Listones o festones en Bulevar Luis Donaldo Colosio


TRISTE Y ALEGRE puede considerarse la entrega que hizo este domingo 4 de diciembre el Presidente Municipal, Edgar Armando Olvera Higuera, de la primera etapa de la rehabilitación del Boulevard Luis Donaldo Colosio, en beneficio de más de 170 mil habitantes, en el marco de su Primer Informe de Gobierno.

Alegre, porque como parte de su manejo de imagen personal y gubernamental, cortó el listón de una obra que representa una inversión total de 43.97 millones de pesos y forma parte del Programa de Mejoramiento de Imagen Urbana que, desde el inicio de la administración, se realiza en las principales vialidades de la demarcación, con el objetivo de elevar la calidad de vida de los naucalpenses.

Olvera Higuera, indicó que:
Los trabajos en Luis Donaldo Colosio  permitirán disminuir los accidentes viales que constantemente se registran en esta arteria, al tiempo que se mejora la seguridad de los habitantes de las colonias aledañas, al contar con un muro central que impedirá que los delincuentes puedan escapar fácilmente cruzando la vialidad.

La idea principal es que nuestras colonias se sientan a gusto y seguras, y nosotros podamos tener más efectividad como gobierno en la seguridad y vigilancia de la zona. Empezamos por avenidas principales para poner orden y el próximo año estaremos trabajado al interior de las comunidades”, señaló el Edil.
Y aquí viene lo triste, porque apenas dijo tales palabras el alcalde Olvera Higuera, por la noche de ese mismo domingo la "renovada" avenida se estrenó con un aparatoso accidente.



El alcalde, horas antes había explicado que el proyecto completo de la rehabilitación del boulevard abarca los seis kilómetros. En esta primera etapa se entregó la rehabilitación de tres, en los cuales se aplicaron 40 toneladas de asfalto para bacheo y se sustituyeron 197 luminarias LED, que permitirán un ahorro en el consumo de energía y brindarán  mejor iluminación.

Asimismo, se construyeron 516.17 metros cuadrados de escalinatas, se colocaron 160 metros de barandales, se rehabilitaron 13 puentes peatonales y se construyó una bahía de ascenso y descenso de transporte, para dar fluidez a la circulación vehicular. 

Para dar seguridad a quienes transitan y cruzan esta vialidad, se instaló una de cuatro torres tácticas que  reforzarán  la vigilancia de la zona, la cual  es de acero, tiene  una altura de 5 kilómetros, cámaras, sirena, binoculares, wi-fi, red metálica y reflector.

Acompañado por integrantes del Cuerpo Edilicio, directores de área, la Presidenta del DIF municipal, Liliana de Olvera, y vecinos de las comunidades beneficiadas, Olvera Higuera, destacó  que junto con  esta obra se realizaron acciones complementarias en colonias aledañas como pintura de fachadas,  guarniciones, canchas y un parque, además de trabajos de bacheo.

Por su parte la Directora General de Gobierno del Estado de México, Región Naucalpan, Jessica Salazar Trejo, reconoció el trabajo que esta administración  realiza  a lo largo y ancho del municipio.
Los hechos hablan por sí solos.

(Con información de comunicado de prensa y Diario de Naucalpan.)

Llenando el hueco


AL CREAR ESTOS INDICIOS METROPOLITANOS hace ya casi diez años, lo hice bajo muy claras premisas. La primera, elaborar una revista que, aun partiendo de un punto de vista personal, permitiera el abordaje de las temáticas que, desde la localidad y el interés propio permitieran catapultar su valor universal por la carga significativa que conllevan no solo para un individuo aislado, sino para comunidades enteras.

De la anterior premisa salió el propósito no menor de apostar a los hechos y dichos de quienes, en el ámbito de mi localidad, pudieran dar elementos para circunscribir más allá de esa sola localidad los efectos de las decisiones de gobierno, empresariales, académicas y que a veces terminan en el olvido por quedarse en el nivel de lo actual, al menos en el marco de la narración periodística común.

Semejantes premisas obligan a uno, en tanto profesional de la comunicación y el periodismo, a replantear la manera de atajar los retos que la misma profesión implica al efecto. Porque estamos muy acostumbrados a leer los reportajes y las notas que tratan de los grandes temas, o los que la clase política y los medios tradicionales marcan como los temas determinantes; estamos muy hechos a la idea de que esos temas, en el contexto de la formación de una opinión decantan lo que debería fundar lo que creemos ser y hacer con justicia. Pero las nuevas tecnologías han venido a mostrar que las cosas pueden hacerse a la inversa y que no es desde los medios, como antes, que se filtra la información hacia la sociedad, sino ahora es la sociedad misma la que impone su voluntad, para bien o mal, en la selección de los temas que son de su interés y competencia, y que por lo tanto requieren de la atención adecuada de parte de quienes laboramos en la construcción de los mensajes informativos y de opinión.

Tiempo atrás algún lector, funcionario público municipal, me hizo la observación de que estos, mis Indicios Metropolitanos, estaban inaugurando una nueva forma de comunicación al nivel municipal, porque generalmente los grandes diarios dedicaban poco espacio y líneas a los acontecimientos locales, los pocos periódicos locales o rayan en pasquines al servicio de específicos intereses políticos o económicos, viviendo directa o indirectamente del presupuesto, y los articulistas cuando mucho hacen menciones esporádicas acerca de los hechos y dichos de las personalidades municipales.

Cierto, esa ha sido mi preocupación; y tanto, que mientras otros buscan agrandarse en sus alcances, yo he ido, viceversa, achicando la mira, en afán de ser más asertivo y más acertado en los comentarios o testimonios que puedo hacer para el interés de la comunidad inmediata que me rodea.
Sí, al principio pensé en grande, como cualquiera. Comenzar con un blog que creciera hasta cotas insospechadas como sucedió con algunos que, incluso unidos en colmenas mediáticas, han llegado a construir “emporios” en la Internet como el ahora muy citado Huffington Post. Yo he ido, en cambio, al revés. Ya no privilegio tanto las noticias internacionales, sino en estricta relación con los hechos locales. Así, publicar algo sobre la empresa OHL y sus cuitas en España tiene como finalidad establecer las conexiones que, desde aquellas latitudes explican la realidad alrededor de obras más próximas a mí y a mi gente como el Viaducto Bicentenario, enfrente de mi casa, el fraccionamiento La Florida. De esta manera la lupa crítica concentra la luz sobre lo inmediato, lo que, a decir verdad, aumenta la temperatura de lo que uno puede afirmar, razón de más por la que uno ha de ser más cuidadoso, porque ya se sabe que, a pueblo chico, infierno grande.

Aun cuando puede parecer similar hacer señalamientos sobre los problemas y corrupciones en torno a la Presidencia de la República y los que se suscitan en un ayuntamiento, los efectos a corto plazo no lo son. Decir que tal presidente de una asociación de colonos comete tropelías, puede ser visto por quienes miran desde muy arriba como un asunto de chisme, anecdótico, pero la experiencia reciente —que no dista de lo que ha pasado siempre— indica, como la máxima esotérica, que, como es arriba, es abajo. Y tan lícito es señalar la falta del vecino, como pisar el callo del edil, denunciar la prepotencia de un gobernador o exhibir los tejes y manejes de los ministros más encumbrados.
Las redes sociales hacen más factible y legítima la ansia del pueblo por comer, no nada más a los gobernantes, sino al mismo pueblo que, contrario al interés común, afecta al resto de la comunidad, ya por prejuicios, ya por actitudes contrarias al derecho o ya en francas rebeldía o indiferencia frente al orden social esperado y convenido.

Semejantes ideas han fundado mis escritos aquí, lo mismo los reportajes que los artículos de opinión, ensayos, los cartones de “Paréntesis”, las crónicas. Empero, algo falta para complementar el trabajo que, parece, ya va dejando huella y haciendo crecer a estos Indicios Metropolitanos —tan míos como tuyos, amigo lector— como en una suerte de efecto por implosión. Eso faltante es la crónica legislativa.



En el pasado he escrito y publicado algunas crónicas. En tanto género del periodismo literario, me resulta uno muy cómodo, pero también de los más complicados. Lo es y tanto que no en balde la impericia, además de la celeridad de los acontecimientos en los tiempos actuales, han ocasionado que esta forma de noble periodismo haya quedado un poco en el olvido o tergiversada, reducida a la publicación de las actas de congreso, las relaciones de acuerdos en forma de resúmenes más parecidos a informes ejecutivos que a crónicas periodísticas, o notas mínimas sobre estos y los dichos de los legisladores.

Al decir legisladores me refiero en concreto a los diputados locales y federales y los senadores. Antaño había muy buenas, entretenidas y puntuales crónicas legislativas, que no nada más recogían los dichos y hechos, sino también registraban las anécdotas y las decisiones cuyo carácter decisorio incidirían en la sociedad y el país, haciendo una descripción y narración capaces de ubicarnos en el teatro de los debates. Además, permitiéndonos conocer mejor y adentrarnos en los personajes mismos, por lo menos los de talla estatal y nacional. Traigo dos ejemplos actuales que podemos tomar como los extremos de lo deseable: las crónicas legislativas que viene elaborando Jorge Reyes Pastrana para el congreso mexiquense (REYES Pastrana, (2016 en proceso)) o la medianamente redactada por Miguel Ángel Cristiani López dentro de su blog Bitácora Veracruz (CRISTIANI González, 2016).

En el marco municipal nunca —que yo sepa— se ha hecho algo así, fuera de la publicación de las actas de cabildo en las gacetas de gobierno (las que ahora, tampoco se difunden con la misma prestancia, pues es más cómodo, útil, fácil y práctico grabarlas en video y montarlas en la red, a falta de un canal abierto o restringido como el del Congreso, y del modo que ya hacen algunos municipios como Naucalpan y Tlalnepantla), mismas que solo acaban leyendo los involucrados en determinado asunto tratado. Pero, ¿el público?

Pausa en la sesión de cabildo de Naucalpan para discutir diferencias "técnicas" en la redacción de
un punto de acuerdo.
Foto: Archivo VETA Creativa

Los periódicos locales, como los nacionales en sus secciones dedicadas a lo local, solo registran la nota, por ejemplo, de la autorización de cierta obra y los pocos datos sensibles que consideran de interés común. Y los gobernados nos sentimos medianamente informados, pero hasta ahí. No nos formamos un criterio respecto de lo que nos atañe de manera inmediata. Porque tampoco hay quien nos ayude a asimilar y comprender lo que producen los cabildos.

Es verdad que existe la figura del Cronista Municipal o de la Ciudad, pero este lo más que hace es concentrar su atención a los hechos que hacen historia grandilocuente, tarea ya en sí complicada y loable, pero muchas veces alejada de lo que el ciudadano común va requiriendo en el día a día para su particular toma de decisiones.

Por ello, he decidido inaugurar aquí, como uno más de estos Indicios Metropolitanos y a partir de las próximas semanas la Crónica Edilicia, equivalente a aquellas viejas crónicas legislativas, con miras a retratar y registrar los dichos y decisiones más relevantes que atañen, por lo pronto —no puedo abarcar más de lo que me es humanamente posible— en el municipio que habito, Naucalpan.

Dichas crónicas las publicaré cada domingo, considerando que cada viernes hay sesión de cabildo en Naucalpan, pero no me sujetaré al calendario del gobierno tanto como a la agenda de estos mismos Indicios Metropolitanos, dado que soy el hombre orquesta y puedo, de pronto, fallar en las tareas de elaboración de mis contenidos. Hay plan gustoso, pero no obligación.

Las agruparé bajo la sección “Archivo de Crónicas” y podrán localizarse organizadas también con las categorías “Crónica Edilicia” y las que sean pertinentes, según el tema. Espero hacerlas lo suficientemente entretenidas como informativas y, dado que la crónica es un género más literario que ejecutivo, espero también que la crítica que me caracteriza pueda hacer su aparición en contexto y no solo, como hasta ahora, como pretexto para señalamientos y propuestas específicas.

¿Por qué hacer esto? Por algo más que solo “llenar un hueco”. Ya en 2010, Alex Grijelmo, presidente de la Agencia EFE, había reflexionado que la salvación del periodismo impreso reside en la crónica de verbo audaz, dado que los lectores reciben antes las noticias por otros canales más inmediatos:
Hoy en día todos conocemos las noticias a través del celular (móvil), de la radio, de la televisión, del teletexto... Cuando uno compra el periódico es muy difícil que se encuentre una noticia a la que no haya tenido acceso el día anterior o muchas horas antes (INFORMACIÓN, LA, 2016).
Y tiempo después, en 2015, Juan Villoro secundó esta idea, así como las propuestas por Elmer Mendoza:
El periodismo está en una gran crisis debido a las nuevas tecnologías, las versiones en línea son las más consumidas ahora, al ser un servicio “gratuito”.
Esta condición ha castigado mucho a los periódicos, los anunciantes se están retirando, hay documentos que sólo se publican en Internet y no en papel y los periódicos que sólo viven de los anuncios y sus lectores, los que no pertenecen a un gran grupo de negocios, lo están pasando mal.
La crónica podría ser la salvación y el futuro del periodismo.
La crónica es un género que mezcla de manera extraordinaria, la información con la emoción, hay noticias que no nos tocan el alma porque nos parecen datos fríos. Nos dicen, murieron 300 personas en un tsunami en Asia, pues nos afecta porque decimos es algo tremendo, pero no nos involucramos directamente. En cambio, si alguien escribe una crónica en la que vincula esta noticia con el destino personal de quienes padecieron esto, nos podemos sentir identificados […] (VILLORO, 2015).
Esta realidad incuestionable e indiscutible ha obligado a que los medios tradicionales, la prensa, la televisión y la radio, modifiquen sus formatos clásicos privilegiando, más que la crónica, el reportaje en un afán por hacer más comprensible para el respetable lector el significado de los hechos y los dichos, y ello explica el surgimiento de espacios periodísticos —más que noticiosos— dedicados a ese género o la entrevista o el comentario editorial, hasta el debate, aun cuando la crónica sigue quedando para la curiosidad documental. Y es que algo les va fallando a las televisoras y las radiodifusoras donde ni, aun así, consiguen mantener de manera suficiente y bastante la atención del público, de la audiencia, salvo en casos excepcionales. Para la gente, a pesar del esfuerzo, parecerían estar ofreciéndoseles contenidos que son más de lo mismo. ¿Serán? Más sobre este tópico lo abundaré en un texto posterior.

Referencias

CRISTIANI González, M. (18 de agosto de 2016). "Crónica legislativa en Perote". Recuperado el 2 de diciembre de 2016, de Bitácora Veracruz: http://bitacoraveracruz.blogspot.mx/2016/08/cronica-legislativa-en-perote.html
INFORMACIÓN, LA. (30 de noviembre de 2016). "El futuro del periodismo impreso reside en la crónica, según Alex Grijelmo". Recuperado el 2 de diciembre de 2016, de La Información: http://www.lainformacion.com/arte-cultura-y-espectaculos/diarios-periodicos-y-revistas/el-futuro-del-periodismo-impreso-reside-en-la-cronica-segun-alex-grijelmo_OqzdnX6AWhMhUfH4KaQkJ3/
REYES Pastrana, J. ((2016 en proceso)). Crónicas legislativas mexiquenses de la LIX Legislatura del Estado de México Septiembre 2015-Septiembre 2018. Toluca, México: Congreso del Estado de México / Secretaría de Asuntos Parlamentarios.
VILLORO, J. (5 de octubre de 2015). "La crónica, futuro y salvación del periodismo". Recuperado el 2 de diciembre de 2016, de Crónica Legislativa: http://cronicalegislativa.com/2015/10/05/la-cronica-futuro-y-salvacion-del-periodismo/



A brinquitos


ESCUCHAR EL SONIDO de una máquina de escribir estimula la creatividad de quienes crecimos con ese aparato maravilloso; al menos esa es mi impresión. Trae consigo una sensación comparable, toda proporción guardada, con la del tacto de los dedos envolviendo la pluma o el lápiz, y la manera como a través de ese instrumento se percibe la leve rasgadura del papel al momento de grabar en su superficie el signo capaz de deletrear nuestro pensamiento o sentir. La vibración, la dura presión de la tecla sobre el rodillo lo hace imaginarse a uno escultor lapidario que, con la sutileza del cincel más fino, va marcando en la frialdad pétrea de la vida un instante retratado en la forma de un gesto, una expresión. La campanilla del retorno es un aviso de que se ha conseguido trazar más que una línea, un camino adicional en la conformación de las ideas. Es el final de un párrafo, un respiro, una vuelta en el camino. El sonido combinado del rodillo y el papel entrando o saliendo de él, lo primero con cuidado, lo segundo con el vigor de la satisfacción de la página terminada y la historia avanzada, es equivalente a los avisos que anteceden al orgasmo verborreico.

Por qué digo esto, pues por la simple razón de que, por nueva vez, añorando aquellos tiempos cuando me inicié en la escritura creativa a los nueve años de edad, sentado en uno de los escritorios de la fábrica y agencia de publicidad exterior de mi padre, Outdoor S.A., he instalado un programa en mi laptop, como otrora en otro equipo de mesa, que permite tener el efecto del teclado de la máquina de escribir (mecánica o eléctrica) de antaño. No es que desprecie el sonido del teclado de la computadora. Es adorable también en su casi silencioso murmullo, como pasitos de escoba que se desliza por los rincones de la noche. Pero la nostalgia es algo que además acompaña a las palabras, es parte integral de todo signo. Y atender el tic-tic es una manera de medir, de cronometrar el ritmo del pensamiento, la fuerza de la emoción.

Desafortunadamente, aun cuando el sonido es casi idéntico, faltan los demás elementos manuales del aparato: la palanca de regreso, el rodillo, la cinta entintada, el corrector, el escuche, el peso, el diseño, los colores, para hacer más creíble el viaje en el tiempo.


Para quien escribe ficción o poesía, como es mi caso, además de otras formas de texto como los que pueden encontrarse en mis ensayos, artículos de opinión, crónicas, reportajes y notas, aun pareciendo fascinante no deja de resultar el efecto un poco hueco, vacuo, ficticio. Reminiscencia sin más, que ahora, junto con estas palabras queda solo como un eco imaginario que tú, amigo lector, quizá puedas llevar a tu mente como un estímulo pasajero, tan personalizado como lo quieras hacer. Pues de poco vale que te diga que el sonido es semejante al de mi vieja Olivetti, o más parecido a las primeras máquinas electrónicas con memoria, como aquella Smith-Corona de grata remembranza; máxime si eres de la generación de lectores que ya ni siquiera conocieron ese instrumento como otros hechos para facilitar la comunicación en el siglo pasado.

El siglo pasado. No hace tanto que lo dejamos atrás y, sin embargo, solo pensarlo y caer en cuenta que a mi no tan lozana ni todavía siquiera senecta edad ya me sé hombre de un siglo anterior me resulta chocante, deprimente, fascinante. No creo que a la gente de siglos anteriores al XVIII les haya sucedido esta confusión sentimental e intelectual. Porque los avances tecnológicos, el crecimiento de la sociedad en muchos aspectos entre la segunda mitad del siglo XIX y la totalidad del XX y los apenas tres lustros que llevamos del actual XXI son en buena medida los causantes de la conmoción que experimentamos. Estamos envueltos en una vorágine de desarrollo que no nos permite detenernos a pensar en el pasado y, si a eso sumamos las atrocidades cometidas en esos mismos periodos, la sensación que queda es de azoro y temor frente a la promesa del mañana. Aun con todo, en muchos asuntos seguimos siendo decimonónicos queriendo significarnos como si renacentistas, cuando incluso respecto de ciertos temas más parecemos extraídos del medioevo.

Vuelvo la vista al ropero y no puedo más que sentir melancolía, viendo mis maquinas portátiles escolares, la Olivetti Lettera, metálica, roja, donde escribí muchos de mis trabajos desde la preparatoria hasta la universidad; la eléctrica Smith-Corona, de las últimas que se hicieron en tiempos de las primeras computadoras personales, dinosaurio de los noventas del siglo XX que cerró recientemente un capítulo con el fallecimiento hace unos días del último líder con toda la barba, Fidel Castro Ruz. En esa máquina comencé a escribir mi tesis de licenciatura, hasta que la reemplazó en el escritorio mi primera computadora personal, una Elektra de Printaform (copia de la Vectra de IBM), completada con mi primera impresora de punto Star (lo más cercano a la máquina viejita).

Vaya, que me picó el mosco de la añoranza. Será cosa del invierno, del frío que. a mí, por razones personales e íntimas, ya me cala hasta lo hondo. No lo sé. Sí sé, en cambio, que en esta soledad debía escribir algo como esto, no porque pudiera ser útil de manera pragmática a algún lector, no para informar ni para opinar; acaso para entretener, y es que ya se sabe, como bien planteó Alfonso Reyes, hay dos clases de literatura, la ancilar y la que satisface los pruritos del alma. A veces van de la mano; a veces parecen ser de familias aparte.

Llama mi atención una peculiaridad sociológica. Puedo estar equivocado, pero parecería haber una coincidencia temporal entre el momento cuando comenzó a desaparecer la máquina de escribir y cuando empezó a volverse práctica común el tatuaje entre las nuevas generaciones.

Me pregunto si el tatuaje, con toda su carga expresiva y cultural, no es para la sociedad moderna una carnal sustitución de los libros y los diarios, los que han pasado a la forma más digital y electrónica. Es como si nos empecináramos en imprimir algo, así sea la propia piel, no como una regresión al ánimo tribal, sino como una respuesta suspirante a falta de ese punzón que moldeaba en otra piel, tan delgada como el grueso de una hoja o tan gruesa como una novela de mil páginas.

Folio tras folio van sumándose los sueños en el mundo que va creando el escritor. Foja tras foja va construyéndose la justicia en los tribunales y los despachos de abogados, donde los mamotretos, de tan bien alimentados, apenas pueden con su volumen de deberes y derechos. Y así con otros quehaceres, el expediente médico reposa entre las consideraciones clínicas.

Solo un género parece haber sido relegado al mismo rincón que la pluma y la máquina de escribir: el epistolar. Aun cuando tenemos hoy sus versiones más actuales en el correo electrónico, las redes sociales y las aplicaciones de celular, el mensaje personal, el recado, la carta que podía ser un informe detallado, crónica de un viaje o diario de los sentires más íntimos, casi nadie lo practica o, cuando lo hace es con una gramática distinta, con caracteres cuya capacidad sintética obliga a un nuevo alfabetismo. Así, emoticones, memes, clips, archivos adjuntos hacen con la comunicación moderna algo más visual, menos acústico de lo que hacía la máquina de escribir. O sea, si antes escuchábamos, hoy parecemos sordos; cuando antes mirábamos y observábamos tratando de sacar de las entrelíneas las causas y los efectos del decir, hoy apenas vemos lo que la superficie de las cosas nos ofrece en una visión limitada a las fronteras de la pantalla.

Puedo parecer redundante porque ya he abordado parte de este tema con anterioridad. Sin embargo, también vale la pena insistir, porque con la tecnología también llegan bondades, como por ejemplo la posibilidad de hacer del texto algo superior en sus alcances, los que no tenía ni tiene a no ser virtualmente en el papel y todo por la ventaja que ofrece la programación cibernética e informática.

Introducir, combinar, intercalar referencias bibliográficas y documentales ya sea al final de un documento o en la forma de hipervínculos propios del hipertexto son datos y variantes, extensiones que no se podían hacer con la máquina de escribir. Hay, pues, en todo esto, formas distintas de pensar y acomodar las ideas aun cuando en esencia el proceso y el procedimiento parezca el mismo: colocar letra tras letra, palabra tras palabra, en una retahíla de líneas componiendo una trama de argumentos con los que se pretende describir y narrar, explicar algo a la mente de quien los atiende. El hecho solo de poder borrar lo dicho con solo pulsar unas teclas, sin tachaduras, es una estética manera de enmendar y remendar la estupidez, sin que ello signifique —vana trampa sería lo contrario— eliminarla por completo, pues errar es, sin duda, lo más humano entre lo humano.

No obstante, de vez en cuando vuelvo a la pluma; si es fuente, preferible. Y como no puedo volver a la máquina de escribir he de conformarme con estos clics y clacs que hace del clicar un verdadero ejercicio espiritual.

Niega policía naucalpense que la inseguridad sea solo un asunto de percepción


MIENTRAS POR UNA PARTE el Secretario del Ayuntamiento, Horacio Jiménez López informó que los avances y cambios son tangibles para los habitantes de Naucalpan, pese al quebranto financiero que se heredó a esta administración y en un año de gobierno "se ha puesto orden y se trabaja con conciencia, atendiendo las demandas ciudadanas para elevar la calidad de vida y el desarrollo en este municipio". Por otra parte, miembros en activo de la policía naucalpense convocaron a conferencia de prensa para contradecir la postura gubernamental expresada desde hace semanas atrás por el alcalde y otros funcionarios respecto de que el problema de la inseguridad en el municipio es un asunto de percepción o que está siendo controlado.

"Nosotros como policías de Naucalpan estamos conscientes que efectivamente hay un crecimiento de la inseguridad", explicó Ricardo García García, Inspector en Jefe en activo de la Policía de Naucalpan, enfatizando el interés de los policías naucalpenses por generar conciencia también entre la ciudadanía acerca de lo que pasa al interior de la corporación. Además, denunció la existencia de una red de corrupción tejida en Naucalpan por el Director General de Seguridad Ciudadana, Comisario Arturo Rodríguez García y por la cual el número de casos de policías bajo investigación ha aumentado.


Horas antes, el Secretario del Ayuntamiento, Horacio Jiménez López, exponía:
Han sido 10 meses en los que nuestro Presidente, Edgar Armando Olvera Higuera, ha estado trabajando muy duro para poner la casa en orden y darle a los naucalpenses los mejores resultados y estos ya se pueden ver y sentir”, expresó Jiménez López.

Destacó que desde el punto de vista político y social, se recibió un municipio que había dejado de interactuar con los vecinos, por lo que mediante diversos mecanismos implementados por este gobierno se recupera la participación ciudadana, sosteniendo diversas reuniones con los representantes vecinales y acercando, a través de 36 Campamentos los servicios a las comunidades.
Acompañado por el Presidente Municipal, Edgar Armando Olvera Higuera, Síndicos y Regidores así como diputados federales y locales, y de Carlos Preza Millán, Subsecretario Regional del Gobierno del Estado, Jiménez López, informó que entre los convenios de colaboración que se firmaron destacan el Mando Único que se signó con la Comisión Estatal de Seguridad y los intermunicipales con Atizapán y Tlalnepantla, debido a que son frontera y se comparten diversos problemas por y se trabaja en soluciones conjuntas.

Jiménez López, dijo que otro gran paso es el reordenamiento de la cabecera municipal, que en su primera etapa logró la libración de las calles del centro, para empezar con un proyecto que se había venido postergando por décadas.

Destacó que la reglamentación es primordial para poder avanzar como sociedad, por lo que se realizaron diversas reformas al Reglamento Orgánico de la Administración Pública, al tiempo que se creó el Reglamento de Espacios Públicos para garantizar lugares dignos para el disfrute de las familias naucalpenses.

En materia d seguridad pública y equidad de género señaló la importancia de la creación de redes comunitarias, la Policía de Género, la Célula de Búsqueda de Personas Desaparecidas o Extraviadas, la operación de cámaras de vigilancia en zonas de alto índice delictivo. Reconoció:
Sin duda es mucho lo que falta por hacer y los retos son enormes, pero vamos por el camino correcto y hemos sentado las bases, de lo que habremos de seguir construyendo en los próximos años.
Cabe destacar que la rendición de cuentas es uno de los principales instrumentos para garantizar que los gobernantes y funcionarios cumplan con transparencia, honestidad, eficiencia y eficacia el mandato hecho por la ciudadanía.

(Fuentes: Comunicado de prensa del Gobierno de Naucalpan / Policías de Naucalpan.)

Una crisálida llamada México o la causa de un despido

(Texto publicado originalmente el 18 de noviembre de 2005. Escribí este ensayo como borrador de un editorial para una revista que editaba hacia 1996 intitulada Correo Farmacéutico para un importante grupo empresarial, Grupo Casa Autrey, hoy Casa Saba, y se convirtió en el pretexto para mi despido violento e indignante por la forma como fui humillado por Sergio y Adolfo Autrey. El 30 de abril de 2007, con algunas modificaciones mínimas, lo solté al capricho de las mareas de la Internet. Hoy, vuelvo mis ojos a él dadas las circunstancias personales, de mi municipio, Naucalpan, y de mi país, México; para revisarlo y ampliarlo. ¿Sobrevivirá los mares procelosos o sucumbirá ante las artes náuticas de la estulticia? Quizá sus palabras me convirtieron en su autor proscrito. Quizá simplemente, como la mariposa monarca, extienda las líneas, alce vuelo y migre a otros ojos lectores más cálidos.)


Si el cambio de las cosas y las personas resulta impresionante, y despierta temores insospechados cuando se produce a flor de piel, no ocurre menos cuando se suscita en lo más recóndito del ser.

Cuando esto pasa, no sólo la apariencia se transforma, sino tal modificación superficial halla su explicación y, más, su justificación, precisamente en las estructuras que la sostienen.

Aprovechando que en noviembre migra a nuestro territorio la mariposa Monarca, haciendo un símil un poco burdo podríamos considerar al país, que hoy parece querer desmoronarse entre nuestras manos, una curiosa crisálida. En su interior hiberna la oruga en plena mutación; sin embargo, mientras se produce el milagro, el gusano nos resulta repugnante, chato, espinoso, desesperante en su lentitud. Todos sus sistemas: circulatorio, respiratorio, nervioso, digestivo, etc., sufren reformas, acondicionamientos que harán de tal ser en enésima gestación uno ágil, ligero, hermoso, pero momentáneo. Esta es la realidad.

Sí, México en sus sistemas no está enfermo, como algunos suponen. Está en transición. Por lo pronto es una oruga horrorosa que se ha despojado de su piel para mostrar su esqueleto corrupto, su pútrida carnosidad, su hermafrodita sensualidad, su calavera sonriente. Está inhumando su pobreza de espíritu a la vez que prepara sus vestidos catrines para el momento de su redención —porque lo bailado... ¡ni quien se lo quite!—. Espera que mañana, bajo el ala de su seductor sombrero y entre los resquicios de su huesudo pecho enamorado, pacerá el escarabajo y palpitarán unas alas ansiosas de desarrollarse y remontar las alturas.

Uno es apenas una parte mínima de tal criatura, pero no por ello deja de experimentar cambios en su complejidad. Desde lo más recóndito y aún contra el reconcomio de unos cuantos, se apresta para rasgar su envoltura de seda y surgir de una revolución más del ciclo personal, convirtiéndose en objeto de admiración... o repulsión; todo depende del cristal con que sea mirado.

Fuera de todo símil, la realidad es que en México vivimos una revolución. La gente es el foco de ella, porque todavía es ella quien hace posible al negocio mexicano. Tal revolución es posible gracias al impostergable reconocimiento de la importancia de dos elementos básicos e inherentes a todas las personas, llámense obreros o funcionarios, campesinos o diputados: la educación y la comunicación. Todos nos comunicamos entre nos: a través de palabras, de gestos, de objetos como el dinero —una forma de comunicación poco reconocida como tal—; en una palabra, mediante símbolos. Y para entender, explicar y expresar tales símbolos se requiere de una capacitación particular. Partir de este binomio es trazar el camino hacia una verdadera “nueva cultura laboral” en cuyo centro se halla el hombre y no su cadáver erosionado por la acción desgastante de la injusticia.

México, entonces, es una enorme crisálida en cuyo interior se encuentra el hálito que el día menos imaginado puede volverse tormenta; en cuyo interior palpita el alma de un pueblo capaz de poner a temblar a la fe misma.


NOTA DEL AUTOR (21 de noviembre de 2016):

Miro lo que va ocurriendo poco más de diez años después de escritas estas líneas, y no nada más me percato que la descripción que hacen es atinada, sino desesperante por lo que a la morosidad retratada se trata.

El título, al paso del tiempo, necesita una aclaración que, además, amplíe la explicación preliminar. Fue, cierto, no nada más la causa de un despido, sino la causa de una larga depresión cuya huella a veces escalda al alma. Porque la herida dejada fue una burda forma de lección, la que se resume en la frase que Sergio Autrey me espetó tras leer el borrador original, cuestionando mi quehacer y oficio como escritor: "¿Por qué tendría que leer lo que escribes? Nada me obliga a leerte". Es esa una verdad indiscutible, que por sabida se calla y que, quienes escribimos, tratamos de no colocar en el pináculo de los pensamientos porque distrae la atención sobre lo que suponemos importante para expresar e informar, en una palabra, para comunicar. En especial cuando, si nos atenemos a los consejos de Rainer María Rilke, hemos visto en la escritura, en la literatura, la razón misma de nuestra existencia, aun cuando en ello nos vaya la vida, el prestigio, padezcamos hambre, soledad...

Cada vez que me enfrento a una página en blanco esa es la primera pregunta que me hago: ¿por qué tendría qué leer alguien lo que estoy por deletrear enseguida? Evito en lo posible las varias respuestas, porque ya me ha pasado que de pronto se me clava en la mente una de las opciones, a veces dadas como contestación viva por personas de carne y hueso que conozco, y me anquilosa la pluma o hasta me silencia por largo tiempo, hasta que consigo recomponerme del zarpazo de la adivinada prevaricación con que pudieren reaccionar alguno o todos los lectores. Entonces debo colocarme la máscara del cinismo, vestir la coraza de la indiferencia y la desfachatez, para acometer la tarea de escribir lo que pienso y siento sin temor de lo que otros puedan poner en contradicción, pero cuidando de no herir a sabiendas susceptibilidades, cosa difícil pues nunca falta quien toma las palabras a pie juntillas, a lo personal, o tergiversándolas aun alegando su leal saber y entender.

Por estos días, en la red social de Facebook, me encontré con el siguiente meme compartido ¡por colegas periodistas! En él una pregunta lapidaria atribuida al novelista y ensayista portugués [corrección de estilo mía]: "¿Qué derecho tienen un señor o señora de creer que, por escribir una columna, tenemos que creer que es verdad lo que dice?"


Grave pregunta, de esas que pueden convertirse en pesadilla para quien se ostenta escritor o, peor, para quien, como creo es mi caso, es desde la sangre misma escritor.

Cuestionamiento que llega a la médula misma. Que conlleva lo mismo un falaz procedimiento en su plan como una veraz síntesis analítica de las causas y efectos de la fe en lo que uno es, siente y piensa.

Por ahí, cierto amigo y colega, cronista y comentarista deportivo de cepa, Fernando Andere comentó bajo dicho meme una ¿verdad?: "No es importante si lo dijo Saramago [...]. Hoy cualquiera dice pendejadas". A lo que repuse que, si hacemos memoria, aun antes que naciéramos cualquiera decía pendejadas, nomás que las decían a grito pelón, en los cafés o la plaza; o al oído, sin que muchos se enteraran. Hoy, esos mismos tienen, no como los de antes, más medios a su alcance, la inmediatez efímera del muro de una red social que asegura incluso el anonimato o la identidad disfrazada, la recurrencia hasta el infinito de un meme hecho para toda ocasión.

Lo interesante de esta publicación es que fue compartida en un espacio supuestamente gremial, es tanto como un hara kiri o un regreso a las reconvenciones que ya se hacían a Voltaire siglos atrás. Y, dicho esto, ¿con qué derecho creo que lo que expongo es razón para que, quienes lean, crean que lo digo, no tanto con, sino cual verdad? Es más, ¿quién puede asegurar que no pertenece a esa caterva descrita, sino solo aquella persona exenta o carente de opinión formada? ¿Cómo llamar entonces a ese que no cree en lo que dice, aun dudando de su veracidad?

Nadie enseña a nadie a ser padre; y hay padres que, aun cuando escribieran una enciclopedia, serían tan pendejos o sensatos como esos otros que, sin tener descendencia (me incluyo), quizá por eso mismo consiguen una perspectiva por lo menos distinta para atajar la empresa de la paternidad, sin que por ello su dicho sea verdad aplicable a todos los casos. Es ese un ejemplo de tantos entre temas que podemos hallar aquí y acullá de autores diversos que, en el ejercicio de su derecho de expresión, publican hoy opiniones disímbolas como parte de esta opinioncracia que nos caracteriza como sociedad del conocimiento y de la información.

Cervantes, Paz, Víctor Hugo, Saramago... Solo son nombres de personas que vivieron a su modo y en su tiempo, apegados como tú, amigo lector, al sentido común de su época y generación, que quizá consiguieron distinguirse del resto por suerte o por designio ¿divino? ¿Por qué hemos de creer que en sus obras, ficción o no, dicen verdad; o una verdad más asequible y fehaciente que las de otros que, en ese derecho, exponen su sentir y su pensar?

Cierto, a veces quienes escribimos y publicamos cometemos el pecado de la soberbia al intentar que nuestros argumentos cobren un peso específico en la conformación de una opinión pública y para ello cuidamos fundamentar, estructurar, verificar, parecer creíbles, sin que lo consigamos siempre y no solo por causa nuestra, sino también por causa de las expectativas de los lectores con quienes no por fuerza estamos obligados a coincidir; como de manera natural sucede viceversa entre ellos y nosotros, los que nos decimos autores.

Es común que, al contratar a una persona para una empresa, el reclutador le pregunte por qué debe ser la elegida por sobre otros candidatos. La misma pregunta pesa en el ánimo popular cuando se trata de escoger a alguien para gobernar los destinos de un municipio o una nación. Y también en el más pedestre de los niveles como lo es el mercadológico que, entre las palabras que le hacen palpitar está justo esa relacionada con los motivos que llevan a un consumidor a adquirir cierto producto, objeto, servicio, idea, marca. ¿Por qué comprar algo? ¿Por qué leer a alguien?

Esa pregunta hecha por Sergio Autrey mientras me apretaba fuertemente la mano con evidente rencor y odio, mirada desde la perspectiva de una circunstancia más existencial que laboral me puso sobre la mesa un ejercicio que luego los lectores no están dispuestos a llevar a efecto, ya por pereza o ignorancia: pensar, examinar, analizar las notas distintivas que hacen de un dicho o hecho, de un autor, cualquiera sea su condición, como uno valioso en lo que de original o falso tiene.

Lo que abunda en la Internet hoy es el clisé. Esa reproducción insistente, machacona de los contenidos llevados y traídos por el gusto de unos y otros, va conformando el cuerpo y el fondo definitivo de lo que creemos saber tanto como de lo que en efecto sabemos o, por lo menos, conocemos así sea "por encimita".

Esa pregunta no es mero cuestionamiento retórico. Y consta de dos respuestas, a veces contradictorias. Una proveniente de la experiencia y punto de vista del objeto mismo a comprar, del autor mismo a leer; otra se la encuentra en el prurito del comprador, del consumidor, del lector. Pero abundar en esto me desvía del tema que detonó este texto y aquel despido. Ya lo trataré en un ensayo postrero.

Presentan planillas para elecciones en Colonos de Ciudad Satélite

Fotos: Archivo VETA Creativa

ANTE UNA ASAMBLEA vecinal de poco más de 80 asistentes, colonos de Ciudad Satélite presentaron dos planillas en respuesta a convocatoria previa para efectuar elecciones en fecha venidera para votar la próxima mesa directiva, para el periodo 2016-2018.

Las planillas, representadas entre otros por Miguel Blanco (planilla 3) y Armando Bravo (planilla 2, en la que, además, se incluye una de las participantes más jóvenes, Alejandra Arce de 19 años) expusieron entre los temas de interés común los relativos a cambio de uso de suelo, seguridad, derechos de los asociados como los principales, coincidiendo en la descripción general, pero con matices en las propuestas.



El gran ausente fue el presidente de la Comisión de Honor, Francisco Meixueiro, quien en semanas anteriores se había opuesto a la realización de elecciones argumentando que la mesa directiva interina había quedado acéfala tras el fallecimiento del presidente Antonio Gómez Pedroso, un mes antes.



La planilla 2 circuló un tríptico con su programa, mientras la 3 hizo lo propio con la copia de una carta enviada por Felipe Castañeda Ramírez, Encargado del Despacho de la Procuraduría del Colono del Estado de México, dirigida a Meixueiro citándolo a una reunión para aclaración de dudas sobre el tema. Miguel Blanco afirmó:
Nosotros ya no vamos a pedir nada al Gobierno de Naucalpan de Juárez. Vamos a exigir. Nosotros cumplimos con nuestra parte, ahora les toca a ellos

Detecta OAPAS Naucalpan empresas morosas


OAPAS, el Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OAPAS) de Naucalpan, informó haber detectado empresas morosas en el pago del servicio, entre ellas plazas comerciales como La Cúspide, que tiene una deuda de 1 millón 356 mil pesos por el servicio del vital líquido.

El Presidente Municipal, Edgar Armando Olvera Higuera, informó que en esta administración se trabaja para incrementar la infraestructura hidráulica con 13 pozos rehabilitados, mejorando la calidad del agua y llegando al cien por ciento del abasto en toda la demarcación, sin embargo existen empresas que por años han sido omisas en el pago de este  servicio. 

El Director del OAPAS, Francisco Santos Arreola, indicó que se lleva al cabo un programa para regularizar las tomas y mejorar la calidad del servicio que se presta a la ciudadanía, a través del cual se han detectado empresas y centros comerciales morosos.

Señaló que el centro comercial La Cúspide, tiene una toma general y 97 derivaciones, de las cuales 85 están al corriente, 11 presentan rezagos por un monto superior al 1.1 millones de pesos, y una por 164 mil 955 pesos. 

Explicó que, las tiendas Wal-Mart y Sam´s Club, ubicadas en el centro comercial en la zona de Lomas Verdes, no contaban con tomas de agua, por lo que firmaron un convenio de regularización, mediante el cual se instalaron medidores en ambos establecimientos, para saber el promedio de consumo durante un bimestre, y así poder calcular el pago de los últimos cinco años, que es lo que el organismo puede cobrar a los morosos de acuerdo a la normatividad vigente.

Expuso que en el estacionamiento del centro comercial, se encuentra un autolavado que está sujeto a procedimiento administrativo porque usaba agua potable y no tratada, como lo exige la normatividad, razón por la cual se le impuso una multa de 96 mil pesos.

Francisco Santos agregó que otras zonas comerciales como Parque Toreo y Pericentro también presentan adeudos, por lo que ya se iniciaron  los procedimientos  de regularización. Expresó:
OAPAS busca regularizar el pago para seguir mejorando el servicio, luego de que hasta el momento los recursos recaudados  a través del pago de usuarios cumplidos han permitido, entre otras acciones, la rehabilitación de 13 pozos que incrementan el suministro de agua en la demarcación.
Al iniciar la administración del Presidente Municipal, Edgar Armando Olvera Higuera, OAPAS tenía una efectividad comercial del 46 por ciento, y hoy, gracias a los programas de regularización, se ha incrementado al 58 por ciento.

(Fuente: Comunicado de prensa.) 

Una población envejecida

Foto: Casa di Cura per Nonni A.C. (página web)

ALREDEDOR DEL OCHENTA POR CIENTO de la población de mi casa que es el fraccionamiento La Florida, en Naucalpan, Estado de México, frisa los sesenta años o más de edad.

Al igual que la población de otros fraccionamientos y colonias residenciales alrededor, Echegaray, Ciudad Satélite y un largo etcétera, muchos de ellos en sus tiempos mozos fueron empresarios exitosos, empleados o trabajadores por su cuenta que lograron un nivel acomodado pero que hoy, ironías de la vida, parece insuficiente para permitirles a muchos una senectud y una vejez tranquilas, jubilosas.

Con el transcurso de los años, la dinámica poblacional se ha visto modificada como es natural. Los hijos han crecido, han nacido los nietos y los bisnietos. Algunos han mudado su sitio de domicilio, otros continúan arraigados a este su terruño aun a la distancia por el solo hecho de seguir aquí su padre, madre, abuelos o tíos o simplemente la propiedad en que nacieron o crecieron.

En las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado, estas colonias fueron el típico asentamiento dormitorio. Es decir, los hombres (por lo común) trabajaban en el Distrito Federal o en las zonas industriales, comerciales de los alrededores, quizás en otros municipios. Desde temprano salían al trabajo y regresaban por la noche. Esa dinámica no ha cambiado mucho en términos generales y lo constatamos en la movilidad del tránsito sobre las principales vías de acceso a la zona conurbada del Estado de México. Aun cuando entre las “novedades” traídas por la “emancipación” femenina y la transformación de la familia, ahora también y además ellas se suman a la complejidad social.

Al ser muchos de los pobladores empresarios, aun cumpliendo con las obligaciones correspondientes para con sus empleados, no siempre se designaban las mismas aun teniendo pleno derecho. Así, muchos no gozan todavía hoy de Seguro Social, por ejemplo, y ya no digamos de pensión. En sus tiempos no existían las Afores y su jubilación, para decirlo pronto, ha dependido de sus ahorros cuando han podido formar los suficientes para su vejez.

Foto: INAPAM


El tema de la vejez, en México, es una asignatura pendiente por más que los gobiernos, sobre todo el federal, ha tomado cartas en el asunto mediante la creación de instancias como el INSEN (hoy INAPAM), entre muchas más, y políticas para atender el asunto. Sin embargo, la legislación al respecto de los derechos de los ancianos todavía está en ciernes y las nuevas generaciones nos llenamos la boca con loas a nuestros viejos mientras por otro lado los tratamos como los olvidados entre los olvidados.

La medicina geriátrica comenzó a introducirse en México hacia finales de los años setenta del siglo XX y, aun cuando ha habido importantes progresos en la investigación, en nuestro país todavía falta mucho por hacer. Entre las principales tareas que se ha impuesto el Estado a través de instituciones como la Secretaría de Salud, el ISSSTE, DIF y el IMSS es el desarrollo y preparación de médicos especialistas en la materia por lo que, desde alrededor de 2005, comenzó a formar de entre los médicos internistas a aquellos con capacidades, habilidades e interés específicos para tratar las dolencias, malestares y enfermedades propias de la vejez, dado el aumento de pacientes ancianos en el Sistema Nacional de Salud.

Aunado a este vacío que va resolviéndose con lentitud, pero constancia, ante el aumento de la población envejecida tenemos también la urgente necesidad de sitios dedicados a su atención, lo mismo casas de reposo, clínicas, institutos, centros de salud, asilos, centros y servicios de acompañamiento, de entretenimiento, terapéuticos, de defensoría, nosocomios, comedores, etc., lo mismo de iniciativa pública como privada e incluso mixta. Y no es que no hayan existido con anterioridad, el problema no es de hoy, pero cada país y época ha resuelto el asunto según la circunstancia.

Estamos frente a un tema que llegó para quedarse, que nos complica porque nunca antes en la Historia de la humanidad había habido una expectativa de vida tan amplia, que comporta serios costos sociales, culturales, económicos, políticos, legales y de administración de la justicia, de reordenamiento y generación de conciencia frente al indiscutible incremento de la población anciana. Y para allá vamos todos; ninguno nos salvamos, a menos que muramos a temprana edad. Nadie nos enseña a nacer, a ser padres, a amar, a gobernar, como tampoco nadie sino la vida misma nos enseña —y a veces de mala manera— a envejecer y a morir.

Tres filosofías antiguas son ejemplo de lo virtuoso que puede ser lo contrario: El Libro de los Muertos del antiguo Egipto, El Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte, enseñan entre otras cosas que saber morir es saber vivir. Pero tal parece que la filosofía moderna occidental post-cristiana, más inclinada a evadir el dolor que a asumirlo y aceptarlo a diferencia de la filosofía antigua oriental y del Medio Oriente, nos ha imbuido a los hombres con una falsa idea sobre la vida.

El peso económico y moral comienza a recaer sobre los hombros de las nuevas generaciones, con un dato adicional preocupante que complica la realidad: en México, de acuerdo con los datos arrojados por el Banco Mundial, el 25% de la población entre los 15 y 29 años es “nini”, ni trabaja ni estudia (EL UNIVERSAL, 2016) y, en el mejor de los casos, como parte de la búsqueda de finalidad y se involucran en la defensa de causas sociales que consideran “nobles” con potencial para hacerlos sentirse útiles. El sistema de pensiones es relativamente joven. Los apoyos estatales son insuficientes y pocos los que, desde la iniciativa privada de veras buscan el bienestar de los viejos y sus familias por privilegiar mezquinas ganancias económicas por pingües que sean.

Foto: Gobierno de Naucalpan / Cortesía

A lo largo de 2014 a 2016, en el Estado de México se han inaugurado 11 Clínicas Geriátricas de iniciativa pública. En junio se inauguraron las de Chalco y Naucalpan y hace apenas unos días, el 10 de noviembre, la de Cuautitlán. Otras, como la de Atlacomulco, han quedado pendientes por recortes presupuestales [cf. (GARCÍA, 2016), (HOY ESTADO DE MÉXICO, 2016), (RUBIO Mosco, 2016), (NAUCALPAN GOB. / DGCS, 2016), (SDP NOTICIAS, 2014), (CONTRERAS, 2014)].

Mientras esta realidad campea en la entidad y en el país, en el fraccionamiento La Florida han venido surgiendo desde años atrás, tímidamente, de manera marginal y callada, ¿artera, corrupta, arbitraria?, además de oficinas, casas de reposo para ancianos bajo un esquema de casas de huéspedes.

El caso más reciente lo tenemos en la que se ha ubicado en el inmueble con el número 105 de Paseo de La Florida esquina con la calle Rosas, a una cuadra de la zona comercial y sobre el que informé en estos Indicios Metropolitanos semanas atrás, aun cuando comenzó a operar desde agosto de 2016, aproximadamente, aun cuando la propietaria asevera tener un mes funcionando (VEGA Torres, 2016).

El caso saltó todavía más a la notoriedad en estos días, en parte por la incursión en el fraccionamiento de la brigada del movimiento Poder Antigandalla encabezado por el exfuncionario de la Delegación Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, Arne aus den Ruthen, la que se avocó a la tarea de retirar muebles mostrencos en esas calles convirtiéndose junto con varios vecinos en foco —una vez más— de un escándalo mediático.

Durante esa incursión, concretamente la segunda con una diferencia de una semana, el 11 de noviembre, sucedió que uno de los brigadistas retrató en uno de tantos videos publicados sendas mantas elaboradas por vecinos de La Florida. En una se expone el rechazo a la presencia de los brigadistas, y en otra muy anterior en presencia, justo enfrente, la asociación Colonos de La Florida manifiesta su rechazo a la instalación de un “asilo” en la dirección que he comentado. Ese mismo día coincidió, además, que esa asociación convocó con circulares a una “Manifestación pacífica contra el asilo”.

En la circular, la asociación de Colonos de La Florida apuntó:
Foto: Archivo VETA Creativa
Aunque hemos tenido reuniones con direcciones y subdirecciones del municipio de Naucalpan, no hemos logrado la clausura definitiva por razones de violación del uso del suelo en zona residencial y falta de licencia de operación de este ilegal negocio ya instalado en nuestro fraccionamiento.
El municipio hizo un convenio muy sospechoso con el asilo y le otorgó un plazo de 60 días para regularizarse en sus permisos y trámites con las autoridades y estamos en peligro de que la administradora del asilo aproveche este plazo para lograr ampararse por dos años y seguir operando.
El fundamento del rechazo de los vecinos descansa en la presunción de que dicho inmueble ha obtenido el cambio de uso de suelo, de residencial a comercial, de manera oscura.

Indicios Metropolitanos entrevistó vía telefónica a la propietaria del inmueble y de la casa de reposo para conocer su versión de los hechos.
No entiendo qué molesta a los vecinos, sinceramente. Yo no tengo nada que esconder. No estoy haciendo nada malo. No somos clínica geriátrica, asilo, hospital, restaurante ni tugurio.
Si puedo beneficiar a la comunidad con un servicio positivo, constructivo, necesario al ser una casa para ancianos, en medio de una población envejecida, creo que vengo siendo más ayuda que un mal. No provoco problemas. No tiro basura de manera irregular. No ocupo lugares de estacionamiento ni obstaculizo entradas. El inmueble está en una esquina, sus colindancias no creo que sean problemáticas. Los vehículos que se estacionan aquí, en su mayoría son los que acomodan los clientes de la marisquería, en la esquina de la cuadra comercial, y los del banco Banamex, en la contra esquina, aun cuando el banco cuenta con estacionamiento deprimido. No son de quienes vienen con nosotros.
La propietaria explicó a Indicios Metropolitanos que el inmueble funciona más que nada como casa habitación, con cupo para no más de 20 personas alojadas, pero en la actualidad solo atiende a 10 personas que no están alojadas permanentemente.

El día que Indicios Metropolitanos tuvo proximidad con el inmueble, pudo observar y coincidió con la llegada de una de las personas que gozan de los servicios que se dan en dicha “casa hogar”. “Carlos” —lo llamaremos así, en atención al anonimato solicitado— es un hombre de poco más de cuarenta años que, a los 12 de edad, sufrió un accidente que le provocó parálisis cerebral. Desde entonces tiene necesidad de cuidados especiales y terapia física que no siempre le pueden brindar sus familiares. El hermano de “Carlos” explicó a Indicios Metropolitanos que tenía ya tiempo utilizando los servicios de esta casa hogar y estaba contento de tenerla ahora en una dirección más cercana.

Foto: Casa di Cura per Nonni A.C. (página web)

La casa hogar forma parte de un conjunto de casas que pretende montar la asociación civil Casa di Cura per Nonni A.C., constituida desde hace cinco años y que preside la señora Beatriz Blanco con la misión de dar, como describe en su página web:
[…] atención con calidez humana, profesionalismo y cariño a los abuelos, nuestro objetivo es darles un nuevo hogar lleno de actividades, comodidades, alimentación y cuidados, como si estuvieran en su casa, con calidez y amor.
 Contamos con personal calificado, médicos especializados que brindan una atención responsable y sobretodo con toda la paciencia y amor, los cuidamos como si fueran nuestros abuelos.
La descripción que hace de los servicios que brinda plantea un funcionamiento como de “casa de reposo” con esquema de “casa de huéspedes”, “club de día”, “estancia todo incluido” o “estancia temporal”. El personal a cargo, aparte del de servicio, son sobre todo mujeres de mediana edad, en varios turnos, con conocimientos de enfermería entre otros. La propietaria justificó:
Más que nada lo que ofrecemos es un espacio para la convivencia, mantenimiento o tratamiento de los abuelos.
Aceptamos personas a partir de los sesenta años de edad, pero de preferencia en condiciones de salud que no signifiquen un problema médico mayor para su atención porque, repito, nuestro objeto social no es de clínica geriátrica, hospital o asilo.
Brindamos acompañamiento especializado, pensando en dar una buena calidad de vida.
Al cuestionarla sobre los temas que preocupan a la comunidad, específicamente el asunto relativo al cambio del uso de suelo. La propietaria dijo que no ha tramitado ningún cambio de uso de suelo, el cual sigue siendo residencial.
No veo necesidad de ello, porque lo único que hacemos es alquilar habitaciones, como hacen muchas otras personas incluso en este fraccionamiento. A veces rentamos la habitación completa y a veces solo la cama. Tenemos habitaciones con una o dos camas para compartir. A veces los ancianos se sienten mejor acompañados por un familiar. Algunas de las personas que atendemos solo vienen por el fin de semana, porque sus familiares necesitan salir y no quieren dejar a sus ancianos solos.
Aun cuando nos enfocamos en los ancianos, repito que no son los únicos que atendemos para mejorar su calidad de vida y proveerles atención y amor. Las personas que son más jóvenes y que están en condiciones especiales también tienen aquí un lugar para sentirse bien atendidas y cuidadas.
No me explico por qué a veces la gente, en vez de investigar más a fondo, mete zancadillas, cuando podría beneficiarse de lo que aquí hacemos.
Foto: Casa di Cura per Nonni A.C. (página web)

La señora Blanco expuso a Indicios Metropolitanos que "nadie, ni vecinos ni algún representante de la asociación de Colonos de la Florida ni del Consejo y Delegación de Participación Ciudadana (COPACI) se han acercado para siquiera conocer qué hacemos". En cambio, ya recibió la visita de personal del ayuntamiento, el cual se presentó para atender las quejas vecinales y determinar la pertinencia y orden del establecimiento. Sin entrar en mayores detalles afirmó:
Sobre lo del gobierno no puedo comentar más que la gente del ayuntamiento me dijo que sí se puede hacer esto que estoy haciendo. Que no hay problema.
Fuentes municipales consultadas por Indicios Metropolitanos confirmaron que sí, semanas atrás, personal de Normatividad dependiente de la Secretaría de Gobierno efectuó la inspección tras la que apercibió a la propietaria de la necesidad de contar con la licencia de salubridad respectiva y con el permiso de cambio de uso de suelo, entre otros trámites; e instó a la misma a subsanar la documentación en un período de sesenta días, que estarán por cumplirse próximamente, de lo contrario no podrá operar en los términos que pretende. De hecho, el orden de los factores es importante, pues antes de solicitar ningún cambio de uso de suelo por parte del municipio, además del permiso de Protección Civil, debe obtener la licencia de salubridad por parte de la Secretaría de Salud del gobierno estatal.

¿Cuántos casos como este hay a lo largo y ancho del país, de la entidad? ¿Cuántos obedecen de veras a un interés legítimo por favorecer a nuestros ancianos en sus derechos y topan con el muro de la incomprensión, del rechazo, de la intolerancia discriminatoria? ¿Cuántos solo aprovechan la oportunidad que ofrece la circunstancia poblacional para enriquecerse con la necesidad incuestionable que cada vez nos abarca a más? Porque ahora se ve que, quizá, desde mañana, a la oportunidad la pintan calva no por sufrir de alopecia, sino por ancianidad.




Referencias

CONTRERAS, L. (14 de febrero de 2014). "Inauguran sexta clínica geriátrica en Edomex". Recuperado el 15 de noviembre de 2016, de Milenio: http://www.milenio.com/region/Inauguran-sexta-Clinica-Geriatrica-Edomex_0_245375952.html
EL UNIVERSAL. (22 de enero de 2016). "Los 'ninis' de México: 7.5 millones de jóvenes". Recuperado el 15 de noviembre de 2016, de El Universal / Periodismo de datos: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/periodismo-de-datos/2016/01/22/los-ninis-de-mexico-75-millones-de-jovenes
GARCÍA, E. (31 de octubre de 2016). "Entrega de hospitales en Edomex se ve afectada por recortes presupuestales". Recuperado el 15 de noviembre de 2016, de Así Sucede: http://asisucede.com.mx/entrega-hospitales-edomex-se-ve-afectada-recortes-presupuestales/
HOY ESTADO DE MÉXICO. (18 de junio de 2016). "Eruviel Ávila inaugura clínica geriátrica en Chalco". Recuperado el 15 de noviembre de 2016, de Hoy Estado de México: http://www.hoyestado.com/2016/06/eruviel-avila-inaugura-clinica-geriatrica-en-chalco/
NAUCALPAN GOB. / DGCS. (19 de junio de 2016). "Edgar Olvera y Eruviel Ávila inauguran clínica geriátrica". Boletín informativo(213). Naucalpan de Juárez, México, México. Recuperado el 15 de noviembre de 2016, de Boletín: http://www.naucalpan.gob.mx/edgar-olvera-y-eruviel-avila-inauguran-clinica-geriatrica/
RUBIO Mosco, F. (10 de noviembre de 2016). "Atienden a más de 170 mil mujeres en Cuautitlán". Recuperado el 15 de noviembre de 2016, de Hoy Estado de México: http://www.hoyestado.com/2016/11/atieneden-a-mas-de170-mil-mujeres-en-cuautitlan/
SDP NOTICIAS. (18 de noviembre de 2014). "Peña Nieto y Eruviel Ávila inauguran primera Ciudad de la Salud para la Mujer". Recuperado el 15 de noviembre de 2016, de SDP Noticias: http://www.sdpnoticias.com/local/edomex/2014/11/18/pena-nieto-y-eruviel-avila-inauguran-primera-ciudad-de-la-salud-para-la-mujer
VEGA Torres, J. (28 de octubre de 2016). "Rechazan Colonos de La Florida insistentes cambios de uso de suelo". Recuperado el 15 de noviembre de 2016, de Indicios Metropolitanos: https://indiciosmetropolitanos.blogspot.mx/2016/10/rechazan-colonos-de-la-florida.html