tránsito de la autopista México-Puebla con dirección a Veracruz y ha implicado una inversión de 10 mil millones de pesos.

En su sitio web en México, OHL se presenta como una sólida y ancestral empresa [transcribo corrigiendo el estilo]:
OHL es el resultado de la sucesiva fusión de tres grandes constructoras: Obrascón, Huarte y Lain. 
En 1911 nació en Bilbao la Sociedad General de Obras y Construcciones Obrascón, S.A. Unos años más tarde, en 1927, Huarte las familias Huarte y Malumbre en Pamplona fundaron Huarte. Por último, Construcciones Lain se constituyó en 1963 como empresa filial del grupo británico John Laing Construction. 
La presencia del Grupo OHL en México se remonta a más de 30 años participando en la historia del país. Inicialmente a través de Huarte con diversos proyectos inmobiliarios y de obra civil a finales de los años 70, y desde 1998 como Grupo OHL. 
OHL Concesiones inició sus actividades en México en el año 2002 y un año después le fue asignada la primera de las obras a ser diseñada, construida y operada. OHL México emprendió desde ese momento una estrategia de diversificación en áreas próximas a la construcción y con gran potencial de crecimiento como son las infraestructuras de transporte en concesión. 
En 2003, con la adjudicación del Circuito Exterior Mexiquense, emprendió una nueva línea de negocio que llevó a la participación en varios proyectos hasta alcanzar en la actualidad un importante portafolio de activos en los sectores carretero y aeroportuario.

Una cola más larga que el ancho del Atlántico
El caso del escándalo en México se suma a los ya vividos por la empresa en España y que incluso han tocado tangencialmente al caso de la Infanta Cristina, imputada de "complicidad necesaria" en la malversación de fondos en el caso del Instituto Nóos en el que se viera implicado su esposo Iñaki Urdangarín, y que trajera entre otras consecuencias la abdicación de Juan Carlos de Borbón y la decisión del Rey Felipe VI el 11 de junio de 2015 de decretar el retiro del título de duquesa de Palma a su hermana, en el interés de allanar las averiguaciones y litigios respectivos.
O el escándalo más reciente que involucra en un caso de acoso sexual y maltrato a una dermatóloga al yerno del marqués de Villar Mir y consejero de OHL, Javier López Madrid, además amigo íntimo de sus majestades Felipe y Letizia e implicado también en un escándalo por malversación de fondos de Caja Madrid.

Según Agustín Marco, columnista del diario El Confidencial, López Madrid es el hombre del mundo de los negocios que goza de la total confianza del monarca español al punto de ser uno de sus seis principales consejeros en esta materia. En un texto publicado el 8 de junio de 2014 apuntaba:

Emilio Lozoya, director de Pemex
Javier tiene buenas relaciones con el PSOE, a través de Alfredo Pérez Rubalcaba y la olvidada Elena Salgado, y también con el PP, por su cercanía con Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, con el que se suele ver por Marbella. Pero su lista de contactos es mucho más internacional, con grandes amigos en Latinoamérica, especialmente en México, gracias a que compartió educación con los nuevos dirigentes del país, como Emilio Lozoya, la mano derecha del presidente Enrique Peña Nieto. Una relación que le llevó a ofrecerse sin aparente interés personal a tender puentes con la Moncloa para resolver el problema de Repsol, que finalmente ha acabado con un preocupante enfrentamiento entre España y la potencia latina. Es un habitual del Foro de Davos, que congrega a lo más granado de la política y de las finanzas mundiales cada enero en la ciudad suiza. Allí se mueve como en su casa. [El enfatizado es mío.]
Lazos trenzados en una red de intrigas
Sin ánimo de barruntar alguna teoría conspiracionista, las bases y la historia de hechos, nombres, conexiones y lazos que se trenzan bajo el escándalo que asuela a OHL revelan una trama abstrusa, hecha por oscuras subtramas que apenas empiezan a desvelarse y cuyas sutiles relaciones apuestan a que puedan ser vistas como cosas aisladas y que se antojan como ficciones de algún thriller, tal es el caso de la desaparición de una mesera letona en Marbella a quien se le vio por última vez abordando un Mercedes Benz conducido por Wesley Capper, hijo del acaudalado emprendedor inmobiliario británico John Capper.

OHL adquirió a finales de 2014 el edificio del antiguo Ministerio de Guerra Británico en Londres para restaurarlo, remodelarlo y construir ahí un hotel de cinco estrellas. Esto en medio de un conjunto de sospechas alrededor de la industria inmobiliaria británica acusada de servir para el lavado de dinero y siendo esta una de las razones porque resultan sospechosos los resultados de las auditorías de la oligopólica calificadora Standard & Poor’s favorables al caso de OHL México.

La visita de Estado de Felipe VI a México poco antes de las elecciones y su paso fugaz por Zacatecas tuvieron mucho más significado que el evidente y el declarado en los discursos.

Durante muchos años, todo el período de Conquista, Colonia y Virreinato, y aún a comienzos del siglo XX, la relación literalmente familiar de Zacatecas con Asturias, de la que es príncipe el monarca, ha sido determinante en las relaciones comerciales entre México y España, si bien es cierto que no es la única.

Se trata de una relación que se remonta a los descendientes del Rey Pelayo fundador de la Casa Da’Cunha de donde surgió la amplia y extendida estirpe de los Acuña que ha comprendido hacendados mineros y ganaderos. El virrey don Juan de Acuña creó la primera Casa de Moneda en América y acuñó las primeras monedas de la Nueva España.

Se ha tratado de una larga historia motivada por la ambición de explotar los recursos naturales de América para competir con el imperio inglés.

A esta larga historia deben sumarse por supuesto los posteriores episodios de la migración española a México y su influencia en distintos ámbitos de la economía y la cultura nacionales.

El rey, en su alocución ante el Senado de la República, acentuó la “amistosa complicidad seglar” de ambas naciones:

Más de cinco mil trescientas empresas españolas, de todos los sectores, están radicadas en México y contribuyen a generar empleo, riqueza y bienestar. España es asimismo el segundo inversor mundial en México y este hecho corrobora la confianza que España, sus empresas, su gente depositan en las posibilidades presentes y futuras de un país tan dinámico y una sociedad tan vibrante como la mexicana […] Expresión de esa confianza que despierta México es el interés generado por las reformas que ha puesto en marcha y que transmiten una clara determinación de su sociedad e instituciones por avanzar y mejorar […] Nuestros países son en suma […] verdaderos socios estratégicos
Y por su parte, el Presidente Enrique Peña Nieto acotó al despedir al monarca:
Aquí deja su majestad un pedacito de su corazón, pero también ese corazón que deja en México es el que nos hermana, que hace que esta alianza estratégica permita construir un porvenir más próspero para nuestras sociedades; pero, lo más importante, permite reafirmar esta relación de amistad que es inquebrantable.
La conexión letona
Quizá el tema donde más interés puede tener España para afianzar las relaciones bilaterales es precisamente el relacionado con el desarrollo de la infraestructura, mismo que pasa por dos reformas, la de Comunicaciones y la Energética, justo dos ámbitos donde se han registrado roces y escándalos y millonarias fortunas aun a despecho de patrimonios históricos, culturales y ecológicos como son, en España, el edificio del Banco Hispano Americano en la Plaza de Canalejas (donde construirá un centro comercial, viviendas y un hotel de la firma Four Seasons) o en México Las Torres de Satélite, cuya plancha se vio recortada en los costados por la construcción el Viaducto Bicentenario, y el complejo turístico Mayakobá en la Riviera Maya, si bien estas afectaciones puestas en perspectiva son apenas daños “menores” respecto del trasfondo y so pretexto del desarrollo urbano y el progreso que significan estos y otros proyectos.

Como parte de estos intereses creados tenemos que, por un lado, la petrolera catalana Repsol se encuentra enfrentada a Pemex dirigida por Emilio Lozoya, a la que señala de pretender dividir a la empresa. Por otro lado, Iberdrola será socia privilegiada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ―dirigida por Enrique Ochoa Reza, quien fuera miembro del consejo de administración de Pemex― en la generación de electricidad, transporte y distribución de energía y almacenamiento de gas natural, para lo que la empresa piensa invertir 5 millardos de dólares. Por si fuera poco, en 2012 Iberdrola Ingeniería y Construcción (Iberdrinco) destituyó al exconsejero Alberto Sicre tras verse implicado en un caso de corrupción en Letonia relacionado con el pago de sobornos por alrededor de 300 millones de euros a la empresa Energy Consulting del consultor latvio Andrei Livanovich, para imponerse en una puja para la construcción de una central de ciclo combinado de 420 megavatios en Riga, puesta a concurso por la empresa estatal Latvenergo, la más grande generadora de electricidad en el Báltico. La planta la inauguró el Rey Juan Carlos de Borbón. No obstante, este exconsejero fue contratado por OHL en 2013 para fungir como asistente financiero en el desarrollo de negocios, especialmente del ramo energético.

De acuerdo con lo que informó por aquellos años 2012 y 2013 la oficina del Procurador General de Letonia, el caso documentado por el Buró de Prevención de la Corrupción amenazaba extenderse no solo en número de personas implicadas, sino en ramas y extensiones a otros países como España, Turquía, Suiza, Noruega ―donde recientemente OHL se adjudicó el contrato de obras de reconstrucción y ampliación de una estación de tren para adaptarla a la línea de Alta Velocidad que se ejecuta en el país, por un importe de 290 millones de euros― y Suecia y aún más allá en función de los nexos con Rusia, China o América, dada la dependencia europea de los productos y servicios energéticos provenientes del este.

La implicación de Enrique Ochoa Reza en el más reciente audio del escándalo OHL México la negó CFE mediante boletín de prensa.

La punta del iceberg
Las acusaciones por corrupción en todos estos casos en los que se ha visto involucrada directa o indirectamente OHL han conllevado semejantes formas de proceder tanto en la acción como en las reacciones de parte de los distintos actores, por lo general con tendencia a negar los hechos o a disminuirlos en su apariencia e importancia.

Las derivaciones de todo lo anotado complican más responder a una de las preguntas iniciales. ¿Quién se beneficia con el escándalo alrededor de OHL?

Puestos a especular en el afán de armar el rompecabezas van quedando claras algunas cosas.

Primero que nada, aun cuando los peritos contratados por OHL México para examinar las grabaciones filtradas a la opinión pública argumentan la probable manipulación de las mismas, la parte de su dicho que difícilmente puede sustentarse es la relativa a que tal manipulación se hizo para tergiversar el sentido del contenido.

Quienes hemos trabajado en la producción de audio sabemos bien que sí puede manipularse una grabación mediante diversos procesos, pero solo uno puede modificar el sentido del contenido y este es la edición, es decir el corte deliberado de fragmentos de audio para reacomodarlos en la secuencia acústica. Así se consigue, por ejemplo, que un personaje hable antes o después que otro alterando el tiempo de sucesión o alterando el orden de las palabras para afectar la gramática del discurso. El tono puede cambiarse, pero el timbre y la huella de voz no, por más que se pretenda alterar por diversos procedimientos físicos o electrónicos. No obstante la posibilidad, nadie que no tenga acceso al contexto de la grabación completa de principio a fin puede afirmar que el contenido de esta, aun detectándose cortes editoriales, sesga el texto con alguna finalidad perversa. Se puede afirmar la existencia de cortes y de ello concluir cierta manipulación ―hecha tal vez solo para quitar la “paja”― pero sin el guión, sin la historia, afirmar tal cosa no nada más es temerario sino un aventurado desatino.

A la luz de lo que he venido exponiendo en este reportaje, lo más importante de las grabaciones ―a pesar de la ilegal forma de producirse― es que dan pistas, indicios para la conexión entre personalidades de la iniciativa privada y gobiernos, no nada más en México sino en las oscuras, veladas extensiones que el caso puede tener en otras partes del mundo. La selección que ha efectuado la fuente anónima no parece ociosa ni gratuita y, visto así, parecería perseguir un fin mayor y mejor que solo golpear el prestigio de una firma como OHL.

Periodísticamente hablando son noticia y, a menos que se compruebe su banalidad, su difusión comprende el afán por formar una opinión pública enfocada en dirimir los alcances y perversidad de la corrupción tanto en la iniciativa privada, en las esferas públicas y en sus vasos comunicantes.

¿Qué hay detrás de esas grabaciones más allá de un vulgar y mezquino espionaje? ¿Está el gobierno de Letonia? ¿Están el gobierno o la mafia rusos interesados en dominar el mercado energético en esa parte del mundo? ¿Está el gobierno español coludido con la inteligencia del mexicano? ¿Están la CIA o la INTERPOL? ¿Quién es el detective privado conocido como “El Puma” mencionado en uno de los audios?

Apolinar Mena, Eruviel Ávila, José Andrés de Oteyza, Manuel Ortiz
Todos los implicados en las grabaciones han tenido al menos una escena en el drama ya descrito, aun cuando se empeñen en negarlo o puedan comprobar su distancia actual respecto de ciertos hechos. Algunos como Apolinar Mena, ex secretario de Comunicaciones del Estado de México, aceptaron su participación. Hoy, lo examinado, puesto como sustrato de las decisiones de gobierno de Eruviel Ávila Villegas dan congruencia a la creación de una súper Secretaría de Infraestructura de la que cuidada y paulatinamente se han ido quitando con cualquier pretexto, desde el despido hasta la jubilación, aquellos personajes que “saben demasiado”, como el Ing. Manuel Ortiz quien tuviera a su cargo la construcción del Viaducto Bicentenario, el Circuito Exterior Mexiquense y otras obras. Incluso cierto ingeniero de OHL dejó la empresa para formar parte del equipo de campaña de David Parra Sánchez para la presidencia municipal de Naucalpan de Juárez.

Allá como acá, lo evidente es que la corrupción y sus intrigas hacen el cáncer social que se resiste a morir. Si, como dijera Gerardo Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes de México, escribiéremos un libro alrededor de esto, lo primero a notar debería ser la pertinencia del alias escogido por la fuente anónima, del antihéroe de la ficción, que se presenta cual homónimo de la novelista estadounidense Danielle Steele.




[Con información de El País, El Economista, Imagen, ABC, República de las Ideas, Voz Pópuli, El Confidencial, Baltic Times, La Jornada].

Prohibido prohibir

(El siguiente texto es un capítulo de mi ensayo Infernal hermosura, en preparación.)

EL TEMA DE LOS NARCOCORRIDOS, como antes el de los corridos revolucionarios o las canciones de amor y contra ellas o ellos, o en su momento el jazz o el rock & roll, ha sido uno que, en México y Estados Unidos (y no nada más), ha generado no solo polémica, sino incluso censura gubernamental, habiendo llegado al extremo de, como hizo el exalcalde de Ciudad Juárez, Javier Garfio —a quien se le otorgó la licencia para dejar el cargo el 6 de diciembre del mismo 2015—, proponer su prohibición y, en caso de desacato, sanciones como multas hasta por 330 mil pesos o arresto hasta por 36 horas a los responsables de las emisoras que transmitan tales contenidos o incluso a los cantantes populares y grupos de trovadores que difunden tales canciones en bares, cantinas y otros centros de entretenimiento (CORIA Rivas, 2015), lo que contrasta no nada más con la opinión de cronistas musicales o estudiosos del tema, autores de diversas disciplinas artísticas, sino de la misma Kate del Castillo, pues ven en ellos lo que justamente son, a despecho de las buenas conciencias: una forma de expresión popular [corrección de estilo mía]:
Yo creo que estamos en un mundo libre. Somos adultos. A los niños hay que cuidarlos, desde luego; tener censura, en casa, porque todo empieza en casa y la educación empieza en casa. Pero los narcocorridos a mí me encantan. Se me hace una música bien padre […] Son historias, historias verdaderas [sobre las] que, además, no podemos hacer oídos sordos en nuestro país, [pues] suceden todo el tiempo. 
Teresa Mendoza vive terriblemente, la suya es una vida que nadie quiere; todo lo que toca, muere; se queda sola. ¡Es horrible! Así que yo no veo dónde está la oda al narcotráfico (CASTILLO K. , "Kate del Castillo habla sin pelos en la lengua de los narcorridos", 2015).
Caso más serio es la propuesta del senador priyista Jesús Casillas Romero hecha el 30 de marzo de 2016, para votar un punto de acuerdo con la finalidad de condenar “cualquier expresión que promueva la violencia de género” y adicionalmente exhortar al retiro de la difusión del videoclip del cantante Gerardo Ortiz, producido para ilustrar el tema de la canción “Fuiste mía” con más de 20 millones de vistas al momento de escribir estas líneas, contra la ridícula cifra de 99 del video en el canal YouTube del senado mostrando el extracto respectivo.


Describiendo de manera sucinta el video en cuestión, el senador consideró que el contenido, al que calificó de “altamente violento, misógino y que atenta contra la dignidad de las personas” (como si no hubiera en la historia de la televisión y el cine obras más terribles y sangrientas), hace apología del delito desde el momento que, al plantear la trama una infidelidad que motiva al protagonista a asesinar, justifica el crimen pasional.

En el video, como en tantas novelas y dramas teatrales o cinematográficos antes, el hombre engañado asesina de un balazo en la frente al amante y rival; luego, dolido, suponemos que veja a la mujer —nunca se muestra el hecho explícito— en la idea de someterla a una “lección” inolvidable, para más tarde encerrarla en la cajuela de un automóvil que incendia en algún paraje, por lo que inferimos que la “inocente” fallece quemada viva en una clara sinécdoque alusiva al dicho popular: quien juega con fuego, acaba quemado.

No nada más incómodo con este violento elemento dramático, el senador abundó en la indignación que le provocó a él (aduciendo que el malestar puede ocurrir a cualquiera, especialmente si es mujer) la escena de sadoerotismo en el baño, sin reparar o hacer mención siquiera a los otros aspectos morales implicados en el tema de la infidelidad o los toqueteos sensuales con que arranca la obra. O sea, sí, es comprensible que la solución dada por el protagonista resulta excesiva; no obstante, la ofensa que la detona no es menor, a menos que se vea a la infidelidad como si una mera ocurrencia, simple tentación en la que cualquiera puede caer.

El video, en realidad, lo que muestra es una versión sintética y de regular calidad de Otelo de Shakespeare, solo que de modo no más explícito sino un poco más desarrollado en su crueldad y el moro (como si la conducta quedara justificada por la barbárica negritud del personaje) también quedó impune a ojos de la justicia humana.

El drama presentado es de gran profundidad humana y tan cotidiano como respirar. Por supuesto me refiero al tema de la infidelidad y la virulenta reacción del amante ofendido, no a la violencia que ejerce pues está visto que hay muchas maneras como los cornudos toman carta en el asunto de la revancha.

La propuesta del senador no atenta a la libertad de expresión tanto como a la posibilidad de, mediante esa libertad, traducir la realidad en mensajes estéticos cuya carga comunicativa dista de ser “didáctica” porque no está en su propósito original.

El día que no podamos contar lo que vemos, oímos, sentimos, pensamos, sabemos o nos enteramos porque, no sea que estemos “justificando” conductas nocivas, ese día no solo habremos dado al traste con el fundamento de la literatura, de las artes plásticas o incluso el arte popular, sino habremos dado la puntilla a la cultura en general con el estilete de la estupidez ya más inclinada a la imbecilidad.
[…] El problema de esto es que se hace una apología del delito. Pareciese más una promoción [del mismo], porque no se nota… no denota que, a consecuencia de estas conductas, el involucrado sea sujeto a la justicia, sea detenido y, por el contrario, queda en completa libertad y […] con una inmensa impunidad.
Es decir, el crítico musical que palpita en el senador habría estado contento si, además de la violencia explícita, el creador también le hubiera sumado en la trama el arresto explícito. Aceptaría tal vez una violencia implícita, censurada, pero no un arresto implícito como está precisamente marcado en el video desde el momento que se incluye como personaje y con escena específica a la autoridad en acción.
Pero el asunto no termina ahí […] El problema es que en este video también participan elementos de la seguridad pública del municipio de Zapopan, Jalisco […] uno de los municipios donde ya se emitió la “alerta de género”. En Jalisco se han cometido más de 550 feminicidios en los últimos años […] y hoy este video parece ir totalmente en [sentido] contrario a lo que las autoridades han determinado para evitar que las mujeres […] sigan siendo violentadas, mancilladas […] (CASILLAS Romero, 2016)
En Zapopan, también, donde hay una de las avenidas más largas dedicadas a establecimientos de bares, table dance y antros variopintos donde prostitución y trata de blancas es negocio de los mismos políticos por intermedio de prestanombres. Donde el narcotráfico ha hecho su colonia. Ahí está el meollo. Atacar al video lleva jiribilla, es pretexto para dos cosas: una, abrir la puerta para asestar un golpe al cártel Nuevo Jalisco; dos, abrir la puerta a la impunidad de los actores políticos en el ámbito de la opinión pública.

Minar, controlar las manifestaciones artísticas como en tiempos de la gran prohibición tiene tentados a muchos, comenzando con el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, hartos del acoso de que son objeto en redes sociales, la Internet, y medios tradicionales y alternativos, como puede ser mi blog Indicios Metropolitanos.

Desde este punto de vista, el senador exhortó a la Secretaría de Gobernación, para que, en el ámbito de su competencia, pudiera emitir una disposición legal para prohibir la difusión del video en cuestión y videos semejantes en lo sucesivo. Exhortó también al presidente municipal de Zapopan y al Congreso estatal de Jalisco a investigar la participación de la Comisaría General de Seguridad y el presunto uso de recursos humanos y materiales en la producción del video. Así, si miramos la historia de la censura en el mundo, se comienza proscribiendo a uno y su obra, y se sigue coaccionando a todo aquel que ose hacer un gesto contrario a la voluntad del Estado.

A este punto de acuerdo, la senadora panista Silvia Garza Galván añadió una propuesta más atrevida y tajante al proponer que además se prohíba la difusión de obras que infundan terror.
[…] Si bien tenemos la libertad de subir, publicar, etcétera, hay una línea muy frágil que estamos rebasando […] Ya pasan cuestiones muy difíciles de superar […] de terror, como para estar difundiendo este tipo de videos que no van con nuestros valores y principios (GARZA Galván, 2016)

Estas virulentas, aunque comprensibles, reacciones de los senadores y de los políticos en general, haciendo “eco” al sentir de una parte de la población, no son sino la superposición de prejuicios morales frente a las propuestas y valores estrictamente estéticos y comunicativos de obras como las comentadas.

Cuando una obra artística es vista con los ojos de la moral, indefectiblemente resulta escandalosa, herética o, en el otro extremo, santificadora. Porque el ojo del artista, en el momento de la creación lo que busca es justo destacar aquello que, o el resto de la sociedad se niega a ver, o no atiende por estar inmersa en otros intereses más egotistas.

El claro desconocimiento de parte de los senadores de lo que implica la producción de una obra narrativa acentúa la equívoca lectura del texto por no atender al contexto; o, viceversa, enfatiza la equívoca lectura del contexto por no detenerse en asimilar los límites narrativo-descriptivos a que está sujeto el texto en su trama básica.

Imagina, lector, lo siguiente: Caperucita camina por el bosque, topa con el Lobo. Charlan. Él la seduce y ella accede a sus requiebres, aun con tintes violentos. Entonces él se la “come” viva, en medio de la soledad del bosque, teniendo por únicos testigos a los árboles y las ruidosas aves en la enramada. Él, satisfecho, se va campante por el camino rumbo a su guarida ignorante de que, en otro punto del sendero, un cazador como él, ávido de pieles, acecha.

Principio básico de todo texto narrativo (literal, musical o icónico) al planearse la trama es que “algo tendrá que ser hecho” y “algo es hecho”, esto supone una estructura elemental ya explicada primero por Aristóteles y más modernamente por una pléyade de autores (Umberto Eco, Roland Barthes, Joseph Campbell, Tzvetan Todorov, y un largo etcétera); sin embargo, desde el momento que toda obra es un ente abierto (a la interpretación) nunca es del todo cerrada. No siempre el autor está obligado a provocar una catarsis, a trazar un desenlace con carácter de moraleja. En muchas obras, lo valioso no es lo que está siendo evidente, en este caso del video lacerante de la sensibilidad de los senadores, sino lo que no lo es, lo que no está. No está el arresto, pero está la policía. Está el incendio y la cajuela, y vemos el cadáver del amante cayendo ensangrentado y a la mujer en lencería de pie junto al vehículo, pero no nos consta que sea quemada viva, porque no es evidente. Eso que no está queda sujeto a la interpretación del espectador, del lector. Inferir una cosa puede ser tan erróneo como inferir su contrario.

Gerardo Ortiz - Fuiste Mía (Official Video) from José Antonio de la Vega on Vimeo.


Leer el video finalmente proscrito tras el triunfo de la intolerancia tras la petición efectuada mediante Chang.org por la periodista queretana Jovana Espinosa (para ver el video incluido escribe la clave "fuistemia1"), no puede pasar ni quedarse en un solo nivel, el superficial. Las imágenes pueden resultar fuertes, provocadoras, sensuales, incitantes de mil maneras, pudo recurrir el creador a muchas fórmulas gráficas tanto más o menos agresivas para la susceptibilidad de los espectadores, ser tan sangriento como un filme de Tarantino o tan anodino como comedia romántica, pero de todos modos obedecen a la historia que la letra de la canción pretende narrar:

Vienes y me tocas el cuerpo
y te llevas mi alma
y no sabes lo que siento,
pero a solas me juras
y en algunas [veces] perjuras
que soy tu deseo.

Tienes un sabor a mentira
[con] que seduces mi vida,
eres tú tan divina;
y me entrego a tu aliento
y al olor de tu cuerpo,
no sabes lo que siento.

Llegas y me llevas al cielo
y me llenas de besos
y me dices “te quiero, corazón”.
Oh, sí, es por esas mentiras
que me endulzan la vida
[que] eres tú mi alegría.
Es mejor que me vayas contando
en qué tiempo fuiste mía.

Llegas y me llevas al cielo
y me llenas de besos
y me dices “te quiero, corazón”.
Oh, sí, es por esas mentiras
que me endulzan la vida
[que] eres tú mi alegría.
Es mejor que me vayas contando
en qué tiempo fuiste mía.

Contrástese la letra con la de otras canciones abordando el mismo tema, como los boleros “Sabrá Dios” y “Se te Olvida” de Álvaro Carrillo, podrá notarse que el dolor ante la afrenta de la infidelidad confirmada o supuesta detona la ira del afectado, la que deriva en una amenaza explícita, en una potencial violencia implícita que, de suscitarse, puede tomar formas de agresión psicológica, la resignación o llegar al extremo del asesinato o el suicidio, y esto independientemente del género de la víctima, porque la obra artística, aunque tomando ejemplo concreto en una situación específica tiene alcance universal:

Sabrá Dios, si tú me quieres o me engañas,
como no adivino, seguiré pensando,
que me quieres solamente a mí.

No tengo derecho en realidad para dudar de ti
y para no vivir feliz, pero yo presiento
que no estás conmigo, aunque estés aquí.

Sabrá Dios, uno no sabe nunca nada,
me dará vergüenza, si este amor fracasa
nada más por mi equivocación.

Y debo estar loco,
para atormentarme sin haber razón,
pero voy a luchar
hasta arrancar ésta ingrata mentira
de mi corazón.

Sabrá Dios, uno no sabe nunca nada,
moriré de pena, si este amor fracasa
nada más por mi equivocación.

Y debo estar loco,
para atormentarme sin haber razón,
pero voy a luchar
hasta arrancar esta ingrata mentira
de mi corazón.
— § —

Se te olvida que me quieres a pesar de lo que dices,
pues llevamos en el alma cicatrices
imposibles de borrar...

Se te olvida que hasta puedo hacerte mal si me decido[1],
pues tu amor lo tengo muy comprometido,
pero a fuerza no será...

Y hoy resulta que no soy de la estatura de tu vida,
y al soñar otros amores se te olvida
que hay un pacto entre los dos[2].

Por mi parte te devuelvo tu promesa de adorarme,
ni siquiera sientas pena por dejarme,
que ese pacto no es con Dios.

La tendencia moralista que intenta oponerse a las formas posibles de ideas como las expuestas en las canciones anteriores querría erradicar toda conducta hiriente, pero ello atentaría con la esencia humana y demuestra más miopía intelectual que caridad solidaria respecto de las víctimas de la violencia.
La opinión de Kate del Castillo sobre los narcocorridos, dada a conocer en noviembre de 2015 durante una entrevista para el programa de “El Bueno, la Mala y el Feo” de la radiomisora 92.1 Uforia Station perteneciente a Univisión de Los Ángeles, la retomó la televisora en el programa “Sal y Pimienta” a casi un mes del escándalo y con un propósito muy característico para mantener analíticamente la atención, que no el seguimiento puntual, sobre una noticia ya para entonces en reposo natural como establece la teoría periodística, he hizo esto argumentando como suspicaz justificación que
[…] Lo interesante es que ella habló unas semanas después —dijo enfatizando Lourdes Stephen, conductora de “Sal y Pimienta” de que se reunió en México, clandestinamente, con Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Aplicando esto de manera específica a la narcocultura, de la que no todo producto cultural como el analizado y señalado por los senadores es parte, entre las conclusiones a que llega Mondaca-Cota:
La narcocultura, habiéndose instaurado como un fenómeno social y cultural, generó ambientes y espacios propicios para construir un conjunto de manifestaciones culturales y crear imaginarios en contextos sociales favorables. Desde lo cultural, diversas formas objetivadas y subjetivadas derivaron en objetos concretos y subjetivos vinculados a la narcocultura, estos dieron forma a una amplia cantidad de componentes materializados en dinero, autos, vestimenta, joyas armas, etcétera, evidenciados en espacios específicos [que …] se convierten en espacios de expresión de la narcocultura. 
Estos componentes configuran visiones del mundo en las prácticas de la vida cotidiana, concepciones del mundo donde el dinero, los excesos y el consumo se traducen en formas de pensar y estilos de vida. La narcocultura se manifiesta a través de la arquitectura, la bebida y la música, la vestimenta, la religiosidad, las creencias, los códigos de honor, entre otros; está presente en los espacios de la ciudad: las calles, los espacios religiosos y de entretenimiento […] 
Pero no sólo en los espacios de la realidad de lo visible se expresa la narcocultura, sino que está en los actos de la ilegalidad y de paralegalidad […] Ahí se cristalizan la impunidad y el poder […] 
Mientras que la función informativa de los narcocorridos cumple con ofrecer datos de la vida real y ser contrapeso de los datos oficiales, la construcción de los mitos también tiene sus efectos en la sociedad. No son solo la ficción y la realidad los componentes que acercan al actor simbólico con la audiencia, sino las leyendas que se tejen a su alrededor […], por lo que el hecho de exponer todo un arsenal de elementos para demostrar la violencia y la muerte, el atrevimiento y los arrojos; el poder y el control, el éxito y los triunfos, etcétera, tiende a conferir significaciones que sobrepasan lo real de lo imaginario, como foco de atención. Vistos como crónicas, los narcocorridos contienen representaciones de orden mítico, “a veces inventado”, como bien dicen los actores juveniles y lo confirman algunos compositores y productores de música, “pa’que sea creíble”, “pa’que venda más”. Es esa función mítica la que reinventa el mundo de los narcotraficantes y alimenta aún más la vida cotidiana (MONDACA-COTA, 2012, págs. 323-325)
Permitir que acuerdos legislativos retrógrados como el propuesto por el senador Casillas o la “Ley Beltrones” o la “Ley Fayad” pasen a mayores, abriría la puerta no a la censura y el control estatal, sino a la coacción misma impuesta sobre los creadores al más puro estilo macartista. Eso sí es lo que no podemos permitir los mexicanos como sociedad y nación, porque sería un retroceso en lo obtenido en materia de garantías individuales. Ya bastante se movió el tapete al aprobar los diputados reformas en materia del “estado de excepción” (LA JORNADA, 2016).

Voy de acuerdo en que cierto grado de censura estimula a la creatividad, porque obliga al creador a encontrar e inventar nuevas formas de expresión, a sorprender, pero esto requiere igualmente un público educado para comprender los juegos metafóricos resultantes y, por desgracia, los niveles educativos de nuestro país han demostrado que la capacidad para la comprensión lectora de la población está por los suelos. Así, hacer mensajes elaborados e incomprensibles para la mayoría significaría más bien un golpe mortal y deterioro de la industria cultural nacional, ya bastante vapuleada por otros motivos.

No es por medio de iniciativas legislativas y legaloides como los políticos van a resarcir el déficit educativo imperante. El arte no tiene entre sus funciones preponderantes ser didáctico en materia de valores. Sí, toda obra carga en sí misma el bagaje axiológico de su creador y la cultura en que se gesta, pero no está en su objetivo primordial más que “enseñar”, en tanto mostrar un punto de vista sobre determinado tema. El resto es tarea del lector.



[1] Subrayado mío.
[2] Alguna versión, como la cantada por Luis Miguel, cambia este verso para decir: que al dejarme casi, casi se te olvida / que hay un pacto entre los dos