Conciencia y orden, puntales de Olvera

diciembre 30, 2015 Santoñito Anacoreta 0 Comments

Foto: Carlos Alberto Flores, Archivo VETA Creativa
CONCIENCIA Y ORDEN serán, según expuso Edgar Olvera Higuera en su discurso de toma de posesión dictado el 7 de diciembre de 2015, valores puntales en que se sostendrá su gobierno municipal a partir del primer día del año entrante; del segundo, en realidad, porque —como él mismo declaró al portal Ciudad Satélite apelando a una verdad de Perogrullo— “el primero de enero ni las gallinas ponen”.

Durante su discurso, el nuevo alcalde de Naucalpan dijo estar celebrando “la victoria de los anhelos de los naucalpenses”, razón compartida por Margarita Zavala a quien Indicios Metropolitanos preguntó su impresión en vista de su presencia en el acto, junto a la del presidente el PAN, Ricardo Anaya, el excandidato a gobernador del Estado de México Luis Felipe Bravo Mena por mencionar dos de la pléyade panista concurrente:
Margarita Zavala y el autor de Indicios Metropolitanos.
Foto: Carlos Alberto Flores, Archivo VETA Creativa.
[Estoy] muy contenta de estar aquí. He visto a los ciudadanos de Naucalpan luchar desde hace mucho tiempo por sus libertades, decidir; y hoy me da mucho gusto que hayan decidido por Edgar que tiene una tradición no sólo en el PAN, sino en el trabajo en Naucalpan. Estoy muy contenta y me dará gusto que esté junto a Edgar la ciudadanía.
Al margen de la mediana capacidad oratoria del alcalde con su pésima dicción, las ideas que expuso pretendieron barruntar un panorama del Naucalpan que viene. Más que usando simples metáforas, planteó que “con esa misma cantera gris de Los Remedios empleada para edificar la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México construiremos el nuevo Naucalpan; con fuerza, trabajo, honestidad y hacia un sólido futuro”. Amén.

Visto en la distancia de los días, haciendo un somero análisis de sus dichos y los hechos, la exposición de Olvera dejó entrever el malestar de los naucalpenses, el sentimiento de olvido al que federación y gobiernos anteriores han orillado al municipio a pesar de sus innegables, cuantiosas contribuciones al desarrollo del país.
Naucalpan ya aportó de muchas maneras a la economía nacional, lo mismo con manufactura que con inversiones y con consumo. Por esto pensamos que México tiene una deuda con los naucalpenses.
Y tras afirmar tal, el edil apeló a la buena voluntad de los congresistas presentes en el suceso y a la federación, para que volteen la mirada a Naucalpan ahora que tiene un notable quebranto económico —sin olvidar el moral— y consideren la partida presupuestal en función de las cifras reales. Quién diría que pocos días después el Congreso votaría a favor la reforma de Ley que encamina al Distrito Federal para perfilarse como el estado 32, dato por ningún motivo menor en vista del peso presupuestal que ha supuesto y supondrá el antes Distrito Federal y hoy oficialmente —falta el concurso de los congresos estatales— Ciudad de México, con división interna en “demarcaciones” próximas al concepto de municipio y estructura de gobiernos locales inspirados en el ayuntamiento.

Semejante reclamo no puede sino traer a la memoria una de las primeras decisiones hacendarias del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, exgobernador del Estado de México, cuando por intermediación de su secretario de Hacienda, Luis Videgaray anunciara la negativa a apoyar a los numerosos municipios endeudados del país [cf. (ARTEAGA, 2012)], entre los que se encuentran todavía los mexiquenses de Naucalpan, Tlalnepantla, Atizapán como los más sonados.
Luis Videgaray.
Foto: Getty Images
De ninguna manera podemos hacer un rescate […] tiene que ponerse orden en el tema de la deuda de los estados y municipios y de ahí que se esté trabajando con los partidos políticos en el contexto del Pacto por México una iniciativa de ley para poner orden […]
Semejante decisión llevó a que gobiernos como el del hoy preso exalcalde David Sánchez Guevara hiciera malabares con las finanzas para paliar las broncas crediticias y remontar la deuda a la sazón de 1.9 millardos de pesos; y que el interinato de Claudia Oyoque resolviera una reducción de poco más de 700 millones para dejar al gobierno entrante con una herencia de 1.2 millardos de pesos comprometidos además de una treintena de obras públicas  tanto de infraestructura como de desarrollo social acabadas a trompa talega, como para palomear la lista de pendientes arrastrados y por entregar.

En todo su discurso de toma de posesión, Olvera tocó solo uno de los temas tratados en campaña al mencionar al Campo Militar Número Uno. Varios de los presentes expresaron a Indicios Metropolitanos que esperaban al menos tres o cinco ejes rectores de su administración, pero esto es sin duda arduo de plantear desde el momento que la circunstancia del ayuntamiento más parece la rifa del tigre que la invitación a un crucero. Así, todo queda resumido en esos dos principios: conciencia y orden.

Conciencia respecto del hecho de que Naucalpan es un municipio de altos contrastes lo que destacó Olvera así en su campaña electoral como en su discurso de toma de protesta:
Para qué queremos albercas cuando faltan tomas de agua potable y drenaje; de qué sirve que se ubiquen aquí importantes y valiosos grupos y comunidades como la libanesa, la española y la judía que han invertido tanto en el país, cuando hay tantos hermanos sin trabajo y sin oportunidades. De qué sirve tener asilada a la primera reserva militar del país […], si Naucalpan se percibe vulnerable e inseguro.
Olvera, de extracción panista y al igual que muchos de sus correligionarios, es dado a poner a la familia como centro de casi todo, aun en estos días cuando el concepto de familia nuclear ha quedado atomizado a causa de la nueva dinámica social, cuando no puede hablarse de una estructura familiar sino de multiplicidad de formas de construcción de una familia. El nuevo alcalde mira así a sus futuros gobernados como parientes herederos de una gran tradición al margen del olvido y, como queriendo borrar ciertas rencillas electorales, enfatizó en su discurso su pertenencia a esta gran tierra de las cuatro casas.

Quiero hablarles como un naucalpense que vive en su municipio. Al igual que tú, mamá, papá, industrial, comerciante, trabajador, líder religioso, estudiante compartimos el mismo apellido, el apellido Naucalpan que nos identifica y nos hermana.
Algo que quiso dejar muy claro el alcalde entrante fue la realidad que enfrentan los naucalpenses y con la que habrá de lidiar su gobierno, sobre todo a la luz de las relaciones con otros municipios conurbados y la Ciudad de México. La franja del cinturón metropolitano que corresponde a Naucalpan, ahora tras la nueva reforma, habrá de introducir una nueva dinámica y una nueva mecánica sobre las relaciones institucionales, la movilidad, las inversiones; incluso ya desde hace más de una veintena implica la definición de una nueva identidad y sentido de pertenencia.

Imagen: SEMARNAT
La zona metropolitana ha dejado de ser una tierra de nadie para transformarse en el vaso comunicante de mucho más que unas pocas líneas fronterizas, en el fundamento de una literal y en ocasiones monstruosa megalópolis. Ante esta realidad quedan dos caminos básicos, si bien no los únicos: el establecimiento de los límites y alcances de las formas de convivencia política, económica e incluso ecológica —por ejemplo, la unificación o la separación de políticas como la del “Hoy no circula”—; o la cooperación sin cortapisas a partir de los intereses comunes aun pareciendo tan volubles como la población flotante que especifica la vitalidad de esta zona metropolitana. Pues el metropolitano no es del todo mexiquense, hidalguense, morelense o defeño. En su ir y venir no es solo naucalpense sino también, en su tránsito, oriundo de Tlalnepantla, Atizapán, Cuautitlán, Huizquilucan, Iztapalapa, etc, etc., normado por tantas reglas, sujeto a tantas componendas…
En 155 kilómetros cuadrados, Naucalpan reseña la historia de nuestro país, desde los primeros asentamientos humanos […] Los Naucalpenses no somos los 833 mil habitantes que marcan las estadísticas, tenemos claro que somos más de un millón 300 mil habitantes.
Olvera sabe, así lo expresó en su discurso, que los naucalpenses no nada más necesitan sino quieren muchas cosas, incluido el fin de la corrupción; pero invitó a los mismos a ser conscientes de que para ésta como para otras tareas se necesitan dos.

Respecto a este tema tan sensible de la corrupción, a pregunta expresa de estos Indicios Metropolitanos sobre si ya había presentado el entonces candidato su triple declaración fiscal, de intereses y patrimonial (#3DE3), Olvera  había respondido durante la campaña:
Foto: Rodolfo Navarrete
Yo he hecho mis declaraciones patrimoniales en tiempo y forma durante mi gestión como servidor público. Yo no tengo fijamiento de responsabilidad ni observación alguna, ni recomendación alguna por parte de ningún órgano de control […] Por tanto [dada] mi situación no me compete tener que señalar todo lo que patrimonialmente como familia me corresponde […] El tema de la seguridad de una familia depende de lo que uno ve y tiene. Si yo tuviera garantías, y más en esta candidatura álgida, el tema lo aclararía exclusivamente siendo presidente municipal, antes no por razones de seguridad personal y familiar [cf. (OLVERA Higuera, 2015)].
Como muchos candidatos en estas pasadas elecciones, Olvera fue uno de los cientos que no presentaron ni por asomo cínico declaración alguna a modo de garantía y como información suficiente para orientar el voto de los ciudadanos en su favor. Este se dio no tanto por sus virtudes —las que quién soy para negar o refutar—, sino por el hartazgo. Olvera fue, a todas luces, el candidato del hartazgo.

Ahora que tomará posesión de su nuevo cargo como alcalde de Naucalpan, veremos hasta qué punto hace efectivo su propósito expuesto en el discurso de toma de posesión:
Habremos de impulsar la transparencia, la fiscalización y la rendición de cuentas […] En este gobierno, reitero, no habrá “licencias para robar”.
Olvera llega a un gobierno marcado por la simulación. En aras de la transparencia que pretende estará obligado a dejar claros los intereses detrás de sí, las más que suspicaces relaciones con 
René Palomares Parra, Secretario Gral. STUyM Naucalpan
personajes como Azucena Olivares, por mencionar uno sobre el que el mismo sindicato, respaldo del contendiente electoral David Parra, fincó responsabilidades de orden penal que hoy nadie se atreve a decantar y parecen más bien conformes con haber cobrado de lo perdido lo que buenamente apareció. Ahí sí, la imagen del líder sindical caracterizado con sus gafas oscuras y ostentando poder y riqueza como se muestra frecuentemente René Palomares Parra al más puro estilo de los moneros clásicos, es claro indicio de la “ceguera” acomodaticia y adoptada como recurso interinstitucional.

La transparencia, más que un noble deseo debería ser ya, desde el sentir de la población misma cada vez más pujante y participativa, una necesidad y por tanto un deber propio de todo Buen Gobierno, parafraseando a Fabián Gómez Calcáneo, presidente del PRI Naucalpan, iniciador y titular de la Dirección de Buen Gobierno en la administración del exalcalde preso David Sánchez Guevara.

La fiscalización, más que un recurso para acorralar a presuntos culpables ya de peculado, ya de traición partidaria como la señalada a últimas fechas así en el PRI como en el PAN —dispuesto a expulsar de sus filas a Manuel Gómez Morin Martínez del Río, de rancia prosapia política—, debería ser ya una práctica básica para el ordenamiento no nada más de las finanzas públicas, sino además de las odiosas, abominables, esperpénticas alianzas partidistas, lo mismo las hechas en lo oscurito que las acordadas de forma abierta y aviesa. Porque una cosa es la pluralidad en la manera de ver, explicar y resolver las cosas del bien común, esa pluralidad que gustan presumir algunos gobernantes con gabinetes hechos a modo de repartir huesos a este y ese otro, y otra muy diferente es la pluralidad sentada en los principios de la diversidad del pensamiento, la cooperación y la solidaridad.
Arriba: Foto original del IMJUVE. Abajo: alteración
de la misma imagen efectuada por Reporte Hoy.

La rendición de cuentas, por otra parte, no puede estar sujeta al contentillo de la agenda de los colaboradores de los funcionarios y los gobernantes. Ha de ser una obligación diaria. Pero además una que no basta con nutrirla de cifras y gráficas estadísticas que solo retratan el aspecto de realidad que conviene a los intereses de ciertos grupos. Aquí, en la rendición de cuentas y el adecuado modo de hacerla está buena parte de la clave para revertir la negativa percepción que la ciudadanía tiene de sus gobiernos y sus gobernantes. Claro que es más fácil decirlo que hacerlo, para que pueda ponerse en marcha una nueva óptica no basta con apelar a la participación ciudadana como una muleta sobre la cual apoyar las deficiencias o simular una cínica invalidez conformista, hace falta lo más simple y por tanto más complejo: honestidad y dignidad. ¿Es esta una aguja en el pajar?

En opinión de la aspirante a la presidencia de la República y exprimera dama, Margarita Zavala, la renovación social de México pasa por la dignificación de la política. Así lo ha dicho en uno de sus videos de “campaña anticipada” al presentar la asociación “Por la Dignificación de la Política”:
A mí me parece que lo que más nos duele, lo que más le duele al país es la corrupción. Y la corrupción tiene sus dimensiones en distintos ámbitos […] La corrupción vacía de contenido a la democracia. Erosiona la legitimidad del gobierno como autoridad […] genera desconfianza y desigualdad. 
Tenemos dos posibilidades: […] Desde luego una es quedarnos sentados esperando que algún día llegue un liderazgo ético y otra, dar un paso al frente. [cf. (ZAVALA, 2015)]
Pero “algo está podrido en Naucalpan”; podemos parafrasear a Shakespeare. Olvera pretende, bajo el lema “Revivir Naucalpan”, promover como antaño el estilo de vida de Ciudad Satélite como un modelo y referente, no nada más para Naucalpan sino para la entidad y el país por entero, especialmente ahora que se cumplen 50 años de la creación de tan emblemático suburbio de la zona metropolitana. ¿Pero cómo? Llamando a las jóvenes generaciones a involucrarse más en el modelo social y el desarrollo de una comunidad envejecida.

En este sentido su logotipo de gobierno es bastante elocuente dentro de su parca imagen, más próxima a la de un logotipo de empresa inmobiliaria: La palabra Naucalpan en blanco sobre fondo azul (gobierno panista al fin) sostiene un triángulo rojo a modo de techumbre de dos aguas —como aludiendo a la etimología de Naucalpan en tanto “tierra de las cuatro casas”— y en cuyo vértice central se observa a modo de ojo de buey un detalle de las Torres de Satélite (como si edificios) dentro de un círculo. Debajo de todo, el lema: “Ciudad con vida”, casi como un llamado —en una lectura— a la Ciudad de México a “convidar” lo que podría tocarle presupuestalmente en el futuro. O simplemente a —en una lectura superficial— revitalizar a Ciudad Satélite. ¿Y el resto de Naucalpan?
Es difícil elegir un elemento logotípico. El gobierno de Azucena optó por rodear por un extremo a las Torres de Satélite con trazos rojos alusivos al Viaducto Bicentenario, como un anuncio de lo que llegó para quedarse. El siguiente gobierno, de David Sánchez Guevara, optó por los cubos de colores y pintó la valla del Naucalli como alguna vez se hizo con las rejas de Chapultepec (ay Tío Herminio), quién le iba a decir que terminaría tras los barrotes. Desde el punto de vista de Ricardo de la Parra, internacionalista, diseñador gráfico y artista plástico naucalpense "el logotipo de Olvera denota austeridad en contraposición con la verbena popular o el kindergarden que adoptó David Sánchez".



Siguiendo esta lucubración, el logotipo de Olvera ya me mueve a alerta frente a los planes inmobiliarios que vienen cerniéndose sobre la localidad. ¿No por ahí personajes como la activista Prof. Rocío Rosete Denis acusaron que el plan de desarrollo urbano bajo el brazo del alcalde entrante no es otro sino el mismo que pretendió imponer Azucena Olivares y que apuesta a un agresivo desarrollo inmobiliario para “construir hacia arriba” (edificios por doquier)?





Se había anunciado con anticipación la presencia del gobernador como testigo de honor en la toma de protesta del alcalde y así se registró incluso en los gafetes y las invitaciones de los participantes. Pero ya se sabe que —citando al ya clásico don Jesús Reyes Heroles— “en política, la forma es fondo”, y en cambio asistió el Secretario de Gobierno José Manzur Quiroga en representación de Eruviel Ávila.
“Todos somos necesarios”, dijo Manzur citando al gobernador para enfatizar no nada más que Olvera “cuenta con el apoyo del gobierno estatal”, sino además que…
[…] la pluralidad no es un obstáculo […] Aun hay muchos retos por delante para el municipio y para el estado [… donde …] nos une el trabajo hacia la gente.
Sobre la relación esperada entre Olvera y el gobernador Eruviel Ávila y el presidente de la República Enrique Peña Nieto el munícipe entrante afirmó en su discurso:
Tengo la certeza de que ambos son hombres sensibles y que trabajaremos conjuntamente, sin colores partidistas y por el bien de Naucalpan. Hemos planeado proyectar el Naucalpan de los próximos 20 años […] para llegar a las opciones que transformen vidas.
 “Hoy, además de comprometerme, vengo por su compromiso” añadió Olvera con un tono conciliador. “Vengo por ti”, recalcó y enseguida, como si homilía, invitó a comerciantes, empresarios, industriales, intelectuales y artistas a conocer ese otro Naucalpan que quizá no conocen, el de la pobreza, y apeló a su corazón para luchar por los paisanos porque “cuando algún naucalpense vive en pobreza, a todos nos empobrece”. Así, el discurso de Olvera enfatizó que el suyo no sería un gobierno de números, sino uno de historias particulares. “Juntos formaremos la gran historia de Naucalpan, una ciudad orgullosa de su pasado y constructora de su futuro”, afirmó.
Sé que quieren creer en su gobierno, pero nosotros también queremos creer en ustedes, los ciudadanos […] Necesitamos confiar y actuar. Lo más importante lo habremos de cimentar desde ahora para los próximos años.
Anticipándose a los propósitos y buenos deseos característicos de cada final de año, Olvera pidió a Dios y la vida salud y sabiduría, para compartir calidad de vida; orden y templanza y energía, para transformar el presente.

Por su parte, al final de su turno en la palabra, Claudia Oyoque, la alcaldesa interina saliente, remató con un devoto “Dios nos ilumine”.


Referencias

ARTEAGA, J. M. (8 de enero de 2012). SHCP: No habrá rescate de estados y municipios. Recuperado el 22 de diciembre de 2015, de El Universal: http://archivo.eluniversal.com.mx/notas/894378.html
OLVERA Higuera, E. (13 de mayo de 2015). "Candidato, ¿ya hiciste tu #3DE3?". (J. ". DE LA VEGA Torres, Entrevistador) Naucalpan, México, México: VETA Editorial. Recuperado el 29 de diciembre de 2015, de https://indiciosmetropolitanos.blogspot.mx/2015/05/candidato-ya-hiciste-tu-3de3.html
ZAVALA, M. (24 de noviembre de 2015). Margarita Zavala (YouTube). "Por la Dignificación de la Política". México, D.F., México. Recuperado el 24 de noviembre de 2015, de https://youtu.be/hp7aIZ2vJpo?list=PL_F6rRBMpCeyecQUZSWeZ8PcAviOpj1BB



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